MISA DIARIA DE CAMINANDO CON JESUS
"La Eucaristía es fuente
y culmen de toda la vida cristiana" (LG 11)
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Página de
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
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17-10-2022
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Edición Nº 9.406
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LITURGIA
DE LAS HORAS
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ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 16, 6. 8
Yo te invoco, Dios mío, porque tú me respondes;
inclina tu oído hacia mí y escucha mis palabras. Protégeme como a la pupila
de tus ojos, escóndeme a la sombra de tus alas.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, concédenos
permanecer fieles a tu santa voluntad y servirte con un corazón sincero.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la
unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Ef 2, 1-10
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los
cristianos de Éfeso.
Hermanos:
Ustedes estaban muertos a causa de las faltas y pecados que cometían,
cuando vivían conforme al criterio de este mundo, según el Príncipe que
domina en el espacio, el mismo Espíritu que sigue actuando en aquéllos que
se rebelan. Todos nosotros también nos comportábamos así en otro tiempo,
viviendo conforme a nuestros deseos carnales y satisfaciendo nuestra
concupiscencia y nuestras malas inclinaciones, de manera que por nuestra
condición estábamos condenados a la ira, igual que los demás. Pero Dios,
que es rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó, precisamente
cuando estábamos muertos a causa de nuestros pecados, nos hizo revivir con
Cristo –¡ustedes han sido salvados gratuitamente!– y con Cristo Jesús nos
resucitó y nos hizo reinar con Él en el cielo. Así, Dios ha querido
demostrar a los tiempos futuros la inmensa riqueza de su gracia por el amor
que nos tiene en Cristo Jesús. Porque ustedes han sido salvados por su
gracia, mediante la fe. Esto no proviene de ustedes, sino que es un don de
Dios; y no es el resultado de las obras, para que nadie se gloríe. Nosotros
somos creación suya: fuimos creados en Cristo Jesús, a fin de realizar
aquellas buenas obras, que Dios preparó de antemano para que las
practicáramos.
Palabra de Dios.
Comentario: San Pablo afirma que toda
persona fue creada por Dios y, por ello, tiene un lazo de dependencia hacia
él. A causa de sus pecados, el hombre, perdió su dignidad de hijo de Dios.
Y en esta condición sólo el amor y la misericordia de Dios hicieron que
recupera su lugar en el proyecto divino sobre este mundo. De aquí en más
nadie se podrá gloriar por lo que es y lo que hace, todo es gracia y
respuesta al don que Dios confía a la persona.
SALMO Sal
99, 1-5
R. El Señor nos hizo, a Él pertenecemos.
Aclame
al Señor toda la tierra, sirvan al Señor con alegría, lleguen hasta Él con
cantos jubilosos. R.
Reconozcan
que el Señor es Dios: Él nos hizo y a Él pertenecemos; somos su pueblo y
ovejas de su rebaño. R.
Entren
por sus puertas dando gracias, entren en sus atrios con himnos de alabanza,
alaben al Señor y bendigan su Nombre. R.
¡Qué
bueno es el Señor! Su misericordia permanece para siempre, y su fidelidad
por todas las generaciones. R.
ALELUYA
Mt 5, 3
Aleluya.
Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el
Reino de los Cielos. Aleluya.
EVANGELIO
Lc 12, 13-21
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san
Lucas.
Uno
de la multitud dijo a Jesús: «Maestro, dile a mi hermano que comparta
conmigo la herencia». Jesús le respondió: «Amigo, ¿quién me ha constituido
juez o árbitro entre ustedes?» Después les dijo: «Cuídense de toda
avaricia, porque aun en medio de la abundancia, la vida de un hombre no
está asegurada por sus riquezas». Les dijo entonces una parábola: «Había un
hombre rico, cuyas tierras habían producido mucho, y se preguntaba a sí
mismo: “¿Qué voy a hacer? No tengo dónde guardar mi cosecha”. Después
pensó: “Voy a hacer esto: demoleré mis graneros, construiré otros más
grandes y amontonaré allí todo mi trigo y mis bienes, y diré a mi alma:
Alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe
y date buena vida”. Pero Dios le dijo: “Insensato, esta misma noche vas a
morir. ¿Y para quién será lo que has amontonado?” Esto es lo que sucede al
que acumula riquezas para sí, y no es rico a los ojos de Dios».
