MISA DIARIA DE CAMINANDO CON JESUS
"La
Eucaristía es fuente y culmen de toda la vida cristiana" (LG 11)
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Página de Pedro Sergio Antonio Donoso
Brant
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11-12-2022
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Edición Nº 9.458
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LITURGIA
DE LAS HORAS
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III DOMINGO DE ADVIENTO
El desierto florecerá (Is 35, 1-6. 10)
El desierto florecerá.
He aquí la intensidad de la esperanza que la Iglesia quiere infundir en
nosotros mediante las palabras del profeta. Nosotros solemos esperar
aquello que nos parece al alcance de nuestra mano. Sin embargo, la
verdadera esperanza es la que espera aquello que humanamente es imposible.
Debemos esperar milagros: que el desierto de los hombres sin Dios florezca
en una vida nueva, que el desierto de nuestra sociedad secularizada y
materialista reverdezca con la presencia del Salvador.
Estos son los signos que Dios
quiere darnos y que debemos esperar: que se abran a la fe los ojos de los
que por no tenerla son ciegos, que se abran a escuchar la palabra de Dios
los oídos endurecidos, que corra por la senda de la salvación el que estaba
paralizado por sus pecados, que prorrumpa en cantos de alabanza a Dios la
lengua que blasfemaba... Si esperamos estos signos, ciertamente se
producirán, y todo el mundo los verá, y a través de ellos se manifestará la
gloria del Señor, y los hombres creerán en Cristo, y no tendrán que
preguntar más: “¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?”
(Mateo 11, 1-11).
El que tiene esta esperanza se
siente fuerte y sus rodillas dejan de temblar. Pero el secreto para tenerla
es mirar al Señor. La palabra de Dios quiere clavar nuestra mirada en el
Señor que viene y dejarla fija en su potencia salvadora: “¡Animo! No
temáis. Mirad a vuestro Dios que viene...
Para ver la Reflexión completa de las 3 lecturas y el salmo de la Liturgia
de este domingo pinchar este link: (Enlace): PALABRA DE DIOS
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ANTÍFONA DE EN TRADA Cf. Flp 4, 4.5
Alégrense siempre
en el Señor. Vuelvo a insistir, alégrense, pues el Señor está cerca.
ACTO PENITENCIAL
· Defensor de los
pobres. Cuando no vemos que vienes a salvarnos. Señor, ten piedad.
· Refugio de los
débiles. Cuando no tenemos paciencia y fortaleza. Cristo, ten piedad.
· Esperanza de los
pecadores. Cuando nos olvidamos de ti y por eso no estamos alegres. Señor,
ten piedad.
No se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Dios y Padre
nuestro, que acompañas bondadosamente a tu pueblo en la fiel espera del
nacimiento de tu Hijo, concédenos festejar con alegría su venida y alcanzar
el gozo que nos da su salvación. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que
vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los
siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA Is 35, 1-6. 10
Comentario:
Para la Jerusalén del postexilio viene una serie de bendiciones y buenos
augurios como prosperidad, felicidad e integridad física, presididas por el
progreso espiritual y la capacidad de andar nuevamente por la senda del
Señor.
Lectura del libro de Isaías.
¡Regocíjense el
desierto y la tierra reseca, alégrese y florezca la estepa! ¡Sí, florezca
como el narciso, que se alegre y prorrumpa en cantos de júbilo! Le ha sido
dada la gloria del Líbano, el esplendor del Carmelo y del Sarón. Ellos
verán la gloria del Señor, el esplendor de nuestro Dios. Fortalezcan los
brazos débiles, robustezcan las rodillas vacilantes; digan a los que están
desalentados: “¡Sean fuertes, no teman: ahí está su Dios! Llega la
venganza, la represalia de Dios: Él mismo viene a salvarlos”. Entonces se
abrirán los ojos de los ciegos y se destaparán los oídos de los sordos, entonces
el tullido saltará como un ciervo y la lengua de los mudos gritará de
júbilo. Volverán los rescatados por el Señor; y entrarán en Sión con gritos
de júbilo, coronados de una alegría perpetua: los acompañarán el gozo y la
alegría, la tristeza y los gemidos se alejarán.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 145, 6-10
R. Señor, ven a salvarnos.
El Señor mantiene
su fidelidad para siempre, hace justicia a los oprimidos y da pan a los
hambrientos. El Señor libera a los cautivos. R.
El Señor abre los
ojos de los ciegos y endereza a los que están encorvados. El Señor ama a
los justos, y protege a los extranjeros. R.
