Misa Diaria
MISA
DIARIA DE CAMINANDO CON JESUS
"La
Eucaristía es fuente y culmen de toda la vida cristiana" (LG 11)
Página de PEDRO SERGIO ANTONIO DONOSO BRANT
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18-01-2020
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Nº
MD 7.791
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Visita N°
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SÁBADO, 1 SEMANA
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LITURGIA DE LAS HORAS
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ANTÍFONA DE ENTRADA
Te saludamos, santa Madre de Dios, porque diste al mundo al Rey que
gobierna para siempre el cielo y la tierra.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, concédenos gozar de la salud del alma y del cuerpo y,
por la intercesión, de la santísima Virgen María, líbranos de las tristezas
de este mundo y danos la eterna alegría. Por nuestro Señor Jesucristo, tu
Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios,
por los siglos de los siglos.
LECTURA 1Sam 9, 1-6. 10. 17-19;
10, 1
Lectura del primer libro de Samuel.
Había un hombre de Benjamín llamado Quis, hijo de Abiel, hijo de
Seror, hijo de Becorat, hijo de Afiaj, hijo de un benja-minita. El hombre
estaba en muy buena posición, y tenía un hijo llamado Saúl, que era joven y
apuesto. No había entre los israelitas otro más apuesto que él; de los
hombros para arriba, sobresalía por encima de todos los demás. Una vez, se
le extraviaron las asnas a Quis, el padre de Saúl. Quis dijo entonces a su
hijo Saúl: --Lleva contigo a uno de los servidores y ve a buscar las
asnas--. Ellos recorrieron la montaña de Efraím y atravesaron la región de
Salisá, sin encontrar nada. Cruzaron por la región de Saalém, pero no
estaban allí. Recorrieron el territorio de Benjamín, y tampoco las
hallaron. Cuando llegaron a la región de Suf, Saúl dijo al servidor que lo
acompañaba: «Volvámonos, no sea que mi padre ya no piense más en las asnas
y esté inquieto por nosotros». Pero el servidor le respondió: --En esta
ciudad hay un hombre de Dios. Es un hombre muy respetado: todo lo que él
dice sucede infaliblemente. Vamos allá; a lo mejor él nos indica el camino
que debemos tomar--. Saúl dijo a su servidor: -Está bien, vamos-. Y se
fueron a la ciudad donde estaba el hombre de Dios. Cuando Samuel divisó a
Saúl, el Señor le advirtió: -Éste es el hombre de quien te dije que regirá
a mi pueblo-. Saúl se acercó a Samuel en medio de la puerta de la ciudad, y
le dijo: -Por favor, indícame dónde está la casa del vidente-. -El vidente
soy yo», respondió Samuel a Saúl; sube delante de mí al lugar alto. Hoy
ustedes comerán conmigo. Mañana temprano te dejaré partir y responderé a
todo lo que te preocupa. Samuel tomó el frasco de aceite y lo derramó sobre
la cabeza de Saúl. Luego lo besó y dijo: -¡El Señor te ha ungido como jefe
de su herencia!-.
Palabra de Dios.
COMENTARIO; Los
versículos seleccionados por la liturgia de hoy nos acercan los comienzos
de un momento trascendental en la vida de Israel. Se trata de la institución
del rey. La monarquía acompañará a este pueblo durante muchos siglos. Con
sus luces y sombras, el rey siempre será el ungido del Señor, su protegido,
su hijo adoptivo. Pero justamente por esto mismo, no está por encima de
Dios, ni es igual a él. Dios le confía su pueblo, y él deberá responderle
sobre su cuidado.
SALMO Sal 20, 2-7
R. ¡El rey se regocija por tu fuerza, Señor!
Señor, el rey se regocija por tu fuerza, ¡y cuánto se alegra por tu victoria!
Tú has colmado los deseos de su corazón, no le has negado lo que pedían sus
labios. R.
Porque te anticipas a bendecirlo con el éxito y pones en su cabeza
una corona de oro puro. Te pidió larga vida y se la diste: días que se
prolongan para siempre. R.
Su gloria se acrecentó por tu triunfo, tú lo revistes de esplendor y
majestad; le concedes incesantes bendiciones, lo colmas de alegría en tu
presencia. R.
ALELUYA Lc 4, 18
Aleluya. El Señor me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a
anunciar la liberación a los cautivos. Aleluya.
EVANGELIO Mc 2, 13-17
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo
según san Marcos.
