Misa Diaria, Ciclo C

MISA DIARIA DE CAMINANDO CON JESUS

"La Eucaristía es fuente y culmen de toda la vida cristiana" (LG 11)

Página de Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

25 años en Internet

 

La edición de la Misa Diaria, Reflexión Bíblica, Lectio Divina y Santoral es las más antigua de Internet, comenzó en el año 1998

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06-10-2023

 MD 9.146

LITURGIA DE LAS HORAS

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ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Dn 31.29.30.43.42

Todo lo que hiciste con nosotros, Señor, es verdaderamente justo, porque pecamos contra ti y no obedecimos tu ley; pero glorifica tu nombre, tratándonos según tu gran misericordia.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que manifiestas tu poder sobre todo en la misericordia y el perdón, derrama sin cesar tu gracia sobre nosotros, para que, deseando tus promesas, nos hagas participar de los bienes celestiales. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.

LECTURA Bar 1, 15-22

COMENTARIO: Baruc pregunta a sus lectores si han escuchado o no la Palabra de Dios. Si han sido fieles o infieles a su Palabra. Preguntas de mucha actualidad en nuestra patria al terminar hoy el mes de la Biblia.

Lectura del libro de Baruc

Al Señor, nuestro Dios, pertenece la justicia; a nosotros, en cambio, la vergüenza reflejada en el rostro, como sucede en el día de hoy: vergüenza para los hombres de Judá y los habitantes de Jerusalén, para nuestros reyes y nuestros jefes, para nuestros sacerdotes, nuestros profetas y nuestros padres. Porque hemos pecado contra el Señor, le hemos sido infieles y no hemos escuchado la voz del Señor, nuestro Dios, que nos mandaba seguir los preceptos que Él puso delante de nosotros. Desde el día en que el Señor hizo salir a nuestros padres del país de Egipto, hasta el día de hoy, hemos sido infieles al Señor, nuestro Dios, y no nos hemos preocupado por escuchar su voz. Por eso han caído sobre nosotros tantas calamidades, así como también la maldición que el Señor profirió por medio de Moisés, su servidor, el día en que hizo salir a nuestros padres del país de Egipto, para darnos una tierra que mana leche y miel. Esto es lo que nos sucede en el día de hoy. Nosotros no hemos escuchado la voz del Señor, nuestro Dios, conforme a todas las palabras de los profetas que Él nos envió. Cada uno se dejó llevar por los caprichos de su corazón perverso, sirviendo a otros dioses y haciendo el mal a los ojos del Señor, nuestro Dios.

Palabra de Dios.

SALMO Sal 78, 1-5. 8-9

R. ¡Líbranos, Señor, por el honor de tu Nombre!

Señor, los paganos invadieron tu herencia, profanaron tu santo Templo, hicieron de Jerusalén un montón de ruinas; dieron los cadáveres de tus servidores como pasto a las aves del cielo, y la carne de tus amigos, a las fieras de la tierra. R.

Derramaron su sangre como agua alrededor de Jerusalén, y nadie les daba sepultura. Fuimos el escarnio de nuestros vecinos, la irrisión y la burla de los que nos rodean. ¿Hasta cuándo, Señor? ¿Estarás enojado para siempre? ¿Arderán tus celos como un fuego? R.

No recuerdes para nuestro mal las culpas de otros tiempos; compadécete pronto de nosotros, porque estamos totalmente abatidos. Ayúdanos, Dios salvador nuestro, por el honor de tu Nombre; líbranos y perdona nuestros pecados, a causa de tu Nombre. R.

ALELUYA Cfr. Sal 94, 7

Aleluya. No endurezcan su corazón, sino escuchen la voz del Señor. Aleluya.

EVANGELIO Lc 10, 13-16

COMENTARIO: La Palabra de Dios fue sembrada, por Jesús o por los discípulos, en Su nombre. En algunos casos, hicieron oído sordo y no escucharon. ¡Qué pena! Desaprovecharon la oportunidad de dejar que Dios cambie el ritmo a sus vidas. Otras más dispuestas no recibieron el mensaje, a causa del cuidado que les brindaron a ellas los misioneros.

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.

Jesús dijo: ¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros realizados entre ustedes, hace tiempo que se habrían convertido, poniéndose cilicio y sentándose sobre ceniza. Por eso Tiro y Sidón, en el día del Juicio, serán tratadas menos rigurosamente que ustedes. Y tú, Cafarnaúm, ¿acaso crees que serás elevada hasta el cielo? No, serás precipitada hasta el infierno. El que los escucha a ustedes me escucha a mí: el que los rechaza a ustedes me rechaza a mí; y el que me rechaza a Aquél que me envió.

Palabra del Señor.

 ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Dios misericordioso, concédenos que nuestra ofrenda te sea aceptable, y que, mediante ella, se nos abra la fuente de toda bendición. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE COMUNIÓN 1 Jn 3, 16

En esto hemos conocido el amor de Dios: que él entregó su vida por nosotros. Por eso, también nosotros debemos dar la vida por nuestros hermanos.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Por esta eucaristía que hemos celebrado, renueva, Señor, nuestro cuerpo y nuestro espíritu, para que participemos de la herencia gloriosa de tu Hijo, cuya muerte anunciamos y compartimos. El que vive y reina por los siglos de los siglos.

