Primer mandamiento: Amaras a Dios sobre todas las cosas Autor: Pedro Sergio
Antonio Donoso Brant |
(Reflexión para padres, apoderados,
profesores y alumnos del colegio de mis hijos) Queridos amigos. Me
han como pedido como un padre más que haga una reflexión sobre este mandamiento:
Amaras a Dios sobre
todas las cosas. En
esta reflexión, la que considero como la más importante de todas, esta el
búsqueda de encontrar un manera de educar a nuestros hijos, a fin de que al
llegar a la madurez, este mandamiento sea entendido en su importancia. El
amar a Dios, es amar a los hombres y por tanto debemos educar en el amor a
los hombres desde el día de su nacimiento. Esta misión es de nosotros los
padres, de los educadores, tutores y formadores de personas, para que a
medida que su arbolito de vida crezca, sea con sólidas raíces. PRIMER MANDAMIENTO: Antiguo Testamento:
"Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y
con todas tus fuerzas" (Dt 6, 5) Nuevo Testamento: "Está escrito: Al Señor tu Dios
adorarás, sólo a él darás culto" (Mt 4, 10). "Adorar a Dios, orar a El, ofrecerle el culto que le
corresponde, cumplir las promesas y los votos que se le han hecho, son todos
ellos actos de la virtud de la religión que constituyen la obediencia al
primer mandamiento" (CIC 2135) Lo que manda Dios es justo y es entrar en la verdad. Solo Dios
es Dios, solo El debe ser adorado y amado sobre todo. Encontramos nuestra
vocación en amarle y adorarle. Este Mandamiento envuelve la fe, la esperanza y la caridad.
Quien ama a Dios cree en El, espera en El. Caridad es nuestra respuesta al
amor de Dios El primer mandamiento nos ordena amar a Dios sobre todas las
cosas y a las criaturas por El y a causa de El - Jesús enseña que en esto se
resume toda la ley. Definición de Amor. (según los hombres) Del latín amor, -ōris A. Sentimiento
intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y
busca el encuentro y unión con otro ser.
B. Sentimiento hacia
otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el
deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos
y crear. C. Sentimiento de
afecto, inclinación y entrega a alguien o algo. D. Desearle el bien a
alguien. Para nosotros, los cristianos, Dios es la fuente infinita del
amor. Todo amor verdadero es compartir el amor de Dios según sus designios.
Es así como hay dos tipos de amor: El amor de concupiscencia: Concupiscencia. (en
la moral católica, deseo de bienes terrenos y, en especial, apetito
desordenado de placeres deshonestos) es un amor por interés propio, ama
porque percibe al otro como útil, agradable o placentero, en otra palabras,
ese es el falso amor que abunda en el mundo.
El amor de amistad: Es el amor de Dios. No es interesado. Ama
principalmente por el bien del otro. San Pablo se refiere a esta distinción cuando enseña: Gálatas 5,13: "Hermanos, habéis sido llamados a la
libertad; sólo que no toméis de esa libertad pretexto para la carne; antes al
contrario, servíos por amor los unos a los otros". Para el Cristiano amar es el principal Mandamiento que encierra
a todos los demás. Marcos 12,28-31: Acercóse uno de los
escribas que les había oído y, viendo que les había respondido muy bien, le
preguntó: «¿Cuál es el primero de todos los
mandamientos?» Jesús le contestó: «El primero es: Escucha, Israel: El Señor,
nuestro Dios, es el único Señor, y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu
corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El
segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No existe otro mandamiento
mayor que éstos.» Este es el mandamiento mío: Juan 15,12: “Que os améis los unos a los otros como yo os he
amado. Juan 15,13: “Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por
sus amigos”. En esto hemos conocido lo que es amor I Juan 3,16: “En que él dio su vida por nosotros. También
nosotros debemos dar la vida por los hermanos.” Jesús crucificado es la revelación más perfecta del amor. No es
suficiente amar, Jesús nos manda a amar como EL amó. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿La tribulación?, ¿la
angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿los peligros?, ¿la
espada? -Romanos 8:35 Jesús nos enseñó a amar a nuestros enemigos. «Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu
enemigo. Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan,
para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre
malos y buenos, y llover sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que
os aman, ¿qué recompensa vais a tener? ¿No hacen eso mismo también los
publícanos? Y si no saludáis más que a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de
particular? ¿No hacen eso mismo también los gentiles? Vosotros, pues, sed
perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial. Mateo 5,43-48. Cf. Lc 6, 28. ¿COMO SOMOS EN EL AMOR LOS HOMBRES? Amor, debe ser la palabra mas utilizada por los hombres, pero no
tengo certeza que sea el mayor sentimiento puesto a diario en la practica.
