Misa Diaria,
Ciclo C
MISA
DIARIA DE CAMINANDO CON JESUS
"La
Eucaristía es fuente y culmen de toda la vida cristiana" (LG 11)
Página de Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
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Santoral, enviada por correo por sistema de grupos, es las más antigua de
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14-11-2021
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Nº MD 9.077
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La liturgia de las horas:. liturgiadelashoras.i
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DOMINGO
XXXIII “ESTÁ
CERCA”
Finalmente, el domingo trigésimo tercero, ya al
final del tiempo Ordinario y del año litúrgico, nos propone un fragmento
del discurso escatológico (13,24-32). Lo mismo que la primera lectura (Dan
12,1-3), el evangelio nos invita a fijar nuestra mirada en las realidades
últimas, en la intervención decisiva de Dios en la historia de la
humanidad. Lo que se afirma es la certeza de la venida gloriosa de Cristo
para reunir a los elegidos que le han permanecido fieles en medio de las
tribulaciones. Acerca del cuándo sucederá, Jesús subraya la ignorancia,
pero garantiza el cumplimiento infalible de su palabra e invita a la
vigilancia con la atención puesta en los signos que irán sucediendo. Este
acontecimiento final y definitivo dará sentido a todo el caminar humano y a
todas sus vicisitudes.
“Sepan que
el fin está cerca”, a la puerta, Él está cerca. El texto de
hoy nos habla de la venida de Cristo al final de los tiempos. Las últimas
semanas del año litúrgico nos encaran a ella. Nosotros tendemos a
olvidarnos de ella, como si estuviéramos muy lejos, como si no fuera con
nosotros. Sin embargo, la palabra de Dios considera las cosas de otra
manera: “El tiempo es corto” y “la apariencia de este mundo pasa”
(1Cor 7,29.31). El Señor está cerca y no podemos hacernos los desentendidos.
El que se olvida de esta venida decisiva de Cristo para pedirnos cuentas es
un necio (Lc 12,16-21).
“En
cuanto a ese día y a la hora, nadie los conoce, ni los ángeles del cielo,
ni el Hijo, nadie sino el Padre”. Dios ha ocultado el momento
y también este hecho forma parte de su plan infinitamente sabio y amoroso.
No es para sorprendernos, como si buscase nuestra condenación. Lo que busca
es que estemos vigilantes, atentos, “para que ese día no nos
sorprenda como un ladrón” (1Tes 5,4). No se trata de temor, sino
de amor. Es una espera hecha de deseo, incluso impaciente. El verdadero
cristiano es el que “anhela su venida” (2Tim 4,8).
El hecho de que Cristo va a venir y de
que “es necesario que nosotros seamos puestos al descubierto
ante el tribunal de Cristo” (2Cor 5,10), nos ha de llevar a no
vivir en las tinieblas, sino en la luz, a actuar de cara a Dios, en
referencia al juicio de Dios, un juicio que es presente, pues “ante
Dios estamos al descubierto” (2Cor 5,11); podremos engañar a los
hombres, pero no a Dios, ya que Él “escruta los corazones” (Rom
8,27).
Para ver la Reflexión completa de las 3
lecturas y el salmo de la Liturgia de este domingo XXXIII, pinchar este
link: (Enlace): PALABRA DE DIOS
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I. RITOS INICIALES
ANTÍFONA DE ENTRADA Jer 29,11-12.14
Dice el
Señor: “Yo tengo designios de paz y no de aflicción. Invóquenme y los
escucharé y pondré fin a su cautiverio”.
ACTO PENITENCIAL
· Tú
vendrás juzgar a los vivos y a los muertos. Señor, ten piedad.
· Tú
ofreciste al Padre el único Sacrificio redentor. Cristo, ten piedad.
· Tú
congregarás a tus elegidos de todos los tiempos. Señor, ten piedad.
SE DICE GLORIA A DIOS
Gloria a
Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu
inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te
damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que
quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado
del mundo, atiende nuestra suplica; tú que estás sentado a la derecha del
Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor,
sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios
Padre. Amén.
