Misa Diaria,
Ciclo C
MISA DIARIA DE CAMINANDO CON
JESUS
"La Eucaristía es fuente y culmen de toda
la vida cristiana" (LG 11)
Página de
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
23 años en
Internet, desde 1998
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La edición de
la Misa Diaria, Reflexión Bíblica, Lectio Divina y Santoral, enviada por
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04-10-2021
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Nº MD
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FRANCISCO, LA HUMILDAD Y OBEDIENCIA DE UN
ENAMORADO DE CRISTO
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San Francisco de Asís
Leccionario Santoral: Gál 6, 14-18; Sal 15,
1-2. 5. 7-8. 11; Mt 11, 25-30.
Hijo de un rico comerciante italiano, luego de
participar de la guerra contra Perugia, sintió el llamado de Dios. « Vete a
reparar mi casa, que está en ruinas», le dijo el crucifijo de la iglesia de
san Damián. Francisco inició así una vida consagrada a la hermana pobreza,
junto con un grupo de compañeros. Se dedicaron a la oración y a la
predicación, no sólo en Europa, y el mismo Francisco viajó hasta Oriente
para predicar a los musulmanes. Fundó la Orden de los hermanos menores, las
Clarisas y una tercera Orden de los seglares. Su vida fue una alabanza a
Dios y un hermano de todas sus criaturas. Murió en el año 1226.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Francisco, hombre de Dios, dejó su casa,
renunció a sus bienes y se hizo pobre; por ello el Señor lo tomó consigo.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que otorgaste a san Francisco la
gracia de identificarse con Cristo por la humildad y la pobreza; concédenos
que, imitando sus ejemplos, podamos seguir a tu Hijo y unirnos a ti con la
alegría del amor. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los
siglos.
PRIMERA LECTURA Jon 1,
1—2, 1. 11
Lectura de la profecía de Jonás.
La palabra del Señor se dirigió
a Jonás, hijo de Amitai, en estos términos: “Parte ahora mismo para Nínive,
la gran ciudad, y clama contra ella, porque su maldad ha llegado hasta mí”.
Pero Jonás partió para huir a Tarsis, lejos de la presencia del Señor. Bajó
a Jope y encontró allí un barco que zarpaba hacia Tarsis; pagó su pasaje y
se embarcó para irse con ellos a Tarsis, lejos de la presencia del Señor.
Pero el Señor envió un fuerte viento sobre el mar, y se desencadenó una
tempestad tan grande que el barco estaba a punto de partirse. Los
marineros, aterrados, invocaron cada uno a su dios, y arrojaron el cargamento
al mar para aligerar la nave. Mientras tanto, Jonás había descendido al
fondo del barco, se había acostado y dormía profundamente. El jefe de la
tripulación se acercó a él y le preguntó: “¿Qué haces aquí dormido?
Levántate e invoca a tu dios. Tal vez ese dios se acuerde de nosotros, para
que no perezcamos”. Luego se dijeron unos a otros: “Echemos suertes para
saber por culpa de quién nos viene esta desgracia”. Así lo hicieron, y la
suerte recayó sobre Jonás. Entonces le dijeron: “Explícanos por qué nos sobrevino
esta desgracia. ¿Cuál es tu oficio? ¿De dónde vienes? ¿Cuál es tu país? ¿A
qué pueblo perteneces?”. Él les respondió: “Yo soy hebreo y venero al
Señor, el Dios del cielo, el que hizo el mar y la tierra”. Aquellos hombres
sintieron un gran temor, y le dijeron: “¡Qué has hecho!”, ya que
comprendieron, por lo que él les había contado, que huía de la presencia
del Señor. Y como el mar se agitaba cada vez más, le preguntaron: “¿Qué
haremos contigo para que el mar se nos calme?”. Jonás les respondió: “Levántenme
y arrójenme al mar, y el mar se les calmará. Yo sé muy bien que por mi
culpa les ha sobrevenido esta gran tempestad”. Los hombres se pusieron a
remar con fuerza, para alcanzar tierra firme; pero no lo consiguieron,
porque el mar se agitaba cada vez más contra ellos. Entonces invocaron al
Señor, diciendo: “¡Señor, que no perezcamos a causa de la vida de este
hombre! No nos hagas responsables de una sangre inocente, ya que tú, Señor,
has obrado conforme a tu voluntad”. Luego, levantaron a Jonás, lo arrojaron
al mar, y en seguida se aplacó la furia del mar. Los hombres, llenos de un
gran temor al Señor, le ofrecieron un sacrificio e hicieron votos. El Señor
hizo que un gran pez se tragara a Jonás, y éste permaneció en el vientre
del pez tres días y tres noches. Entonces el Señor dio una orden al pez, y
éste arrojó a Jonás sobre la tierra firme.
