MISA DIARIA DE CAMINANDO CON
JESUS
"La Eucaristía es fuente y culmen de toda
la vida cristiana" (LG 11)
Página de Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
25 años en Internet
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La edición de la Misa Diaria,
Reflexión Bíblica, Lectio Divina y Santoral es las más antigua de Internet,
comenzó en el año 1998.
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30-01-2024
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Edición Nº 9.506
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LITURGIA
DE LAS HORAS
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ANTÍFONA DE ENTRADA Cf r. Sal
105,47
Sálvanos, Señor y Dios
nuestro, congréganos de entre las naciones, para que podamos dar gracias a
tu santo Nombre y gloriamos en tu alabanza.
ORACIÓN COLECTA
Señor y Dios nuestro,
concédenos honrarte con todo el corazón y amar a todos con amor verdadero.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la
unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA 2 Sam 18, 9-10.
14. 24-26. 31-32–19, 1
Lectura
del segundo libro de Samuel.
Absalón se encontró
frente a los servidores de David. Iba montado en un mulo, y este se metió
bajo el tupido ramaje de una gran encina, de manera que la cabeza de
Absalón quedó enganchada en la encina. Así él quedó colgado entre el cielo
y la tierra, mientras el mulo seguía de largo por debajo de él. Al verlo,
un hombre avisó a Joab: « ¡Acabo de ver a Absalón colgado de una encina!»
Entonces Joab replicó: «No voy a perder más tiempo contigo».
Y tomando en su mano
tres dardos, los clavó en el corazón de Absalón. David estaba sentado entre
las dos puertas. El centinela, que había subido a la azotea de la Puerta,
encima de la muralla, alzó los ojos y vio a un hombre que corría solo. El
centinela lanzó un grito y avisó al rey. El rey dijo: «Si está solo, trae
una buena noticia». Mientras el hombre se iba acercando, el centinela
divisó a otro que venía corriendo y gritó al portero: «¡Otro hombre viene
corriendo solo!» El rey comentó: «Ése también trae una buena noticia».
Enseguida llegó el hombre de Cusa y dijo: « ¡Que mi señor, el rey, se
entere de la buena noticia! El Señor hoy te ha hecho justicia, librándote
de todos los que se sublevaron contra ti».
El rey preguntó al
cusita: «¿Está bien el joven Absalón?» El cusita respondió: « ¡Que tengan
la suerte de ese joven los enemigos de mi señor, el rey, y todos los
rebeldes que buscan tu desgracia!» El rey se estremeció, subió a la
habitación que estaba arriba de la Puerta y se puso a llorar. Y mientras
iba subiendo, decía: « ¡Hijo mío, Absalón, hijo mío! ¡Hijo mío, Absalón!
¡Ah, si hubiera muerto yo en lugar de ti, Absalón, hijo mío!»
Palabra de
Dios.
Aunque su hijo Absalón haya dejado su casa y le haya además
ocasionado mucho daño, David no pierde la esperanza de recuperarlo. Como en
la parábola del hijo pródigo, David está a las puertas, esperándolo con
vida. Con este gesto, David se acerca una vez más al proceder del Padre que
espera el regreso del hijo menor. A pesar de todo no pudo recuperarlo y
debió llorar por él.
SALMO SAL 85, 1-6
R.
¡Inclina tu oído, respóndeme, Señor!
Inclina tu oído, Señor,
respóndeme, porque soy pobre y miserable; protégeme, porque soy uno de tus
fieles, salva a tu servidor que en ti confía. R.
Tú eres mi Dios: ten piedad
de mí, Señor, porque te invoco todo el día; reconforta el ánimo de tu
servidor, porque a ti, Señor, elevo mi alma. R.
Tú, Señor, eres bueno e
indulgente, rico en misericordia con aquellos que te invocan: ¡atiende,
Señor, a mi plegaria, escucha la voz de mi súplica! R.
ALELUYA Mt 8, 17
Aleluya. Cristo tomó
nuestras debilidades y cargó sobre sí nuestras enfermedades. Aleluya.