ORACIÓN COLECTA
Señor y
Dios nuestro, concédenos vivir siempre con alegría bajo tu mirada, ya que
la felicidad plena y duradera consiste en servirte a ti, fuente y origen de
todo bien. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
II. LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA Dn 12, 1-3
He aquí uno de los más importantes pasajes del Antiguo Testamento
sobre la resurrección de los muertos. El acontecimiento afectará a todos
los hombres, justos o impíos, aunque estos últimos parezcan caer en una
segunda muerte. Así la resurrección no es una recompensa de sólo los judíos
o sólo los justos, sino un don gratuito del Señor a todo hombre,
quienquiera que sea.
Lectura de
la profecía de Daniel.
En aquel
tiempo, se alzará Miguel, el gran Príncipe, que está de pie junto a los
hijos de tu pueblo. Será un tiempo de tribulación, como no lo hubo jamás,
desde que existe una nación hasta el tiempo presente. En aquel tiempo, será
liberado tu pueblo: todo el que se encuentre inscrito en el Libro. Y muchos
de los que duermen en el suelo polvoriento se despertarán, unos para la
vida eterna, y otros para la ignominia, para el horror eterno.
Los
hombres prudentes resplandecerán como el resplandor del firmamento, y los
que hayan enseñado a muchos la justicia brillarán como las estrellas, por
los siglos de los siglos.
Palabra de
Dios.
SALMO
Con el
Salmo 15 imploramos: Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Sal 15, 5. 8-11
R.
Protégeme, Dios mío, porque me refugio en ti.
El Señor
es la parte de mi herencia y mi cáliz, ¡tú decides mi suerte! Tengo siempre
presente al Señor: Él está a mi lado, nunca vacilaré. R.
Por eso mi
corazón se alegra, se regocijan mis entrañas y todo mi ser descansa seguro:
porque no me entregarás a la muerte ni dejarás que tu amigo vea el
sepulcro. R.
Me harás
conocer el camino de la vida, saciándome de gozo en tu presencia, de
felicidad eterna a tu derecha. R.
SEGUNDA LECTURA Heb 10, 11-14. 18
En la Antigua Alianza era necesario multiplicar los sacrificios y
ofrecerlos varias veces cada día; los creyentes estaban negociando sin
cesar su perdón. La Nueva Alianza es totalmente distinta: el pecado tiene
menos importancia que la iniciativa amorosa del Señor llamando al hombre a
comulgar consigo. Por eso, el sacerdocio ministerial, ejercido a favor de
los hombres, en el seno de la Iglesia, no es más que una participación
colectiva del único sacerdocio de Cristo, quien “ofreció por los pecados,
para siempre, un solo sacrificio”.
Lectura de
la carta a los Hebreos.
Hermanos:
Los sacerdotes del culto antiguo se presentan diariamente para cumplir su
ministerio y ofrecer muchas veces los mismos sacrificios, que son
totalmente ineficaces para quitar el pecado.
Cristo, en
cambio, después de haber ofrecido por los pecados un único Sacrificio, se
sentó para siempre a la derecha de Dios, donde espera que sus enemigos sean
puestos debajo de sus pies. Y, así, mediante una sola oblación, él ha
perfeccionado para siempre a los que santifica.
Y si los
pecados están perdonados, ya no hay necesidad de ofrecer por ellos ninguna
otra oblación.
Palabra de
Dios.
ALELUYA Lc 21,36
Aleluya. Estén
prevenidos y oren incesantemente: así podrán comparecer seguros ante el
Hijo del hombre. Aleluya.
EVANGELIO Mc 13, 24-32
La destrucción de Jerusalén, no lo olvidemos, ¡era el fin del mundo!
Unos medios judeocristianos recogen, por su cuenta, este Apocalipsis y
hacen coincidir la destrucción de Jerusalén con la venida del Resucitado.
La intención de Marcos, al relatar este pasaje, es alertar a sus lectores
contra esta coincidencia: por sus enviados, los ángeles, la Iglesia tomará
el relevo de la Jerusalén destruida en la empresa de reunir las naciones, y
nada permite asegurar que esta fase podrá ser breve. En cuanto a la
comparación de la “higuera” y a la fecha de “este día”, ambas se refieren
exclusivamente a la caída de Jerusalén.
