MISA
DIARIA DE CAMINANDO CON JESUS
Página de Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
"La Eucaristía es
fuente y culmen de toda la vida cristiana" (LG 11)
|

24 años en Internet
Visitas acumuladas desde el año 2003: 
|
La edición de la Misa Diaria, Reflexión Bíblica, Lectio Divina
y Santoral, enviada por correo por sistema de grupos, es las más antigua de
Internet, comenzó en el año 1998 y hoy llega a más de 23.800 suscriptores.
Si desea suscribirse o comunicar algo, escriba al correo electrónico: caminandoconjesus@vtr.net
Este subsidio está publicado todos los días en el WEB www.caminando-con-jesus.org
en este
ENLACE: MISA DIARIA
|
Páginas WEB: www.caminando-con-jesus.org
www.caminando-con-maria.org www.santateresadelosandes.cl
|
Suscriptores:
23.817
|
05-06-2022
|
Edición Nº 9.287
|
LITURGIA DE LAS HORAS
|

|
DOMINGO DE PENTECOSTES
SED
DEL ESPÍRITU
“Reciban el Espíritu Santo”. El gran don pascual de Cristo es
el Espíritu Santo. Para esto ha venido Cristo al mundo, para esto ha muerto
y ha resucitado, para darnos su Espíritu. De esta manera Dios colma
insospechadamente sus promesas: “Les daré un corazón nuevo, infundiré en
vosotros un Espíritu nuevo” (Ez 36,26). Necesitamos del Espíritu Santo,
pues “el Espíritu es el que da la vida, la carne no sirve para nada” (Jn
6,63). El Espíritu Santo no sólo nos da a conocer la voluntad de Dios, sino
que nos hace capaces de cumplirla dándonos fuerzas y gracia: “Les infundiré
mi Espíritu y haré que caminéis según mis preceptos y que guardéis y
cumpláis mis mandatos” (Ez 36,27).
“Sopló sobre ellos”. Para recibir el Espíritu hemos de
acercarnos a Cristo, pues es Él – y sólo Él – quien lo comunica. Él mismo
había dicho: “El que tenga sed que venga a mí y beba” (Jn 7,37). Es preciso
acercarnos a Cristo en la oración, en los sacramentos, sobre todo en la
Eucaristía, para beber el Espíritu que mana de su costado abierto. Y es
preciso acercarnos con sed, con deseo intenso e insaciable. De esta manera,
Cristo no nos deja huérfanos (Jn 14,18), pues nos da el Espíritu que es
maestro interior (Jn 14,26; 16,13), que consuela y alienta (Jn 14,16;
16,22).
“Como el Padre me envió a mí, Yo también los
envío a ustedes”. Jesús afirma al inicio de su ministerio que ha sido “ungido
por el Espíritu del Señor para anunciar la Buena Noticia a los pobres” (Lc
4,18). Y a los apóstoles les promete: “Recibiréis la fuerza del Espíritu y
seréis mis testigos” (Hech 1,8). Jesús nos hace partícipes de la misma
misión de anunciar el evangelio que él ha recibido del Padre y lo hace
comunicándonos la fuerza del Espíritu Santo. El Espíritu nada tiene que ver
con la lentitud, la falta de energías, la pasividad; es impulso que nos
hace testigos enviados y apóstoles. (P.
Julio Alonso Ampuero, Meditaciones Bíblicas Sobre
el Año Litúrgico)
Para ver la
Reflexión completa de las 3 lecturas y el salmo de la Liturgia de este
domingo pinchar este link: (Enlace): PALABRA
DE DIOS
|
TALLER SOBRE
PENTECOSTES
Verlo este link: https://youtu.be/33_WV4tWseE
Se puede compartir.
I.-RITOS INICIALES
ANTÍFONA DE ENTRADA Sab 1, 7
El Espíritu del Señor llena la tierra, y él,
mantiene unidas todas las cosas, sabe todo lo que se dice. Aleluya.
ACTO PENITENCIAL
- Tú, resucitaste por la obra del Espíritu
Santo. Señor, ten piedad.
- Tú nos enviaste al Espíritu, Señor y dador de
vida Cristo, ten piedad.
- Tú nos devolverás la vida gracias al
Espíritu, Señor, ten piedad.
SE DICE GLORIA A DIOS
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a
los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te
bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios,
Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del
mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende
nuestra suplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad
de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo,
Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que por el misterio
de esta fiesta santificas a tu Iglesia extendida entre las naciones,
derrama sobre toda la tierra los dones del Espíritu Santo e infunde en el
corazón de tus fieles las maravillas que obraste en los comienzos de la
predicación evangélica. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y
reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos
de los siglos.
