MISA
DIARIA DE CAMINANDO CON JESUS
"La
Eucaristía es fuente y culmen de toda la vida cristiana" (LG 11)
Página de Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
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28-11-2021
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La liturgia de las horas:. liturgiadelashoras.i
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MARA NA
THA, VEN SEÑOR JESUS, Primera Parte. https://youtu.be/2VrPPxQyS9U
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EL
ADVIENTO, Segunda Parte https://youtu.be/JDkpsZY5gic
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I DOMINGO DE ADVIENTO
Con el Adviento comienza un nuevo año litúrgico. Este año lo
llamamos ciclo “C”, y leeremos habitualmente, el evangelio de san Lucas. El
color litúrgico del Adviento es el morado. Durante este tiempo se suprime
el Gloria que retomaremos solemnemente en la Misa de Nochebuena.
“ESTÁ POR LLEGARLES LA LIBERACIÓN”
“Estará a
salvo Judá”. Es notable que la mayor parte de los
textos bíblicos de la liturgia de Adviento nos hablen de la salvación del
pueblo entero; “Yo cumpliré la promesa que pronuncié acerca de la
casa de Israel y la casa de Judá”. (Primera lectura). Hemos de
ensanchar nuestro corazón y dejar que se dilate nuestra esperanza al
empezar el Adviento. Debemos evitar reducir o empequeñecer la acción de
Dios: nuestra mirada debe abarcar a la Iglesia entera, que se extiende por
todo el mundo. No podemos conformarnos con menos de lo que Dios quiere
darnos.
“Él
fortalezca sus corazones en la santidad y los haga irreprochables delante
de Dios”, (Segunda
lectura). Lo mismo hemos de tener presente en cuanto a la intensidad de la
esperanza. Si Cristo viene no es sólo para mejorarnos un poco, sino para
hacernos partícipes de la santidad misma de Dios. Y esta obra suya de
salvación quiere ser tan poderosa que se manifestará ante todo el mundo que
él es nuestra santidad, que no somos santos por nuestras fuerzas, sino por
la gracia suya, hasta el punto de que a la Iglesia se le pueda dar el
nombre de “El Señor es nuestra justicia”.
“Está por
llegarles la liberación”. Toda venida de Cristo es siempre liberadora,
redentora. Viene para arrancamos de la esclavitud de nuestros pecados. Por
eso, nuestra esperanza se convierte en deseo apremiante, en anhelo
incontenible, exactamente igual que el prisionero que contempla cercano el
día de su liberación. La auténtica esperanza nos pone en marcha y desata
todas nuestras energías.
Para ver la Reflexión
completa de las 3 lecturas y el salmo de la Liturgia de este domingo
pinchar este link: (Enlace): PALABRA DE DIOS
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I. RITOS INICIALES
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 24, 1-3
† A ti, Señor, elevo mi
alma: Dios mío, yo pongo en ti mi confianza. ¡Que no tenga que avergonzarme
ni se rían de mí mis enemigos! Ninguno de los que esperan en ti tendrá que
avergonzarse.
ACTO PENITENCIAL
(Después de la invitación del
celebrante y de un momento silencio).
·
Tú viniste a cumplir la promesa del
Padre. Señor, ten piedad.
·
Tú vendrás con poder y gloria al
final de la historia. Cristo, ten piedad.
·
Tú vienes a nosotros en cada pobre y
enfermo. Señor, ten piedad.
ORACIÓN COLECTA
† Dios todopoderoso y
eterno, te rogamos que la práctica de las buenas obras nos permita salir al
encuentro de tu Hijo que viene hacia nosotros, para que merezcamos estar en
el Reino de los cielos junto a Él. Que vive y reina contigo en la unidad
del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
II. LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA Jer 33, 14-16
El profeta Jeremías presenta la promesa de Dios que se ha cumplido
en Jesús. El profeta anuncia que la salvación vendrá
ciertamente de un descendiente de David, como siempre se había pensado;
pero habiendo muerto la dinastía davídica, son introducidas nuevas
perspectivas. La salvación vendrá a la vez del rey y del templo. La acción
que «justificará» al pueblo será la acción de un príncipe y la acción de un
sacerdote. Es una etapa importante en la evolución del mesianismo judío
hacia un reino más cualitativo que político.