Palabra de Dios.
Comentario
De
acuerdo con los criterios religiosos de la época en que se escribió el
libro de Jonás (aprox. siglo V a.C.), sólo podía ser beneficiado por los
dones de Dios aquel pueblo que participaba de la Alianza. Como Nínive era
una ciudad pagana, de acuerdo con este criterio, le correspondía el
abandono de Dios e incluso el castigo por sus pecados. Quizá, de otro modo,
nuestros pensamientos hacia “los que no se portan como nosotros” sean
similares a estos. Sin embargo, a través de este texto, Dios nos enseña que
su misericordia y amor llegan a todos los hombres, a todos los pueblos,
porque Dios es Padre de todos.
SALMO Jon 2, 3-5. 8
R.
¡Me hiciste salir vivo de la fosa, Señor!
Desde mi angustia invoqué al
Señor, y él me respondió; desde el seno del Abismo, pedí auxilio, y tú
escuchaste mi voz. R.
Tú me arrojaste a lo más
profundo, al medio del mar: la corriente me envolvía, ¡todos tus torrentes
y tus olas pasaron sobre mí! R.
Entonces dije: He sido arrojado
lejos de tus ojos, pero yo seguiré mirando hacia tu santo Templo. R.
Cuando mi alma desfallecía, me
acordé del Señor, y mi oración llegó hasta ti, hasta tu santo Templo. R.
ALELUYA Jn 13, 34
Aleluya. Les doy un mandamiento
nuevo: ámense los unos a los otros, como yo los he amado. Aleluya.
EVANGELIO Lc 10, 25-37
Evangelio de nuestro Señor
Jesucristo según san Lucas.
Un doctor de la Ley se levantó y
le preguntó a Jesús para ponerlo a prueba: “Maestro, ¿qué tengo que hacer
para heredar la Vida eterna?”. Jesús le preguntó a su vez: “¿Qué está
escrito en la Ley? ¿Qué lees en ella?”. Él le respondió: “Amarás al Señor,
tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con
todo tu espíritu, y a tu prójimo como a ti mismo”. “Has respondido
exactamente, le dijo Jesús; obra así y alcanzarás la vida”. Pero el doctor
de la Ley, para justificar su intervención, le hizo esta pregunta: “¿Y quién
es mi prójimo?”. Jesús volvió a tomar la palabra y le respondió: “Un hombre
bajaba de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos ladrones, que lo
despojaron de todo, lo hirieron y se fueron, dejándolo medio muerto.
Casualmente bajaba por el mismo camino un sacerdote: lo vio y siguió de
largo. También pasó por allí un levita: lo vio y siguió su camino. Pero un
samaritano que viajaba por allí, al pasar junto a él, lo vio y se conmovió.