Palabra del Señor.
Comentario: El sentido de la vida no
depende de los bienes materiales que puedan poseerse, y que pueden
convertirse en los dioses que se idolatran. Jesús propone descubrir los
valores del Reino, como el tesoro perdurable. El mensaje está ejemplarizado
en aquel rico que había tenido un año espectacular en sus cosechas y, a la
hora de querer gozarlos, Dios lo llama de este mundo. ¿De qué le valió todo
lo acumulado?
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, concédenos ofrecerte estos dones con un
corazón generoso, para que tu gracia nos purifique por estos mismos
misterios que celebramos. Por Jesucristo nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Sal 32, 18-19
Los ojos del Señor están fijos sobre sus
fieles, sobre los que esperan en su misericordia, para librar sus vidas de
la muerte y sustentarlos en el tiempo de indigencia.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, te pedimos que nos aproveche la
celebración de este misterio, para que seamos ayudados por tus beneficios
en esta vida y crezcamos en el conocimiento de los bienes eternos. Por
Jesucristo nuestro Señor.
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REFLEXIÓN BÍBLICA
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“Eviten toda clase de avaricia, porque el alma
del hombre no depende de la abundancia de los bienes que posea”.
Lc 12, 13-21
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
1. MAESTRO, DILE A MI HERMANO QUE
COMPARTA CONMIGO LA HERENCIA
En aquel tiempo, hallándose
Jesús en medio de una multitud, un hombre le dijo: Maestro, dile a mi
hermano que comparta conmigo la herencia”. En este relato, Lucas pone una
introducción histórica, que le da motivo para insertar luego la parábola
sobre la avaricia. Es el único evangelista que la trae. Esta persona le
pide, basado en el prestigio que tenía, más que como un simple rabí, que
intervenga en un asunto familiar.
En la Ley se decía que el
hermano mayor, cuando eran dos, llevaría dos partes de la hacienda, y el menor
una (Dt 21:17). Pero, cuando eran más hermanos, los rabinos resolvían la
cuestión de maneras distintas. En la Mishna hay una sección para las
herencias, y que era orientadora para las consultas que les hacían a los
rabinos. Nada se dice aquí si el mayor retenía injustamente la parte del
menor o si, siendo varios, a éste no le satisfacía la solución aceptada
según el criterio rabínico. En todo caso, siempre era un asunto enojoso la
intromisión en partición de herencias, y, sobre todo, Cristo le hace ver
que su misión es otra, no la de arreglar cuestiones materiales. “No quiere
aparentar que aprueba una actitud de absorción por los bienes de este
mundo”
2. UN HOMBRE RICO TUVO UNA GRAN COSECHA
Y SE PUSO A PENSAR
Lucas relata la parábola de
Jesús contra la avaricia. Lo que sugiere en el hermano antes citado una
retención injusta de la hacienda.
Jesús nos ilustra con esta
parábola de un rico que sólo se dedica a atesorar riquezas, pensando
disfrutar largos años de buena vida con ellas. Pero la muerte le sobrevino:
la avaricia le hizo no poder disfrutarlas. La palabra “alma” está por vida.
Se le llama “insensato” que en A.T. (Sal 14) se aplica al que, en la
práctica, niega a Dios; aquí absorbido por las riquezas de la vida. Y
termina con esta sentencia: “Así será el que atesora para sí y no es rico
ante Dios.”
Este versículo añade un
elemento nuevo a la parábola. Esta hace ver la inutilidad del atesorar para
prolongar la existencia, pero aquí se añade un pensamiento nuevo: la
riqueza en función de la vida eterna. Por eso algunos la tienen por un
elemento “adventicio” a la parábola, aunque tomado de otra sentencia del
Señor.
3. “EVITEN TODA CLASE DE AVARICIA”
Y dirigiéndose a la multitud,
dijo: “Eviten toda clase de avaricia, porque el alma del hombre no depende
de la abundancia de los bienes que posea”.
La avaricia es uno de los
pecados capitales, está prohibido por el noveno y décimo mandamiento. (CIC
2514, 2534). Es importante en la vida del cristiano saber se este mal, para
no caer en la insensatez.
