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Caminando con Jesús Pedro Sergio Antonio
Donoso Brant La Carmelitas
Descalzas de Puangue Escribo este reportaje, en agradecimiento a
las Hermanas Carmelitas Descalzas de Puangue, por el inmenso cariño que ellas
muestran haciéndose eco de ese mandamiento que nos dejo Jesucristo, “Amense como yo les he amado”, Estas hermanas, enamoradas
de Cristo van tras los pasos de muchas religiosas de El nombre de Caminando con Jesús, nace de las
moradas Moradas Sextas Capítulo 8, 2. de Santa
Teresa de Jesús, donde dice: Acaece, estando el alma descuidada de que se
le ha de hacer esta merced ni haber jamás pensado merecerla, que siente cabe
sí a Jesucristo nuestro Señor, aunque no le ve, ni con los ojos del
cuerpo ni del alma”, “Cabe”, tiene los siguientes sinónimos: Contiene Abraza
Abarca Reúne Cerca, es decir Caminando junto a EL Cuando se visita un monasterio carmelita,
siempre se recibe mucha paz. ¡Y porque?, Esto decía la Madre Maravillas de
Jesús, beatificada por Juan Pablo II el día 10 de mayo de 1998«La verdad es
que somos felices!»; «¡Qué felicidad ser toda del
Señor!»; o: «Para mí no hay nada mejor que ser carmelita descalza»; y a las
hermanas recién entradas en el convento: «Ya verá, hija mía, cómo cada vez
será más feliz. Yo llevo en el Carmelo treinta –o cuarenta, o cincuenta– años, y, cada día, aumenta esta felicidad». ¡Cómo le llenaba aquello de: «Amarás al Señor
tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser!» Este amor la
consumía. De él brotaban, incontenibles, todas las virtudes que veíamos en
ella. Este amor fue la única razón de su vida, diríamos su única obsesión:
«Quisiera no ocuparme sino sólo del Señor. Leía hace poco una biografía de una carmelita
paraguaya, la Hermana María Felicia de Jesús
Sacramentado, -Sierva de Dios, "La Chiquitunga",
ella esta en proceso de beatificación, y cuando esperaba entrar al Carmelo
decía: Se me hacen tan largos los días y quisiera pasaran uno tras otro hasta
ver llegada aquella maravillosa aurora en que, encerrada en las cuatro mas
felices paredes que haya habitado en mi vida, ofreciendo sin cesar mi vida... Podría llenar varias paginas con muchos
ejemplos, de muchas santas que han vivido la vida carmelita, pero cada vez
que conozco un convento, voy entendiendo a la santa Madre Teresa de Jesús,
especialmente al recitar: MUERO PORQUE NO MUERO Vivo sin vivir en mí Y tan alta vida
espero Que muero porque no
muero. Vivo ya fuera de mí Después que muero de
amor, Porque vivo en el
Señor Que me quiso para Sí. Cuando el corazón le
di Puso en él este
letrero: Que muero porque no
muero. Esta divina prisión Del amor con que yo
vivo Ha hecho a Dios mi
cautivo Y libre mi corazón; Y causa en mí tal
pasión Ver a Dios mi prisionero, Que muero porque no
muero….. El Carmelo, es un vocablo hebreo que
significa jardín, es una montaña de altitud aprox. Al Monte Carmelo acudió la Sunamita para pedir al profeta Eliseo que resucitará a su
hijo. Según la tradición, Elías y Eliseo se fueron
al Monte Carmelo y con sus discípulos establecieron una tradición
contemplativa viviendo como eremitas en oración. Las excavaciones han
demostrado que ya desde el siglo III d.C. griegos cristianos se establecieron
como eremitas en el área del Carmelo. La vida carmelita es consagración a la
oración y contemplación, también al estudio. Los hombres tienen apostolado,
especializándose en la dirección espiritual. En la actualidad, las Carmelitas Descalzas
son aprox. 14.000 en 835 conventos en el mundo. Los Carmelitas Descalzos son
3.800 en 490 conventos. Pero ahora les invito a conocer el Monasterio
de Puangue |
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CARMELITAS DESCALZAS DE
PUANGUE MONASTERIO MARIA
MADRE DE LA IGLESIA |
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LOCALIZACIÓN DEL
MONASTERIO DE CARMELITAS DESCALZAS DE PUANGUE El convento se encuentra en La provincia de
Melipilla, y a 12 kilometros hacia al poniente de
la Comuna de Melipilla, localidad de Puangue.