Sustenta al
huérfano y a la viuda; y entorpece el camino de los malvados. El Señor
reina eternamente, reina tu Dios, Sión, a lo largo de las generaciones. R.
SEGUNDA LECTURA Sant 5, 7-10
Esta
parte de la carta es un llamado a conservar la paciencia y la perseverancia
en medio de las pruebas. Ahora no es el tiempo de la cosecha, dice el
autor, pero sí de la espera paciente y vigilante para garantizar buenos y
abundantes frutos de vida.
Lectura de la carta de Santiago.
Tengan paciencia,
hermanos, hasta que llegue el Señor. Miren cómo el sembrador espera el
fruto precioso de la tierra, aguardando pacientemente hasta que caigan las
lluvias del otoño y de la primavera. Tengan paciencia y anímense, porque la
Venida del Señor está próxima. Hermanos, no se quejen los unos de los otros,
para no ser condenados. Miren que el Juez ya está a la puerta. Tomen como
ejemplo de fortaleza y de paciencia a los profetas que hablaron en Nombre
del Señor.
Palabra de Dios
ALELUYA
Aleluya. El Espíritu del Señor está
sobre mí, él me envió a llevar la buena noticia a los pobres. Aleluya.
EVANGELIO Mt 11, 2-11
A la
pregunta del Bautista “¿Eres tú el que había de venir o tenemos que esperar
a otro?”, Jesús responde sobre su persona y su misión, no teorizando, sino
señalando los milagros y signos realizados que tienen como destinatarios al
pobre y al excluido: los ciegos ven los cojos caminan, los leprosos quedan
limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan, y los pobres reciben la
Buena Noticia.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo
según san Mateo.
Juan el Bautista
oyó hablar en la cárcel de las obras de Cristo, y mandó a dos de sus
discípulos para preguntarle: “¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar
a otro?” Jesús les respondió: “Vayan a contar a Juan lo que ustedes oyen y
ven: los ciegos ven y los paralíticos caminan; los leprosos son purificados
y los sordos oyen; los muertos resucitan y la Buena
Noticia es anuncia da a los pobres. ¡Y feliz
aquél para quien Yo no sea motivo de tropiezo!” Mientras los enviados
de Juan se retiraban, Jesús empezó a hablar de él a la multitud, diciendo:
¿Qué fueron a ver al desierto? ¿Una caña agitada por el viento? ¿Qué fueron
a ver? ¿Un hombre vestido con refinamiento? Los que se visten de esa manera
viven en los palacios de los reyes. ¿Qué fueron a ver entonces? ¿Un
profeta? Les aseguro que sí, y más que un profeta. Él es aquél de quien
está escrito: “Yo envío a mi mensajero delante de ti, para prepararte el
camino”. Les aseguro que no ha nacido ningún hombre más grande que Juan el
Bautista; y sin embargo, el más pequeño en el Reino de los Cielos es más
grande que él”.
Palabra del Señor.
Se dice el Credo
ORACIÓN DE LOS FIELES
A cada intención,
pedimos: Alegres preparamos tu venida. ¡Ven, Señor Jesús!
· Por la Iglesia,
mensajera de Cristo: para que el gozo y el júbilo acompañen su acción en el
mundo. Oremos.
· Por los que
trabajan por un mundo mejor: para que la paciencia, la fortaleza y la
alegría acompañen sus empeños. Oremos.
· Por los que viven
tristes y desalentados: para que experimenten el consuelo y la fortaleza del Señor que está cerca.
Oremos.
· Por nuestra
comunidad parroquial: para que viva el gozo de servir a los pobres, débiles
y enfermos a ejemplo de Jesús. Oremos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Ayúdanos, Padre, a
ofrecerte este sacrificio como expresión de nuestra propia entrega, para
que así cumplamos debidamente lo que tú mismo nos mandaste celebrar y
obtengamos la plenitud de la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO DE ADVIENTO
ANTÍFONA DE COMUN IÓN Cf. Is 35, 4
Digan a los que
están desalentados: sean fuertes, no teman, nuestro Dios viene y nos
salvará.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor y Dios
nuestro, imploramos tu clemencia para que la fuerza de este alimento
divino, liberándonos de todo pecado, nos prepare para la celebración del
nacimiento de tu Hijo. Que vive y reina por los siglos de los siglos.
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REFLEXIÓN BÍBLICA
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“Vayan
a contar a Juan lo que ustedes oyen y ven…la Buena Noticia es anunciada a
los pobres”
Mt
11, 2-11
Autor:
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
1.
