“DESPIERTEN,
LEVÁNTENSE, QUE EL SEÑOR LOS ESTÁ
LLAMANDO” SALGAMOS
AL ENCUENTRO DE JESUCRISTO. INVITACIÓN
DE APARECIDA Surge
de Aparecida una renovada voz de esperanza, de mucho aliento y un llamado
moverse, es decir, hermanos, “despierten,
levántense, que el Señor los está
llamando, salgamos al encuentro de Jesucristo. Aparecida,
nos invita a compartir su experiencia, que empieza a ser cristiano por una
experiencia del encuentro con Cristo. Documento
Conclusivo de Aparecida, 6.1.1 El Encuentro con Jesucristo, 243: El
acontecimiento de Cristo es, por lo tanto, el inicio de este sujeto nuevo que
surge en la historia y la que llamamos discípulos: “No se comienza a ser cristiano por
una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un
acontecimiento, con una gran persona, que da nuevo horizonte a la vida y, con
ello, una orientación decisiva” Los
Sacramentos, son actos de Cristo, para el encuentro con el. Es necesario ver,
el modo como se acercan a nuestra casa, Todos
sabemos que a lo largo de nuestra historia y de muchos hombres, mediante ritos
y fiestas, le damos una importancia especial a los momentos claves de nuestra
vida, y en ellos cuenta el nacer, desarrollarnos, el alimentarnos, en amarnos
y finalmente morir, pero entre estos momento claves están también el pedir
perdón por nuestros errores y reconciliarnos con Dios. Los
cristianos, desde nuestra fe, celebramos esos momentos con unos signos
expresados en gestos y palabras, estos son los sacramentos, donde Jesús se
nos hace presente y sale a nuestro encuentro. No me cabe duda, Cristo está
siempre presente en su Iglesia, sobre todo en las acciones litúrgicas. Cristo
esta presente con su fuerza en los sacramentos de modo que cuando alguien
bautiza, es Cristo mismo quien bautiza, cuando alguien se casa, lo hace ante
él. Estos
sencillos signos que conocemos como sacramentos, son y han sido para muchos
el encuentro con Jesucristo, el reencontrarse con su Iglesia, el vivir
instantes de comunidad olvidados, la catequesis y el gozo de vivirlos en
comunidad con la familia y amigos. El agua del bautismo, el agua que lava y
purifica, el pan que se comparte, el vino que se transforma, la unción, la
imposición de manos, el perdón de la faltas, el si que une al hombre y la
mujer, todo estos gestos que hacemos por nuestra fe, nos dan un sentido
nuevo, Jesús sale a nuestro encuentro, nos fortalece y nos llena de vida, nos
trasmite su amor y nos transforma. Cuando
los cristianos celebramos los sacramentos no lo hacemos individualmente, sino
en comunidad, festejando así la presencia salvadora de Jesús en medio de
todos nosotros. Son los sacramentos signos comunitarios con los que Los
sacramentos significan y producen una transformación en los hombres y dan la
gracia y quien no pone obstáculos a la acción de Dios, recibe en los
sacramentos la gracia o ayuda divina que lo santifica. Los
sacramentos no son simples ritos o fórmulas mágicas que se repiten sin ningún
contenido, sino que son signos visibles de la presencia y actuación de
Jesucristo. Por esto, exigen la fe y la colaboración del que los recibe, para
que lleguen a ser un encuentro personal del hombre con Jesús. El
Bautismo, es el nacimiento a una vida nueva, a la vida de fe, A
cada uno el Señor le dice, le enseña, le muestra y le pide de una forma
distinta el llamado experimentado en Aparecida, para mi es despierten, levántense, que
el Señor los está llamando, salgamos al encuentro de Jesucristo, salgamos
también con los actos de Cristo, los Sacramentos. Integremos
a todos los que llegan a nuestra Iglesia, en busca de ¡ De corazón Pedro |