Lectura
del libro de Jeremías.
Llegarán
los días -oráculo del Señor- en que Yo cumpliré la promesa que pronuncié
acerca de la casa de Israel y la casa de Judá: En aquellos días y en aquel
tiempo, haré brotar para David un germen justo, y él practicará la justicia
y el derecho en el país. En aquellos días, estará a salvo Judá y Jerusalén
habitará segura. Y la llamarán así: “El Señor es nuestra justicia”.
Palabra de
Dios.
SALMO SaI
24, 4-5. 8-10. 14
Frente a la promesa de Dios, el salmo pide que el Señor nos muestre
los caminos para ir su encuentro. Participamos de esta oración, aclamando:
A ti, Señor, elevo mi alma.
R. A ti, Señor; elevo mi alma.
Muéstrame,
Señor, tus caminos, enséñame tus senderos. Guíame por el camino de tu
fidelidad; enséñame, porque tú eres mi Dios y mi salvador. R.
El Señor
es bondadoso y recto: por eso muestra el camino a los extraviados; El guía
a los humildes para que obren rectamente y enseña su camino a los pobres.
R.
Todos los
senderos del Señor son amor y fidelidad, para los que observan los
preceptos de su alianza. El Señor da su amistad a los que lo temen y les
hace conocer su alianza. R.
SEGUNDA LECTURA 1Tes 3,12-4,2
Para prepararnos a venida de Jesús san Pablo nos exhorta a crecer en
el amor mutuo y hacía los demás. Pablo está
preocupado por el crecimiento de la fe y de la caridad en esta joven
comunidad. Esto da lugar a una excelente definición de la santidad, ya que
lejos de verla como un estado estático adquirido de una vez por todas,
Pablo la considera como un lento crecimiento, hecho de riesgos y de aventuras,
de fracasos y de avances, de acciones para transformar el mundo y para
reformarse a sí mismo en la esperanza de compartir la vida divina después
de la manifestación del Señor.
Lectura de
la primera carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Tesalónica.
Hermanos:
Que el Señor los haga crecer cada vez más en el amor mutuo y hacia todos
los demás, semejante al que nosotros tenemos por ustedes. Que Él fortalezca
sus corazones en la santidad y los haga irreprochables delante de Dios,
nuestro Padre, el Día de la Venida del Señor Jesús con todos sus santos.
Amén. Por lo demás, hermanos, les rogamos y les exhortamos en el Señor
Jesús, que vivan conforme a lo que han aprendido de nosotros sobre la
manera de comportarse para agradar a Dios. De hecho, ustedes ya viven así:
hagan mayores progresos todavía. Ya conocen las instrucciones que les he
dado en nombre del Señor Jesús.
Palabra de
Dios.
ALELUYA SaI
84, 8
Aleluya.
¡Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación!
Aleluya.
EVANGELIO Lc 21, 25-28. 34-36
Jesús
describe su vuelta gloriosa al final del mundo animándonos a esperar la
liberación. Lucas pinta la caída de
Jerusalén como una catástrofe cósmica: el lugar ocupado por esta ciudad en
el universo religioso del creyente era tan importante que no se podía
imaginar su ruina sin pensar en el fin del mundo. Los cristianos deberían
saber interpretar «las noches oscuras» de la historia como signos de
liberación. Y tras esta interpretación optimista deberían buscar
afanosamente el modo concreto de insertarse en el que resulte el más eficaz
y honesto proceso de liberación humana.
