Misa Diaria,
Ciclo C
MISA DIARIA
DE CAMINANDO CON JESUS
"La Eucaristía es fuente y culmen de
toda la vida cristiana" (LG 11)
Página de
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
25 años en
Internet
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La edición
de la Misa Diaria, Reflexión Bíblica, Lectio Divina y Santoral es las más
antigua de Internet, comenzó en el año 1998
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desde Santiago de Chile. Si desea comunicar algo, escriba al correo
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5-11-2023
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Nº MD 9.176
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LITURGIA DE LAS HORAS
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DOMINGO XXXI
Vivir en la mentira
Mt 23, 1-12
Las
palabras de Jesús nos dan pie para examinar qué hay de fariseo dentro de
nosotros mismos. En primer lugar, el Señor condena a los fariseos porque
“no hacen lo que dicen”. También nosotros podemos caer en el engaño de
hablar muy bien, de tener muy buenas palabras, pero no buscar y desear vivir
aquello que decimos. Sin embargo, sólo agrada a Dios “el que hace la
voluntad del Padre celestial», pues sólo ese tal «entrará en el Reino de
los cielos” (Mt 7,21).
En segundo
lugar, Jesús les reprocha que “todo lo que hacen es para que los vea la
gente”. ¡Qué demoledor es este deseo de quedar bien a los ojos de los
hombres! Incluso las mejores obras pueden quedar totalmente contaminadas
por este deseo egoísta que lo estropea todo. Por eso san Pablo exclamará:
“Si todavía tratara de agradar a los hombres, ya no sería siervo de Cristo”
(Gal 1,10). El cristiano solo busca “agradar a Dios” (1 Tes 4,1) en toda su
conducta; le basta saber que “el Padre que ve lo secreto le recompensará”
(Mt 6,4).
Y,
finalmente, Jesús les echa en cara que buscan los honores humanos, las
reverencias de los hombres, la gloria mundana. También a nosotros
fácilmente se nos cuela esa búsqueda de gloria que en realidad es sólo
vanagloria, es decir, gloria vana, vacía. Los honores que los hombres
consideran valiosos el cristiano los estima como basura (Fil 3,8), pues
espera la verdadera gloria, la que viene de Dios, “que nos ha llamado a su
Reino y gloria” (1 Tes 2,12). En cambio, buscar la gloria que viene de los
hombres es un grave estorbo para la fe (Jn 6,44).
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ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 37,22-23
Señor, no me abandones, Dios mío, no te quedes lejos de mí;
apresúrate a venir en mi ayuda, mi Señor, mi Salvador.
ACTO PENITENCIAL
· Tú nos has dicho: Todos ustedes son hermanos, y
si todos somos hermanos, entonces somos iguales. Por nuestra falta de
caridad, Señor, ten piedad.
· Porque caemos en la búsqueda de intereses
propios, haciendo valer títulos y honores. Cristo, ten piedad.
· Porque no servimos a nuestros hermanos como nos
has mandado, Señor, ten piedad.
Se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Dios omnipotente y lleno de misericordia, que concedes a tus
fieles celebrar dignamente esta liturgia de alabanza; te pedimos que nos
ayudes a caminar sin tropiezos hacia los bienes prometidos. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA Mal 1,14-2,8-10
Lectura de la profecía de Malaquías.
Yo soy un gran Rey, dice el Señor de los ejércitos, y mi Nombre
es temible entre las naciones. ¡Y ahora, para ustedes es esta advertencia,
sacerdotes! Si no escuchan y no se deciden a dar gloria a mi Nombre, dice
el Señor de los ejércitos, Yo enviaré sobre ustedes la maldición. Ustedes
se han desviado del camino, han hecho tropezar a muchos con su doctrina,
han pervertido la alianza con Leví, dice el Señor de los ejércitos. Por eso
Yo los he hecho despreciables y viles para todo el pueblo, porque ustedes
no siguen mis caminos y hacen acepción de personas al aplicar la Ley. ¿No
tenemos todos un solo Padre? ¿No nos ha creado un solo Dios? ¿Por qué nos traicionamos unos a otros,
profanando así la alianza de nuestros padres?
