I.-RITOS INICIALES
ANTÍFONA DE ENTRADA Sab 1, 7
El Espíritu del Señor llena la tierra, y él,
mantiene unidas todas las cosas, sabe todo lo que se dice. Aleluya.
ACTO PENITENCIAL
- Tú, resucitaste por la obra del Espíritu Santo.
Señor, ten piedad.
- Tú nos enviaste al Espíritu, Señor y dador de
vida Cristo, ten piedad.
- Tú nos devolverás la vida gracias al Espíritu,
Señor, ten piedad.
SE DICE GLORIA A DIOS
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a
los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te
bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey
celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor
Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra
suplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de
nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo,
Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que por el misterio de
esta fiesta santificas a tu Iglesia extendida entre las naciones, derrama
sobre toda la tierra los dones del Espíritu Santo e infunde en el corazón
de tus fieles las maravillas que obraste en los comienzos de la predicación
evangélica. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
II.- LITURGIA DE LA
PALABRA
PRIMERA LECTURA
Utilizando dos símbolos, el viento y
el fuego, Lucas describe la venida del Espíritu Santo.
Lectura de los Hechos de los
Apóstoles. Hech 2, 1-11
Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos
reunidos en el mismo lugar. De pronto, vino del cielo un ruido, semejante a
una fuerte ráfaga de viento, que resonó en toda la casa donde se
encontraban.
Entonces vieron aparecer unas lenguas como de
fuego, que descendieron por separado sobre cada uno de ellos. Todos
quedaron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en distintas
lenguas, según el Espíritu les permitía expresarse. Había en Jerusalén
judíos piadosos, venidos de todas las naciones del mundo. Al oírse este
ruido, se congregó la multitud y se llenó de asombro, porque cada uno los
oía hablar en su propia lengua. Con gran admiración y estupor decían:
“¿Acaso estos hombres que hablan no son todos galileos? ¿Cómo es que cada
uno de nosotros los oye en su propia lengua? Partos, medos y elamitas, los
que habitamos en la
Mesopotamia o en la misma Judea, en Capadocia, en el Ponto
y en Asia Menor, en Frigia y Panfilia, en Egipto, en la
Libia Cirenaica, los peregrinos de Roma, judíos y
prosélitos, cretenses y árabes, todos los oímos proclamar en nuestras
lenguas las maravillas de Dios”.
Palabra de Dios.
COMENTARIO:
En la celebración del Pentecostés judío, la
pequeña comunidad de discípulos toma conciencia de que la
Alianza del Sinaí, que ahora se conmemora, ha sido
reemplazada por la
Nueva Alianza realizada en Cristo y caracterizada por el
don del Espíritu y de la libertad, y no ya por una ley grabada en tablas de
piedra, sino en el corazón. Si el viejo relato de la torre de Babel,
evocaba la humanidad profundamente dividida, Pentecostés reúne a los
hombres y les revela las maravillas de Dios. El don que recibimos se
transforma ahora en compromiso y solidaridad con el mundo. Ojalá este
milagro se realice hoy para todos aquellos que buscan la unidad entre los
hombres y creen en el poder del amor.
SALMO
Como el Espíritu de Dios anima la
creación entera, el salmo bendice y glorifica al Señor por su obra
creadora. Participamos de esta oración, aclamando: Señor, envía tu Espíritu
y renueva la faz de la tierra.
Sal 103, 1. 24. 29-31. 34
R. Señor, envía tu Espíritu y renueva la faz de
la tierra.
O bien: Aleluya.
Bendice al Señor, alma mía: ¡Señor, Dios mío, qué
grande eres! ¡Qué variadas son tus obras, Señor! ¡La tierra está llena de
tus criaturas! R.
Si les quitas el aliento, expiran y vuelven al
polvo. Si envías tu aliento, son creados, y renuevas la superficie de la
tierra. R.
¡Gloria al Señor para siempre, alégrese el Señor
por sus obras! Que mi canto le sea agradable, y yo me alegraré en el Señor.
R.
SEGUNDA LECTURA
San Pablo enseña que un mismo Espíritu
que se manifiesta en diversidad de dones y actividades, anima un mismo
cuerpo, que es la Iglesia.
Lectura de la primera carta del
Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto. 1Cor 12, 3-7. 12-13
Hermanos: Nadie puede decir: “Jesús es el Señor”,
si no está impulsado por el Espíritu Santo. Ciertamente, hay diversidad de
dones, pero todos proceden del mismo Espíritu. Hay diversidad de
ministerios, pero un solo Señor. Hay diversidad de actividades, pero es el
mismo Dios el que realiza todo en todos.
En cada uno, el Espíritu se manifiesta para el
bien común. Así como el cuerpo tiene muchos miembros, y sin embargo, es
uno, y estos miembros, a pesar de ser muchos, no forman sino un solo
cuerpo, así también sucede con Cristo. Porque todos hemos sido bautizados
en un solo Espíritu para formar un solo Cuerpo, judíos y griegos, esclavos
y hombres libres, y todos hemos bebido de un mismo Espíritu.
Palabra de Dios
SECUENCIA
La liturgia incluye hoy un himno de súplica y alabanza al
Espíritu Santo
Ven, Espíritu Santo, y envía desde el cielo un
rayo de tu luz. Ven, Padre de los pobres, ven a darnos tus dones, ven a
darnos tu luz. Consolador lleno de bondad, dulce huésped del alma, suave
alivio de los hombres. Tú eres descanso en el trabajo, templanza de las
pasiones, alegría en nuestro llanto. Penetra con tu santa luz en lo más
íntimo del corazón de tus fieles. Sin tu ayuda divina no hay nada en el
hombre, nada que sea inocente. Lava nuestras manchas, riega nuestra aridez,
sana nuestras heridas. Suaviza nuestra dureza, elimina con tu calor nuestra
frialdad, corrige nuestros desvíos. Concede a tus fieles, que confían en
ti, tus siete dones sagrados. Premia nuestra virtud, salva nuestras almas,
danos la eterna alegría.