Evangelio
de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús dijo
a sus discípulos: Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y
en la tierra, los pueblos serán presa de la angustia ante el rugido del mar
y la violencia de las olas. Los hombres desfallecerán de miedo ante la
expectativa de lo que sobrevendrá al mundo, porque los astros se
conmoverán. Entonces se verá al Hijo del hombre venir sobre una nube, lleno
de poder y de gloria. Cuando comience a suceder esto, tengan ánimo y
levanten la cabeza, porque está por llegarles la liberación. Tengan cuidado
de no dejarse aturdir por los excesos, la embriaguez y las preocupaciones
de la vida, para que ese día no caiga de improviso sobre ustedes como una
trampa, porque sobrevendrá a todos los hombres en toda la tierra. Estén
prevenidos y oren incesantemente, para quedar a salvo de todo lo que ha de
ocurrir. Así podrán comparecer seguros ante el Hijo del hombre.
Palabra
del Señor.
EL CREDO
Creo en
Dios Padre todopoderoso. Creador del cielo y de la tierra. Y en Jesucristo,
su único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra y gracia del
Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de
Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los
infiernos; al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos
y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso; desde allí ha de
venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el
Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los Santos, el
perdón de los pecados, la resurrección de la carne, y la vida eterna. Amén.
ORACIÓN DE LOS FIELES
A cada
intención, pedimos: Ayúdanos a salir a tu encuentro ¡Ven, Señor Jesús!
·
Para que la Iglesia pueda anunciar la
esperanza de mayor justicia a todos los hombres. Oremos.
·
Para que los gobernantes logren
establecer una equidad en la distribución de la renta nacional. Oremos.
·
Para que la venida de Jesús
reconforte y anime a los y angustiados. Oremos.
·
Para que nuestra comunidad parroquial
prepare la de Jesús saliendo al encuentro de los más necesitados. Oremos.
Presentación de las ofrendas;
Cristo, muerto y resucitado para nuestra salvación, es nuestra es nuestra
gran ofrenda al Padre. Unidos a él, presentamos al señor el propósito de
preparar su venida en un clima De alegre austeridad.
III. LITURGIA EUCARÍSTICA
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
† Dios nuestro, acepta
los dones que recibimos de ti y ahora te presentamos; que esta ofrenda
realizada en el tiempo presente, sea para nosotros
anticipo de la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio; Queremos acudir al
encuentro de Cristo que viene. Por eso con las
aclamaciones y el canto participamos en la gran acción de gracias
que recita el celebrante porque “en Jesucristo se han cumplido las promesas
del Padre”.
PREFACIO DE ADVIENTO, I
LAS DOS VENIDAS DE CRISTO
El siguiente prefacio se dice: en
las Misas del tiempo de Adviento, desde el primer domingo de Adviento hasta
el 16 de diciembre.
† El Señor esté
con ustedes.
Y con tu
espíritu.
Levantemos
el corazón.
Lo tenemos
levantado hacia el Señor.
Demos
gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y
necesario.
† Realmente es
justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en
todo lugar, Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno, por Jesucristo,
Señor nuestro.
Quien, al
venir por primera vez en la humildad de nuestra carne, dio cumplimiento al
antiguo designio y nos abrió el sendero de la salvación. Y así, cuando
venga por segunda vez, en el esplendor de su grandeza, revelando su obra
plenamente realizada, alcanzaremos los bienes prometidos que ahora
aguardamos en vigilante espera.
Por eso,
con los ángeles y los arcángeles, los tronos y las dominaciones, y con toda
la milicia del ejército celestial, cantamos un himno a tu gloria, diciendo
sin cesar: Santo, Santo, Santo...
Durante la consagración, de
rodillas, "a no ser que lo impida la estrechez del lugar, la
aglomeración de la concurrencia o cualquier otra causa razonable".
Terminada la consagración y la elevación del cáliz, con la genuflexión del
sacerdote, hasta el final de la misa: de pie.
