SEGUNDA SEMANA DEL
TIEMPO ORDINARIO
(Ciclo C)
(20 al 26 de enero)
HOMILIAS DEL FR.
JULIO GONZALEZ C. OCD
20. DOMINGO
Lecturas bíblicas
a.-
Is. 62,1-5: El marido se alegrará con su esposa.
El profeta,
en este nuevo poema sobre la gloria de Jerusalén (cfr. Is. 60), donde el tema central
o que más resalta son los desposorios: el triunfo de Jerusalén y de Israel,
consiste en convertirse en esposa de Yahvé. Lenguaje poético, pero por ello, no
menos fuerte y cierto, denuncia la falta de justicia de parte de los dirigentes
políticos de Israel. El fin de la prédica del profeta, es propiciar la
manifestación de la justicia y la salvación de Sión, para que las naciones
contemplen la justicia divina, y los reyes, contemplen la gloria de Jerusalén;
justicia y gloria, son un don de Yahvé a su pueblo. El Señor creó la comunidad,
al derramar su espíritu sobre él, sin pedir nada a cambio (cfr. Is. 43, 1-7) Es
el don divino, que transforma el desierto en una alameda, símbolo del pueblo
pecador, junto a las corrientes de agua (cfr. Is .44, 4). El pueblo idolatra, simbolizado
por la ceguera, se convierte en el pueblo creado por Dios, y que manifiesta su
gloria divina (cfr. Is. 42, 18-25; 43,7). Esta obra divina comienza, cuando el
pueblo acoge
b.-
1Cor. 12, 4-11: Diversidad y unidad de los carismas.
Pablo,
descubre que en el nuevo pueblo de Dios, nacido del misterio pascual de Cristo,
alianza de Dios con cada hombre, hay un solo Señor Jesucristo a quien servir en
c.-
Jn. 2, 1-12: En Caná de Galilea Jesús comenzó sus signos
Las bodas de
Caná, es el inicio de los signos de Jesús, primera manifestación de su gloria,
en la que está presente María, su Madre, y los discípulos. La atención se
desplaza de los novios, hacia Jesús y María, los invitados. Convertir el agua
en vino, viene a significar, el anticipo de su glorificación definitiva, su Hora,
por la intervención de su Madre. Es anuncio del banquete del Reino de Dios,
donde habrá vinos exquisitos, imagen de la salvación que viene de lo alto.
Tiene también su sentido eucarístico, donde el vino se convierte en
Santa Teresa
de Jesús, huérfana en esta vida, la madre murió siendo adolescente, la joven
Teresa acude a
21.
LUNES
Lecturas bíblicas
a.- Hb. 5,1-10: A pesar de ser
Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer.
b.- Mc. 2, 18-22: El novio está
con ellos.
En el evangelio encontramos una controversia entre Jesús y los fariseos.
Ahora se trata del ayuno y de la conducta escandalosa de parte del grupo de
Jesús, es decir, de sus discípulos. La pregunta de los fariseos, da pie a Jesús,
para presentar una doctrina más profunda que el tema del ayuno. Esta práctica
se refiere, no al ayuno, que toda la nación practicaba un vez al año, sino del
ejercicio libre y particular (cfr. Mt. 6, 16ss), que hacían los fariseos
piadosos, dos veces por semana (cfr. Lc. 18, 12).
Teresa de Jesús, vivió a fondo
esa esponsalidad bautismal con Cristo, cuyo mejor
fruto fue su consagración a Dios en el Carmelo, hasta convertirse en Maestra de
espirituales. “O somos esposas de tan gran rey, o no. Si lo somos, ¿qué mujer honrada hay que no participe de las deshonras que
a su esposo se hacen” (CV 13,2).
22.
MARTES
Lecturas bíblicas
a.- Hb.6,10-20:
La esperanza es ancla segura y firme.
b.- Mc. 2, 23-28: El sábado se
hizo para el hombre, y no el hombre para
el sábado.
