MISA DIARIA DE CAMINANDO CON JESUS

"La Eucaristía es fuente y culmen de toda la vida cristiana" (LG 11)

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Página de Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

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17-01-2021

Edición N.º MD 8.135

LITURGIA DE LAS HORAS

        

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Domingo 2ª durante el año. Verde

 

UNA EXPERIENCIA CONTAGIOSA

Jn 1,35-42

bto2 “Este es el Cordero de Dios”

Todo empieza con un testimonio. La fe de los discípulos y el hecho de que sigan a Jesús es consecuencia del testimonio de Juan. Así de sencillo. ¡Cuántas veces a lo largo de nuestra vida tenemos oportunidad de dar testimonio de Cristo! En cualquier circunstancia podemos indicar como Juan, con un gesto o una palabra, que Cristo es el Cordero de Dios, es decir, el que salva al hombre y da sentido a su vida. El que muchos crean en Cristo y le sigan depende de nuestro testimonio, mediante la palabra y sobre todo con la vida.

“Vengan y lo verán”.

El testimonio de Juan despierta en sus acompañantes el interés por Jesús; sienten un fuerte atractivo por Él. Por eso le siguen. Jesús no les da razones ni argumentos. Simplemente les invita a estar con Él, a hacer la experiencia de su intimidad. Y esta fue tan intensa que se quedaron el día entero y san Juan, muchos años más tarde recuerda incluso la hora –“hacia las cuatro de la tarde”–. También nosotros somos invitados a hacer esta experiencia de amistad con Cristo, de intimidad con Él. Venid y lo veréis. “Gustad y ved qué bueno es el Señor” (Sal 34,9).

“Lo llevó a Jesús”.

La experiencia de Cristo es contagiosa. El que ha experimentado la bondad de Cristo no tiene más remedio que darla a conocer. El que ha estado con Cristo se convierte también él en testigo. Pero no pretende que los demás se queden en él o en su grupo, sino que los lleva a Cristo. La actitud de Andrés nos enseña la manera de actuar todo auténtico apóstol: “Hemos encontrado al Mesías”. Y lo llevó a Jesús.

Para ver la Reflexión completa de las 3 lecturas y el salmo de la Liturgia de este domingo pinchar este link: (Enlace): PALABRA DE DIOS

 

 

I PARTE, RITOS INICIALES

ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 65,4

Toda la tierra se postra ante ti, Señor, y canta en tu honor, en honor de tu Nombre.

ACTO PENITENCIAL

·    Cordero de Dios, que nos invitas a seguirte. Señor, ten piedad.

·    Cordero de Dios que nos llamas a ser santos. Cristo, ten piedad.

·    Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo. Señor, ten piedad.

Se dice Gloria a Dios.

ORACIÓN COLECTA

Dios todopoderoso y eterno, que gobiernas tanto el cielo como la tierra, escucha con bondad las súplicas de tu pueblo y concede tu paz a nuestro tiempo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.

II PARTE, LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Dios llama al joven Samuel por su nombre, para encomendarle una misión especial.

Lectura del primer libro de Samuel. 1Sam 3, 3-10. 19

Samuel estaba acostado en el Templo del Señor, donde se encontraba el Arca de Dios. El Señor llamó a Samuel, y él respondió: “Aquí estoy”. Samuel fue corriendo adonde estaba Elí y le dijo: “Aquí estoy, porque me has llamado”. Pero Elí le dijo: “Yo no te llamé; vuelve a acostarte”.

Y él se fue a acostar. El Señor llamó a Samuel una vez más. Él se levantó, fue adonde estaba Elí y le dijo: “Aquí estoy, porque me has llamado”. Elí le respondió: “Yo no te llamé, hijo mío; vuelve a acostarte”.

