Misa
Diaria, Ciclo B
MISA DIARIA DE CAMINANDO CON
JESUS
"La Eucaristía es fuente y culmen de toda
la vida cristiana" (LG 11)
Página de
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
23 años en
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23.806
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27-06-2021
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Nº MD 8.946
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LITURGIA DE LAS
HORAS
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XIII
DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Marcos 5,21-43
El domingo
decimotercero nos encara a un doble signo de Jesús que le revela como el
Dios de la vida (1ª lectura: Sabiduría 1,13-15; 2,23-25); al vencer el
poder del diablo, Jesús vence el poder de la muerte, que se debe a su
influjo. La curación de la hemorroísa, considerada legalmente impura (Lev
15,19-30) y debilitada en la raíz de su ser –pues “la sangre es la vida”:
Dt 12,23–, revela a Jesús como el que devuelve la salud plena y la vida
digna. Más aún, resucitando a la hija de Jairo testimonia que ni siquiera
la frontera de la muerte es inaccesible a su poder. La hemorroísa y Jairo
resaltan una vez más la importancia de la fe, capaz de obrar milagros –“tu
fe te ha curado”; “basta que tengas fe”–.
“¡Niña,
yo te lo ordeno, levántate!”. «Yo soy la resurrección
y la vida» (Jn 11,25), pudo decir Jesús un día. Lo evidenció con el
lenguaje de los hechos y lo selló con el misterio de su propia muerte
redentora y su resurrección pascual.
Comenta este milagro
San Ambrosio: «No está muerta la niña sino dormida. Los que no creen se
ríen. Lloren pues, sus muertos los que se creen muertos; cuando se tiene fe
en la resurrección, no se considera la muerte, sino el reposo. Y no está
fuera de propósito lo que dice San Mateo (9,23) de que había en la casa del
jefe flautistas y una multitud de plañideras; ya porque, siguiendo los usos
antiguos, se hizo venir a los flautistas para inflamar y excitar los
plañidos; ya porque la Sinagoga, a través de los cánticos de la ley y de la
letra, no podía captar la alegría del Espíritu.
«Tomando, pues, la
mano de la niña, Jesús la curó y mandó que le dieran de comer. Es una
atestación de vida, para que no se crea que es un fantasma, sino una
realidad. Dichoso aquél al que la Sabiduría coge de la mano. ¡Ojalá que
ella dirija nuestras acciones, que la justicia tenga mi mano, que la tenga
el Verbo de Dios, que Él me introduzca en su interior, que me aparte del
espíritu del error, que me conduzca el espíritu que salva, que ordene que
me den de comer! Pues el Pan celestial es el Verbo de Dios. Esta Sabiduría,
que ha llenado los santos altares con los alimentos del Cuerpo y de la
Sangre divinos ha dicho: “Venid, comed mis panes, bebed mi vino, que he
preparado para vosotros” (Prov 9,5)» (Tratado sobre el Evangelio de San
Lucas lib.VI, 62-63).
Para ver
la Reflexión completa de las 3 lecturas y el salmo de la Liturgia de este
domingo pinchar este link: (Enlace): PALABRA DE DIOS
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I.-
RITOS INICIALES
ANTÍFONA DE
ENTRADA Sal 46, 2
Todos los pueblos
aplaudan y aclamen al Señor con gritos de alegría.
ACTO
PENITENCIAL
·
Tú que no hiciste la muerte. Señor, ten
piedad.
·
Tú que sostienes nuestra fe y nuestra
generosidad. Cristo, ten piedad.
·
Tú que nos animas a no temer. Señor, ten
piedad.
SE DICE GLORIA A DIOS
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama
el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te
glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre
todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios,
Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros;
tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra suplica; tú que estás
sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres
Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo
en la gloria de Dios Padre. Amén.
ORACIÓN
COLECTA
Dios nuestro, que por
la gracia de la adopción quisiste hacernos hijos de la luz; concédenos que
no seamos envueltos en las tinieblas del error, sino que permanezcamos
siempre en el esplendor de la verdad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu
Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios,
por los siglos de los siglos.
II.-LITURGIA
DE LA PALABRA
PRIMERA
LECTURA Sab 1, 13-15; 2, 23-24
Dios no hizo la muerte. Por el contrario
nos creó a su imagen y semejanza. El autor de este texto es profundamente optimista. A sus ojos, el
Creador desea que todo subsista, y su honor exige que la muerte no venza la
vida. Todo sería armonioso, si el pecado no hubiera entrado en la creación
para desorientarla y llevarla a la muerte. Para resolver el problema
planteado por la muerte, el sabio asocia muerte física y muerte espiritual.
