isa Diaria, Ciclo B
MISA DIARIA DE CAMINANDO CON
JESUS
"La Eucaristía es fuente y culmen de toda
la vida cristiana" (LG 11)
Página de
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
23 años en
Internet, desde 1998
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electrónico: caminandoconjesus@vtr.net
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13-06-2021
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Nº MD 8.932
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LITURGIA
DE LAS HORAS
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XI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Dadas las dificultades
con que tropieza su palabra y su actuación, Jesús se ve obligado a explicar
que la fuerza del Reino de Dios es imparable. El domingo undécimo nos
presenta las parábolas de la semilla que crece por sí sola y del grano de
mostaza (Mc 4,26-34). La primera insiste en el dinamismo del Reino de Dios:
la semilla depositada en tierra tiene vigor para crecer; a pesar de las
dificultades, Dios mismo está actuando y su acción es invencible. La
segunda pone más de relieve el resultado impresionante a que ha dado lugar
una semilla insignificante. Una vez más queda de relieve que en la persona
de Jesús se cumplen las profecías (1ª lectura: Ez 17,22-24).
ECHAR RAÍCES EN DIOS
Sal 91
“Es bueno
darte gracias, Señor.” El
Salmo 91 es un canto de acción de gracias al Altísimo por su providencia,
por sus obras magnificas y sus profundos designios, por su misericordia y
fidelidad. Por tanto, quiere ante todo estimular en nosotros la gratitud
–“Es bueno dar gracias a Señor”–. Muchos salmos insisten en dar gracias a
Dios, pero para agradecer es preciso descubrir que recibamos, reconocer que
todo nos viene de Dios, que todo es gracia.
“Está
trasplantado en la Casa del Señor”. En el contexto de la liturgia de este domingo,
el salmo – del que sólo se incluyen unos pocos versículos – agradece sobre
todo la vitalidad y la pujanza que Dios comunica al justo. ¿La razón? “Está
trasplantado en la Casa del Señor”
Muchas veces la Biblia utiliza esta imagen para indicar lo que
supone vivir en Dios. El hombre que confía en el Señor es como un árbol
plantado junto al agua, que está siempre frondoso y no deja de dar fruto;
en cambio, el que confía en sí mismo es como un cardo en el desierto,
totalmente seco y estéril (Jer 17,5-8).
Las imágenes hablan por
sí solas. Dios es la fuente de la vida y sólo el que vive en Dios tiene
vida. Toda la vitalidad personal –el estar “frescos y frondoso”– y toda la
fecundidad – el dar fruto – dependen de estar o no “trasplantado en la Casa del Señor”. Y ello, a pesar de las dificultades, a
pesar de la sequía del entorno, a pesar de la vejez... A la luz del
evangelio de hoy, este salmo ha de acrecentar en nosotros el deseo de echar
raíces en Dios para germinar, ir creciendo, dar fruto abundante... Por los
demás, así testimoniaremos que “el Señor es justo”, que en Él no hay maldad
y hace florecer incluso los árboles secos (1ª Lectura).
Para ver
la Reflexión completa de las 3 lecturas y el salmo de la Liturgia de este
domingo pinchar este link: (Enlace): PALABRA DE DIOS
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I.-RITOS INICIALES
ANTÍFONA DE EN TRADA Cfr. Sal 26, 7.9
Escucha, Señor, la voz de mi clamor: no me
rechaces ni me abandones, Dios, mi salvador, porque tú eres mi refugio.
ACTO
PENITENCIAL
· Tú eres misericordioso y compasivo.
Señor, ten piedad.
· Tú cargaste con el pecado de todos.
Cristo, ten piedad.
· Tú a todos nos perdonas. Señor, ten
piedad.
SE
DICE GLORIA A DIOS
Gloria
a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por
tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso.
Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre;
tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el
pecado del mundo, atiende nuestra suplica; tú que estás sentado a la
derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo
tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria
de Dios Padre. Amén.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, fuerza de los que esperan en ti,
escucha con bondad nuestras súplicas, ya que sin tu ayuda nada puede la
fragilidad humana, y concédenos la gracia de cumplir tus mandamientos para
agradarte con nuestras acciones y deseos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu
Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios,
por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA Ez 17, 22-24
El profeta, a través de la parábola del árbol, recuerda
que el Señor rebaja a los poderosos y enaltece a los humildes.
Lectura de la profecía de
Ezequiel.
Así habla el Señor: Yo tomaré la copa de un gran
cedro, cortaré un brote de la más alta de sus ramas, y lo plantaré en una
montaña muy elevada: lo plantaré en la montaña más alta de Israel. Él
echará ramas y producirá frutos, y se convertirá en un magnífico cedro.
Pájaros de todas clases anidarán en él, habitarán a la sombra de sus ramas.
Y todos los árboles del campo sabrán que Yo, el Señor, humillo al árbol
elevado y exalto al árbol humillado, hago secar al árbol verde y reverdecer
al árbol seco. Yo, el Señor, lo he dicho y lo haré.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 91, 2-3. 13-16
R. Es bueno darte gracias,
Señor.
Es bueno dar gracias al Señor, y cantar, Dios
Altísimo, a tu Nombre; proclamar tu amor de madrugada, y tu fidelidad en
las vigilias de la noche. R.
El justo florecerá como la palmera, crecerá como
los cedros del Líbano: trasplantado en la Casa del Señor, florecerá en los
atrios de nuestro Dios. R.
En la vejez seguirá dando frutos, se mantendrá
fresco y frondoso, para proclamar qué justo es el Señor, mi Roca, en quien
no existe la maldad. R.
SEGUNDA LECTURA 2Cor 5, 6-10
El cristiano vive intensamente su vida terrena, proyectado
hacia la gloria futura, a la cual se prepara con una vida digna de Dios.
Lectura de la segunda carta del
Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.
Hermanos: Nosotros nos sentimos plenamente
seguros, sabiendo que habitar en este cuerpo es vivir en el exilio, lejos
del Señor; porque nosotros caminamos en la fe y todavía no vemos
claramente. Sí, nos sentimos plenamente seguros, y por eso, preferimos
dejar este cuerpo para estar junto al Señor; en definitiva, sea que vivamos
en este cuerpo o fuera de él, nuestro único deseo es agradarle. Porque
todos debemos comparecer ante el tribunal de Cristo, para que cada uno
reciba, de acuerdo con sus obras buenas o malas, lo que mereció durante su
vida mortal.
Palabra de Dios.
ALELUYA
Aleluya. La semilla es la palabra de Dios, el
sembrador es Cristo; el que lo encuentra permanece para siempre. Aleluya.
EVANGELIO Mc 4, 26-34
La semilla del Reino sembrada por Jesús brota y crece por
la fuerza que le da el Señor: humilde en sus comienzos, llega a ser un
árbol grande.
Evangelio de nuestro Señor
Jesucristo según san Marcos.
Jesús decía a sus discípulos: “El Reino de Dios
es como un hombre que echa la semilla en la tierra: sea que duerma o se
levante, de noche y de día, la semilla germina y va creciendo, sin que él
sepa cómo. La tierra por sí misma produce primero un tallo, luego una
espiga, y al fi n grano abundante en la espiga. Cuando el fruto está a
punto, él aplica en seguida la hoz, porque ha llegado el tiempo de la
cosecha”. También decía: “¿Con qué podríamos comparar el Reino de Dios?
¿Qué parábola nos servirá para representarlo? Se parece a un grano de
mostaza. Cuando se la siembra, es la más pequeña de todas las semillas de
la tierra, pero, una vez sembrada, crece y llega a ser la más grande de
todas las hortalizas, y extiende tanto sus ramas que los pájaros del cielo
se cobijan a su sombra”. Y con muchas parábolas como éstas les anunciaba la
Palabra, en la medida en que ellos podían comprender. No les hablaba sino
en parábolas, pero a sus propios discípulos, en privado, les explicaba
todo.