Siento el sentimiento más dulce o agradable, también en muchas ocasiones es
el más doloroso. Para muchos, el amor es aquello que nos mantienen unidos a otra
persona. La ciencia le llama esta acción vinculación afectiva, definida como
una relación afectuosa, mutua, recíproca, activa y en algunos casos, muy
fuerte entre dos personas. Este sentimiento, es una relación proporciona en
algunos casos un sentimientos de
seguridad y compañía, oímos que cuando esto no existe en algunas personas, se
siente desolada, también oímos hablar de tristeza cuando una persona esta
alejada e quien ama. Es decir, echamos de menos a la persona a quien amamos. ¿Hemos tenido que aprender a amar? Al inicio de nuestra vida terrenal, ya desde la concepción y en
algunos casos algunos días antes, y
luego al nacimiento, vamos sintiendo el afecto de nuestros padres, algo que
nos hace sentir gratos, y para los padres durante los primeros meses de vida,
la sonrisa, el pataleo, los primeros sonidos o cualquier cosas que realice el
niño, les motiva ternura, afecto. Es así, como llega la madre a acercarse y
responder a sus necesidades. El niño logra darse cuenta, logra percibir este
afecto, se da cuenta de que cuando llora alguien está ahí para consolarlo,
darle cariño y alimentarlo. Es así, como desde pequeños vamos aprendiendo que nuestro
entorno es un lugar seguro y vamos adquiriendo confianza y la madre no se
equivoca, el acudir rápidamente a atender y a responder al llanto de un
recién nacido, cada vez que lo hace el niño se tranquiliza, y gusta de sentir
un abrazo, de ese calor, y parece disfrutar de mucha paz cuando siente en el
pecho de su madre los latidos del corazón, como entendiendo que desde allí
viene este sentimiento. ¿Cómo se desarrolla el afecto a través del tiempo? Pienso que todos nacemos con la necesidad de sentirnos amados, y
con capacidad para amar, y a medida que el tiempo transcurre, aprendemos como
hacerlo, Este aprendizaje comienza con lo que nos transmiten nuestros padres,
para luego extenderse durante toda la vida.
