ANTÍFONA DE ENTRADA
Sal 46, 2
Que todos los pueblos aplaudan y canten a
Dios con alegría.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que por la gracias de la adopción
quisiste hacernos hijos de la luz; concédenos que no seamos envueltos en
las tinieblas del error, sino que permanezcamos siempre en el esplendor de
la verdad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
PRIMERA
LECTURA: Amós 2, 6-10. 13-16
"Revuelcan en el polvo al desvalido"
Así dice el Señor:
"A Israel, por tres delitos y por el cuarto, no le perdonaré: porque
venden al inocente por dinero y al pobre por un par de sandalias; revuelcan
en el polvo al desvalido y tuercen el proceso del indigente.
Padre e hijo van juntos
a una mujer, profanando mi santo nombre; se acuestan sobre ropas dejadas en
fianza, junto a cualquier altar, beben vino de multas en el templo de su
Dios.
Yo destruí a los
amorreos al llegar ellos; eran altos como cedros, fuertes como encinas;
destruí arriba el fruto, abajo la raíz. Yo os saqué de Egipto, os conduje
por el desierto cuarenta años, para que conquistarais el país amorreo.
Pues mirad, yo os
aplastaré en el suelo, como un carro cargado de gavillas; el más veloz no
logrará huir, el más fuerte no sacará fuerzas, el soldado no salvará la
vida; el arquero no resistirá, el más ágil no se salvará, el jinete no
salvará la vida; el más valiente entre los soldados huirá desnudo aquel
día." Oráculo del Señor.
Palabra de Dios
SALMO
RESPONSORIAL: 49, 16-23
"Atención, los que olvidáis a Dios."
"¿Por qué recitas
mis preceptos y tienes siempre en la boca mi alianza, tú que detestas mi
enseñanza y te echas a la espalda mis mandatos?"
"Cuando ves un
ladrón, corres con él; te mezclas con los adúlteros; sueltas tu lengua para
el mal, tu boca urde el engaño."
"Te sientas a hablar
contra tu hermano, deshonras al hijo de tu madre; esto haces, ¿y me voy a
callar? ¿Crees que soy como tú? Te acusaré, te lo echaré en cara."
"Atención, los que
olvidáis a Dios, no sea que os destroce sin remedio. El que me ofrece
acción de gracias, ése me honra; al que sigue buen camino le haré ver la
salvación de Dios."
EVANGELIO Mt 8, 18-22
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Al verse rodeado por la multitud, Jesús
mandó a sus discípulos que cruzaran a la otra orilla. Entonces se aproximó
un escriba y le dijo: "Maestro, te seguiré adonde vayas". Jesús
le respondió: "Los zorros tienen sus cuevas y las aves del cielo sus
nidos; pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza".
Otro de sus discípulos le dijo: "Señor, permíteme que vaya antes a
enterrar a mi padre". Pero Jesús le respondió: "Sígueme, y deja
que los muertos entierren a sus muertos".
Palabra del Señor.
COMENTARIO: Un maestro de la ley, impactado por la persona y el mensaje del
Maestro quiere seguirlo. Pero éste le hace notar que para ser discípulo
suyo es necesario desinstalarse y renunciar a toda estructura y comodidades
que dan seguridad. El Maestro quiere liberar a sus discípulos de todo lo
que bloquea e impide el seguimiento. El Reino de Dios es exigente y
requiere discípulos decididos y dispuestos "a perder la vida para
ganarla". Cuando lo importante apremia no se puede perder el tiempo en
los indecisos e inseguros. El que quiera entrar por el camino del reino de
Dios y decida entregarse a su servicio debe renunciar a todo para poseer el
Todo.
ORACIÓN SOBRE LAS
OFRENDAS
Dios de bondad, que das eficacia a tus misterios, concede que
nuestro culto resulte digno de estos sagrados dones. Por Jesucristo nuestro
Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN
Bendice alma mía, al Señor, que todo mi
ser bendiga su santo Nombre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA
COMUNIÓN
Que la víctima divina que hemos ofrecido y
recibido nos llene de vida, Señor, para que unidos a ti por el amor, demos
frutos que permanezcan eternamente. Por Jesucristo nuestro Señor.
|
"Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos".
Mt 8, 18-22
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
1. MAESTRO, TE SEGUIRÉ ADONDE VAYAS
El fragmento del
Evangelio de hoy, nos muestra un primer ofrecimiento, que se los hace un
escriba a Jesús diciéndole; Maestro, te seguiré adonde vayas. Jesús no le
rechaza, el escriba es el que se invita, sin embargo, le pone la
perspectiva ardua del apostolado: sólo tiene asegurado, en comparación con
los zorros y aves, el incesante ir y venir para anunciar la Buena Nueva.
Nuestro hogar en un lugar
que nos da cierta seguridad, como a los animales su madriguera, es allí
donde se esconden del peligro. Pero el hogar además es un sitio de
descanso, con ciertas comodidades, protegidos del frío, tenemos nuestros
alimentos y allí podemos dormir con tranquilidad.
Es así, como Jesús nos
advierte, que para caminar junto a Él, debemos desprendernos de lo bienes
terrenales, debemos olvidarnos de la comodidad, como así también, seguirlo a
Él, no es para conseguir ventajas terrenales, ni económicas ni de posición
social, aún más, se debe estar dispuesto a todo y en todo tipo de lugar.
Así es, donde haya que llevar el mensaje del Evangelio, ahí hay que ir sin
pensar en el camino, si este será fácil o difícil.