Evangelio
de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Jesús dijo
a sus discípulos: En aquellos días, el sol se oscurecerá, la luna dejará de
brillar, las estrellas caerán del cielo y los astros se conmoverán. Y se
verá al Hijo del hombre venir sobre las nubes, lleno de poder y de gloria.
Y Él enviará a los ángeles para que congreguen a sus elegidos desde los
cuatro puntos cardinales, de un extremo al otro del horizonte. Aprendan
esta comparación, tomada de la higuera: cuando sus ramas se hacen flexibles
y brotan las hojas, ustedes se dan cuenta de que se acerca el verano. Así
también, cuando vean que suceden todas estas cosas, sepan que el fin está
cerca, a la puerta. Les aseguro que no pasará esta generación, sin que
suceda todo esto. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no
pasarán. En cuanto a ese día y a la hora, nadie los conoce, ni los ángeles
del cielo, ni el Hijo, nadie sino el Padre.
Palabra
del Señor.
Profesión de fe.
EL CREDO
Creo en
Dios Padre todopoderoso. Creador del cielo y de la tierra. Y en Jesucristo,
su único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra y gracia del
Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de
Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los
infiernos; al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos
y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso; desde allí ha de
venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el
Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los Santos, el
perdón de los pecados, la resurrección de la carne, y la vida eterna. Amén.
ORACIÓN DE LOS FIELES
A cada intención, pedimos: Ayúdanos a
vivir en la esperanza
· Por la
Iglesia que anuncia y peregrina hacia la patria definitiva. Oremos.
· Por los
dirigentes de la sociedad que trabajan por la justicia y la solidaridad.
Oremos.
· Por los
que, a pesar de sus sufrimientos, esperan la justicia y la resurrección
final. Oremos.
· Por
nuestra comunidad parroquial que quiere “anunciar al Señor hasta que el
vuelva”. Oremos.
III. LITURGIA EUCARÍSTICA
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Presentación de las ofrendas: Después de alimentarnos con la palabra
de Dios prepararnos la mesa de la eucaristía. Junto al pan y el vino,
presentemos al Señor nuestra confianza en su palabra: creemos que un día
vendrá para que resucitemos con él.
Concédenos,
Señor, que está ofrenda sea agradable a tus ojos, nos otorgue la gracia de
servirte con amor, y nos obtenga los gozos eternos. Por Jesucristo, nuestro
Señor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PLEGARIA EUCARÍSTICA
PREFACIO
Prefacio:
Dios nos ha creado para la gloria y la felicidad eternas. Por eso, junto al
celebrante demos gracias al Señor, nuestro Dios porque cuando Jesús venga
por segunda vez alcanzaremos los bienes prometidos.
Santo,
Santo, Santo..
RITO DE COMUNIÓN
PADRE NUESTRO
Padre
nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros
tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy
nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y
líbranos del mal.
LA PAZ
Señor
Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: “La paz os dejo, mi paz os doy”.
No tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia, y, conforme
a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Tú que vives y reinas por los
siglos de los siglos. Amén.
CORDERO
Cordero de
Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de
Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de
Dios, que quitas el pecado del mundo, danos la paz.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Sal 12, 28
Mi dicha
es estar cerca de Dios, y poner mi refugio en el Señor.
O bien: Mc 11, 23-24
Dice el
Señor: “En verdad les digo: cuando pidan algo en la oración, crean.
Comunión: El Jesús que vendrá al fin de los tiempos viene ahora en
la eucaristía a fortalecer nuestra confianza. Con alegría, vayamos a
recibirlo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Después de
haber recibido los dones pascuales te pedimos humildemente, Señor, que la
Eucaristía que tu Hijo nos mandó celebrar en su memoria aumente la caridad
en todos nosotros. El que vive y reina por los siglos de los siglos.
IV. RITOS DE CONCLUSIÓN
Bendición
Con
alegría porque el Señor es nuestra herencia, nos retiramos, cantando.