Samuel aún no conocía al Señor, y la palabra del Señor todavía no le había sido revelada. El Señor llamó a Samuel por tercera vez. El se levantó, fue adonde estaba Elí y le dijo: “Aquí estoy, porque me has llamado”. Entonces Elí comprendió que era el Señor el que llamaba al joven, y dijo a Samuel: “Ve a acostarte, y si alguien te llama, tú dirás: Habla, Señor, porque tu servidor escucha”. Y Samuel fue a acostarse en su sitio. Entonces vino el Señor, se detuvo, y llamó como las otras veces: “¡Samuel, Samuel!”. El respondió: “Habla, porque tu servidor escucha”.

Samuel creció; el Señor estaba con él, y no dejó que cayera por tierra ninguna de sus palabras.

Palabra de Dios.

COMENTARIO: Este relato de la vocación de Samuel nos invita a ponernos a la escucha de Dios. Podríamos aquí recordar aquellos tres imperativos que encontramos al llegar a un cruce por donde pasa el tren: ¡PARE, MIRE, ESCUCHE! Sí, la vocación-misión del profeta nace de la certeza, progresivamente adquirida de que su interpretación de los acontecimientos responde verdaderamente a lo que el Dios de la Vida y de la historia, piensa y quiere y que una misión precisa se deriva de esta certeza, afrontando las rupturas necesarias. Samuel debe elegir y siente la fuerza de Dios como palabra que ha de comunicar. Él no buscó la Palabra, sino que ésta lo buscó a él, y lo encontró, abierto, receptivo y vigilante. Por eso fue su comunicador.

SALMO

En respuesta al llamado del Señor, el salmo es un canto de confianza y entrega a la voluntad de Dios. Participamos de esta oración, aclamando:

R. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

Sal 39, 2. 4. 7-10

Esperé confiadamente en el Señor: Él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor.

Puso en mi boca un canto nuevo, un himno a nuestro Dios. R.

Tú no quisiste víctima ni oblación; pero me diste un oído atento; no pediste holocaustos ni sacrificios, entonces dije: “Aquí estoy”. R.

“En el libro de la Ley está escrito lo que tengo que hacer: yo amo, Dios mío, tu voluntad, y tu ley está en mi corazón”. R.

Proclamé gozosamente tu justicia en la gran asamblea; no, no mantuve cerrados mis labios, tú lo sabes, Señor. R.

SEGUNDA LECTURA

San Pablo enseña que el cristiano ha de asumir positivamente la sexualidad de acuerdo con el plan de Dios.

Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto. 1Cor 6, 13-15. 17-20

Hermanos: El cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor es para el cuerpo. Y Dios, que resucitó al Señor, nos resucitará también a nosotros con su poder. ¿No saben acaso que sus cuerpos son miembros de Cristo? El que se une al Señor se hace un solo espíritu con él. Eviten la fornicación. Cualquier otro pecado cometido por el hombre es exterior a su cuerpo, pero el que fornica peca contra su propio cuerpo. ¿O no saben que sus cuerpos son templo del Espíritu Santo, que habita en ustedes y que han recibido de Dios? Por lo tanto, ustedes no se pertenecen, sino que han sido comprados, ¡y a qué precio! Glorifiquen entonces a Dios en sus cuerpos.

Palabra de Dios.

COMENTARIO: Los corresponsales de Pablo han interpretado mal uno de sus adagios: “Todo me está permitido”, y los libertinos lo han usado para justificar sus excesos. Pablo aprovecha la ocasión para recordar el valor y el sentido profundo del cuerpo y de la sexualidad.

Para el Apóstol la sexualidad compromete toda la persona en su relación afectiva con el otro; por eso, ella es directamente afectada por la unión con Cristo, lo mismo que el cuerpo, que pertenece al Señor, y que debe llegar a ser lo que es: Templo del Espíritu Santo. Por esta razón urge al hombre creyente o ateo, consciente de su dignidad, derechos y deberes luchar contra la fornicación, que tanto, en tiempos de Pablo como en nuestros días, es un capítulo de explotación del hombre por el hombre, que destruye la ecología humana y social.

ALELUYA Jn 1, 41. 17

Aleluya. Hemos encontrado al Mesías, es decir, al Cristo; por él nos han llegado la gracia y la verdad. Aleluya.

