Misa Diaria,
Ciclo C
MISA DIARIA DE CAMINANDO CON
JESUS
"La Eucaristía es fuente y culmen de toda
la vida cristiana" (LG 11)
23
Página de
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
25 años en
Internet, desde 1998
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La edición de
la Misa Diaria, Reflexión Bíblica, Lectio Divina y Santoral es las más
antigua de Internet, comenzó en el año 1998.
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algo, escriba al correo electrónico: caminandoconjesus@vtr.net
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17-08-2023
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Nº MD 8.997
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LITURGIA DE LAS HORAS
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ANTÍFONA cf. Sal 73,
20. 19. 22. 23
Acuérdate, Señor, de tu alianza, y no
olvides para siempre a tus pobres. Levántate, Señor, defiende tu causa y no
desoigas el clamor de los que te invocan.
ORACIÓN COLECTA
Dios
todopoderoso y eterno, a quien, movidos por el Espíritu Santo, nos animamos
a llamar Padre; confirma en nuestros corazones la condición de hijos tuyos,
para que podamos entrar en la herencia prometida. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu
Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Jos 3, 7-10a. 11. 13-17
Lectura del libro de Josué.
El Señor dijo a Josué: “Hoy
empezaré a engrandecerte a los ojos de todo Israel, para que sepan que yo
estoy contigo como estuve con Moisés. Ahora ordena a los sacerdotes que
llevan el arca de la alianza: ‘Cuando lleguen al borde del Jordán,
deténganse junto al río’”. Josué dijo a los israelitas: “Acérquense y
escuchen las palabras del Señor, su Dios”. Y añadió: “El arca de la alianza
del Señor de toda la tierra va a cruzar el Jordán delante de ustedes. Y
apenas los sacerdotes que llevan el arca del Señor de toda la tierra apoyen
sus pies sobre las aguas del Jordán, estas se abrirán, y las aguas que
vienen de arriba se detendrán como contenidas por un dique”. Cuando el
pueblo levantó sus carpas para cruzar el Jordán, los sacerdotes que
llevaban el arca de la alianza iban al frente de él. Apenas llegaron al
Jordán y sus pies tocaron el borde de las aguas –el Jordán se desborda por
sus dos orillas durante todo el tiempo de la cosecha– las aguas detuvieron
su curso: las que venían de arriba se amontonaron a una gran distancia,
cerca de Adam, la ciudad que está junto a Sartán; y las que bajaban hacia
el mar de la Arabá –el mar de la Sal– quedaron completamente cortadas. Así
el pueblo cruzó a la altura de Jericó. Los sacerdotes que llevaban el arca
de la alianza del Señor permanecían inmóviles en medio del Jordán, sobre el
suelo seco, mientras todo Israel iba pasando por el cauce seco, hasta que
todo el pueblo terminó de cruzar el Jordán.
Palabra de
Dios.
Comentario: Josué no empieza “todo de cero”. Se sabe continuador y elegido para
llevar adelante un proyecto que supera tanto a Moisés como a él mismo.
Considera, de esta manera, que su misión es servir al pueblo para llevarlo
a la posesión de la tierra prometida.
SALMO 113A, 1-6
R. ¡Aleluya,
aleluya, aleluya!
Cuando Israel salió de Egipto,
la familia de Jacob, de un pueblo extranjero, Judá se convirtió en su
santuario, la tierra de Israel fue su dominio. R.
El mar, al verlos, huyó, el Jordán
se volvió atrás; los montes saltaron como carneros y las colinas, como
corderos. R.
¿Qué tienes, mar? ¿Por qué
huyes? Y tú, Jordán, ¿por qué te vuelves atrás? Montes, ¿por qué saltan
como carneros, y ustedes, colinas, como corderos? R.
ALELUYA Sal 118, 135
Aleluya. Que brille sobre mí la
luz de tu rostro, Señor, y enséñame tus preceptos. Aleluya.
EVANGELIO
Mt 18, 21—19, 1
Evangelio de nuestro Señor
Jesucristo según san Mateo.