Foto con un paisaje
de Puangue Melipilla, es una de las 6 provincias que
conforma la Región Metropolitana, ubicada a unos Con fecha 11 de octubre de 1742, se decreto
el establecimiento de una nueva villa “para honor y honra, gloria de Dios y
servicio del Rey y bien común de sus vasallos”. La nueva villa tendría por
nombre Logroño de San José, “bajo de cuya protección y su mayor aumento en lo
futuro”. Villa San José de Logroño fue como empezó a llamarse, pero cambio
luego al aborigen de Melipilla. El Prior de san Agustín en la provincia
de Santiago pidió también que se le asignara un sitio en ese lugar, a fin de
trasladar a la nueva villa el convento que tenía la orden en Santa Rita de Perquilauquén. El 16 de octubre de 1742, el gobernador de
la epoca proveyó favorablemente la solicitud y les
dio a los agustinos una cuadra de tierras a dos cuadras de distancia de la
plaza mayor, a fin de que allí edificarán un
convento y fue lo primero que tuvo la villa. Su nombre se debe al cacique Melipilla, dueño
de esta comarca y aunque la tradición popular sostiene, equivocadamente que
Melipilla significa “Cuatro Diablos”, esto es absolutamente insostenible, ya
que el termino MELI significa cuatro y PILLAN, según el diccionario araucano
de Fray José de Augusta, no es demonio ni diablo, sino Volcán o algo que
infunda pavor en la naturaleza, por ejemplo: truenos, granizos o erupciones
volcánicas. Por lo tanto Melipilla significa “CUATRO ESPIRITUS”,
pero nunca cuatro diablos. Melipilla a sido cuna de destacados
ciudadanos en la historia de Chile, entre ellos; Ignacio Serrano. Rafael y
Emilio Sotomayor, el General José Santiago Aldunate,
Policarpo Toro y el Pintor Juan Francisco González entre otros. La ciudad paso a ser capital de la provincia
del mismo nombre el 1 de abril de 1980, de acuerdo al decreto Ley N° 30.630, considerándose este hecho un reconocimiento a
su importancia. Dentro de las costumbres de esta zona que se
define principalmente como un típico pueblo de esos que van quedando pocos y
que dentro de ellos se conservan tradiciones típicas de nuestro país como por
ejemplo el desarrollo de pruebas ecuestres, rodeos, también podemos encontrar
en esta zona al típico huaso chileno con su
vestimenta de poncho, su traje rayado y sus botas con espuelas y en más de
una ocasión montando a caballo. A pesar de que la ciudad de Melipilla es
capital de la Provincia del mismo nombre la civilización no a amedrentado las típicas costumbre de la gente de campo,
con sus hornos de barro, su pan amasado, sus cazuelas, sus ricas empanadas,
etc. Del mismo modo aún podemos encontrar alguna carreta tirada por caballos
en medio de la ciudad. |
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El Templo Junto al
Monasterio |
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PRESENTACIÓN (los textos y las
fotografías tienen su fuente de origen en la pagina WEB de las hermanas,
generosamente facilitado)
Esta es la entrada al
Monasterio María Madre de la Iglesia de Puangue,
Melipilla Al invitar ellas nos dicen: Somos religiosas de vida contemplativa. Se nos
conoce principalmente como 'monjas de claustro". Sí, la nuestra es
vida de CLAUSURA. Muchos se preguntan cuál es el sentido de
"aislarse", de "vivir encerradas" habiendo tantas y tan
grandes necesidades en el mundo. La clausura, simbolizada por unas
rejas que delimitan los espacios de silencio, lejos de ser un aislamiento, es
sólo un medio para facilitar el encuentro con Dios en la oración, y así
acercarnos lo más posible a quienes acuden a nosotras pidiendo apoyo
espiritual. Esta separación física del quehacer cotidiano del hombre de
ninguna manera implica un desinterés egoísta. Por el contrario, nos
interesa muchísimo todo lo que sucede en el mundo y en la Iglesia, sus
inquietudes, sus dolores, gozos y esperanzas Creemos profundamente que la
oración sostiene y da vida al mundo, y nosotras somos una pequeña porción de
esa vida de oración. ¡Les invitamos a conocernos y a compartir con
nosotras el don de la Vida Contemplativa...!. |
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¿CÓMO ES LA VIDA DE