RITO DE COMUNIÓN
PADRE NUESTRO
Padre
nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros
tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy
nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del
mal.
LA PAZ
Señor
Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: “La paz os dejo, mi paz os doy”.
No tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia, y, conforme
a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Tú que vives y reinas por los
siglos de los siglos. Amén.
CORDERO
Cordero de
Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de
Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de
Dios, que quitas el pecado del mundo, danos la paz.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Sal 84, 13
El mismo
Señor nos dará sus bienes y nuestra tierra producirá sus frutos.
Comunión: Jesucristo nos ofrece
el alimento de su Cuerpo para caminar a su encuentro y mantener viva la
esperanza de su retorno. Con alegría, marchemos a participar de Cena del
Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
† Te pedimos,
Padre, que fructifique en nosotros la celebración de los santos misterios
con los que tú nos enseñas a amar y adherirnos a los bienes eternos,
mientras peregrinamos en medio de las realidades transitorias de esta vida.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
IV. RITOS DE CONCLUSIÓN
Bendición
Con la
alegría de haber iniciado el hacia el Señor que viene, nos retiramos
cantando.
Canto
final
|
REFLEXIÓN
BÍBLICA
|
“se verá
al Hijo del Hombre venir sobre una nube, lleno de poder y de gloria”
Lucas 21,
25-28. 34-36
Autor:
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
1. LA VENIDA
DEL HIJO DEL HOMBRE
El relato
del evangelio de este primer domingo de adviento nos trae un discurso
apocalíptico de Jesús. Primero este discurso se centra en la venida
del “Hijo del hombre”, que ha sido humillado y ha
padecido por toda la humanidad y al que Dios luego ha resucitado de entre
los muertos, reconociéndolo como Hijo, salvador de la humanidad. El
cristiano espera el día de su manifestación “lleno de poder y de
gloria”, espera que aparezca, plenamente visible, su victoria
sobre el mal y su señorío universal.
En este
relato Lucas expresa que el día del “Hijo del hombre” se
anunciará con ciertos signos: “Habrá señales en el sol, en la
luna y en las estrellas; y en la tierra, los pueblos serán presa de la
angustia ante el rugido del mar y la violencia de las olas”. No
se trata de manifestaciones que nos permitan calcular con anticipación el
momento de la venida de Jesús. Se trata, por el contrario, de
acontecimientos que se darán siempre, en cualquier tiempo. De hecho,
siempre sucederán catástrofes naturales o desórdenes y acontecimientos
dolorosos, lo cual indica que el hombre siempre debe estar a la espera de
la venida de Jesús.
Cristo nos
anuncia lo que sucederá cuando se cumpla el tiempo de las naciones.
Entonces, pues, cuando se acabe, vendrá el día en el que en vez de astros
luminosos brillará Cristo como el lucero y Rey de un siglo nuevo, será
tanto el brillo de su poder y de su gloria, que el sol que brilla ahora, y
la luna y las demás estrellas, se eclipsarán a la venida de mayor luz, la
Luz de Cristo.
2. ESTÁ POR LLEGARLES LA LIBERACIÓN”
Los
incrédulos habrán de atenerse a las consecuencias de la maldad que les
rodea, los creyentes recibirán en compensación el gozo eterno. Porque para
los que crean, se acerca la salvación y ya se le aproxima la esperanza. El
que cree, irá con la frente en alto al encuentro con el Señor, a quien ha
amado y por quien ha vivido, por quien ha sufrido o ha sido perseguido.