Se acercó Pedro y le preguntó a
Jesús: “Señor, ¿cuántas veces tendré que perdonar a mi hermano las ofensas
que me haga? ¿Hasta siete veces?”. Jesús le respondió: “No te digo hasta
siete veces, sino hasta setenta veces siete. Por eso, el reino de los
cielos se parece a un rey que quiso arreglar las cuentas con sus servidores.
Comenzada la tarea, le presentaron a uno que debía diez mil talentos. Como
no podía pagar, el rey mandó que fuera vendido junto con su mujer, sus
hijos y todo lo que tenía, para saldar la deuda. El servidor se arrojó a
sus pies, diciéndole: ‘Dame un plazo y te pagaré todo’. El rey se
compadeció, lo dejó ir y, además, le perdonó la deuda. Al salir, este
servidor encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y,
tomándolo del cuello hasta ahogarlo, le dijo: ‘Págame lo que me debes’. El
otro se arrojó a sus pies y le suplicó: ‘Dame un plazo y te pagaré la
deuda’. Pero él no quiso, sino que lo hizo poner en la cárcel hasta que
pagara lo que debía. Los demás servidores, al ver lo que había sucedido, se
apenaron mucho y fueron a contarlo a su señor. Este lo mandó llamar y le
dijo: ‘¡Miserable! Me suplicaste, y te perdoné la deuda. ¿No debías también
tú tener compasión de tu compañero, como yo me compadecí de ti?’. E
indignado, el rey lo entregó en manos de los verdugos hasta que pagara todo
lo que debía. Lo mismo hará también mi Padre celestial con ustedes,
si no perdonan de corazón a sus hermanos”. Cuando Jesús terminó de decir
estas palabras, dejó la Galilea y fue al territorio de Judea, más allá del
Jordán.
Palabra
del Señor.
Comentario:
Jesús no
deja que hagamos lecturas evasivas de sus palabras. Sus ejemplos y
parábolas son claros: si hemos sido perdonados, tenemos que perdonar. Solo
será necesario, entonces, reconocer el perdón como bien recibido para
compartir con nuestros hermanos.
ORACIÓN SOBRE LAS
OFRENDAS
Padre de
bondad, acepta los dones que misericordiosamente has dado a tu Iglesia y
que, con tu poder, conviertes en sacramento de salvación. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
ANTÍFONA DE
COMUNIÓN Sal 147, 12. 14
Jerusalén, glorifica al Señor tu
Dios, que te sacia con lo mejor del trigo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Padre, que
la comunión de tus sacramentos nos alcance la salvación y nos confirme en
la luz de tu verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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REFLEXIÓN
BÍBLICA
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"Señor, ¿cuántas veces tendré que
perdonar a mi hermano?”
Mt 18, 21-19, 1
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
1. ¿CUÁL
DEBE DE SER LA ACTITUD CRISTIANA ANTE LAS FALTAS REITERADAS DE NUESTRO
PRÓJIMO Y DE NOSOTROS CON ELLOS?
El
Evangelio de hoy, nos viene a tratar un tema importante en la vida de todo
cristiano, la caridad, la misericordia, la compasión, la piedad, para ello,
¿Cuál debe de ser la actitud cristiana ante las faltas reiteradas de
nuestro prójimo y de nosotros con ellos?
La
vida está llena de reincidencias en culpas perdonadas, entonces ¿a cuantas
recaídas va a estar sometida la voluntad de perdonar? ¿Importa el número?,
¿existe la actitud sincera de perdón ante Dios?
2. SEÑOR,
¿CUÁNTAS VECES TENDRÉ QUE PERDONAR A MI HERMANO?
Pedro,
plantea la pregunta a Jesús: "Señor, ¿cuántas veces tendré que
perdonar a mi hermano las ofensas que me haga? ¿Hasta siete veces?".
Es un número simbólico y la pregunta de Pedro es equivalente a saber si
tiene que perdonar siempre.
¿Por
qué poner límites?, la caridad, el amor no tiene límites, siete es un
número indefinido, Jesús le respondió: "No te digo hasta siete veces,
sino hasta setenta veces siete”, esto es, un rechazo de plano a la
limitación agregándole un número simbólico aún más indefinido.