II.- LITURGIA DE LA
PALABRA
PRIMERA LECTURA
Utilizando
dos símbolos, el viento y el fuego, Lucas describe la venida del Espíritu
Santo.
Lectura de los Hechos de los
Apóstoles. Hech 2, 1-11
Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos
reunidos en el mismo lugar. De pronto, vino del cielo un ruido, semejante
a una fuerte ráfaga de viento, que resonó en toda la casa donde se
encontraban.
Entonces vieron aparecer unas lenguas como de
fuego, que descendieron por separado sobre cada uno de ellos. Todos
quedaron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en distintas
lenguas, según el Espíritu les permitía expresarse. Había en Jerusalén
judíos piadosos, venidos de todas las naciones del mundo. Al oírse este
ruido, se congregó la multitud y se llenó de asombro, porque cada uno los
oía hablar en su propia lengua. Con gran admiración y estupor decían:
“¿Acaso estos hombres que hablan no son todos galileos? ¿Cómo es que cada
uno de nosotros los oye en su propia lengua? Partos, medos y elamitas,
los que habitamos en la
Mesopotamia o en la misma Judea, en Capadocia, en el
Ponto y en Asia Menor, en Frigia y Panfilia, en Egipto, en la
Libia Cirenaica, los peregrinos de Roma, judíos y
prosélitos, cretenses y árabes, todos los oímos proclamar en nuestras
lenguas las maravillas de Dios”.
Palabra de Dios.
COMENTARIO: En
la celebración del Pentecostés judío, la pequeña comunidad de discípulos
toma conciencia de que la
Alianza del Sinaí, que ahora se conmemora, ha sido
reemplazada por la
Nueva Alianza realizada en Cristo y caracterizada por el
don del Espíritu y de la libertad, y no ya por una ley grabada en tablas
de piedra, sino en el corazón. Si el viejo relato de la torre de Babel, evocaba la humanidad profundamente dividida,
Pentecostés reúne a los hombres y les revela las maravillas de Dios. El
don que recibimos se transforma ahora en compromiso y solidaridad con el
mundo. Ojalá este milagro se realice hoy para todos aquellos que buscan
la unidad entre los hombres y creen en el poder del amor.
SALMO
Como
el Espíritu de Dios anima la creación entera, el salmo bendice y
glorifica al Señor por su obra creadora. Participamos de esta oración,
aclamando: Señor, envía tu Espíritu y renueva la faz de la tierra.
Sal 103, 1. 24. 29-31. 34
R. Señor, envía tu Espíritu y renueva la faz de
la tierra.
O bien: Aleluya.
Bendice al Señor, alma mía: ¡Señor, Dios mío, qué grande eres! ¡Qué variadas son tus obras, Señor!
¡La tierra está llena de tus criaturas! R.
Si les quitas el aliento, expiran y vuelven al
polvo. Si envías tu aliento, son creados, y renuevas la superficie de la
tierra. R.
¡Gloria al Señor para siempre, alégrese el
Señor por sus obras! Que mi canto le sea agradable, y yo me alegraré en
el Señor. R.
SEGUNDA LECTURA
San
Pablo enseña que un mismo Espíritu que se manifiesta en diversidad de
dones y actividades, anima un mismo cuerpo, que es la
Iglesia.
Lectura de la primera carta
del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto. 1Cor 12, 3-7. 12-13
Hermanos: Nadie puede decir: “Jesús es el
Señor”, si no está impulsado por el Espíritu Santo. Ciertamente, hay
diversidad de dones, pero todos proceden del mismo Espíritu. Hay
diversidad de ministerios, pero un solo Señor. Hay diversidad de
actividades, pero es el mismo Dios el que realiza todo en todos.
En cada uno, el Espíritu se manifiesta para el
bien común. Así como el cuerpo tiene muchos miembros, y
sin embargo, es uno, y estos miembros, a pesar de ser muchos, no forman
sino un solo cuerpo, así también sucede con Cristo. Porque todos hemos
sido bautizados en un solo Espíritu para formar un solo Cuerpo, judíos y
griegos, esclavos y hombres libres, y todos hemos bebido de un mismo
Espíritu.
