MISA DIARIA DE CAMINANDO CON JESUS

Página de Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

"La Eucaristía es fuente y culmen de toda la vida cristiana" (LG 11)

image001

24 años en Internet

Visitas acumuladas desde el año 2003:  Contador Gratis

La edición de la Misa Diaria, Reflexión Bíblica, Lectio Divina y Santoral, enviada por correo por sistema de grupos, es las más antigua de Internet, comenzó en el año 1998 y hoy llega a más de 23.800 suscriptores. Si desea suscribirse o comunicar algo, escriba al correo electrónico: caminandoconjesus@vtr.net 

Este subsidio está publicado todos los días en el WEB www.caminando-con-jesus.org en este

ENLACE: MISA DIARIA

WEB:        www.caminando-con-jesus.org            www.caminando-con-maria.org               www.santateresadelosandes.cl

Suscriptores: 23.817

12-06-2022

Edición Nº 9.294

LITURGIA DE   LAS HORAS 

facebook

 

LA SANTÍSIMA TRINIDAD. (S). Blanco.

 

cso6FAMILIARES DE DIOS

El misterio de la Santísima Trinidad no consiste en números. Es el misterio de un Dios viviente y personal, cuya infinita riqueza se nos escapa, nos desborda por completo. Por eso, el único guía que nos introduce eficazmente en ese misterio y nos lo ilumina es el Espíritu Santo, que “ha sido derramado en nuestros corazones”. Él es quien nos conduce a la verdad plena del conocimiento y trato familiar con Cristo y con el Padre. Él es el que, viniendo en ayuda de nuestra debilidad, “intercede por nosotros con gemidos inefables», pues «nosotros no sabemos orar como conviene”.

Dios no nos puede resultar extraño. Por el bautismo estamos familiarizados y connaturalizados con el misterio de la Trinidad, pues hemos sido bautizados precisamente “en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”. Tenemos la capacidad de relacionarnos con las Personas divinas. Más aún, tenemos el impulso y hasta la necesidad. Para eso hemos sido creados. Vivimos en Cristo, hemos sido hechos hijos del Padre, somos templo del Espíritu. No, no somos extraños ni forasteros, sino «conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios (Ef. 2,19).

Con este misterio de la Trinidad, entramos en comunión sobre todo por la Eucaristía. En ella nos hacemos una sola cosa con Cristo. En ella Cristo derrama sobre nosotros su Espíritu. En ella nos hacemos más hijos del Padre al recibir al Hijo en la comunión y al acoger al Espíritu que nos hace clamar “Abba, Padre”. En la Eucaristía tocamos el misterio y participamos de él. Y el misterio nos transforma.

Para ver la Reflexión completa de las 3 lecturas y el salmo de la Liturgia de este domingo pinchar este link: (Enlace): PALABRA DE DIOS

 

 

I.-RITOS INICIALES

ANTÍFONA DE ENTRADA

Bendita sea la Santísima Trinidad: Dios Padre, el Hijo unigénito de Dios y el Espíritu Santo, porque ha tenido misericordia con nosotros.

ACTO PENITENCIAL

- A ti, la imagen viva del Padre, te pedimos. Cristo, ten piedad.

- A ti, el Hijo del Dios vivo, te invocamos. Señor, ten piedad.

- A ti, el Ungido por el Espíritu Santo, te rogamos. Señor, ten piedad

SE DICE GLORIA A DIOS

Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra suplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.

ORACIÓN COLECTA

Dios Padre, que revelaste a los hombres tú misterio admirable al enviar al mundo la Palabra de verdad y el Espíritu santificador; te pedimos que, en la profesión de la fe verdadera, podamos conocer la gloria de la eterna Trinidad y adorar al único Dios todopoderoso. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.

II.- LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA Prov 8, 22-31

Comentario: Los judíos esperaban del futuro mesiánico que colmara su ansia de eternidad. El sabio corrige esta esperanza: las realidades presentes tienen ese peso de eternidad, ya que son habitadas por la Sabiduría de Dios. Cuando venga el “Hijo del hombre”, nosotros sabremos lo que significa para la Sabiduría de Dios habitar las realidades del hombre y aprenderemos por qué caminos alcanza en ellos por la eternidad.

