EL CUIDADO Y LA ATENCION ESPIRITUAL

DE LOS ENFERMOS

 

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

 

“Estuve enfermo y fueron a visitarme”

(San Mateo 25,36)”

 

 

 

XI ORACIONAL POR LOS ENFERMOS

Señor Jesucristo, que para redimir a los hombres y sanar a los enfermos quisiste asumir nuestra condición humana; mira con piedad a N., que está enfermo y necesita ser curado en el cuerpo y en el espíritu.

Reconfórtalo con tu poder para que levante su ánimo y pueda superar todos sus males, y ya que has querido asociarlo a tu pasión redentora, haz que confíe en la eficacia de su dolor para la salvación del mundo. Tú, que vives y reinas por los si-glos de los siglos.

R Amén.

 

ORACIÓN DEL ENFERMO

¡0h Dios!, de mi debilidad y mi fortaleza,

de mi tristeza y de mi alegría,

de mi soledad y compañía,

de mi incertidumbre y esperanza.

En la noche de mi enfermedad

me pongo en tus manos de Padre:

Alumbra esta oscuridad con un rayo de tu Luz,

abre una rendija a mi esperanza,

llena con tu Presencia mi soledad.

Señor, que el sufrimiento no me aplaste,

para que también ahora

sienta el alivio de tu Amor

 y sea agradecido a la generosidad

de cuantos sufren conmigo. Amén

 

YO EN LA CAMA, TU EN LA CRUZ

¡Jesús, Jesús! Yo en la cama y Tú en la cruz. Yo en la cama, acostado; Tú en la cruz, clavado. Yo, la cabeza en blanda almohada; Tú, la tuya, de espinas coronada.

Yo, quejándome; Tú, animándome.

Yo, sin pensar que mis dolores unidos a los Tuyos, tienen un valor infinito.

Tú, anhelando sufrir más para pagar nuestros pecados.

Jesús, Jesús, yo en la cama y Tú en la cruz.

Jesús, creo en ti. Jesús, espero en ti. Jesús, voy a ti.

 

CREO EN TI

Cuando llega la dificultad y las pruebas, en los momentos de angustia, de duda o enfermedad, es bueno decir al Señor que seguimos creyendo en El.

1. Señor, Tú siempre me has dado

La fuerza necesaria, y, aunque débil,

Creo en Ti.

2. Señor, Tu siempre me has dado la paz de cada día, y, aunque angustiado,

Creo en Ti.

3. Señor, Tu siempre me has guardado en la prueba, y aunque estoy en ella,

Creo en Ti.

4. Señor, Tu siempre has alumbrado mis tinieblas, y aunque no tengo luz,

Creo en Ti.

 

ACEPTACIÓN DE LA ENFERMEDAD I

Señor Jesús, la enfermedad ha llamado a la puerta de mi vida: una experiencia dura, una realidad difícil de aceptar. No obstante, te doy gracias por esta enfermedad: me ha hecho tocar con la mano la fragilidad y la precariedad de la humana existencia. Ahora miro todo con otros ojos: lo que soy y lo que tengo, no me pertenece, es un don tuyo. He descubierto qué quiere decir depender, tener necesidad de todo y de todos, no poder hacer nada solo.

He vivido la soledad y la angustia, también el afecto y la amistad de tantas personas.

¡Señor!, aunque me es difícil, repito: “jHágase tu voluntad!”.

Te ofrezco mis sufrimientos y los uno a los de Cristo Crucificado.

Bendice las personas que me asisten y las que sufren por mí. Amén.

 

ACEPTACIÓN DE LA ENFERMEDAD II

Ayúdame, Señor, a obtener el fruto espiritual que Tú pretendes con esta enfermedad que me has enviado. Haz que comprenda que las enfermedades del cuerpo me ayudan a conseguir un conocimiento más perfecto del mismo, a desprenderme de todo lo creado y me invitan mediante la espontánea reflexión que trae consigo, sobre la brevedad de la vida, a trabajar con más empeño y seriedad en preparar mi alma para la vida futura donde no existe ni enfermedad ni pena, sino el eterno gozo de tu compañía.

 

ORACIÓN POR UN ENFERMO

Señor Jesús, aquel (aquella) a quien amas está enfermo (a). Tú lo puedes todo; te pido humildemente que le devuelvas la salud. Pero, sin son otros tus designios, te pido le concedas la gracia de sobrellevar cristianamente su enfermedad.

