MISA DIARIA DE CAMINANDO CON JESUS

"La Eucaristía es fuente y culmen de toda la vida cristiana" (LG 11)

Página de Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

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16-11-2021

Nº MD 9.079

La liturgia de las horas:liturgiadelashoras.i

 

ANTÍFONA DE ENTRADA Jer 29, 11-12. 14

Dice el Señor: “Yo tengo designios de paz y no de aflicción. Invóquenme y los escucharé y pondré fin a su cautiverio”.

ORACIÓN COLECTA

Señor y Dios nuestro, concédenos vivir siempre con alegría bajo tu mirada, ya que la felicidad plena y duradera consiste en servirte a ti, fuente y origen de todo bien. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.

LECTURA 2Mac 6, 18-31

COMENTARIO: El Segundo libro de los Macabeos trae numerosos ejemplos de hombres y mujeres que se enfrentaron al poder dominador de los griegos. Pero en el caso de Eleazar, junto con manifestar su fidelidad a la Ley, quiere demostrar su coherencia, como un ejemplo para los jóvenes y la nación. La coherencia de vida es más importante que el cumplir o no la Ley.

Lectura del segundo libro de los Macabeos.

Eleazar, uno de los principales maestros de la Ley, de edad muy avanzada y de noble aspecto, fue forzado a abrir la boca para comer carne de cerdo. Pero él, prefiriendo una muerte honrosa a una vida infame, marchó voluntariamente al suplicio, después de haber escupido la carne, como deben hacerlo los que tienen el valor de rechazar lo que no está permitido comer, ni siquiera por amor a la vida. Los que presidían este banquete ritual contrario a la Ley, como lo conocían desde hacía mucho tiempo, lo llevaron aparte y le rogaron que hiciera traer carne preparada expresamente para él y que le estuviera permitido comer. Asimismo le dijeron que fingiera comer la carne del sacrificio, conforme a la orden del rey. Obrando de esa manera, se libraría de la muerte y sería tratado humanitariamente por su antigua amistad con ellos. Pero él, tomando una noble resolución, digna de su edad, del prestigio de su vejez, de sus venerables canas, de la vida ejemplar que había llevado desde su infancia y, sobre todo, de la santa legislación establecida por Dios, se mostró consecuente consigo mismo, pidiendo que lo enviaran de inmediato a la morada de los muertos. -- A nuestra edad, decía, no está bien fingir. De lo contrario, muchos jóvenes creerán que Eleazar, a los noventa años, se ha pasado a las costumbres paganas. Entonces también ellos, a causa de mi simulación y de mi apego a lo poco que me resta de vida, se desviarán por culpa mía, y yo atraeré sobre mi vejez la infamia y el deshonor. Porque, aunque ahora me librara del castigo de los hombres, no podría escapar, ni vivo ni muerto, de las manos del Todopoderoso. Por eso, me mostraré digno de mi vejez entregando mi vida valientemente. Así dejaré a los jóvenes un noble ejemplo, al morir con entusiasmo y generosidad por las venerables y santas leyes--. Dicho esto, se encaminó resueltamente al suplicio. Al oír estas palabras, que consideraban una verdadera locura, los que lo conducían cambiaron en crueldad la benevolencia que antes le habían demostrado. Pero él, a punto ya de morir bajo los golpes, dijo entre gemidos: -- El Señor, que posee el santo conocimiento, sabe muy bien que, pudiendo librarme de la muerte, soporto crueles dolores en mi cuerpo azotado; pero mi alma los padece gustosamente por temor a él --. De este modo, Eleazar dejó al morir, no sólo a los jóvenes, sino a la nación entera, su propia muerte como ejemplo de generosidad y como recuerdo de virtud.

Palabra de Dios.

SALMO Sal 3, 2-8

R. ¡Levántate, Señor, y sálvame!

Señor, ¡qué numerosos son mis adversarios, cuántos los que se levantan contra mí! ¡Cuántos son los que dicen de mí: «Dios ya no quiere salvarlo»!

R. ¡Levántate, Señor, y sálvame!

Pero tú eres mi escudo protector y mi gloria, tú mantienes erguida mi cabeza. Invoco al Señor en alta voz, y él me responde desde su santa Montaña.

