MISA DIARIA DE CAMINANDO CON JESUS
"La Eucaristía es fuente
y culmen de toda la vida cristiana" (LG 11)
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Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
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Fecha: 19-08-2020
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Edición N.º MD
8.001
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LITURGIA
DE LAS HORAS
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ANTÍFONA DE ENTRADA Sal
83, 10-11
Señor, protector
nuestro, mira el rostro de tu Ungido, porque vale más un día en tus atrios
que mil en otra parte.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que has
preparado bienes invisibles para los que te aman, infunde en nuestros
corazones la ternura de tu amor para que, amándote en todas y sobre todas
las cosas, alcancemos tus promesas que superan todo deseo. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
Ez 34, 1-11
Lectura de la profecía
de Ezequiel.
La palabra del Señor me llegó en estos términos:
« ¡Profetiza, hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel! Tú
dirás a esos pastores: Así habla el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel
que se apacientan a sí mismos! ¿Acaso los pastores no deben apacentar el
rebaño? Pero ustedes se alimentan con la leche, se visten con la lana,
sacrifican a las ovejas más gordas, y no apacientan el rebaño. No han
fortalecido a la oveja débil, no han curado a la enferma, no han vendado a
la herida, no han hecho volver a la descarriada, ni han buscado a la que
estaba perdida. Al contrario, las han dominado con rigor y crueldad. Ellas
se han dispersado por falta de pastor, y se han convertido en presa de
todas las bestias salvajes. Mis ovejas se han dispersado, y andan errantes
por todas las montañas y por todas las colinas elevadas. ¡Mis ovejas están
dispersas por toda la tierra, y nadie se ocupa de ellas ni trata de
buscarlas! Por eso, pastores, oigan la palabra del Señor. Lo juro por mi
vida –oráculo del Señor–: Porque mis ovejas han sido expuestas a la
depredación y se han convertido en presa de todas las fieras salvajes por
falta de pastor; porque mis pastores no cuidan a mis ovejas; porque ellos
se apacientan a sí mismos, y no a mis ovejas; por eso, pastores, escuchen
la palabra del Señor: Así habla el Señor: Aquí estoy yo contra los
pastores. Yo buscaré a mis ovejas para quitárselas de sus manos, y no les
dejaré apacentar mi rebaño. Así los pastores no se apacentarán más a sí
mismos. Arrancaré a las ovejas de su boca, y nunca más ellas serán su
presa». Porque así habla el Señor: « ¡Aquí estoy yo! Yo mismo voy a buscar
mi rebaño y me ocuparé de él».
Palabra de Dios.
COMENTARIO:
La denuncia está dirigida a los pastores de
Israel, un modo de nombrar a los dirigentes, ya que Israel es considerado
el rebaño de Dios. Los dirigentes debían apacentar el rebaño, es decir,
brindarle la posibilidad de alimentos, vestido y bienestar. Sin embargo,
los dirigentes, se aprovecharon de su pueblo y lo usaron para su propio
beneficio. Para la Biblia, el poder es servicio al pueblo y a sus
necesidades, y si eso no se cumple, Dios intervendrá con su justicia.
SALMO Sal 22, 1-6
R. ¡El Señor es mi
pastor; nada me puede faltar!
El Señor es mi pastor, nada me puede faltar. Él
me hace descansar en verdes praderas, me conduce a las aguas tranquilas y
repara mis fuerzas. R.
Me guía por el recto sendero, por amor de su
Nombre. Aunque cruce por oscuras quebradas, no temeré ningún mal, porque tú
estás conmigo: tu vara y tu bastón me infunden confianza. R.
Tú preparas ante mí una mesa, frente a mis
enemigos; unges con óleo mi cabeza y mi copa rebosa. R.
Tu bondad y tu gracia me acompañan a lo largo de
mi vida; y habitaré en la
Casa del Señor, por muy largo tiempo. R.
ALELUYA
Heb 4, 12
Aleluya. La Palabra de Dios es viva y eficaz; discierne
los pensamientos y las intenciones del corazón. Aleluya.
EVANGELIO
Mt 19, 30—20, 16
Evangelio de nuestro
Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a sus discípulos: Muchos de los
primeros serán los últimos, y muchos de los últimos serán los primeros.