Entonces se acercó y vendó sus heridas, cubriéndolas con aceite y vino;
después lo puso sobre su propia montura, lo condujo a un albergue y se
encargó de cuidarlo. Al día siguiente, sacó dos denarios y se los dio al
dueño del albergue, diciéndole: ‘Cuídalo, y lo que gastes de más, te lo
pagaré al volver’. ¿Cuál de los tres te parece que se portó como prójimo
del hombre asaltado por los ladrones?”. “El que tuvo compasión de él”, le
respondió el doctor. Y Jesús le dijo: “Ve, y procede tú de la misma
manera”.
Palabra del Señor.
Comentario
La
violencia siempre nos acecha, a nosotros y cada uno de nuestros hermanos,
sean conocidos o no. El Evangelio de hoy nos invita a no desoír el dolor de
las víctimas, de los que han sido abandonados por prejuicios sociales o
raciales. Todos somos hijos de Dios, todos somos hermanos, y el samaritano
nos ha enseñado eso.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Presentamos nuestras ofrendas, Señor, y te
pedimos que nos prepares para celebrar dignamente el misterio de la cruz,
al que san Francisco se unió con tanto fervor. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Mt 3
Felices los que tienen alma de pobres, porque a
ellos les pertenece el Reino de los Cielos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Padre, por los sacramentos
recibidos, que, imitando la caridad y el ardor apostólico de san Francisco,
experimentemos los efectos de tu amor y nos prodiguemos por la salvación de
nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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REFLEXIÓN
BÍBLICA
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“y a tu prójimo como a ti mismo”
Lc 10, 25-37
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
1.
"MAESTRO, ¿QUÉ TENGO QUE HACER PARA HEREDAR LA VIDA
ETERNA?"
Ciertos
doctores de la ley, no perdían la oportunidad de buscar formas para ver si
podían hacer entrar en contradicción a Jesús con la ley, hacían eso que hoy
llamaríamos “hacer pisar el palo”, o hacer caer en la trampa a Jesús. Esto
lo hacían porque acusaban al Señor de predicar que la ley de Moisés era
inútil, y lo que más les incomodaba, era que al mismo tiempo enseñaba
nuevas doctrinas.
Así fue
como uno de estos doctores de la Ley se levantó y le preguntó a Jesús para
ponerlo a prueba: "Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la Vida
eterna?"
2.
SABEN DE ELLA POR LA LETRA, PERO QUE IGNORAN EL ESPÍRITU
Lo que
este doctor de la ley busca con la pregunta, es seducir a Jesús para que
hablase algo en contra de la ley de Moisés, y además se presenta
tentándole, llamándole maestro, pero al Señor, por mucho que lo llamen así,
no es posible ser engañado.
Jesús
acostumbraba a hablar de la vida eterna a todos los que venían a Él, por
eso el doctor de la ley se sirvió de sus propias palabras y piensa que así
lo tentara, seguramente estaba convencido que actuaba con astucia y que no
sería descubierto por pasarse de listo. El Señor sabe que este tipo de
doctor de la ley no oye otra cosa que lo que Moisés había enseñado y que
además era uno de aquellos que creían conocer la ley, pero saben de ella
por la letra, pero que ignoran el espíritu, tal como lo que el texto mismo
de la ley les prueba y que la ignoran, ley que les anunció desde el
principio al Padre, al Hijo y el misterio de la encarnación del Señor.
3.
"HAS RESPONDIDO EXACTAMENTE, LE DIJO JESÚS; OBRA ASÍ Y
ALCANZARÁS LA VIDA".
Entonces
Jesús le preguntó a su vez: "¿Qué está escrito en la Ley? ¿Qué lees en
ella?"
Este
doctor de la ley le respondió: "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu
corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con todo tu espíritu, y
a tu prójimo como a ti mismo".
"Has
respondido exactamente, le dijo Jesús; obra así y alcanzarás la vida".
En otra
palabras Jesús le ha dicho con esta respuesta, conoces bien lo que debes
hacer para salvarte. Pero nos basta con conocerlo en teoría para llegar a
la salvación, es preciso vivir lo que se conoce para llegar a ella.
4.
