Con el domingo de
Pascua, domingo sobre el que gira todo el año litúrgico del cual es su
raíz, se comienza uno de los tiempos litúrgicos fuertes: el tiempo pascual
cuya característica es la alegría. Abarca los cincuenta días posteriores a
Pascua de Resurrección (cincuentena pascual), incluyendo el domingo
pascual, y se distinguen tres períodos:
OCTAVA DE PASCUA: Son los ocho días
posteriores y deben considerarse como un solo día festivo. Termina en las
Vísperas del II Domingo de Pascua también llamado domingo “in albis”porque era cuando los catecúmenos que se habían
bautizado en la Vigila
pascual deponían las vestiduras blancas que había llevado toda la octava.
TIEMPO PASCUAL HASTA LA ASCENSIÓN.
TIEMPO PASCUAL DESPUÉS
DE LA ASCENSIÓN:
En este tiempo
celebramos:
v La Ascensión del Señor: A los
cuarenta días de Pascua, hoy pasada al domingo VII de Pascua.
v Pentecostés: Se celebra
a los cincuenta días de Pascua, en el domingo VIII después de Resurrección.
Su octava ha sido suprimida. Es el colofón del ciclo pascual, no una nueva
Pascua.
Ya los judíos
celebraban la fiesta de la cincuentena para conmemorar la Alianza de Dios con su
pueblo en el Sinaí. La Iglesia, en el
Concilio de Nicea reunido el año 325 dispuso que la Pascua se celebrase el
domingo que hubiese tras el primer plenilunio del equinoccio de primavera,
o dicho de otra manera, el domingo que sigue a la primera luna llena que
haya después del 22 de marzo. Por este motivo, la Pascua de Resurrección,
la Pascua Florida
que es como se la llama en España, es fiesta variable, ya que depende de la
luna y necesariamente deberá oscilar entre el 22 de marzo y el 25 de abril.
Podemos en cierto modo decir que así se unen los dos calendarios: el lunar
(de tradición hebrea) y el solar.
En la cincuentena
pascual, que debe considerarse como una única solemnidad, debe siempre
haber signos festivos en el altar y en la iglesia (flores, luces, música).
El cirio pascual debe encenderse a diario, para subrayar la unidad de la
cincuentena pascual y vuelve el Gloria. En las
lecturas, durante la cincuentena se omiten las del Antiguo Testamento, para
dar a entender que estamos en un tiempo nuevo, leyéndose los Hechos de los
Apóstoles, Apocalipsis, Cartas de san Juan y san Pedro. En las evangélicas
se lee el de San Juan y las apariciones del Resucitado según el evangelista
del año.
La cincuentena pascual
es el tiempo fuerte por excelencia del año litúrgico y la alegría debe ser
la nota dominante. Es tiempo de frecuentar los sacramentos y de llevar la Eucaristía
procesionalmente a los enfermos. El Código de derecho canónico obliga a comulgar
al menos una vez al año y este precepto debe cumplirse en tiempo pascual,
salvo que por causa justa se haga en otro tiempo (CDC 920). También es
precepto confesar los pecados graves al menos una vez al año, aunque no
necesariamente en tiempo pascual. Las vestiduras de los ministros es blanca.
Pedro
Sergio Antonio Donoso Brant
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