Con todo,
se darán dos modos de leer los signos, el del que espera con miedo el final
de un mundo encaminado a la desaparición y la nada, “Los hombres
desfallecerán de miedo ante la expectativa de lo que sobrevendrá al mundo,
porque los astros se conmoverán”, de ahí la angustia, el
miedo, y la del que, creyendo, no minimiza el mal, pero a pesar de
todo "levanta la cabeza" y abre el
corazón a la esperanza porque está seguro, “porque está por
llegarles la liberación”
Después de
todo, los buenos y los malos han sufrido de la misma manera. Los hombres
han temblado y temblamos porque vivimos en un mundo alterado, donde los
vicios están a vista y paciencia de todos, donde las virtudes pasan por
exámenes rigurosos. Todos estamos pasmado por las
alteraciones de este mundo, todos nos conmovemos y nos preguntamos a cada
noticia que nos llega, ¡Oh Dios!, como es posible que esto suceda, como es
posible que no exista amor y que hayan hombres que ensucian la creación de
Dios con la maldad, que hay dentro del corazón de algunos que no trepidan
en provocar un mal, una guerra, o un abuso desmedido de los inocentes.
3. SE VERÁ AL
HIJO DEL HOMBRE VENIR SOBRE UNA NUBE
Frente a
este mundo angustiante, tenemos la mejor de todas las esperanzas, Jesús nos
anuncia que; “Entonces se verá al Hijo del Hombre venir sobre
una nube, lleno de poder y de gloria. Es decir, si la vida en
la tierra ha estado llena de sufrimientos, humillaciones y persecuciones,
ahora triunfara la Verdad, como triunfo glorioso de las humillaciones y
persecuciones nuestro amado Cristo, que subió a los cielos para estar al
lado del Padre. Luego vendrá el día en que volverá glorioso y triunfante
sobre todos los que han sido sus enemigos, para ellos habrá castigo y para
los que lo han seguido consuelo y alegría.
Estamos en
este mundo en una etapa de prueba, no nos dejemos aplastar por ellas, el
Señor nos dice; “Cuando comience a suceder esto, tengan ánimo y
levanten la cabeza, porque está por llegarles la liberación.” Por
tanto, levantemos la vista, abramos nuestro corazón a la esperanza, pase lo
que pase, aunque parezcan difíciles de superar, porque al final seremos liberados
y nos llegará la gloria, la resurrección, veremos la luz y gozaremos de una
felicidad eterna.
4. ESTÉN PREVENIDOS”
En la
segunda parte el relato nos destaca dos puntos importantes, “Estén
prevenidos”. Es así como preciso tener cuidado con lo que
embota el corazón y apaga la esperanza. Hay que vigilar -y aquí aparece la
añadidura de la preciosa invitación a la oración- para evitar la perversa
fascinación del mal y estar lúcidos para esperar al único que da sentido a
nuestra historia: “al Hijo del hombre”
En efecto,
el Señor quiere que tengamos cuidado, “Tengan cuidado de no
dejarse aturdir por los excesos, la embriaguez y las preocupaciones de la
vida”, esta es una advertencia, para que no nos dejemos
sorprender, especialmente por las desproporciones y luego nos pide que
estemos prevenidos, es decir avisados, “para que ese día no
caiga de improviso sobre ustedes como una trampa, porque sobrevendrá a
todos los hombres en toda la tierra”.
Lo que
Jesús nos pide es que nos alejemos de los males y que seamos serios,
decorosos, como también comedidos al hablar y al actuar en todo, es decir
seamos moderados y utilicemos los regalos de la virtud de la templanza, y
que por nuestro bien estemos vigilantes. Pero al decir: “Estén
prevenidos”, es decir, cuidado, también
nos dice que somos nosotros los responsables de nuestra conducta, es decir
a nosotros nos compete cuidarnos.
Si miramos
a nuestro alrededor, sabemos que hay muchos excesos e imprudencias que
hacen vacilar la fe y nos inducen o nos provocan, por esos nos dice
que “no nos dejemos aturdir”. Aturdirse, es confundirse
y desconectarse de la realidad como cristianos, es también pasar de la luz
a la oscuridad. No dejarse aturdir, es no dejarse confundir y no
desconectarse de nuestra forma de ser de cristianos cuidando de caer en
excesos.
