MISA DIARIA DE CAMINANDO CON JESUS
"La Eucaristía es fuente
y culmen de toda la vida cristiana" (LG 11)
|

Página de
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
24 años en
Internet
La edición
de la Misa Diaria, Reflexión Bíblica, Lectio Divina y Santoral, enviada por
correo por sistema de grupos, es las más antigua de Internet, comenzó en el
año 1998 y hoy llega a más de 23.500 suscriptores. Si desea suscribirse o
comunicar algo, escriba al correo electrónico: caminandoconjesus@vtr.net
Está permitido el renvío, la copia y la
publicación de esta página, solo ruego indicar el autor y las fuentes de
origen.
|
Este subsidio está publicado todos los días en el WEB www.caminando-con-jesus.org
en este ENLACE: MISA DIARIA
Cantidad de visitas acumuladas desde el año 2003
al ENLACE Misa Diaria:
|
WEB: www.caminando-con-jesus.org www.caminando-con-maria.org www.santateresadelosandes.cl
|
23.817
|
19-08-2022
|
Edición Nº 9.356
|
LITURGIA DE LAS HORAS
|

|
ANTÍFONA
DE ENTRADA Sal 83, 10-11
Señor, protector nuestro, mira el rostro de tu Ungido, porque vale
más un día en tus atrios que mil en otra parte.
ORACIÓN
COLECTA
Dios nuestro, que has preparado bienes invisibles para los que te
aman, infunde en nuestros corazones la ternura de tu amor para que,
amándote en todas y sobre todas las cosas, alcancemos tus promesas que
superan todo deseo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA
Ez 37, 1-14
Lectura de la profecía de Ezequiel.
La mano del Señor se posó sobre mí, y el Señor me sacó afuera por
medio de su espíritu y me puso en el valle, que estaba lleno de huesos.
Luego me hizo pasar a través de ellos en todas las direcciones, y vi que
los huesos tendidos en el valle eran muy numerosos y estaban resecos. El
Señor me dijo: «Hijo de hombre, ¿podrán revivir estos huesos? “Yo respondí:
«Tú lo sabes, Señor”. Él me dijo: «Profetiza sobre estos huesos,
diciéndoles: “Huesos secos, escuchen la palabra del Señor. Así habla el
Señor a estos huesos: Yo voy a hacer que un espíritu penetre en ustedes, y
vivirán. Pondré nervios en ustedes, haré crecer carne sobre ustedes, los
recubriré de piel, les infundiré un espíritu, y vivirán. Así sabrán que Yo
soy el Señor”». Yo profeticé como se me había ordenado, y mientras
profetizaba, se produjo un temblor, y los huesos se juntaron unos con
otros. Al mirar, vi que los huesos se cubrían de nervios, que brotaba la
carne y se recubrían de piel, pero no había espíritu en ellos. Entonces el
Señor me dijo: «Convoca proféticamente al espíritu, profetiza, hijo de
hombre, tú dirás al espíritu: “Así habla el Señor: Ven, espíritu, ven de
los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos para que revivan”». Yo
profeticé como Él me lo había ordenado, y el espíritu penetró en ellos. Así
revivieron y se incorporaron sobre sus pies. Era un ejército inmenso. Luego
el Señor me dijo: «Hijo de hombre, estos huesos son toda la casa de Israel.
Ellos dicen: “Se han secado nuestros huesos y se ha desvanecido nuestra
esperanza. ¡Estamos perdidos!” Por eso, profetiza diciéndoles: “Así habla
el Señor: Yo voy a abrir las tumbas de ustedes, los haré salir de ellas, y
los haré volver, Pueblo mío, a la tierra de Israel. Y cuando abra sus
tumbas y los haga salir de ellas, ustedes, mi Pueblo, sabrán que Yo soy el
Señor. Yo pondré mi espíritu en ustedes, y vivirán; los estableceré de
nuevo en su propio suelo, y así sabrán que Yo, el Señor, lo he dicho y lo
haré”».
Palabra de Dios.
Comentario
Cuando todo parece muerto, cuando no hay esperanza de vida ni signos
de un cambio vital, Dios llama a Ezequiel para anunciar un renacimiento. La
fe del profeta es doble: por un lado, cree que el pueblo puede volver a
nacer, y por otro, cree que Dios puede lograrlo.