EVANGELIO

El ejemplo de los primeros discípulos es aleccionador: buscaron a Jesús y respondieron a su llamado.

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan. Jn 1, 35-42

Estaba Juan Bautista con dos de sus discípulos y, mirando a Jesús que pasaba, dijo: “Éste es el Cordero de Dios”.

Los dos discípulos, al oírlo hablar así, siguieron a Jesús. Él se dio vuelta y, viendo que lo seguían, les preguntó: “¿Qué quieren?”. Ellos le respondieron: “Rabbí –que traducido significa Maestro– ¿dónde vives?”. “Vengan y lo verán”, les dijo. Fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él ese día. Era alrededor de las cuatro de la tarde. Uno de los dos que oyeron las palabras de Juan y siguieron a Jesús era Andrés, el hermano de Simón Pedro. Al primero que encontró fue a su propio hermano Simón, y le dijo: “Hemos encontrado al Mesías”, que traducido significa Cristo. Entonces lo llevó a donde estaba Jesús. Jesús lo miró y le dijo: “Tú eres Simón, el hijo de Juan: tú te llamarás Cefas”, que traducido significa Pedro.

Palabra del Señor.

COMENTARIO: Juan nos cuenta cómo dos de sus amigos descubrieron al Maestro y lo siguieron, despertando a su vez la vocación de Simón, apodado Pedro por Jesús. El Maestro ejerce una atracción sobre los dos discípulos del Bautista, al ser presentado como el “Cordero de Dios”. En cuanto a las actitudes esenciales del discípulo, Juan las define con los verbos “seguir” y “buscar”. Cristo nos sale al camino, pero no se nos impone. Eso sí, se deja seguir, y cuando le preguntamos dónde vive, responde claramente: “Vengan y vean”. La expresión “seguir a Jesús”, tiene para Juan una resonancia que va más allá de esta tierra: se necesita “seguir el camino” para llegar algún día allí donde “mora” Cristo: la “casa del Padre” donde todos los discípulos de Jesús alcanzarán un día su gloria.

SE DICE EL CREDO

ORACIÓN DE LOS FIELES

A cada intención, aclamamos: Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

·    Por los llamados a la vida sacerdotal o religiosa: para que, sintiendo la alegría de su especial vocación, respondan con generosidad. Oremos.

·    Por los gobernantes y dirigentes de la sociedad: para que sientan que Dios los ha llamado a esas funciones para servir a los ciudadanos. Oremos.

·    Por los que buscan con sinceridad a Cristo: para que lo encuentren y lo sigan. Oremos.

·    Por nosotros y todos los fieles laicos: para que sintamos que Cristo nos llama a santificarnos allí donde se desarrolla nuestra vida. Oremos.

III PARTE, LITURGIA EUCARISTICA

Presentación de las ofrendas: El Señor ha puesto a nuestra disposición todos los bienes de la tierra. Por ello, junto al pan y el vino llevemos al altar los gozos y las fatigas que trae servir al prójimo.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Concédenos, Señor, participar dignamente de estos misterios, pues cada vez que celebramos el memorial del sacrificio de tu Hijo, se realiza la obra de nuestra redención. Por Jesucristo nuestro Señor.

PREFACIO DOMINICAL

Jesús quiere asociarnos a su misión salvadora. Por eso, levantemos el corazón en acción de gracias al Padre y cantemos gozosos el Santo porque el Señor nos eligió para anunciar en todas partes su grandeza.

ANTÍFONA DE COMUNIÓN Sal 22, 5

Tú preparas ante mí una mesa, y mi copa rebosa.

Comunión: Hermanos: Al comulgar nos unimos al Cordero de Dios, inmolado por nosotros y alimento de nuestras almas. Con alegría, marchemos a recibir el Pan de Vida.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Infúndenos en nosotros, Padre, tu espíritu de amor, para que, saciados con el único pan de vida, permanezcamos unidos en la misma fe. Por Jesucristo nuestro Señor.

IV PARTE, RITOS FINALES

Canto final

Queridos amigos: Volvamos a la vida diaria para ayudarnos unos a otros en la realización de nuestra vocación cristiana. Nos retiramos cantando.