Canto
final
|
REFLEXIÓN BÍBLICA
|
“Y se verá
al Hijo del hombre venir sobre las nubes lleno de poder y de gloria”
Mc 13,
24-32
Autor:
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
1. Y SE VERÁ AL HIJO DEL HOMBRE VENIR
El relato
de San Marco, nos hace ahora la descripción de esta “venida” del Hijo del
hombre. Esta narración la describen los tres sinópticos. Esta venida será
“enseguida, después de la tribulación de “aquellos días”. En efecto, una
vez que se ejerce el gran castigo, la “gran tribulación,” es cuando se va a
realizar esta venida o parusía del Hijo del hombre. ¿Cómo?
La
descripción de esta venida triunfal de Cristo, la describe este relato con
los elementos siguientes:
“El sol se
oscurecerá.”
“La luna
dejará de brillar”
“Las
estrellas caerán del cielo.”
“Los
astros se conmoverán
En el
relato de Lucas se explica, además, que sobre la tierra habrá ansiedad
entre las naciones, inquietas por el estrépito del mar y de las olas” y
“Los hombres enloquecerán de miedo e inquietud por lo que viene sobre la
tierra”. Es Mateo se expone: “Se levantarán todas las tribus de la tierra y
verán al Hijo del hombre”
2. LA “VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE
Toda esta
descripción cósmica con la que se describe la “venida” del Hijo del hombre,
no es más que el conocido género apocalíptico. Son imágenes calcadas en los
elementos proféticos, con las que se acompañan las grandes intervenciones
de la justicia divina de Isaías, Jeremías 4:23 Ezequiel 32:7 e Isaías, como
la siguiente: “Lamentaos, porque se acerca el día del Señor, cruel, con
cólera y furor ardiente, para hacer de la tierra un desierto y exterminar a
los pecadores. Las estrellas del cielo y sus luceros no darán su luz, y el
sol se oscurecerá naciendo, y la luna no hará brillar su luz” (Is 13:9.10).
Como se
ve, se trata sólo de metáforas, con las que se pretende describir la
grandeza y transcendencia de las intervenciones divinas. No se trata, pues,
de presagios señalados por la transformación de los astros, sino de fuertes
imágenes para indicar que Dios entra en escena.
En esa
hora y con gran majestad será la “venida del Hijo del hombre” Se
describe esta venida, es decir la “parusía”, de la siguiente manera: “Y
se verá al Hijo del hombre venir sobre las nubes lleno de poder y de
gloria”.
Y Él
enviará a los ángeles para que congreguen a sus elegidos desde los cuatro
puntos cardinales, de un extremo al otro del horizonte.
Otra vez
se está en una descripción hecha a base de elementos apocalípticos. Y, por
tanto, hay que interpretar el contenido y enseñanza de este pasaje en
función de este género literario.
3. ¿EXIGE QUE SEA UNA MANIFESTACIÓN SENSIBLE
Y CORPORAL DE CRISTO?
Esta
“venida” de Cristo, esta parusía y este “ver” al Hijo del hombre venir en
esta hora con todo este poder ¿exige que sea una manifestación sensible y
corporal de Cristo? Parece que no. La razón fundamental es que se está
dentro del género apocalíptico, y, por tanto, hay que situar y valorar los
elementos dentro del mismo. Por otra parte, la misma palabra parusía de
Cristo, si en diversos pasajes neo testamentarios significa la venida final
y sensible triunfal de Cristo, no siempre lo exige (Mt 28, 20b). Por eso no
haría falta admitir una presencia sensible y corporal del mismo. Basta una
“presencia” suya de orden moral o virtual: su poder justiciero sobre
Jerusalén, cuyo anuncio vaticinó por “desconocimiento” del Mesías (Lc
19:41-44), y cuyo castigo anunció también que lo verá “esta generación” (Mt
24:34). Es lo que ya Mateo había dicho en otro contexto: “Os digo que hay
algunos entre los presentes que no gustarán la muerte antes de haber visto
al Hijo del hombre venir en su reino” (Mt 16:28). Lo que, evidentemente, no
se refiere a una visión sensible de Cristo (Mt 10:23).
