DIARIA DE CAMINANDO CON JESUS
"La Eucaristía es fuente
y culmen de toda la vida cristiana" (LG 11)
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de Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
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21-04-2024
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Edición Nº 9.585
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LITURGIA
DE LAS HORAS
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Domingo IV semana de Pascua
Hech
4,8-12; 1Jn 3,1-2; Jn 10,11-18
Amor que da la vida
El Buen Pastor da la vida por las ovejas
Da
la vida. No sólo la dio. La da continuamente. Jesús Resucitado permanece
eternamente en la actitud que le llevó a la muerte. Ahora ya no muere. No
puede morir. Pero el amor que le llevó a dar la vida es el mismo. Y eso
continuamente. Instante tras instante Cristo es el Buen Pastor que da la
vida por sus ovejas, que da su vida por mí. Su amor «hasta el extremo», el
que le llevó hasta la cruz, ha quedado eternizado mediante la resurrección.
Su vida de resucitado es un acto continuo, perfecto y eficaz de amor a su
Padre y de amor a los hombres, a cada uno de todos los hombres. Él mismo es
el Amor que da la vida.
Por su nombre se presenta éste sano ante vosotros
Su
entrega es eficaz. Su amor es capaz de transformar. Al morir por nosotros
nos sana. Al entregar su vida engendra vida. Es el nombre de Jesucristo
nazareno el único capaz de salvar totalmente, definitivamente. La acción
del Buen Pastor una vez resucitado se caracteriza por la fuerza, por la
energía salvadora. La Resurrección pone de relieve que el amor del Buen
Pastor no era inútil o estéril, sino muy eficaz. Las conversiones y
sanaciones realizadas por medio de los Apóstoles lo atestiguan.
¡Somos hijos de Dios!
También
en esto se manifiesta la fuerza de la Resurrección. En su victoria, Cristo
nos arrastra a vivir su misma vida de Hijo, su misma relación con el Padre.
Somos hijos en el Hijo. En Cristo somos hijos de Dios. En la Vigilia
Pascual hemos renovado las promesas de nuestro bautismo y el mejor fruto de
la Pascua es un acrecentamiento de la vivencia de nuestro ser hijos de
Dios. (1)
Para ver la Reflexión completa de las 3 lecturas
y el salmo de la Liturgia de este domingo pinchar este link: (Enlace): PALABRA DE DIOS
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I.-RITOS
INICIALES
ANTÍFONA DE
ENTRADA Sal 32, 5-6
Toda la tierra está llena
del amor del Señor; y su Palabra ha hecho el Cielo. Aleluya.
ACTO
PENITENCIAL
· Porque eres nuestro buen Pastor resucitado.
Señor, ten piedad.
·
Porque nos
das la vida en abundancia. Cristo, ten piedad de nosotros.
· Porque quieres congregarnos en un solo rebaño.
Señor, ten piedad.
SE DICE
GLORIA A DIOS
Gloria a Dios en el
cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa
gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos
gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo
único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que
quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado
del mundo, atiende nuestra suplica; tú que estás sentado a la derecha del
Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor,
sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios
Padre. Amén.
ORACIÓN
COLECTA
Dios todopoderoso y
eterno, condúcenos hacia los gozos celestiales, para que tu rebaño, a pesar
de su debilidad, llegue a la gloria que le alcanzó la fortaleza de
Jesucristo, su pastor. Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu
Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
II.-
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA
LECTURA
San Pedro resalta la
importancia única de Jesús: no existe otro nombre por el que podemos
alcanzar la salvación.
Lectura de los Hechos de los apóstoles 4, 8-12
En aquellos días:
Pedro, lleno del Espíritu Santo, dijo: “Jefes del pueblo y ancianos, ya que
hoy se nos pide cuenta del bien que hicimos a un enfermo y de cómo fue
sanado, sepan ustedes y todo el pueblo de Israel: este hombre está aquí
sano delante de ustedes por el Nombre de nuestro Señor Jesucristo de
Nazaret, al que ustedes crucificaron y Dios resucitó de entre los muertos.
Él es la piedra que ustedes, los constructores, han rechazado, y ha llegado
a ser la piedra angular. Porque, en ningún otro existe la salvación, ni hay
bajo el cielo otro Nombre dado a los hombres, por el cual podamos
salvarnos”.
Palabra de Dios.