 

  REFLEXIÓN BÍBLICA

 

“Hemos encontrado al Mesías, que traducido significa Cristo”

Juan 1, 35-42

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant


1.      AL OÍR QUE ERA EL CORDERO DE DIOS SIGUIERON A JESÚS

Nuevamente, la escena es situada cronológicamente al día siguiente, es un relato algo esquemático, pero muy atractivo. El Bautista tiene ante si una sí una concurrencia que no se precisa, posiblemente  gentes que venían a su bautismo. Sin embargo, se detalla que con él estaban dos de sus discípulos. Es conocido a través de los evangelios la existencia de un círculo de discípulos del Bautista. Ante ellos, el Bautista, viendo que Jesús pasaba por allí cerca, fijó los ojos en El, y testificó ante estos discípulos que era el Cordero de Dios. Esta testificación ante estos dos discípulos parece ser un indicio de que éstos no estaban con él cuando testificó lo mismo ante una asistencia sin denominación, ya que, al mostrarlo así como el Mesías, le hubiesen, probablemente, seguido entonces.

Al punto de oír proclamar al Bautista a Cristo como el Cordero de Dios siguieron a Jesús. Seguir a uno, ir detrás de, era sinónimo, en los medios rabínicos, de ir a su escuela, ser su discípulo. La forma de aoristo en que se encuentra el verbo, lo siguieron, lo mismo que el simbolismo intentado por el evangelista en la redacción de sus relatos históricos, parece sugerir, más que el hecho de una curiosidad por conocer al Mesías, al haberse hecho sus discípulos (Mt 4:18.19.22 par.; Jn 1:43). Es además, un doble sentido que tiene el verbo seguir en este relato de San Juan. Podría haber también en ello una anticipación de este primer contacto, conjugado con la vocación definitiva y elección oficial, que narran los sinópticos y omite Juan. Lo mismo puede decirse de las otras vocaciones aquí narradas.

2.      “¿QUÉ BUSCÁIS?”

Conociendo Cristo, al volverse, que le seguían, pero un seguirle que le hizo saber que le buscaban a El, les preguntó: “¿Qué buscáis?”

Le dijeron: “Rabí,” y el evangelista, interpretándolo para sus lectores asiáticos, lo vierte: “que quiere decir Maestro, ¿dónde vives?” El título de rabí o maestro de la Ley sólo lo tenían oficialmente los rabís que lo habían recibido de la autoridad religiosa después de un largo aprendizaje de años. Pero todo el que tenía discípulos era llamado rabí. Se lo usa como título de cortesía. Frecuentemente aparece Cristo llamado así por diversas gentes (Mt 17:24, etc.).

Aquellos discípulos del Bautista requerían tiempo y profunda intimidad en lo que querían tratar con él. No era oportuno tratarlo allí entre las afluencias que venían al bautismo de Juan. ¿Sería ello un indicio de ofrecimiento indirecto a seguirle como discípulos? Se diría lo más probable. Pues viviendo en un círculo de orientación al Mesías, bajo la dependencia del Bautista, se explicaría bien que, al ser mostrado por éste, se quisieran incorporar a lo que orientaba su vida de discípulos de Juan. La respuesta de Cristo fue: “Vengan y lo verán”, Era la fórmula usual en curso: “Ven y ve,”tanto en el medio bíblico (Sal 46:9) como en el neotestamentario (Jn 1:46; 11:34) y rabínico.

3.      ESTOS DISCÍPULOS FUERON Y SE QUEDARON CON EL

Ante esta invitación, estos discípulos fueron y se quedaron con El aquel día. Y se señala que era como la hora décima.

Su morada debía de ser una de aquellas cabañas improvisadas, de cañas y follaje, en que pasar la noche.

