MISA DIARIA DE CAMINANDO CON JESUS

"La Eucaristía es fuente y culmen de toda la vida cristiana" (LG 11)

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Página de Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

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Fecha: 19-08-2020

Edición N.º MD 8.001

LITURGIA DE LAS HORAS

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ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 83, 10-11

Señor, protector nuestro, mira el rostro de tu Ungido, porque vale más un día en tus atrios que mil en otra parte.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que has preparado bienes invisibles para los que te aman, infunde en nuestros corazones la ternura de tu amor para que, amándote en todas y sobre todas las cosas, alcancemos tus promesas que superan todo deseo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.

PRIMERA LECTURA  Ez 34, 1-11

Lectura de la profecía de Ezequiel.

La palabra del Señor me llegó en estos términos: « ¡Profetiza, hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel! Tú dirás a esos pastores: Así habla el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel que se apacientan a sí mismos! ¿Acaso los pastores no deben apacentar el rebaño? Pero ustedes se alimentan con la leche, se visten con la lana, sacrifican a las ovejas más gordas, y no apacientan el rebaño. No han fortalecido a la oveja débil, no han curado a la enferma, no han vendado a la herida, no han hecho volver a la descarriada, ni han buscado a la que estaba perdida. Al contrario, las han dominado con rigor y crueldad. Ellas se han dispersado por falta de pastor, y se han convertido en presa de todas las bestias salvajes. Mis ovejas se han dispersado, y andan errantes por todas las montañas y por todas las colinas elevadas. ¡Mis ovejas están dispersas por toda la tierra, y nadie se ocupa de ellas ni trata de buscarlas! Por eso, pastores, oigan la palabra del Señor. Lo juro por mi vida –oráculo del Señor–: Porque mis ovejas han sido expuestas a la depredación y se han convertido en presa de todas las fieras salvajes por falta de pastor; porque mis pastores no cuidan a mis ovejas; porque ellos se apacientan a sí mismos, y no a mis ovejas; por eso, pastores, escuchen la palabra del Señor: Así habla el Señor: Aquí estoy yo contra los pastores. Yo buscaré a mis ovejas para quitárselas de sus manos, y no les dejaré apacentar mi rebaño. Así los pastores no se apacentarán más a sí mismos. Arrancaré a las ovejas de su boca, y nunca más ellas serán su presa». Porque así habla el Señor: « ¡Aquí estoy yo! Yo mismo voy a buscar mi rebaño y me ocuparé de él».

Palabra de Dios.

COMENTARIO: La denuncia está dirigida a los pastores de Israel, un modo de nombrar a los dirigentes, ya que Israel es considerado el rebaño de Dios. Los dirigentes debían apacentar el rebaño, es decir, brindarle la posibilidad de alimentos, vestido y bienestar. Sin embargo, los dirigentes, se aprovecharon de su pueblo y lo usaron para su propio beneficio. Para la Biblia, el poder es servicio al pueblo y a sus necesidades, y si eso no se cumple, Dios intervendrá con su justicia.

SALMO Sal 22, 1-6

R. ¡El Señor es mi pastor; nada me puede faltar!

El Señor es mi pastor, nada me puede faltar. Él me hace descansar en verdes praderas, me conduce a las aguas tranquilas y repara mis fuerzas. R.

Me guía por el recto sendero, por amor de su Nombre. Aunque cruce por oscuras quebradas, no temeré ningún mal, porque tú estás conmigo: tu vara y tu bastón me infunden confianza. R.

Tú preparas ante mí una mesa, frente a mis enemigos; unges con óleo mi cabeza y mi copa rebosa. R.

Tu bondad y tu gracia me acompañan a lo largo de mi vida; y habitaré en la Casa del Señor, por muy largo tiempo. R.

ALELUYA  Heb 4, 12

Aleluya. La Palabra de Dios es viva y eficaz; discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Aleluya.

EVANGELIO  Mt 19, 30—20, 16

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.

