Misa Diaria,
Ciclo C
MISA DIARIA DE CAMINANDO CON
JESUS
"La Eucaristía es fuente y culmen de toda
la vida cristiana" (LG 11)
Página de
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
25 años en
Internet
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La edición
de la Misa Diaria, Reflexión Bíblica, Lectio Divina y Santoral es las más
antigua de Internet, comenzó en el año 1998
Se envía
desde Santiago de Chile. Si desea comunicar algo, escriba al correo
electrónico: caminandoconjesus@vtr.net
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subsidio está publicado todos los días en la página WEB en este link: MISA DIARIA
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21-11-2023
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Nº MD 9.192
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LITURGIA DE LAS HORAS
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La presentación de la Santísima Virgen
De esta fiesta sólo hay referencias
en libros apócrifos, de modo especial en el Protoevangelio de Santiago.
Según estos relatos, María nace en Jerusalén, cerca del Templo, primogénita
de sus ancianos y santos padres Joaquín y Ana, que no habían podido tener
hijos. Agradecidos a Dios, se la consagran llevándola al Templo para que,
como otros niños judíos anteriores: Daniel, Joás, Ana..., sea educada en la
fe, en la meditación de las Escrituras y en la oración. En el Templo María,
sin saberlo, prepara toda su persona para acoger al Hijo de Dios. En el 453
se dedica a la Presentación de María la Iglesia de Santa María la Nueva,
edificada junto al Templo de Jerusalén. La fiesta es acogida con gozo
también por la Iglesia ortodoxa. El emperador bizantino Manuel 1
(1143-1180) la hace obligatoria en todo su imperio. Es una celebración
ecuménica perenne. El Vaticano 11(1962-1965) la considera como fiesta de la
virginidad de María consagrada a Dios.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Jdt 13,23.25
El Señor, el Dios altísimo, te ha bendecido
a ti, Virgen María, más que a todas las mujeres de la tierra. El ha engrandecido tanto tu nombre, que los hombres no
dejarán de alabarte.
ORACIÓN COLECTA
Señor, celebrando la gloriosa
conmemoración de la santísima Virgen María, te pedimos, por su intercesión,
que también nosotros merezcamos participar de la plenitud de tu gracia. Por
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad
del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA 2Mac 6, 18-31
COMENTARIO: El Segundo libro de
los Macabeos trae numerosos ejemplos de hombres y mujeres que se
enfrentaron al poder dominador de los griegos. Pero en el caso de Eleazar,
junto con manifestar su fidelidad a la Ley, quiere demostrar su coherencia,
como un ejemplo para los jóvenes y la nación. La coherencia de vida es más
importante que el cumplir o no la Ley.
Lectura
del segundo libro de los Macabeos.
Eleazar, uno de los principales
maestros de la Ley, de edad muy avanzada y de noble aspecto, fue forzado a
abrir la boca para comer carne de cerdo. Pero él, prefiriendo una muerte
honrosa a una vida infame, marchó voluntariamente al suplicio, después de haber
escupido la carne, como deben hacerlo los que tienen el valor de rechazar
lo que no está permitido comer, ni siquiera por amor a la vida. Los que
presidían este banquete ritual contrario a la Ley, como lo conocían desde
hacía mucho tiempo, lo llevaron aparte y le rogaron que hiciera traer carne
preparada expresamente para él y que le estuviera permitido comer. Asimismo
le dijeron que fingiera comer la carne del sacrificio, conforme a la orden
del rey. Obrando de esa manera, se libraría de la muerte y sería tratado
humanitariamente por su antigua amistad con ellos. Pero él, tomando una
noble resolución, digna de su edad, del prestigio de su vejez, de sus
venerables canas, de la vida ejemplar que había llevado desde su infancia
y, sobre todo, de la santa legislación establecida por Dios, se mostró
consecuente consigo mismo, pidiendo que lo enviaran de inmediato a la
morada de los muertos. -- A nuestra edad, decía, no está bien fingir. De lo
contrario, muchos jóvenes creerán que Eleazar, a los noventa años, se ha
pasado a las costumbres paganas. Entonces también ellos, a causa de mi
simulación y de mi apego a lo poco que me resta de vida, se desviarán por
culpa mía, y yo atraeré sobre mi vejez la infamia y el deshonor. Porque,
aunque ahora me librara del castigo de los hombres, no podría escapar, ni
vivo ni muerto, de las manos del Todopoderoso. Por eso, me mostraré digno
de mi vejez entregando mi vida valientemente. Así dejaré a los jóvenes un
noble ejemplo, al morir con entusiasmo y generosidad por las venerables y
santas leyes--. Dicho esto, se encaminó resueltamente al suplicio. Al oír
estas palabras, que consideraban una verdadera locura, los que lo conducían
cambiaron en crueldad la benevolencia que antes le habían demostrado. Pero
él, a punto ya de morir bajo los golpes, dijo entre gemidos: -- El Señor,
que posee el santo conocimiento, sabe muy bien que, pudiendo librarme de la
muerte, soporto crueles dolores en mi cuerpo azotado; pero mi alma los
padece gustosamente por temor a él --. De este modo, Eleazar dejó al morir,
no sólo a los jóvenes, sino a la nación entera, su propia muerte como
ejemplo de generosidad y como recuerdo de virtud.