  REFLEXIÓN BÍBLICA

 

"El que los escucha a ustedes me escucha a mí: el que los rechaza a ustedes me rechaza a mí”

Lc 10, 13-16

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds

1.    ¡AY DE TI, COROZAÍN! ¡AY DE TI, BETSAIDA!,

Se lamentaba el Señor de que estas ciudades no hiciesen penitencia después de tantos milagros y predicaciones, y que fuesen peores que los gentiles que sólo violaron la ley natural; porque, después de haber despreciado la ley escrita, no temieron despreciar también al Hijo de Dios y su gloria. Es así como prosigue: Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros realizados entre ustedes, hace tiempo que se habrían convertido, poniéndose sayal y sentándose sobre ceniza. El sayal, (Cilicio) es un tejido burdo hecho generalmente de pelo de cabra (Ap. 6:12). Se llevaba en señal de duelo, de aflicción, y usado con frecuencia, si no habitualmente, por los profetas (Is. 20:2; Ap. 11:3) y por los cautivos (1 R. 20:31; cp. Is. 3:24). También es un cinturón o faja de cerdas que se usa ceñido al cuerpo como penitencia o como sacrificio, La ceniza suele ir unida al polvo y al fango, indicando siempre una situación penosa y triste (Jb. 30:19; 42:6).

Los discípulos van en plan de misión. Y esto evocaba su personal misión en Corozaín, Betsaida y Cafarnaúm. Estas son ciudades que están en Galilea, junto al mar de Galilea o lago de Genezareth, Tiro y Sidón, están más hacia el nor-oriente, lo que hoy es el Líbano.

2.    ESTAS CIUDADES NO RESPONDIERON COMO DEBÍAN A SU INGRESO EN EL REINO.

A pesar de su evangelización y de sus milagros, estas ciudades no respondieron como debían a su ingreso en el Reino. No se puede jugar con la hora de Dios, como lo evoca su visita en esta misión de los discípulos. Y les anuncia la gravedad de su culpa y el castigo. Para ello las compara con las ciudades infieles clásicas, Tiro y Sidón. Adelanta la comparación de Sodoma, que también la trae en este cuadro el Evangelio de Mateo, como elemento comparativo de las ciudades que no quieran recibir el reino de Dios. Si con toda su maldad hubiesen recibido su presencia, su doctrina y sus milagros, se hubiesen vestido de “sayal y ceniza,” atuendo oriental de duelo, y hecho penitencia. Por eso serán tratadas con menos rigor en el juicio.

San Ambrosio, dice de este fragmento que el Señor enseña; “Serán dignos de mayor castigo los que no reciben el Evangelio que aquellos que creyeron que debía quebrantarse la ley”.

El sayal, como es tejido de pelo de cabra, significa la áspera memoria del pecado que punza; en ceniza, representando la consideración de la muerte (por la que nos reducimos a polvo); además "sentados" significa la humildad de la conciencia. Hoy vemos realizada la profecía del Señor, porque Corozaim y Betsaida no creyeron en El, aun cuando estuvo presente; mientras que Tiro y Sidón, aliadas de David y de Salomón en otro tiempo (1Re 5), creyeron después a los discípulos de Cristo, que las evangelizaron.

3.    DEPLORA EL SEÑOR ESTAS CIUDADES PARA NUESTRO EJEMPLO

Se lee en una homilía de San Juan Crisóstomo; “Deplora el Señor estas ciudades para nuestro ejemplo, porque la efusión de lágrimas y los gemidos tristes sobre los que padecen insensibilidad de dolor, no es pequeño antídoto para la corrección de los pacientes y para el consuelo de los que lloran sobre ellos. No sólo los invita a obrar bien por medio del llanto, sino también por el terror. Por lo que sigue: "Por eso para Tiro y Sidón habrá menos rigor".

También nosotros debemos oír esto, porque el juicio más riguroso no será sólo para aquellos que no quieren oír ni recibir las buenas noticias del mensaje de Jesús, porque también será para nosotros, si no recibimos a los huéspedes que vienen a visitarnos en su nombre.

Además, como el Señor había hecho muchos milagros en Cafarnaúm y lo habían tenido como habitante, parecía elevada sobre las demás ciudades; pero por su incredulidad cayó en las ruinas. Así es como Jesús también les dice: “Y tú, Cafarnaúm, ¿crees que serás encumbrada hasta el cielo? No. Serás precipitada en el abismo”. Esto es, para que tu castigo sea proporcionado a su elevación.”

Esta sentencia tiene dos sentidos. O bien serás sumergida hasta el infierno porque resististe soberbiamente a su predilección, elevándose así por el orgullo hasta el cielo; o porque exaltada hasta el cielo por su residencia y sus milagros, serás castigada con mayores tormentos, porque tampoco quisieron creer a esos signos.