ERES TÚ EL QUE HA DE VENIR O DEBEMOS
ESPERAR A OTRO
El Bautista estaba en la cárcel. Estaba en un
palacio-fortaleza de Herodes Antipas, en el mar Muerto. Allí debió de tener
una prisión en condiciones especiales: “pues Herodes temía a Juan, sabiendo
que era hombre justo y santo, y le protegía; y al oírle, quedaba muy
perplejo, y le escuchaba con gusto”. (Mc 6:20), y en donde recibía la
visita de sus discípulos. Allí “oyó,” precisamente por sus “discípulos,”:
“Sus discípulos llevaron a Juan todas estas noticias” (Lc 7:18). En la
perspectiva de Mateo, deben de ser los milagros relatados y sus enseñanzas.
Y por dos de sus discípulos envió a Jesús un mensaje: “¿Eres tú el que ha de venir o debemos
esperar a otro?”, y manda a preguntar,
de modo como si fuera a un futuro inminente: “Eres tú el que ha de venir”. Se
puede pensar que la pregunta, era para que dijese si era (Jesús) el Mesías.
2.
VAYAN A CONTAR A JUAN LO QUE USTEDES
OYEN Y VEN
La respuesta de Jesús es: “Vayan a contar a Juan lo que ustedes oyen y ven”. En el Evangelio de Lucas se relata que: “En aquel
momento curó a muchos de sus enfermedades y dolencias, y de malos
espíritus, y dio vista a muchos ciegos”. Estas curaciones concretas, hacen
ver que era la obra del Mesías, tal como la describía Isaías: “Entonces se
despegarán los ojos de los ciegos, y las orejas de los sordos se abrirán.
Entonces saltará el cojo como ciervo, y la lengua del mudo lanzará gritos
de júbilo.” (Is 35:5.6)
Esta era la respuesta que Jesús daba, más que al
Bautista, a los enviados y, por medio de ellos, al círculo de celosos
seguidores de Juan Bautista. Por eso les añadió: “¡Y feliz aquél para quien
Yo no sea motivo de tropiezo!”, esto es bienaventurado “el que no se
escandaliza de mí.” Pues no respondía la figura de Cristo al concepto
ambiental farisaico deformado sobre el Mesías. “Este no expulsa los demonios
más que por Belcebú, Príncipe de los demonios” (Mt 12 22-23).
3.
¿POR QUÉ MOTIVO ENVIÓ EL BAUTISTA
ESTOS DISCÍPULOS SUYOS CON ESTE MENSAJE A CRISTO?
Entonces estos discípulos, ¿regresan convencidos?, por
lo que sabemos ellos tenía una cierta resistencia a seguir a Jesús;
“Entonces se le acercan los discípulos de Juan y le dicen: ¿Por qué
nosotros y los fariseos ayunamos, y tus discípulos no ayunan?” (Mt 9, 14).
Por tanto nos preguntamos: ¿Por qué motivo envió el Bautista estos
discípulos suyos con este mensaje a Jesús? De una gran cantidad de
hipótesis, pensamos que Juan Bautista no envía sus discípulos a Jesús para
que le responda a él, quitándole su incierta duda, sino para que haga
desaparecer la incertidumbre a sus discípulos.
Lo cierto es que cuando el Bautista envía a sus
discípulos a preguntar a Jesús, él estaba recluido, evidentemente estaba en
una situación donde una persona se ve más necesitada de Dios, pero Juan
había anunciado la venida de Jesús, "Este es el Cordero de Dios que
quita los pecados del mundo" (Jn 1,29). Es decir Juan conocía muy bien
quien era Jesucristo. Pero él sabe que va a morir, entonces desea que sus
discípulos no tengan dudas, y los manda para que sean testigos de las
maravillas del Señor, para que aprendan además directamente de los mismos
labios de Jesús.
4.
TODAS LAS COSAS QUE HACE JESÚS, NOS
MUESTRAN QUE EL ES DIOS.
Jesús conoce el propósito de Juan, y para que a todos
les conste, en esa misma hora sanó a muchos enfermos, como una mejor prueba
para los enviados. Por lo tanto, no se contentó con responderles por medio
de palabras, sino que les contestó por medio de obras. Esto es lo que
llamamos, “Hechos y no palabras”, Entonces respondió a los enviados: “Vayan a contar a Juan lo que han visto y
oído”. Jesús, se define por su
obrar, esto es su respuesta son sus obras, los ciegos ven y los paralíticos
caminan; los leprosos son purificados y los sordos oyen; los muertos
resucitan y la Buena Noticia es anuncia da a los pobres. Todas las cosas que hace Jesús, nos
muestran que Él es Dios.