Por otra parte, la vida posee un dinamismo incorruptible, mucho más
poderoso que las leyes biológicas. Pero el hombre no posee ni el coraje ni
los medios para responder a esta exigencia de la vida: él la reserva para
sí, la domestica para su comodidad y termina por esterilizarla. Por tanto
se espera un hombre incorruptible capaz de responder a las exigencias de la
vida.
Lectura del libro de la Sabiduría.
Dios no ha hecho la
muerte ni se complace en la perdición de los vivientes. Él ha creado todas
las cosas para que subsistan; las criaturas del mundo son saludables, no
hay en ellas ningún veneno mortal y la muerte no ejerce su dominio sobre la
tierra.
Porque la justicia es
inmortal.
Dios creó al hombre
para que fuera incorruptible y lo hizo a imagen de su propia naturaleza,
pero por la envidia del demonio entró la muerte en el mundo, y los que
pertenecen a él tienen que padecerla.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 29,
2. 4-6. 11-12. 13
Consciente de esta verdad, el salmo da gracias
a Dios por el don de la vida. Participamos de esta oración, aclamando: Yo
te glorifico, Señor; porque tú me libraste.
R. Yo te glorifico, Señor, porque tú me libraste.
Yo te glorifico, Señor,
porque tú me libraste y no quisiste que mis enemigos se rieran de mí. Tú,
Señor, me levantaste del Abismo y me hiciste revivir, cuando estaba entre
los que bajan al sepulcro. R.
Canten al Señor, sus
fieles; den gracias a su santo Nombre, porque su enojo dura un instante, y
su bondad, toda la vida: si por la noche se derraman lágrimas, por la
mañana renace la alegría. R.
Escucha, Señor, ten
piedad de mí; ven a ayudarme, Señor. Tú convertiste mi lamento en júbilo.
¡Señor, Dios mío, te daré gracias eternamente! R.
SEGUNDA
LECTURA 2Cor 8, 7. 9. 13-15
San Pablo estimula la ayuda económica
entre las comunidades para que nadie sufra necesidades. Pablo ha organizado una gran colecta para
ir en ayuda de la comunidad de Jerusalén. Con esta dádiva de dinero, Pablo
pretende expresar la voluntad de imitar a Cristo, ya que él nos ha dado
todo y se ha donado a sí mismo. Además está colecta será un buen testimonio
de la igualdad entre judíos y griegos. Los primeros han admitido a los
segundos en la participación de sus privilegios espirituales, por lo que es
totalmente normal que los segundos compartan con ellos sus privilegios
materiales.
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los cristianos
de Corinto.
Hermanos: Ya que
ustedes se distinguen en todo: en fe, en elocuencia, en ciencia, en toda
clase de solicitud por los demás, y en el amor que nosotros les hemos
comunicado, espero que también se distingan en generosidad. Ya conocen la
generosidad de nuestro Señor Jesucristo que, siendo rico, se hizo pobre por
nosotros, a fin de enriquecernos con su pobreza. No se trata de que ustedes
sufran necesidad para que otros vivan en la abundancia, sino de que haya
igualdad. En el caso resiente, la abundancia de ustedes suple la necesidad
de ellos, para que un día, la abundancia de ellos supla la necesidad de
ustedes. Así habrá igualdad, de acuerdo con lo que dice la Escritura: -El
que había recogido mucho no tuvo de sobra, y el que había recogido poco no
sufrió escasez-.
Palabra de Dios.
ALELUYA Cf.
2Tim 1, 10
Aleluya. Nuestro
Salvador Jesucristo destruyó la muerte e hizo brillar la vida, mediante la
Buena Noticia. Aleluya.