4.    EL QUE LOS ESCUCHA A USTEDES, A MÍ ME ESCUCHA

Y para que no se creyese que esta condena sólo se dirigía a las ciudades o personas que habiendo visto a Jesús le despreciaron, también es para todos los que hoy desprecian también la doctrina del Evangelio, es así como Jesús añade diciendo: “El que los escucha a ustedes, a mí me escucha; el que los rechaza a ustedes, a mí me rechaza”. En efecto como comenta San Cirilo: “Por medio de esto nos enseña Jesús, que todo lo que nos dicen los apóstoles debe aceptarse, porque quien los oye, a El oye”. Por tanto es inevitable el castigo y la amenaza a los herejes, que menosprecian las predicaciones de los apóstoles.

Y finaliza el relato: “y el que me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado”. Para que se comprenda que, oyendo o despreciando la predicación del Evangelio, no se oye o desprecia a unas personas que se han dispuesto a predicar las enseñanzas de Jesús, también es desprecio a quien le envió para estar entre nosotros, que es El mismo Padre. “Porque en el discípulo se oye al Maestro y en el Hijo se honra al Padre”.

Este Evangelio, se convierte en un aviso no sólo para todo el pueblo de Israel, sino también para todas aquellas personas que se excluyen de la gracia del Señor y caen en la hipocresía y en la resistencia puestas de manifiesto por los ¡AY, ¡AY. Puede decirse que Jesús pretende censurar el único gran pecado, el imperdonable, ése contra el Espíritu Santo: cerrar los ojos a la manifestación de la gracia, a la oferta de perdón. Ese es el gran riesgo que corre la misión cristiana. Jesús lo ha dicho con claridad: “El que los escucha a ustedes me escucha a mí: el que los rechaza a ustedes, a mí me rechaza”

El Señor les Bendiga

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

PARA LA LECTIO DIVINA

 

POR ESO DEBEMOS ACOGER DE BUEN GRADO A QUIEN NOS EXHORTA A LA CONVERSIÓN

Las dos lecturas litúrgicas tienen en común un evidente rasgo penitencial. La constante conversión requerida por el discipulado exige que la dimensión penitencial esté siempre presente en nuestra vida cristiana. El durísimo juicio emitido por Jesús sobre las ciudades del lago constituye también una severa advertencia para quienes leemos la palabra del Evangelio, a fin de que no nos endurezcamos ni cerremos nuestro corazón a una verdadera escucha de la Palabra. Seremos más imperdonables que Sodoma y Gomorra, y más incrédulos que Tiro y Sidón sí, habiendo encontrado la alegre noticia, permaneciéramos extraños, alejados, cerrados en nosotros mismos. Por el contrario, tanto el profeta Baruc como la enseñanza de Jesús nos invitan a que seamos capaces de confesar nuestro pecado, reconociendo al mismo tiempo la fidelidad y la misericordia de nuestro Dios.

Por eso debemos acoger de buen grado a quien nos exhorta a la conversión, haciéndonos constatar nuestros pecados e incitándonos a cambiar de vida. En los profetas, que a menudo nos resultan incómodos, la Palabra bíblica nos hace reconocer la voz de Dios, que nos habla y no quiere humillamos de manera gratuita o deprimimos, sino indicamos el único camino de salvación. Éste es el de una incesante búsqueda de conversión y una lucha tenaz contra las fuerzas destructoras del pecado: “Cada uno de nosotros ha seguido los proyectos de su obstinado corazón dando culto a otros dioses y ofendiendo al Señor, nuestro Dios, con su conducta”

ORACION

 

Oh Dios, Padre nuestro celestial, te damos gracias por haber reconciliado contigo el mundo a través de Jesucristo y por habernos regenerado con el poder del Espíritu Santo.

Jesucristo, te damos gracias por habernos llamado a la reconciliación, al servicio de tu Palabra y del prójimo, por amor a la creación de Dios. Te damos gracias porque haces posible la reconciliación con nosotros mismos, para que, con un sentido de responsabilidad y de coraje, podamos poner aparte el pasado y mirar hacia el futuro que tú nos das.

Oh Dios, te damos gracias porque vas tejiendo con paciencia la trama de tela para la paz, la concordia, la unidad entre las personas y en la vida de nuestras comunidades cristianas. Te damos gracias también por el día en que, por obra del Espíritu Santo, todos seremos acogidos, reconciliados contigo, en tu morada. Amén.

FUENTES DE LA PAGINA

 

La Página de la Misa Diaria, está preparada y es enviada por Pedro S. A. Donoso Brant, desde Santiago de Chile, como un servicio de apostolado, amor por Nuestro Señor Jesucristo y por la Iglesia. Les ruego su oración, para que pueda mantenerse este servicio y subsidio, dando gracias a nuestro Dios que tanto nos ama.

Nota: Para la Liturgia de la Palabra, utilizo “Liturgia Cotidiana” de Ediciones San Pablo, para el estudio y comentario de la Palabra, utilizo los textos de la Biblia Nácar-Colunga, (SBNC) y/o Biblia de Jerusalén (SBJ),

(3) Para la Lectio Divina, Lectio Divina para cada día del año, de Giorgio Zevini y Pier Giordano Cabra (Eds.) y/o, Intimidad Divina, Fr. Gabriel de Santa M. Magdalena ocd.

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