2. EL HIJO DEL HOMBRE NO TIENE DÓNDE
RECLINAR LA CABEZA
Dice Jesús; El Hijo del
hombre no tiene dónde reclinar la cabeza, debe de referirse a esta vida de
incesante caminar apostólico más que al no tener alguna morada para
descansar, como en Nazaret y Cafarnaúm. Es aquí donde por vez primera sale
en los evangelios el título que se da Jesús de Hijo del hombre. Jesús
frecuentemente lo utilizará para nombrarse. Esta expresión sólo aparece en
los Evangelios en boca de Jesús. Es El quien se designa con ella. En
algunos textos en los que se usa esta expresión, es para designar
calificativamente, al Mesías humilde, despreciado, y que irá a la muerte,
en otros textos se designa con esta expresión al Mesías en su aspecto
glorioso y triunfal, o para destacar su potestad.
3. SÍGUEME, Y DEJA QUE LOS MUERTOS ENTIERREN
A SUS MUERTOS.
Luego este mismo
fragmento, trae un segundo ofrecimiento, ahora es un discípulo, pero éste
antes le ruega; Señor, permíteme que vaya antes a enterrar a mi padre. A
éste, Jesús le da la orden-invitación; Sígueme, y deja que los muertos
entierren a sus muertos. No era esta invitación para incorporarlo a ser uno
de los Doce. Era invitarle a seguirle más de cerca, y acaso más
habitualmente, en sus correrías apostólicas, como le acompañaban sus
discípulos en otras ocasiones. Sin embargo, este discípulo, en lugar de
seguir al punto la invitación del Maestro, le suplicó un espacio de tiempo
para cumplir un deber sagrado: Enterrar a mi padre.
La frase y el ruego no
se refieren, manifiestamente, a que el padre de este discípulo acabase de
morir o estuviese muy grave y le pidiese licencia para ir a cumplir sus
deberes de piedad. Sería una coincidencia aquí increíble. Y más increíble
aún el que Jesús le hubiese negado lo que era un deber incluido en el
mandamiento del Decálogo: “Honra a tu padre y a tu madre” Debe, pues, de
tratarse de un discípulo que, antes de seguir a Jesús en su apostolado de
una manera total y habitual, rogó que se le permitiese antes esperar a la
muerte de su padre, de este modo ya sin tener que preocuparse de estos
deberes, entregarse entonces a esta misión. Pero esto era incierto, y la
llamada del Señor para acompañarle en la mies, que era mucha y los
operarios pocos, urgía más
4. LOS QUE VIVEN EN EL MUNDO DESPREOCUPADOS
DE LA VIDA ETERNA, ESTÁN COMO MUERTOS
Quizás no sea fácil
comprender esta lección del supremo amor a Jesús sobre nuestros padres, que
los muertos entierren a sus muertos, sin embargo si no concentramos en la
idea de que la obra del apostolado es la predicación del reino, es decir la
vida eterna, todo lo demás es como la muerte, porque los que viven en el
mundo despreocupados de la vida eterna, están como muertos. Entonces
decimos que ellos cuiden de sí mismos: que los muertos entierren a sus
muertos. En otras palabras, los que no han encontrado la vida del Reino en
Jesús
Fuerte paradoja para
expresar los derechos de Dios sobre nosotros, que no está por sobre los
mismos de los padres de manera afectiva, sino efectiva. Por qué el mismo Jesús
nos dijo “si alguno viene a mí y no aborrece a su padre, madre., no puede
ser mi discípulo” (Lc 14:26). Por este procedimiento, Jesús evoca su
trascendencia divina.
5. ¿TENEMOS QUE HACER ESPERAR A JESÚS?
Pero también debemos
comprender, que una situación es, si el padre acaba de morir, entonces hay
que enterrarlo y otra situación es que debo preocuparme de el mientras viva
hasta que muera, ¿Por cuánto tiempo?, ¿tenemos que hacer esperar a Jesús?,
el Señor quiere una respuesta inmediata, sin retrasos, y acordándose que
debemos amar a Dios por sobre todas las cosas, y esto es claro, es
anteponer todo por El, es así, que cuando el Señor no pide un servicio,
esto va primero a todo lo demás.
Ahora, preocupémonos de
llevar el mensaje para anunciar el Reino de Dios a los vivos, y por
supuesto, especialmente a los que no están cerrados a la salvación y no
hayan muerto espiritualmente o a la gracia.
Es de esta forma, es
como Jesús nos pide que lo sigamos, con decisión absoluta, dispuesto a
peregrinar en la vida, sin comodidades, desprendidos, es una forma
exigente, no es un camino fácil, es ir cuesta arriba, pero peor es ir con
una mochila a la espalda, es fatigarse, por tanto es necesario estar con el
corazón limpio, habrán en este caminar decaimiento, desaliento,
incomprensiones y persecuciones, pero al final, la recompensa, la vida
eterna.
6. ¿POR QUE ES TAN DIFÍCIL SEGUIR A CRISTO
SIN CONDICIONES?
¿Por qué es tan difícil
seguir a Cristo sin condiciones? ¿Será porque seguir es un verbo que indica
ir detrás?, ¿será porque es ir por un determinado camino sin apartarse de
él?, o ¿porque es actuar conforme a determinadas pautas?.
Seguir también es
proseguir con lo empezado y permanecer o mantenerse en lo comenzado, ¿es
difícil mantenerse leal a Cristo?. También es imitar a alguien como modelo,
¿Hay algún modelo a seguir mejor que Jesús?
Cada uno de nosotros
debe responder a estas preguntas en conciencia, aunque tengamos que hacer
un sobreesfuerzo. Confiemos en la misericordia del Señor. Pidámosle su
ayuda, rogándole que nos aumente la
fe y la fuerza, para seguirle, porque en el seguimiento a Jesús, no hay
lugar para ser cristianos a medias, no se puede ser más o menos cristianos,
esto es “sin medias tintas”, hay que entregarse con todo.
El Señor les Bendiga
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
|