Es así, que adquiere una gran importancia el entender de la
mejor forma, como se deben orientar esos lazos de amor entre madre e hijo, y
entre padre e hijo. Parece una paradoja, o una contradicción, el tratar de explicar
que los niños lloran y se aferran, se agarran con fuerza a sus padres, si
sienten que su padres se van, y cundo regresan, hacen notar primero el
descontento y luego ríen con gran felicidad. Esto no es otra cosa que una
prueba de que el proceso afectivo esta funcionando y es el adecuado, así, lo
he percibido con mis cinco hijos. Entonces trataré buscar en las diferencias, como se van formando
los niños, para llegar a comprender el sentido y significado del amor, talvez
esto pueda ayudar a ver como educamos a nuestros hijos. Observemos algunos comportamientos y veamos algunas
diferencias. CUANDO NIÑO a) El niño se acerca y se aleja de la madre, lo
repite continuamente, les llama la atención algo, se vuelven a la madre y
muestra el objeto, y luego da unos pasos y la saluda desde lejos, su madre le
mira y le sonríe. Si su madre desaparece un momento, se entristece, y
balbucea un reclamo o una protesta al buscarla. Luego aparece nuevamente su
madre con una sonrisa, y se alegran y continúan con el juego. Tengo la impresión que estos niños crecen con una buena relación
con sus padres, el juego de mostrar pasa a la cooperación en el hogar, y en
constante preocupación por saber de sus padres. b) El niño está con
la madre, pero el se centra en el
juego sin incluirla a ella, no la mira, esta algo indiferente. Si su madre
desaparece un momento, le es indiferente, no reclaman y no lloran. Luego
aparece nuevamente su madre y evitan mirarla y no les preocupa acercarse a
ella. Tengo la impresión que estos niños crecen con una baja relación
con sus padres, y su tendencia es a ignorarlo. c) El niño está
con la madre, pero se relaciona poco con ella, va donde su madre, pero sin
alcanzar a llegar se regresa, pero esta pendiente que no se vaya, no quiere
separarse de ella, no juega mucho. Si su madre desaparece un momento, lloran,
se alteran, luego se calman y no la
buscan. Luego aparece nuevamente su madre, y se manifiestan molestos, si la
madre le hace cariño y desea tomarlo en sus brazos, aceptan, pero rápidamente
desean liberarse. Tengo la impresión que estos niños crecen con una evidente falta
de autonomía, y buscan depender de los padres, buscando cualquier argumento
para hacerlo d) El niño está con
la madre, pero parece que no agrada estar con ella, se esconde bajo la mesa,
u otro mueble, cuando siente algo de temor no corre hacia ella, parecen
temerle a los padres. Si su madre desaparece un momento, no les preocupa y
no la buscan. Luego aparece nuevamente
su madre, y la saludan efusivamente, pero no se acercan a ella. Tengo la impresión que estos niños, cuando crecen son de esos
que tratan de manejar a sus padres. 1ª Reflexión La reflexión es una pregunta, ¿en cual de estos cuatro ejemplos
estamos educando con amor al niño? La respuesta debemos darla con sentido de padre, no de
especialista en estas conductas y tratar de descubrir en que somos culpable o
no de esta actitud del niño. Tratemos de descubrir, en cual de estos ejemplos, el padre o la
madre actúa de la forma siguiente: Actitud de rechazo hacia el niño. En el hogar hay sentimientos de ira. En el hogar hay resentimiento e irritabilidad. Los padres dan a sus hijos castigo físico. Los padre por nada los regañan. Los padres constantemente oponen a los deseos del niño. Los padres no están disponibles. Los padres mantienen poco contacto físico con sus hijos Los padres están disponibles y
sensibles. Los padres responden a sus necesidades. Los padres agobian a sus hijos Los padres se entrometen mas de lo necesario Los padres muestran paciencia. Los padres mantienen un clima afectuoso Los padres expresan más
emociones positivas y menos negativas, Los padres saben bastante sobre sus hijos, Los padres disfrutan abrazándolos. “No dejo de pensar que amor, es lo contrario a la muerte, es
“vida”, y en estos ejemplos anteriores, me queda de manifiesto, porque es
posible que para esta relación con los hijos, mas que una caricia, más que
una palabra amorosa, esta la vida que compartimos con ellos y la vamos
construyendo juntos, y cuando Dios no da la vida, no es otra cosa que
amor.” CUANDO ADOLESCENTE. “Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño,
razonaba como niño. Al hacerme hombre, dejé todas las cosas de niño.” (1 Cor 13,11) Es nuestra etapa de mayor duda, alguno le tiene miedo al amor,
mientras otro no puede vivir sin el, algunos confunden el amor con intimar,
otros no logran amar. No tengo duda, que la juventud no pierde las formas adquiridas
en la niñez. La forma de amar en los jóvenes, esta fundamentada en su
aprendizaje en su etapa infantil. En efecto, cuando jóvenes nos hemos sentido más tranquilos cuando a quien amamos esta cerca, nos sentimos más seguro a su lado, nos sentimos apoyados
y con capacidad de tener ideas y proyectos, y cuando estamos tristes por algo
sabemos donde tenemos consuelo. Pero lo más importante que aprendemos en
nuestro amor en la juventud, es la capacidad de dar y recibir solo por amor.