COMENTARIO: El discurso de Pedro ante el Sanedrín,
resumido aquí en unos pocos versículos, nos presenta la síntesis del
mensaje cristiano reducido a su núcleo más central, tal como lo anunciaban
los apóstoles después de Pentecostés: Sólo en Jesús Nazareno está la salvación,
pretender buscarla fuera de él es una empresa condenada al fracaso.
Pedro
habla claro: el Jesús rechazado por los jefes y los ancianos de Israel es
el único nombre salvador. No hay más que una opción. Jesús ya no está aquí,
pero todo se puede lograr “en su nombre”.
Creer
en él es creer que, ya desde ahora, es posible prolongar su victoria
mesiánica sobre el pecado y la muerte.
SALMO
Haciéndose eco del
anuncio de Pedro, el salmo da gracias y glorifica al Señor. Participarnos
de esta oración, aclamando: Den gracias al Señor, porque es bueno, porque
es eterno su amor.
Sal 117,1.
8-9. 21-23. 26. 28-29
R. Den gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor.
O bien: Aleluya.
¡Den gracias al Señor,
porque es bueno, porque es eterno su amor! Es mejor refugiarse en el Señor
que fiarse de los hombres; es mejor refugiarse en el Señor que fiarse de
los poderosos. R.
Yo te doy gracias
porque me escuchaste y fuiste mi salvación. La piedra que desecharon los
constructores es ahora la piedra angular. Esto ha sido hecho por el Señor y
es admirable a nuestros ojos. R.
¡Bendito el que viene
en nombre del Señor! Nosotros los bendecimos desde la Casa del Señor: Tú
eres mi Dios, y yo te doy gracias; Dios mío, yo te glorifico. ¡Den gracias
al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor! R.
SEGUNDA
LECTURA
El fruto más
maravilloso de la Pascua es que llegaremos a ser “semejante a Dios”.
Lectura de la primera carta de san Juan, 1Jn 3, 1-2
Queridos hermanos:
¡Miren cómo nos amó el Padre! Quiso que nos llamáramos hijos de Dios, y
nosotros lo somos realmente. Si el mundo no nos reconoce, es porque no lo
ha reconocido a él.
Queridos míos, desde
ahora somos hijos de Dios, y lo que seremos no se ha manifestado todavía.
Sabemos que cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo
veremos tal cual es.
Palabra de Dios.
COMENTARIO: Nuestra filiación divina es un don del
amor del Padre hacia nosotros. La ignorancia por parte del mundo de nuestra
condición de hijos de Dios, revela también su ignorancia del Padre (v. 1).
El ser hijos de Dios es un hecho presente ya ahora, pero al mismo tiempo
encierra una promesa que será realidad sólo al final de los tiempos: la
semejanza con Dios que derivará de la visión directa que tendremos de él,
al final de los tiempos, ya que la condición de hijo de Dios es ofrecida
gratuitamente a todo ser humano de cualquier tiempo y cultura.
ALELUYA Jn
10, 14
Aleluya. “Yo soy el
buen Pastor: conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí”, dice el
Señor. Aleluya.
EVANGELIO
Jesús es el Buen Pastor
que da su vida por sus ovejas, las conoce y las quiere reunir en un solo
rebaño.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 10,11-18
Jesús dijo: “Yo soy el
buen Pastor. El buen Pastor da su vida por las ovejas. El asalariado, en
cambio, que no es el pastor y al que no pertenecen las ovejas, cuando ve
venir al lobo las abandona y huye, y el lobo las arrebata y las dispersa.
Como es asalariado, no
se preocupa por las ovejas. Yo soy el buen Pastor: conozco a mis ovejas, y
mis ovejas me conocen a mí – como el Padre me conoce a mí y yo conozco al
Padre – y doy mi vida por las ovejas. Tengo, además, otras ovejas que no
son de este corral y a las que debo también conducir: ellas oirán mi voz, y
así habrá un solo rebaño y un solo Pastor. El Padre me ama porque yo doy mi
vida para recobrarla. Nadie me la quita, sino que la doy por mí mismo.
Tengo el poder de darla y de recobrarla: éste es el mandato que recibí de
mi Padre.”
Palabra del Señor.
