DIARIA DE CAMINANDO CON JESUS

"La Eucaristía es fuente y culmen de toda la vida cristiana" (LG 11)

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Página de Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

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14-05-2020

MD 7.907

LITURGIA DE LAS HORAS

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San Matías, apóstol.

Judas, el apóstol que traicionó a Jesús, dejó un puesto vacío en el grupo de los Doce. Y decidieron elegir a otro para ocupar su lugar. En la elección usan un método hoy impensable: proponen un sorteo e invocan al Señor para que les indique a quién elige entre Matías y José, propuestos por la primera comunidad que ya antes de la venida del Espíritu Santo se reunía en el Cenáculo con María, la madre de Jesús. Cierto: el resultado del sorteo se debe a la eficacia de la oración, y la imposición de las manos sobre Matías con lo que se integra a en la comunión apostólica. No hay más noticias sobre él.

ANTÍFONA DE ENTRADA Jn 15, 16

No son ustedes los que me han elegido, sino yo el que los elegí y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero.

Se dice Gloria a Dios.

ORACIÓN COLECTA

Señor, que agregaste a san Matías al número de los apóstoles; por su intercesión concédenos que favorecidos por la elección de tu amor, podamos ser contados entre tus santos. Por nuestro Señor Jesucristo.

LECTURA Hech 1, 15-17. 20-26

Lectura de los Hechos de los apóstoles.

Uno de esos días, Pedro se puso de pie en medio de los hermanos –los que estaban reunidos eran alrededor de ciento veinte personas– y dijo: “Hermanos, era necesario que se cumpliera la Escritura en la que el Espíritu Santo, por boca de David, habla de Judas, que fue el jefe de los que apresaron a Jesús. Él era uno de los nuestros y había recibido su parte en nuestro ministerio. En el libro de los Salmos está escrito: «Que su casa quede desierta y nadie la habite». Y más adelante: «Que otro ocupe su cargo». Es necesario que uno de los que han estado en nuestra compañía durante todo el tiempo que el Señor Jesús permaneció con nosotros, desde el bautismo de Juan hasta el día de la ascensión, sea constituido con nosotros testigo de su resurrección”. Se propusieron dos: José, llamado Barsabás, de sobrenombre el Justo, y Matías. Y oraron así: “Señor, tú que conoces los corazones de todos, muéstranos a cuál de los dos elegiste para desempeñar el ministerio del apostolado, dejado por Judas al irse al lugar que le correspondía”. Echaron suertes, y la elección cayó sobre Matías, que fue agregado a los once apóstoles.

Palabra de Dios.

COMENTARIO: Pedro, cabeza de la Iglesia, es muy claro al manifestar que han de ser doce los encargados de la misión apostólica, que consiste en ser testigos delante de los hombres de la resurrección del Señor.

SALMO Sal 112, 1-8

R. El Señor lo hizo sentar entre los nobles de su pueblo.

O bien: Aleluya.

Alaben, servidores del Señor, alaben el nombre del Señor. Bendito sea el nombre del Señor, desde ahora y para siempre. R.

Desde la salida del sol hasta su ocaso, sea alabado el nombre del Señor. El Señor está sobre todas las naciones, su gloria se eleva sobre el cielo. R.

¿Quién es como el Señor, nuestro Dios, que tiene su morada en las alturas, y se inclina para contemplar el cielo y la tierra? R.

Él levanta del polvo al desvalido, alza al pobre de su miseria, para hacerlo sentar entre los nobles, entre los nobles de su pueblo. R.

ALELUYA Cfr. Jn 15, 16

Aleluya. Dice el Señor: “Yo los elegí del mundo, para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero”. Aleluya.

EVANGELIO Jn 15, 9-17

Lectura del santo Evangelio según san Juan.

Jesús dijo a sus discípulos: “Como el Padre me amó, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto. Éste es mi mandamiento: ámense los unos a los otros, como yo los he amado. No hay amor más grande que dar la vida por los amigos. Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor; yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre. No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero. Así, todo lo que pidan al Padre en mi nombre, él se lo concederá. Lo que yo les mando es que se amen los unos a los otros”.

Palabra del Señor.

