Isabel de la Trinidad 1.
SÍNTESIS DE SU VIDA
Autor Pedro Sergio Antonio Donoso Brant 1.1 Nace Isabel y la encaminan
a su fe con los sacramentos
18 de julio de 1880. Nace Isabel Catez
Rolland en el campamento militar de Avord, cerca de Bourges (Francia). Ella
es hija de Francisco José Catez y María Rolland. Cuatro días más tarde. El 22
de julio de 1880, recibe el sacramento del bautismo. Es bautizada con tres
nombres: María Josefina Isabel. A los siete años de edad, el 2 de
octubre de 1887, después de una larga enfermedad, muere su padre, D.
Francisco José Catez. A los 8 años de edad, año 1888, comienza
a prepararse para recibir los sacramentos de la confesión y comunión. Le
habla de su vocación al abate Angles. Tres años más tarde, el 19 de abril de
1891 recibe la primera comunión en la parroquia de San Miguel en Dijon. A
partir de esa fecha, se comienza a destacar en Isabel un cambio radical de su
conducta. Ese mismo año, el 8 de junio recibe el sacramento de la
confirmación. 1.2 Cualidades artísticas y
religiosas de su adolescencia
Se destaca en su adolescencia, teniendo
ya 14 años, su cualidad artística y religiosa. El 22 de abril de 1994 escribe
una oración que conservará durante su vida a su patrona santa Isabel. Ese
mismo año hace el voto de virginidad, consagrándose definitivamente a María.
El 25 de julio obtiene el primer premio de música en el Conservatorio de
Dijon, luego el 11 de agosto escribe su primera poesía para felicitar a su
madre, Doña María Rolland, que celebraba su fiesta onomástica el 15 de
agosto. 1.3 Capacidad de transmitir
sus experiencias
Se destaca en Isabel su capacidad de
transmitir sus experiencias, cuan ella viaja de vacaciones del verano de
1895, meses de agosto a septiembre, escribe a sus amigas sus anécdotas de sus
vacaciones. En sus letras, se matiza su ideal de vida espiritual Esto se repite con más emotividad en sus palabras
durante sus vacaciones del año 1998, donde entre los meses de
agosto-septiembre viaja de vacaciones en los Vosgos y excursiones al Jura, y
describe su experiencia y sentimientos en narraciones breves, sencillas, pero
que reflejan su afecto. Nuevamente a los años de edad, agoto a octubre de
1898 viaja de vacaciones al sur de Francia y por Suiza, en esta ocasión
incluye en su excursión a Lourdes. 1.4 Ejercicios espirituales
Caminando ya a los 19 años de edad, en
enero de 1899 hace ejercicios espirituales. Los dirige el P. Luis Chesnay, S.
J. 30 de enero, estas experiencias las comienza a escribir lo que se conserva de su Diario. Del 4 de marzo al 2 de abril del año 1899 participa en la
Misión General en Dijon, predicada por Padres Redentoristas. A Isabel le
sobreviene u gran fervor de espíritu y ardiente celo apostólico por las
almas, sobre todo por la conversión del señor Chapuis, propietario de su casa
en Dijon. Un año más tarde del 23 al 27 de enero de 1900, hace ejercicios
espirituales con el Padre Hoppenot, S.J. 1.5 El camino de la vocación religiosa
El 26 de marzo de 1989, su madre le
otorga el permiso para ingresar en el convento de Madres Carmelitas Descalzas
cuando cumpla veintiún años de edad. Es así como el 2 de agosto de 1901
ingresa en el convento de Madres Carmelitas Descalzas de Dijon, después de
haber oído misa y comulgado con su familia. Tres meses después, siendo el 8
de diciembre toma el hábito carmelita
en una ceremonia presidida por el obispo, Mons. Le Nordez y en la que
predica el P. Vallée. Por decisión personal, y siguiendo los consejos de la
Madre María de Jesús, recibe el nombre de María Isabel de la Trinidad. Dos
años más tarde, el 11 enero de 1903 hace la profesión religiosa en el domingo
siguiente a la Epifanía y luego el 21 de enero recibe el velo blanco de
corista en la festividad de Santa Inés 1.6 El camino del amor santo
No existe una camino más santo que el
del amor y el sacrifico por las verdades de nuestra fe. El camino a la casa
del Padre, nos revela el verdadero amor a Dios, y no es otra cosa que aceptar
su voluntad, aunque sudemos sangre y experimentemos nuestro propio Getsemaní.