En los caminos de Palestina tratabas a los enfermos con tal delicadeza que todos venía a ti, dame esa misma dulzura, ese tacto que es tan difícil de tener cuando se esta sano.

Que yo sepa dominar mi nerviosismo para no agobiarle, que sepa sacrificar una parte de mis ocupaciones para acompañarles, si es su deseo.

Yo estoy lleno de vida, Señor, y te doy gracias por ello. Pero haz que el sufrimiento de los demás me santifique, formándome en la abnegación y en la caridad. Amén

 

ORACIÓN DEL ENFERMO INVÁLIDO

de Manuel Lozano (“San Lolo”)

¡Señor, nosotros, los enfermos, nos acercamos a Ti!

Somos los «inútiles» de la humanidad. En todas partes estorbamos.

No podemos echar nuestra parte a la economía maltrecha del hogar difícil.

Gastamos y consumimos dolorosamente los pobres ahorros en medicinas, en inyecciones, en apresuradas visitas de médicos.

Todos sonríen, nosotros lloramos en silencio.

Todos trabajan; nosotros descansamos forzosamente. Quietud más fatigosa que la misma labor. No podemos levantar la silla que ha caído, ni acudir al teléfono que suena; ni abrir la puerta cuando toca el timbre... No nos es permitido soñar; ni amar a una mujer o a un hombre; ni pensar en un hogar; ni acariciar con los dedos de la ilusión las rubias cabezas de nuestros hijos.

Y, sin embargo, sabemos... que tenemos reservada para nosotros una empresa muy grande: ayudar a los hombres a salvarse, unidos a Ti.

Haz, Señor, que comprendamos la sublime fuerza del dolor cristiano. Que conozcamos nuestra vocación y su sentido íntimo.

Recoge, Señor, como un manojo de lirios, en tus manos clavadas, nuestra inutilidad, para que les des una eficacia redentora universal.

La salvación del mundo la has puesto en nuestras almas.

Que no te defraudemos.

 

ORACIÓN DEL ENFERMO I

Dios, Padre de Nuestro Señor Jesucristo, Tú que en todos estás presente y lo llenas todo con el consuelo de tu Espíritu Santo, ven a fortalecernos en nuestras angustias y preocupaciones.

Tú, que por tu Hijo Jesucristo saliste al encuentro de los enfermos, tocaste las llagas de los leprosos, consolaste a los afligidos, defendiste a los pobres y resucitaste a los muertos: ven a dar sentido a nuestros males, ven a sanar nuestros corazones, ven a darnos vida abundante y alivio a nuestros sufrimientos.

Que animados por la Fe, llenos de amor y de esperanza, completemos en nuestros cuerpos lo que falta a la pasión de Cristo, por el bien de la Iglesia y de toda la humanidad. Amén.

 

ORACIÓN DEL ENFERMO II

Señor Jesús, Te agradezco por el don de la vida. Tú conoces las personas y las circunstancias que me han formado ya sea física como emocional y espiritualmente. Ellas, y las más íntimas experiencias de mi mente y de mi corazón, me han hecho la persona que soy ahora.

Perdóname, Señor, por todas las veces que te he fallado, por mi fallos contra mi mismo y los demás. Al mismo tiempo, perdono a todos los que me han fallado de alguna manera y me han herido.

Ayúdame a ver que mi enfermedad tiene una parte muy importante en mi vida. Ella me ayudará a ser plenamente la persona que Tu quieres que yo sea. No permitas que yo pierda o desperdicie lo que Tu quieres hacer conmigo para hacer completa mi vida en esta tierra y para preparar mi vida contigo en el Cielo.

Ahora yo no puedo orar de la manera que quisiera (estoy dolorido, cansado confundido...). Te pido que aceptes cada respiro como un acto de amor y de confianza en Ti.

Tú eres mi Salvador. Yo quiero descansar sobre tu amante Corazón en la seguridad y en la paz, como un niño en los brazos de su padre. Yo sé que Tú no me abandonarás.

Te amo, mi Señor, quisiera amarte como Ella te amó.

 

ORACION POR UN ENFERMO GRAVE

Señor Jesucristo, Redentor de los hombres, Que en tu pasión quisiste soportar nuestros sufrimientos Y aguantar nuestros dolores; te pedimos Por N., que está enfermo(a); tú que lo (a) has redimido Aviva en él (ella) la esperanza de su salvación Y confortar su cuerpo y su alma. Tú que vives Y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

A ti recurro, oh san José, protector de los moribundos, Que a tu muerte estuvieron presentes Jesús Y María. Por el amor que tenías a ellos, te Pido por este (a) hermano (a) nuestra (a), que se encuentra en el momento de la agonía, bajo tu protección, líbralo (a) de las insidias del enemigo, Y libre ya de la muerte eterna, llegue a la gloria Eterna.