Jesús dijo a sus discípulos: Muchos de los primeros serán los últimos, y muchos de los últimos serán los primeros. Porque el Reino de los Cielos se parece a un propietario que salió muy de madrugada a contratar obreros para trabajar en su viña. Trató con ellos un denario por día y los envió a su viña. Volvió a salir a media mañana y, al ver a otros desocupados en la plaza, les dijo: «Vayan ustedes también a mi viña y les pagaré lo que sea justo». Y ellos fueron. Volvió a salir al mediodía y a media tarde, e hizo lo mismo. Al caer la tarde salió de nuevo y, encontrando todavía a otros, les dijo: « ¿Cómo se han quedado todo el día aquí, sin hacer nada?». Ellos les respondieron: «Nadie nos ha contratado». Entonces les dijo: «Vayan también ustedes a mi viña». Al terminar el día, el propietario llamó a su mayordomo y le dijo: «Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando por los últimos y terminando por los primeros». Fueron entonces los que habían llegado al caer la tarde y recibieron cada uno un denario. Llegaron después los primeros, creyendo que iban a recibir algo más, pero recibieron igualmente un denario. Y al recibirlo, protestaban contra el propietario, diciendo: «Estos últimos trabajaron nada más que una hora, y tú les das lo mismo que a nosotros, que hemos soportado el peso del trabajo y el calor durante toda la jornada». El propietario respondió a uno de ellos: «Amigo, no soy injusto contigo, ¿acaso no habíamos tratado en un denario? Toma lo que es tuyo y vete. Quiero dar a este que llega último lo mismo que a ti. ¿O no tengo derecho a disponer de mis bienes como me parece? ¿Por qué tomas a mal que yo sea bueno?». Así, los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos.

Palabra del Señor.

Comentario: La parábola muestra un modo de relación entre la justicia y la remuneración por el trabajo realizado. Desde un juicio humano, el señor es injusto, porque quien menos trabaja recibe igual salario que el resto que ha trabajado todo el día. Pero desde la óptica del Reino, el conflicto se resuelve desde el inicio, cuando el Señor les dice a los obreros “les pagaré lo que sea justo”. La justicia nos está en cuánto se ha hecho, o cuánto tiempo se ha trabajado, sino en que se ha respondido al llamado del señor a trabajar. Ocurre también con el llamado de Dios a participar de su Reino. No es posible calcular un “premio” por aquello que se ha hecho, porque el don del Reino siempre será mucho más grande que nuestro esfuerzo.

ANTÍFONA DE COMUNIÓN Sal 129, 7

En el Señor se encuentra la misericordia y la redención en abundancia.

O bien: Cfr. Jn 6, 51

Dice el Señor: Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Señor y Padre nuestro, unidos a Cristo por este sacramento, imploramos humildemente tu misericordia, para que, hechos semejantes a Él en la tierra, merezcamos gozar de su compañía en el cielo. Que vive y reina por los siglos de los siglos.

  REFLEXIÓN BÍBLICA

 

“¿O no tengo derecho a disponer de mis bienes como me parece?

Mt 19, 30—20, 16:

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant


1. “MUCHOS DE LOS PRIMEROS SERÁN LOS ÚLTIMOS, Y MUCHOS DE LOS ÚLTIMOS SERÁN LOS PRIMEROS”

Porque el reino de los cielos se parece a un propietario que salió muy de madrugada a contratar obreros para trabajar en su viña. Trató con ellos un denario por día y los envió a su viña. Pero al propietario, le hace falta aún más gente, entonces volvió a salir a diferentes horas del día, a media mañana, a mediodía y a media tarde, es decir también a las horas tercia, sexta, nona y undécima. Una vez que concluye el día de trabajo, el propietario llamó a su mayordomo y le dijo: “Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando por los últimos y terminando por los primeros”.

2. AMIGO, NO SOY INJUSTO CONTIGO

Fueron entonces los que habían llegado al caer la tarde y recibieron cada uno su paga, un denario. Llegaron después los primeros, creyendo que iban a recibir algo más, pero recibieron igualmente un denario. Y surge la reacción tan humana de los primeros y comienzan a protestar diciendo: “Estos últimos trabajaron nada más que una hora, y tú les das lo mismo que a nosotros, que hemos soportado el peso del trabajo y el calor durante toda la jornada”.

