Misa Diaria,
Ciclo C
MISA DIARIA DE CAMINANDO CON
JESUS
"La Eucaristía es fuente y culmen de toda
la vida cristiana" (LG 11)
Página de
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
25 años en
Internet
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La edición
de la Misa Diaria, Reflexión Bíblica, Lectio Divina y Santoral es las más
antigua de Internet, comenzó en el año 1998
Se envía
desde Santiago de Chile. Si desea comunicar algo, escriba al correo
electrónico: caminandoconjesus@vtr.net
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subsidio está publicado todos los días en la página WEB en este link: MISA DIARIA
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24-11-2023
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Nº MD 9.195
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LITURGIA DE LAS HORAS
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Santos Andrés Dung-Lac y compañeros mártires.
El
Evangelio se proclamó por vez primera en el siglo XVI en Tonchino, Annam y Cochinchina (hoy Wetnam).
Y la semilla del Evangelio fue allí abundantemente fecundada por la sangre
de los mártires. Entre 1625 y 1886, los emperadores y mandarines usaron
toda clase de torturas y perfidias para desarraigar la reciente
implantación de la Iglesia. A lo largo de tres siglos fueron martirizados
cerca de 130.000 cristianos de varias naciones, y entre ellos ocho obispos.
Entre estos mártires destaca Andrés Dung-Lac, vietnamita
nacido en 1795. Sus padres paganos, muy pobres, se lo entregaron de niño a
un cristiano. Educado en la fe y bautizado, sobresalió como catequista.
Cursó los estudios teológicos, y fue ordenado sacerdote en 1823. Detenido y
liberado varias veces, por fin fue encarcelado definitivamente el 16 de
noviembre de 1839, y decapitado el 21 diciembre del mismo año en la cárcel
de Hanoi.
ANTÍFONA
Cfr. Gál 6, 14; 1 Cor 1, 18
Dios
nos libre de gloriamos si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo,
porque el mensaje de la cruz, para nosotros, que estamos en camino de
salvación, es fuerza de Dios.
ORACIÓN
COLECTA
Señor
Dios, fuente y origen de toda paternidad, que otorgaste a los santos
mártires Andrés y sus compañeros permanecer fieles a la cruz de tu Hijo
para derramar su sangre, concédenos, por su intercesión que, propagando tu
amor entre los hermanos, podamos llamarnos y ser en verdad hijos tuyos. Por
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad
del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA
1Mac 4, 36-37. 52-59
COMENTARIO: Con el enemigo
derrotado y expulsado de Jerusalén, todas las energías son puestas en la
purificación, reconstrucción y dedicación del Templo, que a su vez se
constituye en el centro de la vida y religión judía.
Lectura del primer libro de los Macabeos.
Judas
Macabeo y sus hermanos dijeron: “Nuestros enemigos han sido aplastados;
subamos a purificar el Santuario y a celebrar su dedicación”. Entonces se
reunió todo el ejército y subieron al monte Sión. El día veinticinco del
noveno mes, llamado Quisleu, del año ciento cuarenta y ocho, se levantaron
al despuntar el alba y ofrecieron un sacrificio conforme a la Ley, sobre el
nuevo altar de los holocaustos que habían erigido. Este fue dedicado con
cantos, cítaras, arpas y címbalos, justamente en el mismo mes y en el mismo
día en que los paganos lo habían profanado. Todo el pueblo cayó con el
rostro en tierra y adoraron y bendijeron al Cielo que les había dado la
victoria. Durante ocho días celebraron la dedicación del altar, ofreciendo
con alegría holocaustos y sacrificios de comunión y de acción de gracias.
Adornaron la fachada del Templo con coronas de oro y pequeños escudos,
restauraron las entradas y las salas, y les pusieron puertas. En todo el
pueblo reinó una inmensa alegría, y así quedó borrado el ultraje infligido
por los paganos. Judas, de acuerdo con sus hermanos y con toda la asamblea
de Israel, determinó que cada año, a su debido tiempo y durante ocho días a
contar del veinticinco del mes de Quisleu, se celebrara con júbilo y
regocijo el aniversario de la dedicación del altar.