Jesús salió nuevamente a la orilla del mar; toda la gente acudía a
él, y él les enseñaba. Al pasar vio a Leví, hijo de Alfeo, sentado a la
mesa de recaudación de impuestos, y le dijo: -Sígueme-. Él se levantó y lo
siguió. Mientras Jesús estaba comiendo en su casa, muchos publicanos y
pecadores se sentaron a comer con él y sus discípulos; porque eran muchos
los que lo seguían. Los escribas del grupo de los fariseos, al ver que
comía con pecadores y publicanos, decían a los discípulos: -¿Por qué come
con publicanos y pecadores?-. Jesús, que había oído, les dijo: -No son los
sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. Yo no he venido
a llamar a justos, sino a pecadores-.
Palabra del Señor.
COMENTARIO; Jesús ha
perdonado a pecadores. Y el evangelio de este día nos demuestra que su vida
está comprometida con las cosas que dice y que hace a tal punto, que
perdonar los pecados incluye participar de la misma mesa. Para los judíos
de entonces compartir la mesa es compartir la salvación, pero también comer
con un pecador era participar de su pecado. Jesús, con este gesto, lleva al
colmo el don del perdón, porque la misma participación en su comida otorga
el perdón y la salvación.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Escucha, Señor, la oración de tu pueblo y acepta nuestras ofrendas,
para que, por intercesión de la santísima Virgen María, Madre de tu Hijo,
sea atendido todo deseo y escuchada toda petición. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cfr. Lc
11,27
Feliz la Virgen María, que llevó en su serio al Hijo del Padre
eterno.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Después de recibir los sacramentos celestiales, te suplicamos, Dios
nuestro, que cuantos nos alegramos en la celebración de la santísima Virgen
María, a ejemplo suyo, colaboremos dignamente en el misterio de nuestra
redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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REFLEXIÓN BÍBLICA
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-Yo no he venido
a llamar a justos, sino a pecadores-
Mc 2, 13-17
Pedro Sergio
Antonio Donoso Brant
1. A CRISTO LE
SEGUÍAN “MUCHOS.
La “vocación” de Leví (Mateo). Su conversión debió de ser bastante
ruidosa, por efecto de ser “publicano,” “Publícanos se llama a los que
cobran los tributos públicos”. Eso lo hacía despreciable, y por ser hombre
enriquecido por este procedimiento, fácilmente abusivo. En la literatura
talmúdica se tenía por difícil o desesperada la conversión de los
publícanos.
Marcos da el nombre del padre de Leví: “de Alfeo,” y también el de
éste: Leví. (Mateo)
Marcos es el único que hace saber aquí que a Cristo le seguían “muchos.”
Pero en este mismo versículo se citan como sujeto posible “publícanos y
pecadores” y “discípulos” de Cristo. Los “pecadores” son citados
frecuentemente junto con los “publícanos”. Son gentes que descuidaban la
práctica de la Ley, y las prescripciones, o gentes de conducta moral baja,
sea ante el ideal judío, sea ante los mismos gentiles.
La sentencia de Cristo sobre quiénes tienen necesidad de “médico” es
una pequeña parábola con la que responde, como tantas veces, con grandes parábolas,
a las críticas farisaicas sobre la admisión de “pecadores” en el reino. En
el fondo parece percibirse una fina ironía contra los “justos” fariseos.
2. JESÚS SE
DETIENE ANTE LA MESA DE COBRADOR DE IMPUESTOS, Y LE MIRA CON AFECTO
Para los Judíos de aquel entonces, era más bien despreciable el
trabajo de Leví (Mateo) como recaudador de impuestos, sin embargo Jesús se
detiene ante la mesa de cobrador de Impuestos, y le mira con afecto y le
dijo: -Sígueme-. Leví (Mateo), no sabía quién le estaba diciendo “sígueme”,
pero esta palabra le debe haber resonado con fuerza dentro de él, entonces
le basto con mirar los ojos del Señor, para ver y comprender todo,
levantarse y seguirle.
El “sígueme” de Jesús, no solo le llega a los oídos a Leví (Mateo),
le llega justamente a donde van las palabras de Cristo, al corazón. Igual
que a nosotros, Jesús se detiene a mirarnos con afecto, y también nos habla
a nuestro corazón, su suave voz es además una insistencia permanente en
nuestra conciencia, voz que nos invita a seguirlo, aceptarlo y a la cual
debemos guardar fidelidad.
Leví (Mateo) se levantó y lo siguió, pero dejándolo todo, condición
indispensable para seguir a Jesús, lo sigue además con sinceridad, es así,
como el Señor elige los sentimientos interiores del hombre, no por lo
exterior o lo que se aparenta.