A pesar del reclamo, el propietario respondió a uno de ellos: “Amigo, no soy injusto contigo, ¿acaso no habíamos tratado en un denario? Toma lo que es tuyo y vete. Quiero dar a éste que llega último lo mismo que a ti. ¿O no tengo derecho a disponer de mis bienes como me parece? ¿Por qué tomas a mal que yo sea bueno?”. Así, los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos».

3. PERO EL SEÑOR, MIRA LAS COSAS DESDE UN PUNTO DE VISTA DISTINTO

Visto bajo la perspectiva de los hombres, o quizás visto bajo la figura de la justicia social, cualquiera podría decir que esto no es justo o que la lógica del propietario es impugnable.

Pero el Señor, mira las cosas desde un punto de vista distinto, no terrenal, y esta parábola aunque parezca una paradoja, no tiene intención de enseñar sobre la moral de los salarios, ni menos querer mostrar que el Reino de los Cielo, es algo distinto donde hay diferencia entre dar y recibir. Por cierto esto es: “Porque los pensamientos de ustedes no son los míos, ni los caminos de ustedes son mis caminos” (Is 55, 6-9)

4. ALGUNAS PRECISIONES DEL AMBIENTE

Esta es una parábola es propia de los Evangelios de Mateo, y es necesario hacer algunas precisiones del ambiente en la cual está tomada, a fin de poder destacar la enseñanza que desea dejar.

Un señor dueño de una viña, el propietario, necesita jornaleros, y según se relata, solían reunirse en la plaza algunos desocupados, entonces no era difícil contratarlos y no era algo extraño esos de salir a buscar operarios en diversas horas del día, y se hacía cuando el trabajo requería los servicios ya desde la mañana o en otras horas.

Los judíos dividían el día, desde la salida del sol hasta el ocaso, en doce horas. Pero el uso ordinario utilizaba normalmente las horas de tercia (de las nueve al mediodía), sexta (del mediodía hasta las tres) y nona (desde las tres a la puesta del sol).

5. ¿CÓMO SE HAN QUEDADO TODO EL DÍA AQUÍ, SIN HACER NADA?"

Entonces vemos algo que nos llama la atención, a los jornales que contrata a primera hora, trata con ellos un denario por día, a los que contrata a media mañana le dice que; les pagaré lo que sea justo. Al caer la tarde salió de nuevo y, encontrando todavía a otros, es decir, algunos estaban todo el día de ociosos. A ellos les dice: "¿Cómo se han quedado todo el día aquí, sin hacer nada?". Ellos les respondieron: "Nadie nos ha contratado".

Llegada la tarde, el señor manda a su administrador que llame a los viñadores y les dé su salario. Se decía en la Ley: al trabajador “dale cada día su salario, sin dejar pasar sobre esta deuda la puesta del sol, porque es pobre y lo necesita” (Dt 24:15; cf. Lev 19:13).

6. MURMURABAN CONTRA EL DUEÑO PORQUE HABÍA IGUALADO A TODOS EN EL JORNAL

Pero, al pagarse los jornales, a todos se les daba “un denario.” Y los que habían ido a trabajar a la viña en las primeras horas, y que habían cargado con más trabajo, murmuraban contra el dueño porque había igualado a todos en el jornal. Sin embargo él es muy dueño de sus bienes y de hacer con ellos lo que quiera. A los primeros les da lo justo; pero con los otros quiere usar de magnificencia. Así es como le dice: Quiero dar a éste que llega último lo mismo que a ti. ¿O no tengo derecho a disponer de mis bienes como me parece? ¿Por qué tomas a mal que yo sea bueno?". De este modo, ellos no han de ver con malevolencia y envidia, su conducta, pues fue con unos justo y con otros generoso.

7. ¿O VAMOS A TENER ENVIDIA PORQUE DIOS ES BUENO CON LOS QUE HAN LLEGADO MAS TARDE QUE NOSOTROS?.

Sabemos que Dios, es incomparablemente justo, es infinitamente misericordioso, pero también Él es libre y sabe bien a quien darle lo que necesita. Además Dios está dispuesto a recibir a todos por igual en su Reino, en especial a los que son paganos, a los convertidos. Hay en el mundo muchos, que han sido hombres muy buenos, intachables en lo moral, hombres justos y de buen corazón, pero han llegado tarde a trabajar por el reino, incluso a edad muy avanzada. Por tanto debemos alegrarnos mucho cuando alguien, a la hora o a la edad que sea, se encuentra con el Señor. ¿O vamos a tener envidia porque Dios es bueno con los que han llegado más tarde que nosotros?