También en esa etapa amamos la vida y
somos sensibles para amar a otros. Que importante es en la vida aprender bien el sentimiento del
amor en la niñez para la etapa de la adolescencia. En efecto la manera de
amar y expresar luego este afecto generalmente se repite, porque no es menos
cierto que un joven que no recibió amor en su infancia de sus padres, puede
pensar que recibirá amor de otra persona, y aquel que recibió indiferencia
podría pensar que el no es digno de recibir este afecto. Observemos algunos comportamientos y veamos algunas
diferencias Entre cual de estos adolescentes se siente uno mas interpretado.
(el o ella) El que piensa que gusta a la gente y que la mayoría de la gente
tiene buen corazón y cree que el amor romántico puede durar. El que teme a la proximidad de alguien, desconfían de los demás
y no se sienten a gusto con lo afectivo y
no se dan fácilmente a conocer, además de pensar que el amor romántico
no es algo verdadero y es difícil enamorarse. El que confunde el amor con un sentimiento triste, y opina que
no es bueno enamorarse, entonces evitan hablar sobre los sentimientos, por
tanto no aceptan formas de cariño. El que por temor al rechazo, no expresa su amor, por tanto
reprime sus verdaderos sentimientos y no se creen capaces de recibir
amor. El que manifestaba con gran intensidad sus emociones de amor,
pero así mismo era extremo y sufría de celos y vivía inmerso en la ansiedad
si no estaba con la persona que amaba.
2ª Reflexión Como muchos adolescentes, en ese diario caminar hacia la
madurez, nos hemos enfrentado con mas conciencia al sentimiento de amor, con
lo que hoy me es posible hacer una
reflexión para dar gracias y recordar quien fui en esa etapa como hijo
de mí padre Dios. Cuando se es joven y el amor nos invade, se es fuerte, somos más
capaces, parecemos más inteligentes,
nos viene a la mente cosas positivas, somos capaces de escribir poesías. En
efecto, cuando nos sentimos amado, estamos entusiastas, nosotros mismo no aceptamos
mejor, y antes de eso no estábamos bien, vemos que es posible cambiar la vida
para bien, entonces nos proponemos nuevos ideales, y nos damos cuenta
que la felicidad es posible. Elegimos amar en lugar de odiar, preferimos reír en
lugar de llorar, elegimos crecer en el amor en lugar de consumirnos. Al conocer el amor de los demás y el dar amor a los demás, nos
afirmamos en nuestra verdadera identidad. En efecto somos hijos de Dios,
creados para darnos amorosamente al Padre y a nuestros hermanos. “No dejo de pensar que amor, es lo contrario a la muerte, es
“vida”, y en estos ejemplos anteriores, me queda de manifiesto, porque es
posible que para esta relación con los hijos, mas que una caricia, más que
una palabra amorosa, esta la vida que compartimos con ellos y la vamos
construyendo juntos, y cuando Dios no da la vida, no es otra cosa que
amor.” CUANDO ADULTO Nos encontramos en la etapa de los compromisos formales,
compartimos nuestras relaciones con las personas de una manera distinta, pero
seguimos reaccionando según las experiencias vividas en el pasado, tanto en
la infancia como en la edad adolescente, y vemos como nos ha influido en
nosotros, la relación que tuvimos con nuestros padre, amigos, novios, novias,
y buscamos escuchar la experiencia de otros y pensamos como resolver nuestros
sentimiento. Cuando nos unimos en matrimonio, se vuelven a repetir
situaciones de la niñez, ahora no es nuestra madre, pero igual tenemos
reacciones extrañas frente a la posibilidad que por motivos de trabajo nos