Lectura del libro de los Proverbios.

Dice la Sabiduría de Dios: El Señor me creó como primicia de sus caminos, antes de sus obras, desde siempre. Yo fui formada desde la eternidad, desde el comienzo, antes de los orígenes de la tierra. Yo nací cuando no existían los abismos, cuando no había fuentes de aguas caudalosas. Antes que fueran cimentadas las montañas, antes que las colinas, yo nací, cuando Él no había hecho aún la tierra ni los espacios ni los primeros elementos del mundo. Cuando Él afianzaba el cielo, yo estaba allí; cuando trazaba el horizonte sobre el océano, cuando condensaba las nubes en lo alto, cuando infundía poder a las fuentes del océano, cuando fijaba su límite al mar para que sus aguas no desbordaran, cuando afirmaba los cimientos de la tierra, yo estaba a su lado como un hijo querido y lo deleitaba día tras día, recreándome delante de Él en todo tiempo, recreándome sobre la faz de la tierra, y mi delicia era estar con los hijos de los hombres.

Palabra de Dios.

SALMO Sal 8, 4-9

R. ¡Señor, nuestro Dios, qué admirable es tu Nombre en toda la tierra!

Al ver el cielo, obra de tus manos, la luna y las estrellas que has creado: ¿qué es el hombre para que pienses en él, el ser humano para que lo cuides? R.

Lo hiciste poco inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y esplendor; le diste dominio sobre la obra de tus manos, todo lo pusiste bajo sus pies. R.

Todos los rebaños y ganados, y hasta los animales salvajes; las aves del cielo, los peces del mar y cuanto surca los senderos de las aguas. R.

SEGUNDA LECTURA Rom 5, 1-5

Comentario: El misterio de la Trinidad no es un objeto de curiosidad intelectual. Cuando Pablo habla de él, lo hace para comprender mejor la salvación del hombre. El Padre tiene la iniciativa de la salvación: invita a todos los hombres a compartir su vida y su amistad. Esta iniciativa toma cuerpo definitivo en la intervención histórica del Hijo, que siendo hombre nos asocia a su propia filiación y nos introduce en la familia del Padre. Y el Espíritu cumple su misión de derramar en los corazones el amor que procede del Padre y el amor con que al suyo responde el Hijo.

Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Roma.

Hermanos: Justificados por la fe, estamos en paz con Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo. Por Él hemos alcanzado, mediante la fe, la gracia en la que estamos afianzados, y por Él nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. Más aún, nos gloriamos hasta de las mismas tribulaciones, porque sabemos que la tribulación produce la constancia; la constancia, la virtud probada; la virtud probada, la esperanza. Y la esperanza no quedará defraudada, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que nos ha sido dado.

Palabra de Dios.

ALELUYA C fr. Apoc 1, 8

Aleluya. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, al Dios que es, que era y que viene. Aleluya.

EVANGELIO Jn 16, 12-15

Comentario: Juan está convencido de que la fe en Cristo no ha adquirido sus verdaderos perfiles, sino después de su ascensión al cielo. Pero en este momento, la fe nos permite alcanzar en el Maestro la misma persona del Hijo y, al mismo tiempo, nos abre a la acción del Espíritu, del que Juan gusta repetir que tiene como misión la de “llevarnos a la verdad plena”.

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.

Durante la Última Cena, Jesús dijo a sus discípulos: Todavía tengo muchas cosas que decirles, pero ustedes no las pueden comprender ahora. Cuando venga el Espíritu de la Verdad, Él los introducirá en toda la verdad, porque no hablará por sí mismo, sino que dirá lo que ha oído y les anunciará lo que irá sucediendo. Él me glorificará, porque recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes. Todo lo que es del Padre es mío. Por eso les digo: Recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes.

Palabra del Señor.

SE DICE EL CREDO

Creo en Dios Padre todopoderoso. Creador del cielo y de la tierra. Y en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos; al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso; desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.

Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne, y la vida eterna. Amén.