Palabra de Dios.
SALMO
1Crón 29, 10-12
R.
¡Alabamos tu Nombre glorioso, Señor! ¡Bendito seas, Señor, Dios de nuestro
padre Israel, desde siempre y para siempre! R.
Tuya,
Señor, es la grandeza, la fuerza, la gloria, el esplendor y la majestad;
porque a ti pertenece todo lo que hay en el cielo y en la tierra. R.
Tuyo,
Señor, es el reino; tú te elevas por encima de todo. De ti proceden la
riqueza y la gloria. R.
Tú
lo gobiernas todo, en tu mano están el poder y la fuerza, y es tu mano la
que engrandece y afianza todas las cosas. R.
ALELUYA Jn
10, 27
Aleluya.
“Mis ovejas escuchan mi voz, Yo las conozco y ellas me siguen”, dice el
Señor. Aleluya.
EVANGELIO
Lc 19,45-48
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús,
al entrar al Templo, se puso a echar a los vendedores, diciéndoles: “Está
escrito: “Mi casa será una casa de oración, pero ustedes la han convertido
en una cueva de ladrones”. Y diariamente enseñaba en el Templo. Los sumos
sacerdotes, los escribas y los más importantes del pueblo buscaban la forma
de matarlo. Pero no sabían cómo hacerlo, porque todo el pueblo lo escuchaba
y estaba pendiente de sus palabras.
Palabra del Señor.
COMENTARIO: Jesús ya ha entrado en
Jerusalén. Allí está el Templo, lugar donde el pueblo acude para ofrecer
sacrificios de animales y otras ofrendas a Dios. Allí, en ese punto
estratégico, la actividad del Maestro suscita la reacción de los poderosos,
que quieren hacerlo desaparecer. Pero, a pesar de ser poderosos, temen al
pueblo. Aún en el Templo, lugar de concentración de sus enemigos, el
Maestro no para de comunicar su mensaje.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe,
Padre santo, los dones que te presentamos en la memoria de los santos
mártires; concédenos serte fieles en las adversidades de la vida y
convertirnos en una ofrenda agradable a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA
DE COMUNIÓN Mt 5, 10
Felices
los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les
pertenece el Reino de los cielos.
ORACIÓN
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados
con el pan de la vida en esta conmemoración de los santos mártires, te
pedimos humildemente, Padre, que permanezcamos unidos en tu amor y
alcancemos la recompensa eterna prometida a los que perseveran hasta el
fin. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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REFLEXIÓN
BÍBLICA
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“Mi casa será una casa
de oración”
Lc 19, 45-48
Autor: Pedro Sergio
Antonio Donoso Brant
1. MI CASA ES CASA DE ORACIÓN
La
descripción que hace Lucas de la expulsión de los mercaderes del templo es
la más resumida de todas. Casi es una alusión, ante la descripción de Mateo
y Marcos y, sobre todo, Juan, que le da un mayor complemento histórico y
una expresa valoración teológica. Casi es una alusión a este pasaje.
Cristo,
al purificar el templo expulsando a unos y otros, dice que “mi casa es casa
de oración, pero vosotros la habéis convertido en cueva de ladrones.” La
cita es de Jeremías (7:11). El pasaje de Lucas es demasiado concreto. Pero,
a la luz del relato de San Juan, se ve que fue un acto de tipo mesiánico.
No deja de extrañar que Lucas, que tanto destaca la oración, y la oración
de Cristo, no comente más este tema.
2. IR AL TEMPLO A ORAR
Lo
primero que hace Jesús cuando llega a Jerusalén, es ir al templo a orar,
consideremos esta actitud como en ejemplo, esto es, cuando visitemos un
lugar donde haya un templo, una capilla, dirijamos nuestros pasos allí
primero para hacer oración.