4. “LAS NUBES”, LOS “ÁNGELES”
“Y se verá
al Hijo del hombre venir sobre las nubes……Y Él enviará a los ángeles”
“Las nubes” son otro
de los elementos decorativos de las teofanías, y más aún en las teofanías
apocalípticas, con el que se indica, generalmente, el poder extra cósmico de
aquel a quien acompañan. Los “ángeles” son otro de
los integrantes apocalípticos. Aquí aparecen a las órdenes del Hijo del
hombre; sin duda se vincula a ellos el sonido de “la gran trompeta” (Mt),
que tiene por misión el congregar y convocar. Está tomado del uso judío de
convocarse las asambleas o reuniones judías al sonido de la trompeta, lo
mismo que para la guerra o para hacer algún anuncio (Ex 19:16; 1 Tes 4:16;
1 Cor 15:52). Es la orden que se da “para que congreguen todos
los elegidos” La universalidad se acusó por congregarlos
desde “los cuatro vientos” (Zac 2:10) y de “un
extremo al otro del horizonte”. Son imágenes tomadas del
Antiguo Testamento. Esta cita pertenece a Zacarías (2:6), pero tomada
posteriormente, ya que el texto original dice lo contrario: “Os dispersé
por los cuatro vientos.” Debe de ser un complemento de los evangelistas o
de las catequesis. Estos ángeles obedientes a las órdenes de Cristo acusan
su trascendencia, ya que en el Antiguo Testamento están a las órdenes de
Dios.
5. PARA QUE CONGREGUEN A SUS ELEGIDOS DESDE
LOS CUATRO PUNTOS CARDINALES
Y Él
enviará a los ángeles para que congreguen a sus elegidos “desde los
cuatro puntos cardinales, de un extremo al otro del horizonte”. Estos
“elegidos” están, judíos y gentiles, esparcidos por todo el mundo y han de
ingresar en el Reino. Y acaso se refiere preferentemente a los judíos de la
“diáspora” que estuviesen entonces en la ciudad, ya que, como en
Pentecostés, “residían en Jerusalén judíos, varones piadosos, de cuantas
naciones hay bajo el cielo” (Hech 2:5). Sobre ellos, los ángeles del Hijo
del hombre ejercerán una protección especial sobre estos “elegidos” (Sal
91:9-16).
Esta
sección, que es una de las que hacen más fuerza en los autores para
sostener que en ella se habla de la parusía final, admite perfectamente, y
dentro de una línea homogénea, una interpretación literal de la “venida” de
Cristo como triunfador, y que se le “ve” en el juicio predicho por él y
ejercido sobre Jerusalén, y cuya “generación,” que lo condenó, había de
presenciarlo, pues no pasaría dicha generación “sin que todas estas cosas
sucedan” (Mt 24:34).
6. APRENDAN ESTA COMPARACIÓN, TOMADA DE LA
HIGUERA.
Parábola
de la higuera. — La primera indicación está tomada de la similitud de la
higuera. Lucas le da una amplitud mayor a la comparación: “Aprendan
esta comparación, tomada de la higuera”. Cuando las ramas
echan hojas y se pueblan frondosamente, es que el verano “se acerca.” En la
higuera, sus hojas gruesas y carnosas no empiezan a brotar hasta que el
calor penetra en la tierra. Esto indica en Palestina, donde no se conoce la
primavera propiamente dicha, la proximidad inmediata del verano.”
(Comentario Biblia Nacar-Colunga)
7. CUANDO VEAN QUE SUCEDEN TODAS ESTAS COSAS
Pues así
hace la comparación, “cuando vean que suceden todas estas cosas,
sepan que el fin está cerca, a la puerta - el reino de Dios -”, en
esta fase triunfal de la “venida” de Cristo, cumpliendo su justicia y su
promesa. “ustedes se dan cuenta de que se acerca el verano” Posiblemente la
parábola de la higuera, en su sentido primitivo, no apuntaba a los signos
destructores, sino al poblarse de hojas y reverdecer su vida; o también que
fuese un signo de la bendición que viene (Joel 2:22). Aunque acaso esté
implícito lo que dice: “levantad vuestras cabezas, porque vuestra
liberación está cerca” (Lc 21:28).