ORACIÓN DE LOS FIELES

A cada intención, pedimos: Que tu amor descienda sobre nosotros.

Por la unión de la Iglesias cristianas: para que el movimiento ecuménico avance en el camino de la unidad. Oremos.

Por los judíos y los mahometanos, creyentes en el Dios único y verdadero: para que lleguen a descubrirlo también en Jesús. Oremos.

Por los que viven desunidos y enfrentados: para que vean en la Trinidad el estímulo de mejores relaciones personales. Oremos.

Por nuestras familias y nuestra comunidad: para que practiquemos un amor comunicativo y reconciliador. Oremos.

III. LITURGIA EUCARISTICA

Presentación de las ofrendas: La santa misa está dirigida al Padre, por el Hijo, en el Espíritu Santo. Por eso presentemos al Dios Uno y Trino, el propósito de crecer en la comunión fraterna, manifestación del amor que ha sido derramado en nuestros corazones.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor y Dios nuestro, por la invocación de tu Nombre santifica los dones que te presentamos y por ellos conviértenos también a nosotros en ofrenda eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

PREFACIO

Prefacio (Propio): Vamos a cantar al Dios tres veces santo. Con especial fervor unámonos al celebrante en la gran acción de gracias a Dios que con su Hijo único y el Espíritu Santo constituye un sólo Dios en la trinidad de personas.

El misterio de la Santísima Trinidad

V. El Señor esté con ustedes.

R. Y con tu espíritu.

V. Levantemos el corazón.

R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.

R. Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno: Que con tu Hijo unigénito y el Espíritu Santo eres un solo Dios, un solo Señor, no una sola Persona, sino tres Personas distintas de una misma naturaleza.

Cuanto creemos de tu gloria, Padre, porque tú lo revelaste, lo afirmamos también de tu Hijo y del Espíritu Santo, sin diferencia alguna. Por eso, al proclamar nuestra fe en la verdadera y eterna Divinidad, adoramos a tres personas distintas, de única naturaleza e iguales en dignidad.

A ti los ángeles y arcángeles, con todos los coros celestiales no cesan de aclamarte, diciendo a una sola voz: Santo, Santo, Santo…

RITO DE COMUNIÓN

PADRE NUESTRO

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.

LA PAZ

Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: “La paz os dejo, mi paz os doy”. No tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia, y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

CORDERO

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, danos la paz.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor, concédenos que según la promesa de tu Hijo, el Espíritu Santo nos manifieste en plenitud el misterio de este sacrificio, y bondadosamente nos revele toda la verdad. Por Jesucristo nuestro Señor.

ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cfr. Gal 4, 6

Porque ustedes son hijos, Dios infundió en sus corazones el Espíritu de su Hijo, que clama: Abbá, Padre. Oración después de la comunión Señor y Dios nuestro, te pedimos que el sacramento recibido y la profesión de nuestra fe en ti, único Dios en tres personas, sirvan para nuestra salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor

Comunión: La eucaristía nos alimenta para caminar hacia el Reino definitivo donde veremos cara a cara al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Nos acercamos a comulgar con esta gozosa esperanza.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Señor y Dios nuestro, te pedimos que la recepción de este sacramento y la fe en la Santísima Trinidad e indivisible Unidad nos aproveche para la salvación del cuerpo y del alma. Por Jesucristo, nuestro Señor.

IV.- RITO DE CONCLUSIÓN

BENDICION

Canto final: Con alegría, por haber celebrado al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, nos retiramos cantando.

 

REFLEXIÓN BÍBLICA

 

“Cuando venga el Espíritu de la Verdad, Él los introducirá en toda la verdad”

Jn 16, 12-15

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant


1.    CUANDO VENGA EL ESPÍRITU DE LA VERDAD

El relato del Evangelio, proyecta una nueva luz sobre la misión del Espíritu Santo y sobre todo el misterio trinitario. En el discurso de la Cena, al prometer el Espíritu Santo, dice Jesús: “Cuando venga el Espíritu de la Verdad, Él los introducirá en toda la verdad”. También Jesús es la Verdad (Jn 14, 6) y ha enseñado a los suyos toda la verdad que ha aprendido del Padre —“todo lo que he oído a mi Padre, se los he dado a conocer’ (Jn 15, 15) —; por eso el Espíritu Santo no enseñará cosas que no estén contenidas en el mensaje de Cristo, sino que hará penetrar su significado profundo y dará su exacta inteligencia preservando la verdad del error. Dios es uno solo, por eso única es la verdad; el Padre la posee totalmente y totalmente la comunica al Hijo: Todo lo que tiene el Padre es mío, declara Jesús y añade: el Espíritu Santo “Recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes” (Jn 16, 15).