COMENTARIO: El amor auténtico es como un gran foco de luz, irradia sobre todos los que lo rodean. Quien permanece y ama auténticamente a Jesús, será para los demás un gran foco.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe, Señor, los dones .que tu Iglesia te ofrece con devoción en la fiesta de san Matías, y, por ellos, fortalécenos con el poder de tu gracia. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE COMUNIÓN Jn 17, 20-21

Éste es mi mandamiento, ámense unos a otros, como yo los he amado, dice el Señor. Aleluya.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN                            

Dios y Padre nuestro, que das con abundancia dones celestiales a tu familia; por la intercesión de san Matías, dígnate recibirnos en la luz gloriosa de los santos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

REFLEXIÓN BÍBLICA

 

“Ámense los unos a los otros, como yo los he amado”

Jn 15, 9-17 “

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant


1.        “COMO EL PADRE ME AMÓ, TAMBIÉN YO LOS HE AMADO A USTEDES. PERMANEZCAN EN MI AMOR”

Jesús, les habla a sus apóstoles del ansia de su amor hacia ellos para que fructifiquen unidos a Él, pues los ama al modo sobrenatural, como el Padre le ama a Él. Unidos a Él y amados por El no necesitan, para dar “mucho fruto,” más que “permanecer en El.”

Y la prueba de esta permanencia son las obras: mis mandamientos, mis preceptos. Porque no todo el que diga Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad del Padre (Mt 7:21). Ha de ser copiado su ejemplo: como yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.

Y les dice esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto Porque cumplen el mensaje del Padre, que El trajo como el Enviado. Y para nuestro gozo sea cumplido. Pues al saber que estamos unidos a Cristo-Vid, permaneceremos unidos a Él y que al guardar sus mandatos, sabemos entonces la meta suprema de sus aspiraciones: ser amados por el Padre.

2.        COMO TAMBIÉN YO LOS HE AMADO A USTEDES

Jesús nos dice: como también yo los he amado a ustedes. Jesús nos ama con el mismo amor que ama al padre. Hoy por lo  general definimos el amor como aquel sentimiento de afecto, cariño, solidaridad que una persona siente hacia otra y que se manifiesta generalmente en desear su compañía, alegrarse con lo que se considera bueno para ella y sufrir con lo que se considera malo.

Le decimos amor, a nuestra persona amada, decimos que se hace con amor, cuando se hace algo con esmero, con mucho cuidado, cuando deseamos hacer algo con mucho gusto, decimos que lo hacemos de mil amores, cuando somos generoso en hacer algo y lo hacemos de forma gratuita, decimos que lo hacemos por amor al arte, y cuando pedimos algo con humildad y caridad decimos por amor a Dios.

¿Pero cómo fue el amor de Jesús?, En los Evangelios encontramos la fuerza del amor de Jesús, es un libro abierto para descubrir cómo fue el amor de Jesús, “En esto Conocerán todos que sois mis Discípulos, si tenéis amor los unos por los otros” (Jn, 13-35), “Como el Padre me Amó, también yo os he amado; permaneced en mi amor” (Jn 14-9), “Si Guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; como yo también he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor”, (Jn 14-10) “Este es mi mandamiento: que os améis los unos a los otros, como yo os he amado” (Jn 14-12), “Nadie tiene mayor amor que éste, que uno ponga su vida por sus amigos” (Jn 14-13) “Yo les he dado a conocer tu nombre y se lo daré a conocer Todavía, para que el amor con que me has amado esté en ellos, y yo en ellos." (Jn 17-26)

3.        DEJAD QUE LOS NIÑOS VENGAN A MÍ

Podemos encontrar muchas manifestaciones de sensibilidad, por la cual conocemos como es el afecto de Jesús, podemos descubrir al hombre con la inclinación natural a hacer el bien, podemos hallar dulzura, suavidad, amabilidad de carácter, no solo tiene la facultad de ser el perfecto amigo bueno, además en todo lo parece, se manifiesta claramente su sentimiento de pena y lastima por la desgracia o el sufrimiento ajeno, para todo se inclina con afecto, su carácter es templado, apacible, en otras palabras es el puro amor, que nos maravilla por su aptitud del conocimiento perfecto de la comprensión, con un dominio absoluto para el entendimiento y la capacidad para respetar y ser tolerante con los demás, El posee el mayor grado posible de la cualidad

Amor puro por los niños; “Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo impidáis porque de los que son como éstos es el Reino de los Cielos" (Mt 19, 14), ese amor natural por el bien de los demás; “Entonces Jesús, levantándose, le dijo: "Mujer, ¿dónde están ellos? ¿Ninguno te condenó?" "Ninguno, Señor", respondió ella. Y Jesús le dijo: "Yo no te condeno tampoco. Vete, desde ahora no peques más” (Jn 8, 10-11), así podríamos llenar muchas páginas de ejemplo sobre cómo amo Jesús.