EVANGELIO Mc
5, 21-43
Jesús, testigo supremo del Dios amigo de la vida, muestra su poder
sobre la enfermedad y la muerte. El Evangelio no habla de una multitud que
se amontona alrededor de Jesús. Jesús, no pasa en vano en medio de su
pueblo, y siempre obra milagros, en este relato se mencionan dos. Uno de
ellos es la fe: la de la mujer sangrante, que sabe interiormente que Jesús
es capaz de sanarla, y la de Jairo, que viene hasta el Maestro a pedir por
su hija. Ambos creen firmemente que en Jesús se manifiesta el Dios de la
vida. Ambos tienen una fe activa, que los hace salir de su lugar para
acercarse hasta Jesús. En este dinamismo, está el comienzo del milagro. Es
así como muchos van hasta Jesús con sus dolores, confiando en que en él se
les revelará la vida.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Cuando Jesús regresó en
la barca a la otra orilla, una gran multitud se reunió a su alrededor, y él
se quedó junto al mar.
Entonces llegó uno de
los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, y al verlo, se arrojó a sus pies,
rogándole con insistencia:-Mi hijita se está muriendo; ven a imponerle las
manos, para que se sane y viva-.
Jesús fue con él y lo
seguía una gran multitud que lo apretaba por todos lados. Se encontraba
allí una mujer que desde hacía doce años padecía de hemorragias.
Había sufrido mucho en
manos de numerosos médicos y gastado todos sus bienes sin resultado; al
contrario, cada vez estaba peor. Como había oído hablar de Jesús, se le
acercó por detrás, entre la multitud, y tocó su manto, porque pensaba: -Con
sólo tocar su manto quedaré sanada- Inmediatamente cesó la hemorragia, y
ella sintió en su cuerpo que estaba sanada de su mal. Jesús se dio cuenta
en seguida de la fuerza que había salido de él, se dio vuelta y,
dirigiéndose a la multitud, preguntó: “¿Quién tocó mi manto?”. Sus
discípulos le dijeron: -¿Ves que la gente te aprieta por todas partes y
preguntas quién te ha tocado?- Pero él seguía mirando a su alrededor, para
ver quién había sido. Entonces la mujer, muy asustada y temblando, porque
sabía bien lo que le había ocurrido, fue a arrojarse a sus pies y le
confesó toda la verdad.
Jesús le dijo: “Hija,
tu fe te ha salvado. Vete en paz, y queda sanada de tu enfermedad”. Todavía
estaba hablando, cuando llegaron unas personas de la casa del jefe de la
sinagoga y le dijeron: -Tu hija ya murió; ¿para qué vas a seguir molestando
al Maestro?- Pero Jesús, sin tener en cuenta esas palabras, dijo al jefe de
la sinagoga: “No temas, basta que creas”. Y sin permitir que nadie lo
acompañara, excepto Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago, fue a
casa del jefe de la sinagoga. Allí vio un gran alboroto, y gente que
lloraba y gritaba. Al entrar, les dijo: “¿Por qué se alborotan y lloran? La
niña no está muerta, sino que duerme”. Y se burlaban de él. Pero Jesús hizo
salir a todos, y tomando consigo al padre y a la madre de la niña, y a los
que venían con él, entró donde ella estaba. La tomó de la mano y le dijo:
“Talitá kum”, que significa: “¡Niña, yo te lo ordeno, levántate!” En
seguida la niña, que ya tenía doce años, se levantó y comenzó a caminar.
Ellos, entonces, se llenaron de asombro, y él les mandó insistentemente que
nadie se enterara de lo sucedido. Después dijo que dieran de comer a la
niña.
Palabra del Señor.
SE DICE EL CREDO
Creo en Dios Padre todopoderoso. Creador del cielo y de la tierra. Y
en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra y
gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen; padeció bajo el
poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a
los infiernos; al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los
cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso; desde allí
ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de
los Santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne, y la
vida eterna. Amén.
ORACIÓN DE
LOS FIELES
A cada intención, pedimos: ¡Señor, auméntanos la fe!
·
Para que las congregaciones religiosas
que cuidan la salud y promueven la calidad de vida de tantos necesitados
sean generosamente apoyadas. Oremos.
·
Para que en nuestra sociedad, el respeto
a la vida y a los derechos humanos prevalezcan sobre cualesquiera otros
intereses. Oremos.
·
Para que la fe de tantos cristianos,
todavía imperfecta, se purifique y llegue a ser adhesión plena a Cristo
Salvador. Oremos.
·
Para que nuestra comunidad, mediante el
servicio a los pobres, débiles y enfermos, refleje el amor de Jesús
Salvador. Oremos.
III.-LITUGIA
EUCARISTICA
ORACIÓN SOBRE
LAS OFRENDAS
Presentación de las ofrendas: Después de
alimentarnos con la palabra de Dios preparamos la mesa de la eucaristía.
