|
|
|
|
|
|
|
|
|
PRIMERA
COMUNION, PIXIDE DE AMOR Beata
Elías de San Clemente Carmelita
Descalza (1901-1927) |
||
El 8 de mayo de 1911 hace su primera
comunión. Para este evento tan importante, la prepara su “Buena Maestra”,
como gustaba llamarle. Se trata de Sor Angelina. Con esmero, prepara su alma para el
encuentro con Jesús-Hostia. Sor Angelina con sencillez, presenta a las niñas
la semejanza que existe entre el alma y un píxide. En el corazón, se guarda
al Divino Huésped, lo mismo que el píxide. Ese receptáculo, ha de estar
limpio y puro, para que el Señor viva feliz en él. En estos días previos, ese es el único
pensamiento y afán de su alma. Ha de esforzarse mucho y largo, para ser ese
vaso brillante del que tanto habla Sor Angelina. Precedida de una larga y escrupulosa
preparación para la confesión, primero
ensaya la confesión con su maestra de catecismo. Llega al fin la hora de presentarse ante
el ministro del sacramento, para hacer memoria profunda de sus pecados, justo
15 días antes de su comunión. Durante las jornadas que se sucedieron luego,
Dora intentará mantener el silencio en lo que puede, siempre que la
obligación o la necesidad no la reclamen. Durante los diez días de ejercicios
espirituales que antecedieron al día de su primera comunión, se la ve muchas
veces absorta ante el tabernáculo. La noche antes tuvo un sueño importante.
No lo cuenta. Sin embargo, se entiende ha soñado con Santa Teresita del Niño
Jesús. Esta le asegura que de grande será monja como ella. Con vestidos blancos y áureos velos entran las comulgantes hasta el altar. Entre ellas se ve también Dora, que salta de la alegría. Recibe la comunión de manos del Señor Obispo. Es tanto el fervor que se transparenta en sus actitudes al recibir por primera vez al Señor, que Monseñor luego de la ceremonia, ya en la sacristía, la besa efusivamente y la felicita. |