Palabra de Dios.
COMENTARIO:
Por medio de Malaquías, Dios amenaza aquellos sacerdotes que no
enseñan la Ley como corresponde. Muy en coherencia con las otras dos
lecturas, de este domingo, que marcan el camino que deben seguirlos que son
llamados a la fe, y especialmente aquellos que fueron elegidos para cumplir
con algún ministerio dentro de las comunidades.
SALMO Sal 130,1-3
R. Señor, guarda mi alma en la paz
junto a ti.
Mi corazón no se ha enorgullecido, Señor, ni mis ojos se han
vuelto altaneros. No he pretendido grandes cosas ni he tenido aspiraciones
desmedidas. R.
No, yo aplaco y modero mis deseos: como un niño tranquilo en
brazos de su madre, así está mi alma dentro de mí. R.
Espere Israel en el Señor, desde ahora y para siempre. R.
SEGUNDA LECTURA 1 Tes 1,
5: 2, 7-9.13
Lectura de la primera carta del
Apóstol san Pablo a los cristianos de Tesalónica.
Hermanos: Ya saben cómo procedimos cuando estuvimos allí al
servicio de ustedes. Fuimos tan condescendientes, como una madre que
alimenta y cuida a sus hijos. Sentíamos por ustedes tanto afecto, que
deseábamos entregarles, no solamente la Buena Noticia de Dios, sino también
nuestra propia vida: tan queridos llegaron a sernos. Recuerden, hermanos,
nuestro trabajo y nuestra fatiga cuando les predicamos la Buena Noticia de
Dios, trabajábamos día y noche para no serles una carga. Nosotros, por
nuestra parte, no cesamos de dar gracias a Dios, porque cuando recibieron
la Palabra que les predicamos, ustedes la aceptaron no como palabra humana,
sino como lo que es realmente, como Palabra de Dios, que actúa en ustedes,
los que creen.
Palabra de Dios.
COMENTARIO:
Pablo describe con su propia experiencia, en Tesalónica, cuál
debe ser la actitud del ministro del Evangelio respecto a su comunidad:
estar al servicio, desvelarse por sus hermanos, estar dispuesto a entregar
la propia vida más allá que la sana doctrina, no ser una molestia y dar
gracias (eucaristía) por los que aceptan la Palabra de Dios.
ALELUYA Mt 23, 9. 10
Aleluya. Ustedes no tienen sino un padre: el Padre celestial;
sólo tienen un doctor, que es el Mesías. Aleluya.
EVANGELIO Mt 23, 1-12
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo
según san Mateo.
Jesús dijo a la multitud y a sus discípulos: Los escribas y
fariseos ocupan la cátedra de Moisés; ustedes hagan y cumplan todo lo que
ellos les digan, pero no se guíen por sus obras, porque no hacen lo que
dicen. Atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los
hombros de los demás, mientras que ellos no quieren moverlas ni siquiera
con el dedo. Todo lo hacen para que los vean: agrandan las filacterias y
alargan los flecos de sus mantos; les gusta ocupar los primeros puestos en
los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, ser saludados en
las plazas y oírse llamar «mi maestro» por la gente. En cuanto a ustedes,
no se hagan llamar «maestro», porque no tienen más que un Maestro y todos
ustedes son hermanos. A nadie en el mundo llamen «padre», porque no tienen
sino uno, el Padre celestial. No se dejen llamar tampoco «doctores», porque
sólo tienen un Doctor, que es el Mesías. El mayor entre ustedes será el que
los sirve, porque el que se eleva será humillado, y el que se humilla será
elevado.
Palabra del Señor.