Toda la obra milagrosa de Jesús, era la que había
anunciado el profeta Isaías, (Is. 35, 4-5) “Decid a los de Corazón apocado:
"¡Fortaleceos; no Temáis! He Aquí que vuestro Dios viene con venganza
y Retribución divina. El mismo Vendrá y os Salvará." “Entonces Serán
abiertos los ojos de los ciegos, y los Oídos de los sordos se Destaparán”.
O como en el Salmo (Sal 145, 8-8), donde cantamos: “El
Señor mantiene su fidelidad perpetuamente, él hace justicia a los
oprimidos, él da pan a los hambrientos. El Señor liberta a los cautivos. El
Señor abre los ojos al ciego, el Señor endereza a los que ya se doblan, el
Señor ama a los justos, el Señor guarda a los peregrinos. Sustenta al
huérfano y a la viuda y trastorna el camino de los malvados. El Señor reina
eternamente”.
5.
NO HA NACIDO NINGÚN HOMBRE MÁS GRANDE
QUE JUAN EL BAUTISTA.
Así es como en algunos relatos evangélicos se acusan
los celos de los discípulos de Juan ante ese prestigio y obra de Jesús, (Mt
9:14-17; Jn 3:23-26). Sin embargo ya en otras dos ocasiones el Evangelio
muestra al Bautista encaminando a sus discípulos a Cristo; “He ahí el
Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es por quien yo dije:
Detrás de mí viene un hombre, que se ha puesto delante de mí, porque
existía antes que yo. (Jn 1:29-30) o bien: Es preciso que él crezca y que
yo disminuya. (Jn 3:30).
Por otra parte, si la grandeza del Bautista queda ya
expresada con la aplicación de esta cita de Malaquías: He aquí que yo envío
a mi mensajero a allanar el camino delante de mí, y enseguida vendrá a su
Templo el Señor a quien vosotros buscáis”
(Malaquías 3,1), aún se resaltará terminantemente con las palabras
de Jesús. “Es el mayor entre los nacidos de mujer”. En la redacción casi
idéntica del lugar paralelo en Lucas donde se dice que no hubo “profeta
mayor” que el Bautista. Pero el texto de Mateo da suficientemente al
pensamiento al decir que es más que un profeta. Los profetas hablaban del
Mesías “desde lejos,” Juan lo ve y lo presenta a Israel. Lo hace por su
dignidad profética de precursor.
Así, Juan es, metafóricamente, el Elías que ha de
venir, por eso “todos los profetas y la Ley han profetizado hasta Juan”.
Con él termina la preparación, y con Jesús comienza el ingreso en el reino.
6.
Y SIN EMBARGO, EL MÁS PEQUEÑO EN EL
REINO DE LOS CIELOS ES MÁS GRANDE QUE ÉL
Pero se diría que el pensamiento polémico-apologético
sobre la dignidad de Jesús y su obra se vuelve a acusar. Si el Bautista es
el “mayor” profeta por su dignidad de precursor, el ingreso y pertenencia
del “menor” en el reino es “mayor que Juan Bautista”; pues entre una
función carismático-profética y preparatoria para el reino y la
incorporación al mismo, la superioridad está por éste. Era Elías por su
papel, conforme a la profecía de Malaquías, y lo era porque tenía “el
espíritu y el poder de Elías” (Lc 1:17).
A este ingreso en el reino, preparativamente contribuyó
el Bautista. Lucas cita esto mismo en otro contexto en forma más clara: “La
Ley y los profetas llegan hasta Juan; desde ahí comienza a anunciarse la
Buena Nueva del Reino de Dios, y todos se esfuerzan con violencia por
entrar en él.” (Lc 16:16).
7.
JUAN BAUTISTA, MAS QUE UN PROFETA
Jesús, hace el elogio del Bautista, prisionero por
testimoniar la verdad. Es el modelo de la fidelidad a su misión y de su
dignidad. Los evangelistas transmiten con una viveza extraordinaria las
palabras de Jesucristo sobre el Bautista. Este había creado una gran
expectación cuando apareció anunciando el bautismo de penitencia (Mt 3:5).
Hasta el historiador judío Josefo se hace cargo de aquel movimiento, y las
autoridades judías de Jerusalén enviaron una legación a preguntarle si él
era el Mesías (Jn 1:19-27). Seguramente, a muchos de los que fueron oyentes
del Bautista se dirigieron ahora las palabras de Jesús.