3. SEAN
MUTUAMENTE BUENOS Y COMPASIVOS, PERDONÁNDOSE
Pablo
nos recuerda: “Sean mutuamente buenos y compasivos, perdonándose los unos a
los otros, como Dios los perdonó en Cristo” (Ef 4,32). Esto es, los
cristianos debemos perdonarnos siempre, no algunas veces. Pero además Pablo
nos dice: Sean mutuamente buenos, invitándonos a tener actitud de buenos,
humanos, caritativos, exentos de rencor y le agrega compasivos, es decir
piadosos y misericordiosos, porque cuando pecamos u ofendemos y nos
arrepentimos, nuestro corazón se colma de paz cuando encontramos
comprensión, del mismo modo, si vemos a alguien arrepentido y que por ello
sufre, lo natural es que nazca en nosotros sentimientos de pena y lástima
por la desgracia o por el sufrimiento de nuestro hermano. Ese es el corazón
que el Señor necesita para ser buenos y compasivos. Es así como debemos perdonamos siempre y, como Dios nos
perdona a nosotros.
4. ES
INDISPENSABLE EL PERDÓN.
Es
así, como para que la caridad siempre este viva y reine entre nosotros, es
indispensable el perdón. ¿Pero de cualquier tipo de faltas?, ¿También las
injurias? Jesús rechaza las limitaciones que quiso poner Pedro, para
destacar aún más la necesidad de perdonar y sin límites, nos pide perdonar
siempre de corazón. Lo mismo lo exige para el amor, cuando uno ama, ama de verdad,
de todo corazón, sin límite y siempre. Así es nuestro Dios Padre con
nosotros, así nos ha enseñado, y así debemos ser y actuar, pero no solo
perdonar a nuestro prójimo de corazón, además rogar por él, desearle todo
bien y hacer que llegue la paz, por sobre cualquier dificultad.
5. "PÁGAME
LO QUE ME DEBES".
Luego,
para ilustrar mejor su enseñanza, Jesús no enseña una parábola muy hermosa,
de aquel servidor que debía diez mil talentos y que se arroja a los pies de
su rey diciéndole: "Dame un plazo y te pagaré todo". El rey se
compadece y lo deja ir y le perdona la deuda, sin embargo al salir, este
servidor encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y,
tomándolo del cuello hasta ahogarlo, le dijo: "Págame lo que me debes".
El otro se arrojó a sus pies y le suplicó: "Dame un plazo y te pagaré
la deuda". Pero él no quiso y se comporta si ninguna misericordia, al
contrario lo encarceló hasta que pagara lo que debía. A nosotros no llega
al corazón esta parábola, porque nos damos cuenta de la falta de
generosidad de aquel que había recibido la benevolencia y la comprensión y
luego él se la niega a un hermano.
6. LO
ENTREGÓ EN MANOS DE LOS VERDUGOS HASTA QUE PAGARA TODO LO QUE DEBÍA.
Es
así como luego al enterarse el rey lo mandó llamar y le dijo:
"¡Miserable!" e indignado, lo entregó en manos de los verdugos
hasta que pagara todo lo que debía. Esa es la gran diferencia que quiere
destacar Jesús y nos pone en contrastes la generosidad de Dios, que nos
perdona grandes deudas, contra la mezquindad de los hombres, el cual muchas
veces ni siquiera quiere perdonar pequeñísimas cosas. Y no deja de ser
cierto la gran diferencia de nuestros pecados contra Dios y la de algunos
contra nosotros que comete nuestro prójimo o nosotros contra ellos, por eso
Jesús destaca que el servidor debía diez mil y a él tan solo cien.
7. DIOS
NO NOS PERDONARÁ, SI NOSOTROS NO PERDONAMOS
Pero
debemos tener muy en cuenta, que al final de este Evangelio, Jesús nos dice
“Lo mismo hará también mi Padre celestial con ustedes, si no perdonan de
corazón a sus hermanos". Esta deducción es muy clara, Dios no nos
perdonará, si nosotros no perdonamos. ¿Es justo esto?, lo que no es justo
es que nosotros pidamos perdón, Dios nos conceda misericordia (Perdona
nuestras deudas…), y nosotros no seamos capaces de perdonar (...así como
nosotros perdonamos a los que nos ofenden)
El Señor les Bendiga
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
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PARA
LA LECTIO DIVINA (3)
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DIOS ES ALGUIEN QUE
PERDONA INMENSAMENTE.