Porque el Reino de los Cielos se parece a un propietario que salió muy de
madrugada a contratar obreros para trabajar en su viña. Trató con ellos un
denario por día y los envió a su viña. Volvió a salir a media mañana y, al
ver a otros desocupados en la plaza, les dijo: «Vayan ustedes también a mi
viña y les pagaré lo que sea justo». Y ellos fueron. Volvió a salir al
mediodía y a media tarde, e hizo lo mismo. Al caer la tarde salió de nuevo
y, encontrando todavía a otros, les dijo: « ¿Cómo se han quedado todo el
día aquí, sin hacer nada?». Ellos les respondieron: «Nadie nos ha
contratado». Entonces les dijo: «Vayan también ustedes a mi viña». Al
terminar el día, el propietario llamó a su mayordomo y le dijo: «Llama a
los obreros y págales el jornal, comenzando por los últimos y terminando
por los primeros». Fueron entonces los que habían llegado al caer la tarde
y recibieron cada uno un denario. Llegaron después los primeros, creyendo
que iban a recibir algo más, pero recibieron igualmente un denario. Y al
recibirlo, protestaban contra el propietario, diciendo: «Estos últimos
trabajaron nada más que una hora, y tú les das lo mismo que a nosotros, que
hemos soportado el peso del trabajo y el calor durante toda la jornada». El
propietario respondió a uno de ellos: «Amigo, no soy injusto contigo,
¿acaso no habíamos tratado en un denario? Toma lo que es tuyo y vete.
Quiero dar a este que llega último lo mismo que a ti. ¿O no tengo derecho a
disponer de mis bienes como me parece? ¿Por qué tomas a mal que yo sea
bueno?». Así, los últimos serán los primeros y los primeros serán los
últimos.
Palabra del Señor.
Comentario:
La parábola muestra un modo de relación entre la
justicia y la remuneración por el trabajo realizado. Desde un juicio
humano, el señor es injusto, porque quien menos trabaja recibe igual
salario que el resto que ha trabajado todo el día. Pero desde la óptica del
Reino, el conflicto se resuelve desde el inicio, cuando el Señor les dice a
los obreros “les pagaré lo que sea justo”. La justicia nos está en cuánto
se ha hecho, o cuánto tiempo se ha trabajado, sino en que se ha respondido
al llamado del señor a trabajar. Ocurre también con el llamado de Dios a
participar de su Reino. No es posible calcular un “premio” por aquello que
se ha hecho, porque el don del Reino siempre será mucho más grande que
nuestro esfuerzo.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Sal 129, 7
En el Señor se encuentra la
misericordia y la redención en abundancia.
O bien: Cfr. Jn 6, 51
Dice el Señor: Yo soy el pan vivo
bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor y Padre nuestro, unidos a
Cristo por este sacramento, imploramos humildemente tu misericordia, para
que, hechos semejantes a Él en la tierra, merezcamos gozar de su compañía
en el cielo. Que vive y reina por los siglos de los siglos.
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REFLEXIÓN BÍBLICA
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“¿O no tengo derecho a disponer de mis bienes
como me parece?
Mt 19, 30—20, 16:
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
1. “MUCHOS DE LOS PRIMEROS SERÁN LOS ÚLTIMOS, Y
MUCHOS DE LOS ÚLTIMOS SERÁN LOS PRIMEROS”
Porque el reino de los
cielos se parece a un propietario que salió muy de madrugada a contratar
obreros para trabajar en su viña. Trató con ellos un denario por día y los
envió a su viña. Pero al propietario, le hace falta aún más gente, entonces
volvió a salir a diferentes horas del día, a media mañana, a mediodía y a
media tarde, es decir también a las horas tercia, sexta, nona y undécima.
Una vez que concluye el día de trabajo, el propietario llamó a su mayordomo
y le dijo: “Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando por los
últimos y terminando por los primeros”.
2. AMIGO, NO SOY INJUSTO CONTIGO
Fueron entonces los
que habían llegado al caer la tarde y recibieron cada uno su paga, un
denario. Llegaron después los primeros, creyendo que iban a recibir algo
más, pero recibieron igualmente un denario. Y surge la reacción tan humana
de los primeros y comienzan a protestar diciendo: “Estos últimos trabajaron
nada más que una hora, y tú les das lo mismo que a nosotros, que hemos
soportado el peso del trabajo y el calor durante toda la jornada”.
A pesar del reclamo,
el propietario respondió a uno de ellos: “Amigo, no soy injusto contigo,
¿acaso no habíamos tratado en un denario? Toma lo que es tuyo y vete.
Quiero dar a éste que llega último lo mismo que a ti. ¿O no tengo derecho a
disponer de mis bienes como me parece? ¿Por qué tomas a mal que yo sea bueno?”.