Entonces el Señor nos muestra que más que un reclamo de justicia, hay muestra de envidia por la generosidad del propietario con los que llegaron al final. Y sabemos que a Dios, no le parece bien ni la envidia, ni las rivalidades, al contrario, se goza de saber que agradecemos y que somos generosos con todos los hombres. “Que el malvado abandone su camino y el hombre perverso, sus pensamientos; que vuelva al Señor, y él le tendrá compasión, a nuestro Dios, que es generoso en perdonar. (Is 55, 6-9)

8. LA ABSOLUTA LIBERTAD Y BONDAD DE DIOS EN LA DISTRIBUCIÓN DE SUS BIENES

Ciertamente, la última frase, que agrega Mateo a este fragmento del Evangelio: “Así, los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos”, no parece muy coherente con la parábola, porque no tiene relación si vemos que a todos les paga por igual, tanto los que llegaron primero como los últimos reciben la misma recompensa. Pero si nos fijamos bien, al ordenar pagar él pide que se haga comenzando por los últimos y terminando por los primeros".

Entonces la parábola tiene el sentido de que los últimos contratados verían que ellos recibirían proporcionalmente más paga que otros haciendo menos trabajo. La doctrina formal que se destaca en la parábola es la absoluta libertad y bondad de Dios en la distribución de sus bienes. Si a unos, que trabajaron más, les paga lo convenido, es justo en su obrar; si a otros, que trabajaron menos, les da igual, con lo que puedan vivir los suyos, es efecto de magnanimidad.

9. DIOS PUEDE LLAMAR A CUALQUIER HORA O A CUALQUIER EDAD

Y así nos canta el salmo: “Día tras día te bendeciré, y alabaré tu Nombre sin cesar. ¡Grande es el Señor y muy digno de alabanza: su grandeza es insondable! El Señor es bondadoso y compasivo, lento para enojarse y de gran misericordia; el Señor es bueno con todos y tiene compasión de todas sus criaturas. El Señor es justo en todos sus caminos y bondadoso en todas sus acciones; está cerca de aquellos que lo invocan, de aquellos que lo invocan de verdad. (Sal 144, 2-3. 8-9. 17-18.)

Interesante también parece aclarar, que no pretende alentar a los que son más perezosos y dejan para última hora el servicio de Dios y atrasar la conversión, al contrario, quiere enseñar que Dios puede llamar a cualquier hora o a cualquier edad y por otra parte, que el hombre debe estar siempre listo para acoger su llamado.

10. NADIE PUEDE PRESUMIR QUE TIENE MÁS DERECHO QUE OTROS

Otro asunto interesante, es que nadie puede presumir que tiene más derecho que otros por haber sido solicitado por Dios más temprano, muchos han sido llamado a edad más adulta, es decir casi por la tarde de su vida y no por esto deben sentirse menos privilegiados o desanimarse ante los que participan del trabajo por el Señor más tiempo.

Y es así, como en esta parábola, en aquel tiempo, Jesús responde a las críticas farisaicas de buscar, aparte de gentes buenas, a publícanos y pecadores, llamándolos e ingresándolos a todos en su reino. ¿Por qué esta diversidad de dones, y por qué esta diversidad de “horas”? Porque Dios, pleno de bondad, es dueño absoluto de repartir sus dones a quien quiere y como quiere. Así también nos dice san Pablo: “Es el mismo y único Espíritu el que actúa distribuyendo sus dones a cada uno en particular según su voluntad” (1 Cor 12,11)

11. GRAN BONDAD Y EXCEDIDA DE DIOS

Dios concede su Reino a los pecadores que se han convertido del mismo modo que a los que fueron justos. Con este contraste se destaca la gran bondad y excedida de Dios y la estrechez mezquina y crítica del fariseísmo malo y egoísta.

