MISA DIARIA DE CAMINANDO CON JESUS
"La Eucaristía es fuente
y culmen de toda la vida cristiana" (LG 11)
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Página de Pedro Sergio
Antonio Donoso Brant
24 años en
Internet
La edición
de la Misa Diaria, Reflexión Bíblica, Lectio Divina y Santoral, enviada por
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14-11-2022
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Edición Nº 9.433
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LITURGIA
DE LAS HORAS
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En
Chile, comenzamos el Mes de María, un mes de Santo Rosario y oración a la
Madre de Dios, que culmina con la Fiesta de la Inmaculada Concepción de la
Virgen María del 8 de Diciembre, Los invito a
reflexionar sobre la figura de la
Virgen María en mi página WEB www.caminando-con-maria.org ahí
encontraran entre otros temas este link: BIBLIOTECA MARIANA PREGUNTAS SOBRE
MARIA y en especial en este
link: REFLEXIONES
Y LECTURA ESPIRITUAL PARA El MES DE MARIA
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14 de
noviembre, los carmelitas (O Carm y OCD)
celebran a TODOS LOS SANTOS CARMELITAS, las lecturas del Leccionario
son Rom 8, 28-35. 37-39-Sal 23, 1-2. 3-4. 5-6 - Mt 5, 1-12ª
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ANTIFONA DE ENTRADA Jer 29,
11-12. 14
Dice el Señor: “Yo
tengo designios de paz y no de aflicción. Invóquenme y los escucharé y
pondré fin a su cautiverio”.
ORACIÓN COLECTA
Señor y Dios nuestro, concédenos vivir siempre con alegría bajo tu
mirada, ya que la felicidad plena y duradera consiste en servirte a ti,
fuente y origen de todo bien. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que
vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los
siglos de los siglos.
LECTURA Apoc
1, 1-6. 10-11; 2, 1-5
Lectura
del libro del Apocalipsis.
Revelación de
Jesucristo, que le fue confiada por Dios para enseñar a sus servidores lo
que tiene que suceder pronto. Él envió a su Ángel para transmitírsela a su
servidor Juan. Éste atestigua que todo lo que vio es Palabra de Dios y
testimonio de Jesucristo. Feliz el que lee, y felices los que escuchan las
palabras de esta; profecía y tienen en cuenta lo que está escrito en ella,
porque el tiempo está cerca. Yo, Juan; escribo a las siete Iglesias de
Asia. Llegue a ustedes la gracia y la paz de parte de Aquél que es, que era
y que viene, y de los siete Espíritus que están delante de su trono, y de
Jesucristo, “el Testigo fiel, el Primero que resucitó de entre los muertos,
el Rey de los reyes de la tierra”. ¡A Él sea la gloria y el poder por los
siglos de los siglos! Amén. El Día del Señor fui arrebatado por el Espíritu
y oí detrás de mí una voz fuerte como una trompeta, que decía: «Escribe en
un libro lo que ahora vas a ver, y mándalo a las siete Iglesias: a Efeso, a Esmirna, a Pérgamo, a Tiatira,
a Sardes, a Filadelfia ya Laodicea. Escribe al
Ángel de la Iglesia de Efeso: «El que tiene en su
mano derecha las siete estrellas y camina en medio de los siete candelabros
de oro afirma: “Conozco tus obras, tus trabajos y tu constancia. Sé que no
puedes tolerar a los perversos: has puesto a prueba a quienes usurpan el
título de apóstoles, y comprobaste que son mentirosos. Sé que tienes
constancia y que has sufrido mucho por mi Nombre sin desfallecer. Pero debo
reprocharte que hayas dejado enfriar el amor que tenías al comienzo. Fíjate
bien desde donde has caído, conviértete y observa tu conducta anterior”»
Palabra
de Dios.
Comentario: Juan
saluda a sus lectores deseándoles la paz que viene del Padre, de Cristo y
del Espíritu Santo. La imagen de los siete espíritus que presenta, quiere
decir la plenitud del Espíritu de Dios. Después se representa a Jesús como
el Mesías y juez esperado por los judíos. El Apocalipsis se dirige a los
cristianos que empiezan a sufrir por su fe y le muestra a Cristo como el
modelo que están imitando.
SALMO Sal 1, 4-4.6
R.
Al vencedor, le daré a comer del árbol de la vida.
¡Feliz el hombre que
no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en el camino de los
pecadores, ni se sienta en la reunión de los impíos, sino que se complace
en la ley del Señor y la medita de día y de noche R.
Él es como un árbol
plantado al borde de las aguas, que produce fruto a su debido tiempo, y
cuyas hojas nunca se marchitan: todo lo que haga le saldrá bien. R.
No sucede así con los
malvados: ellos son como paja que se lleva el viento. Porque el Señor cuida
el camino de los justos, pero el camino de los malvados termina mal. R.
ALELUYÁ Jn 8, 12
Aleluya. «Yo soy la
luz del mundo. El que me sigue tendrá la luz de la Vida», dice el Señor.