Palabra del Señor.
SE
DICE EL CREDO
Creo en Dios Padre
todopoderoso. Creador del cielo y de la tierra. Y en Jesucristo, su único
Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra y gracia del Espíritu
Santo, nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos; al tercer
día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos y está sentado a la
derecha de Dios Padre todopoderoso; desde allí ha de venir a juzgar a los
vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu
Santo, la Santa
Iglesia Católica, la comunión de los Santos, el perdón de
los pecados, la resurrección de la carne, y la vida eterna. Amén.
ORACIÓN DE LOS FIELES
· Por la Iglesia a quien el
Señor confió el poder de perdonar: para que lo siga brindando con
misericordia. Oremos.
· Por los que en la sociedad tienen la
función de juzgar: para que lo hagan con equilibrio y caridad. Oremos.
· Por los que no buscan el perdón, por
los que desesperan de ser perdonados: para que experimenten el amor
misericordioso de Dios. Oremos.
· Por nuestra comunidad parroquial:
para que frecuente con fe, confianza y alegría el sacramento de la
reconciliación. Oremos.
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS
El pan y el vino que ponemos sobre el altar, y que pronto
será el sacramento de Cristo, quiere ser una súplica al Padre Dios: que ese
alimento nunca nos falte y que esté presente en todas las mesas.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que nos alimentas con estos dones, y nos
renuevas con tu sacramento, concédenos que nunca nos falte el sustento para
el alma y para el cuerpo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO DOMINICAL DURANTE EL AÑO
RITO DE COMUNIÓN
PADRE NUESTRO
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga
a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la
tentación, y líbranos del mal.
LA PAZ
Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: “La paz os dejo, mi
paz os doy”. No tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu
Iglesia, y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Tú que
vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
CORDERO
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de
nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de
nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, danos la paz.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cfr. Sal 26, 4
Una sola cosa he pedido al Señor, y esto es lo
que quiero: vivir en la casa del Señor todos los días de mi vida.
O bien: Cf. Jn 17, 11
Padre santo, cuida en tu nombre a aquellos que me
diste, para que sean uno, como nosotros, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te pedimos Padre, que así como la comunión que
hemos recibido es signo de la unión de los creyentes en ti, también se
realice la unidad en tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor
IV.- RITO DE CONCLUSIÓN
Bendición
Canto final
Queridos amigos: Con la alegría de sabernos
amados por un Dios bondadoso y compasivo, nos retiramos cantando.
|
REFLEXIÓN BÍBLICA
|
“El Reino de Dios es como un hombre
que echa la semilla en la tierra”
“Mc 4, 26-34”
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso
Brant
1.
SI LA TIERRA ES BUENA, TODO IRÁ BIEN;
BASTA PONER EN ELLA LA SEMILLA DE LA PALABRA.
Este fragmento del evangelio se compone de dos
parábolas y una explicación final sobre como enseñaba Jesús. En la primera
parábola, propia del evangelio de san Marcos, no se refiere, como en las
anteriores, a los apóstoles, sino que es una enseñanza en general. A esto
mismo lleva el tema de la misma. El
contenido de esta parábola no es explicado por Jesús como en otros casos,
esto da origen a enfoques muy personales de interpretación, talvez sea
considerada auto- explicativa. Sin
embargo, podemos decir también, que El reino de Dios es la Iglesia, la
semilla es la predicación, la tierra somos los oyentes y el hombre que
siembra, es Jesucristo, o, en general, los predicadores; la recolección, la
muerte o el juicio; Dios es el sembrador. Lo que se trata de comparar o
ilustrar es: si la tierra es buena, todo irá bien; basta poner en ella la
semilla de La Palabra.
2.
TODO SE HACE GRACIAS A DIOS.