Pero
sucedió, que Jesús “Encontró en el Templo a los vendedores de bueyes,
ovejas y palomas y a los cambistas sentados delante de sus mesas.” (Jn
2,13)
Este
templo del que se habla es el atrio de los gentiles, próximo al santuario,
entonces los rabinos prohibían utilizar su paso como un atajo o en forma
menos decorosa, pero esto era más teoría que practica, sin embargo se decía
que no se ha de subir al templo con bastón o llevando sandalias o la bolsa,
ni aun el polvo de los pies, como también no se debía pasar por el templo
como por un atajo para ahorrar el camino. Pero, a pesar de estas ideales
medidas preventivas de la santidad del templo, éstas no se respetaban, y se
llegaba a verdaderas profanaciones en el recinto sagrado, como lo confirma
la escena de Jesús expulsando a los mercaderes.
3. LA FIESTA DE LA PASCUA
Según
la costumbre de aquel tiempo, en la fiesta de la Pascua (Jn 2,23) se había
de ofrecer por todo israelita un sacrificio, los más ricos los hacía con un
buey o una oveja, y los más pobres con una paloma, aparte de los
sacrificios que se ofrecían en todo tiempo como votos. Además, todo israelita
debía pagar anualmente al templo, llegado a los veinte años medio siclo,
pero conforme a la moneda del templo y no se permitía la moneda romana. De
ahí la necesidad de cambistas.
Todo
esto se hacía para facilitar a los peregrinos adquirir en Jerusalén las
materias de los sacrificios, es decir los bueyes, corderos, palomas, lo
mismo que las materias que ritualmente acompañaban a éstos, electos tales
como incienso, harina, aceite, etc. Para procurar a todos, y especialmente
a los judíos de la diáspora, el cambio de sus monedas locales por la moneda
que regía en el templo, se había permitido por los sacerdotes instalar
puestos de venta y cambio en el mismo recinto del templo, en el “atrio de
los gentiles.”
4. EL LUGAR ERA DEPLORABLE
Así
es, como el cuadro de abusos a que esto dio lugar era deplorable con mucho
ruido de balidos de ovejas, mugidos de bueyes, además estiércol de animales
y las infaltables disputas, regateos y altercados de vendedores.
Los
cambistas allí establecidos realizaban frecuentemente sus cambios cobrando
una sobrecarga o interés que subía del 5 al 10 por cien. Con esto, el
recinto del templo, el “atrio de los gentiles,” había sido transformado en
un mercado, en un gran bazar oriental. Y todo ello con autorización y
connivencia de los sacerdotes. Lo que aprovechaban eran los sacerdotes
saduceos, que veían en ello una buena fuente de ingresos.
5. JESÚS, AL VER AQUEL ESPECTÁCULO, HIZO DE CUERDAS UN LÁTIGO
Entrando
Jesús en el templo, encontró a “los vendedores de bueyes, de ovejas y de
palomas,” con sus ganados, que serían en cada uno de ellos pequeños
rebaños, y, en conjunto, todo aquello un pequeño parque de ganado. También
encontró allí a los “cambistas sentados.” Tenían delante de ellos sus
pequeños puestos, seguramente al estilo de los pequeños puestos de cambio
establecidos en las calles, tales como los que aparecen hoy en El Cairo y
Jerusalén.
Jesús,
al ver aquel espectáculo, hizo de cuerdas un látigo, un flagelo (Jn 2,15).
Pero aquí no es el terrible instrumento del suplicio de la “flagelación.”
Aquí el “flagelo” fue una especie de varios látigos unidos en haz, hecho
con cuerdas que se hallasen tiradas por el suelo, de las usadas para
sujetar el ganado, y que le sirviese para ahuyentar a los profanadores.
Era, como algo que “serviría más como símbolo de autoridad que como
estimulante físico”.