COMENTARIO:
Los escribas eran profesionales de la Ley, incluso con
reconocimiento oficial y tenían gran influencia en la sociedad. Los
fariseos vivían con la convicción de tener todo regulado sea en lo civil
como religioso; se consideraban puros, por lo mismo separados del resto.
Jesús les advierte: hagan y cumplan lo que dicen, pero no lo que hacen; no
se llamen maestros y sean servidores.
Se dice el Credo
ORACION UNIVERSAL
Hermanos y hermanas, somos el pueblo de Dios, Tenemos todos un
solo Padre. (Mal 2,10) Supliquémosle, pues, por la salvación de todos.
· Por aquellos que tienen un ministerio en la
Iglesia. Que no busquen ni los honores, ni los primeros puestos. Que se
acuerden de la palabra de Jesús: “El mayor entre ustedes será el que los
sirve!” (Mt 23,11)
· Por aquellos que proclaman el Evangelio por sus
palabras o por sus escritos. Que anuncien, no palabras humanas. sino sólo
la Palabra de Dios. (1 Tes 2,13)
· Por aquellos que enseñan a sus hermanos. (Mt 23,
8) Que se queden siempre a la escuela de Jesús que es manso y humilde de
corazón. (Mt. 11,29)
· Por los que tienen un ministerio en la Iglesia.
Que ninguno se arrogue en la tierra el título de “Padre” o de “Maestro”,
porque todos somos hermanos. (Mt 23,9-10)
· Por nuestra comunidad que reúne un mismo amor.
Que el Señor guarde nuestra alma en paz y silencio como un niño en brazo de
su madre. (Sal 130,2)
S. Tú, Señor Jesús, eres el más grande, y te
hiciste nuestro servidor. Tú eres nuestro único Maestro y quisiste ser
nuestro hermano. Te danos gracias eternamente y te rogamos: Guárdanos en el
espíritu de humildad al servicio de todos nuestros hermanos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te pedimos, Señor que este sacrificio sea para ti una ofrenda
pura, y para nosotros una fuente generosa de tu misericordia. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO DOMINICAL
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cfr Sal 15,11
Señor, me darás a conocer el camino de la vida, saciándome de
gozo en tu presencia.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te pedimos, Padre, que crezca en nosotros la acción de tu poder
para que, restaurados con estos sacramentos celestiales, tu gracia nos
prepare a recibir lo que ellos nos prometen. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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REFLEXIÓN
BÍBLICA
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“El mayor entre ustedes será el que los sirve,
porque el que se eleva será humillado,
y el que se humilla será elevado.”
Mt 23, 1-12
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
1. JESÚS
LE DIRIGE UN DISCURSO A LA CONCURRENCIA QUE LE SEGUÍA PARA OÍRLE Y A SUS
DISCÍPULOS
San Mateo nos relata que en una ocasión Jesús le
dirige un discurso a la concurrencia que le seguía para oírle y a sus
discípulos. En este discurso Jesús habla sobre la actitud que tienen los
escribas y fariseos, que ocupan la cátedra de Moisés. Suponemos que las
gentes y sus discípulos le oían con mucha atención, y les quedaban muy
claras las palabras de Jesús, ya que él les habla de gente conocida por la
audiencia. Una primera enseñanza que Jesús quiere destacar, a pesar de esta
censura de los escribas y fariseos, es que éstos se sentaron en la cátedra
de Moisés. Esta expresión tuvo un doble sentido. Conforme al uso de la
expresión rabínica, estar sentado en la silla de alguno significa ser
sucesor, tener el derecho de enseñar con su poder. En época posterior, la
expresión cátedra de Moisés vino a significar la sede de mayor honor que
había en las sinagogas, destinada al que presidía.