“La tierra por sí misma produce primero un tallo,
luego una espiga, y al fin grano abundante en la espiga”. Tal como lo
expresa el Señor en esta parábola, la semilla germina por sí misma según el
curso normal de las cosas, “sea que duerma o se levante, (el hombre) de noche
y de día, la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo” y lo
hace por ese vigor virtual que ella tiene, de igual modo sucede al germinar
y desarrollarse el Reino de los Cielos: el vigor interno vital de que está
dotado le hará irse desarrollando necesariamente. Posiblemente entra
también en el contenido de la parábola, en el sentido que el Reino de los
Cielos va desarrollándose gradualmente como la germinación de la semilla.
No es el hombre el que hace germinar ni desenvolverse ni la semilla ni el
Reino, aunque condiciones externas puedan favorecerlo, sino el vigor vital
de que están dotados. Todo se hace gracias a Dios. Un gran comentario a
esta parábola son las palabras de San Pablo, cuando escribe: “¿Quién es
Apolo y quién es Pablo? Ministros según lo que a cada uno ha dado el Señor.
Yo planté, Apolo regó; pero quien dio el crecimiento fue Dios” (1 Cor
3:5.6). También dice luego san
Pablo: “De modo que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios
que hace crecer”. (1 Corintios (SBJ)
3,7)
3.
SI DECIMOS QUE SI A LA PALABRA DE
DIOS
El reino de Dios, una vez puesto en la tierra por
Cristo, llegará necesariamente a su madurez. No podrán los seres humanos
impedir la vitalidad y el crecimiento del mismo. La semilla crece en nosotros, pero es
pequeña. Si decimos que si a la Palabra de Dios, Él le dará la fuerza
necesaria y nosotros dispondremos de la fecundidad de esa semilla en
nuestro Espíritu. La Palabra lleva en sí, una fuerza interior, que nos
transforma la vida. Pero esta lleva distintas etapas para desarrollarse,
primero las oímos o la leemos, luego la conservamos en nuestro interior, la
meditamos en profundidad, buscamos comprender su alcance y luego se nos
convierte en vida.
El Señor quiere que sembremos en nuestro
interior, es decir que atesoremos la Palabra en el mismo corazón, “porque
donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”. (Lucas
(SBJ) 12), Y además también desea que lo hagamos en el corazón de nuestros
hermanos, con la confianza de que contamos con el vigor de la semilla y de
la siembra.
4.
“ES LA MÁS PEQUEÑA DE TODAS…. Y LLEGA
A SER LA MÁS GRANDE DE TODAS”.
“Es la más pequeña de todas las semillas de la
tierra, pero, una vez sembrada, crece y llega a ser la más grande de todas
las hortalizas”. La segunda narración es puramente parabólica. La enseñanza
está en la comparación establecida entre la semilla “más pequeña” que crece
hasta hacerse la “más grande de las hortalizas.” En orden a completar el
cuadro descriptivo, se dice que se “extiende tanto sus ramas que los
pájaros del cielo se cobijan a su sombra”. La comparación se establece
entre lo “más pequeño” que viene a hacerse “lo más grande.” De igual modo
sucedería con el Reino: en los comienzos es mínimo, son pocas personas las
que se les unen, pero este va a ser muy grande, tanto que recibirán y
cobijarán en él (Reino), multitudes.
Un buen ejemplo lo encontramos en la más pequeña
simiente, el Evangelio, predicado por los Apóstoles, que eran los menos
poderosos de entre los hombres, pero sin embargo, como su semilla tenían un
gran vigor, creció y se extendió con su predicación por todas las partes
del mundo. “creció hasta hacerse árbol, y las aves del cielo anidaron en
sus ramas”. (Lucas (SBJ) 13,19) y se
hace árbol, hasta el punto de que las aves del cielo vienen y anidan en sus
ramas. (Mateo (SBJ) 13)
5.