6. JESÚS EXPULSÓ TODO AQUELLO QUE, DE HECHO, VENÍA A SER CAUSA DE
PROFANACIÓN
Todos
los evangelios relatan este episodio, con algunos matices algo distinto,
Juan relata que echó a todos los mercaderes del templo, Lucas y Marcos lo
ven como una orden de desalojo y Mateo como la expulsión de todos los
comerciantes. Con ellos fueron arrojados “las ovejas y los bueyes” (Jn).
Pero también se dirá que fueron expulsados “todos los que vendían y
compraban” (Mt-Mc). Debe de querer indicarse con ello que Jesús expulsó
todo aquello que, de hecho, venía a ser causa de profanación. A los “cambistas”
no sólo los expulsó del templo, sino que también “les derribó las mesas”
(Mt-Mc-Jn) y les “desparramó el dinero” (Jn). Este resaltar que “desparramó
el dinero y volcó las mesas” indica bien cómo con su mano tiró las monedas
que estaban sobre los pequeños mostradores, y cómo también, al pasar, les
volcaba las mesitas de sus puestos.
Los
evangelistas destacan también la conducta que tuvo con los vendedores de
palomas. ¿Tiene esto un significado específico y distinto, de consideración
con ellos? ¿Es que acaso vendían a precio justo su mercancía y no
profanaban así el templo? En Jn se dice que les mandó que ellos mismos
desalojasen el templo; Mt y Mc, en cambio, lo ponen en la misma línea de
los cambistas: que derribó los “asientos de los vendedores de palomas”
(Mt).
7. JESÚS, EN SU OBRA DE PURIFICACIÓN DEL TEMPLO
El
sentido de esta escena no está tanto en los abusos comerciales a que se
prestaba aquel comercio cuanto en el hecho mismo de haberse establecido
aquí estas ventas. Por eso, se concibe muy bien el hecho histórico así:
Jesús, en su obra de purificación del templo, no se limita a “desparramar
el dinero” de las mesas de los cambistas y a “derribar” éstas, sino que
parece lo más natural que fuese derribando mesas y monedas de cambistas, y
“asientos — puestos — de vendedores de palomas.”
Y en
esta obra de purificación mediante la expulsión de mercaderes, decía
repetidas veces, que Mc incluso literariamente destaca: “y les enseñaba y
decía” que estaba dicho en la Escritura: “Mi casa es casa de oración,” y
aún añade: “para todas las gentes.” La cita está tomada de Isaías (56:7).
En ella Isaías anuncia el mesianismo universal. Debiendo ser esto el
templo, “casa de oración,” ellos la han convertido en una “cueva de
ladrones.” La expresión está tomada del profeta Jeremías (7:11). En el
profeta no tiene un sentido exclusivo y específico de gentes que roban,
aunque en ella se incluye también esto (Jer 7:6.9), cuanto que es expresión
genérica sinónima de maldad. Por eso, al ingresar en el templo cargados de
maldad, lo transformaban en una cueva de maldad.
Pero
en boca de Jesús, en este momento, la expresión del profeta cobraba un
realismo extraordinario, puesto que aquellos mercaderes debían de ser
verdaderos usureros y explotadores del pueblo y de los peregrinos. El
sentido, pues, de esta obra de Jesús es claro: hacer que se dé al templo,
lugar santísimo de la morada de Dios, la veneración que le corresponde. Es
la purificación de toda profanación en la Casa de Dios.
8. TODO EL PUEBLO LO ESCUCHABA Y ESTABA PENDIENTE DE SUS PALABRAS
Sabemos
bien que, para Jesús, el templo de Jerusalén no es el único lugar en el que
se puede orar; más aún, en algunas ocasiones ha expresado una valoración
crítica con respecto a una concepción demasiado materialista de las
instituciones religiosas. Ahora bien, sabemos asimismo que el templo, en
cuanto casa de Dios, no puede ser desnaturalizado ni destinado a otras
funciones que no sean las litúrgicas: Está prohibido, por tanto, para
cualquier intercambio comercial, que transformaría la casa de Dios en una
“cueva de ladrones”.