5. OREN INCESANTEMENTE
Dentro de
todo esto, Jesús le da mucha importancia a la oración, y nos dice; “oren
incesantemente”, es decir primero nos advierte en contra de
los males y luego nos dice cómo ponerle remedio.
Atesoremos
la recomendación de Jesús a sus discípulos acerca de su venida; “Estén
prevenidos y oren incesantemente”, es decir, vigilemos y en
todo tiempo, cuidémonos constantemente, velemos sin descanso, tengamos
puestos los cinco sentidos en todo momento “para quedar a salvo
de todo lo que ha de ocurrir” y, “Así podrán comparecer seguros ante el
Hijo del hombre”.
Roguemos
para no nos suceda nada malo, y también hemos de pedir para impedir lo que
ha de venir, todo esto porque él no ama y entonces nos advierte para que
nos protejamos.
Jesús ha
de venir, pero no nos ha dicho cuándo, pero el día que venga, vendrá de
improviso. A muchos nos sorprenderá, y no va a ser bueno si estamos
llevando una vida descuidada y perezosa. Pero a los que estén practicando
una vida laboriosa y trabajando para el bien, esto es, no estemos haciendo
una vida ociosa, habrá reconocimiento.
Cuidemos
este tiempo de espera, no nos dejemos caer en tentaciones, con la
recomendación que nos ha dejado Jesús, “oren para que nos caigan en
tentación”, (Mt 26,41), No caigamos en la tentación ni en la comodidad
ni en el placer mundano. Es decir que las cosas temporales no nos hagan
descuidar las espirituales. Así como muchas cosas nos son necesarias para
vivir y no podemos prescindir de ella como los alimentos, tampoco podemos
prescindir de las cosas espirituales, estas son aún más necesarias. Si no
nos alimentamos nuestro cuerpo desfallece, si no rezamos, desfallece el
alma.
Si bien es
cierto, que trabajar para vivir, es una obligación, no es menos cierto que
como cristianos orar también lo es. Pero trabajar sin fe es desalentador y
trabajar con una oración en los labios aumenta la eficacia.
6. OREMOS EN
AMOR Y AMISTAD
Oremos
amando al amado Dios, San Juan de la Cruz decía: “El mirar de Dios es amar”,
Carlos de Foucalud decía: “Mientras más se ama,
mejor se reza”. Dios nos ama con mucha fidelidad, y lo mejor, es que nos
ama más, cuando más estamos necesitado de Él, cuando muchas veces todos nos
han dejado solo en nuestras dificultades, él no nos abandona.
Oremos
sintiendo su amistad. Es un trato amistoso, Dios y yo. Como nos enseñó
Santa Teresa de Jesús, “Tratar de amistad, estando muchas veces a solas,
con quien sabemos nos ama”. Dios es nuestro amigo. Estemos preparados. Si
estamos listos, sentiremos lo que es estar con un amigo, entonces ya no
estaremos tan preocupados de lo que vamos a decir en este tiempo y
disfrutaremos como es estar en un verdadero clima de amistad divina.
“¿De qué
le servirá al hombre ganar el mundo entero si pierde su alma? ¿Y qué podrá
dar el hombre a cambio de su vida (alma)? Mt 16:26
Vivamos
unidos en la oración
Pedro
Sergio Antonio Donoso Brant
|
PARA LA
LECTIO DIVINA
|
UNA
INVITACIÓN A ESPERAR LA VENIDA DEL SEÑOR CON CARIDAD Y JUSTICIA
Sin duda,
tenemos momentos en que nos centramos en los graves problemas que nos
afectan directamente, o a nuestra familia o comunidad. La comunidad
creyente con frecuencia precisa echar mano de los consejos más ordinarios,
como los que da Pablo a los tesalonicenses. Todos necesitamos fortalecer
nuestra fidelidad cotidiana al estilo que nos marca el evangelio,
conscientes de que, aunque no tengamos problemas graves, no debemos vivir
con una fe encogida ni debemos dar por supuesta la caridad.