Amén.

 

ORACION PARA PEDIR LA SALUD

Padre nuestro, que estás en los cielos, al igual Que el sol ilumina la tierra y le da color y vida, él Nos recuerda tu amor.

Porque es en ti en quien vivimos, Nos movemos y existimos.

De la misma manera que has estado entre nosotros muchas veces.

A la hora de la dificultad, en el pasado, continúa bendiciéndonos ahora con tu ayuda.

Mira, Señor, con bondad lo que se está haciendo en provecho mío.

Guía con sabiduría al médico y todos los que cuidan de mis necesidades.

Préstales tu fuerza curativa, para que me sea devuelta la salud y la fortaleza.

Y te daré gracias Por tu generoso y solícito cuidado. Por Cristo Nuestro Señor.

Amén.

 

ORACION POR UN MORIBUNDO

Señor, Padre de misericordia, Dios de toda Consolación, en la inmensidad de tu amor, mira a este (a) hermano(a) nuestro(a) en su dolor.

Por la Pasión y muerte de tu Hijo Unigénito concédele la Gracia del arrepentimiento y del perdón, para que en el camino de esta vida encuentre en ti un juez Misericordioso.

Y ya purificado (a) de toda mancha Por la Sangre misma de tu Hijo, pueda así en la Entrar vida eterna.

Clementísima Virgen, Madre de Dios, consoladora De los que sufren, intercede ante tu Hijo divino por este (a) Hermano(a) nuestro (a).

Confórtalo(a) con tu maternal auxilio para que no tema las angustias de la muerte, sino que pase alegremente, guiado (a) por ti, a la patria de los bienaventurados.

 

ORACION A SAN LAZARO

Glorioso Patrón de los Pobres, que en tantos tormentos me veo, con solo llamando tu espíritu me des lo que yo deseo, y que encuentre que mis males sean remediados con solo decir esta oración:

En el Nombre de San Lázaro, que los buenos espíritus que me ayuden y que vengan en mi auxilio, cuando yo padezca de algún mal o este en algún peligro que me los detengas, y que a mi no lleguen, y que esto me sirva de una prueba de vuestra protección para mi y haced, San Lázaro que tu espíritu sea mi fe y todo el que a mi lado estuviere, y que en ti, patrón, encuentre la fuerza que necesita mi materia para poder llevar estas pruebas de este planeta en que habitamos y de este camino que hay que pasar, mandado por Dios, nuestro Padre, pues en ti pongo mi fe para que me salves de esta y me des consuelo a mis grandes males y que por tu valor tenga otro porvenir mejor a este que tengo, y que en el nombre de San Lázaro lo espíritus malos se alejen de mi con esta protección; San Lázaro conmigo y con el; el delante, yo detrás de el, para que todos mis males los haga desaparecer, la Gloria de todos. Amen.

 

ORACIÓN DEL ENFERMO A MARÍA

Madre querida, Virgen María: asísteme y bendíceme en mi enfermedad y haz que en medio de nuestros dolores y angustias, me sienta reconfortado por ti y unido a tu hijo Jesucristo en su Cruz.

Virgen Santísima, tú que conoces el sufrimiento, reanima mi fe, cúbreme con tu manto protector, pues eres mi fortaleza y esperanza de alcanzar el alivio en los padecimientos.

Señora mía, socórreme en la hora del dolor, protégeme de la desesperación, infúndeme esperanza. Enséñame a cumplir la misteriosa voluntad de Dios y a alabar y bendecir su nombre.

Nuestra Señora de la Salud, ruega por nosotros. Amén.

 

CREDO DEL ENFERMO Y EL ANCIANO MISIONERO

CREO que Dios Padre, que ha creado todas las cosas del cielo y de la tierra, no ha creado el dolor ni el sufrimiento, pero sí los permite con designios de amor y de misericordia.

CREO que Jesucristo su único Hijo, nuestro Señor ha venido a la tierra para salvarnos. A través de su muerte en cruz y su resurrección ha transformado y santificado el sufrimiento, dotándolo de un valor salvífico y redentor.