4.        A QUIEN MIRÓ JESÚS, LOS HIZO CON AMOR

A quien miró Jesús, los hizo con amor, así nos mira a nosotros hoy, con afecto, y cuando nos habla lo hace al corazón, su suave voz es además una insistencia permanente en nuestra conciencia, voz que nos invita a seguirlo, aceptarlo y a la cual debemos guardar fidelidad, y a amarlo como él lo hizo y lo sigue haciendo.

Así es el amor de Jesús, ese que no condena, ese que nos da misericordia, ese que transforma nuestras vidas, ese que nos da paz absoluta, por tanto podemos definir que Jesús es perfecto e inigualable sinónimo de amor.

5.        ÁMENSE LOS UNOS A LOS OTROS, COMO YO LOS HE AMADO”

La situación histórica de esta sección queda sugerida por el lugar paralelo del amor al prójimo, evangelio según san Juan 13:34.35, donde Cristo nos dice: “Les doy un mandamiento nuevo, ámense los unos a los otros. Así como yo los he amado, ámense también ustedes los unos a los otros. En esto todos reconocerán que ustedes son mis discípulos: en el amor que se tengan los unos a los otros”.

El amor mutuo que han de tenerse no es filantropía, ha de estar calcado en el ejemplo de Él: que se amen como Él los ha amado. Precisamente por este modo es por lo que antes llamo también a este precepto “un mandamiento nuevo”.

6.        NO HAY AMOR MÁS GRANDE QUE DAR LA VIDA POR LOS AMIGOS

Como ejemplo que clarifique este amor suyo, pone lo que es prueba humana, esto es dar la vida por los amigos. No es que Cristo restrinja la universalidad de su muerte, sino que utiliza la comparación usual humana.

Al hablar de amigos, le lleva a llamar a sus apóstoles amigos. Ya que los servidores ignoran lo que hace su señor. El Antiguo Testamento tenía más aspecto de servidumbre. Sin embargo los amigos conocen sus intimidades. Y Él les revelo el gran secreto y mensaje del Padre, es decir el Evangelio, las intimidades de Dios. Pero la verdadera amistad exige obras. Así como nos dice: Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando.

Como amigos de Cristo son predilectos. Y esto evoca la elección que hizo de ellos para el apostolado, como lo indica el término lingüístico según san Juan 13:18, donde les dice: “no hablo de todos ustedes, yo sé a quién he escogido”.

7.        YO EL QUE LOS ELEGÍ A USTEDES, Y LOS DESTINÉ PARA QUE VAYAN Y DEN FRUTO, Y ESE FRUTO SEA DURADERO.

Directamente se refiere no a la predestinación, sino a la elección, vocación, al apostolado, que les hizo al llamarlos a cada uno en su día, san Juan 6, 70: ¿No les elegí yo a los doce?, y de este modo no piensen que este privilegio fue algo que salió de ellos.

La finalidad de esta elección es para que vayáis. El sentido es: a seguir su camino, san Mateo 9:6; 19:21; es la misión de apóstoles; y no se pone término geográfico a su misión, “Id pues y hagan discípulos a todas las gentes”, (Mt 28-19): es decir que den mucho fruto de apostolado. Es la vocación a la santidad antes dicha. Y es a lo que lleva la sección siguiente, en que habla de las persecuciones que tendrán por causa de él.

Para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero, es decir, el fruto de su apostolado que sea de una eficacia permanente allá donde ellos arrojen la simiente.

8.        “ASÍ TODO LO QUE PIDAN AL PADRE EN MI NOMBRE, ÉL SE LO CONCEDERÁ”.

Y otra vez se pone la oración como medio eficaz de apostolado. “Así todo lo que pidan al Padre en mi nombre, él se lo concederá”. El apóstol tiene en la oración un recurso de éxito, pero tiene la obligación de usarla como medio normal del fruto de su apostolado. La forma rotunda con que está expresada la concesión de todo lo que pidan tiene una explicación semejante a lo anteriormente expuesto.

La sección termina con una exposición impactante: Lo que yo les mando es que se amen los unos a los otros. Pero solo hay un precepto: el amor.

Toda la voluntad de Cristo se resume en esta palabra, amor, amar, de este modo y solo así se cumple la voluntad de Dios y la misma voluntad del Hijo, que no es otra que la voluntad del Padre.

9.        Y LOS DESTINÉ PARA QUE VAYAN Y DEN FRUTO, Y ESE FRUTO SEA DURADERO

Amar es entregarse, es darse, es saber que podemos hacer nosotros por nuestro amado Jesucristo que vive en nuestro prójimo, y entregarnos a nuestro prójimo como Cristo se entregó por todos nosotros. Así como nos pide Jesús, ámense los unos a los otros. Así como yo los he amado.