Las
lecturas bíblicas son una invitación a esperar la venida del Señor con
caridad y justicia. El amor del que habla Pablo es un amor
"desbordante": «os haga crecer y rebosar». Si ponemos límites o
diques a nuestro amor, no es amor; nuestra caridad cristiana debe encontrar
su mejor imagen en la de un río cuyas aguas no se pueden contener.
Además se trata de un amor "recíproco",
visible dentro de la Iglesia, y un amor "a todos", expresando así
también amor hacia el exterior. No olvidemos que está llamada a la caridad
se da para una Iglesia donde las relaciones con la ciudad no son fáciles. Nuestra
caridad con los más próximos y con los lejanos tiene una misma procedencia
y una puede ser, hoy para nosotros, la medida de la autenticidad de la
otra.
Además es un amor que se debe manifestar más si se
desempeña un ministerio en la comunidad; Pablo ha dado ejemplo: «Lo mismo
que nosotros os amamos».
Finalmente,
aparece la caridad que nos lleva a una fe sólida y a la santidad, una
solidez que resiste hasta la venida de Cristo: «Para que cuando Jesús
nuestro Señor se manifieste, os encuentre interiormente fuertes e irreprochables » (l Tes 3,13). Reconocemos y confesamos
que Jesús es el Señor, sabiendo que su señorío se extiende ya ahora en el
mundo donde nos encontramos viviendo su amor.
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ORACION
|
“A ti, Señor, levanto mi alma”: al comienzo del adviento renace en
mí la esperanza de volver a caminar por tus sendas que con frecuencia he
abandonado. Tu invitación a levantar la cabeza para ver la cercana
liberación es lo que mueve mi esperanza. Por eso, a ti levanto mi alma. La
promesa de tu venida sostenga de nuevo mi compromiso por obrar el bien.
“Señor, enséñame tus caminos”: al pedirte que endereces mi camino,
comprendo que no puedo nada si tú mismo no me enseñas tus caminos. No sólo
eso, tú mismo eres el Camino, tú eres el “germen de justicia” capaz de
hacer justos nuestros caminos, tú eres el único por el que pueda decidir de
nuevo gastar mis días en la caridad.
“Enseñas el camino justo a los pecadores”: Quiero ser sincero,
Señor. Ante tu promesa siento todavía más fuerte el tirón de mis
distracciones y los afanes que embotan el corazón, observo la capa opresora
de males que afligen al mundo en el que vivo y que nos llevan con
frecuencia a contentarnos con una vida ordinaria, sin relieve.
Ábrenos a la esperanza, para que no dejemos de pensar noblemente y
para que, en definitiva, podamos agradarte.
|
FUENTES DE LA PAGINA
|
La Página de la Misa Diaria, está preparada y es enviada por Pedro
S. A. Donoso Brant, desde Santiago de Chile, como un servicio de
apostolado, amor por Nuestro Señor Jesucristo y por la Iglesia. Les ruego
su oración, para que pueda mantenerse este servicio y subsidio, dando
gracias a nuestro Dios que tanto nos ama.
Nota: Para la Liturgia de la Palabra, utilizo “Liturgia Cotidiana”
de Ediciones San Pablo, para el estudio y comentario de la Palabra, utilizo
los textos de la Biblia Nácar-Colunga, (SBNC) y/o Biblia de Jerusalén
(SBJ),
(3) Para la Lectio Divina, Lectio Divina para
cada día del año, de Giorgio Zevini y Pier
Giordano Cabra (Eds.) y/o, Intimidad Divina, Fr. Gabriel de Santa M.
Magdalena ocd,
(No responda este correo, si desea comunicarse, escriba a caminandoconjesus@vtr.net
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