R. ¡Levántate, Señor, y sálvame!

Yo me acuesto y me duermo, y me despierto tranquilo porque el Señor me sostiene. No temo a la multitud innumerable, apostada contra mí por todas partes.

R. ¡Levántate, Señor, y sálvame!

ALELUYA 1Jn 4, 10

Aleluya. Dios nos amó primero y envió a su Hijo como víctima propiciatoria por nuestros pecados. Aleluya.

EVANGELIO Lc 19, 1-10

COMENTARIO: El encuentro con Zaqueo es un signo de la misericordia y la gracia del Reino. Zaqueo no pidió que el Señor se alojara en su casa, pero al recibirlo y mostrar su actitud de conversión, Jesús le expresa que la salvación había llegado hasta su hogar. Zaqueo era uno de los que estaba perdido y el Señor fue a buscarlo.

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.

Jesús entró en Jericó y atravesaba la ciudad. Allí vivía un hombre muy rico llamado Zaqueo, que era el jefe de los publicanos. Él quería ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la multitud, porque era de baja estatura. Entonces se adelantó y subió a un sicómoro para poder verlo, porque iba a pasar por allí. Al llegar a ese lugar, Jesús miró hacia arriba y le dijo: - Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa - Zaqueo bajó rápidamente y lo recibió con alegría. Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: - Se ha ido a alojar en casa de un pecador-. Pero Zaqueo dijo resueltamente al Señor: - Señor, yo doy la mitad de mis bienes a los pobres, y si he perjudicado a alguien, le doy cuatro veces más -.Y Jesús le dijo: - Hoy ha llegado la salvación a esta casa, ya que también este hombre es un hijo de Abraham, porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido -.

Palabra del Señor.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Concédenos, Señor, que está ofrenda sea agradable a tus ojos, nos otorgue la gracia de servirte con amor, y nos obtenga los gozos eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE COMUNIÓN SaI 72, 28

Mi dicha es estar cerca de Dios y poner mi refugio en el Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Después de haber recibido los dones pascuales te pedimos humildemente, Señor, que la Eucaristía que tu Hijo nos mandó celebrar en su memoria aumente la caridad en todos nosotros. Él que vive y reina por los siglos de los siglos.

  REFLEXIÓN BÍBLICA

 

Zaqueo, él quería ver quién era Jesús.

Lc 19, 1-10

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant


1.      ¿QUIEN ERA ZAQUEO?

Jesús entró en Jericó y atravesaba la ciudad. Allí vivía un hombre muy rico llamado Zaqueo, que era el jefe de los publicanos. La escena es en la Jericó herodiana, a 3 kilómetros al sur de la vieja, que era la única habitada. Lucas es el único que narra esta escena. A la fascinación que causan las riquezas, y que Lucas expuso en el pasaje del joven que no “siguió” a Jesús por sus muchas riquezas, la conversión de Zaqueo presenta un ejemplo en contrapartida. Es otro caso, aquí con hechos, del tema de la misericordia de Jesús, tan destacado en los relatos de este evangelista.

Zaqueo, que significa “el puro,” “el justo,” o, si es abreviatura de Zacarías, “Dios se acordó,” es presentado por este relato en dos caracteres íntimamente unidos entre sí. Es “jefe de publícanos” y hombre “rico.”

Los publícanos eran los recaudadores de los impuestos de Roma a Israel. Por eso eran aborrecidos por los judíos, como coautores de la dominación romana. La autoridad de Roma admitía de éstos una cantidad alzada, y luego ellos podían resarcirse en los cobros del pueblo. Ello dejaba un margen de abuso manifiesto en los beneficios. Acaso por eso era “rico.” Máxime siendo “jefe” de los publícanos de toda aquella zona de Jericó (cf. Lc 3:12-13). (Comentarios de la Biblia Nácar-Colunga)

2.      SITUARSE POR DONDE JESÚS HA DE PASAR

El buen deseo se ve en este hombre de “estatura pequeña,” por lo que se sube a un árbol, y no tiene reparo en “correr” para situarse por donde Jesús ha de pasar.