Junto al pan y el vino, presentemos al Señor nuestra decisión de ser
promotores de vida y salud para cuantos nos rodean.
Dios de bondad, que das
eficacia a tus misterios, concede que nuestro culto resulte digno de estos
sagrados dones. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
DOMINICAL DURANTE EL AÑO
Prefacio: Dios no ha hecho la muerte; al
contrario, creó al hombre a imagen de su propia naturaleza. Por eso, junto
al celebrante demos gracias al Señor, nuestro Dios, porque Jesús pasó
haciendo el bien y curando a los oprimidos por el mal.
ANTÍFONA DE
COMUNIÓN Jn 17, 20-21
Dice el Señor: “Padre,
ruego por ellos, para que todos sean uno, para que el mundo crea que tú me
enviaste”.
Comunión: Jesús, el Pan de Vida, se ofrece para
custodiarnos hasta la vida eterna. Con alegría, nos acercamos a comulgar.
ORACIÓN
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que la víctima divina
que hemos ofrecido y recibido nos llene de vida, Señor, para que, unidos a
ti por el amor, demos frutos que permanezcan eternamente. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
IV,-
RITO DE CONCLUSIÓN
BENDICION
Reconfortados por haber glorificado a Dios,
‘amigo de la vida”, volvamos a la vida diaria a honrar la vida que él nos
regaló. Nos retiramos cantando.
Canto final
|
REFLEXIÓN BÍBLICA
|
““No temas, basta que creas””
Mc 5, 21-43
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
1.
Y TOCÓ CON FE EL
VESTIDO DEL SEÑOR
Este relato de san
Marcos, a diferencia de los otros sinópticos, es muy detallado, la
descripción de los personajes y los sucesos, nos indican que el testigo,
nos hace ver minuciosamente todas las actitudes, que suceden paso a paso,
la de Jesús, los discípulos, las gentes, los que suplican, los que sufren,
los que alborotan y los que lloran, en otra palabras, es un relato muy
vivo.
Una mujer que padecía
ya doce años flujo de sangre. Debía de ser de cierta posición social, pues
había consultado muchos médicos y gastado toda su hacienda con ellos, pero
no había podido ser curada por ninguno, pero sin provecho alguno, es decir
iba de mal en peor, no sólo por la inutilidad de aquellos remedios, sino,
en parte, causados por los mismos.
Cuando Jesús iba a casa
del Jefe de la Sinagoga para curar a su hija, tiene lugar esta escena. Iba
acompañado de una gran multitud, que le apretujaba. En las callejuelas del
viejo Oriente, el entusiasmo despertado por Jesús hacía que la multitud,
empujándose por acercarse, le “apretujase.” Entre esta turba se mezcló la
mujer angustiada y tocó con fe el vestido del Señor. Y al punto se hizo su
curación.
2.
“TOCABAN” A JESÚS PARA
CURARSE
Habiendo oído esta
mujer la fama curativa de Jesús, apeló, desesperada ya de médicos, al mejor
recurso, Él. Sólo pensó en tocar su vestido, porque creía que con ello se
curaría. La mujer enferma, a como dé lugar quiere llevar adelante su
propósito, entonces viene por atrás, y como queriendo robarle o
sorprenderle un milagro. Esto es, porque era debido al tipo de impureza
legal que significaba su enfermedad, ya que otros enfermos “tocaban” a
Jesús para curarse. Las prescripciones rabínicas, aislaban a la mujer que
padecía de esta enfermedad a fin de que no “contagiase” su impureza legal.
Jesús, se vuelve
preguntando quién le ha tocado, porque una fuerza había salido de Él. “Y se
dio vuelta”, es decir, miraba en torno suyo,” — es la clásica “mirada
circular” del estilo de san Marcos, como queriendo descubrir quién había
sido. Si Jesús obra así, no es por ignorancia, sino por elevar y confirmar
la fe de aquella mujer, haciéndole ver que no fue la curación por un
contacto supersticioso, sino por efecto de la fe.
3.