UNA CARMELITA? La vida de la Carmelita se desenvuelve
enteramente en un clima de Silencio y Retiro que favorece el encuentro íntimo
con Cristo, el Esposo. Procuramos vivir cada hora de nuestro día en la
presencia de Dios intercediendo desde ese silencio amoroso y con nuestro
trabajo por el mundo entero. Como fruto de esta unión con Dios, surge
en nosotros la necesidad de transmitir nuestra alegría en los tiempos de
recreación de la comunidad, compartiendo lo vivido y divirtiendo a las demás
con nuestros talentos, dones y anécdotas. El trabajo es expresión de nuestra
pobreza y participación en la obra creadora de Dios “
...a imitación de Cristo que en Nazaret quiso trabajar con sus propias
manos.” La Carmelita alaba a Dios con su trabajo y es así como cada
Carmelo elige realizar diferentes labores, compatibles con nuestra vida de
clausura, y que a la vez ayuden proveer el sustento diario. LLEGADA DEL CARMELO A
CHILE Al conocer el pueblo de Santiago los saqueos
y horribles sacrilegios cometidos por el pirata Sharp
en la Serena en diciembre de 1680, la Iglesia chilena pide a las
carmelitas del monasterio de Chuquisaca en Alto
Perú venir a fundar un Monasterio a nuestro país, en reparación por los
estragos sufridos. La Comunidad de Chuquisaca
accede a esta petición, tres monjas se ofrecen espontáneamente y luego de
superar innumerables dificultades al cruzar a lomo de mula la Cordillera por
más de ocho meses, llegan a Santiago el 6 de Enero de 1690 y fundan el primer
monasterio en esta ciudad.
SANTA TERESA DE LOS
ANDES Tenemos el honor y el gozo de que la primera
Santa chilena sea una Carmelita Descalza; tan cercana a nuestro tiempo y a
nuestro pueblo. No es casualidad que el Señor haya elegido Melipilla para un
nuevo Carmelo: Años atrás los campos que rodean este lugar pertenecieron a
Don Miguel Fernández Jaraquemada, padre de Juanita.
Ella amaba mucho estas tierras de Melipilla, y sin duda recorrió numerosas
veces estos mismos lugares. Viajaba a menudo por aquí en los veranos de
camino a Algarrobo así como a su hacienda en Bucalemu . Puede palparse
su espíritu en estas tierras y entre parientes suyos que aún viven en los
alrededores A ella hemos encomendado especialmente este Carmelo
¿POR QUÉ SE FUNDA EL
CARMELO DE PUANGUE? Nuestro Carmelo bajo el nombre de
"María, Madre de la Iglesia", nace el día 8 de diciembre de 1991, en
alabanza y honra a nuestra Santísima Madre María. Elegimos darle este
nombre a nuestro Monasterio dado que se ubicaba en una diócesis que recién
nacía, a la vez que deseando acoger el espíritu del Concilio que le confería
este título tan significativo para nuestro mundo de hoy. La Carmelita lleva siempre a María muy
presente en su corazón. “Puesto que soy su hija, debo parecerme a Ella
y así me pareceré a Jesús.” Teresa de Jesús de Ávila es nuestra
fundadora. Ella vivió en el siglo XVI en España y fundó la Orden de
Carmelitas Descalzas. En Chile hoy día hay quince Carmelos,
quince lugares de oración según el deseo de Santa Teresa Los obispos
son los primeros en reconocer la importancia de estos lugares de oración y
solicitar la presencia de un Carmelo en su Diócesis. Es por esto que al
nacer la nueva diócesis de Melipilla su obispo, Mons. Pablo Lizama junto con nuestro Cardenal Emérito, Mons. Juan
Francisco Fresno reciben con inmensa alegría esta nueva fundación de
Carmelitas en Puangue
¿QUIENES SON LAS
CARMELITAS DESCALZAS DE PUANGUE? Una comunidad nueva, llena de ilusión y con
grandes deseos de contagiar su ideal a muchas jóvenes generosas que deseen formar
parte de esta gran aventura. Somos el único Monasterio contemplativo de
esta diócesis de San José de Melipilla. Vivimos en clausura y silencio, ambiente
óptimo para facilitar una oración permanente. La gran tarea que ocupa el día
de una Carmelita es la ORACIÓN... rezar por el mundo entero... por tantos que
llegan a nuestro monasterio confiando en esa oración. En nuestro Carmelo deseamos poder brindar un
lugar de retiro, acogida y silencio a quienes lo buscan y anhelan participar
de la oración de la comunidad. Muchos lo entienden así y es por eso que
recibimos innumerables llamadas y cartas solicitando oraciones por una u otra
