No se puede servir a Dios y al Dinero
Lc 16, 1-13
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
1. BUSCAR FUTUROS AMIGOS A COSTA DE UN FRAUDE
Esta narración
solo la trae el evangelio de Lucas, es propio de una historia parabólica e
imaginaria. No es una alegoría, ya que los elementos que utiliza son del
mundo natural e incluso verosímil. En todo caso es bastante extraña esta
propuesta la de buscar futuros amigos a costa de un fraude. Casi parece un
enigma o incógnita.
Pero no
por ello vamos a no considerarla, al contrario, buscaremos descubrir la
enseñanza. Como método pedagógico, en la estructura de las parábolas puede
haber elementos irreales, sin que exijan una interpretación alegórica, ya
que se los utiliza para acusar más el relieve de la doctrina que trata de
exponerse. Como aquí.
2. UN ADMINISTRADOR INFIEL VA A SER DESTITUIDO
La trama
es sencilla. Un administrador infiel va a ser destituido. Con ello, su fama
y porvenir se hunden. La narración no resalta otros detalles intermedios,
que podían suponerse; pero son elementos que no interesan a la finalidad
propuesta. Este hombre, antes de ir a su dueño a rendir cuentas, se
previene para el futuro, haciendo favores con fraude, ya que debe ser
hombre débil que no puede ponerse a trabajar, y el mendigar le avergüenza:
les rebaja en las cuentas parte de lo que debían.
3. NUESTRA VIDA, NO ES NUESTRA, ES DE DIOS
Una cosa
es cierta, no siempre nos parece buena idea dar cuenta de lo que hemos
hecho, parece que nos gusta poco que se metan en la forma como manejamos
nuestra vida. También tenemos temor que se analice los distintos aspectos
de nuestros actos, como si no estuviéramos seguros si lo hemos realizado
bien.
Pero
resulta que nuestra vida, no es nuestra, es de Dios y Él nos ha dado gratis
muchas cosas, nos ha entregado talentos, dones, virtudes, cualidades y El
sí puede exigirnos dar cuenta de cómo lo hemos hecho, en especial, que la
proyectemos y la compartamos con el prójimo.
Bajo esta
perspectiva anterior, vemos que es necesario hacer una revisión de cómo
estamos en nuestra rendición de cuentas, de nuestros pensamientos y
acciones, es decir como lo hemos hecho en nuestro rol de administrador de los
bienes que nos ha dado Dios, y teniendo en consideración, que no conocemos
el momento en el cual nos pueden llamar a dar cuentas.
4. EL SABER ADMINISTRAR LAS RIQUEZAS, LOS BIENES
MATERIALES, DE TAL MANERA QUE TRAIGAN GRAN PROVECHO EN EL REINO
Y Dios nos
tiene bien advertido, “estén
preparado porque el Hijo del Hombre vendrá en la hora menos pensada” (Mt.
24,24)
Entonces
la aplicación de este fragmento del Evangelio, se
hace a un caso concreto: el saber administrar las riquezas, los bienes
materiales, de tal manera que traigan gran provecho en el Reino:
probablemente alude de una manera específica a la limosna, ya que el tema
es de riquezas.
Dice el
este relato que el amo tuvo que reconocer que su mal administrador había
procedido con habilidad, por eso cuando el amo se enteró de esta astucia
final “alabó a este administrador deshonesto, por haber obrado tan
hábilmente”.
5. LOS QUE PERTENECEN A ESTE MUNDO SON MÁS HÁBILES
Dice el
Señor: “Porque los hijos de este mundo son más astutos en su trato con los
demás que los hijos de la luz”. Y Cristo saca explícitamente la
lección, los hijos de este mundo son más astutos en el trato con los suyos
que los hijos de la luz para sus obras religiosas. Esta es la doctrina e
intento directo: la necesidad de esmerarse sumamente en lograr el mayor
provecho en la vida del Reino.
Hoy
nosotros somos los hijos de la Luz, pero no siempre nos comportamos como
tal. Nuestra Luz es esa que nos dijo Jesucristo, “Yo soy la Luz del Mundo”
Pero
también hay hijos de este mundo, muchos de ellos escalan con rapidez lo que
ellos llaman “posición”, sea esta política, económica o social y a muchos
les resulta un arduo trabajo este paso a paso para tener una posición más
alta, y hacen su vida una pasión por conservar sus bienes y aumentarlos.