EVANGELIO Mc 5, 21-43
Evangelio
de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Cuando Jesús regresó en
la barca a la otra orilla, una gran multitud se reunió a su alrededor, y Él
se quedó junto al mar. Entonces llegó uno de los jefes de la sinagoga,
llamado Jairo, y al verlo, se arrojó a sus pies, rogándole con insistencia:
«Mi hijita se está muriendo; ven a imponerle las manos, para que se sane y
viva». Jesús fue con él y lo seguía una gran multitud que lo apretaba por
todos lados. Se encontraba allí una mujer que desde hacía doce años padecía
de hemorragias. Había sufrido mucho en manos de numerosos médicos y gastado
todos sus bienes sin resultado; al contrario, cada vez estaba peor. Como
había oído hablar de Jesús, se le acercó por detrás, entre la multitud, y
tocó su manto, porque pensaba: «Con sólo tocar su manto que daré sanada». Inmediatamente cesó la hemorragia, y ella sintió en
su cuerpo que estaba sanada de su mal. Jesús se dio cuenta en seguida de la
fuerza que había salido de Él, se dio vuelta y, dirigiéndose a la multitud,
preguntó: « ¿Quién tocó mi manto?» Sus discípulos le dijeron: «¿Ves que la
gente te aprieta por todas partes y preguntas quién te ha tocado?» Pero Él
seguía mirando a su alrededor, para ver quién había sido. Entonces la
mujer, muy asustada y temblando, porque sabía bien lo que le había
ocurrido, fue a arrojarse a sus pies y le confesó toda la verdad. Jesús le
dijo: «Hija, tu fe te ha salvado. Vete en paz, y queda sanada de tu
enfermedad». Todavía estaba hablando, cuando llegaron unas personas de la
casa del jefe de la sinagoga y le dijeron: «Tu hija ya murió; ¿para qué vas
a seguir molestando al Maestro?» Pero Jesús, sin tener en cuenta esas
palabras, dijo al jefe de la sinagoga: «No temas, basta que creas». Y sin
permitir que nadie lo acompañara, excepto Pedro, Santiago y Juan, el
hermano de Santiago, fue a casa del jefe de la sinagoga. Allí vio un gran
alboroto, y gente que lloraba y gritaba. Al entrar, les dijo: «¿Por qué se
alborotan y lloran? La niña no está muerta, sino que duerme». Y se burlaban
de Él. Pero Jesús hizo salir a todos, y tomando consigo al padre y a la
madre de la niña, y a los que venían con Él, entró donde ella estaba. La
tomó de la mano y le dijo: «Talitá kum», que significa: « ¡Niña, Yo te lo ordeno,
levántate!» En seguida la niña, que ya tenía doce años, se levantó y
comenzó a caminar. Ellos, entonces, se llenaron de asombro, y Él les mandó
insistentemente que nadie se enterara de lo sucedido. Después dijo que
dieran de comer a la niña.
Palabra del
Señor.
Sea Jairo, como la mujer enferma, realizan un acto de fe en
Jesús... Por el tipo de enfermedad, la mujer no podía mezclarse con nadie,
y sin embargo se hace fuerte y llega hasta Jesús. A su vez, el Jefe de la
Sinagoga, continuó pidiendo por su hija porque Jesús le entregó signos de
confianza. Jesús reconoce la fe de ambos, devolviendo la vida a la niña y
reintegrando socialmente a la mujer.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Presentamos ante tu
altar, Señor, los dones de nuestra entrega; te rogamos que los aceptes con
bondad y los conviertas en el sacramento de nuestra redención. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Sal 30
17-18
Que brille tu rostro
sobre tu servidor, sálvame por tu misericordia. Señor, que no me avergüence
de haberte invocado.