"¿Y QUIÉN ES MI PRÓJIMO?"
La
soberbia de los jactanciosos, los motiva siempre a buscar la justificación
de los que hacen o dicen, por eso este doctor de la Ley, para justificar su
intervención, le hizo una nueva pregunta: "¿Y quién es mi
prójimo?"
Como
respuesta, Jesús nos pone una bellísima parábola, que se ha convertido en
una narración que es ya “clásica” en todos nosotros, la del buen
Samaritano. Esta parábola, nos invita a darnos ese precepto de amar a
nuestro prójimo y, lo más prójimo o próximo que tenemos, está en nosotros
mismos, nuestro corazón, morada preferida del Señor, allí donde el amor se
expresa más intensamente.
5.
JESÚS NOS ENSEÑA QUIEN ES NUESTRO PRÓJIMO
Para mejor
entender esta parábola, comentamos previamente que las relaciones de los
judíos con lo samaritanos no era buena ni cordial, existían antiguos odios
entre ellos, de tiempos muy remotos. Sucedió que cuando los judíos
regresaban del destierro de Babilonia, estos no aceptaron la ayuda de los
samaritanos, cuando se dispusieron a la reconstrucción del Templo de
Jerusalén, porque lo consideraban algo idólatras, entonces se creó la
división, a tal punto que cuando viajaban a Galilea, donde era necesario
pasar por Samaria, evitaban todo contacto con ellos.
Jesús,
mostrándonos al samaritano que se inclina el pobre judío, herido y
abandonado a la orilla del camino y cuidándolo como hermano, nos enseña
quien es nuestro prójimo, que no son solo nuestros parientes, ni nuestro
amigos, sino que todo hombre, sin pensar en su nacionalidad, raza, color,
etnia, condición económica o social, por tanto nuestra caridad es con todo
los hijos de Dios, esto es sin ninguna exclusión.
6.
JESÚS, QUIERE QUE NOS AMEMOS DE CORAZÓN
Jesús,
quiere que nos amemos de corazón y cuando decimos con todo el corazón, es
con todo lo nuestro, sin reservas, con todo tipo de sacrificios, con todo
lo que nos hace vivir. También el Señor quiere que lo hagamos con el alma
y, cuando decimos con toda el alma, es con toda la sensibilidad del amor divino,
y cuando dice con todas tus fuerzas es ardientemente y no con tibieza, y
añadimos para que no falte nada, con todo nuestro entendimiento, con toda
nuestra mente, con la inteligencia y la reflexión
Pero el
amor divino no se aprende. En efecto, no aprendemos de otro a amar la vida,
ni amar a nuestros padres, ni a nuestros amigos, ni mucho menos podemos
aprender las reglas del amor divino. Hay que hacer una vida para Dios. Hay
en nosotros cierto sentimiento íntimo que nos inclina a amar a Dios. Todo
el que obedece este sentimiento y practica la doctrina de los divinos
preceptos, llega a la perfección de la divina gracia. Así entonces, amamos
naturalmente el bien; amamos también a nuestros prójimos y parientes, y
además damos espontáneamente a los hombres de bien, todo nuestro afecto.
7.
AMAR A LOS PARIENTES Y AMIGOS Y TODO AQUEL QUE ES HIJO DE DIOS.
Así es,
como Dios es bueno, y todos deseamos lo bueno y lo que se perfecciona por
nuestra voluntad reside naturalmente en nosotros. A El, aunque no le conozcamos,
aunque no le veamos, por su bondad y porque procedemos de Él, tenemos
obligación de amarle sobre todo y por encima de todo, este es nuestro
principio. Es también mayor bien de todos los que se aman naturalmente. El
primero y principal mandamiento es, por consiguiente, el del amor a Dios.
El segundo, que completa al primero y es completado por El, nos manda amar
al prójimo. Por eso decimos "Y a tu prójimo como a ti mismo".