necesidad apremiante. Procuramos vivir en austeridad y del trabajo
de nuestras manos, pero jamás dejando de confiar en la Divina Providencia que
vela para que nunca nos falte lo esencial. La Carmelita es una mujer alegre, creativa,
enamorada de su vocación, y por eso puede ofrendar con gozo su vida a Dios,
en una maravillosa consagración. NUESTROS TRABAJOS
Nuestro Carmelo en
Puangue busca especialmente servir a la Iglesia y a la diócesis
confeccionando mucho de aquello que se utiliza para el culto. Nos ocupamos de fabricar lo que necesita el
sacerdote para celebrar la Misa, ornamentos, manteles de altar, estolas,
cíngulos, purificadores, corporales. Muchos de estos son bordados por las
hermanas. Fabricamos Cirios y Velas tanto para el altar como para decoración
en el hogar de todos tamaños y colores. Pero también dedicamos tiempo a hacer
estandartes y trabajamos en cuadritos religiosos con íconos orientales.
Confeccionamos tejidos, en especial para señora y niños: Además
elaboramos calugas artesanales, y procuramos ofrecer gran variedad de objetos
religiosos, medallas, cruces, estampas, así como Coronas de Caridad y
Canastillos de Novios. Todo nuestro trabajo es realizado en
silencio, y aprovechamos el momento para orar por quienes utilizarán el
objeto que estamos confeccionando. “Es nuestra dicha y Gloria por Jesús
trabajar”
¿CUAL ES LA VOCACIÓN
DE LAS CARMELITAS? La vida de la Carmelita consiste en ofrecer
toda su vida en respuesta a Dios que la ha invitado a vivir en íntima
comunión con El, intercediendo constantemente por las personas y sus
familias, sus necesidades, gozos, dolores y esperanzas también elevando
permanente acción de gracias a Dios por todas las maravillas que El va
obrando en la Iglesia y en el mundo entero. Además, por especial elección de Santa
Teresa, nuestra oración es ofrecida principalmente por los sacerdotes: “La
Carmelita es hermana del sacerdote. Juntos ofrecen una hostia de holocausto
por la salvación del mundo.” El Carmelo también es eminentemente misionero y
es asi como Santa Teresita de Lisieux, Carmelita
francesa de claustro, fue nombrada “patrona de las misiones. A imitación de la Sagrada Familia de Nazaret,
procuramos vivir con alegría la pobreza, proveyendo nuestras necesidades mediante
el trabajo de nuestras manos, y compartiendo una alegre y fraterna vida de
familia. Nuestro voto de castidad es una gozosa manifestación de amor a Dios,
porque sabemos que “la castidad consagrada dilata la capacidad de amar con un
corazón indiviso y hace libre a ese corazón.” La obediencia de la
Carmelita encuentra en María un modelo perfecto ...Y
así, nuestros votos son la forma en que se cristaliza en la Iglesia nuestra
respuesta al amor de Dios. ¿Qué pedimos de las jóvenes que manifiestan
un deseo de vivir la vida Carmelita? Ante todo que amen mucho, mucho al Señor y
que lo vivan con profunda alegría. Les pedimos que tengan experiencia
de trabajo pastoral en su parroquia o participen en algún movimiento
apostólico, acompañando este trabajo con una suficiente preparación
religiosa. También en lo posible que tengan un director espiritual que
haya guiado su proceso de discernimiento y que las conozca bien. Pedimos de la joven que se acerca a nuestro
Carmelo que haya terminado sus estudios secundarios y tenido algún tiempo de
estudio superior o experiencia laboral. Una Carmelita tiene que ser una mujer alegre,
creativa, enamorada de su vocación; una persona consciente de todo lo bueno
que nos rodea, porque sólo quien sabe apreciar y valorar la vida, podrá
ofrendarla con gozo a Dios. Una mujer que crea profundamente en el amor
fraterno y en la amistad, y así pueda encontrar su plenitud en la convivencia
comunitaria, en la sencillez del Carmelo. Las futuras Carmelitas deben
ser mujeres dispuestas a vivir en austeridad, a renunciar a todo lo
superfluo, capaces de aceptar el desafío de vivir del trabajo de sus manos y
confiando SIEMPRE en la Divina Providencia. Ellas deben ser mujeres con capacidad de
silencio y soledad, lo que las llevará al encuentro amoroso con Dios en la
oración contemplativa.