SALMO
S al 106, 2-9
R. ¡Den gracias al Señor, porque es bueno!
Que lo digan los redimidos por el Señor, los que Él rescató del
poder del enemigo y congregó de todas las regiones: del norte y del sur,
del oriente y el occidente. R.
Los que iban errantes por el desierto solitario, sin hallar el
camino hacia un lugar habitable. Estaban hambrientos, tenían sed y ya les
faltaba el aliento. R.
Pero en la angustia invocaron al Señor, y Él los libró de sus
tribulaciones: los llevó por el camino recto, y así llegaron a un lugar
habitable. R.
Den gracias al Señor por su misericordia y por sus maravillas en
favor de los hombres, porque Él sació a los que sufrían sed y colmó de
bienes a los hambrientos. R.
ALELUYA
Sal 24, 4. 5
Aleluya. Señor, enséñame tus senderos, guíame por el camino de tu
fidelidad. Aleluya.
EVANGELIO Mt 22, 34-40
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san
Mateo.
Cuando los fariseos se enteraron de que Jesús había hecho callar a
los saduceos, se reunieron con Él, y uno de ellos, que era doctor de la
Ley, le preguntó para ponerlo aprueba: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento
más grande de la Ley?» Jesús le respondió: «Amarás al Señor, tu Dios, con
todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu. Éste es el más
grande y el primer mandamiento. El segundo es semejante al primero: Amarás
a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos dependen toda la
Ley y los Profetas».
Palabra del Señor.
Comentario
La arremetida de los fariseos fue en principio mal intencionada.
Ellos, en conflicto con los saduceos, suponían que Jesús se pondría de su
parte. Sin embargo, el Señor también se despega de ellos. No responde sobre
cuál de los 613 preceptos es más importante, sino que resume toda la Ley en
uno solo, que debe vivirse en la dupla del amor a Dios y al prójimo.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, nuestra ofrenda, en la cual se realiza un admirable
intercambio, para que, al ofrecerte lo que nos diste, podamos recibirte a
ti mismo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA
DE COMUNIÓN Sal 129, 7
En el Señor se encuentra la misericordia y la redención en
abundancia.
ORACIÓN
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor y Padre nuestro, unidos a Cristo por este sacramento,
imploramos humildemente tu misericordia, para que, hechos semejantes a Él
en la tierra, merezcamos gozar de su compañía en el cielo. Que vive y reina
por los siglos de los siglos.
|
REFLEXIÓN BÍBLICA
|
“Amarás a tu prójimo como a ti mismo”
Mt 22, 34-40
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
1.
“MAESTRO, ¿CUÁL ES EL MANDAMIENTO MÁS GRANDE DE
LA LEY?”
“Cuando los fariseos
se enteraron de que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron
con él, y uno de ellos, que era doctor de la Ley, le preguntó para ponerlo
a prueba: “Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la Ley?”. Jesús
le respondió con el mandamiento tomado del Deuteronomio: “Amarás al Señor,
tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu” y
les asegura que: “este es el más grande y el primer mandamiento.” Y luego
tomado de Levíticos 19,18 les amplía: “El segundo es semejante al primero:
Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Estos eran mandamientos conocidos,
pero muy tenidos en menos como los más importantes.
Aquí se busca conocer
el pensamiento de Jesús, sobre un mandamiento de la ley, seguramente éste
estaba en las habituales discusiones del ambiente rabínico, porque sabemos
que era común de aquel tiempo discutir sobre la importancia de los
preceptos. Sucedía que de todos los mandatos, una buena parte se
consideraban como positivos y otros negativos, como del mismo modo se
calificaban en graves y otros en leves. En este ambiente surge la pregunta
que se le va a hacer a Jesús.
Los fariseos se
caracterizaban por su rigor y austeridad en el cumplimiento de la letra de
la ley y en la atención a los aspectos externos de los preceptos religiosos
y los saduceos eran ciertas personas, que pertenecían a la aristocracia
sacerdotal judía que negaban la inmortalidad del alma, aquí en este
Evangelio, el fariseo quiere probar la opinión de Jesús, con habilidad y
astucia para conseguir algo con oscuros propósitos y así comprometerlo, en
otras palabras, mediante una treta, busca perjudicar a Jesús.
2.