COMENTARIO: La imagen del pastor y sus ovejas puede parecer
insólita en una cultura técnica y científica, pero el mensaje permanece
válido. El buen Pastor, a diferencia del asalariado, vive entregado a su
rebaño y no ahorra esfuerzos ni fatigas por salvarlo de los peligros, aun
arriesgando su propia vida (vv. 11-13). Entre el buen Pastor y las ovejas
se crea un conocimiento mutuo, similar al que existe entre el Padre y el
Hijo (vv. 14-15). Al presentarse a sí mismo como buen Pastor (vv.
11.14.16), el Maestro sintetiza los tres criterios de la autoridad pastoral:
estar pronto a dar la vida por las ovejas; compartir su vida para llegar a
un verdadero conocimiento mutuo; tener el cuidado permanente de la comunión
universal que respete a cada uno en su originalidad.
SE DICE EL
CREDO
Creo en Dios Padre
todopoderoso. Creador del cielo y de la tierra. Y en Jesucristo, su único
Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra y gracia del Espíritu
Santo, nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos; al tercer
día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos y está sentado a la
derecha de Dios Padre todopoderoso; desde allí ha de venir a juzgar a los
vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu
Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los Santos, el perdón de
los pecados, la resurrección de la carne, y la vida eterna. Amén.
ORACION DE
LOS FIELES
A cada intención,
pedimos: Jesús, Buen Pastor, ayúdanos a seguirte.
· Para que todos los que ejercen funciones
pastorales en la Iglesia sientan el gozo de representar a Jesús, Buen
Pastor. Oremos.
·
Para que
cuantos ejercen la autoridad en la familia y en la sociedad imiten la
entrega de Jesús, Buen Pastor, Oremos.
·
Para que
varones y mujeres de nuestra comunidad examinen con seriedad la posibilidad
de consagrarse al Señor. Oremos.
· Para que los que se están formando para la vida
sacerdotal, diaconal o religiosa
perseveren en su vocación. Oremos
III.-LITURGIA
EUCARISTICA
Presentación de las
ofrendas: La
bondad del Señor, Creador del universo, puso a nuestra disposición todos
los bienes de la tierra. Por eso, junto al pan y el Vino presentemos al
Señor el propósito de participar en las actividades pastorales de nuestra
comunidad.
ORACIÓN SOBRE
LAS OFRENDAS
Señor Dios, por estos
misterios pascuales concédenos ser constantes en la acción de gracias, para
que la continua eficacia de tu obra redentora sea fuente de inagotable
alegría. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO DE
PASCUA
Jesús, Buen Pastor, da su vida por
nosotros. Por eso, junto al celebrante, elevemos nuestra gran acción de
gracias al Padre que envió a Jesús Camino Verdad y Vida.
ANTÍFONA DE
COMUNIÓN
Resucitó el Buen
Pastor, que dio la vida por sus ovejas, y se entregó a la muerte por su
rebaño. Aleluya.
Comulgamos para unirnos
con Cristo y acompañar su proyecto de unir a la humanidad en un solo
rebaño. Con alegría, marchemos a recibir el Pan de Vida.
ORACIÓN
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te pedimos, Pastor bueno,
que cuides con solicitud a tu rebaño, y conduzcas hacia las praderas
eternas a las ovejas que redimiste con la preciosa sangre de tu Hijo. Que
vive y reina por los siglos de los siglos.
IV.-RITOS
DE CONCLUSION
BENDICION
Canto final
Llenos de gozo porque
seguimos festejando la Pascua y el Buen Pastor nos acompaña, nos retiramos
cantando.
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REFLEXIÓN
BÍBLICA
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“conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí”
Jn 10, 11-18:
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
1. JESÚS
ES LA PUERTA DEL REDIL
En el Capítulo anterior de este Evangelio, (Jn
10,1-10), Jesús es la Puerta del redil, en una parábola que es una
alegoría, es decir algo figurativo en una vida pastoril. Puerta para ir, en
la hora mesiánica, al pueblo, y el único Pastor al que han de seguir todos,
como rebaño, para salvarse. Jesús comienza identificándose, alegóricamente,
con la puerta del redil. Este es Israel, Él es la puerta de las ovejas.
Pero el contexto exige que se refiera no a las ovejas, Israel, que entren o
salgan por él, sino a los pastores que se acercan o quieren regir,
religiosamente, a Israel y que boicotean el ingreso del pueblo en la fe de
Jesús Mesías — en el redil cristiano de Israel — Mientras que el ladrón del
rebaño (los fariseos), no entra por la puerta del redil, porque entra
clandestinamente para perjudicar, así aquí, en cambio, siendo El la puerta,
el que entra en el rebaño de Israel por medio de Jesús, que es con su fe y
autoridad, ése será salvo, irá y vendrá, y encontrará pasto, el buen pasto
espiritual, para su rebaño.