Así, los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos».
3. PERO EL SEÑOR, MIRA LAS COSAS DESDE UN PUNTO
DE VISTA DISTINTO
Visto bajo la
perspectiva de los hombres, o quizás visto bajo la figura de la justicia
social, cualquiera podría decir que esto no es justo o que la lógica del
propietario es impugnable.
Pero el Señor, mira
las cosas desde un punto de vista distinto, no terrenal, y esta parábola
aunque parezca una paradoja, no tiene intención de enseñar sobre la moral
de los salarios, ni menos querer mostrar que el Reino de los Cielo, es algo
distinto donde hay diferencia entre dar y recibir. Por cierto esto es:
“Porque los pensamientos de ustedes no son los míos, ni los caminos de
ustedes son mis caminos” (Is 55, 6-9)
4. ALGUNAS PRECISIONES DEL AMBIENTE
Esta es una parábola
es propia de los Evangelios de Mateo, y es necesario hacer algunas
precisiones del ambiente en la cual está tomada, a fin de poder destacar la
enseñanza que desea dejar.
Un señor dueño de una
viña, el propietario, necesita jornaleros, y según se relata, solían
reunirse en la plaza algunos desocupados, entonces no era difícil
contratarlos y no era algo extraño esos de salir a buscar operarios en
diversas horas del día, y se hacía cuando el trabajo requería los servicios
ya desde la mañana o en otras horas.
Los judíos dividían el
día, desde la salida del sol hasta el ocaso, en doce horas. Pero el uso
ordinario utilizaba normalmente las horas de tercia (de las nueve al
mediodía), sexta (del mediodía hasta las tres) y nona (desde las tres a la
puesta del sol).
5. ¿CÓMO SE HAN QUEDADO TODO EL DÍA AQUÍ, SIN
HACER NADA?"
Entonces vemos algo
que nos llama la atención, a los jornales que contrata a primera hora,
trata con ellos un denario por día, a los que contrata a media mañana le
dice que; les pagaré lo que sea justo. Al caer la tarde salió de nuevo y,
encontrando todavía a otros, es decir, algunos estaban todo el día de
ociosos. A ellos les dice: "¿Cómo se han quedado todo el día aquí, sin
hacer nada?". Ellos les respondieron: "Nadie nos ha
contratado".
Llegada la tarde, el
señor manda a su administrador que llame a los viñadores y les dé su
salario. Se decía en la Ley:
al trabajador “dale cada día su salario, sin dejar pasar sobre esta deuda
la puesta del sol, porque es pobre y lo necesita” (Dt 24:15; cf. Lev
19:13).
6. MURMURABAN CONTRA EL DUEÑO PORQUE HABÍA
IGUALADO A TODOS EN EL JORNAL
Pero, al pagarse los
jornales, a todos se les daba “un denario.” Y los que habían ido a trabajar
a la viña en las primeras horas, y que habían cargado con más trabajo,
murmuraban contra el dueño porque había igualado a todos en el jornal. Sin
embargo él es muy dueño de sus bienes y de hacer con ellos lo que quiera. A
los primeros les da lo justo; pero con los otros quiere usar de magnificencia.
Así es como le dice: Quiero dar a éste que llega último lo mismo que a ti.
¿O no tengo derecho a disponer de mis bienes como me parece? ¿Por qué tomas
a mal que yo sea bueno?". De este modo, ellos no han de ver con
malevolencia y envidia, su conducta, pues fue con unos justo y con otros
generoso.
7. ¿O VAMOS A TENER ENVIDIA PORQUE DIOS ES BUENO
CON LOS QUE HAN LLEGADO MAS TARDE QUE NOSOTROS?.
Sabemos que Dios, es
incomparablemente justo, es infinitamente misericordioso, pero también Él
es libre y sabe bien a quien darle lo que necesita. Además Dios está
dispuesto a recibir a todos por igual en su Reino, en especial a los que
son paganos, a los convertidos. Hay en el mundo muchos, que han sido
hombres muy buenos, intachables en lo moral, hombres justos y de buen
corazón, pero han llegado tarde a trabajar por el reino, incluso a edad muy
avanzada. Por tanto debemos alegrarnos mucho cuando alguien, a la hora o a
la edad que sea, se encuentra con el Señor. ¿O vamos a tener envidia porque
Dios es bueno con los que han llegado más tarde que nosotros?