Palabra de Dios
SECUENCIA
La liturgia incluye hoy un himno de súplica y alabanza
al Espíritu Santo
Ven, Espíritu Santo, y envía desde el cielo un
rayo de tu luz. Ven, Padre de los pobres, ven a darnos tus dones, ven a
darnos tu luz. Consolador lleno de bondad, dulce huésped del alma, suave
alivio de los hombres. Tú eres descanso en el trabajo, templanza de las
pasiones, alegría en nuestro llanto. Penetra con tu santa luz en lo más
íntimo del corazón de tus fieles. Sin tu ayuda divina no hay nada en el
hombre, nada que sea inocente. Lava nuestras manchas, riega nuestra aridez,
sana nuestras heridas. Suaviza nuestra dureza, elimina con tu calor
nuestra frialdad, corrige nuestros desvíos. Concede a tus fieles, que
confían en ti, tus siete dones sagrados. Premia nuestra virtud, salva
nuestras almas, danos la eterna alegría.
ALELUYA
Aleluya. Ven, Espíritu Santo, llena los
corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Aleluya.
EVANGELIO
El Espíritu Santo, dado por Jesús, anima y sostiene la
misión que él nos encomendó.
Evangelio de nuestro Señor
Jesucristo según san Juan. Jn 20, 19-23
Al atardecer del primer día de la semana, los
discípulos se encontraban con las puertas cerradas por temor a los
judíos. Entonces llegó Jesús y poniéndose en medio de ellos, les dijo:
“¡La paz esté con ustedes!”. Mientras decía esto, les mostró sus manos y
su costado. Los discípulos se llenaron de alegría cuando vieron al Señor.
Jesús les dijo de nuevo:
“¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me
envió a mí, Yo también los envío a ustedes”. Al decirles esto, sopló
sobre ellos y añadió: “Reciban el Espíritu Santo. Los pecados serán
perdonados a los que ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que
ustedes se los retengan”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO: Según
el testimonio de Juan, el envío en misión y el don del Espíritu ocurrieron
durante la primera aparición del Resucitado a sus apóstoles la noche de
Pascua: es decir, lo esencial del misterio de Pentecostés en su plena
manifestación. El Pentecostés judío, que evocaba la
Alianza del Sinaí, era apropiado para servir de punto de
apoyo al primer testimonio autorizado sobre la resurrección. Una nueva
Alianza se ha concluido en el Espíritu del Padre y del Hijo.
SE DICE EL CREDO
Creo en Dios Padre todopoderoso. Creador del
cielo y de la tierra. Y en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor; que
fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María
Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y
sepultado; descendió a los infiernos; al tercer día resucitó de entre los
muertos; subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre
todopoderoso; desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los
muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la
Santa Iglesia Católica, la comunión de los Santos, el
perdón de los pecados, la resurrección de la carne, y la vida eterna.
Amén.
ORACIÓN DE LOS FIELES
A cada intención, pedimos:
Ven, Espíritu Santo. Llena los corazones de tus fieles.
· Para que nuestra Iglesia Católica y
las otras Iglesias cristianas sigan empeñadas en lograr la unidad de los
cristianos. Oremos.
· Para que los gobernantes abran su
corazón a las inspiraciones de Dios a favor de la justicia y la paz.
Oremos.
· Para que el don de fortaleza llegue
abundantemente a todos los que sufren. Oremos.
· Para que nuestra comunidad
parroquial encuentre en esta celebración un nuevo impulso a su actividad
misionera. Oremos.
III.-LITURGIA EUCARISTICA
Presentación de la
Ofrendas: Todos hemos recibido abundantes dones de Dios.
Por eso, junto al pan y al vino, presentemos al Señor el propósito de
hacerlos fructificar a favor de los hermanos.
RITO DE COMUNIÓN
PADRE NUESTRO
Padre nuestro que estás
en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase
tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada
día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que
nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
LA PAZ
Señor
Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: “La paz os dejo, mi paz os doy”.
No tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia, y,
conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Tú que vives y
reinas por los siglos de los siglos. Amén.
CORDERO
Cordero de Dios, que
quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que
quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que
quitas el pecado del mundo, danos la paz.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor y Dios nuestro, concédenos, según la
promesa de tu Hijo, que el Espíritu Santo nos revele con más claridad el
misterio de este sacrificio y nos manifieste toda su verdad. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO PROPIO (como en la
Vigilia)
Por el bautismo y la confirmación todos tenemos el
Espíritu Santo. Por eso, unidos al celebrante, alabemos y demos gracias
al Padre porque para llevar a su plenitud el misterio pascual envió el
Espíritu Santo.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Hech 2, 4. 11
Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y
proclamaban las maravillas de Dios. Aleluya.