Recordemos que el Señor nos
también nos dice: El que no renuncie a todo lo que posee, no puede ser
discípulo mío (Lc 14,33) y en el Catecismo Católico, (2536) se dice que el
décimo mandamiento proscribe la avaricia y el deseo de una apropiación
inmoderada de los bienes terrenos. Prohíbe el deseo desordenado nacido de
lo pasión inmoderada de las riquezas y de su poder. Prohíbe también el
deseo de cometer una injusticia mediante la cual se dañaría al prójimo en
sus bienes temporales:
Cuando la Ley nos dice:
"No codiciarás", nos dice, en otros términos, que apartemos
nuestros deseos de todo lo que no nos pertenece. Porque la sed del bien del
prójimo es inmensa, infinita y jamás saciada, como está escrito: "El
ojo del avaro no se satisface con su suerte" (Si 14,9) (Catec. R.
3,37) (1 Co 6,10). "No robarás" (Dt 5,19). "Ni los ladrones,
ni los avaros...ni los rapaces heredarán el Reino de Dios" (CC 2450)
4. EL ANSIA O DESEO DESORDENADO Y
EXCESIVO POR LA RIQUEZA.
La avaricia es el afán
excesivo de poseer y de adquirir riquezas para atesorarlas o la Inclinación
o deseo desordenado de placeres o de posesiones.
“La avaricia (del latín
"avarus", "codicioso", "ansiar") es el ansia
o deseo desordenado y excesivo por la riqueza. Su especial malicia,
ampliamente hablando, consiste en conseguir y mantener dinero, propiedades,
y demás, con el solo propósito de vivir para eso”.
Dice Santo Tomás: Cuando el
amor desordenado de sí mismo se convierte en deseo de los ojos, la avaricia
no puede ser retenida. El hombre quiere poseerlo todo para tener la
impresión de que se pertenece a sí mismo de una manera absoluta. La
avaricia es un pecado contra la caridad y la justicia. Es la raíz de muchas
otras actitudes: perfidia, fraude, perjurio, endurecimiento del corazón.
El instinto de conservación,
se manifiesta en esa perversión que no hace más que exagerar el instinto de
economía y ahorro.
La avaricia sobrepasa la
precaución y la prudencia; es un vicio espiritual, puesto que ha dado lugar
a la precaución de la precaución, y ambiciona no carecer de nada. La
avaricia es la enfermedad del ahorro. A veces, este pecado es considerado
como una virtud en razón de la modestia de vida del avaro y de su lógica
ante el porvenir.
Teólogos y científicos han
observado la psicología del avaro y han comprendido la perversión moral y
psicológica de tal hombre. El avaro se aparta de los demás, se encierra en
sí mismo y se impone una austeridad que va incluso en contra de sus
necesidades vitales. Como menos de lo necesario, pierde horas de sueño
(para velar su fortuna), vive en la obsesión del robo o del incendio.
5. ¿PARA QUIÉN SERÁN TODOS TUS BIENES?’
El Evangelio (Mt, 6,24) dice
“Nadie puede servir a dos patrones: necesariamente odiará a uno y amará al
otro, o bien cuidará al primero y despreciará al otro. Ustedes no pueden
servir al mismo tiempo a Dios y al Dinero”
De acuerdo este relato, el personaje de la parábola
es un rico que, tras haber obtenido una abundante cosecha, decide
almacenarla en unos nuevos y grandiosos graneros, saboreando ya el placer
tanto de poseer muchos bienes como de disponer de muchos años para gozarlos
alegremente. Sin embargo, Dios le despierta de su estupidez haciéndole
consciente de que no es él el dueño de su vida y de que, de un momento a
otro (siempre muy pronto), será llamado a entregarla al Señor.
El Señor nos quiere hacer ver
que quien piensa en acumular bienes para enriquecerse en vistas a un
interés sólo personal es un insensato, porque es ante Dios, realizando el
precepto del amor, como se enriquece el hombre. En efecto, sólo dando es
como nos enriquecemos del amor de Dios y de su premio eterno.