Sucederá a
la generación a quien lo dice, es decir todo esto sucederá en un período
relativamente corto. “no pasará esta generación, sin que suceda
todo esto” Naturalmente, “esta generación” es
la de aquellos a los que se dirige Jesucristo en esta hora. Y, puesto que
éstos verán el cumplimiento de “todas estas cosas,” es
que se refiere a la destrucción de Jerusalén (Mt 16:28).
8. EN CUANTO A ESE DÍA Y A LA HORA, NADIE LOS
CONOCE
El
absoluto desconocimiento de esta hora. Pero aún enseña más. El
desconocimiento de “ese día y a la hora” es tal que
no lo sabe “nadie,” ni los ángeles “ni el Hijo, sino sólo el
Padre”, aunque probable, es discutido, este “Hijo” que pone
aquí no es el Hijo en cuanto Verbo, sino el “Hijo del hombre” que se dice
en el versículo siguiente.
Cristo
como hombre no puede ignorar nada de lo que le compete de alguna manera a
su misión. Es la doctrina constante enseñada por la Iglesia. Si aquí puede
extrañar esta formulación; es por no valorar suficientemente el uso del
verbo “conocer” en las lenguas semitas. Este no sólo significa un
conocimiento especulativo, sino también práctico. Lo que viene a ser
equivalente a actuar o tomar la iniciativa o manifestación de la obra de
este día. Pero esto, tanto en el plan divino como en los relatos evangélicos,
está reservado al Padre (Mt 20:23; 11:25; Lc 12:32, etc.). Este es el
secreto y la hora del Padre para manifestarlo a los hombres. Cristo mismo
dirá en otras ocasiones que aún no llegó su “hora”, lo que sugiere que,
supuestamente, la sabía.
9. LA DESPREOCUPACIÓN DE LOS HOMBRES ANTE LA
IGNORANCIA DE ESTA HORA.
El Señor
con algunas pequeñas comparaciones destaca la despreocupación en que
estarán algunos hombres ante esta hora. Como en tiempo de Noé, a los
hombres, despreocupados del castigo, haciendo su vida ordinaria, de
improviso los sorprendió el diluvio, así será “la venida del Hijo del
hombre” (Lc 17:26-30). Hay otros ejemplos ambientales. Dos hombres estarán
en sus oficios de campo, y uno será “tomado” y otro será “dejado.” Dos
mujeres (Lc 17:35), ya que es lo usual, están moliendo con un molino de
mano, que se compone de dos grandes piedras planas giratorias. Las dos
están allí moliendo, y, en esta hora, una será “tomada” y otra será
“dejada.” Por esa razón, tenemos que estar siempre a la espera y preparados.
“Velad, pues, porque no sabéis en qué día llega vuestro Señor.” (Mt 24,42)
Jesús
quiere hacer comprender que el misterio pascual ahora presente -su “hora”,
será el comienzo de la fase final de los tiempos. De ahí que la Palabra de
hoy, nos invita a todos, y ya mismo, es decir desde ahora, a la vigilancia
y a escudriñar los acontecimientos sabiendo captar en ellos la proximidad
del Hijo del hombre, es decir, de su retorno glorioso, donde “se
verá al Hijo del hombre venir sobre las nubes, lleno de poder y de gloria”, como
también es un llamado a abrazar plenamente su Palabra, más estable que los
cielos y la tierra; “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras
no pasarán”; sin embargo, la pregunta concreta que muchas veces nos
hacemos: ¿Cuándo...? queda sin respuesta. “ese día y a la hora,
nadie los conoce, ni los ángeles del cielo, ni el Hijo, nadie sino el
Padre”. Jesús, mientras se revela como el Hijo, muestra que no
puede disponer ni del día ni la hora del fin. Por eso, en cuanto Hijo y
hombre, se confía él mismo por completo al designio de amor y salvación del
Padre.
