I. RITOS INICIALES
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr Is30,
19-30
Pueblo de Sión, el
Señor vendrá para salvar a las naciones. El hará oír su voz majestuosa, y
llenará de alegría sus corazones.
ACTO PENITENCIAL
·
Tú vienes para que estemos rebosantes de
alegría. Señor, ten piedad.
·
Tú vienes para que seamos puros e irreprochables. Cristo, ten piedad.
·
Tú vienes a ofrecernos el perdón de los
pecados. Señor, ten piedad.
No
se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y rico en misericordia, que nuestras ocupaciones
cotidianas no nos impidan acudir presurosos al encuentro de tu Hijo, para
que, guiados por tu sabiduría divina, podamos gozar siempre de su compañía.
Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por
los siglos de los siglos.
II. LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA Bar 5, 1-9
La mejor noticia,
para los habitantes de Jerusalén, es que se acaba para ellos la aflicción y
el luto. Ahora viene la fiesta y la alegría. Dios pone las cosas en su
lugar, con amor y justicia eleva este pueblo a la luz de su gloria
Lectura
del libro de Baruc.
Quítate tu ropa de
duelo y de aflicción, Jerusalén, vístete para siempre con el esplendor de
la gloria de Dios, cúbrete con el manto de la justicia de Dios, coloca
sobre tu cabeza la diadema de gloria del Eterno. Porque Dios mostrará tu
resplandor a todo lo que existe bajo el cielo.
Porque recibirás de
Dios para siempre este nombre: «Paz en la justicia» y «Gloria en la
piedad». Levántate, Jerusalén, sube a lo alto y dirige tu mirada hacia el
Oriente: mira a tus hijos reunidos desde el oriente al occidente por la palabra
del Santo, llenos de gozo, porque Dios se acordó de ellos. Ellos salieron
de ti a pie, llevados por enemigos, pero Dios te los devuelve, traídos
gloriosamente como en un trono real. Porque Dios dispuso que sean aplanadas
las altas montañas y las colinas seculares, y que se rellenen los valles
hasta nivelar la tierra, para que Israel camine seguro bajo la gloria de
Dios. También los bosques y todas las plantas aromáticas darán sombra a
Israel por orden de Dios, porque Dios conducirá a Israel en la alegría, a
la luz de su gloria, acompañándolo con su misericordia y su justicia.
Palabra
de Dios.
SALMO Sal 125, 1-6
Ante la
actitud bondadosa de Dios el salmo canta las grandes cosas que hizo el
Señor por nosotros. Participamos de esta oración aclamando:
R.
¡Grandes cosas hizo el Señor por nosotros!
O
bien: El Señor hizo maravillas. ¡Aleluya!
Cuando el Señor cambió
la suerte de Sión, nos parecía que soñábamos: nuestra boca se llenó de
risas y nuestros labios, de canciones. R.
Hasta los mismos
paganos decían: « ¡El Señor hizo por ellos grandes cosas!» ¡Grandes cosas
hizo el Señor por nosotros y estamos rebosantes de alegría! R.
¡Cambia, Señor,
nuestra suerte como los torrentes del Négueb! Los que siembran entre
lágrimas cosecharán entre canciones. R.
El sembrador va
llorando cuando esparce la semilla, pero vuelve cantando cuando trae las
gavillas. R.
SEGUNDA LECTURA Flp 1, 4-11
San Pablo
agradece a los filipenses su contribución generosa en la tarea de
evangelización y les augura que continúen con el mismo fervor. Cuando la
misión es compartida, todos se enriquecen y glorifican a Dios.
Lectura
de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Filipos.
Hermanos: Siempre y en
todas mis oraciones pido con alegría por todos ustedes, pensando en la
colaboración que prestaron a la difusión del Evangelio, desde el comienzo
hasta ahora. Estoy firmemente convencido de que Aquél que comenzó en
ustedes la buena obra la irá completando hasta el Día de Cristo Jesús. Y es
justo que tenga estos sentimientos hacia todos ustedes, porque los llevo en
mi corazón, ya que ustedes, sea cuando estoy prisionero, sea cuando trabajo
en la defensa y en la confirmación del Evangelio, participan de la gracia
que he recibido. Dios es testigo de que los quiero tiernamente a todos en
el corazón de Cristo Jesús. Y en mi oración pido que el amor de ustedes
crezca cada vez más en el conocimiento y en la plena comprensión, a fin de
que puedan discernir lo que es mejor. Así serán encontrados puros e
irreprochables en el Día de Cristo, llenos del fruto de justicia que
proviene de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.
Palabra
de Dios.
ALELUYA Lc 3, 4. 6
Aleluya.
Preparen
el camino del Señor, allanen sus senderos. Todos los hombres verán la
Salvación de Dios. Aleluya.