ORACION DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con el don
de nuestra redención, te pedimos, Padre, que con este auxilio de salvación
eterna se acreciente siempre en nosotros la verdadera fe. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
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REFLEXIÓN BÍBLICA
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“No
temas, basta que creas”
Mc
5, 21-43
Autor:
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
1. Y TOCÓ CON FE EL VESTIDO DEL SEÑOR
Este relato de san Marcos, a diferencia de los
otros sinópticos, es muy detallado, la descripción de los personajes y los
sucesos, nos indican que el testigo, nos hace ver minuciosamente todas las
actitudes, que suceden paso a paso, la de Jesús, los discípulos, las
gentes, los que suplican, los que sufren, los que alborotan y los que
lloran, en otra palabras, es un relato muy vivo.
Una mujer que padecía ya doce años flujo de
sangre. Debía de ser de cierta posición social, pues había consultado
muchos médicos y gastado toda su hacienda con ellos, pero no había podido
ser curada por ninguno, pero sin provecho alguno, es decir iba de mal en
peor, no sólo por la inutilidad de aquellos remedios, sino, en parte,
causados por los mismos.
Cuando Jesús iba a casa del Jefe de la Sinagoga para curar a
su hija, tiene lugar esta escena. Iba acompañado de una gran multitud, que
le apretujaba. En las callejuelas del viejo Oriente, el entusiasmo
despertado por Jesús hacía que la multitud, empujándose por acercarse, le
“apretujase.” Entre esta turba se mezcló la mujer angustiada y tocó con fe
el vestido del Señor. Y al punto se hizo su curación.
2. “TOCABAN” A JESÚS PARA CURARSE
Habiendo oído esta mujer la fama curativa de
Jesús, apeló, desesperada ya de médicos, al mejor recurso, Él. Sólo pensó
en tocar su vestido, porque creía que con ello se curaría. La mujer
enferma, a como de lugar quiere llevar adelante
su propósito, entonces viene por atrás, y como queriendo robarle o
sorprenderle un milagro. Esto es, porque era debido al tipo de impureza
legal que significaba su enfermedad, ya que otros enfermos “tocaban” a
Jesús para curarse. Las prescripciones rabínicas, aislaban a la mujer que
padecía de esta enfermedad a fin de que no “contagiase” su impureza legal.
Jesús, se vuelve preguntando quién le ha tocado, porque
una fuerza había salido de El. “Y se dio vuelta”,
es decir, miraba en torno suyo,” — es la clásica “mirada circular” del
estilo de san Marcos, como queriendo descubrir quién había sido. Si Jesús
obra así, no es por ignorancia, sino por elevar y confirmar la fe de
aquella mujer, haciéndole ver que no fue la curación por un contacto
supersticioso, sino por efecto de la fe.
3. “HIJA, TU FE TE HA SALVADO. VETE EN
PAZ, Y QUEDA SANADA DE TU ENFERMEDAD”
Ante esto, los “discípulos”, se extrañan de esta
pregunta, pues todos le “apretujaban” y nadie se había acercado a El con gestos o modos especiales. Pero Jesús insistió
en su afirmación. Ante esto, la mujer se postró ante El
y le confesó, lo mismo, ante todo el pueblo toda la verdad. Jesús le dijo:
“Hija, tu fe te ha salvado. Vete en paz, y queda sanada de tu enfermedad”
Hermoso relato, Al acercarse a El con fe esta mujer y ser curada, lo que mas nos encanta, es darnos cuenta la confianza plena en
el poder de Jesús, no solo cree que Jesús la puede curar, sino que va mas adelante, pues ella cree que con tan solo tocar su
vestido basta, pero aún hay mas, ella piensa que auque Jesús no se de cuenta,
con el simple contacto de su manto, le devolverá la salud perdida.
4. LLEGÁNDOSE A JESÚS, SE “POSTRÓ”
ANTE EL
Así es, como cuando Jesús regresó en la barca a
la otra orilla, una gran multitud se reunió a su alrededor, todos los
estaban esperando. Entonces llegó uno de los jefes de la sinagoga, es decir
un miembro distinguido de la sinagoga, llamado Jairo, nombre bastante
usual. Llegándose a Jesús, se “postró” ante El, e insistentemente le rogaba
que viniese a su casa e “impusiese sus manos” sobre su hija “única” de doce
años, que estaba muriéndose, para que la curase.