El evangelio nos habla del hambre de los discípulos. Jesús así como
defendió su venida, como motivo de alegría, y relativizó el ayuno, ahora
defiende a los suyos por haber calmado el hambre, quebrantando el sábado arrancando
espigas de los campos. El verdadero centro de la discusión está en esto: ¿es el
Hijo del hombre, Señor del sábado? La cita de David, es para recalcar el hambre
y la costumbre de frotar las espigas y comerse los granos, pero el texto, no
dice que fuera en sábado, lo que escandaliza a los fariseos, por estar
prohibido hacerlo por considerar la recolección como trabajo. En todo caso, la
falta de David, fue comer los panes de la proposición reservado a los
sacerdotes; rompió una ley del culto, pero no faltó al sábado (cfr. Mc. 2, 26;
1 Sam. 21,1-7). Como conclusión de esta discusión, se puede decir que conservar
la vida, es más importante, que las prescripciones mosaicas (v.27) y si esto se
lo permitió David, rey tan venerado, el
Mesías, su descendiente, actúa con la misma libertad. Por eso, para
Santa Teresa de Jesús, comprende que la obediencia a la fe recibida es
un camino que tenemos que hacer todos los cristianos, aprendió a amar la voluntad de Dios en su
vida en la medida que la observó y comprendió. “La seguridad que podemos tener
es la obediencia y no torcer
23.
MIERCOLES
Lecturas bíblicas
a.- Hb. 7, 1-3. 15-17: Tú eres
sacerdote para siempre.
b.- Mc. 3, 1-6: ¿Está permitido
salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir?
Tenemos otro encuentro de Jesús y los fariseos, con motivo de una
curación en sábado, en la sinagoga. La trasgresión de Jesús es haber trabajado,
curando a un enfermo de una mano paralizada. Su preocupación, es salvar a ese
hombre de su mal, mas sus enemigos tienen cerrado el
corazón, y ciegos los ojos, por sus interpretaciones humanas. Es una oposición
irreconciliable, porque, mientras Jesús está unido a la voluntad del Padre, sus
enemigos en tanto, manifiestan su
endurecimiento a los designios divinos. Lo central de este evangelio, luego de
la curación, es la palabra de Jesús: “Dice al hombre que tenía la mano seca:
Levántate ahí en medio. Y les dice: ¿Es lícito en sábado hacer el bien en vez
del mal, salvar una vida en vez de destruirla? Pero ellos callaban.” (vv. 3-4).
Jesús pone el amor al prójimo, por sobre las prescripciones respecto al sábado.
Los fariseos prohibían en sábado, la ayuda a cualquier enfermo, excepto en
peligro de muerte; hacer el bien, para Jesús está por sobre la ley, y el no
hacerlo, es ya obrar mal. El mal del enfermo, no era de muerte, es verdad, pero,
pide salud; la vida es don de Dios, Jesús quiere traer la salvación a todos,
por eso pregunta, y quiere una respuesta de sus enemigos. Ellos callan (v. 4).
El sentido más profundo, se encuentra en comprender que la curación corporal, y
la salvación del hombre van muy unidas. La vida es don de Dios, el hombre es
una unidad de cuerpo y alma, no sanar al enfermo, hubiera significado excluirlo
de la salvación que trae Jesús. La
curación de la mano seca, es sólo el signo externo de la salvación que Dios
ofrece en Cristo, al hombre necesitado (cfr. Jn. 5, 1-15). Sanar en sábado para
Jesús, equivale a salvación para todo hombre, y continuar por esa vía es
cumplir la misión que Dios le confió (cfr. Jn. 5, 17-19). La ira y la tristeza
del corazón de Cristo, es por la cerrazón de sus interlocutores, su palabra
salvadora produce en ellos, que se
sumerjan en las tinieblas de sus siniestros pensamientos, que terminan matando
al enviado de Dios (v.6). Esa actitud del corazón de Cristo, revela su misión
salvadora y toda su persona. Su tarea es anunciar la vida, comunicarla a quien
cree, salvar de la muerte, al que acepta su mensaje.
Santa Teresa de Jesús, enseña que la oración es la mejor arma para
abrir, con la gracia del Espíritu Santo, el corazón endurecido por el pecado.