A su paso, Jesús lo miró, lo llamó, y dijo que bajase “pronto”, en esta palabra hay un ansia espiritual de ganarle, porque “hoy tengo que hospedarme en tu casa.” El bajó “con toda prisa.” Este rasgo de este relato corresponde al ansia que Jesús tiene de él. Y lo recibió en su casa “con alegría.” La murmuración judía no podía faltar al ver que se hospedaba en la casa de un “pecador.” Esta palabra tenía para ellos el sentido de un hombre inmerso en toda impureza “legal,” que aquí también podía ser moral por su oficio.

Al escribir este fragmento, Lucas es rápido en la descripción de la escena. Pero va a lo fundamental de los hechos. Zaqueo está convertido. El confiesa su satisfacción: “Señor, yo doy la mitad de mis bienes a los pobres, y si he perjudicado a alguien, le doy cuatro veces más.”

En la Ley se exigía el cuádruple en casos de robo (Ex 21:37; 22:1). Pero en caso de fraudes sólo se exigía una quinta parte, a más de la devolución o compensación de lo defraudado (Lev 5:24; Núm 5:6.7). En el uso de esta época sólo estaba vigente la satisfacción de una quinta parte sobre lo robado. (Comentarios de la Biblia Nácar-Colunga)

Así, la oferta de Zaqueo es: la primera, como una indemnización; y la segunda, un acto de generosidad muy por encima de lo que la justicia exigía entonces

3.      HOY TENGO QUE ALOJARME EN TU CASA

Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa. Nuevamente nos vuelve a asombrar la actitud de Jesús que toma la iniciativa. En efecto, Zaqueo no le había pedido algo especial, él solo sencillamente gozaba de una curiosidad por conocer a ese Jesús de quien probablemente había oído hablar. Lo maravilloso es que Jesús se adelanta, es decir él se invita a sí mismo. Entonces podemos asumir que Jesús quiere vivir con nosotros, él quiere entrar en nuestra casa, permanecer en ella. Por tanto nos preguntamos ¿Le dejamos? “Estoy a la puerta llamando; si alguno me oye y abre, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo” (Ap 3,20). Jesús desea ante todo la intimidad con nosotros. Precisamente porque hoy tengo que alojarme en tu casa, dice Jesús, es decir ahora.

4.      SE HA IDO A ALOJAR EN CASA DE UN PECADOR

Y nos sigue maravillando Jesús, este relato rompe todas las barreras. Los fariseos se reconocían los más cumplidores y los maestros espirituales de su pueblo, aún más ello ni siquiera intentaban reunirse con los publicanos ni menos con los pecadores públicos. Por tanto ellos nunca intentarían entrar en las casas de estos publicanos y pecadores, porque temían contaminarse. Sin embargo Jesús se acerca sin prejuicios, a pesar de las chismes de los fariseos.

5.      Y JESÚS LE DIJO: - HOY HA LLEGADO LA SALVACIÓN A ESTA CASA

Al contrario de los fariseos, Jesús no tiene temor de contaminarse por entrar en la casa de este publicano y lo especial sucede al revés, Jesús contagia a Zaqueo la salvación, porque donde entra el Salvador entra la salvación. Es así, como Zaqueo, sorprendido por este amor gratuito e incondicional, lo recibió con alegría. Y es tan grande el contagio, que Zaqueo cambia de vida. Lo extraordinario, es que él cambia sin que Jesús le exija nada, ni tan siquiera le proponga. Zaqueo ha sido vencido por la fuerza del amor. El que los fariseos daban por perdido, hasta el punto de no acercarse a él, ha sido salvado. Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido.

6.      YA QUE TAMBIÉN ESTE HOMBRE ES UN HIJO DE ABRAHAM

Con Jesús llegó a Zaqueo la “salud.” También él, aunque degradado por los fraudes y malos negocios, era digno de ser hijo de Abraham: de la suerte de los judíos dignos y rectos. Y, sin duda, también a toda su “casa”, lo mismo que antes participarían de “riqueza de iniquidad.”

Y se hace ver que ésta era la misión de Jesús. Lo criticaban por “comer y beber con los publícanos y pecadores” (Lc 15:1) y les respondió con las parábolas de la misericordia. Y aquí se responde, aparte de los hechos, con destacar que ésta era la misión del Hijo del hombre: que “ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido.” Esta sentencia de Jesús debe de provenir de otro contexto. Pero es el complemento “sapiencial” al hecho de esta conversión. San Ambrosio ve en Zaqueo un fruto maduro que cae del árbol a la primera sacudida que le hace Jesús.