La
noticia final de Lucas, “todo el pueblo lo escuchaba y estaba pendiente de
sus palabras”, viene a confirmar un hecho bien conocido: los que ejercen el
poder siguen estando ciegos ante Jesús y ante la claridad de sus palabras,
mientras que el pueblo en su sencillez, reconociendo que tiene necesidad de
un Salvador y de un Maestro, está pendiente de sus labios.
El Señor les Bendiga
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
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PARA
LA LECTIO DIVINA
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Los documentales y las adaptaciones de los
relatos evangélicos favorecen la creación de una imagen edulcorada y
desteñida de la actividad pública de Jesús, una imagen que nos ha sido
transmitida más por la costumbre que por la tradición. Nos sorprende que
también Lucas, el más dócil de los evangelistas, muestre, sin embargo, en
Jesús una actitud firme e incluso ruda, una decisión que desorienta a sus
adversarios y los reduce al silencio.
Mantenerse fieles a la Palabra, sin ceder a
componendas, impone decisiones difíciles: el Reino de los Cielos se
conquista con la violencia, dice Mateo (11,12), y precisamente Lucas
afirma, en el momento decisivo, la necesidad de no sustraerse al combate:
“Pues ahora, el que tenga bolsa que la tome, y lo mismo el que tenga
alforja, y el que no tenga espada que venda su manto y se la compre”
(22,36).
Nos impresiona Judas Macabeo, que consagra el
tiempo casi con las manos aún sucias de la sangre de los enemigos. También
nos impresiona Jesús cuando no vacila en meterse contra los poderosos,
sabiendo que también el pueblo le dará la espalda en seguida. Se requiere
valor y fuerza para sostener posiciones impopulares, pero dictadas por la
conciencia y por el Evangelio. Se requiere discernimiento, humildad y un
prolongado trato con la Palabra de Dios para conjugar el rigor de los
principios con la atención a las personas.
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ORACION
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Señor, hazme fuerte.
Haz que no enmascare mi cobardía con la
mansedumbre, que no confunda el respeto a las opiniones ajenas con la
incapacidad de dar testimonio del Evangelio. Concédeme el discernimiento
necesario para reconocer lo que es sagrado porque tú lo has querido,
distinguiéndolo de lo que nosotros hemos revestido de un carácter sagrado
porque así convenía a nuestros intereses humanos. Concédeme el valor de
hablar cuando es necesario y de callar cuando es bueno hacerlo, sin que mi
palabra y mi silencio estén guiados por el miedo o por el deseo de obtener
ventajas para mí.
Guíame tú, Señor, en todo instante de mi vida y
en todo lugar, porque el mundo entero es sagrado para ti, como y más que
los templos o las iglesias.
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FUENTES DE LA PAGINA
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La Página de la Misa
Diaria, está preparada y es enviada por Pedro S. A. Donoso Brant, desde
Santiago de Chile, como un servicio de apostolado, amor por Nuestro Señor
Jesucristo y por la Iglesia. Les ruego su oración, para que pueda
mantenerse este servicio y subsidio, dando gracias a nuestro Dios que tanto
nos ama.
Nota: Para la Liturgia
de la Palabra, utilizo “Liturgia Cotidiana” de Ediciones San Pablo, para el
estudio y comentario de la Palabra, utilizo los textos de la Biblia
Nácar-Colunga, (SBNC) y/o Biblia de Jerusalén (SBJ),
(3) Para la Lectio
Divina, Lectio Divina para cada día del año, de Giorgio Zevini y Pier
Giordano Cabra (Eds.) y/o, Intimidad Divina, Fr. Gabriel de Santa M.
Magdalena ocd.
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