6. LA OBTENCIÓN DE BENEFICIOS DE LOS BIENES QUE
DIOS NOS HA DADO
He aquí
una paradoja, porque es un hecho extraño, absurdo u opuesto a la opinión o
al sentir de un cristiano, somos hijos de la luz, y que poco empeño ponemos
en la obtención de
beneficios de los bienes que Dios nos ha dado, y que poco interés de
servirnos de los medios que tenemos para el logro del bienes de nuestro
espíritu. A modo de ejemplo, sucede a veces que estamos más preocupados por
un regalo desmedido, vana ostentación, más que por tantas obras de caridad
que necesitan de lo que tenemos. Y es un contrasentido, saber que hemos
recibido de Dios cualidades especiales para emplearla en bien del prójimo y
que difícil nos resulta administrar este bien.
Es una
actitud espiritual sobre lo que somos nosotros y lo que tenemos. Si no lo
hemos hecho, es hora de darse cuenta de que todo lo que nosotros somos y
todo lo que poseemos son regalos generosamente entregados a nosotros por un
Dios que nos ama y que nos llama a mantener una relación con El. No
poseemos nada -ni siquiera la vida misma- que no haya sido un regalo de
Dios. Y con esta comprensión viene tanto un deseo de devolver de alguna
manera, como acción de gracias, una parte de todo lo que nos ha sido dado,
así como también una creciente conciencia de nuestra responsabilidad de
usar sabiamente esos regalos. La buena administración de nuestro tiempo
para dedicarse a Dios, es una actitud de gratitud
sensible y responsable.
7. SOMOS AMADOS Y LLAMADOS A MANTENER UNA RELACIÓN
CON CRISTO
Antes que
nada la administración de nuestro tiempo, talento y tesoro como Bienes de
Dios empieza con una relación, somos amados y llamados a mantener una
relación con Cristo, por tanto, la medida de nuestra fidelidad a esa relación, será el resultado palpable y visible del
anhelo de devolver a Dios lo que a Él le pertenece.
Contemplando
a Cristo, no dejemos de reconocer lo mucho que nos ama, El reconoce que
Mientras más amamos, más deseamos dar de nosotros mismos en nuestra tarea
de administrador de sus bienes.
8. EL USO DEBIDO QUE DEBEMOS DAR A LAS RIQUEZAS
MATERIALES
En la
segunda parte del evangelio de Lucas, se refiere directamente al uso debido
que debemos dar a las riquezas materiales y alude a la parábola que se
acaba de exponer. En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Gánense
amigos con el dinero de la injusticia, para que el día en que éste les
falte, ellos los reciban en las moradas eternas” (en el cielo”. Al
decir, esto, no justifica el robo, sino que las riquezas que se tengan se
las administre esmeradamente para la vida eterna. Además, “dinero
de la injusticia” es una frase del A.T. que significa “riquezas
terrenas” (Eclo 5:10).
Literariamente
se presenta con una doble modalidad: una es ahora gánense amigos que aquí
son los pobres socorridos, que serán los que después intervendrán ante
Dios, máxime cuando al hacer esto se hace al mismo Cristo (Mt 25:40).
9. NO SE PUEDE ROBAR LO AJENO Y DEL PRODUCTO DE
ESTE ROBO DAR A LOS POBRES
Un
pensamiento de aquel tiempo decía del pobre y el rico que ambos se
necesitan: “Los ricos auxilian a los pobres en este mundo con sus riquezas;
y los pobres, a los ricos en el mundo venidero.”
Sin
embargo Jesús nos enseña que no se puede robar lo ajeno y del producto de
este robo dar a los pobres, la limosna bien dada es la que se gana con el
propio trabajo. Tampoco se puede robar a los pobres, y de eso dar a otros
como si fuera algo justo. Esos hacen los usureros. Al Señor no podemos
engañar. Y no olvidemos que lo que hemos recibido de Dios, es algo que a Él
le pertenece, por tanto también a nuestro prójimo.
10. ASÍ COMO DEBEMOS DAR A LOS POBRES PARA QUE SEAMOS
RECIBIDOS DE ELLOS EN LOS CIELOS.
Serán
además riquezas injustas todas las que el Señor nos ha concedido para
satisfacer las necesidades de nuestros hermanos y semejantes, y que
egoístamente reservamos para nosotros. Debemos, por tanto, entregarlas a
los pobres o a las necesidades del prójimo desde el principio. Porque en
verdad hemos sido injustos administradores de esas riquezas, si hemos
retenido para nosotros todo aquello que se nos ha concedido para la
necesidad de los demás.
Si estamos
conscientes de ello, es hora de no continuar de ningún modo en esta
crueldad. Es así como debemos dar a los pobres para que seamos recibidos de
ellos en los cielos. Si adquirimos “las moradas eternas” por
nuestra amistad con los pobres, es decir si ganamos el cielo por afecto y
consideración de los indigentes, debemos pensar que cuando les damos
nuestras donaciones, que más bien las ponemos en manos de nuestros
defensores que en las de los necesitados.
11. ¿Y QUIÉNES SON LOS QUE SERÁN RECIBIDOS POR ELLOS EN LAS MORADAS
ETERNAS?