3. DIOS NOS HA
LLAMADO Y DEBEMOS PREGUNTARNOS, ¿CÓMO HEMOS RESPONDIDO NOSOTROS?
Dios ha tenido misericordia de todo el género humano y ha llamado a
hombres y mujeres sin distinción, para que le ayudemos en la obra
misericordiosa de la implantación del Reino del Dios-misericordia.
Jesús ha llamado a su seguimiento a Leví, Dios muestra su
misericordia a este hombre y lo invita a que lo siga. Seguir a Jesús y
aceptar su proyecto, es aceptar la invitación que el Padre nos hace a
través de su Hijo, el amado. El Padre en su plan amoroso continúa mostrando
su amor misericordioso por todos los hombres y mujeres de la tierra.
El banquete de Jesús con los pecadores nos hace comprender que Dios
viene al encuentro del ser humano hundido en el pecado y en su propia
miseria. Comer juntos constituía en aquel tiempo el signo más evidente y
más valioso de amistad y comunión, no sólo en un nivel sencillamente
humano, sino en el mismo plano religioso. Por eso, los judíos evitaban el
contacto en la comida con los miembros pecadores de su pueblo.
4. ¿POR QUÉ COME
CON PUBLICANOS Y PECADORES?
Sin embargo lo anterior, Jesús se comporta de una forma diferente, no
sólo llama a Leví, el publicano, no sólo le ofrece el perdón a él y a los
que entonces eran pecadores, sino que comparte con ellos su amistad y su
comida. Por muy humana que parezca su actitud, por misericordioso que su
gesto pueda presentarse, constituía ante los ojos de Israel causa de
escándalo, por eso se preguntan; -¿Por qué come con publicanos y
pecadores?-. Jesús se ha colocado en el lugar de Dios, llevando el signo de
su gracia y comunión a los pecadores, a los perdidos y culpables.
Este banquete con los pecadores es un signo y anticipación de la
fiesta del banquete pleno, el Reino de los Cielos, en ellas se ha hecho
visible la nota peculiar del mensaje de Jesús, es decir, el ofrecimiento
del perdón y la instauración de un nuevo tipo de relaciones con Dios y con
el prójimo, por eso Jesús, les dijo: «No son los sanos los que tienen
necesidad del médico, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar a justos,
sino a pecadores».
5. JESÚS NO HA
VENIDO POR LOS SANOS; HA VENIDO POR LOS ENFERMOS.
Él invita a todos aquellos que de una u otra manera desconfían en el
plan misericordioso del Padre. Así es como Jesús le propone a Leví que se
deje amar por Dios, del mismo modo nos propone a nosotros lo mismo, que nos
dejemos que el Padre bueno nos muestre su amor y su voluntad. Pero es
necesario que frente al derramamiento del amor en él, le demos muestras de
cambio, de arrepentimiento, de conversión, para empezar a vivir una nueva
vida.
Jesús nos ha enseñado que nadie está excluido para Él. Jesús no tuvo
inconveniente en comer y alternar con publicanos y pecadores, nosotros no
somos mejores que otros, no debemos juzgar a los demás peor que nosotros,
eso está reservado para Dios. Así como Jesús, no excluyamos a nadie en el
camino de la salvación, Él quiere que nos salvemos todos.
El Señor les
Bendiga
Pedro Sergio
Antonio Donoso Brant
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PARA LA LECTIO DIVINA (3)
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COMENSALES SUYOS EN EL BANQUETE ETERNO,
EN LA FIESTA DE LA MISERICORDIA
Verdad y
misericordia: el mensaje de la liturgia de hoy se resume en estos dos
términos y en otro que es como la resultante de ambos: libertad. «La
Palabra de Dios es viva y eficaz»; la Palabra es Jesús mismo, que pasa
siempre por nuestra vida, que ve siempre las oscuras profundidades de
nuestro corazón y, sin embargo, nos invita: «Sígueme». La Palabra es «más
cortante que una espada de dos filos», porque con la verdad corta nuestra mentira
y con la misericordia expulsa todo orgullo y desaliento. Sí, Jesús nos hace
reconocernos tal como somos, pecadores, y, después, nos envuelve con el
manto de su compasión, nos reviste de su santidad. A menudo nos encontramos
encadenados por malas costumbres, por inclinaciones al mal que ni siquiera
queremos admitir o que mimamos, disfrazándolas según la moda. Nos mentimos
a nosotros mismos y a los demás, aunque no conseguimos engañar al Señor. Y
es a él «a quien hemos de rendir cuentas». Sin embargo, el Juez verdadero
se hace comensal nuestro: si hoy nos decidimos a abrirle nuestro corazón y
nuestra casa, su libertad nos liberará, su plenitud de vida hará de
nosotros hombres y mujeres resucitados, su amistad se convertirá dentro de
nosotros en fuente de alegría para muchos. «Acerquémonos, pues, con
confianza al trono de la gracia», donde Cristo está sentado junto al Padre
y nos prepara un sitio: quiere tenernos como comensales suyos en el
banquete eterno, en la fiesta de la misericordia. El Médico ha cargado con
nuestras debilidades, y «por sus llagas hemos sido curados».