CREO que el sufrimiento es para el alma el gran cooperador de la redención y la santificación.

CREO que el Espíritu Santo de Dios, Señor y dador de Vida, es Amor y que, en sus manos, el dolor no es más que un medio de que se vale su amor para transformarnos y salvarnos.

CREO que el sufrimiento ofrecido por amor es tanto, y aún más fecundo, que nuestras palabras y obras; y más poderosas han sido para nosotros y más eficaces a los ojos de su Padre, las pocas horas de la Pasión de Cristo, que todos los años de su predicación y de su apostolado en la tierra.

CREO que a través de la enfermedad y las limitaciones de la vejez, completamos en nuestra carne lo que le falta a la cruz de Cristo y, de esta manera, colaboramos de manera incomparable con su obra redentora en beneficio de la humanidad.

CREO en la Iglesia que es una, santa, católica y apostólica.

CREO que en la eternidad hallaremos a aquellos que han soportado y abrazado la Cruz, y que sus sufrimientos y los nuestros, irán a perderse en el infinito Amor divino y en las alegrías de la definitiva reunión.

CONFIESO que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados.

ESPERO la resurrección de la carne y la vida del mundo futuro. Amén.

 

ORACION PARA PEDIR LA SALUD

Padre nuestro, que estás en los cielos, al igual Que el sol ilumina la tierra y le da color y vida, él Nos recuerda tu amor. Porque es en ti en quien vivimos, Nos movemos y existimos. De la misma manera que has estado entre nosotros muchas veces. A la hora de la dificultad, en el pasado, continúa bendiciéndonos ahora con tu ayuda. Mira, Señor, con bondad lo que se está haciendo en provecho mío. Guía con sabiduría al médico y todos los que cuidan de mis necesidades. Préstales tu fuerza curativa, para que me sea devuelta la salud y la fortaleza. Y te daré gracias Por tu generoso y solícito cuidado. Por Cristo Nuestro Señor.

Amén.

 

ORACION DEL ENFERMO POR SU FAMILIA

Señor Jesús, amigo mío: Hoy quiero pedirte por mi familia. Mi enfermedad ha trastornado todo; Los veo preocupados a pesar de sus esfuerzos Por mostrarse serenos tienen que distribuir su tiempo entre el trabajo y las preocupaciones diarias y mi atención Sufren, me doy cuenta; A veces, se impacientan; lo comprendo; Otras, veo que su esperanza decrece. Señor, ¡te doy gracias por mi familia! ¡Cuántos enfermos no la tienen! Señor, ¡te pido por mi familia! Dales fuerza, serenidad, paz y esperanza págales tú, con tu amor, Todo lo que hacen por mí. Ojalá yo pueda aparecer ante sus ojos, Como si fueras tú mismo el enfermo, El que sufre, el que necesita misericordia. Señor, ¡te pido por mi familia! Bendícela, únela, ayúdala a crecer en el amor; Que te conozcan cada día más Para que tú inspires sus actos y toda su vida. Amén.

 

ORACIÓN POR LOS ENFERMOS

Señor Jesucristo, que para redimir a los hombres y sanar a los enfermos quisiste asumir nuestra condición humana, mira con piedad a N., que está enfermo y necesita ser curado en el cuerpo y en el espíritu.

Reconfórtalo con tu poder para que levante su ánimo y pueda superar todos sus males; y, ya que has querido asociarlo a tu Pasión redentora, haz que confíe en la eficacia del dolor para la salvación del mundo.

Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

 

CRISTO DEL CALVARIO

En esta tarde, Cristo del Calvario, Vine a rogarte por mi carne enferma; Pero al verte, mis ojos van y vienen de tu cuerpo a mi cuerpo con vergüenza ¿Cómo quejarme de mis pies cansados, cuando veo los tuyos destrozados? ¿Cómo mostrarte mis manos vacías, cuando las tuyas están llenas de heridas? ¿Cómo explicarte a Ti mi soledad, cuando en la cruz alzado y solo estás? ¿Cómo explicarte que no tengo amor, cuando tienes rasgado el corazón? Ahora ya no me acuerdo de nada, huyeron de mi todas mis dolencias. El ímpetu del ruego que traía se me ahoga en la boca pedigüeña Y sólo te pido no pedirte nada, Estar aquí, junto a tu imagen muerta, Ir aprendiendo que el dolor es sólo La llave santa de Tu santa puerta.

Amén

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Estén siempre alegres, oren si cesar, (1 Tes 5,15)

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Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

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