UN SOLO MANDAMIENTO “EL AMOR” Y PARA TODOS LOS
EFECTOS LA NOVEDAD ESTÁ EN UBICARLOS EN PRIMER LUGAR
Jesús, les declara que
“De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas”, y lo que hace
con esto, al relacionar esto dos preceptos, los transforma en uno solo, y
nos enseña que la voluntad del Padre, se concentra en el doble precepto del
amor a Dios y al prójimo. Entonces la novedad es que no es necesario ya
para nosotros discernir cuáles cual es el más grande de los mandamientos,
porque nos quedamos con uno solo “el amor” y para todos los efectos la
novedad está en ubicarlos en primer lugar, es así como el Señor insistirá
en situar el precepto del amor a Dios sobre todas las cosas, en su lugar
primero, absoluto y excepcional, “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu
corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu”. Y luego va a insistir y
situar en su propio lugar otro mandamiento descuidado por el judaísmo y
pospuesto a otros preceptos menores, “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.
Jesús da este segundo mandamiento sin que el doctor de la Ley se lo haya
preguntado. ¿A qué se debe esta insistencia y la proclamación de su
excelencia?
Moralmente, quizás a
los judíos les sonaba bien esto como un valor moral, en este caso para
Jesús es un mandato y se los anuncia con las palabras del Levítico: “Amarás
a tu prójimo como a ti mismo” (Lev 19:18). Pero en su mismo contexto se ve
que este prójimo de un judío es sólo otro judío, y a lo más el “peregrino”
que morase con ellos. Los samaritanos, los publícanos y las gentes de mala
vida no eran para ellos prójimo; los samaritanos y los publícanos eran
positivamente odiados (Eclo 50:27.28).
Entonces, Jesús sitúa
este precepto en el puesto que le corresponde, y lo reglamenta en función
de Dios. Por eso se da aquí a este mandamiento dos características. Por una
parte saca el concepto de prójimo de los estrechos límites judíos para
darle la universalidad de lo “humano”; es la doctrina de Jesús. Por otra
parte, Él pone y destaca la gravedad e importancia del mismo, al ponerlo,
por encima de todas las insignificancias y pequeñeces del amor de Dios,
porque no hay otro mandamiento mayor que éstos. Precisamente el precepto
del amor al prójimo es “semejante” al mandamiento del amor a Dios. “La
semejanza está en la caridad, que no va al prójimo sino por amor de Dios.”
Pero lo que aquí también se urge es la gran obligación semejante al
primero, la práctica del amor al “prójimo”
El amor a Dios, y el
amor al prójimo, sumados las dos recopilan y sintetizan toda la Ley, de
estos preceptos las leyes restantes cobran mucho sentido.
3.
“AMARÁS”, Y CON TODO EL CORAZÓN
Este es nuestro deber,
“Amarás”, y con todo el corazón, sin ninguna restricción y con todo lo que
te da la vida, con toda el alma, esto con el primer principio de nuestra
vida, lo más importante, la parte espiritual e inmortal, capaz de entender,
querer y sentir, y que, junto con el cuerpo, constituye su esencia humana,
con toda la mente, con la capacidad intelectual humana, con el pensamiento,
más allá de toda imaginación y voluntad. Esto es amar con todo lo que hemos
recibido de Dios, por tanto con todo lo que podemos acercarnos a Dios y
estar con Él.
Así es como Jesús, nos
exige un amor total, El no aceptas un amor parcial o limitado, y lo mismo
nos enseña y nos exige, la entrega y el amor, tanto a Dios como al prójimo.
Eso quizás fue sorprendente para el fariseo, Jesús puso al mismo nivel los
dos mandamientos, y así lo aclara el evangelio cuando diciendo “De estos dos
mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas".
Para nosotros,
cristianos, seguidores de Jesús, debemos ser absolutamente contrarios a
cualquier sentimiento acentuado de hostilidad, antipatía, rechazo y odio a
los hombres, sin embargo es algo con lo que convivimos a diario, está a la
vista de cualquiera en la familia, en la amistad, con los vecinos, con los
que piensan diferente, entre los políticos, entre las naciones y pueblos.
Esto es los que nos
enseña Jesús, el hombre es imagen de Dios, y si tu amas a tu prójimo, amas
a Dios, y si amas a Dios, lo amas en también en el prójimo.
Estos preceptos son
nuestros fundamentos de la vida cristiana, ambos basados en el amor, y por
amor a Dios y al prójimo, juntos el mandamiento más grande de la Ley
Jesús, con estas
palabras, nos ha dado a toda la Humanidad otra de esas lecciones
trascendentales. Es la lección de la caridad cristiana volcándose en la
fraternidad de todos los seres humanos.