2. “YO
SOY EL BUEN PASTOR”
En segunda parte, el Evangelio de hoy, Jesús
nos presenta, alegorizando la parábola base, el anunciarse El cómo el Buen
Pastor. Él se presenta como el Pastor, el bueno. Con ello quiere decir que
en Él se encuentran las condiciones eminentes de un pastor; es decir, de un
pastor espiritual digno de este nombre.
Jesús, es el buen pastor que da su vida por sus
ovejas. Si en absoluta exigencia moral no se exigiese tanto, con ello se
expresa la solicitud del Buen Pastor, Jesús, apuntándose con ello elementos
alegóricos. Acaso esté inspirado en lo que David, tipo del Mesías, cuenta
de sí mismo cuando era pastor: que perseguía al león o al oso que le había
robado una oveja, hasta quitársela de sus fauces (1 Sam 17:34-36; cf. Ez
34:23; Is 31:4).
3. EL
ASALARIADO, EN CAMBIO, QUE NO ES EL PASTOR.
Dice Jesús: El asalariado, en cambio, que no es
el pastor. Pero frente al buen pastor está el pastor asalariado, que no
puede tener, naturalmente, esta estimación por el rebaño. Y así, al ver
venir al lobo, que es el enemigo tradicional de las ovejas, (Vayan, pero
sepan que los envío como corderos en medio de lobos, san Lucas 10,3),
abandona el rebaño, poniéndose a salvo, y el lobo las arrebata y las
dispersa.
Leyendo a san Agustín, me doy cuenta que
pensaba que en el pastor asalariado se representaba a los fariseos, y en el
lobo que arrebata dispersa las ovejas, se significaba al diablo. Tratándose
fundamentalmente de una parábola alegorizante, se ve ya que no todos los
elementos exigen una interpretación alegórica. Aunque en el Νuevo
Testamento, se usa la imagen de lobos rapaces para indicar las
infiltraciones heréticas (Hech 20:28 ss), aquí parece ser un elemento más
para la descripción del tipo, como no pasan, probablemente, de serlo los
osos y los leones que David mataba (1 Sam 17:34-36). No lo es, en cambio,
el ver en la pintura del pastor asalariado, no un simple recurso literario,
sino una alusión intencionada a los malos pastores de entonces en Israel, los
fariseos, ya que instintivamente se piensa en ellos por la estructura del
relato.
4. CONOZCO
A MIS OVEJAS, Y MIS OVEJAS ME CONOCEN A MÍ
Frente a estos malos pastores, que huyen ante
los peligros de su rebaño, Jesús es para su rebaño de Israel el buen
pastor, que de tal manera lo vigila, lo apacienta y que hasta
llega a dar su vida en provecho de sus ovejas. Lo que aquí dice, sapiencialmente,
como condición de todo buen pastor, con el que se identifica, como los
indica en este evangelio. Es la enseñanza y profecía de la muerte redentora
de Jesús.
Dice Jesús; Yo soy el buen Pastor: conozco a
mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí. También Jesús, nos enseña un
segundo aspecto de su obra de buen pastor, es el conocimiento que Él tiene
de sus ovejas, lo mismo que el que ellas tienen de Él. Y esto en su doble
aspecto, es decir las ovejas de Israel y las de los gentiles.
5. COMO
EL PADRE ME CONOCE A MÍ Y YO CONOZCO AL PADRE
Luego Jesús agrega: -como el Padre me conoce a
mí y yo conozco al Padre- Entre Jesús y sus ovejas hay un conocimiento
recíproco. Pero el conocimiento universal y sobrenatural de Jesús a las
ovejas de su rebaño está muy evidente. No es por alguna señal externa, sino
por algo más íntimo, más profundo y auténtico, basado en una semejanza de
cómo el Padre y el Hijo se conocen, que no es solamente por un conocimiento
intelectual, sino por un conocimiento a la vez intelectual y amoroso.