La hora décima era sobre las cuatro de la tarde. Los judíos dividían el día en doce horas (Jn 4:6.52; 19:14), aunque vulgarmente, por dificultad de precisar estas horas, solían dividirlo en cuatro períodos u horas. Si esta escena tiene lugar uno o dos meses antes de la Pascua que cita luego (Jn 2:13ss), sería en febrero-marzo, en que el sol se pone unas dos horas después de la hora citada. En Jerusalén, la puesta del sol del 7 de abril, como se dice a propósito de la muerte de Cristo, es a las 6:23. Conforme a las costumbres de Oriente, hubieron de pasar aquella noche con El, pues ya declinaba el día (Lc 24:29).

El evangelista da el nombre de uno de estos dos discípulos del Bautista. Era Andrés, hermano de Simón Pedro.

4.      ¿QUIÉN ERA EL OTRO DISCIPULO?

Del otro no se da el nombre. ¿Quién era? A partir de San Juan Crisóstomo  se suele admitir, generalmente, que se identifica con el otro discípulo anónimo del que se dice varias veces en este evangelio que era el discípulo al que amaba el Señor. A esto suelen añadir la vivacidad del relato, el fijar la hora en que sucedió; todo lo cual indicaría un testigo ocular. El anonimato en que queda sería como el signo que indica al autor mismo. Pero no puede decirse que sean razones decisivas.

Otra tendencia moderna tiende a identificarlo con el apóstol Felipe. Este y Andrés aparecen juntos en algunas listas apostólicas (Mc 3:18; ti. Hechos 1:13). En el cuarto evangelio, Felipe aparece frecuentemente al lado de Andrés (Jn 6:5-9; 12:20.21). Sin embargo, el encuentro que tiene al otro día Cristo con Felipe, al que manda seguirle,  hace difícil esto (v.43).

5.      “HEMOS ENCONTRADO AL MESÍAS, QUE TRADUCIDO SIGNIFICA CRISTO”

Tal como comentaba al principio, el relato es esquemático, porque faltan detalles,  la ausencia del lugar geográfico y tema de aquella conversación, lo que si queda claro son tres acciones, se sigue a Cristo, se va donde el está y se queda con EL.

A esto llevaría también la pregunta de Cristo: “¿Qué quieren?” Se le llama aquí Rabí, y se le interpreta Maestro. Sería, en evocación del A.T., Cristo-Sabiduría, que llama a los hombres a sí para enseñarles. A esta pregunta de Cristo se respondería por estos dos discípulos, máxime si Felipe era el otro que fue a hablar con Cristo: “Hemos” encontrado al Mesías (v.41). Sería el tema del A.T., realizado ahora por Cristo: hay que buscar la Sabiduría para encontrarla.

El hermano de Pedro, Andrés, después de venir de estar con Cristo, encontró a Pedro. La presentación que de Cristo hizo el Bautista a Andrés, como el Cordero de Dios,  fórmula mesiánica, y la confirmación que de su mesianismo tuvo en su conversión, le hizo volcarse, con todo el ardor de su nueva fe y con el fuego de su temperamento Galileo, en entusiasmo y apostolado. Y, al encontrar a Pedro, le dijo con plena convicción: “Hemos encontrado al Mesías.” Y el evangelista vierte el término para sus lectores griegos: “que significa decir el Cristo.”

6.      AL LLEGAR A SU PRESENCIA, CRISTO LE MIRÓ FIJAMENTE

Pero no quedó su fe en esta sola confesión. Andrés le condujo a Jesús. Al llegar a su presencia, Cristo le miró fijamente. Este verbo significa aquí un mirar profundo de Cristo, con el que sondea el corazón de Pedro y lo sabe apto para el apostolado y para la misión pontifical que le comunicará. Es el “mirar” de Cristo, con el que descubrirá en seguida a Natanael un misterio de su vida.

Y, mirándole así, le dijo: “Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas”, que traducido significa Pedro.”

El nombre de Simón era usual en Israel. Pero aquí le dice que es hijo de Juan mientras que en Mt le dice ser hijo de Yoná (cf. Mt 16:17).