2. NO SE
GUÍEN POR SUS OBRAS, PORQUE NO HACEN LO QUE DICEN
Los escribas y muchos de los
fariseos dedicados al estudio de la Ley eran los doctores oficiales de
Israel. Tenían una larga preparación y lograban el título oficial de rabí
en una ceremonia no bien conocida y mediante la imposición de manos. Así,
ellos se creían llegar por esta cadena interrumpida hasta el mismo Moisés,
de quien recibieron la tradición, la custodia de la Ley y el poder de
enseñar. Considerados como los doctores oficiales de Israel, tenían un
poder, y éste había que respetarlo. Por eso Jesús dirá de ellos, en cuanto
transmisores de esta doctrina, no en cuanto alteradores de ella y de sus
principios: “ustedes hagan y cumplan todo lo que ellos les digan, pero no
se guíen por sus obras, porque no hacen lo que dicen”.
3. ATAN
PESADAS CARGAS, DIFÍCILES DE LLEVAR
Dice Jesús: “Atan pesadas
cargas, difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los demás,
mientras que ellos no quieren moverlas ni siquiera con el dedo”. Pero no
sólo no cumplían lo que enseñaban, sino que hacían una obra dañina en la
precaución por la observancia de la misma Ley en otros. La cargaban de una
serie de minuciosidades y reglamentaciones preventivas, que hacían
aborrecer la misma Ley, es decir, la hacían insoportable. Bastaba recordar
sus prescripciones, ridículas, sobre las lociones de manos, vasos,
alimentos, comidas y hasta de los mismos lechos del triclinio; o el camino
del sábado, o sobre la pureza o impureza, diezmos, etc. La perspectiva en
que se desenvuelve la primera parte de este pasaje es el poder que tenían
de doctores; pero no se considera ni aprueba, por tanto, la equivocación en
tantas cosas de su interpretación sobre las Escrituras. Reconocido este
poder, se va a poner al descubierto el espíritu ficticio y material que
ponían en ciertas obras externas. La descripción de esas exterioridades
farisaicas es dura, algo típico en los relatos de Mateo.
4. TODO LO
HACEN PARA QUE LOS VEAN
Dice Jesús: Todo lo hacen para
que los vean: agrandan las filacterias y alargan los flecos de sus mantos;
Filacterias es traducción griega que significa custodias, mientras que en
el arameo talmúdico significa oración, por el uso de estas filacterias, especialmente
durante la oración. En el Pentateuco (Ex 13:9-16) se leía de los preceptos
de la Ley: Átatelos a tus manos, para que te sirvan de señal; póntelos en
la frente entre tus ojos (Dt 6:8). Y lo que era una recomendación
metafórica, se hizo por los rabinos una realidad material. Se escribían las
palabras de la Ley en membranas, se metían en pequeñas cajitas y se las
ataban con tiras de cuero al brazo izquierdo, y se sujetaba también esta
cajita en la frente. Las usaban por los piadosos materialistas judíos, que
las llevaban a veces a todas horas, pero especialmente en las horas de
oración.
5. PARA
APARENTAR SER MÁS PIADOSOS
Más los fariseos, para
aparentar ser más piadosos, llevaban estas filacterias mucho más anchas que
los demás judíos, precisamente para llamar la atención sobre ellos y
aparentar así ser más religiosos que los demás. Ni parece que fuese ajeno a
ello cierto sentido de superstición, al venir a considerárselo con un
cierto valor de amuleto. Por esto mismo alargan los flecos. Estos flecos,
que el texto griego llama (extremidades). Se leía también en la Ley que se
pusieran flecos en los bordes de sus mantos, y aten los flecos de cada
borde con un cordón color de jacinto (Núm 15:38), que se pondrían en las
cuatro puntas del vestido (Dt 22:12), para que les recordase el
cumplimiento de todos los mandatos de Yahvé. Esto que se consideraba una
práctica piadosa, hacía que los fariseos, por hacer alarde de su piedad,
las alargasen.