2.    VIVIR EN SOCIEDAD CON LA TRINIDAD QUE MORA EN ÉL

De este modo afirma Jesús la unidad de naturaleza y la distinción de las tres Personas divinas. No sólo la verdad, sino todo es común entre ellas, pues poseen una única naturaleza divina. Con todo, el Padre la posee como principio, el Hijo en cuanto engendrado por el Padre y el Espíritu Santo en cuanto que procede del Padre y del Hijo. No obstante, el Padre no es mayor que el Hijo, ni el Hijo que el Espíritu Santo. En ellos hay una perfecta comunión de vida, de verdad y de amor. El Hijo de Dios vino a la tierra justamente para introducir al hombre en esta comunión altísima haciéndolo capaz por la fe y el amor, de vivir en sociedad con la Trinidad que mora en él. (Intimidad Divina, P. G. de Santa Magdalena ocd)

3.    CUANDO VENGA EL PARÁCLITO

La acción del Espíritu Santo sobre los apóstoles continúa explicitándose ahora en una función reveladora.

Cristo quería completar su enseñanza sobre sus apóstoles, pero no puede ahora, porque no podrían comprender ni recibir útilmente estas enseñanzas sublimes. A pesar de tener el mejor Maestro, su rudeza, su estado de gentes sencillas e imbuidas en el ambiente judío, y, sobre todo, la sublimidad de las enseñanzas, no les permitía recibirlas entonces. Necesitaban una transformación radical, que estaba reservada, en el plan del Padre, a Pentecostés, como momento inicial de la acción del Espíritu en ellos. Por eso, cuando venga el Paráclito, los conducirá a la verdad toda entera. El término usado aquí para llevarlos o hacerles comprender es guiar en el camino: los llevará a la verdad toda entera.

4.    EL PARÁCLITO LES RECORDARÁ TODO

La razón de esto es que les hacía falta la acción del Espíritu para comprender la plenitud de la enseñanza de Cristo; pues el Espíritu Santo no hablará de sí mismo, sino que hablará lo que oyere, porque tomará de lo mío y os lo dará a conocer.

El Paráclito les recordará todo lo que Yo os he dicho (Jn 14:26), es decir, tomará las enseñanzas de Cristo y se las hará comprender en la plenitud conveniente, llevándoles así a la verdad completa de su enseñanza.

5.    TODO LO DEL PADRE ES MÍO

Como una garantía trinitaria, final, dirá Cristo que toda su doctrina es del Padre. “Todo cuanto tiene el Padre es mío”, parece restringirse aquí al orden doctrinal; es toda la doctrina que el Padre le entregó para comunicarla en su mensaje. Por eso es una posesión mutua. Y, siendo su doctrina del Padre y llevándola a plenitud el Espíritu, la doctrina de Cristo es, en realidad, esa verdad toda entera.

El contexto del evangelio de san Juan sugiere que, mejor que a una revelación absolutamente nueva de verdades hecha por el Espíritu, se refiere a una mayor penetración de las verdades reveladas por Cristo a los apóstoles (Jn 15:15; 17:8.14; cf. Mt 28:19.20).

6.    EL ESPÍRITU SANTO LES REVELARÁ EL NUEVO ORDEN DE COSAS

En esta acción iluminadora del Espíritu se destaca concretamente que les anunciará las cosas venideras. Encuadrado esto en las enseñanzas de Cristo, probablemente se refiere este sentido profético a que el Espíritu Santo les revelará el nuevo orden de cosas, que tiene su origen en la muerte y resurrección de Cristo.