Palabra de
Dios.
SALMO Sal 3, 2-8
R.
¡Levántate, Señor, y sálvame!
Señor, ¡qué numerosos son mis
adversarios, cuántos los que se levantan contra mí! ¡Cuántos son los que
dicen de mí: «Dios ya no quiere salvarlo»!
R. ¡Levántate, Señor, y sálvame!
Pero tú eres mi escudo protector y
mi gloria, tú mantienes erguida mi cabeza. Invoco al Señor en alta voz, y
él me responde desde su santa Montaña.
R. ¡Levántate, Señor, y sálvame!
Yo me acuesto y me duermo, y me
despierto tranquilo porque el Señor me sostiene. No temo a la multitud
innumerable, apostada contra mí por todas partes.
R. ¡Levántate, Señor, y sálvame!
ALELUYA 1Jn 4, 10
Aleluya. Dios nos amó primero y
envió a su Hijo como víctima propiciatoria por nuestros pecados. Aleluya.
EVANGELIO Lc 19, 1-10
COMENTARIO: El encuentro con
Zaqueo es un signo de la misericordia y la gracia del Reino. Zaqueo no
pidió que el Señor se alojara en su casa, pero al recibirlo y mostrar su
actitud de conversión, Jesús le expresa que la salvación había llegado
hasta su hogar. Zaqueo era uno de los que estaba perdido y el Señor fue a
buscarlo.
Evangelio
de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús entró en Jericó y atravesaba
la ciudad. Allí vivía un hombre muy rico llamado Zaqueo, que era el jefe de
los publicanos. Él quería ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la
multitud, porque era de baja estatura. Entonces se adelantó y subió a un
sicómoro para poder verlo, porque iba a pasar por allí. Al llegar a ese
lugar, Jesús miró hacia arriba y le dijo: - Zaqueo, baja pronto, porque hoy
tengo que alojarme en tu casa - Zaqueo bajó rápidamente y lo recibió con
alegría. Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: - Se ha ido a alojar en
casa de un pecador-. Pero Zaqueo dijo resueltamente al Señor: - Señor, yo
doy la mitad de mis bienes a los pobres, y si he perjudicado a alguien, le
doy cuatro veces más -.Y Jesús le dijo: - Hoy ha llegado la salvación a
esta casa, ya que también este hombre es un hijo de Abraham, porque el Hijo
del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido -.
Palabra
del Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, en esta fiesta de la Madre de
tu Hijo, te ofrecemos, con alegría el sacrificio de alabanza, y te pedimos
que gracias a este sagrado intercambio, se aumenten en nosotros los frutos
de tu redención. Por Jesucristo nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cfr. Lc 1,48
Me llamarán bienaventurada todas las
generaciones porque Dios miró con bondad la pequeñez de su servidora.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, después de haber recibido los
divinos sacramentos, te suplicamos humildemente que quienes veneramos a la
Virgen María en esta fiesta podamos participar del Banquete celestial. Por
Jesucristo nuestro Señor.