Aleluya.
EVANGELIO Lc 18, 35-43
Evangelio
de Nuestro Señor Jesucristo según san Lucas
En aquel tiempo,
cuando Jesús se acercaba a Jericó, un ciego estaba sentado a un lado del
camino, pidiendo limosna. Al oír que pasaba gente, preguntó qué era
aquello, y le explicaron que era Jesús el Nazareno, que iba de camino.
Entonces él comenzó a gritar: “¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!”
Los que iban adelante lo regañaban para que se callara, pero él se puso a
gritar más fuerte: “¡Hijo de David, ten compasión de mí!” Entonces Jesús se
detuvo y mandó que se lo trajeran. Cuando estuvo cerca, le preguntó: “¿Qué
quieres que haga por ti?” Él le contestó: “Señor, que vea”. Jesús le dijo:
“Recobra la vista; tu fe te ha curado”.
Enseguida el ciego recobró la vista y lo siguió, bendiciendo a Dios.
Y todo el pueblo, al ver esto, alababa a Dios. Palabra del Señor.
COMENTARIO: La
buena fama de Jesús crecía día a día en Israel. La gente sencilla le pedía
por su salud. Cuando él constataba que tenían fe y buena intención, los
sanaba. Esta vez el favorecido fue un ciego de Jericó. Milagros como éste
eran pruebas más que suficientes para aceptar su divinidad. Sin embargo,
muchos de sus con nacionales no lo reconocieron como el Hijo de Dios.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, que
está ofrenda sea agradable a tus ojos, nos otorgue la gracia de servirte
con amor, y nos obtenga los gozos eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTIFONA DE COMUNIÓN SaI 72, 28
Mi dicha es estar
cerca de Dios y poner mi refugio en el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Después de haber
recibido los dones pascuales te pedimos humildemente, Señor, que la
Eucaristía que tu Hijo nos mandó celebrar en su memoria aumente la caridad
en todos nosotros. Él que vive y reina por los siglos de los siglos.
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REFLEXIÓN BÍBLICA
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"¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de
mí!"
Lc 18, 35 – 43
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
1.
"JESÚS, HIJO DE DAVID, TEN COMPASIÓN DE MÍ".
Cuando
Jesús se acercaba a Jericó, un ciego estaba sentado al borde del camino,
pidiendo limosna. Al oír que pasaba mucha gente, preguntó qué sucedía. El
ciego, no conocía a Jesús, por supuesto él no lo había visto antes. Es así
como él pregunta porque tanta gente. Así fue como él se enteró que pasaba
Jesús Nazareno. Sin embargo el grita; "Jesús,
Hijo de David, ten compasión de mí".
Quizás
como muchos judíos, sabían que el Mesías nacería de la estirpe de David,
¿pero cómo iba a saber que era El que pasaba por allí? Como sería que los
que iban delante lo reprendían para que se callara, pero él gritaba más
fuerte. Pero él no se acobardó, como sabiendo que la fe que lucha, es la que triunfa por sobre los obstáculos.
2.
"¿QUÉ QUIERES QUE HAGA POR TI?"
Jesús, oye
y se detiene a la voz del que lo llama con fe y así es como mira a los que
lo invocan. Entonces, Jesús deteniéndose manda que le traigan a este hombre
que le había llamado y cuando estuvo cerca le pregunta; "¿Qué quieres
que haga por ti?" La pregunta se la hace por su natural misericordia y
para que los presentes vean que el ciego no pedía limosna, sino que la
gracia divina y lo hacía con fe. Entonces cuando el ciego expuso su
petición, "Señor, que yo vea otra vez". Jesús le dice:
"Recupera la vista, tu fe te ha salvado".
3.
SIGUIÓ A JESÚS, GLORIFICANDO A DIOS.
Los
beneficios del Señor se obtienen por la fe y según sea esta es la gracia
que se recibe. Mientras más abras la ventana de tu corazón, más luz
entrará. Las palabra de Jesús, se transforman en
luz para los ciegos.
El
Evangelio continúa; En el mismo momento, el ciego recuperó la vista y
siguió a Jesús, glorificando a Dios. Un doble beneficio gana el ciego, la
vista y la fe en Dios, esto es, termina con su ceguera corporal y aumenta
su fe en el Señor. Al ver esto, todo el pueblo alababa a Dios.
4.
“PERO ÉL GRITABA MÁS FUERTE”,
Muchos son
los que desconocen la luz y viven en las tinieblas, pero quien se acerca a
la verdadera Luz, esto es a Jesús, verá la luz eterna.
El ciego
nos demuestra que mientras más se clame o más se pida, más se recibe. Así
como cuando insistimos en la oración con toda nuestra vehemencia, Dios se
detiene en nuestro corazón y recobramos la vista perdida.