Una última cuestión es saber si este llevar a la verdad toda entera se refiere sólo a los apóstoles o es promesa hecha aquí, en este pasaje, a la Iglesia. El paralelo con Jn 14:26 hace ver que esta frase forma parte de un contexto más amplio, que conduce, allí como aquí, a la valoración de un contenido más universal.

7.    EL ESPÍRITU, CONDUCIRÁ A LOS DISCÍPULOS DE CRISTO POR NUEVOS CAMINOS

Es así, como el Espíritu, conducirá a los discípulos de Cristo por nuevos caminos, por ignorados horizontes, por situaciones diversas, no exentas de dificultades, a muchos santos los llevo por cárceles, a otros por martirios, sin embargo en la historia del cristianismo el Espíritu Santo siempre se ha hecho presente.

Muchos corazones que siempre mostraron su docilidad al Espíritu Santo, recibieron de EL inspiraciones donde les fue revelado los secretos del amor del Padre. A ejemplo de ellos, dejémoslo que sea nuestro guía, es decir, no le impidamos en nosotros sus impulsos, prestemos atención a su voz, seamos receptivos con Él, nos hablara a través de la Palabra, en la oración, en la contemplación y en muchas ocasiones para nosotros insospechadas.

Invocar al Espíritu Santo es de las más perfectas y bellas entre todas las que puede realizar. Él es Dios, es el Santificador. Él ha de alumbrarnos, confortarnos, guiarnos, vigorizarnos, abrasarnos con el fuego del amor divino, él nos convertirá en santos apóstoles.

Que Cristo Jesús viva en sus corazones

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

     Domingo de Santísima Trinidad

PARA LA LECTIO DIVINA  (3)

 

DOMINGO SANTISIMA TRINIDAD

Me pregunto en este Domingo de la Santísima Trinidad que es lo que debe interesarme en misterio de la inhabitación de la Trinidad en el alma.

Y creo que debo responder que son los deberes y las exigencias prácticas y aplicadas a la vida del misterio trinitario.

Y entonces debo saber que exigencias. Una vida en orden, la búsqueda de la purificación y una vida de recogimiento. Ciertamente, la inhabitación es el misterio del recogimiento y de la purificación.

La acción del Espíritu Santo en nosotros es íntima, silenciosa, delicada. Es decir, no es fuego que devora, y pensando con la Biblia en mano, no es un terremoto, tampoco es un viento impetuoso, sino como una suave brisa, casi como un imperceptible soplo. De ahí que, para darse cuenta, es necesario que el alma se ponga en semejanza espiritual con él. Para que las realidades espirituales se adapten a las condiciones espirituales.

El recogimiento, el silencio y el cuidado del corazón pasa a ser necesario. Teresa de Jesús y san Juan de la Cruz nos enseñan mucho de eso, como antes los había aventurado San Agustín cuando dice: “Envié fuera de mí a mis sentidos para buscarte, Dios mío, pero no te encontraron: yo te buscaba fuera de mí, mientras que tú estabas dentro... Mal te buscaba, Dios mío...”

En la vida ordinaria, cuando vamos a recibir un importante huésped en casa, la preparamos, la aseamos, la ordenamos, ponemos flores frescas y purificamos los olores.

En la vida espiritual debemos considerar la importancia de purificar nuestra vida para que nuestro huésped del alma pueda inhabitar y le acompañamos con el silencio y el recogimiento.

No cabe ninguna duda que la unión del hombre con Dios tiene su máxima expresión en ese abrazo íntimo con las tres divinas Personas en la plena inhabitación de la Trinidad en el alma, y en ella se manifiesta una mutua relación de conocimiento y de amor que se transforma en el “dulce huésped del alma”.

La inhabitación trinitaria es la donación que Dios hace de Sí mismo al hombre, elevándolo hasta Sí e introduciéndolo en su vida eterna de conocimiento y de amor. Es así, como entre la persona humana y cada una de las Personas divinas, existe una mutua donación, que establece y fundamenta esa recíproca relación de presencia que es la inhabitación de la Trinidad en el alma.

