ANTÍFONA
DE ENTRADA Gál 4, 4-5
Dios envió a su Hijo, nacido de una
mujer, para hacernos hijos adoptivos.
ORACIÓN
COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que por la
venida de tu Hijo unigénito has hecho resplandecer una nueva luz,
concédenos que, así como él compartió nuestra condición humana al nacer de
la Virgen, también nosotros lleguemos a compartir su reino de gracia. Él que
vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los
siglos de los siglos.
LECTURA
1Jn 5, 14-21
Lectura de la primera carta de san Juan.
Hijos míos: Tenemos plena confianza de
que Dios nos escucha si le pedimos algo conforme a su voluntad. Y sabiendo
que Él nos escucha en todo lo que le pedimos, sabemos que ya poseemos lo
que le hemos pedido. El que ve a su hermano cometer un pecado que no lleva
a la muerte, que ore y le dará la Vida. Me refiero a los que cometen
pecados que no conducen a la muerte, porque hay un pecado que lleva a la
muerte; por éste no les pido que oren. Aunque toda maldad es pecado, no
todo pecado lleva a la muerte. Sabemos que el que ha nacido de Dios no
peca, sino que el Hijo de Dios lo protege, y el Maligno no le puede hacer
nada. Sabemos que somos de Dios, y que el mundo entero está bajo el poder
del Maligno. Y sabemos también que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado
inteligencia para que conozcamos al que es Verdadero; y nosotros
permanecemos en el que es Verdadero, en su Hijo Jesucristo. Él es el Dios
verdadero y la Vida eterna. Hijitos míos, cuídense de los ídolos.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
El pecado
como rechazo a Dios y a su amor no tendrá lugar en el corazón de quienes
reciben el Espíritu Santo. La carta finaliza exhortándonos a vivir no en el
pecado, sino en el amor a Dios que es vida y es verdad.
SALMO Sal
149, 1-6. 9
R. ¡El Señor ama a su pueblo!
Canten al Señor un canto nuevo, resuene
su alabanza en la asamblea de los fieles; que Israel se alegre por su
Creador y los hijos de Sión se regocijen por su Rey. R.
Celebren su Nombre con danzas, cántenle
con el tambor y la cítara, porque el Señor tiene predilección por su pueblo
y corona con el triunfo a los humildes. R.
Que los fieles se alegren por su gloria y
canten jubilosos en sus fiestas. Glorifiquen a Dios con sus gargantas; éste
es un honor para todos sus fieles. R.
ALELUYA
Aleluya. Un gran profeta ha aparecido en
medio de nosotros y Dios ha visitado a su pueblo. Aleluya.
EVANGELIO
Jn 2, 1-11
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Se celebraron unas bodas en Caná de
Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús también fue invitado con
sus discípulos. Y, como faltaba vino, la madre de Jesús le dijo: «No tienen
vino». Jesús le respondió: «Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros? Mi hora
no ha llegado todavía ». Pero su madre dijo a los sirvientes: «Hagan todo
lo que Él les diga». Había allí seis tinajas de piedra destinadas a los
ritos de purificación de los judíos, que contenían unos cien litros cada
una. Jesús dijo a los sirvientes: «Llenen de agua estas tinajas». Y las
llenaron hasta el borde. «Saquen ahora, agregó Jesús, y lleven al encargado
del banquete». Así lo hicieron. El encargado probó el agua cambiada en vino
y, como ignoraba su origen, aunque lo sabían los sirvientes que habían
sacado el agua, llamó al esposo y le dijo: «Siempre se sirve primero el
buen vino y, cuando todos han bebido bien, se trae el de calidad inferior.
Tú, en cambio, has guardado el buen vino hasta este momento». Éste fue el
primero de los signos de Jesús, y lo hizo en Caná de Galilea. Así manifestó
su gloria, y sus discípulos creyeron en Él.
Palabra del Señor.
Comentario
Jesús fue
obediente a su familia terrena. Pero la relación con su madre cambia cuando
entra en el plano de lo que el Padre Dios le ha encomendado. El diálogo con
María, incluso, aparenta convertirse en duro. No obstante, en las Bodas de
Caná, María es quien provoca el inicio de la misión de su Hijo: “Hagan lo
que él les diga”. María nos invita a ser activos y a motivar a que otros
entren en acción.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFREN DAS
Dios nuestro, fuente del amor sincero y
de la paz, concédenos glorificar tu nombre con estas ofrendas que te
presentamos; y por la participación en la eucaristía ayúdanos a vivir
unidos en un solo corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA
DE COMUN IÓN Jn 1,16
De su plenitud, todos nosotros hemos
participado, y hemos recibido gracia sobre gracia.
ORACIÓN
DES PUÉS DE LA COMUN IÓN
Señor, que tu pueblo, tantas veces
ayudado por ti, pueda recibir hoy y siempre los dones de tu amor, para que,
fortalecido por los bienes transitorios, busque con mayor confianza los
bienes eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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"Hagan todo lo que Él les diga"
Jn 2,
1-11
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
1. SE CELEBRARON UNAS BODAS EN CANÁ DE GALILEA, Y
LA MADRE DE JESÚS ESTABA ALLÍ.