Entonces el Señor nos
muestra que más que un reclamo de justicia, hay muestra de envidia por la
generosidad del propietario con los que llegaron al final. Y sabemos que a
Dios, no le parece bien ni la envidia, ni las rivalidades, al contrario, se
goza de saber que agradecemos y que somos generosos con todos los hombres.
“Que el malvado abandone su camino y el hombre perverso, sus pensamientos;
que vuelva al Señor, y él le tendrá compasión, a nuestro Dios, que es generoso
en perdonar. (Is 55, 6-9)
8. LA ABSOLUTA LIBERTAD
Y BONDAD DE DIOS EN LA DISTRIBUCIÓN DE SUS BIENES
Ciertamente, la última
frase, que agrega Mateo a este fragmento del Evangelio: “Así, los últimos
serán los primeros y los primeros serán los últimos”, no parece muy
coherente con la parábola, porque no tiene relación si vemos que a todos
les paga por igual, tanto los que llegaron primero como los últimos reciben
la misma recompensa. Pero si nos fijamos bien, al ordenar pagar él pide que
se haga comenzando por los últimos y terminando por los primeros".
Entonces la parábola
tiene el sentido de que los últimos contratados verían que ellos recibirían
proporcionalmente más paga que otros haciendo menos trabajo. La doctrina
formal que se destaca en la parábola es la absoluta libertad y bondad de
Dios en la distribución de sus bienes. Si a unos, que trabajaron más, les
paga lo convenido, es justo en su obrar; si a otros, que trabajaron menos,
les da igual, con lo que puedan vivir los suyos, es efecto de magnanimidad.
9. DIOS PUEDE LLAMAR A CUALQUIER HORA O A
CUALQUIER EDAD
Y así nos canta el
salmo: “Día tras día te bendeciré, y alabaré tu Nombre sin cesar. ¡Grande
es el Señor y muy digno de alabanza: su grandeza es insondable! El Señor es
bondadoso y compasivo, lento para enojarse y de gran misericordia; el Señor
es bueno con todos y tiene compasión de todas sus criaturas. El Señor es
justo en todos sus caminos y bondadoso en todas sus acciones; está cerca de
aquellos que lo invocan, de aquellos que lo invocan de verdad. (Sal 144,
2-3. 8-9. 17-18.)
Interesante también
parece aclarar, que no pretende alentar a los que son más perezosos y dejan
para última hora el servicio de Dios y atrasar la conversión, al contrario,
quiere enseñar que Dios puede llamar a cualquier hora o a cualquier edad y
por otra parte, que el hombre debe estar siempre listo para acoger su
llamado.
10. NADIE PUEDE PRESUMIR QUE TIENE MÁS DERECHO
QUE OTROS
Otro asunto
interesante, es que nadie puede presumir que tiene más derecho que otros
por haber sido solicitado por Dios más temprano, muchos han sido llamado a
edad más adulta, es decir casi por la tarde de su vida y no por esto deben
sentirse menos privilegiados o desanimarse ante los que participan del
trabajo por el Señor más tiempo.
Y es así, como en esta
parábola, en aquel tiempo, Jesús responde a las críticas farisaicas de
buscar, aparte de gentes buenas, a publícanos y pecadores, llamándolos e
ingresándolos a todos en su reino. ¿Por qué esta diversidad de dones, y por
qué esta diversidad de “horas”? Porque Dios, pleno de bondad, es dueño
absoluto de repartir sus dones a quien quiere y como quiere. Así también
nos dice san Pablo: “Es el mismo y único Espíritu el que actúa
distribuyendo sus dones a cada uno en particular según su voluntad” (1 Cor
12,11)
11. GRAN BONDAD Y EXCEDIDA DE DIOS
Dios concede su Reino
a los pecadores que se han convertido del mismo modo que a los que fueron
justos. Con este contraste se destaca la gran bondad y excedida de Dios y
la estrechez mezquina y crítica del fariseísmo malo y egoísta.
Esta enseñanza fue muy
oportuna en aquel tiempo, y ahora está más vigente que nunca, y son
múltiples. Todos podemos ser llamados a la viña del Señor, a cualquiera
hora nos puede venir a invitar el Señor. Dios es dueño de invitar a
cualquiera, sin importar su condición social ni su aspecto, ni su raza ni
sus creencias, ni su sexo ni su edad. Debemos estar atentos para saber
reconocer su llamado, y debemos ser oportunos en aceptarlo y fiel luego en
cumplirlo. Algunos serán llamados por su fe, pero otros también por sus
pecados, porque Dios no desprecia a nadie.