Pedro

ORACION (3)

 

¡Oh, mi Dios, Trinidad a quien adoro! Ayúdame a olvidarme totalmente de mí, para establecerme en Vos, inmóvil y tranquila, como si mi alma estuviera ya en la eternidad. Que nada pueda turbar mi paz, ni hacerme salir de Vos, ¡oh mi Inmutable!, sino que a cada minuto me sumerja más en la profundidad de vuestro misterio. Pacificad mi alma, haced de ella vuestro cielo, vuestra morada predilecta y el lugar de vuestro reposo. Que no os deje jamás allí solo, sino que esté allí toda entera, completamente despierta en mi fe, en adoración total, entregada del todo a vuestra acción creadora.

Oh mi Cristo amado, crucificado por amor; quisiera ser una Esposa para vuestro Corazón; quisiera cubriros de gloria, quisiera amaros... ¡hasta morir de amor! Pero siento mi impotencia y os pido «revestirme de Vos mismo », identificar mi alma con todos los movimientos de la vuestra, sumergirme, invadirme, sustituirme Vos a mí, a fin de que mi vida no sea más que una irradiación de vuestra vida. Venid a mí como Adorador, como Reparador y como Salvador.

¡Oh Verbo eterno, Palabra de mi Dios! Quiero pasar mi vida escuchándoos; quiero estar atenta a vuestras enseñanzas, a fin de aprenderlo todo de Vos. Y luego, a través de todas las noches, de todos los vacíos, de todas las impotencias, quiero estar fija siempre en Vos y permanecer bajo vuestra inmensa luz. ¡Oh, mi Astro amado!, fascinadme, para que no pueda ya salir de vuestra irradiación. Oh fuego consumidor, Espíritu de Amor, «descended a mí», para que se haga en mi alma como una encarnación del Verbo. Que yo sea para él como una humanidad complementaria, en la que renueve todo su misterio. Y Vos, ¡oh Padre!, inclinaos ante vuestra pobre pequeña criatura, «cubridla con vuestra sombra», no veáis en ella más que al «Amado en quien Vos habéis puesto todas vuestras complacencias».

¡Oh, mis Tres, mi Todo, mi Bienaventuranza, soledad infinita, inmensidad donde me pierdo! Yo me entrego a Vos como una presa. Encerraos en mí, para que yo me encierre en Vos, mientras espero ir a contemplar en vuestra luz el abismo de vuestras grandezas (Santa Isabel de la Trinidad, Carmelita Descalza)

 

FUENTES DE LA PAGINA

ESTA PERMITIDO EL RE-ENVIO, LA COPIA Y LA PUBLICACIÓN DE ESTA PAGINA, SOLO NO OLVIDE DE INDICAR EL AUTOR Y LAS FUENTES DE ORIGEN

 

La Página de la Misa Diaria, está preparada y es enviada por Pedro S. A. Donoso Brant ocds, desde Santiago de Chile, como un servicio de apostolado, amor por Nuestro Señor Jesucristo y por la Iglesia. Les ruego su oración, para que pueda mantenerse este servicio y subsidio, dando gracias a nuestro Dios que tanto nos ama.

Nota: Para la Liturgia de la Palabra, utilizo “Liturgia Cotidiana” de Ediciones San Pablo, para el estudio y comentario de la Palabra, utilizo los textos de la Biblia Nácar-Colunga, (SBNC) y/o Biblia de Jerusalén (SBJ),

(3) Para la Lectio Divina, Lectio Divina para cada día del año, de Giorgio Zevini y Pier Giordano Cabra (Eds.) y/o, Intimidad Divina, Fr. Gabriel de Santa M. Magdalena ocd.

 

Suscríbete a Misa Diaria

en  http://www.egrupos.net/grupo/misadiaria/alta

http://www.egrupos.net/grupo/caminando-con-jesus/alta

Escribe a caminandoconjesus@vtr.net

http://www.egrupos.net/grupo/caminando-con-jesus 

http://www.egrupos.net/grupo/misadiaria 

http://www.egrupos.net/grupo/montecarmelo

 

 

www.caminando-con-jesus.org     www.caminando-con-maria.org

caminandoconjesus@vtr.net

Contador Gratis

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

““-