Nos dice Jesús: No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes. Tenemos que comprender, que no le hacemos un favor a Jesús acatando su llamada, Él nos está haciendo a nosotros una ayuda, por tanto debemos estar agradecido del Señor, Él nos llama a la santidad en nuestras vidas, entonces no es suficiente alborozarse por este llamado, es necesario comprender cuál es la razón y el fin de esta elección, así como nos lo dice Jesús: Y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero

El Señor les Bendiga

    Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

PARA LA LECTIO DIVINA  (3)

 

LES HE DICHO ESTO PARA QUE MI GOZO SEA EL DE USTEDES, Y ESE GOZO SEA PERFECTO

Todos y cada uno de los discípulos están invitados a dejarse poseer por la alegría de Jesús, tras haberse dejado poseer por el amor de Dios. Mi existencia como discípulo consiste en dejar sitio a este amor divino, que es un amor “descendente”, un amor que mueve al Padre a “entregar a su Hijo único” (Jn 3,16), un amor que mueve al Hijo a entregarse a sí mismo, un amor que mueve a los discípulos a hacer otro tanto, un amor que garantiza la “felicidad” del discípulo.

Cuando Jesús habla de las más que exigentes condiciones de este amor, dice claramente que son posibles porque este nuevo modo de amar procede de Dios. Es el amor mismo de Dios el que obra en mí, en ti, en todos los discípulos. Y no sólo eso, sino que recibiremos de Jesús “su” felicidad, la alegría que procede de haber amado como Dios ama, a través del impulso y de la imitación de Jesús. Se trata de algo que nada tiene que ver con el moralismo: aquí nos encontramos en la cima de la mística, de la mística de la acción, que implica la entrega de uno mismo e incluye ser poseídos del todo por el amor de Dios.

EL HIJO QUE BAJÓ PARA DAR LA VIDA POR MÍ.

“Mi mandamiento”, el que resume todos los otros, el que distingue a un discípulo de Jesús de todos los demás, el que Juan llamará también “mandamiento nuevo”, el típico e inconfundible de Jesús, es sencillo y exigente: “Amaos los unos a los otros como yo os he amado”. Seguir a Jesús consiste en amar al hermano hasta dar la vida por él, precisamente como hizo Jesús, el Hijo que bajó para dar la vida por mí.

Dar la vida no significa sólo “morir” por los hermanos. Puede ser incluso hermoso y deseado, en ciertos momentos en que sentimos en nosotros un particular impulso de generosidad. Dar la vida significa gastar nuestra propia vida para que sean felices los que viven junto a mí. Significa que cada mañana debo preguntarme cómo puedo hacer para no ser una carga para los que viven conmigo. Significa soportar sus silencios y sus “malas caras”, aceptar los límites de su carácter, no extrañarse de sus contradicciones ni de sus pecados. Significa aceptar a mi prójimo tal como es, y no tal como debería ser.

 

ORACION (3)

 

Señor Jesús, ayúdame a mirar hacia lo alto para tener el valor de mirar hacia abajo. Ayúdame a mirarte a ti, en el esplendor de los santos; a ti, completamente vuelto al Padre, que eres una sola cosa con él desde la eternidad. Fija mi mirada en ti para que también yo sea capaz de descender y hacer lo que tú has hecho. Y es que servir un poco puede resultar fácil, pero convertir toda la vida en un servicio es bastante difícil. Servir a los que no lo merecen, a los que no son agradecidos, a los que te rechazan, es todavía más arduo.

Te ruego que infundas en mi corazón ese amor tuyo arrollador, ese amor tuyo concreto, humilde, que has recibido del Padre y que ha plasmado tu vida, para que también yo pueda hacer lo que tú me dices que es preciso para ser discípulo tuyo. Mi servicio no será así un arrastrarse de manera penosa; mi perseverancia en un servicio exento de gratificaciones será fuente de felicidad, porque estaré poseído por la felicidad que viene de ti, esa felicidad que prometiste a los que dejan sitio a tu manera de amar.

Hoy me siento obligado, Señor, a preguntarme hasta qué punto me tomo en serio “tu” mandamiento, ese que me distingue como discípulo tuyo, ese que te tomas tan a pecho. Si me examino bien, debo confesar que no es, de hecho, el primer mandamiento, el que me tomo más a pecho. Y es que he puesto por delante muchos otros valores que el entorno considera más importantes o que me gratifican más y con mayor facilidad.