Teresa lo vivió y lo propone como camino de entrega a Dios. “Pues para lo que
he tanto contado esto es, como he ya dicho, para que se vea la misericordia de
Dios y mi ingratitud; lo otro, para que se entienda el gran bien que hace Dios
a un alma que la dispone para tener oración con voluntad, aunque no esté tan
dispuesta como es menester, y cómo si en ella persevera, por pecados y
tentaciones y caídas de mil manera que ponga el demonio, en fin tengo por
cierto la saca el Señor a puerto de salvación, como, a lo que ahora parece, me
ha sacado a mí. Plega a Su Majestad no me torne yo a
perder.” (V 8,4).
24.
JUEVES
Lecturas bíblicas
a.- Hb. 7, 25-8, 6: Se ofreció a
sí mismo.
b.- Mc. 3,7-12: Tú eres el Hijo
de Dios.
Este texto es una síntesis de toda la actividad de Jesús en Galilea,
ahora junto al lago de Genesaret, donde
el evangelista quiere destacar la inmensa atracción que ejercía el Maestro
sobre las personas que lo seguían de todas partes, para escucharlo, sanarse de
sus males, tocarlo y hasta los demonios lo reconocían: “Tú eres el Hijo de
Dios” (v. 11). Su palabra y la energía que nace de ÉL, centran su poder de
atracción. La mención de Galilea y Jerusalén, además de otras ciudades, más
bien paganas, no quiere el evangelista resaltar el afán de milagros de las
gentes, sino poner en el centro a Jesús y su actitud, su atracción y energía
sanadora, motivo por el que lo buscan (cfr. Mc. 5, 27-31). Los poseídos, lo
reconocen como el Hijo de Dios, los demonios salen de sus víctimas, pero Jesús
les manda callar, no quiere darse a conocer por ellos (v.5). Jesús sana con el
poder divino que posee su palabra, su
filiación divina, no puede ser confirmada por los demonios, sino desde la luz
de la fe pascual. Jesús atrae a los hombres, no por los prodigios que realiza,
sino por la salvación, y redención que ofrece en esos prodigios, por la
comunión con Dios que germina en sus vidas. Marcos, nos presenta a Jesús como
fuente oculta de salvación, el divino Medico de la salud eterna, en una
sociedad enferma y necesidad de redención. Si el Cristo terreno atraía de esa
forma, mucho más desde su Cruz y Resurrección, porque quiere llevar a los hombres a la vida e
intimidad divina que posee con el Padre. Esta síntesis que hace el evangelista, quiere ser una imagen de la
humanidad reunida junto al Resucitado.
Teresa de Jesús, recibió muchas veces la visita del Resucitado con un
propósito: mostrarle el camino de su sacratísima Humanidad para una oración más
cristológica y eclesial. “Hase de notar también que
en cada merced que el Señor me hacía de visión o revelación quedaba mi alma con
alguna gran ganancia, y con algunas visiones quedaba con muy mucha. De ver a
Cristo me quedó impresa su grandísima hermosura, y la tengo hoy día; porque
para esto bastaba sola una vez ¡cuánto más tantas como el Señor me hace esta
merced!” (V 37,4).
25.
VIERNES
Lecturas bíblicas
a.- Hb. 8, 6-13: Es mediador de
una alianza mejor.
b.- Mc. 3, 13-19: Llamó a los que
quiso y los hizo sus compañeros.