Dios nos muestra su
gran generosidad, con los primeros fue justo, les dio lo acordado y sin
quitarles nada. A los últimos les dio lo que él quería, de esta forma nos
damos cuenta que la recompensa no está en función al tiempo empleado, pero
si están al cuidado, al afán, a la dedicación y al cariño con el cual nos
dedicamos a Él.
Dios desea que todos
sus hijos sean buenos, y el poder hacer el bien nos viene de Dios, no nos
podemos arrogar que es de nosotros el fin del bien moral, es la voluntad de
Dios, no podemos exigir nosotros la recompensa, esta viene por la gracia,
el Reino es un don gratuito de Dios.
No miremos cuanto
hemos hecho por el Señor, ni cuanto más nos falta por hacer, ya que estamos
llamados a trabajar por su gloria, él nos recompensara con amor todo el
amor que pongamos en trabajar en cultivar la viña.
El Señor les Bendiga
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
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PARA LA LECTIO DIVINA (3)
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NO SOMOS MÁS QUE SERVIDORES VUESTROS POR AMOR A
JESÚS
Los pastores malos se
«apacientan a sí mismos». Puede haber egoísmo y búsqueda de sí mismo
incluso en el ejercicio de ministerios nobles, sagrados. Ya Pablo ponía en
guardia contra este peligro siempre actual; con modestia y verdad,
compartía su experiencia de pastor: «No nos anunciamos a nosotros mismos,
sino a Jesucristo, el Señor, y no somos más que servidores vuestros por
amor a Jesús» (2 Cor 4,5). «No me interesan vuestras cosas, sino vosotros
[...], gustosísimamente me gastaré y me desgastaré por vosotros» (2 Cor
12,14ss).
El pastor bueno se da a
sí mismo y todo lo que tiene con una generosidad semejante al dueño
magnánimo del evangelio. Dios es grande, su amor rebasa la justicia y sus
dones sobreabundan siempre. Constatamos esta característica en cada página
del evangelio: nos sorprenden, por ejemplo, los milagros realizados por
Jesús, que llevan todos ellos este signo de gratuidad y de sobreabundancia.
En Caná, el agua
transformada en vino está más allá de toda mesura lógicamente necesaria.
Multiplica los panes para saciar a la muchedumbre de una manera
sobreabundante, de suerte que sobran doce canastos. En el milagro de la
pesca habría bastado con unos pocos peces para que los apóstoles, tras
haber faenado en vano toda la noche, hubieran reconocido al Señor, pero los
peces fueron 153, muchos más de los necesarios. A este Dios de gran corazón
debemos acogerlo con un corazón grande y anunciarlo con grandeza de
corazón.
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ORACION
(3)
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Señor, danos un corazón
grande, abierto al infinito, dispuesto a ser invadido por tu amor, cuya
anchura, longitud, altura y profundidad no conseguimos ni siquiera imaginar
(cf. Ef 3,18).
Danos un corazón
grande, capaz de descubrir tu grandeza en todo lo que has creado, capaz de
encontrar belleza y sabor en todo, capaz de sentir estupor, de alabanza y
de agradecimiento. Danos un corazón grande donde encuentren sitio las
alegrías y los dolores de todos nuestros hermanos y hermanas, próximos y
lejanos. Danos un corazón grande que pueda abarcar la historia y que sepa
guardar los acontecimientos en la meditación, como la de María (cf. Lc
2,19). Danos un corazón grande en el que puedas encontrar cómodamente
morada, tú que eres un Dios grande y generoso.
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SANTORAL (4)
|
SAN
JUAN EUDES 1601-1680
Pertenece a la generación que está a caballo
entre los reinados de Luis Xlll y Luis XIV, cuando
Francia, después de salir de la tragedia de las guerras religiosas, ve
florecer una edad de oro de la fe y la cultura cristianas, no sin excesos y
tormentas, pero con una plenitud y una profundidad que dejan una huella
hondísima.
La familia Eudes amenazaba extinguirse. Sólo
quedaba un hijo, Isaac, que estaba cursando la carrera eclesiástica y ya
era subdiácono. Para que continuase el apellido abandona la carrera
sacerdotal y contrae matrimonio con la joven María Corbin.
En la familia Eudes-Corbin se
vive la fe. El padre y la madre rezan el Oficio Divino cada día. El Señor
les bendice con siete hijos. El mayor de ellos será el protagonista de esta
historia.
Juan Eudes nació en Ri (Orne)
en 1601.