6. LES
GUSTA OCUPAR LOS PRIMEROS PUESTOS
También dice Jesús: les gusta
ocupar los primeros puestos en los banquetes y los primeros asientos en las
sinagogas Otra de las ambiciones de los escribas y fariseos era la de
gustar de los primeros asientos en los banquetes y de los asientos
preferentes en las sinagogas Jesús contará en una parábola cómo no se deben
buscar en un banquete los primeros puestos — reflejando, sin duda, este
medio ambiente —, sino los últimos, no vaya a ser que, ante todos los
comensales, sea uno invitado a dejar el puesto a otro más digno (Lc
14:7-11).
7. EN
CUANTO A USTEDES, NO SE HAGAN LLAMAR MAESTRO
También Jesús destaca que a
estos les gusta: ser saludados en las plazas y oírse llamar mi maestro por
la gente. Con esto destaca otro aspecto de la conducta ostentosa de los
escribas. Este tipo de plaza o reunión, en la antigüedad, no era un lugar
aislado, sino que era el centro social de la ciudad; allí iban para recibir
los saludos de las gentes, que veían en ellos a los estudiosos de la Ley y
los sucesores de Moisés. El Maestro dice además: En cuanto a ustedes, no se
hagan llamar maestro, porque no tienen más que un Maestro y todos ustedes
son hermanos. El título de rabí — maestro mío — era el título más codiciado
por ellos y con el que los judíos solían llamar a sus doctores. Tal era el
ansia que tenían de ser saludados con este título, que llegaban a enseñar
que los discípulos que no llamaban a su maestro por el título de “rabí”
provocaban a la Majestad divina a
alejarse de Israel. En otra ocasión les dirá Jesús: “¿Cómo podéis creer
vosotros, que aceptáis gloria unos de otros, y no buscáis la gloria que
viene del único Dios?” (Jn 5:44). Nada era comparable para un escriba como
el ser citado por otro “rabí” como una autoridad que fijase, en su cadena
de autoridades, un punto o un elemento más de interpretación de la
tradición y la doctrina Toda esta conducta farisaica, demasiado clara en su
significado, queda terminantemente estigmatizada por Jesús en una frase
terrible: Todas sus obras las hacen para ser vistos de los hombres (Mt
v.5a).
8. JESÚS
NUNCA ESTUVO AL LADO DE LA HIPOCRESÍA
Naturalmente, Jesús no condena
a todos los escribas y fariseos, de los que varios son citados en el mismo
Evangelio como personas rectas; se ataca a la corporación, al grupo, y,
sobre todo, al espíritu que ordinariamente inspiraba a esta agrupación.
Jesús nunca estuvo al lado de la hipocresía, y siempre nos advirtió contra
la soberbia, y esas palabra de no se guíen por sus obras, las hace para
ponernos alerta. Seguramente este Evangelio produce incomodidad a todos
aquellos que utilizan la jerarquía o que se asumen como superiores frente a
sus hermanos, como los que les gusta ocupar los primeros puestos en los
banquetes y los primeros asientos. Nuestro Señor Jesús, es absolutamente
claro, consecuente y coherente en todo, es así, como nos pide que seamos
iguales y si predicamos algo practiquemos lo mismo, si hacemos lo
contrario, le estamos haciendo un daño enorme a los que depositan su fe en
nuestro Evangelio y las instituciones que decimos representar.
9. NO
ACTUEMOS MISERABLEMENTE, JUZGANDO A NUESTRO PRÓJIMO
Sepamos aceptar este tirón de
orejas, este consejo que no da Jesús, lo hace porque lo considera
beneficioso, y si pecamos de soberbio, abramos nuestro corazón a las
palabras del Señor y no le hagamos oídos sordos, no busquemos
justificaciones, seamos coherente entre nuestra forma de pensar y nuestros
actos para que no se dude de nuestra honradez y no busquemos justificación
en la incoherencia de nuestros hermanos, no actuemos miserablemente,
juzgando a nuestro prójimo, haciéndole críticas, si luego no queremos ser
juzgados de la misma manera.