“Pero él
gritaba más fuerte”, dice el Evangelio, para que se oiga por sobre el ruido
que produce el tumulto, así nuestra oración debe oírse por sobre todo lo
demás, con insistencia, por encima de la ceguera que nos rodea, para que el
mundo sea testigo de la luz de Cristo.
5.
JESÚS, SIEMPRE ESTARÁ ESPERANDO QUE ACUDAMOS A EL
La fe
salvo al ciego, y la fe puede salvarnos a nosotros, siempre que nuestra fe
sea como la del ciego, confiada, firme y perseverante.
Y cuando
recibamos beneficios del Señor, seamos como el ciego de Jericó, que recobro
la vista y siguió glorificando a Dios.
Jesús,
siempre estará esperando que acudamos a Él, si le llamamos siempre vendrá
nosotros a iluminarnos. La fe salvo al ciego, y la fe puede salvarnos a
nosotros, siempre que nuestra fe sea como la del ciego, confiada, firme y
perseverante.
El
Señor les Bendiga
Pedro
Sergio Antonio Donoso Brant
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PARA LA LECTIO DIVINA (3)
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SEGUIR A JESÚS Y
ALABAR A DIOS
“¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!…Entonces
Jesús se detuvo y …cuando estuvo cerca, le preguntó: ¿Qué quieres que haga
por ti? Él le contestó: Señor, que vea…Enseguida el ciego recobró la vista
y lo siguió, bendiciendo a Dios…todo el pueblo, al ver esto, alababa a
Dios…”
Entre el ciego de Jericó y Jesús de Nazaret se entabla un diálogo
que, si nos fijamos bien, va más allá de la situación histórica particular.
En efecto, antes de pedir el don de la vista, el ciego exclama dos veces:
“Ten compasión de mí”. Su idea es obtener una curación completa. El ha intuido quién es Jesús. Por su lado, Jesús
pregunta a partir de su necesidad física para llegar al don de la fe: “¿Qué
quieres que haga por ti?”
En efecto, Jesús es el salvador del hombre, de todo el hombre,
considerado en la indivisible unidad de su persona. Es importante que le dé
la vista de los ojos, pero es igualmente importante, e incluso más, que lo
disponga para reconocer el misterio de aquel que tiene ahora delante.
La fe del ciego de Jericó se traduce de inmediato en dos opciones de
vida: empieza a seguir a Jesús y a alabar a Dios. La oración de alabanza
expresa lo que este pobre ciego siente en lo más profundo de su corazón y
su deseo de comprometer a la gente que está presente en la misma actitud.
Por otra parte, no puede dejar de seguir al que le ha restituido la vista,
al que le ha liberado de su ceguera espiritual, al que se le ha revelado
como Mesías y Señor.
Del don recibido al don comunicado. Éste es el itinerario del ciego
de Jericó y el de cada uno de nosotros. Un itinerario que, si quiere ser
seguro y eficaz, no puede dejar de realizarse en términos de seguimiento.
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ORACION
(3)
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¡Oh Señor, verdadera luz de mi conciencia, haz que yo
vea!
Para
desarrollar mi misión en el presente sin titubeos, con coherencia y
libertad, resistiendo a las lisonjas de la popularidad, ¡haz, Señor, que yo
vea!
Para
continuar sirviéndote en las controversias sin cansarme nunca por acordarme
de un tiempo más favorable, ¡haz, Señor, que yo vea!
Para
hacer frente y, así lo espero, para superar acontecimientos alegres o
tristes, siempre enrocado en tu ley, consciente de que rara vez lo que
brilla está en condiciones de dar alimento y vida, ¡haz, Señor, que yo vea!
Para
cantar por siempre tu bondad tantas veces probada, seguro de que este árbol
mío dejado marchitar dará fruto a su tiempo, ¡haz, Señor, que yo vea!
¡Oh Señor, verdadera luz de mi conciencia, haz que yo vea!
Pedro
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FUENTES DE LA PAGINA
ESTA PERMITIDO EL RE-ENVIO, LA COPIA Y LA PUBLICACIÓN DE ESTA PAGINA,
SOLO NO OLVIDE DE INDICAR EL AUTOR Y LAS FUENTES DE ORIGEN
|
La Página de la Misa Diaria, está preparada y es enviada por Pedro S.
A. Donoso Brant, desde Santiago de Chile, como un servicio de apostolado,
amor por Nuestro Señor Jesucristo y por la Iglesia. Les ruego su oración,
para que pueda mantenerse este servicio y subsidio, dando gracias a nuestro
Dios que tanto nos ama.
Nota: Para la Liturgia de la Palabra, utilizo “Liturgia Cotidiana” de
Ediciones San Pablo, para el estudio y comentario de la Palabra, utilizo
los textos de la Biblia Nácar-Colunga, (SBNC) y/o Biblia de Jerusalén
(SBJ),
(3) Para la Lectio Divina, Lectio Divina para
cada día del año, de Giorgio Zevini y Pier
Giordano Cabra (Eds.) y/o, Intimidad Divina, Fr. Gabriel de Santa M.
Magdalena ocd.
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