Seguramente las
relaciones sociales, de parentesco o amistad, hacían que María estuviese
presente en la boda. María vino, por su parte, probablemente desde Nazaret,
que esta más o menos a la distancia de siete
kilómetros de Cana, entonces pudo hacer su viaje en el mismo día. Sin
embargo por la forma de decir que estaba allí la madre de Jesús, hace
suponer que María estaba ya en Cana cuando llegó su Hijo. Dice san Juan
Jesús también fue invitado con sus discípulos, quien llego a Cana desde más
lejos, Betania del Jordán, algo mas de 115 kilómetros.
Sabida su llegada, es cuando, probablemente, recibió la invitación.
Otro dato en el
desarrollo de la escena, por la forma breve en que se presenta a María,
manifestando a su Hijo la carencia de vino, hace suponer que Jesús había
estado ya con su Madre, sin embargo no se menciona a José, esposo de María,
por cuanto podemos suponer que ya no vivía.
2. FUERON INVITADOS A LA BODA, COMO COMPAÑÍA DE
JESÚS
Jesús, aún no era
conocido por milagro alguno, tampoco el se había
presentado como el Mesías, El primer grupo de sus pocos discípulos de ese
minuto, fueron invitados a la boda, como compañía de Jesús, algo que la
hospitalidad oriental permitía ciertamente. Las bodas en Oriente comienzan
al oscurecer, con la conducción de la novia a casa del esposo, acompañada
de un cortejo de jóvenes, familiares e invitados, a los que fácilmente se
viene a sumar, en los villorrios, todo el pueblo, y prolongándose las
fiestas varios días, se lee estos en varios pasajes bíblicos.
En las bodas de los
pueblos, los menesteres de la cocina y del banquete son atendidos por las
hermanas y mujeres familiares o amigas. Es lo que aparece aquí en el caso
de María. A ellas incumbe atender a todo esto. Otro dato, es que el vino es
tan esencial en un banquete de bodas en Oriente, que dice el Talmud: “Donde
no hay vino, no hay alegría.” Según los escritos de esa época, la duración
de las bodas era de siete días si la desposada era virgen, y tres si era
viuda. Durando las bodas varios días, los invitados se renuevan. Por que no suponer además, la posibilidad de la llegada
de huéspedes inesperados.
3. "MUJER, ¿QUÉ TENEMOS QUE VER NOSOTROS?
Es en este marco en el
que se va a desenvolver la escena del milagro de Jesús. La boda debe de
llevar ya algunos días de fiesta y banquete. Nuevos comensales han ido
llegando en afluencia, tanto que las provisiones calculadas del vino van a
faltar. Jesús, como invitado esta ya con ellos en la fiesta. Estando El
presente, el vino llegó a faltar, algo esencial para la fiesta y la
vergüenza iba a caer sobre aquella familia. Probablemente se debía de estar
al fin de las fiestas de boda, cuando en algún aumento imprevisto hizo
crítica la situación. Y éste es el momento de la intervención de María, que
como amiga invitada de la familia, solidaria y talvez ayudando en los
enseres de la cocina, pudo estar informada a tiempo de la situación crítica
y antes de que trascendiese a los invitados, discretamente se lo comunica a
su Hijo, "No tienen vino".
Jesús le respondió:
"Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros? Mi hora no ha llegado
todavía". El decir “Mujer”, a su madre, esta palabra en labios de
Jesús no indicaría desamor o despego, sino solemnidad. Así dice a la
cananea: “¡Oh mujer!, grande es tu fe” (Mt 15:28), este término tiene un
matiz de ternura. Sin embargo, la respuesta de Jesús es una negativa a la
petición de María, por no haber llegado la hora de los milagros. Pero ante
la actitud de María ante su Hijo, por conocer como madre privilegiadamente,
el corazón de Jesús, llena de confianza, sabe que será escuchada, da la
orden a los sirvientes de que hagan cuanto su Hijo les diga.
4. UN CONOCIMIENTO MUY EXCEPCIONAL EN MARÍA DE SU
HIJO
Seguramente, es un
supuesto, que la frase era una simple información al Hijo, pero todo esto
pasa en un ambiente de sentimientos delicados, y hace ver que María espera
una intervención especial, sobrenatural, de Jesús. Esto supone un conocimiento
muy excepcional en María de su Hijo. Esta escena descorre un velo sobre el
misterio de la vida oculta de Nazaret y sobre la “ciencia” de María sobre
el misterio de Jesús. Ella, esta, segura de la intervención de su Hijo y se
acerca a los sirvientes diciendo: "Hagan todo lo que Él les
diga". Esta iniciativa y como orden de María a los servidores se
explica aún más fácilmente suponiendo la especial familiaridad de ella con
los miembros de aquel hogar.