¿Y quiénes
son los que serán recibidos por ellos en las moradas eternas, sino aquellos
que los socorren en su necesidad y les suministran con alegría lo que les
es necesario? Estos son los menores de Cristo, que todo lo han dejado por
seguirlo y todo lo que han tenido lo han distribuido entre los pobres,
necesitados, indigentes o pordioseros para poder servir a Dios
desembarazados de los cuidados de la tierra y, libres del peso de los
negocios mundanos y así levantarse como en alas hacia el cielo.
¿Cuantos bienes hemos recibido de Dios? Hemos recibido
cualidades, talento, educación, oportunidades, salud, posiciones en la
sociedad, alegría, simpatía. Muchas cosas ha
puesto Dios en nuestras manos, para nuestro uso, para salvarnos y para
salvar a los demás. La administración de todos estos bienes, tendremos que
dársela en su día a Dios.
12. EL QUE ES FIEL EN LO POCO TAMBIÉN ES FIEL EN LO MUCHO
Que
hermoso es cuando somos testigos que las grandes cosas provienes de las
pequeñas. Cuán grande es a veces un pequeño gesto. Una mínima palabra
amorosa expresada en nuestros labios produce mucha más paz en quien la da y
quien la recibe que todo un gran discurso. El trato afable, el saludo
cortés, el ayudar al desvalido en algunos de sus problemas, la capacidad de
oír el desahogo del que sufre, en fin, pequeños gestos que engrandecen el
corazón. Así es como toda nuestra vida está basada en pequeñas cosas, más
aún insignificante. Un segundo es casi nada, pero ellos son parte del
tiempo de nuestra vida. De los insignificantes segundos nace toda una
felicidad para nosotros.
Entonces
segundo a segundo estamos esperando las grandes ocasiones de nuestra vida,
sin embargo están se presentaran en contadas
etapas o circunstancias. En cambio las cosas de cada día, las que
transcurren en el diario vivir, los sencillos deberes cotidianos, nos
preparan para las cosas grandes. Porque no será fácil para ninguno de
nosotros superar los obstáculos mayores si no hemos superado los menores,
porque los pequeños reveses, mínimos contratiempo, nos hacen decaer
fuertemente. Entonces muchas veces necesitamos mayor fortaleza para las
cosas pequeñas que las grandes. Entonces qué bien nos llegan estas palabras
del Señor cuando nos dice que “el que es fiel en lo poco también es
fiel en lo mucho”.
13. NO HAY CRIADO QUE PUEDA SERVIR A DOS AMOS
Dice el
Señor: “Ningún servidor puede servir a dos señores, porque aborrecerá a
uno y amará al otro, o bien se interesará por el primero y menospreciará al
segundo”. En resumen, no pueden ustedes servir a Dios y al dinero,
y También nos dice: “Porque donde
está tu tesoro, allí estará tu corazón. (Mt 6, 24) No se puede servir a
Dios y a las riquezas. Ni psicológica ni religiosamente esto es posible. El
corazón ha de estar totalizado en Dios.
Pero
además Él nos dice: "Ustedes aparentan rectitud ante los hombres, pero
Dios conoce sus corazones”, Toda la pedagogía del Señor es una voz de
alerta, un llamado a nuestros corazones y conciencia, todo los que nos dice
en sus enseñanzas y en sus parábolas tiene por fin el prepararnos para que
seamos salvos.
14. TODO LO QUE TENEMOS QUE HACER, ES SER HONESTO Y DE CORAZÓN
PURO ANTE DIOS
Y ¿Qué
podemos ocultar a Dios?, ¿Qué podemos fingir al Señor? No debemos ser
tentados hacernos pasar por lo que no somos, no procuremos mostrar
sentimientos que no tenemos, no pretendamos pasar por justo siendo
injustos, no engañemos tratando de demostrar que somos gente de paz y
alimentamos la violencia en el corazón. Porque no engañaremos a Dios,
tratando de dar una imagen de generosidad con un corazón de sentimiento
egoísta. ¿Acaso es bueno hacer una vida cómoda y tratar de hacer ver que
nos esforzamos por ser activo en la ayuda a los que sufren?
Con toda
razón dice Jesús; "Ustedes
aparentan rectitud ante los hombres, pero Dios conoce sus corazones. Porque
lo que es estimable a los ojos de los hombres resulta despreciable para
Dios". (Lc 16-15)
Todo lo
que tenemos que hacer, es ser honesto y de corazón puro ante Dios, buscar
todos los caminos de la vida sana, recta, santas, así Dios no apartara sus
dulces y delicados ojos de nosotros.
El Señor les Bendiga
Pedro
Sergio Antonio Donoso Brant
Domingo
XXV del Tiempo Ordinario Ciclo C
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