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Historia de A fines del siglo XIII surgió en Lieja,
Bélgica, un Movimiento Eucarístico cuyo centro fue Santa Juliana de Mont
Cornillón, por aquellos años priora de Desde joven, Santa Juliana tuvo una gran
veneración al Santísimo Sacramento. Y siempre anhelaba que se tuviera una
fiesta especial en su honor. Este deseo se dice haber intensificado por una
visión que tuvo de Juliana comunicó estas apariciones a
Mons. Roberto de Thorete, el entonces obispo de
Lieja, también al docto Dominico Hugh, más tarde
cardenal legado de los Países Bajos y a Jacques Pantaleón, en ese tiempo
archidiácono de Lieja, más tarde Papa Urbano IV. El obispo Roberto se impresionó
favorablemente y, como en ese tiempo los obispos tenían el derecho de ordenar
fiestas para sus diócesis, invocó un sínodo en 1246 y ordenó que la
celebración se tuviera el año entrante; al mismo tiempo el Papa ordenó, que
un monje de nombre Juan escribiera el oficio para esa ocasión. El decreto
está preservado en Binterim (Denkwürdigkeiten,
V.I. 276), junto con algunas partes del oficio. Mons. Roberto no vivió para ver la
realización de su orden, ya que murió el 16 de octubre de 1246, pero la
fiesta se celebró por primera vez al año siguiente el jueves posterior a la
fiesta de El Papa Urbano IV, por aquél entonces, tenía
la corte en Orvieto, un poco al norte de Roma. Muy
cerca de esta localidad se encuentra Bolsena, donde
en 1263 o 1264 se produjo el Milagro de Bolsena: un
sacerdote que celebraba El Santo Padre movido por el prodigio, y
a petición de varios obispos, hace que se extienda la fiesta del Corpus Christi a toda Luego, según algunos biógrafos, el Papa
Urbano IV encargó un oficio -la liturgia de las horas- a San Buenaventura y a
Santo Tomás de Aquino; cuando el Pontífice comenzó a leer en voz alta el
oficio hecho por Santo Tomás, San Buenaventura fue rompiendo el suyo en
pedazos. La muerte del Papa Urbano IV (el 2 de
octubre de 1264), un poco después de la publicación del decreto, obstaculizó
que se difundiera la fiesta. Pero el Papa Clemente V tomó el asunto en sus
manos y, en el concilio general de Viena (1311), ordenó una vez más la
adopción de esta fiesta. En 1317 se promulga una recopilación de leyes -por
Juan XXII- y así se extiende la fiesta a toda Ninguno de los decretos habla de la
procesión con el Santísimo como un aspecto de la celebración. Sin embargo
estas procesiones fueron dotadas de indulgencias por los Papas Martín V y
Eugenio IV, y se hicieron bastante comunes a partir del siglo XIV. La fiesta fue aceptada en Cologne en 1306; en Worms la
adoptaron en 1315; en Strasburg en 1316. En
Inglaterra fue introducida de Bélgica entre 1320 y 1325. En los Estados
Unidos y en otros países la solemnidad se celebra el domingo después del
domingo de En Finalmente, el Concilio de Trento declara
que muy piadosa y religiosamente fue introducida en Fuente: aciprensa.com |