No se trata aquí de las relaciones metafísicas
del Padre y el Verbo, sino de las relaciones mutuas del Padre y el Hijo
encarnado — conocimiento y amor recíproco de ambos (Nadie conoce al Hijo
sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, Mt 11:27) —, que es el
tema del evangelio de San Juan, y cómo podrá el Hijo dar su vida por las
ovejas. San Juan dice en otro pasaje, suponiendo este conocimiento amoroso:
“Y todo aquel que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama no
ha conocido a Dios, porque Dios es amor” (1 Jn 4, 7.8;). Calcado este
conocimiento y amor en el conocimiento amoroso del Padre y del Hijo
encarnado, se sigue que, en sus ovejas, este conocimiento es sobrenatural,
y este amor es de caridad. Estas ovejas aman a Jesús como al Hijo de Dios
encarnado.
6. LA
TERNURA CON QUE JESÚS CONOCE Y AMA.
Si en el fondo de todo este conocimiento
amoroso hay una predestinación (Jn 6:44.65), lo que resalta inmediatamente
es la ternura con que Jesús conoce y ama. Y son las ovejas que conocen su
voz, y Él va delante de ellas en su vida y las llama por su nombre. Así
llamó a sus apóstoles e incluso materialmente a Pedro, cambiándole el
nombre y preguntándole un día por su amor, Cuando terminaron de comer,
Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos? (Jn
21:15), lo mismo que llamó por su nombre a María Magdalena (Jn 20:16).
Pero, diciendo aquí que conoce a sus ovejas, y
que éstas, y no habla de otras, le conocen, al modo amoroso que indica,
hace ver que se refiere a sus discípulos. Es ya un conocimiento amoroso
actual. Por tanto, saben quién es El — el Hijo de Dios —; y así le aman. Y
amándole como a tal, le siguen: son sus discípulos.
7. EL
PADRE ME AMA PORQUE YO DOY MI VIDA PARA RECOBRARLA
Dice Jesús: Tengo, además, otras ovejas que no
son de este corral y a las que debo también conducir: ellas oirán mi voz, y
así habrá un solo rebaño y un solo Pastor. Un aspecto de gran importancia,
de este Buen Pastor, es que tiene que extender su solicitud a la
universalidad del rebaño, Por eso lo proclama con el ansia del verdadero
Buen Pastor. Las otras ovejas, contrapuestas a las que ya tiene en el redil
del cristiano Israel, el redil que estaba bajo la conducción del Pastor
divino, son los gentiles.
Dice Jesús: “El Padre me ama porque yo doy mi
vida para recobrarla”. Nadie me la quita, sino que la doy por mí mismo.
Tengo el poder de darla y de recobrarla: éste es el mandato que recibí de
mi Padre”. Para esta obra, Jesús tiene un mandato del Padre. Jesús en toda
su obra no hace más que obedecer el plan del Padre. El mismo dirá,
valorando este mandato recibido: Si cumplen mis mandamientos, permanecerán
en mi amor, como yo he cumplido los mandamientos de mi Padre y permanezco
en su amor, (Jn 15,10). Es la doctrina que el Νuevo Testamento enseña
sobre Jesús: su obediencia a los mandatos del Padre. Y así, por esta
obediencia y sumisión total a los planes del Padre, por todo esto, Jesús
está siendo también siempre amado por el Padre (Jn 5:20).
8. NO
HABRÁ MÁS QUE UN PASTOR, EL ÚNICO, EL BUEN PASTOR
El Buen Pastor que da la vida por sus ovejas,
un Pastor para todos y que lo da todo, pero en el sentido de ser necesario,
como es tan frecuente en San Juan, por ser los planes de Dios, que a todos
los tenga en su rebaño; que oigan, eficazmente, su voz, que le conozcan
amorosamente, como las ovejas cristianas del otro redil, a fin de que El
las conduzca como rebaño único, que El guía a la vida eterna, que
abundantemente les da. Y así no habrá más que un Pastor, el único, el Buen
Pastor, que conduce al cielo, a la vida, a un único rebaño, compuesto de
los fieles de Israel y de todo el mundo. Es a un tiempo la enseñanza de la
vocación universal de las gentes y la profecía de su incorporación al
rebaño de Jesús. Es el tema que Juan se complace en destacar.
La Iglesia es el rebaño a que se refiere Jesús,
nosotros podemos pensar en verdad que somos las ovejas del rebaño de Jesús,
el Buen Pastor, por tanto, podemos tener confianza y esperanza, estas,
fundadas en la palabras y promesas del Buen Jesús, él nos cuida y nos
cuidará, nos dará en las verdes praderas, buenos pastos espirituales, nos
defenderá de nuestro enemigos, nos ayudará en nuestros cansancios y nos
permitirá descansar junto a Él.