ALELUYA
Aleluya. Ven, Espíritu Santo, llena los corazones
de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Aleluya.
EVANGELIO
El Espíritu Santo, dado por Jesús, anima y sostiene la
misión que él nos encomendó.
Evangelio de nuestro Señor
Jesucristo según san Juan. Jn 20, 19-23
Al atardecer del primer día de la semana, los
discípulos se encontraban con las puertas cerradas por temor a los judíos.
Entonces llegó Jesús y poniéndose en medio de ellos, les dijo: “¡La paz
esté con ustedes!”. Mientras decía esto, les mostró sus manos y su costado.
Los discípulos se llenaron de alegría cuando vieron al Señor. Jesús les
dijo de nuevo:
“¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió
a mí, Yo también los envío a ustedes”. Al decirles esto, sopló sobre ellos
y añadió: “Reciban el Espíritu Santo. Los pecados serán perdonados a los
que ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los
retengan”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO:
Según el testimonio de Juan, el envío en misión y
el don del Espíritu ocurrieron durante la primera aparición del Resucitado
a sus apóstoles la noche de Pascua: es decir, lo esencial del misterio de
Pentecostés en su plena manifestación. El Pentecostés judío, que evocaba la
Alianza del Sinaí, era apropiado para servir de punto de
apoyo al primer testimonio autorizado sobre la resurrección. Una nueva
Alianza se ha concluido en el Espíritu del Padre y del Hijo.
SE DICE EL CREDO
Creo en Dios Padre todopoderoso. Creador del
cielo y de la tierra. Y en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor; que
fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María
Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y
sepultado; descendió a los infiernos; al tercer día resucitó de entre los
muertos; subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre
todopoderoso; desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la
Santa Iglesia Católica, la comunión de los Santos, el
perdón de los pecados, la resurrección de la carne, y la vida eterna. Amén.
ORACIÓN DE LOS FIELES
A cada intención, pedimos: Ven,
Espíritu Santo. Llena los corazones de tus fieles.
·
Para que nuestra Iglesia
Católica y las otras Iglesias cristianas sigan empeñadas en lograr la
unidad de los cristianos. Oremos.
·
Para que los gobernantes abran
su corazón a las inspiraciones de Dios a favor de la justicia y la paz.
Oremos.
·
Para que el don de fortaleza
llegue abundantemente a todos los que sufren. Oremos.
·
Para que nuestra comunidad
parroquial encuentre en esta celebración un nuevo impulso a su actividad
misionera. Oremos.
III.-LITURGIA EUCARISTICA
Presentación de la
Ofrendas: Todos hemos recibido abundantes dones de Dios.
Por eso, junto al pan y al vino, presentemos al Señor el propósito de
hacerlos fructificar a favor de los hermanos.
RITO DE COMUNIÓN
PADRE NUESTRO
Padre nuestro que estás en
el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu
voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos
ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
LA PAZ
Señor
Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: “La paz os dejo, mi paz os doy”.
No tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia, y, conforme
a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Tú que vives y reinas por los
siglos de los siglos. Amén.
CORDERO
Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el
pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el
pecado del mundo, danos la paz.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor y Dios nuestro, concédenos, según la
promesa de tu Hijo, que el Espíritu Santo nos revele con más claridad el
misterio de este sacrificio y nos manifieste toda su verdad. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO PROPIO (como en la
Vigilia)
Por el bautismo y la confirmación todos tenemos el
Espíritu Santo. Por eso, unidos al celebrante, alabemos y demos gracias al
Padre porque para llevar a su plenitud el misterio pascual envió el
Espíritu Santo.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Hech 2, 4. 11
Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y
proclamaban las maravillas de Dios. Aleluya.
Comunión: La eucaristía nos da fuerzas
para compartir nuestros dones y buscar la unidad guiados por un mismo
Espíritu. Con alegría, vayamos a recibir el Pan de Vida.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA
COMUNIÓN
Señor Dios, que concedes a tu Iglesia los bienes
del cielo, conserva en ella la gracia que le has dado, para que el Espíritu
Santo sea siempre nuestra fuerza y está eucaristía nos sirva para la
salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
III.-RITO DE CONCLUSIÓN
BENDICIÓN SOLEMNE
Dios, Padre y fuente de toda luz, que iluminó los
corazones de los discípulos derramando en ellos el Espíritu Santo, los
bendiga y les conceda la abundancia de sus dones.
R. Amén.
El fuego admirable que apareció sobre los
discípulos purifique los corazones de ustedes de todo mal y los ilumine con
su luz.
R. Amén.
El Espíritu, que por la proclamación de una misma
fe reunió a los pueblos de diferentes lenguas, los haga perseverar en esa
misma fe y llegar, gracias a ella, a la visión que esperan.
R. Amén.
Y la bendición de Dios todopoderoso, del Padre,
del Hijo y del Espíritu Santo, descienda sobre ustedes y permanezca para
siempre.
R. Amén.
Finalizado el tiempo de Pascua,
se apaga el cirio pascual, que es conveniente colocar en un lugar digno del
bautisterio, para que en la celebración del bautismo enciendan en su llama
los cirios de los
bautizados.
ENVIO
Canto final: Con la plenitud de
la alegría pascual y el deseo de renovar el mundo por el amor, nos
retiramos, cantando.
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