CON MUCHAS PARÁBOLAS COMO ÉSTAS LES
ANUNCIABA LA PALABRA
San Marcos nos dice que “con muchas parábolas
como éstas les anunciaba la Palabra, en la medida en que ellos podían
comprender.”. Por lo general, hacemos un gran esfuerzo para sembrar la
Palabra, y nos tratamos de hacer entender con términos rebuscados, o por
querer causar una buena impresión de lo que sabemos, o porque de algún modo
queremos hacernos entender, y con todo eso, nos desanimamos al ver que no
cosechamos el fruto que esperamos. Esto es así, porque no decimos las cosas
con la misma sencillez que utilizaba el Señor para con las gentes y/o
porque no confiamos en la vitalidad de la semilla. (La Palabra).
De ahí, que este pasaje es de gran interés para
valorar la finalidad del método parabólico que utiliza Jesús en su
enseñanza. Jesús sabe bien como hacerse entender pedagógicamente, es decir
El habla para que le entiendan y utiliza los elementos de la naturaleza que
a todos les son conocidos, tales como la levadura, el trigo, el grano de
mostaza. Las parábolas son ilustrativas, pero al igual que en ese entonces,
esto exige atención, buenas disposiciones, y también, en ocasiones, buscar
nueva luz en ello.
6.
EL REINO DE DIOS, NO DETIENE SU CRECIMIENTO,
LO HACE SILENCIOSAMENTE MIENTRAS NO NOS DAMOS CUENTA, DE DÍA Y DE NOCHE
Es posible, que no nos demos cuenta todo lo que
ha resultado de nuestro trabajo de ir sembrando la Palabra, del mismo modo
es posible que nunca veamos la cosecha de lo que hemos sembrado, o también
puede suceder que otros recojan los frutos de nuestra siembra. Esto no debe
ni desanimarnos ni quitarnos el empeño de seguir sembrando, a causa de esta
labor, de seguro que tendremos cosecha. Dice san Pablo; “No nos cansemos de
obrar el bien; que a su tiempo nos vendrá la cosecha si no desfallecemos.
Así que, mientras tengamos oportunidad, hagamos el bien a todos, pero
especialmente a nuestros hermanos en la fe.” (Gálatas (SBJ) 6). Por eso,
aunque suene arrogante, podemos pensar que hemos contribuido con nuestras
enseñanzas, catequesis y oraciones, para que muchos miren al cielo o
piensen en transformar su vida. No nos descorazonemos si no vemos los
frutos de inmediato, y confiemos que hemos ayudado espiritualmente a
quienes nos han oído, porque llegará el día que recemos; “La tierra ha dado
su cosecha: Dios, nuestro Dios, nos bendice”. (Salmos (SBJ) 67,7)
El Reino de Dios, no detiene su crecimiento, lo
hace silenciosamente mientras no nos damos cuenta, de día y de noche, y
seguro que dará frutos a su debido tiempo. Y si nosotros no cosechamos lo
que sembramos, otros cosecharán y recogerán los frutos de nuestro trabajo,
eso no nos preocupe, lo importante es que estamos trabajando por el Reino.
Dice el Señor; “Tenemos que trabajar en las obras del que me ha enviado”
(Juan (SBJ) 9, 4).
7.
JESÚS EN PRIVADO, LES EXPLICABA
TODO.
Dice San Marcos, que a sus propios discípulos,
Jesús “en privado, les explicaba todo”. Los apóstoles, en privado piden
nuevas aclaraciones. Por eso, aun siendo el método el mismo para los
apóstoles y el pueblo, aquéllos logran más provecho, “les es dado (de
hecho) conocer el misterio del reino de Dios”; Jesús trata con especial
cuidado a sus apóstoles, los adoctrina y les enseña cercanamente, ellos son
sus profetas y los ayuda para que puedan sobrellevar la gran
responsabilidad que les está entregando.
Nosotros también podemos recibir cercanamente la ayuda de Jesús,
solo tenemos que iniciar una vida
íntima con Él, aproximándonos al Corazón de Jesús, manteniendo estrechas relaciones con El, comunicándole nuestro
interior, abriéndole nuestro espíritu, no guardando ningún secreto,
acostumbrándonos a hablar con Él, con honestidad, sencillez, con toda confianza.