El Bautista, “en el desierto,” no era una “caña agitada
por el viento.” Estas, que nacen en abundancia junto al Jordán, escenario
bautismal de Juan, fueron siempre símbolo de insipidez, de ligereza, de
falta de consistencia (1 Re 14:15; 2 Re 18:21). Pero el Bautista tenía la
reciedumbre moral para enfrentarse contra el escandaloso adulterio de
Antipas y Herodías. No era el Bautista la figura suave de los cortesanos de
Tiberias, que vestían delicadamente y vivían placenteramente. Juan tenía la
vestimenta y la austeridad de los profetas. Por eso el “crescendo” de
indagación sigue: salieron no sólo a ver a un profeta, “sino a más que
profeta.”
El
Señor les Bendiga
Pedro Sergio Antonio
Donoso Brant
III Domingo del Tiempo de Adviento Ciclo A
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PARA LA LECTIO DIVINA (3)
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“¡FELIZ AQUÉL PARA
QUIEN YO NO SEA MOTIVO DE TROPIEZO!”
Jesús les respondió: “Vayan a
contar a Juan … “La Buena Noticia es anuncia da a los
pobre. ¡Y feliz aquél para quien Yo no sea motivo de tropiezo!”
La respuesta de Jesús al
Bautista todavía es válida para nosotros hoy: Jesús ya está llevando a cabo
este cambio; nos da signos, pero debemos darles crédito, siguiéndole por el
camino que ha elegido. El Reino de Dios llega sin ruido (será instaurado
definitivamente sobre una cruz), pero si creemos podremos experimentar su
fuerza y también nosotros nos comprometeremos en el verdadero cambio del
mundo.
¡Y feliz aquél para quien Yo no sea motivo
de tropiezo!” “Dichoso el que no se escandalice de mí”. En concreto viene a
ser una llamada a creer. La vida aparentemente sigue como siempre, pero
dichoso el que no se escandaliza de la forma "humilde" de la
presencia del Mesías, sino que, por el contrario, reconocen en él la
verdadera presencia de la acción de Dios que cambia y salva al mundo. El
que ha conocido en Jesús la pasión de Dios por el hombre, sabe
comprometerse en la caridad, aunque no pueda enjugar todas las lágrimas del
mundo, consciente de que sólo Dios puede salvar a la humanidad del mal.
Nuestra fe, la fe de la comunidad
cristiana, se manifestará, según la enseñanza de Santiago, en un conjunto
de obras, no vistosas sino preciosas, las obras cotidianas de una comunidad
que, convertida a la esperanza, se apasiona por el destino de la humanidad,
y aunque sufre por la lentitud, no se encoge de ánimo sino que lo ensancha
abriéndolo al proyecto "increíble" de Dios.
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ORACION (3)
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“Dichoso quien no se escandalice de mí”, “Y feliz aquél para quien
Yo no sea motivo de tropiezo!”.
Sostén nuestra fe, Señor Jesús, cuando esté a punto de
escandalizarse por tu "debilidad".
Danos la convicción y la sabiduría.
Danos también a nosotros la paciencia del agricultor, para sembrar
esperanza.
Haz que acojamos con agradecimiento tu evangelio de gozo, la buena
noticia a los pobres y enséñanos la paciencia
Danos una fe firme.
Concédenos la dicha de ser tus discípulos, tu misma alegría, la
alegría del Padre en hacer el bien, aunque nos toque aparecer como
perdedores.
Reaviva en nosotros la memoria de los beneficios recibidos, para
que aún hoy podamos apostar por tu evangelio y para que, aunque no
reconozcamos tus caminos, continuemos como el Bautista siéndote fieles.
Pedro
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FUENTES DE LA PAGINA
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La
Página de la Misa Diaria, está preparada y es enviada por Pedro S. A.
Donoso Brant, desde Santiago de Chile, como un servicio de apostolado, amor
por Nuestro Señor Jesucristo y por la Iglesia. Les ruego su oración, para
que pueda mantenerse este servicio y subsidio, dando gracias a nuestro Dios
que tanto nos ama.
Nota:
Para la Liturgia de la Palabra, utilizo “Liturgia Cotidiana” de Ediciones
San Pablo, para el estudio y comentario de la Palabra, utilizo los textos
de la Biblia Nácar-Colunga, (SBNC) y/o Biblia de Jerusalén (SBJ),
(3) Para la Lectio Divina, Lectio Divina para cada día del año, de
Giorgio Zevini y Pier Giordano Cabra (Eds.) y/o, Intimidad Divina, Fr.
Gabriel de Santa M. Magdalena ocd.
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