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REFLEXIÓN
BÍBLICA
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Zaqueo, él quería ver
quién era Jesús.
Lc 19, 1-10
Autor: Pedro Sergio
Antonio Donoso Brant
1. ¿QUIEN ERA ZAQUEO?
Jesús
entró en Jericó y atravesaba la ciudad. Allí vivía un hombre muy rico
llamado Zaqueo, que era el jefe de los publicanos. La escena es en la
Jericó herodiana, a 3 kilómetros al sur de la vieja, que era la
única habitada. Lucas es el único que narra esta escena. A la fascinación
que causan las riquezas, y que Lucas expuso en el pasaje del joven que no
“siguió” a Jesús por sus muchas riquezas, la conversión de Zaqueo presenta
un ejemplo en contrapartida. Es otro caso, aquí con hechos, del tema de la
misericordia de Jesús, tan destacado en los relatos de este evangelista.
Zaqueo,
que significa “el puro,” “el justo,” o, si es abreviatura de Zacarías,
“Dios se acordó,” es presentado por este relato en dos caracteres
íntimamente unidos entre sí. Es “jefe de publícanos” y hombre “rico.”
Los
publícanos eran los recaudadores de los impuestos de Roma a Israel. Por eso
eran aborrecidos por los judíos, como coautores de la dominación romana. La
autoridad de Roma admitía de éstos una cantidad alzada, y luego ellos
podían resarcirse en los cobros del pueblo. Ello dejaba un margen de abuso
manifiesto en los beneficios. Acaso por eso era “rico.” Máxime siendo
“jefe” de los publícanos de toda aquella zona de Jericó (cf. Lc 3:12-13).
(Comentarios de la Biblia Nácar-Colunga)
2. SITUARSE POR DONDE
JESÚS HA DE PASAR
El
buen deseo se ve en este hombre de “estatura pequeña,” por lo que se sube a
un árbol, y no tiene reparo en “correr” para situarse por donde Jesús ha de
pasar.
A su
paso, Jesús lo miró, lo llamó, y dijo que bajase “pronto”, en esta palabra
hay un ansia espiritual de ganarle, porque “hoy tengo que hospedarme en tu
casa.” El bajó “con toda prisa.” Este rasgo de este relato corresponde al
ansia que Jesús tiene de él. Y lo recibió en su casa “con alegría.” La
murmuración judía no podía faltar al ver que se hospedaba en la casa de un
“pecador.” Esta palabra tenía para ellos el sentido de un hombre inmerso en
toda impureza “legal,” que aquí también podía ser moral por su oficio.
Al
escribir este fragmento, Lucas es rápido en la descripción de la escena.
Pero va a lo fundamental de los hechos. Zaqueo está convertido. El confiesa
su satisfacción: “Señor, yo doy la mitad de mis bienes a los pobres, y si
he perjudicado a alguien, le doy cuatro veces más.”
En
la Ley se exigía el cuádruple en casos de robo (Ex 21:37; 22:1). Pero en
caso de fraudes sólo se exigía una quinta parte, a más de la devolución o
compensación de lo defraudado (Lev 5:24; Núm 5:6.7). En el uso de esta
época sólo estaba vigente la satisfacción de una quinta parte sobre lo
robado. (Comentarios de la Biblia Nácar-Colunga)
Así,
la oferta de Zaqueo es: la primera, como una indemnización; y la segunda,
un acto de generosidad muy por encima de lo que la justicia exigía entonces
3. HOY TENGO QUE ALOJARME
EN TU CASA
Zaqueo,
baja pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa. Nuevamente nos
vuelve a asombrar la actitud de Jesús que toma la iniciativa. En efecto,
Zaqueo no le había pedido algo especial, él solo sencillamente gozaba de
una curiosidad por conocer a ese Jesús de quien probablemente había oído
hablar. Lo maravilloso es que Jesús se adelanta, es decir él se invita a sí
mismo. Entonces podemos asumir que Jesús quiere vivir con nosotros, él
quiere entrar en nuestra casa, permanecer en ella. Por tanto nos preguntamos
¿Le dejamos? “Estoy a la puerta llamando; si alguno me oye y abre, entraré
en su casa y cenaré con él y él conmigo” (Ap 3,20). Jesús desea ante todo
la intimidad con nosotros. Precisamente porque hoy tengo que alojarme en tu
casa, dice Jesús, es decir ahora.