Luego de estar en medio de la muchedumbre, Jesús junto al lago de Genesaret
sube al monte, expresión con la que Marco, quiere significar la proximidad de
Dios. El monte es lugar privilegiado de oración, al que se asciende desde lo
humano para estar cerca de Dios (cfr. Mc. 6,46; 9,2; Lc. 6,12). En ese clima
orante, Jesús llama a los Doce para que estuvieran con ÉL, y luego enviarlos a
evangelizar. Los hace subir a la comunión con Dios en el monte, más tarde a
tres de ellos los hará subir más alto, donde se Transfigura delante de ellos, y
escuchan la voz del Padre (cfr. Mc. 9, 2-7). Los Doce representan, en el querer
de Jesús, a las doce tribus de Israel, que en su tiempo estaba reducida a sólo
dos, y al que quiere llevar su mensaje de salvación (cfr. Mt. 10, 6; 15, 24;
19, 28). Es una acción simbólica que busca reunir y completar al verdadero
pueblo de Israel, mas para los lectores cristianos,
es el nuevo pueblo,
Teresa de Jesús, nos invita estar atento a las muchas veces que en la
vida el Señor nos llama, lo importante, es responderle en alguna de ellas, con
un compromiso radical de seguimiento, imitación y configuración. “Así éstos
entienden los llamamientos que les hace el Señor, porque, como van entrando más
cerca de donde está Su Majestad, es muy buen vecino y tanta su misericordia y
bondad que, aun estándonos en nuestros pasatiempos y contentos y baraterías del
mundo y aun cayendo y levantando en pecados
porque estas bestias son tan ponzoñosas y peligrosa su compañía y
bulliciosas, que por maravilla dejarán de tropezar en ellas para caer con todo esto, tiene en tanto este Señor
nuestro que lo queramos y procuremos su compañía, que una vez u otra no nos
deja de llamar para que nos acerquemos a él; y es esta voz tan dulce que se
deshace la pobre alma en no hacer luego lo que le manda; y así, como digo, es
más trabajo que no lo oír.” (2M 1,2).
26.
SABADO
Lecturas bíblicas
a.- Hb. 9, 2-3. 11-14: Entró en
el santuario para siempre.
b.- Mc. 3, 20-21: Su parientes lo
buscan.
Este pasaje es propio de Marco, es uno de los textos oscuros y un
aspecto difícil de comprender, respecto de la misión de Jesús. No son muchas
las veces en este evangelio, en que Jesús da a conocer su identidad más
profunda. Las gentes buscan milagros del joven rabino de Nazaret, sus propios
discípulos están aprendiendo a conocerle. Pero son sus parientes más cercanos
que vienen a por ÉL, porque, dicen, está fuera de sus cabales (v.21). Si bien,
la expresión viene a significar, que se salió de su conducta habitual, está
exaltado, fuera de sí, está loco, no deja de ser humillante. Como todos los
profetas, Jesucristo, vive la soledad, la incomprensión, la excentricidad.
Juan, agrega que ni sus parientes creían en ÉL (cfr. Jn. 7, 5). Más tarde, los
fariseos venidos de Jerusalén, dirán que Jesús está endemoniado. Muy unido a
esto de los parientes, hay que recordar que el mismo Jesús estableció los
parámetros del verdadero parentesco con ÉL, que nace del cumplimiento de la
voluntad de Dios: esos van a ser su madre, hermanos y hermanas (cfr. Mc. 3,
31ss). Sus parientes de Nazaret, tampoco creerán en sus palabras cuando los
visite; no tenían fe (cfr. Mc. 6,1ss). El mensaje de Jesús, sus prédicas
debieron causar un enorme revuelo entre la gente importante y sencilla, porque
sus propuestas eran toda una novedad, que rompía con todos los parámetros
establecidos en lo religioso, social y político, como por ejemplo, las Bienaventuranzas;
lo mismo, el tema de orar por los enemigos, el sentido de amor al prójimo, la
pobreza, la puerta estrecha, etc. No extraña entonces que digan está fuera de
sí. Si Cristo fue incomprendido en su tiempo, por las autoridades religiosas,
por el poder político, por sus parientes y discípulos hasta que llegó la luz
pascual, no es de extrañar la incomprensión que vive también hoy en nuestra
sociedad. Él es siempre bandera discutida y suscita las más variadas
reacciones. De una parte, están los que
lo rechazan abiertamente, en el otro extremo, los que lo siguen en forma
incondicional, luego hay una masa cuyas motivaciones religiosas, no siempre
cristianas, deben madurar, por ignorancia o una deficiente relación con Dios y
Teresa de Jesús, hablando del sueño de potencias, la tercer grado de
oración y otra forma de regar el huerto del alma,
Fr. Julio González Carretti