En la
oración permanente, en el contacto íntimo y personal con Dios, recibiremos
las fuerzas necesarias para cumplir este precepto de amor. Nada hay tan
conforme con nuestra naturaleza como el amar a los demás, comunicarse con
los demás, favorecerse mutuamente y amar a los parientes y amigos y todo
aquel que es hijo de Dios.
El Señor les Bendiga
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
|
PARA
LA LECTIO DIVINA (3)
|
SEGUIR EL CAMINO DEL EVANGELIO
También yo estoy
llamado a vigilar para que mi fidelidad al Evangelio sea total.
Si quiero agradar
a Dios, es preciso que sea servidor alegre del evangelio y, precisamente
por eso, libre de amar.
Esta es mi
verdadera libertad, una libertad que está en plena consonancia con el
Evangelio.
El buen samaritano
se hace prójimo a pesar de la distancia racial, social y/o religiosa
El buen samaritano
no pide nada a cambio.
El buen
samaritanos, no se protege en inseguridades o miedos, ni en integrismos
para ayudar sobre quienes no piensan lo mismo.
Seguir el camino
del Evangelio de Jesús supone una adhesión plena y, por consiguiente, no
sólo mental, sino del corazón y de la vida.
Es dentro de mi
vida diaria donde Jesús -el buen samaritano por excelencia, que se hizo tan
prójimo que me entregó su vida en la cruz- me pide que me convierta.
Desde la
indiferencia del sacerdote y del levita estoy llamado a “hacerme prójimo”
con un corazón atento y cálido.
Desde la
intolerancia del legista, que espero no viva en mí, he de pasar a la
mansedumbre, a la escucha, al diálogo.
Desde la dureza de
corazón he de convertirme y preocuparme por quienes están a mi lado,
especialmente por los que sufren.
Hacerme prójimo en
la familia, en el trabajo, en la parroquia o en la comunidad significa en
la práctica revestirme por dentro de paciencia, de benevolencia, de empatía
y simpatía.
Hacerme prójimo
significa hacer desaparecer las sombras de envidia y de celos y deseos de
conseguir aprobaciones a mí tarea.
Hacerme prójimo
significa desprenderme de los resentimientos, amarguras e intereses
escondidos.
Hacerme prójimo
supone, a fin de cuentas, estar revestido por completo de amor por el otro.
Hacerme prójimo es
estar disponible para ocuparme y para hacerme cargo del otro.
|
ORACION (3)
|
Señor
Jesús, te pido:
Me ayudes a
introducirme vivo en tu Evangelio
A creer con
plena adhesión de mente y de corazón en tu Palabra.
Hacerme
desaparecer toda la indiferencia, la comodidad y la intolerancia de
aquellos que dejaron por el camino al hombre herido.
Un corazón
nuevo, capaz de advertir el llamado de quien sufre.
Un corazón
tan enamorado de ti, que viva sólo para reconocerte, para amarte y que se
ocupe con amor de todo prójimo
|
FUENTES DE LA PAGINA
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La Página de la Misa
Diaria, está preparada y es enviada por Pedro S. A. Donoso Brant, desde
Santiago de Chile, como un servicio de apostolado, amor por Nuestro Señor
Jesucristo y por la Iglesia. Les ruego su oración, para que pueda
mantenerse este servicio y subsidio, dando gracias a nuestro Dios que tanto
nos ama.
Nota: Para la Liturgia
de la Palabra, utilizo “Liturgia Cotidiana” de Ediciones San Pablo, para el
estudio y comentario de la Palabra, utilizo los textos de la Biblia
Nácar-Colunga, (SBNC) y/o Biblia de Jerusalén (SBJ),
(3) Para la Lectio Divina,
Lectio Divina para cada día del año, de Giorgio Zevini y Pier Giordano
Cabra (Eds.) y/o, Intimidad Divina, Fr. Gabriel de Santa M. Magdalena ocd,
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