4. SE HA IDO A ALOJAR EN
CASA DE UN PECADOR
Y
nos sigue maravillando Jesús, este relato rompe todas las barreras. Los
fariseos se reconocían los más cumplidores y los maestros espirituales de
su pueblo, aún más ello ni siquiera intentaban reunirse con los publicanos
ni menos con los pecadores públicos. Por tanto ellos nunca intentarían
entrar en las casas de estos publicanos y pecadores, porque temían
contaminarse. Sin embargo Jesús se acerca sin prejuicios, a pesar de las
chismes de los fariseos.
5. Y JESÚS LE DIJO: - HOY
HA LLEGADO LA SALVACIÓN A ESTA CASA
Al
contrario de los fariseos, Jesús no tiene temor de contaminarse por entrar
en la casa de este publicano y lo especial sucede al revés, Jesús contagia
a Zaqueo la salvación, porque donde entra el Salvador entra la salvación.
Es así, como Zaqueo, sorprendido por este amor gratuito e incondicional, lo
recibió con alegría. Y es tan grande el contagio, que Zaqueo cambia de
vida. Lo extraordinario, es que él cambia sin que Jesús le exija nada, ni
tan siquiera le proponga. Zaqueo ha sido vencido por la fuerza del amor. El
que los fariseos daban por perdido, hasta el punto de no acercarse a él, ha
sido salvado. Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que
estaba perdido.
6. YA QUE TAMBIÉN ESTE
HOMBRE ES UN HIJO DE ABRAHAM
Con
Jesús llegó a Zaqueo la “salud.” También él, aunque degradado por los
fraudes y malos negocios, era digno de ser hijo de Abraham: de la suerte de
los judíos dignos y rectos. Y, sin duda, también a toda su “casa”, lo mismo
que antes participarían de “riqueza de iniquidad.”
Y se
hace ver que ésta era la misión de Jesús. Lo criticaban por “comer y beber
con los publícanos y pecadores” (Lc 15:1) y les respondió con las parábolas
de la misericordia. Y aquí se responde, aparte de los hechos, con destacar
que ésta era la misión del Hijo del hombre: que “ha venido a buscar y
salvar lo que estaba perdido.” Esta sentencia de Jesús debe de provenir de
otro contexto. Pero es el complemento “sapiencial” al hecho de esta
conversión. San Ambrosio ve en Zaqueo un fruto maduro que cae del árbol a
la primera sacudida que le hace Jesús.
7. JESÚS ES UNA PRESENCIA
QUE TRANSFORMA.
El
maravilloso Jesús, invitado a un banquete donde al anfitrión le produce
alegría, lo motiva al desprendimiento, donde él regala la salud universal.
Jesús es amigo de pecadores, Jesús es una presencia que transforma.
En
efecto, la mirada de Jesús transforma a los hombres, así lo hizo en Zaqueo.
En este publicano, alcanzamos a descubrir un fondo de buena voluntad. Es
así, como recaudador no rechaza el encuentro con Jesús, todo lo contrario
lo busca y lo hace con sinceridad. Por esa razón es recompensado por Jesús.
El Señor les Bendiga
Pedro
Sergio Antonio Donoso Brant
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PARA
LA LECTIO DIVINA
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“HOY
HA LLEGADO LA SALVACIÓN A ESTA CASA”"
El don de la gracia se muestra sobreabundante,
mayor de lo que Zaqueo se habría atrevido a esperar. Sin embargo, el
movimiento sincero de su corazón, el deseo de “ver a Jesús”, tal vez haya
sido el resorte que impulsó a Jesús a salir a su encuentro.