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ORACIÓN (3)
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ORACIÓN
Señor, Dios de
verdad, ilumina nuestros corazones con tu Palabra. Penetra las
profundidades de nuestro ser para acabar con la mentira que no queremos
rechazar. No nos resulta fácil reconocernos y mostrarnos tal como somos:
pecadores, enfermos en el espíritu.
Cristo, Dios
de misericordia, pasa hoy por nuestra vida y míranos: sentados, atados a
nuestros mezquinos intereses, no somos capaces de levantarnos e ir a ti si
tú no nos llamas.
Señor, Dios
de libertad, arráncanos de las insidias del Mal. Ven a compartir la mesa de
nuestra vida cotidiana y danos plena
confianza: gracias a tu perenne intercesión ante el trono de Dios, nos
sentaremos un día junto a ti en el banquete eterno. Fiesta de pecadores
perdonados, jolgorio del Amor que salva.
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SANTORAL (4)
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SANTA PRISCA S. I
Cristiana de los primerísimos tiempos de la
Iglesia, muy mal definida por datos históricos pero que sin duda alguna
estaba allí, en Roma, y tuvo un comportamiento admirable que aún resuena en
las palabras de san Pablo que podemos leer en el capítulo dieciséis de la
epístola a los Romanos: --Saludad a Prisca y a Aquila, mis cooperadores en
Cristo Jesús, los cuales para salvar mi vida expusieron su cabeza--.
Poco más se sabe de ella, si no es la Priscila,
esposa del judío cristiano Aquila, que mencionan los Hechos de los
Apóstoles; ¿la misma que dio nombre, quizá por donación de los terrenos, al
cementerio de Vía Salaria? Simples conjeturas, y la tradición del siglo Vlll que hace de Prisca una virgen decapitada bajo
Claudio en el camino de Ostia, y cuyos restos se trasladaron a la iglesia
del Aventino, parece un cúmulo de fábulas
piadosas.
Lo que sí continúa en pie es esta iglesia de
Santa Prisca, elevada sobre un santuario de Mitra que aún conserva
testimonios de los cultos paganos. Iglesia antiquísima, cuyos orígenes
quizá se remonten al siglo lll, y donde se
veneran recuerdos de dudosa autenticidad, como la pila bautismal - un
capitel romano - en el que se supone que san Pedro bautizó a los esposos
Aquila y Prisca. Una inscripción que se ha fechado en el siglo Xlll («Baptismum Sancti
Petri») puede impresionar, pero no resulta convincente. Tras esa maraña de
dudas y leyendas, Prisca no es un fantasma de la credulidad de los fieles,
sino el escueto perfil heroico de una «cooperadora en Cristo Jesús» de la
que sólo sabemos con certeza--pero eso basta--que arriesgó su vida para
salvar la del apóstol, servicio por el que entra en la inmortalidad.
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FUENTES DE LA
PAGINA
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La Página de la Misa Diaria, está preparada y es enviada por Pedro
S. A. Donoso Brant, desde Santiago de Chile, como un servicio de
apostolado, amor por Nuestro Señor Jesucristo y por la Iglesia. Les ruego su
oración, para que pueda mantenerse este servicio y subsidio, dando gracias
a nuestro Dios que tanto nos ama.
Nota: Para la Liturgia de la Palabra, utilizo “Liturgia Cotidiana”
de Ediciones San Pablo, para el estudio y comentario de la Palabra, utilizo
los textos de la Biblia Nácar-Colunga, (SBNC) y/o Biblia de Jerusalén
(SBJ),
(3) Para la Lectio Divina, Lectio Divina
para cada día del año, de Giorgio Zevini y Pier Giordano Cabra (Eds.) y/o,
Intimidad Divina, Fr. Gabriel de Santa M. Magdalena ocd,
(4) Santoral preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia de
Vigo.
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PAGINA, SOLO DEBE INDICARSE EL AUTOR Y LAS FUENTES DE ORIGEN
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