EVANGELIO Lc 3, 1-6
Juan
Bautista levanta su voz anunciando al Salvador y denunciando la situación
de pecado que debe cambiar y todo esté en orden, para que entre Dios y se
sienta cómodo allí. Es necesario eliminar montañas de orgullo y egoísmo.
Evangelio
de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
El año decimoquinto
del reinado del emperador Tiberio, cuando Poncio Pilato gobernaba la Judea,
siendo Herodes tetrarca de Galilea, su hermano Filipo tetrarca de Iturea y
Traconítide, y Lisanias tetrarca de Abilene, bajo el pontificado de Anás y
Caifás, Dios dirigió su palabra a Juan, hijo de Zacarías, que estaba en el
desierto. Éste comenzó entonces a recorrer toda la región del río Jordán,
anunciando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados, como
está escrito en el libro del profeta Isaías: “Una voz grita en el desierto:
Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos. Los valles serán rellenados,
las montañas y las colinas serán aplanadas. Serán enderezados los senderos
sinuosos y nivelados”
Palabra
del Señor.
Profesión de fe.
CREDO DE NICEA
"Creo en un solo
Dios, Padre todopoderoso,
Creador del cielo y de
la tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor,
Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos:
Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no
creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por
nosotros lo hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del
Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por
nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue
sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al
cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria
para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu
Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el
Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los
profetas.
Creo en la Iglesia,
que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un
solo bautismo para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección
de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
ORACIÓN DE LOS FIELES
A cada intención,
pedimos: Ayúdanos a convertirnos de verdad ¡Ven Señor Jesús!
·
Por la unión de las Iglesias cristianas; para
que allanen los senderos que nos separan, y coincidamos todos en el camino
de la única Iglesia de Cristo. Oremos.
·
Por todos los que se encuentran fuera de su
patria, de su casa: los emigrantes, los exilados, los deportados; para que
sea posible el retorno. Oremos.
·
Por todos los que lloran en este valle de
lágrimas; para que halle eco en sus corazones la palabra que verdaderamente
consuela. Oremos.
·
Por nosotros, aquí reunidos; para que lleguemos
al Día de Jesucristo limpios e irreprochables, cargados de frutos de
justicia. Oremos.
III. LITURGIA EUCARÍSTICA
La bondad
del Señor, Dios del universo, puso a nuestra disposición todos los bienes
de la tierra. Por eso, unidos a Cristo, presentemos al Señor la decisión de
convertirnos de verdad y crecer en obras de caridad.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te pedimos, Dios
nuestro, que te agraden nuestras humildes oraciones y ofrendas, y ya que carecemos
de méritos propios socórrenos con tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
PREFACIO DE ADVIENTO II
La misa es
el recuerdo y la actualización de la obra redentora de Cristo. Por eso,
demos gracias a Dios uniéndonos al himno de alabanza que proclama él
celebrante que “Jesucristo es el Salvador que Dios había prometido en su
misericordia y fidelidad”.
RITO DE COMUNIÓN
PADRE NUESTRO
Padre nuestro que
estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de
cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los
que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
LA PAZ
Señor Jesucristo, que
dijiste a tus apóstoles: “La paz os dejo, mi paz os doy”. No tengas en
cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia, y, conforme a tu
palabra, concédele la paz y la unidad. Tú que vives y reinas por los siglos
de los siglos. Amén.
CORDERO
Cordero de Dios, que
quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que
quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que
quitas el pecado del mundo, danos la paz.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Bar 5, 5;
4, 36
Levántate, Jerusalén,
permanece en alto, y mira la alegría que vendrá de tu Dios.
En la
Eucaristía Jesús viene a nuestro encuentro nos fortalece para preparar un
camino en nuestro corazón. Alegres, y con renovada fe vayamos a recibir el
Pan de Vida.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Saciados con el alimento
espiritual, te rogamos, Padre, que por la participación en este santo
misterio, nos enseñes a valorar sabiamente las realidades terrenas con el
corazón puesto en las celestiales. Por Jesucristo, nuestro Señor.
IV. RITOS DE CONCLUSIÓN
BENDICIÓN SOLEMNE
El Señor todopoderoso
y lleno de misericordia, por la primera venida de su Hijo en la que
creemos, y por la segunda que esperamos, los ilumine con su luz y los colme
con su bendición. R. Amén.
En el camino de esta
vida los haga constantes en la fe, alegres en la esperanza y activos en el
amor. R. Amén.
Ya que se alegran con
la venida temporal de nuestro Redentor, sean recompensados con el don de la
Vida eterna cuando venga por segunda vez en su gloria. R. Amén.
Y la bendición de Dios
todopoderoso, del Padre, del Hijo + y del Espíritu Santo, descienda sobre
ustedes y permanezca para siempre. R. Amén.
Canto
final
Con el gozo de saber
que Jesús viene a nuestro encuentro en cada circunstancia de la vida, nos
retiramos cantando.
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