10. NO
TIENEN MÁS QUE UN MAESTRO
Dice Jesús: En cuanto a
ustedes, no se hagan llamar maestro, porque no tienen más que un Maestro y
todos ustedes son hermanos, Esta es la afirmación que debemos tener siempre
presente, solo Él es nuestro Maestro, de El debemos aprender, a Él le
debemos obligación por sobre cualquier persona, a El debemos acudir, Él es
nuestra fuente, Él es nuestro principio, no tenemos por qué seguir otras
reglas, Él nos dejó el Evangelio, allí esta nuestra norma de vida. Tengamos
esto muy presente, porque no faltará alguno que nos quiera exponernos
ciertos principios adornados de moralidad y falsa prudencia en nombre de la
fraternidad y la buena convivencia a fin de seducirnos con actitudes que no
son otra cosa que cantos de sirenas, tengamos cuidado, y apretemos fuertemente
a nuestro corazón el Evangelio y a todos su principios y enseñanzas, de esa
forma estaremos siempre al lado de la verdad. Pero tengamos presente, que
los Evangelios no se interpretan al gusto de cada uno ni se acomoda, se
interpreta como Jesús los enseñó, Él es el Maestro.
11. TODOS
USTEDES SON HERMANOS
Todos ustedes son hermanos, nos
dice Jesús, y si todos somos hermanos, entonces somos iguales, nos une una
misma caridad, que es el Amor de Dios, no une una misma fe, entonces
nuestro trato debe ser hermanable. Es digno de respeto la nacionalidad de
cada uno y así como su origen, así estamos organizados en la sociedad, pero
no olvidemos la realidad de que todos somos hijos de Dios, por eso todos
somos hermanos y para Dios somos sus
hijos. El mismos Jesús nos los ha
recalcado al enseñarnos a orar, “Cuando oréis, decid: Padre...”. Y porque
Dios es nuestro padre, que tiene corazón de Padre, deseoso de regalar amor,
el amor que todo hijo necesita de un Padre, que tiene grandeza de Padre,
fortaleza de Padre y que espera que sus hijos acudan a Él respetándose como
verdaderos hermanos.
12. “EL
MAYOR ENTRE USTEDES SERÁ EL QUE LOS SIRVE, PORQUE EL QUE SE ELEVA SERÁ
HUMILLADO, Y EL QUE SE HUMILLA SERÁ ELEVADO.”
Jesús nos pone claridad
absoluta en este concepto, el que busca ser servido, desvirtúa las
enseñanzas y los ejemplos del Maestro, servir es nuestro gran propósito
como cristianos, ese es nuestro lema, ese debe ser el actuar del que esta
jerárquicamente más arriba, es el ejemplo que se debemos seguir si se nos
ha encomendado un cargo superior, así los dice el Señor Jesús “El mayor
entre ustedes será el que los sirve, porque el que se eleva será humillado,
y el que se humilla será elevado.”
En esto, El Señor fue el
ejemplo incomparable, como así lo relata San Juan; Ustedes me llaman
Maestro y Señor, y tienen razón porque lo soy. Si yo el Señor y Maestro, le
he lavado los pies, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros.
Les he dado este ejemplo, para que hagan lo mismo que yo hice con ustedes
(Jn13, 13-15) No busquemos ser ensalzado ante los hombres, dejemos que sea
Dios el que nos apruebe. No olvidemos hacerle caso a nuestra propia
conciencia, a lo que ella dictamine y obremos conforme con esa conciencia.