El nombre de Cefas corresponde al arameo Kepha, roca, piedra. En Mc (3:16) y Lc (6:14), Cristo le da a Simón el nombre de Pedro al hacer la institución de los apóstoles en el sermón del Monte. En cambio, en Mt, en la lista de los apóstoles, se habla de “Simón, llamado Pedro” (Mt 10:2). Este anuncio del cambio de su nombre que se hace aquí ahora en este pasaje del cuarto evangelio.

7.      HABLA DE JESÚS A SU DISCÍPULOS Y SE LOS MUESTRA

Juan Bautista se nos muestra en este evangelio como un hombre generoso y no egoísta, habla de Jesús a sus discípulos y se los muestra, con esta acción los impulsa a seguirlo. Así como los discípulos de Juan siguieron a Jesús, nosotros también podemos seguirlo y convertirnos en sus discípulos. Pero no es suficiente con seguir a Cristo, es preciso convertirse de discípulo a apóstol para darlo a conocer y mostrársele a los demás, con nuestro testimonio de vida, con nuestras acciones, con nuestras palabras.

No tengamos miedo, Jesús se deja apreciar por todo aquel que lo quiere seguir, por todo aquel que lo busca, vayamos a El con sencillez y El nos hará sentir su Espíritu, nos llenara de su gracia, y seguro que saldremos entusiasmados, como Andrés a invitar a otro para que le conozca.

El Señor les Bendiga

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

PARA LA LECTIO DIVINA  (3)

 

LA LLAMADA DE DISCÍPULOS TRAS EL MAESTRO ES UN HECHO QUE SE REPITE EN TODO TIEMPO DE LA IGLESIA

Leyendo el evangelio uno queda fascinado por el misterio de la persona de Jesús y por su gran humanidad, que colma y satisface las aspiraciones fundamentales del hombre. Buscar quién es Jesús es descubrirlo a través del comportamiento de las personas que se encuentran con Él. Penetrar en el misterio de Jesús significa observar el mundo que lo rodea y descubrir el modo en que él se relaciona con los otros. La llamada de discípulos tras el Maestro es un hecho que se repite en todo tiempo de la Iglesia. Es importante que un testigo sepa leer los acontecimientos de su vida y, penetrando por experiencia en lo íntimo del corazón de Jesús, sepa indicarlo a los otros. También la misión del Bautista, cuando Jesús se presentó en el Jordán, estaba para terminar: el amigo del esposo debe saber retirarse cuando llega el esposo (d. Jn 3,29-30) para ceder el puesto a otro.

Jesús, que no es de este mundo sino que viene del Padre, debe tomar la iniciativa en la vida de todo hombre. Él pasa siempre entre nosotros, esperando que alguno recoja el testimonio de quien lo anuncia. En la vida de cada uno de nosotros hay un día, un encuentro que ha marcado un cambio radical de nuestra existencia: la llamada personal e imprevisible de Dios con vistas a nuestra misión. Con frecuencia Él, para llamarnos, se sirve de otros "Juan Bautista", que pueden ser los padres, un amigo, un sacerdote, un libro, un retiro espiritual u otra cosa, pero es Él quien nos llama a seguirlo para construir un mundo nuevo. El peligro es que pase en vano por nosotros, por no haberlo escuchado atentamente.

ORACION (3)

 

Señor, cada día somos llamados a optar por pertenecerte o rechazarte. Es absurdo, además de peligroso, intentar conciliar lo incompatible. Has puesto en nuestros corazones de creyentes una fuerza, un germen divino: tu Palabra vivificada por el Espíritu Santo. Ella nos posibilita resistir al antiguo tentador y vencer el mal.

Tú nos dijiste con palabras del evangelista Juan que “el que ha nacido de Dios no puede pecar” (l Jn 3,9), porque somos tus hijos y para nosotros vivir es pertenecerte. Esta impecabilidad, sin embargo, no es una realidad ya adquirida sino, más bien, una conquista personal por realizar día a día con tu ayuda y con renuncias, sacrificios, mortificaciones, haciendo fructificar las semillas que son tu Palabra y tu gracia. Recibimos las dos en el bautismo y continuamente las alimentas con las innumerables gracias actuales que tú, Señor, das a quienes creen en ti. Nuestro compromiso quiere ser, pues, el de decirte "sí" en el "dejamos hacer" por tu Espíritu, poniendo en práctica tu Palabra para "obrar en justicia", que es compromiso de amor fraterno y entrega de nuestra vida a quien tiene necesidad de nuestra ayuda.