Ilumíname, Señor, para que, en mi vida, esté por encima de todo la preocupación por construir la fraternidad, por aceptar con benevolencia a mis hermanos y hermanas, por olvidar sus errores, por recordar constantemente tu mandamiento. Concédeme la íntima convicción de que es la práctica de este mandamiento lo que hace nuevo el mundo, de que mi verdadera contribución como creyente la brinda mi actitud fraterna. Ayúdame a poner en lo más alto de mi escala de valores este mandamiento, que es el más antiguo y el más nuevo, que cada día deberé aplicar a nuevas situaciones, para renovarme a mí mismo, mi existencia y mi ambiente vital.

 

SANTORAL (4)

 

SAN MATÍAS, APÓSTOL

No conocemos a San Matías más que por el relato de su elección en los días que mediaron entre la Ascensión y Pentecostés. Por lo demás esa circunstancia es la razón de que se celebre su fiesta al final del tiempo pascual. Pero la alocución de Pedro antes de la elección de Matías es de la mayor importancia, en primer lugar que los Apóstoles eran conscientes de pertenecer a un grupo aparte, el colegio de los Doce, explícitamente establecido por Jesús para continuar su propia misión. Al haber fallado uno de los Doce, era menester remplazarlo, puesto que el número era sagrado: el nuevo pueblo de Dios se edifica sobre los Doce Apóstoles lo mismo que el antiguo Israel procede de los doce hijos de Jacob. Además, para ser elegido como Apóstol, es necesario haber seguido a Jesús desde su bautismo hasta la ascensión, a fin de «hacerse testigo de su resurrección». El haber vivido junto a Cristo, escuchando sus enseñanzas, compartido su vida, y más tarde haber comido y bebido con él tras su resurrección de entre los muertos, es la experiencia irremplazable que permitirá a los Apóstoles hablar con seguridad y les otorgará la fuerza para sellar su testimonio con su propia sangre.

Retomar algo donde otro lo dejó es delicado. Cuando se filmó la continuación de Lo que el viento se llevó, considera la presión -a la que estarían sometidos los actores que tenían que recrear los papeles interpretados por Vivían Leigh y Clark Gable. No sólo tenían que conseguir interpretaciones creíbles por sí mismas, sino que eran constantemente comparados con la Escarlata y el Rhett originales.

Ya es bastante difícil tener que vivir a la altura de la reputación gloriosa de tu predecesor, pero más difícil aún es tener que vivir una mala reputación. San Matías tenía ese problema. Lo único que sabemos acerca de él es que fue escogido para coger el puesto de Judas Iscariote entre los doce apóstoles. Imagina lo que tiene que ser atravesar la historia conocido como el que reemplazó a Judas. Hiciera lo que hiciera Matías, lo primero que la gente iba a recordar sería que sustituyó a la persona que traicionó a Jesús.

Nosotros podemos tener dificultades similares. Si reemplazamos una persona bien querida y que tuvo que partir bajo condiciones favorables, podemos acabar siendo recordados constantemente que nuestro predecesor hizo las cosas de modo diferente. Y a la inversa, si la persona fue expulsada, somos conocidos como el que la sustituyó en tal y cual trabajo. En cualquiera de ambos casos, es difícil establecer nuestra propia identidad a la sombra de nuestro predecesor.

La mejor - y única - cosa que podemos hacer cuando nos enfrentamos a una situación así es la de centrar nuestra atención en la tarea que tenemos a mano. No podemos cambiar lo que hizo o dejó de hacer la persona que tuvo el trabajo antes que nosotros. Lo único que podemos controlar son nuestras propias acciones.

 

FUENTES DE LA PAGINA

 

La Página de la Misa Diaria, está preparada y es enviada por Pedro S. A. Donoso Brant ocds, desde Santiago de Chile, como un servicio de apostolado, amor por Nuestro Señor Jesucristo y por la Iglesia. Les ruego su oración, para que pueda mantenerse este servicio y subsidio, dando gracias a nuestro Dios que tanto nos ama.

Nota: Para la Liturgia de la Palabra, utilizo “Liturgia Cotidiana” de Ediciones San Pablo, para el estudio y comentario de la Palabra, utilizo los textos de la Biblia Nácar-Colunga, (SBNC) y/o Biblia de Jerusalén (SBJ),

(3) Para la Lectio Divina, Lectio Divina para cada día del año, de Giorgio Zevini y Pier Giordano Cabra (Eds.) y/o, Intimidad Divina, Fr. Gabriel de Santa M. Magdalena ocd,

(4) Santoral preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo.

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