En la liturgia de hoy aparecen dos figuras muy
diferentes. El anciano Eleazar, que había llevado una larga vida
irreprensible a la sombra de la Ley, parece que no tiene nada en común con
el pequeño funcionario de los impuestos, sometido al extranjero y avezado
en las componendas y en los fraudes. Sin embargo, les une el coraje
necesario para tomar una decisión importante: la de poner toda su vida y su
propia muerte bajo el juicio de la Palabra de Dios. Eleazar podría salvar
tanto su propia fidelidad a la Ley como su propia vida: ¿qué importa fingir
que se venera a los ídolos, si los ídolos no son nada? Zaqueo podría seguir
con su oficio, despreciado pero rentable: ¿qué le importaban a él las
discusiones entre los rabinos del judaísmo? Sin embargo, Eleazar sabe que
un solo gesto hipócrita, una sola debilidad, anularía años de fidelidad;
sabe que prolongar su vida a costa de su propia conciencia significaría
condenarse a una muerte peor que la del suplicio. A Zaqueo le basta con
cruzar su mirada con la de Jesús —él, pequeño, mira desde arriba, desde la
higuera; el Maestro levanta los ojos para encontrar los suyos— para
comprender al momento que todo el dinero que ha ganado no vale lo que una
sola hora con Jesús en su casa.
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ORACION
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Cuántas veces, Señor, me diriges tu mirada y yo
no me doy cuenta. Me lamento y protesto porque no escuchas mis oraciones;
sin embargo, soy yo el incapaz de levantarme por encima de mi pequeña
estatura para intentar verte.
Señor, concédeme la sencillez de corazón de
Zaqueo y la firmeza de Eleazar. Pierdo mi vida corriendo detrás de muchas
cosas que me distraen, presto oído a las lisonjas del mundo y a las
murmuraciones de los holgazanes, tengo miedo de exponerme al juicio de la
gente...
Señor, hazme comprender lo que quieres de mí,
qué es lo verdaderamente importante. Hazme comprender que la vida tiene
sentido y nos da alegría sólo si correspondemos a tu voluntad.
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SANTORAL
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PRESENTACIÓN
DE LA VIRGEN EN EL TEMPLO
Padre Jesús
Martí Ballester
1. Los imagineros religiosos representaron en los retablos de los
templos el momento en que María, dejando el regazo de la casa paterna, sube
las gradas del Templo y es recibida por el Sumo Sacerdote; arriba el
pontífice de barba venerable, con la mitra en la cabeza, extiende las manos
y sonríe acogedor; y en el fondo, la anciana madre, de frente arrugada, con
gesto de pena. Estudiando la Escritura, aprendiendo las lecciones que
escuchan a los rabinos, y los cantos para las ceremonias; sirviendo al
templo, hilando el efod del sumo sacerdote, cosiendo los velos del altar, y
limpiando los vasos de las ofrendas, pasaban los mejores años de su vida
muchas hijas de Israel. Allí creció Ana la profetisa; y allí, la hija de
Rangel, cuando declinaba su vida y empezaba a pensar que había esperado en
vano, vio a aquella niña graciosa, parienta del sacerdote Zacarías.