NUESTRO DÍA En unión con toda la Iglesia rezamos cada día
el Oficio Divino en el cual recitamos los Salmos y leemos la Palabra de Dios
siete veces al día. “Esos mismos Salmos son los que Jesús... salmodiaba
en la soledad. Todos son preciosos y son un grito humilde y confiado
que la criatura dirige a su Padre del Cielo.” ( Teresita de Los Andes) Nos levantamos al sonido de tablillas y del
canto de un estribillo apropiado con que la hermana “tañedora” invita a la
oración: “¡Alabado sea Jesucristo y la Virgen
María, su Madre. A la oración, hermanas, alabar al Señor!” Comenzamos nuestro día en alabanzas a Dios con el
rezo de Laudes, seguido de una hora de
"oración mental", es decir oración personal y silenciosa.
Celebramos la Eucaristía, seguida del rezo del Oficio de Tercia, el desayuno,
y de allí hasta las 12:30 hrs trabajo en silencio.” Rezamos o cantamos el Oficio de Sexta todas juntas
y vamos al almuerzo que transcurre también en silencio, mientras una hermana
lee algún texto espiritual. Luego vamos a la muy grata hora de
recreación, la que gozamos de principio a fin. Durante estos momentos
de expansión realizamos a la vez algún trabajo manual. La recreación en
un Carmelo es un coro de muchas risas, y detalles simpáticos. “Unas
cotorras”, decía Teresita de los Andes. Nuestros días son siempre semejantes,
pero nunca rutinarios. Una Carmelita nunca tiene tiempo para
aburrirse... ¡contrario a lo que piensan tantos que desconocen nuestra vida! Luego, tenemos una hora de recogimiento o
tiempo de celda -momento en que se lleva a cabo alguna tarea más personal
como escribir, coser, leer algo, o simplemente descansar. “La
Carmelita tiene su celda aparte. Allí es donde penetra como a un
templo... reservado sólo para Dios y el alma. Allí vive... ocupada sólo
del Señor.” A las 15:30 hrs, el
Oficio de Nona que es seguido de una hora de Lectura Espiritual
individual. El resto de la tarde, hasta las 18:00 hrs,
hora de Vísperas, es tiempo de trabajo doméstico, o de formación en el caso
de las hermanas del Noviciado. Al término del rezo de Vísperas, momento
de acción de gracias por el día transcurrido, sigue una segunda hora de
oración mental. Luego la Cena, el segundo tiempo de recreación y pasado
las 21 hrs comenzamos los Oficios de Completas y
Lecturas con los que finaliza nuestro día. Y así pasamos la vida... orando, trabajando,
riéndonos. Es la alegría permanente que nace del gozo de sabernos viviendo
todas por un mismo ideal. Es precisamente por esto que nuestro gran
deseo es siempre crecer en santidad Que haya muchas jóvenes que deseen servir
al Señor entregándole su vida con radicalidad. “Todo en el Carmelo se hace con alegría porque
en todas partes tenemos a Jesús, que es nuestro gozo infinito.” CONTÁCTENOS Escríbenos para que recemos por tus
intenciones La pagina WEB de Carmelitas del Monasterio
Maria Madre de la Iglesia es: http://www.carmelitasdescalzasmelipilla.cl/ |
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Pedro Sergio Antonio
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