La Paz de Cristo Jesús viva en sus
corazones
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
|
PARA LA LECTIO DIVINA (3)
|
UN
GRAN MENSAJE DE ESPERANZA Y DE CONFIANZA
El Señor realiza su designio
de salvación, y los hombres son simples instrumentos en sus manos. No nos
corresponde a nosotros decidir cuándo y en qué medida dará fruto la
semilla: el crecimiento tiene lugar en secreto, mientras nosotros nos
ocupamos de otras cosas, y es un crecimiento desproporcionado en
comparación con nuestras expectativas. No podemos influir de ninguna
manera: ni de modo positivo, acelerando los tiempos; ni de modo negativo,
frenando con nuestro pecado la eficacia de la Palabra.
Sin embargo, esto no debe
desanimarnos, ni disminuir nuestro compromiso. En realidad, las lecturas de
hoy nos envían un gran mensaje de esperanza y de confianza: nos ha sido
confiada una tarea para la que somos inadecuados, aunque, a pesar de todo,
nuestra colaboración es importante. Sólo debemos abstenemos de sentirnos
atosigados por la expectativa del resultado: éste no se encuentra en
nuestras manos, no nos corresponde a nosotros medir el efecto, y, tal vez,
no veamos nunca los resultados. Sólo al final empuñaremos la hoz: al final
de nuestra vida recogeremos el fruto de nuestro trabajo, y la siega será
una fiesta alegre si hemos sabido esperar con serenidad, confiados en la
obra del Padre.
Confiar en Él, ése es el
secreto: sin huir de las responsabilidades y sin maquinar engaños para
encubrir nuestras culpas. David creyó haber obrado con astucia y haber
enmascarado la traición, pero el Señor ve en lo secreto de los corazones y
sabrá intervenir.
|
ORACION (3)
|
Haznos pacientes,
Señor, confiados en tu Palabra. A nosotros nos resulta difícil esperar a
que llegue el tiempo de la cosecha: quisiéramos ver enseguida el resultado
de nuestras acciones, programamos todo de manera detallada y creemos tener
bajo control todo el proceso.
Ahora bien, sólo tú
sabes el momento en el que tu Palabra mostrará su poder. Sólo tú sabes
cuándo llegará el momento de empuñar la hoz. La semilla crece, no por
nuestros méritos, sino sólo por tu gracia.
Haznos dóciles, Señor,
respetuosos con los tiempos de maduración, respetuosos con los hermanos a
quienes hablamos en tu Nombre. Quisiéramos que todos nos siguieran cuando
hablamos de ti: tal vez confundamos el testimonio en favor del Evangelio
con el éxito de nuestras iniciativas.
Haznos
capaces de esperar tu venida, aunque en ocasiones nos parezca que está muy
lejana. Atráenos a ti: estamos ansiosos de participar en la gran fiesta de
la cosecha en tu Reino.
|
FUENTES DE LA PAGINA
|
La Página de la Misa Diaria, está
preparada y es enviada por Pedro S. A. Donoso Brant, desde Santiago de
Chile, como un servicio de apostolado, amor por Nuestro Señor Jesucristo y
por la Iglesia. Les ruego su oración, para que pueda mantenerse este
servicio y subsidio, dando gracias a nuestro Dios que tanto nos ama.
Nota: Para la Liturgia de la Palabra, utilizo
“Liturgia Cotidiana” de Ediciones San Pablo, para el estudio y comentario
de la Palabra,
utilizo los textos de la Biblia Nácar-Colunga, (SBNC) y/o Biblia de
Jerusalén (SBJ),
(3)
Para la Lectio Divina, Lectio Divina para cada día del año, de Giorgio
Zevini y Pier Giordano Cabra (Eds.) y/o, Intimidad Divina, Fr. Gabriel de
Santa M. Magdalena ocd,
ESTA PERMITIDO EL RE-ENVIO, LA COPIA Y LA
PUBLICACIÓN DE ESTA PAGINA, SOLO DEBE INDICARSE EL AUTOR Y LAS FUENTES DE
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