Fuera de una estancia de algunos años en
París, donde fue discípulo de Berulle y de Condren,
tuvo siempre como marco de su vida su Normandía natal: estudios con los
jesuitas de Caen, y, más tarde, tras su ingreso en el Oratorio Berulano,
misiones por la diócesis de Bayeux y de Lisieux, así
como asistencia a los apestados de Caen.
Fue aquí donde fundó el Instituto de Nuestra
Señora de la Caridad para
la regeneración de las prostitutas, y luego, en 1643, la
Congregación de Jesús y María, que se consagraría a
la dirección de seminarios. Con la fundación de los seminarios de
Caen, Contances,
Lisieux y Rouen,
San Juan Eudes había dado cumplimiento a la gran ilusión de su vida. Para
él, la clave de la evangelización de los campos, de la asistencia a los
pobres y de la recuperación de las almas pecadoras, se hallaba en la
existencia de sacerdotes fervorosos y doctos, suficientemente evangélicos
como para anunciar a los hombres, por medio de la palabra y con su propia
vida, «las insondables riquezas de Cristo». Lo mismo en sus escritos
espirituales que en su ansia por la formación de los sacerdotes se muestra
Juan Eudes como el mensajero del Corazón de Jesús, lleno de amor hacia el
Padre y de ternura para con los hombres.
San Juan Eudes fue el hijo mayor de una pareja
de granjeros franceses. Aunque ellos querían que se casara, San Juan se
unió a los oratorianos y fue ordenado a los veinticuatro años. Durante los
siguientes años trabajó como misionero parroquial.
San Juan Eudes llevó el amor de Dios (así como
ayuda material, por ejemplo, cobijo) a los escalones inferiores de la
sociedad: prostitutas, víctimas de la peste, marginados.
Al Padre Eudes lo que más le preocupa es
formar dignamente al clero. Aquí está - dice - el porvenir de la
Iglesia tanto en Francia como en todo el mundo.
Abandona el Oratorio muy a pesar suyo y se entrega a la formación del
clero. Escribe unas Constituciones, forma un grupo de clérigos que le
siguen a todas partes y a pesar de las enormes dificultades que encuentra
por todos lados, da vida a su obra.
Su apostolado primordial es extender por todas
partes la devoción a los Sagrados Corazones de Jesús y de María. Para ello
funda el Instituto de Jesús y María (Eudistas se llaman ahora popularmente)
y empieza a extenderse por todas partes. Viene la aprobación de Roma. Le
vienen muchas dificultades, calumnias, persecuciones.
Fundó otra comunidad, las Hermanas de la
Caridad de las Desechadas, con el específico
propósito de ayudar a prostitutas que deseaban cambiar sus vidas.
Él nunca se olvida de su voto martirial que
hizo el 1636. Ahora llega la hora de la verdad. Interviene el Rey, el
Papa... Todo por fin queda arreglado y en las manos de Dios. Puede morir
tranquilo. Esto sucede el 19 de agosto de 1680. Su palma de martirio incruento
era un hecho.
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FUENTES DE LA PAGINA
ESTA PERMITIDO EL RE-ENVIO, LA
COPIA Y LA PUBLICACIÓN DE ESTA PAGINA, SOLO NO OLVIDE DE INDICAR EL AUTOR Y
LAS FUENTES DE ORIGEN
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La Página de la Misa Diaria, está preparada y es
enviada por Pedro S. A. Donoso Brant ocds, desde Santiago de Chile, como un
servicio de apostolado, amor por Nuestro Señor Jesucristo y por la Iglesia.
Les ruego su oración, para que pueda mantenerse este servicio y subsidio,
dando gracias a nuestro Dios que tanto nos ama.
Nota: Para la Liturgia de la Palabra, utilizo
“Liturgia Cotidiana” de Ediciones San Pablo, para el estudio y comentario
de la Palabra, utilizo los textos de la Biblia Nácar-Colunga, (SBNC) y/o
Biblia de Jerusalén (SBJ),
(3)
Para la Lectio Divina, Lectio Divina para cada día del año, de Giorgio
Zevini y Pier Giordano Cabra (Eds.) y/o, Intimidad Divina, Fr. Gabriel de
Santa M. Magdalena ocd,
(4) Santoral preparado por la Parroquia de la
Sagrada Familia de Vigo.
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Este es un servicio gratuito, no recibe ningún tipo de ayuda económica y no
la busca, gratuito hemos recibido mucho, gratuito queremos dar todo lo
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