enfrentamos a una separación eventual, y descubrimos de lo segura o inseguro
que nos sentimos de quien amamos, no
sabemos si es temor o preocupación por esta separación. Observemos algunos comportamientos y veamos algunas diferencias. Mostramos siempre un comportamiento estable y seguro. Iniciar una relación con alguien que manifiesta desconfianza y
distanciamiento desde el principio. Negamos la libertad y la independencia que necesita en ciertas
ocasiones a nuestro cónyuge por motivos de trabajo. Aceptamos a nuestro cónyuge
tal como es. Tenemos claro lo que buscamos y esperamos de nuestro conyuge y lo el o ella puede darnos. Somos estables en nuestros comportamientos. Nos aferramos ansiosos a nuestro conyuge,
como si temiéramos que se nos pueda escapar de un
momento a otro. Necesitamos que nos
prueben su amor continuamente y vemos sin motivo la relación amenazada
fácilmente. Nos encontramos con ataques de celos y agresividad. Prestamos atención a
nuestro cónyuge y procura ser sensible a su estado de ánimo y saber cómo se
siente. 3ª Reflexión Un padre sentado sobre una lapida de su esposa, acaricia el frío
mármol, sus hijos observan conmovidos, el padre cierra los ojos y sostiene
una conversación personal con nuestro Padre Dios, ora unos minutos y dice
“Gracias Señor”, abre los ojos y se dirige a sus hijos, pasaron muchos años
junto a ella, .¿saben?, nadie puede hablar del amor
verdadero si no tiene idea de lo que es compartir la vida con una mujer
así". Hizo una pausa y se limpió la cara. "Ella y yo estuvimos
juntos en aquella crisis. Cambié de empleo", continuó. "Hicimos el
equipaje cuando vendimos la casa y nos mudamos de ciudad. Compartimos la alegría
de ver a nuestros hijos terminar sus carreras, lloramos uno al lado del otro
la pérdida de seres queridos, rezamos juntos en la sala de espera de algunos
hospitales, nos apoyamos en el dolor, nos abrazamos en cada Navidad, y
perdonamos nuestros errores. Hijos, ahora se ha ido y estoy contento, ¿saben por qué?, porque
se fue antes que yo, no tuvo que vivir la agonía y el dolor de enterrarme, de
quedarse sola después de mi partida. Seré yo quien pase por eso, y le doy
gracias a Dios. La amo tanto, que no me hubiera gustado que
sufriera...". ¿Que habrán conversado entre él y el Señor? La imaginación es
por mi cuenta, Yo soy tu creador, ¿a
que debes temer?, No temas continuar con tu vida después de ese suceso, No te lamentes, No te quejes. No te atormentes. No te
deprimas. ¿Cómo puedes temer, si ere mí hijo? Eres único. Nadie es igual a
ti. Sólo en ti está aceptar el camino de la felicidad y enfrentarlo, y
sigue adelante hasta el fin, hasta que
vengas junto a mí. Aprovecha tu capacidad, no te destruyas con cosas terrenales,
tiene el poder de pensar, de reír, de imaginar, de crear, de planear, de
hablar, de rezar, pero sobre todo tienes la capacidad de amar y hacerlo
llegar ese amor a tus hermanos, ese amor que te hace llegar a muchos de mis
hijos en mi nombre. No dejo de pensar que amor, es lo contrario a la muerte, es
“vida”, y en estos ejemplos anteriores, me queda de manifiesto, porque es
posible que para esta relación con los hijos, mas que una caricia, más que
una palabra amorosa, esta la vida que compartimos con ellos y la vamos
construyendo juntos, y cuando Dios no da la vida, no es otra cosa que
amor. Nada ni nadie nos puede apartar del amor de Dios Nuevamente les agradezco por la paciencia de leer mi reflexiones,
y que esta puedan surtir el efecto que busco, la comprensión y el amor por el
prójimo. Pedro Sergio Antonio Donoso Brant Abril 2001 |
Pedro Sergio Antonio
Donoso Brant |