Con la venida de Jesús, el perdón se vuelve inmediatamente
perceptible. Para el evangelista Mateo, toda la obra de Jesús está
caracterizada por la remisión de los pecados: así en la curación del
paralítico (9,2-7), así con su sangre, «que se derrama por todos para el
perdón de los pecados» (26,28). Jesús intercede en la cruz por los que le
están crucificando: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen» (Lc
23,34).
El perdón de Dios, otorgado con generosidad y misericordia, se vuelve
normativo para las relaciones entre los discípulos: « ¿No debías haber
tenido compasión de tu compañero, como yo la tuve de ti?». La experiencia
de haber sido perdonados por Dios debe llevarnos al perdón de los hermanos.
Nuestra relación con el otro debe reflejar la de Dios con nosotros; lo que
él ha hecho por nosotros es el paradigma de lo que nosotros debemos hacer a
los otros. Hay, en la enseñanza de Jesús, algunos «como» sobre los que no
reflexionamos bastante. Cuando Jesús nos enseña el amor al prójimo,
establece unos cuanto «como» que forman una progresión que no admite
excusas: «Ama a tu prójimo como a ti mismo» (Mt 22,39; Gal 5,14), «como yo
os he amado» (Jn 15,12), «como yo amo al Padre» (Jn 14,31)... En el Padre
nuestro nos hace decir Jesús: «Perdona nuestras ofensas como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden». Con este «como» no nos enseña
Jesús que el precio para ser perdonados por Dios sea perdonar a nuestros
hermanos. Ni nos enseña que lo único que debemos hacer para ser perdonados
por él es perdonar; ni tampoco que si nosotros perdonamos imponemos al Dios
omnipotente la obligación de perdonamos. El perdón de Dios no es
simplemente el eco de nuestro espíritu de perdón. Es más bien lo contrario:
el pensamiento de la grandeza del perdón de Dios debería amonestamos y
ablandar nuestro corazón hasta el punto de hacernos desear también a
nosotros perdonar a los otros.
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ORACION (3)
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Padre, míranos en tu inmensa bondad, mira a estos siervos de la
parábola que deben una suma enorme a su patrón y ven perdonada toda su deuda.
Pero, apenas recibido este favor, cogemos por la garganta a los que no nos
deben casi nada para ordenarles que nos devuelvan todo y de inmediato.
Padre, nos olvidamos enseguida de que tú nos has perdonado todo.
Somos deudores con memoria corta, que nos convertimos en un instante en
acreedores despiadados, que exigen ser pagados hasta el último céntimo.
Guárdanos, Padre, de semejante arrogancia y de un olvido como éste, porque
tú nos has perdonado. Amén (G. Danneels,
Padre nostro que sei nei cieli, Milán 1992).
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FUENTES DE LA PAGINA
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La Página de la Misa Diaria, está preparada y es
enviada por Pedro S. A. Donoso Brant, desde Santiago de Chile, como un
servicio de apostolado, amor por Nuestro Señor Jesucristo y por la Iglesia.
Les ruego su oración, para que pueda mantenerse este servicio y subsidio,
dando gracias a nuestro Dios que tanto nos ama.
Nota: Para la Liturgia de la Palabra, utilizo
“Liturgia Cotidiana” de Ediciones San Pablo, para el estudio y comentario
de la Palabra, utilizo los textos de la Biblia Nácar-Colunga, (SBNC) y/o
Biblia de Jerusalén (SBJ),
(3) Para
la Lectio Divina, Lectio Divina para cada día del año, de Giorgio Zevini y
Pier Giordano Cabra (Eds.) y/o, Intimidad Divina, Fr. Gabriel de Santa M.
Magdalena ocd.
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caminandoconjesus@vtr.net
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