Dice el fragmento del
evangelio: Había allí seis tinajas de piedra destinadas a los ritos de
purificación de los judíos, que contenían unos cien litros cada una. Es
decir vendría a ser de unos 600 litros. Cantidad verdaderamente
excepcional. Se trataba, pues, de una fiesta de gran volumen; lo que hace pensar
en una familia destacada y con muchos invitados.
5. EL MILAGRO SE REALIZA SIN APARATOSIDAD.
El evangelista mismo
lo relata sin comentarios ni adornos. Jesús, en un momento determinado, le
dijo a los sirvientes: "Llenen de agua estas tinajas". Y las
llenaron hasta el borde”. San Juan resalta bien este detalle, con ello se
iba a probar, a un tiempo, que no había mixtificaciones en el vino y,
además de demostrase la generosidad de Jesús en la producción de aquel
milagro. El milagro se realizó súbitamente, una vez colmadas de agua las
tinajas, Jesús les mandó Saquen ahora, y lleven al encargado del
banquete", seguramente un familiar o un siervo que estaba encargado de
atender a la buena marcha del banquete.
Los servidores
obedecen la orden de Jesús y llevan al encargado, maestresala, “el agua
convertida en vino.” Fácilmente se supone la sorpresa de los servidores.
Nada le dicen del milagro. Expresamente lo dice el evangelista.; Así lo
hicieron. El encargado probó el agua cambiada en vino y, como ignoraba su
origen, aunque lo sabían los sirvientes. La sorpresa del maestresala se
acusa, está ignorante del milagro, tanto que llamó al esposo, sin duda por
ser el dueño del hogar, y se lo advierte en tono de reflexión un poco
amarga, ya que él, responsable de la buena marcha del banquete, y estaba
ignorante de aquella provisión. Todo ello se acusa en la reflexión que
además le hace. "Siempre se sirve primero el buen vino y, cuando todos
han bebido bien, se trae el de calidad inferior. Tú, en cambio, has guardado
el buen vino hasta este momento", quiere aludir con ello a esa hora en
que, ya saciados, se presta especial atención a un refinamiento más.
6. EL MILAGRO ENCUADRABA A JESÚS EN UNA AUREOLA
SOBRENATURAL.
De esta manera tan
maravillosamente sencilla cuenta el evangelista este milagro de Jesús. Y
completará: Éste fue el primero de los signos de Jesús, y lo hizo en Caná de
Galilea. O acaso, aún mejor, sea el primero de los milagros oficiales que
El realiza en su presentación pública de Mesías, era un “signo” que hablaba
de la grandeza de Jesús, del testimonio que el Padre le hacía de su
divinidad y de su misión y Así manifestó su gloria, y sus discípulos
creyeron en él. Su gloria” aquella gloria que le convenía “como a Unigénito
del Padre” y que “nosotros” hemos visto” y que era la evocación sobre Jesús
de la “gloria” de Yahvé en el Antiguo Testamento, y lo mismo en el Nuevo,
donde se asocian las ideas de “gloria” y “poder” de tal manera que la
“gloria” se manifiesta precisamente en el “poder.” Y ante esta
manifestación del poder sobrenatural que Jesús tenía, sus discípulos
“creyeron en El.” Ya creían antes, pues el Bautista se lo señaló como
Mesías, y ellos le reconocieron, como Juan relató en el capítulo anterior,
y como a tal le siguieron. Pero ahora creyeron más plenamente en El. El
milagro encuadraba a Jesús en una aureola sobrenatural.
7. LA SANTIFICACIÓN DEL MATRIMONIO
Otro aspecto de este
milagro se refiere a la santificación del matrimonio. La presencia de Jesús
y María en unas bodas, santificándolas con su presencia y rubricándolas con
un milagro a favor de sus regocijos, son la prueba palpable de la santidad
de la institución matrimonial y, la condena de toda tentativa de sectores
de la sociedad de hoy, de carácter herética sobre la misma. Esta actitud
del Señor, es como preparación de elevación del matrimonio al orden
sacramental.
Muchos valores
simbólicos nos enseñan este milagro, como la multiplicación de los panes,
es probablemente también una orientación hacia la Eucaristía. Otra interpretación
es ver en el vino milagrosamente dado un “símbolo” de la nueva,
sobrenatural y generosa doctrina que Jesús trae. La extrañeza del
maestresala de que el vino mejor se guardó para el fin, va a ser símbolo de
la alegría ya que el vino que alegraba el convite. En Proverbios, 9,5 se
lee; "Venid, comed mi pan y bebed mi vino que yo he mezclado” La
escena de los primeros discípulos invita a los hombre a recibir a Jesús
como fuente de la Sabiduría que es preciso buscar para encontrarla.
Entonces ella conduce a sus discípulos hasta el banquete en donde ella les
da el vino de la enseñanza y de la doctrina que conduce a la vida.
"Hagan
todo lo que Él les diga"
El Señor les Bendiga
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
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