“HIJA, TU FE TE HA
SALVADO. VETE EN PAZ, Y QUEDA SANADA DE TU ENFERMEDAD”
Ante esto, los
“discípulos”, se extrañan de esta pregunta, pues todos le “apretujaban” y
nadie se había acercado a Él con gestos o modos especiales. Pero Jesús
insistió en su afirmación. Ante esto, la mujer se postró ante Él y le
confesó, lo mismo, ante todo el pueblo toda la verdad. Jesús le dijo:
“Hija, tu fe te ha salvado. Vete en paz, y queda sanada de tu enfermedad”
Hermoso relato, Al
acercarse a Él con fe esta mujer y ser curada, lo que más nos encanta, es
darnos cuenta la confianza plena en el poder de Jesús, no solo cree que
Jesús la puede curar, sino que va más adelante, pues ella cree que con tan
solo tocar su vestido basta, pero aún hay más, ella piensa que aunque Jesús
no se dé cuenta, con el simple contacto de su manto, le devolverá la salud
perdida.
4.
LLEGÁNDOSE A JESÚS, SE
“POSTRÓ” ANTE EL
Así es, como cuando
Jesús regresó en la barca a la otra orilla, una gran multitud se reunió a
su alrededor, todos los estaban esperando. Entonces llegó uno de los jefes
de la sinagoga, es decir un miembro distinguido de la sinagoga, llamado
Jairo, nombre bastante usual. Llegándose a Jesús, se “postró” ante El, e
insistentemente le rogaba que viniese a su casa e “impusiese sus manos”
sobre su hija “única” de doce años, que estaba muriéndose, para que la
curase.
Si Jairo ruega a Jesús,
que para curar a su hija, “venga a su casa” y le “imponga sus manos,” él no
tenía un conocimiento claro del poder de Jesús, ya que no pensó en una
curación a distancia. Aún estaba rogándole que curase a su hija, cuando
vinieron de su casa a comunicarle -Tu hija ya murió; ¿para qué vas a seguir
molestando al Maestro?-. Era la fe imperfecta, que pensaba requerirse la
presencia física para la curación. Es lo que hizo exclamar a Marta, la
hermana de Lázaro, después de la muerte de éste, dirigiéndose a Cristo: “Si
hubieras estado aquí, no hubiera muerto mi hermano” (Jn 11:21). La prueba
le resultaba especialmente dura a Jairo, cuando acaba de presenciar la
curación de la mujer con hemorragia. Es un contraste acusado en dos
actitudes de fe.
5.
“NO TEMAS, BASTA QUE
CREAS”
Pero Jesús, al oír
esto, sólo le recomienda que tenga fe y le dijo al jefe de la sinagoga: “No
temas, basta que creas”. Era ésta la fe que iba a crear el clima en que El
ejercía las curaciones, y que, por faltar tantas veces esta fe no realizó
milagros. Y vino a su casa. Pero no permito que le siguiera nadie de la
turba que le rodeaba, más que tres apóstoles: Pedro, Santiago y Juan.
Al llegar a la casa vio
un gran alboroto, y gente que lloraba y gritaba, todo el “rito” de lloronas
a sueldo, ya evocadas por Jeremías (Jer 9:17-18). Por eso, a la presencia
de esto, les dice al entrar, “¿Por qué se alborotan y lloran? La niña no
está muerta, sino que duerme” El uso eufemístico del sueño por la muerte es
usual al pueblo judío. Así anunció Jesús la muerte de Lázaro (Jn 11:11.14).
Pero aquí el contraste entre muerte y sueño no permitía la interpretación
eufemística. Y, sabiendo aquellos mercenarios fúnebres la realidad de la
muerte de la niña, se rieron de Jesús. Pero ¡dormía! Porque El precisamente
venía a despertarla. Igual que hizo con Lázaro (Jn 11:11).
6.
“¡NIÑA, YO TE LO
ORDENO, LEVÁNTATE!”
Sólo permitió penetrar
en la habitación de la niña muerta a sus padres y a sus tres apóstoles. Y
“a todos los demás los echó fuera”
Y, acercándose al
lecho, tomó a la niña de la mano, y le dijo unas palabras en arameo.
“Talitá kum”, que significa: “¡Niña, Yo te lo ordeno, levántate!”,
destacándose la autoridad de Jesús. Y al instante la niña de doce años se
levantó y echó a andar, luego mandó que diesen de comer a la niña.
Nos demuestra este
relato la verdad de la resurrección, pero no sólo la había resucitado, sino
curado; la necesidad de comida le haría ver la perfecta salud que ya
gozaba.
7.
LA FE ES NUESTRA MAYOR
NECESIDAD
Este relato nos muestra
el poder de Jesús que se manifiesta incluso ante la muerte, que se somete a
su palabra imperativa, la resurrección de la hija de Jairo, nos muestra el
poder de Jesús sobre la vida humana.