Que Cristo Resucitado, viva en sus corazones
Pedro Sergio
Antonio Donoso Brant
|
PARA LA LECTIO
DIVINA (3)
|
DA LA VIDA POR LAS OVEJAS
El Señor se presenta
a nosotros como el buen pastor, como aquel que defiende del peligro a sus
ovejas y las lleva a los pastos de la vida, invitándolas a seguirle con
confiada seguridad por el camino sobre el que las precede y las acompaña.
¿Es ésta una imagen demasiado obsoleta para hablar a los hombres de nuestro
tiempo? En realidad, las dos características que connotan a Jesús como el
verdadero, como el buen pastor, nos ayudan a practicar un discernimiento
entre las múltiples propuestas que la sociedad de hoy nos avanza,
encontrándonos desprevenidos con frecuencia.
Jesús afirma, en
primer lugar, que el buen pastor “da la vida por las ovejas” no sólo de
palabra, sino con los hechos. Cuántas doctrinas, cuántos maestros de
sabiduría o de ciencia se asoman al escenario y prometen llevarnos lejos,
hacia una realización plena... Ahora bien, ¿quién puede liberar al hombre
de la más pesada y desconocida esclavitud, de la que derivan todas las
demás, y que es la esclavitud del pecado? Jesús ofrece su vida para
despertarnos a una vida de horizontes infinitos, llena de esperanza y de
belleza. Más aún, “conoce a sus ovejas”, establece con ellas una relación
que es como la que le une a él con el Padre, una relación de amor tan
oblativo y total que personaliza al otro, que lo hace existir en su verdad
y en su alteridad, que lo hace capaz de expresarse en plenitud a través de
la entrega de sí mismo. Si recibimos la vida que el buen pastor ofrece por
nosotros, si queremos dejarnos conducir por él a una relación de
conocimiento-comunión de amor, podremos descubrir, ya desde ahora, la maravilla
de ser realmente hijos del Padre, y nos encontraremos semejantes a él en la
eternidad. No endurezcamos nuestro corazón, descartando la piedra angular
que ha puesto Dios como fundamento de la nueva humanidad: Cristo es la
única salvación verdadera del hombre; pongamos nuestros pasos en sus
huellas seguras.
|
ORACION (3)
|
Jesús, huésped divino y mendigo de amor a la puerta del corazón humano,
haz que nada nos resulte más dulce, nada más deseable, que caminar contigo
y morar en ti. Ahora, en las estaciones de la trashumancia, en las
inclementes estaciones de los acontecimientos humanos; después, durante los
siglos eternos, en los soleados pastos del cielo. Haz todo esto por amor a
tu nombre, para manifestar tu gloria en la alegría de nuestra salvación.
“La felicidad y la gracia nos acompañarán” a lo largo del viaje de la vida
presente no para que ya nada penoso nos suceda, sino porque contigo todo
será gracia, si lo vivimos con serenidad y paz.
|
FUENTES DE LA PAGINA
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La Página de la Misa Diaria, está preparada y es enviada
por Pedro S. A. Donoso Brant ocds, desde Santiago de Chile, como un
servicio de apostolado, amor por Nuestro Señor Jesucristo y por la Iglesia.
Les ruego su oración, para que pueda mantenerse este servicio y subsidio,
dando gracias a nuestro Dios que tanto nos ama.
Nota: Para la Liturgia de la Palabra, utilizo
“Liturgia Cotidiana” de Ediciones San Pablo, para el estudio y comentario
de la Palabra, utilizo los textos de la Biblia Nácar-Colunga, (SBNC) y/o
Biblia de Jerusalén (SBJ)
(1) (P. Julio Alonso Ampuero, La introducción de
los días domingo, Meditaciones Bíblicas Sobre el Año Litúrgico)
(3)
Para la Lectio Divina, Lectio Divina para cada día del año, de Giorgio
Zevini y Pier Giordano Cabra (Eds.) y/o, Intimidad Divina, Fr. Gabriel de
Santa M. Magdalena ocd,
ESTA PERMITIDO EL RE-ENVIO, LA
COPIA Y LA PUBLICACIÓN DE ESTA PAGINA, SOLO DEBE INDICARSE EL AUTOR Y LAS
FUENTES DE ORIGEN
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