El Señor
les Bendiga
Pedro
Sergio Antonio Donoso Brant
XXXIII
Domingo Ciclo B
|
PARA LA
LECTIO DIVINA
|
“EXTRANJERO
Y PEREGRINO EN LA TIERRA”
El
encuentro con un cristiano auténtico no cesa de sorprender desde hace dos
mil años: ¡qué insólita es su condición! “Extranjero y peregrino en la
tierra»” transeúnte que atraviesa los senderos del tiempo que tiende a la
eternidad, posee ya lo que busca, aunque todavía no de un modo pleno y
evidente.
Es testigo
de una esperanza bienaventurada y posee la prenda de una promesa infinita.
Irradia la
alegría a su alrededor, aunque ha renunciado a muchas de las alegrías que
propone este mundo; sin embargo, no está dispensado del dolor...
¿Cuál es
entonces el secreto del verdadero cristiano?
Lo
custodia en lo hondo de su corazón y lo declara con orgullo: su secreto es
Cristo, Señor del tiempo y de la historia.
La pascua
de Jesús ha destrozado la dimensión temporal y ha irrumpido la eternidad
entre nosotros: la vida eterna es el Pan en que él se entrega.
Quien
observa su Palabra que no pasa, quien acoge su sacrificio de salvación y
vive con él el dolor como pascua, entra desde ahora en la eternidad y
permite que, a través de su propia existencia, ésta transfigure un poco el
tiempo.
El
cristiano abre al sol la ventana de su morada para que todo quede inundado
de luz.
Ahora
bien, el conflicto entre las tinieblas y la luz permanece aún en acto en el
tiempo: cada discípulo de Jesús conoce esta lucha dentro de sí y a su
alrededor; por eso vigila, porque sabe que tiene que combatir el buen
combate de la fe.
Cristo ya
ha vencido, pero continúa luchando en nosotros para que sea derrotado el
mal y se extienda el Reino de Dios, hasta el día que sólo el Padre conoce.
Que su
Espíritu de amor y de fortaleza nos haga a todos cristianos auténticos,
tanto más presentes en la historia del hombre cuanto más inclinados al “día
de Dios”.
|
ORACION
|
Jesús,
Señor de la historia, tú ves los males que afligen a nuestra humanidad; sin
embargo, nos enseñas que, en su raíz, es uno solo el Mal que hemos de
combatir.
Tú lo
derrotaste ya al morir por nosotros en la cruz; ayúdanos a extender en el
tiempo tu victoria pascual.
Haznos
portadores de eternidad allí donde vivimos y trabajamos: que la luz de tu
amor perenne inunde a través de nosotros la pequeña porción de la historia
que nos has confiado y la transfigure.
Haz que
completemos nuestra peregrinación terrena tendiendo a la patria celestial,
para que quien nos encuentre comprenda cuál es la bienaventurada esperanza
que nos hace exultar ya desde ahora.
Que el Pan
de la vida eterna, roto por nosotros, nos sostenga en las pruebas
cotidianas, para que podamos ser encontrados fieles y vigilantes en tu día
glorioso.
|
FUENTES DE LA PAGINA
|
La Página de la Misa Diaria, está preparada y es enviada por Pedro
S. A. Donoso Brant, desde Santiago de Chile, como un servicio de
apostolado, amor por Nuestro Señor Jesucristo y por la Iglesia. Les ruego
su oración, para que pueda mantenerse este servicio y subsidio, dando
gracias a nuestro Dios que tanto nos ama.
Nota: Para la Liturgia de la Palabra, utilizo “Liturgia Cotidiana”
de Ediciones San Pablo, para el estudio y comentario de la Palabra, utilizo
los textos de la Biblia Nácar-Colunga, (SBNC) y/o Biblia de Jerusalén
(SBJ),
(3) Para la Lectio Divina, Lectio Divina para
cada día del año, de Giorgio Zevini y Pier Giordano Cabra (Eds.) y/o,
Intimidad Divina, Fr. Gabriel de Santa M. Magdalena ocd.
|
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