En el dramático relato de Lucas se nos expone como el mismo Jesús se apartó y
puesto de rodillas oraba diciendo: Padre, si quieres, aparta de mí esta copa;
pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Entonces, se le apareció un ángel
venido del cielo que le confortaba. Y sumido en agonía, insistía más en su
oración. Su sudor se hizo como gotas espesas de sangre que caían en tierra.
(Lc 22, 41-44) 1.7 “Elevación a la Santísima
Trinidad.”
Una fecha interesante para hablar de
este camino de amor, es el 21 de
noviembre de 1904, Sor Isabel escribe “Elevación a la Santísima Trinidad.” 1.8 Síntomas de una grave
enfermedad
Ya durante el año 1905, a partir del 8
de marzo, se manifiestan en sor Isabel los primeros síntomas de fatiga
física. Mal de Addison. Ese día empieza la Cuaresma, y la dispensan de la
observancia de la Regla. También la relvan de en su oficio de segunda tornera
y le dan descanso relativo para
conseguir la recuperación de su salud. Su ánimo es muy grande, su fortaleza
también, pero su salud se va deteriorando. Es así como antes de terminar
marzo de 1906, ingresa en la enfermería del convento con síntomas de una
grave enfermedad. Aun así, sigue la vida de observancia regular con las
modificaciones particulares que exige su situación personal. Ya en abril de
ese año, se le ve grave y recibe la Unción de los enfermos, ya se asoma
el peligro de muerte por la crisis que
sufrió en su enfermedad. 1.9 El camino de la agonía y
del dolor
En su padecimiento, hay altos y bajos,
es decir, hay día de repentina mejoría y otros donde se acentúa su
enfermedad. Así es como el 13 de mayo le sobreviene una nueva crisis de
gravedad. La primera semana de julio, tras invocar la intercesión de sor
Teresa del Niño Jesús, sor Isabel puede sostenerse en pie y caminar despacio
y de a poquito. Durante la primera quincena de agosto le
escribe para su hermana Margarita Catez una especie de ejercicios
espirituales, que se publicarán después con el título: Cómo hallar el cielo en
la tierra. El 24 septiembre, fecha de aniversario
de la profesión religiosa de la Madre Germana de Jesús, Isabel le entrega las notas doctrinales de
sus Ejercicios. Previendo su futura muerte, le dice lacónicamente estas sencillas
palabras: Últimos ejercicios espirituales de “Laudem Gloriae.” El 29 octubre de 1906, recibe a su
familia de visita, el encuentro es en el locutorio. Será, la última vez que
la verán con vida, ya que al día siguiente por la noche cae en cama
definitivamente. Ya no saldrá más de su habitación de la enfermería
conventual. El 31 octubre padece Isabel de una nueva crisis de su enfermedad.
Recibe otra vez el sacramento de la Unción de los enfermos. El 1 noviembre
comulga por última vez en su vida. 1.10
Comienza su agonía, lenta y dolorosa.
Isabel está ya muy débil, no puede tomar
ni siquiera una gota de agua. Los dolores de cabeza son tan intensos, que hay
temores de una posible meningitis. Tiene los ojos sanguinolentos y casi
siempre cerrados. Cuando habla, apenas se la entiende. Sin embargo, conserva
una gran lucidez mental y se observa en ella una intensa presencia de
espíritu. 9 noviembre: Sor Isabel de la Trinidad muere después del toque del
Ángelus, a las seis de la mañana. Momentos antes se transformó su rostro.
Tenía sus grandes ojos abiertos. Daba la impresión de hallarse en éxtasis.
Mientras tanto, la Madre priora, Germana de Jesús, leía por última vez a su
idolatrada hija espiritual el capítulo 17 del evangelio de San Juan, que
contiene la oración sacerdotal de Cristo, pronunciada después de la
institución de la Eucaristía. El 12 de noviembre de 1906, se celebran
solemnes funerales por sor Isabel. Sobre su tumba, se coloca la inscripción
siguiente: “9 noviembre de 1906. Retorno al Señor de sor Isabel de la
Trinidad, a la edad de 26 años y medio. Carmelo de Dijon”. Pedro Sergio Antonio Donoso Brant Fuentes y Bibliografía -
LA DOCTRINA ESPIRITUAL DE SOR ISABEL
DE LA TRINIDAD, M.M. PHILIPON, O.P. - OBRAS COMPLETAS, EDITORIAL MONTECARMELO |