Jesús nos ha recomendado que
no acumulemos tesoros en la tierra, sino en el cielo, y nos ha hecho
conscientes de que allí donde consideremos que está nuestro tesoro, allí
estará constantemente nuestro corazón (cf. Mt 6,19ss). En consecuencia, es
importante que, especialmente en las profundidades del corazón, nos
mantengamos libres de los “apetitos de la carne” que nos llevan a este
desordenado instinto de la ambición.
El Señor
les Bendiga
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
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PARA LA LECTIO DIVINA (3)
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QUE NO ACUMULEMOS TESOROS EN LA TIERRA, SINO EN
EL CIELO
Lc
12, 13-21
Jesús
nos dice en el Evangelio de hoy: “Cuídense de toda avaricia…”
La
petición no sólo para los judíos y los paganos convertidos, sino también
para todos nosotros que vivimos en una sociedad que ha vuelto a ser pagana
y muy ambiciosa de bienes.
Jesús
nos hace comprender que es importante que el camino de crecimiento
espiritual se desarrolle en nosotros y sobre todo bajo la enseñanza de la
auto vigilancia, por eso nos dice: “cuídense”, es decir el cuidado a sí
mismo, preocuparse por nuestro bien.
Sólo
si vigilo mis deseos y mis apetitos, (siempre dispuestos a levantarse desde
la raíz amarga de la codicia que anida en los rincones del corazón) podré
ser una persona libre.
Sólo
si, a la luz del Espíritu Santo, me ejército en discernir en mí entre los
deseos buenos y los deseos malos, entre la voluntad buena y la voluntad
mala, sabré administrar los dones de Dios -tanto materiales como
espirituales-: no en virtud de la avidez egoísta o del orgullo espiritual,
sino en virtud del Reino de Dios y de su justicia que es santidad.
Jesús
nos ha recomendado que no acumulemos tesoros en la tierra, sino en el
cielo, y nos ha hecho conscientes de que allí donde consideremos que está
nuestro tesoro, allí estará constantemente nuestro corazón (Mt 6,19ss). En
consecuencia, es importante que, especialmente en las profundidades del
corazón, nos mantengamos libres de los apetitos negativos, aprendiendo a
comprender es triste expresión: “cuánta amargura hay escondida en la
dulzura del mundo”. Entonces, revigorizados por el Espíritu, nos será
posible crecer en la vida espiritual, que consiste en “hacerse rico a los
ojos Dios”, es decir, en aprender el arte de vivir amando, en la entrega
generosa y alegre de nosotros mismos.
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ORACION
(3)
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Señor:
Te ruego que limpies con tu
Espíritu Santo mi corazón.
Haz que no habiten en él los apetitos
nocivos del alma, sino sólo los del Espíritu. Recuérdame que mi vida pasa
como la flor de la hierba (cf. 1 Pe 1,24) y que la codicia es una gran
estupidez.
Concédeme, un corazón libre
del apego y de la avidez del tener, para dedicarme a ser tal como tú me has
creado, “a imagen y semejanza” de ti, que eres amor.
Pedro
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FUENTES DE LA PAGINA
ESTA PERMITIDO EL RE-ENVIO, LA
COPIA Y LA PUBLICACIÓN DE ESTA PAGINA, SOLO NO OLVIDE DE INDICAR EL AUTOR Y
LAS FUENTES DE ORIGEN
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La Página de la Misa Diaria, está preparada y es
enviada por Pedro S. A. Donoso Brant, desde Santiago de Chile, como un
servicio de apostolado, amor por Nuestro Señor Jesucristo y por la Iglesia.
Les ruego su oración, para que pueda mantenerse este servicio y subsidio,
dando gracias a nuestro Dios que tanto nos ama.
Nota: Para la Liturgia de la Palabra, utilizo
“Liturgia Cotidiana” de Ediciones San Pablo, para el estudio y comentario
de la Palabra, utilizo los textos de la Biblia Nácar-Colunga, (SBNC) y/o Biblia
de Jerusalén (SBJ),
(3)
Para la Lectio Divina, Lectio Divina para cada día del año, de Giorgio
Zevini y Pier Giordano Cabra (Eds.) y/o, Intimidad Divina, Fr. Gabriel de
Santa M. Magdalena ocd.
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