7.      JESÚS ES UNA PRESENCIA QUE TRANSFORMA.

El maravilloso Jesús, invitado a un banquete donde al anfitrión le produce alegría, lo motiva al desprendimiento, donde él regala la salud universal. Jesús es amigo de pecadores, Jesús es una presencia que transforma.

En efecto, la mirada de Jesús transforma a los hombres, así lo hizo en Zaqueo. En este publicano, alcanzamos a descubrir un fondo de buena voluntad. Es así, como recaudador no rechaza el encuentro con Jesús, todo lo contrario lo busca y lo hace con sinceridad. Por esa razón es recompensado por Jesús.

El Señor les Bendiga

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

PARA LA LECTIO DIVINA  (3)

 

“HOY HA LLEGADO LA SALVACIÓN A ESTA CASA”"

El don de la gracia se muestra sobreabundante, mayor de lo que Zaqueo se habría atrevido a esperar. Sin embargo, el movimiento sincero de su corazón, el deseo de “ver a Jesús”, tal vez haya sido el resorte que impulsó a Jesús a salir a su encuentro.

En la liturgia de hoy aparecen dos figuras muy diferentes. El anciano Eleazar, que había llevado una larga vida irreprensible a la sombra de la Ley, parece que no tiene nada en común con el pequeño funcionario de los impuestos, sometido al extranjero y avezado en las componendas y en los fraudes. Sin embargo, les une el coraje necesario para tomar una decisión importante: la de poner toda su vida y su propia muerte bajo el juicio de la Palabra de Dios. Eleazar podría salvar tanto su propia fidelidad a la Ley como su propia vida: ¿qué importa fingir que se venera a los ídolos, si los ídolos no son nada? Zaqueo podría seguir con su oficio, despreciado pero rentable: ¿qué le importaban a él las discusiones entre los rabinos del judaísmo? Sin embargo, Eleazar sabe que un solo gesto hipócrita, una sola debilidad, anularía años de fidelidad; sabe que prolongar su vida a costa de su propia conciencia significaría condenarse a una muerte peor que la del suplicio. A Zaqueo le basta con cruzar su mirada con la de Jesús —él, pequeño, mira desde arriba, desde la higuera; el Maestro levanta los ojos para encontrar los suyos— para comprender al momento que todo el dinero que ha ganado no vale lo que una sola hora con Jesús en su casa.

ORACION (3)

 

Cuántas veces, Señor, me diriges tu mirada y yo no me doy cuenta. Me lamento y protesto porque no escuchas mis oraciones; sin embargo, soy yo el incapaz de levantarme por encima de mi pequeña estatura para intentar verte.

Señor, concédeme la sencillez de corazón de Zaqueo y la firmeza de Eleazar. Pierdo mi vida corriendo detrás de muchas cosas que me distraen, presto oído a las lisonjas del mundo y a las murmuraciones de los holgazanes, tengo miedo de exponerme al juicio de la gente...

Señor, hazme comprender lo que quieres de mí, qué es lo verdaderamente importante. Hazme comprender que la vida tiene sentido y nos da alegría sólo si correspondemos a tu voluntad.

FUENTES DE LA PAGINA

 

La Página de la Misa Diaria, está preparada y es enviada por Pedro S. A. Donoso Brant, desde Santiago de Chile, como un servicio de apostolado, amor por Nuestro Señor Jesucristo y por la Iglesia. Les ruego su oración, para que pueda mantenerse este servicio y subsidio, dando gracias a nuestro Dios que tanto nos ama.

Nota: Para la Liturgia de la Palabra, utilizo “Liturgia Cotidiana” de Ediciones San Pablo, para el estudio y comentario de la Palabra, utilizo los textos de la Biblia Nácar-Colunga, (SBNC) y/o Biblia de Jerusalén (SBJ),

(3) Para la Lectio Divina, Lectio Divina para cada día del año, de Giorgio Zevini y Pier Giordano Cabra (Eds.) y/o, Intimidad Divina, Fr. Gabriel de Santa M. Magdalena ocd.

 

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