Señor, haz que en nuestra existencia cotidiana te sepamos buscar siempre con el mismo deseo de los primeros discípulos. A veces te buscamos sin saber quién eres ni dónde podemos encontrarte. Haznos ver cuál es tu morada en nuestro mundo y haz que nuestras fuerzas estén siempre al servicio de los pequeños y de los pobres, entre los cuales has elegido vivir.

SANTORAL (4)

 

SAN ANTONIO ABAD S. IV

Ha sido llamado también el abad, que significa el padre; porque fue verdaderamente "el padre de los cenobitas"; de aquellos que en el siglo IV prefirieron llevar en común la vida ascética contemplativa.

«Si quieres llegar hasta el final, vende lo que tienes, da el dinero a los pobres, y luego vente conmigo». Acababa Antonio - joven cristiano del Alto Egipto - de recibir la herencia de su familia cuando, al entrar en una iglesia, escuchó esas palabras del Evangelio. Al salir, puso al punto en práctica la palabra del Señor. Partió seguidamente al desierto, en donde había de vivir durante casi un siglo sin lamentar jamás aquel gesto de locura de sus veinte años.

Desde el año 312 hasta su muerte el 17 de enero del año 356 reside establemente en Monte Colzum, frente al mar Rojo. Agua y palmeras no muy lejos de su pequeña cabaña; y más cerca, muy pronto, un enjambre de chozas individuales pobladas de fieles seguidores de su regla viva.

A la sombra de las palmeras, había de «servir al Señor con una vida santa» de negación de sí mismo y de lucha contra «el príncipe de las tinieblas». Pero, también allí, llegaría a descubrir la dicha de no tener otras riquezas que a Dios y de amarle al Señor «siempre sobre todas las cosas». La dura exigencia de la ascesis no endureció su corazón, sino que hizo brotar en él la fuente viva de la ternura y el gozo: «Servid al Señor con santa alegría y caminad siempre en su presencia», era la consigna de Antonio a sus seguidores. Estos se contaron por millares, ya que "¿cómo no iba a arrastrar un hombre semejante a quienes buscan lo absoluto?".

Un gran confidente y biógrafo de San Antonio el Grande será San Atanasio, el obispo de Alejandría; y llegará a conseguir del abad ya centenario que instruya a Alejandría en la fe del Concilio de Nicea.      Floreciente, significa Antonio, en su expresión griega de Antón. Su popularidad taumatúrgica llegará a invocarse, no sólo en beneficio de los hombres sino también de los animales. Con la bendición de San Antonio muchas familias alimentarían en común un lechón porcino para los pobres; que, distribuido el día de San Antón, terminará acompañando la imagen misma del Santo Abad.

FUENTES DE LA PAGINA

 

La Pagina de la Misa Diaria, esta preparada y es enviada por Pedro S. A. Donoso Brant ocds, desde Santiago de Chile, como un servicio de apostolado, amor por Nuestro Señor Jesucristo y por la Iglesia. Les ruego su oración, para que pueda mantenerse este servicio y subsidio, dando gracias a nuestro Dios que tanto nos ama.

Nota: Para la Liturgia de la Palabra, utilizo “Liturgia Cotidiana” de Ediciones San Pablo, para el estudio y comentario de la Palabra, utilizo los textos de la Biblia Nácar-Colunga, (SBNC) y/o Biblia de Jerusalén (SBJ),

(3) Para la Lectio Divina, Lectio Divina para cada día del año, de Giorgio Zevini y Pier Giordano Cabra (Eds.) y/o, Intimidad Divina, Fr. Gabriel de Santa M. Magdalena ocd,

(4) Santoral preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo.

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