El Señor les Bendiga
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
|
PARA LA LECTIO DIVINA (3)
|
EL AMOR A DIOS Y EN EL
AMOR AL PRÓJIMO
Jesús le respondió una pregunta a un Doctor de la Ley, sentenciando: “Amarás
al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu
espíritu. Éste es el más grande y el primer mandamiento. El segundo es
semejante al primero: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos
mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas”.
La esencia de la vida cristiana consiste en el amor a Dios y en el
amor al prójimo. Esta es una verdad que se enseña desde la primera
catequesis. Se trata de una verdad indiscutible, invulnerable, invariable,
universal. Y son las dos cosas importantes que nos pide el Señor, que le
amemos a EL y que amemos a los demás.
Con todo, la respuesta de Jesús es clara y precisa: la fuente y el
cumplimiento de la Ley es el amor en su doble movimiento: hacia Dios y
hacia el prójimo.
Al hablar del amor a Dios, Jesús hace referencia a Deuteronomio 6,5,
donde se subrayan la totalidad, la intensidad y la autenticidad: “Con todo
tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente”. Ahora bien, junto al
amor de Dios -y a su mismo nivel- pone el amor al prójimo. Son dos
dimensiones inseparables. Sólo quien ama a Dios con todo su ser es
consciente de ser amado por él, sabe amarse a sí mismo y sabe amar a su
prójimo, es decir, a toda persona que vive cerca de él, a todo alter ego,
como alguien amado por el mismo Dios. Aquí se encuentra la síntesis de
“toda la Ley y los profetas”, es decir, el núcleo esencial de la
revelación, aquí se encuentra la voluntad de Dios para todos sus hijos y
muy amados, recordando que Dios ama a su Hijo Jesús, del mismo modo como
nos ama a cada uno de nosotros.
|
ORACION
(3)
|
Señor.
Haz que podamos amarnos unos a otros.
Haz que comprendamos que el amor es de Dios, y todo el que ama ha
nacido de Dios y conoce a Dios.
Tú que nos manifestaste el amor que nos tienes, haz que no dejemos
nunca de amar a tu Hijo.
Si tú nos amas de sobre manera, haz que también nosotros nos amemos
unos a otros.
Permanece en nosotros y que tu amor llegue a nosotros a su plenitud.
Nosotros hemos conocido el amor que nos tienes y creemos en él.
Dios es Amor y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en
él. (1Jn 4,14)
Haz que cumplamos siempre tu mandamiento: “Quien ama a Dios, ame
también a su hermano”. (1Jn 4, 21)
Pedro
|
FUENTES DE LA PAGINA
ESTA PERMITIDO EL RE-ENVIO, LA
COPIA Y LA PUBLICACIÓN DE ESTA PAGINA, SOLO NO OLVIDE DE INDICAR EL AUTOR Y
LAS FUENTES DE ORIGEN
|
La Página de la Misa Diaria, está preparada y es
enviada por Pedro S. A. Donoso Brant ocds, desde Santiago de Chile, como un
servicio de apostolado, amor por Nuestro Señor Jesucristo y por la Iglesia.
Les ruego su oración, para que pueda mantenerse este servicio y subsidio,
dando gracias a nuestro Dios que tanto nos ama.
Nota: Para la Liturgia de la Palabra, utilizo
“Liturgia Cotidiana” de Ediciones San Pablo, para el estudio y comentario
de la Palabra, utilizo los textos de la Biblia Nácar-Colunga, (SBNC) y/o
Biblia de Jerusalén (SBJ),
(3)
Para la Lectio Divina, Lectio Divina para cada día del año, de Giorgio
Zevini y Pier Giordano Cabra (Eds.) y/o, Intimidad Divina, Fr. Gabriel de
Santa M. Magdalena ocd
|
Suscríbete a Misa Diaria
en http://www.egrupos.net/grupo/misadiaria/alta
http://www.egrupos.net/grupo/caminando-con-jesus/alta
Escribe a caminandoconjesus@vtr.net
http://www.egrupos.net/grupo/caminando-con-jesus
http://www.egrupos.net/grupo/misadiaria
http://www.egrupos.net/grupo/montecarmelo
|
www.caminando-con-jesus.org www.caminando-con-maria.org
caminandoconjesus@vtr.net

|
|