EL CUIDADO Y LA ATENCION ESPIRITUAL

DE LOS ENFERMOS

 

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

 

“Estuve enfermo y fueron a visitarme”

(San Mateo 25,36)”

 

 

 

II SEAMOS MISERICORDIOSOS CON LOS ENFERMOS

Nuestro amor al prójimo (próximo) debe comenzar por los más próximos a nosotros, estos son nuestros familiares, cuando a ellos les llega la enfermedad, están confiando en nuestra ayuda, es así como la atención espiritual de los enfermos corresponde, en primer lugar, a la familia y por supuesto a los hermanos cristianos y del mismo modo a los Pastores de la Iglesia.

Estuve enfermo y fueron a visitarme (San Mateo 25,36)

En efecto, nosotros hermanos de Cristo y comunidad cristiana, tenemos que estar dispuestos a ofrecer toda nuestra ayuda a los enfermos y ser misericordiosos con ellos, porque la caridad se debe dar a todos, pero con mayor urgencia, cuando nos sentimos muy necesitado de ella, y eso sucede precisamente en la enfermedad.

Pero no debemos olvidar que la misericordia es sin condición para todos los hombres, independiente si son cristianos o no, o si son o no son creyentes en Dios. Es justamente en el minuto de la enfermedad, cuando el hombre se siente desamparado y triste por lo que le esta sucediendo, cuando tiene la posibilidad de experimentar la necesidad de cambio de actitud, y en esa debilidad, es cuando más aprecia le llegada de la fortaleza del Señor. En efecto la enfermedad, invita a reflexionar sobre la vida llevada y nos impone el arrepentimiento, que mejor momento entonces para ayudar a acercarse al Dios de la misericordia a quien más lo necesita.

La enfermedad, necesita tanto para la recuperación de la salud, como para la preparación de la muerte, un enfrentamiento en paz y con gran lucidez, las dos cosas son importantes, es entonces de la misma importancia la atención espiritual para los enfermos recuperables como los terminales o moribundo. En ambos casos, es bueno y conveniente recordarles siempre la visión cristiana de la enfermedad y de la muerte. El cristiano sabe que la muerte no solamente no es el fin, sino que por el contrario es el principio de la verdadera vida, la vida eterna.

La misericordia, es la Inclinación a compadecerse y mostrarse comprensivo ante las miserias y sufrimientos ajenos, y esta se completa cuando tenemos un encuentro personal con el enfermo. Ser misericordioso con los enfermos, es visitarlo y apoyarlo. Los visitamos y les entregamos nuestra amistad, le damos apoyo moral y espiritual. En ese instante, el enfermo necesita ser oído con tranquilidad, por tanto debemos tener con ellos una actitud comprensiva y amable, pero al mismo tiempo ayudarlo a enfrentar la realidad de su padecimiento, auque esta sea difícil y dura.

 VOLVER AL INDICE

 

 

caminandoenoracion@vtr.net

La oración, bella oportunidad para dialogar con Dios.

Estén siempre alegres, oren si cesar, (1 Tes 5,15)

Unidos en la Oración

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

caminandoenoracion@vtr.net