2. Jamás ojos tan puros habían mirado aquellos pórticos
majestuosos. La vieja sacerdotisa, al ver aquel lirio primaveral de los
jardines de Nazareth, recordó las palabras del salmista: "Escucha,
hija, y mira, e inclina el oído; olvido tu pueblo y la casa de tu padre,
porque el Rey ha deseado tu hermosura". En verdad que ennoblecía ya al
mundo aquella criatura, a quien "El Señor estableció al principio de
sus tareas, al comienzo de sus obras antiquísimas. Aquella criatura que
podía decir: "En un tiempo remotísimo fui formada, antes de comenzar
la tierra. Antes de los océanos fui engendrada, antes de los manantiales de
las aguas. Todavía no estaban encajados los montes, antes de las montañas
fui engendrada. No había hecho aún la tierra y la hierba ni los primeros
terrones del orbe. Cuando colocaba el cielo, allí estaba yo; cuando trazaba
la bóveda sobre la faz del Océano; cuando sujetaba las nubes en la altura y
fijaba las fuentes abismales. Cuando ponía un límite al mar, y las aguas no
traspasan su mandato; asentaba los cimientos de la tierra, junto él,
aprendiz, yo era su encanto cotidiano, todo el tiempo jugaba en su
presencia: jugaba con la bola de la tierra, disfrutaba con los hombres. Por
tanto, hijos míos, escuchadme: dichosos los que siguen mis caminos;
escuchad mis avisos y seréis sensatos, no los rechacéis; dichoso el hombre
que me escucha, velando en mi portal cada día, guardando las jambas de mi
puerta" (Prov 8,22); si esa criatura había nacido ya, era seguramente
aquella niña tan dulce, tan pura, tan graciosa, que estaba aquí pisando los
umbrales del lugar sagrado con el mismo amoroso respeto de Moisés ante la
zarza ardiendo. Como el lirio entre las espinas, así era ella entre sus
compañeras. Tal vez les hacía aquella pregunta que pone en sus labios el
Cantar de los Cantares: "Por las cabras y los cervatillos de los
montes os conjuro hijas de Jerusalén, que me digáis si habéis visto al
Amado, porque muero de amor.”
3. María buscaba al Amado sin cesar, le descubría jubilosa y le
adoraba con humildad en aquellos muros santificados, en aquellas
prescripciones alegóricas del mosaico, en aquellos textos misteriosos de
los salmistas y que comentaban los doctores de la ley; y en las palabras
inspiradas del anciano Simeón. Todo le hablaba del Mesías, del más hermoso
de los hijos de los hombres, de aquel cuyo nombre es admirable. Y su
pequeño corazón en llamas, se unía a Él, le llamaba con ansias y sin saber
que iba a ser su madre, se hacía ya su esposa. “Como el manzano entre los
árboles de la selva, así es mi Amado entre los jóvenes... Brotan las flores
en la vega; ya ha llegado el tiempo de la poda; el arrullo de la tórtola se
deja oír en los campos; apuntan los frutos en la higuera y las viñas en
flor difunden perfume". (Cant 2,12). La joven nazarena encendía la
hoguera de su amor y consumía la llama de su vida en anhelos que
alborozaban su carne virginal.
4. Noches de meditación abrasada, días de trabajo abnegado,
súbitas iluminaciones, palabras como luces en la penumbra de un silencio
recatado, gracia, obediencia, amor y trabajo, esto fue la vida de María
durante aquellos años en que en la presencia de Yahvé, se preparaba para
recibir el gran mensaje. El evangelio nada dice de aquella doncellez
consagrada en el servicio del templo. Pero nos lo dice la tradición y la
recogen los evangelios apócrifos. Ya en el siglo VI cantaba el poeta
bizantino: “El templo purísimo, el tesoro sagrado de la divina gloria, la
mansa oveja, la virgen inestimable llega hoy a la casa del Señor; la gracia
del Espíritu va con ella, los ángeles cantan su gloria: es el tabernáculo
de los Cielos. Recíbela, dice Ana al gran sacerdote, guárdala con cuidado,
ponla en lo más profundo del santuario inaccesible, porque es el fruto de
mis oraciones, es el don de Dios, es el tabernáculo del Altísimo--.
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FUENTES DE LA PAGINA
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La Página de la Misa
Diaria, está preparada y es enviada por Pedro S. A. Donoso Brant, desde Santiago
de Chile, como un servicio de apostolado, amor por Nuestro Señor Jesucristo
y por la Iglesia. Les ruego su oración, para que pueda mantenerse este
servicio y subsidio, dando gracias a nuestro Dios que tanto nos ama.
Nota: Para la Liturgia
de la Palabra, utilizo “Liturgia Cotidiana” de Ediciones San Pablo, para el
estudio y comentario de la Palabra, utilizo los textos de la Biblia
Nácar-Colunga, (SBNC) y/o Biblia de Jerusalén (SBJ),
(3) Para la Lectio
Divina, Lectio Divina para cada día del año, de Giorgio Zevini y Pier
Giordano Cabra (Eds.) y/o, Intimidad Divina, Fr. Gabriel de Santa M.
Magdalena ocd,.
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