Esta enseñanza fue muy oportuna en aquel tiempo, y ahora está más vigente que nunca, y son múltiples. Todos podemos ser llamados a la viña del Señor, a cualquiera hora nos puede venir a invitar el Señor. Dios es dueño de invitar a cualquiera, sin importar su condición social ni su aspecto, ni su raza ni sus creencias, ni su sexo ni su edad. Debemos estar atentos para saber reconocer su llamado, y debemos ser oportunos en aceptarlo y fiel luego en cumplirlo. Algunos serán llamados por su fe, pero otros también por sus pecados, porque Dios no desprecia a nadie.

Dios nos muestra su gran generosidad, con los primeros fue justo, les dio lo acordado y sin quitarles nada. A los últimos les dio lo que él quería, de esta forma nos damos cuenta que la recompensa no está en función al tiempo empleado, pero si están al cuidado, al afán, a la dedicación y al cariño con el cual nos dedicamos a Él.

Dios desea que todos sus hijos sean buenos, y el poder hacer el bien nos viene de Dios, no nos podemos arrogar que es de nosotros el fin del bien moral, es la voluntad de Dios, no podemos exigir nosotros la recompensa, esta viene por la gracia, el Reino es un don gratuito de Dios.

No miremos cuanto hemos hecho por el Señor, ni cuanto más nos falta por hacer, ya que estamos llamados a trabajar por su gloria, él nos recompensara con amor todo el amor que pongamos en trabajar en cultivar la viña.

El Señor les Bendiga

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

PARA LA LECTIO DIVINA  (3)

 

NO SOMOS MÁS QUE SERVIDORES VUESTROS POR AMOR A JESÚS

Los pastores malos se «apacientan a sí mismos». Puede haber egoísmo y búsqueda de sí mismo incluso en el ejercicio de ministerios nobles, sagrados. Ya Pablo ponía en guardia contra este peligro siempre actual; con modestia y verdad, compartía su experiencia de pastor: «No nos anunciamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo, el Señor, y no somos más que servidores vuestros por amor a Jesús» (2 Cor 4,5). «No me interesan vuestras cosas, sino vosotros [...], gustosísimamente me gastaré y me desgastaré por vosotros» (2 Cor 12,14ss).

El pastor bueno se da a sí mismo y todo lo que tiene con una generosidad semejante al dueño magnánimo del evangelio. Dios es grande, su amor rebasa la justicia y sus dones sobreabundan siempre. Constatamos esta característica en cada página del evangelio: nos sorprenden, por ejemplo, los milagros realizados por Jesús, que llevan todos ellos este signo de gratuidad y de sobreabundancia.

En Caná, el agua transformada en vino está más allá de toda mesura lógicamente necesaria. Multiplica los panes para saciar a la muchedumbre de una manera sobreabundante, de suerte que sobran doce canastos. En el milagro de la pesca habría bastado con unos pocos peces para que los apóstoles, tras haber faenado en vano toda la noche, hubieran reconocido al Señor, pero los peces fueron 153, muchos más de los necesarios. A este Dios de gran corazón debemos acogerlo con un corazón grande y anunciarlo con grandeza de corazón.

ORACION (3)

 

Señor, danos un corazón grande, abierto al infinito, dispuesto a ser invadido por tu amor, cuya anchura, longitud, altura y profundidad no conseguimos ni siquiera imaginar (cf. Ef 3,18).

Danos un corazón grande, capaz de descubrir tu grandeza en todo lo que has creado, capaz de encontrar belleza y sabor en todo, capaz de sentir estupor, de alabanza y de agradecimiento. Danos un corazón grande donde encuentren sitio las alegrías y los dolores de todos nuestros hermanos y hermanas, próximos y lejanos. Danos un corazón grande que pueda abarcar la historia y que sepa guardar los acontecimientos en la meditación, como la de María (cf. Lc 2,19). Danos un corazón grande en el que puedas encontrar cómodamente morada, tú que eres un Dios grande y generoso.

SANTORAL (4)

 

SAN JUAN EUDES 1601-1680

Pertenece a la generación que está a caballo entre los reinados de Luis Xlll y Luis XIV, cuando Francia, después de salir de la tragedia de las guerras religiosas, ve florecer una edad de oro de la fe y la cultura cristianas, no sin excesos y tormentas, pero con una plenitud y una profundidad que dejan una huella hondísima.