Si Jairo ruega a Jesús, que para curar a su hija,
“venga a su casa” y le “imponga sus manos,” el no
tenía un conocimiento claro del poder de Jesús, ya que no pensó en una
curación a distancia. Aún estaba rogándole que curase a su hija, cuando
vinieron de su casa a comunicarle -Tu hija ya murió; ¿para qué vas a seguir
molestando al Maestro?-. Era la fe imperfecta, que pensaba requerirse la
presencia física para la curación. Es lo que hizo exclamar a Marta, la
hermana de Lázaro, después de la muerte de éste, dirigiéndose a Cristo: “Si
hubieras estado aquí, no hubiera muerto mi hermano” (Jn 11:21). La prueba
le resultaba especialmente dura a Jairo, cuando acaba de presenciar la
curación de la mujer con hemorragia. Es un contraste acusado en dos
actitudes de fe.
5. “NO TEMAS, BASTA QUE CREAS”
Pero Jesús, al oír esto, sólo le recomienda que
tenga fe y le dijo al jefe de la sinagoga: “No temas, basta que creas”.Era ésta la fe que iba a crear el clima en que
El ejercía las curaciones, y que, por faltar tantas veces esta fe no
realizó milagros. Y vino a su casa. Pero no permito que le siguiera nadie
de la turba que le rodeaba, más que tres apóstoles: Pedro, Santiago y Juan.
Al llegar a la casa vio un gran alboroto, y gente
que lloraba y gritaba, todo el “rito” de lloronas a sueldo, ya evocadas por
Jeremías (Jer 9:17-18). Por eso, a la presencia de esto, les dice al
entrar, “¿Por qué se alborotan y lloran? La niña no está muerta, sino que
duerme” El uso eufemístico del sueño por la muerte es usual al pueblo
judío. Así anunció Jesús la muerte de Lázaro (Jn 11:11.14). Pero aquí el
contraste entre muerte y sueño no permitía la interpretación eufemística.
Y, sabiendo aquellos mercenarios fúnebres la realidad de la muerte de la
niña, se rieron de Jesús. Pero ¡dormía! Porque El precisamente venía a
despertarla. Igual que hizo con Lázaro (Jn 11:11).
6. “¡NIÑA, YO TE LO ORDENO,
LEVÁNTATE!”
Sólo permitió penetrar en la habitación de la
niña muerta a sus padres y a sus tres apóstoles. Y “a todos los demás los
echó fuera”
Y, acercándose al lecho, tomó a la niña de la
mano, y le dijo unas palabras en arameo. “Talitá kum”, que significa: “¡Niña, Yo te lo ordeno,
levántate!”, destacándose la autoridad de Jesús. Y al instante la niña de
doce años se levantó y echó a andar, luego mandó que diesen de comer a la
niña.
Nos demuestra este relato la verdad de la
resurrección, pero no sólo la había resucitado, sino curado; la necesidad
de comida le haría ver la perfecta salud que ya gozaba.
7. LA FE ES NUESTRA MAYOR NECESIDAD
Este relato nos muestra el poder de Jesús que se
manifiesta incluso ante la muerte, que se somete a su palabra imperativa,
la resurrección de la hija de Jairo, nos muestra el poder de Jesús sobre la
vida humana.
También vemos a Jairo que al verlo, se arrojó a
sus pies, rogándole con insistencia. Así debemos ser también nosotros en la
oración, con fuerza y perseverancia. La fe es nuestra mayor necesidad,
muchas veces estamos preocupados de un sin números de necesidades, tales
como bienes, vacaciones, viajes, cultura, dinero etc. Pero lo que el Señor
no dice que lo que más necesitamos es fe. Es así, como es bueno pedirle al
Señor: “Señor, que la fe no me abandone, te pido que me la refuerces, que
me la concedas siempre, en abundancia, en suficiencia”
El Señor les Bendiga
Pedro Sergio Antonio
Donoso Brant
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PARA LA LECTIO DIVINA (3)
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JESÚS ES EL SALVADOR
DEL HOMBRE, EL SEÑOR DE LA
VIDA
Nuestra fe es siempre frágil y está encerrada constantemente dentro de
los estrechos confines de nuestro temor a enfrentarnos con situaciones que
nos superan. El Señor lo sabe, y precisamente por eso viene a «educarnos»,
es decir, a sacarnos fuera.