El Señor
les Bendiga
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
|
PARA
LA LECTIO DIVINA
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EL QUE SE ELEVA SERÁ HUMILLADO, Y EL QUE SE HUMILLA SERÁ
ELEVADO
Las palabras
de Malaquías (Malaquías 1,14b-2,2b.8-10) a los levitas del templo también
son válidas para nosotros: funcionan como espuelas, para que todo
ministerio en la Iglesia persiga la realización de una vida eclesial según
el proyecto divino, que quiere una comunidad realmente fraterna,
caracterizada por relaciones no dominadas por la lógica del poder, de la
gloria y del aparentar, sino de la entrega y la búsqueda amorosa de la
voluntad de Dios. Purificarnos de esta lógica mundana es renunciar -como nos
enseña el Evangelio- al amor desordenado, que es la raíz de la incoherencia
entre palabras y obras, de la dureza y severidad con el prójimo y del culto
obsesivo por destacar y ser distinguido públicamente.
Como
discípulos de Jesús, el único Maestro, e hijos del único Padre, estamos
llamados a llevar un estilo de vida coherente y a vigilar la autenticidad
de nuestras relaciones con Dios y los otros. El servicio, la humildad y la
gratitud nacen de la conciencia de haber sido engendrados a una vida nueva
por el amor del único Padre celeste; sólo con estas actitudes interiores
evitaremos comportamientos arrogantes, teatrales e irrespetuosos con los
más débiles, que ofuscan enormemente la percepción del único origen y de la
misma dignidad de todos los miembros de la Iglesia en cuanto hijos del
Padre. Si conseguimos ser humildes discípulos, ofreceremos un testimonio
auténtico. Y, quizá, otros descubran en ese testimonio la paternidad de
Dios y la vida de Cristo. Como antídoto contra la hipocresía nos servirán
las palabras de Jesús sobre el estilo humilde y el servicio desinteresado
requerido al discípulo: “El mayor entre ustedes será el que los sirve,
porque el que se eleva será humillado, y el que se humilla será elevado.”
Un ejemplo a
imitar es Pablo, patente en la primera Carta a los Tesalonicenses, (1
Tesalonicenses 2,7-9.13) con su apostolado, generoso y exento de intereses
personales, preocupado por anunciar con toda franqueza el Evangelio que
conduce a la vida nueva.
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ORACION
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Señor, líbranos de la hipocresía. Deseamos con la ayuda del
Espíritu Santo seguir el estilo de vida propio del discípulo de Cristo.
Permítenos reconocer nuestras incoherencias, que ofuscan el esplendor del
Evangelio, y cuidar las relaciones contigo y con nosotros. Te damos gracias
porque en tu Pascua nos has engendrado para una vida nueva, manifestándonos
tu amor de Padre.
No permitas que en nuestras relaciones comunitarias prevalezca
la búsqueda de intereses propios, haciendo valer títulos y honores, sino el
don inestimable de la fraternidad, que nace de seguir a Jesús y tenerte
como Padre.
Señor, deseamos ser tus discípulos, sin pretender convertirnos
en maestros de otros, y aprender de tus labios, único Maestro, siempre con
gozo renovado, el amor de Dios Padre por nosotros, sus hijos.
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FUENTES DE LA PAGINA
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La Página de la Misa
Diaria, está preparada y es enviada por Pedro S. A. Donoso Brant, desde
Santiago de Chile, como un servicio de apostolado, amor por Nuestro Señor
Jesucristo y por la Iglesia. Les ruego su oración, para que pueda
mantenerse este servicio y subsidio, dando gracias a nuestro Dios que tanto
nos ama.
Nota: Para la Liturgia
de la Palabra, utilizo “Liturgia Cotidiana” de Ediciones San Pablo, para el
estudio y comentario de la Palabra, utilizo los textos de la Biblia
Nácar-Colunga, (SBNC) y/o Biblia de Jerusalén (SBJ),
(3) Para la Lectio
Divina, Lectio Divina para cada día del año, de Giorgio Zevini y Pier
Giordano Cabra (Eds.) y/o, Intimidad Divina, Fr. Gabriel de Santa M.
Magdalena ocd.
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