También vemos a Jairo
que al verlo, se arrojó a sus pies, rogándole con insistencia. Así debemos
ser también nosotros en la oración, con fuerza y perseverancia. La fe es
nuestra mayor necesidad, muchas veces estamos preocupados de un sin números
de necesidades, tales como bienes, vacaciones, viajes, cultura, dinero etc.
Pero lo que el Señor no dice que lo que más necesitamos es fe. Es así, como
es bueno pedirle al Señor: “Señor, que la fe no me abandone, te pido que me
la refuerces, que me la concedas siempre, en abundancia, en suficiencia”
La Paz de Cristo
Pedro
Sergio Antonio Donoso Brant
|
PARA LA LECTIO DIVINA (3)
|
FE EN LA PALABRA DEL SEÑOR
Las tres lecturas de
hoy presentan como en un díptico la doble actitud del hombre frente a la
revelación de Dios, una revelación que tiene que ver con la Vida, con la
Vida que no pasa, plenitud de la comunión con él. El retrato de los
necios/impíos hecho por los dos primeros capítulos del libro de la
Sabiduría goza de una actualidad impresionante. En sus palabras se refleja
plenamente la convicción de los que consideran la vida del hombre como algo
absurdo, como algo que carece de todo sentido: «El hombre aparece echado en
medio de la existencia como un par de dados. Todo en la vida parece obra de
la casualidad: he sido elegido por casualidad, debo comportarme al azar,
desapareceré al azar...» (G. Prezzolini). La vida no es otra cosa que un
camino hacia la muerte, la única meta cierta de nuestro humano andar.
Las posibilidades
frente al anuncio de que aquí no hay muerte, sino sólo un sueño que espera
la resurrección, parecen ser también sólo dos en el Evangelio, y se
manifiestan como dos movimientos opuestos (uno en dirección a la casa, para
salvar; el otro es el de los que intentan bloquear la venida de Jesús):
está la decisión del que tiene fe en la Palabra del Señor y es admitido a
contemplar el milagro de la vida, y está el juicio del que considera esta
Palabra como algo absurdo, quedándose a su vez prisionero de la muerte, de
esa muerte para la que no hay resurrección.
En la carta de Pablo,
el apóstol proyecta una luz nueva sobre el tema de la plena participación
en la vida de Dios: el amor compartido en la solidaridad concreta es lo que
nos permite participar en el don de la resurrección.
|
ORACION (3)
|
Oh Padre, reconocemos que tú has creado todo para la vida: has puesto
en nosotros el germen divino de tu creación fecunda. A nosotros, los
esposos, nos has concedido experimentarlo en el engendramiento de los
hijos; a quienes se consagran a tu amor les has entregado la bendición para
los pobres de la tierra; a los sacerdotes, el poder del cuerpo roto y de la
sangre derramada de tu Hijo. Te pedimos hoy, Señor, que nos hagas una sola
cosa en el amor, para que podamos alimentar en la mesa de la eucaristía
todo lo que somos: nuestra mente, con el recuerdo de tu vida entregada en
la cruz; nuestro corazón, dilatado por tu amor por cada hombre; nuestro
cuerpo, consumido por la impaciencia de la caridad activa.
Y, transformados de este modo, día tras día, a la medida de tu Hijo
sacrificado, podremos saborear la bondad infinita de la vida.
|
FUENTES DE LA PAGINA
|
La Página de la Misa Diaria, está preparada
y es enviada por Pedro S. A. Donoso Brant, desde Santiago de Chile, como un
servicio de apostolado, amor por Nuestro Señor Jesucristo y por la Iglesia.
Les ruego su oración, para que pueda mantenerse este servicio y subsidio,
dando gracias a nuestro Dios que tanto nos ama.
Nota: Para la Liturgia de la Palabra, utilizo
“Liturgia Cotidiana” de Ediciones San Pablo, para el estudio y comentario
de la Palabra,
utilizo los textos de la Biblia Nácar-Colunga, (SBNC) y/o Biblia de
Jerusalén (SBJ),
(3) Para
la Lectio Divina, Lectio Divina para cada día del año, de Giorgio Zevini y
Pier Giordano Cabra (Eds.) y/o, Intimidad Divina, Fr. Gabriel de Santa M.
Magdalena ocd,
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