La confianza que hemos puesto en él es un comienzo, y él mismo es su
«autor». Ahora bien, nos separa aún de la meta un largo trecho de camino
que la Palabra
nos invita a recorrer a la carrera: no podemos quedarnos en el punto de
partida. Los acontecimientos personales y sociales nos interpelan, y
alguien -tal vez mucha gente-nos mira para orientarse. Partamos, pues, con
impulso, confiándonos a Jesús, perfeccionador de la fe; también de la
nuestra, si lo queremos... Mantengamos fija la mirada del corazón en la
espléndida carrera a través de la ignominia de la cruz, del sufrimiento,
del humano fracaso.
Así aparece su camino a los ojos del mundo, aunque desemboca en la
gloria y en la alegría sin fin, puesto que es el camino del Amor. Esta es
«la carrera que se abre ante nosotros» y que las situaciones concretas de
cada día predisponen para nosotros. Sería absurdo pensar que podemos partir
cargados con lo superfluo o atados, con lazos más o menos sutiles, al
pecado. Jesús mismo, como un experto entrenador, nos despojará de todo eso,
hasta de una fe casi supersticiosa, como la de la hemorroísa, o todavía excesivamente
limitada, como la de Jairo. Estas dos personas probadas por la vida han
sido hechas por Jesús «campeonas» en la fe y, una vez llegadas a la meta de
su carrera, nos atestiguan a nosotros, hoy, que Jesús es el Salvador del
hombre, el Señor de la vida. En consecuencia, vale la pena correr por su
camino con una fe indefectible.
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ORACION
(3)
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Jesús, Señor nuestro, manteniendo fija la mirada en ti nos atrevemos
a partir para la carrera que se abre ante nosotros, pero ayúdanos tú a
perseverar. Ven a liberarnos de la mentalidad del mundo, que nos haría
pedir perspectivas seguras y recompensas atractivas. Ven a soltarnos de los
lazos multiformes del pecado, que quisieran retenernos a toda costa. Ven a
sacarnos, cogiéndonos de la mano, porque vacilamos a la hora de seguir tus
huellas por el camino de la humillación y del sufrimiento. Tú, que eres «el
autor y el perfeccionador» de la fe, concédenos la fuerza del Espíritu para
llegar a la meta superando el obstáculo de nuestra incredulidad que siempre
se repite. Tú, que estás sentado ahora a la diestra del Padre, concédenos
acoger toda situación como ocasión propicia para crecer en la fe. Esperando
en ti, nunca nos veremos decepcionados, puesto que tú eres el Salvador del
hombre, el Señor de la vida.
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FUENTES DE LA PAGINA
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La Pagina de
la Misa Diaria,
esta preparada y es enviada por Pedro S. A.
Donoso Brant ocds, desde Santiago de Chile, como
un servicio de apostolado, amor por Nuestro Señor Jesucristo y por la Iglesia. Les
ruego su oración, para que pueda mantenerse este servicio y subsidio, dando
gracias a nuestro Dios que tanto nos ama.
Nota:
Para la Liturgia
de la Palabra,
utilizo “Liturgia Cotidiana” de Ediciones San Pablo, para el estudio y
comentario de la Palabra,
utilizo los textos de la Biblia Nácar-Colunga, (SBNC) y/o Biblia de
Jerusalén (SBJ),
(3)
Para la Lectio Divina, Lectio Divina para cada día del año, de Giorgio Zevini y Pier Giordano Cabra (Eds.) y/o, Intimidad
Divina, Fr. Gabriel de Santa M. Magdalena ocd.
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