La familia Eudes amenazaba extinguirse. Sólo quedaba un hijo, Isaac, que estaba cursando la carrera eclesiástica y ya era subdiácono. Para que continuase el apellido abandona la carrera sacerdotal y contrae matrimonio con la joven María Corbin. En la familia Eudes-Corbin se vive la fe. El padre y la madre rezan el Oficio Divino cada día. El Señor les bendice con siete hijos. El mayor de ellos será el protagonista de esta historia.

Juan Eudes nació en Ri (Orne) en 1601.

Fuera de una estancia de algunos años en París, donde fue discípulo de Berulle y de Condren, tuvo siempre como marco de su vida su Normandía natal: estudios con los jesuitas de Caen, y, más tarde, tras su ingreso en el Oratorio Berulano, misiones por la diócesis de Bayeux y de Lisieux, así como asistencia a los apestados de Caen.

Fue aquí donde fundó el Instituto de Nuestra Señora de la Caridad para la regeneración de las prostitutas, y luego, en 1643, la Congregación de Jesús y María, que se consagraría a la dirección de seminarios. Con la fundación de los seminarios de Caen, Contances, Lisieux y Rouen, San Juan Eudes había dado cumplimiento a la gran ilusión de su vida. Para él, la clave de la evangelización de los campos, de la asistencia a los pobres y de la recuperación de las almas pecadoras, se hallaba en la existencia de sacerdotes fervorosos y doctos, suficientemente evangélicos como para anunciar a los hombres, por medio de la palabra y con su propia vida, «las insondables riquezas de Cristo». Lo mismo en sus escritos espirituales que en su ansia por la formación de los sacerdotes se muestra Juan Eudes como el mensajero del Corazón de Jesús, lleno de amor hacia el Padre y de ternura para con los hombres.

San Juan Eudes fue el hijo mayor de una pareja de granjeros franceses. Aunque ellos querían que se casara, San Juan se unió a los oratorianos y fue ordenado a los veinticuatro años. Durante los siguientes años trabajó como misionero parroquial.

San Juan Eudes llevó el amor de Dios (así como ayuda material, por ejemplo, cobijo) a los escalones inferiores de la sociedad: prostitutas, víctimas de la peste, marginados.

Al Padre Eudes lo que más le preocupa es formar dignamente al clero. Aquí está - dice - el porvenir de la Iglesia tanto en Francia como en todo el mundo. Abandona el Oratorio muy a pesar suyo y se entrega a la formación del clero. Escribe unas Constituciones, forma un grupo de clérigos que le siguen a todas partes y a pesar de las enormes dificultades que encuentra por todos lados, da vida a su obra.

Su apostolado primordial es extender por todas partes la devoción a los Sagrados Corazones de Jesús y de María. Para ello funda el Instituto de Jesús y María (Eudistas se llaman ahora popularmente) y empieza a extenderse por todas partes. Viene la aprobación de Roma. Le vienen muchas dificultades, calumnias, persecuciones.

Fundó otra comunidad, las Hermanas de la Caridad de las Desechadas, con el específico propósito de ayudar a prostitutas que deseaban cambiar sus vidas.

Él nunca se olvida de su voto martirial que hizo el 1636. Ahora llega la hora de la verdad. Interviene el Rey, el Papa... Todo por fin queda arreglado y en las manos de Dios. Puede morir tranquilo. Esto sucede el 19 de agosto de 1680. Su palma de martirio incruento era un hecho.

 

FUENTES DE LA PAGINA

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Nota: Para la Liturgia de la Palabra, utilizo “Liturgia Cotidiana” de Ediciones San Pablo, para el estudio y comentario de la Palabra, utilizo los textos de la Biblia Nácar-Colunga, (SBNC) y/o Biblia de Jerusalén (SBJ),

(3) Para la Lectio Divina, Lectio Divina para cada día del año, de Giorgio Zevini y Pier Giordano Cabra (Eds.) y/o, Intimidad Divina, Fr. Gabriel de Santa M. Magdalena ocd,

(4) Santoral preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo.

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