Comunión: La eucaristía nos da fuerzas
para compartir nuestros dones y buscar la unidad guiados por un mismo
Espíritu. Con alegría, vayamos a recibir el Pan de Vida.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA
COMUNIÓN
Señor Dios, que concedes a tu Iglesia los
bienes del cielo, conserva en ella la gracia que le has dado, para que el
Espíritu Santo sea siempre nuestra fuerza y está eucaristía nos sirva
para la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
III.-RITO DE CONCLUSIÓN
BENDICIÓN SOLEMNE
Dios, Padre y fuente de toda luz, que iluminó
los corazones de los discípulos derramando en ellos el Espíritu Santo,
los bendiga y les conceda la abundancia de sus dones.
R. Amén.
El fuego admirable que apareció sobre los
discípulos purifique los corazones de ustedes de todo mal y los ilumine
con su luz.
R. Amén.
El Espíritu, que por la proclamación de una
misma fe reunió a los pueblos de diferentes lenguas, los haga perseverar
en esa misma fe y llegar, gracias a ella, a la visión que esperan.
R. Amén.
Y la bendición de Dios todopoderoso, del Padre,
del Hijo y del Espíritu Santo, descienda sobre ustedes y permanezca para
siempre.
R. Amén.
Finalizado el tiempo de
Pascua, se apaga el cirio pascual, que es conveniente colocar en un lugar
digno del bautisterio, para que en la celebración del bautismo enciendan
en su llama los cirios de los
bautizados.
ENVIO
Canto final: Con la plenitud
de la alegría pascual y el deseo de renovar el mundo por el amor, nos
retiramos, cantando.
|
|
REFLEXIÓN BÍBLICA
|
“Reciban el Espíritu Santo”
Jn 20, 19-23
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso
Brant
1. AL ATARDECER DEL PRIMER
DÍA DE LA SEMANA
Estas apariciones a los apóstoles son
destacadas en el Evangelio de San Juan para relatarnos su particular
importancia, estos son hechos excepcionales. La primera aparición, sucede
en la “tarde” del mismo día de la resurrección, cuyo nombre de la semana
era llamado por los judíos como lo pone aquí San Juan, “el primer día de la
semana.”
Los discípulos se encontraban con las puertas
cerradas por temor a los judíos. Suponemos que los once apóstoles están
juntos, sin embargo también se puede presumir que
posiblemente hubiese con ellos otras personas, pero estas no se citan.
El relato evangélico no precisa el lugar donde
sucedieron estos hechos, no obstante creíblemente
podría ser en el cenáculo (Hech 1:4.13). Los sucesos de aquellos días,
siendo ellos los discípulos del Crucificado, les tenían temerosos. Esa es
la razón por la cual se ocultaban y permanecían a puertas cerradas. Temía
la intromisión inesperada de sus enemigos.
2. EL ESTADO “GLORIOSO” EN
QUE SE HALLA CRISTO RESUCITADO
Pero la entrega de este detalle tiene también
por objeto demostrar el estado “glorioso” en que se halla Cristo resucitado
cuando se presenta ante ellos. Es así como inesperadamente, Cristo se
apareció en medio de ellos. En el relato de Lucas, se comenta que quedaron
“despavoridos,” pues creían ver un “espíritu” o un fantasma.
Entonces llegó Jesús y poniéndose en medio de
ellos, les dijo: “¡La paz esté con ustedes!”. Con ello les dispensó lo que
ésta llevaba adjunto (cf. Lc 24:36-43). San Juan omite lo que dice en
evangelio de Lucas, sobre que no se turben ni duden de su presencia. Aquí,
al punto, como garantía, les muestra “las manos,” que con sus cicatrices
les hacían ver que eran las manos días antes perforadas por los clavos, y
“el costado,” abierto por la lanza; en ambas heridas, mostradas como
títulos e insignias de triunfo, tal así que Tomás podría poner sus dedos.
En el evangelio de Lucas se relata que les
muestra “sus manos y pies,” y se omite lo del costado, sin duda porque se
omite la escena de Tomás. Ni quiere decir esto que Cristo tenga que
conservar estas señales en su cuerpo. Como se mostró a Magdalena
seguramente sin ellas, y a los peregrinos de Emaús en aspecto de un
caminante, así aquí, por la finalidad apologética que busca, les muestra
sus llagas. Todo depende de su voluntad. Esta, como la escena en Lucas, es
un relato de reconocimiento: aquí, de identificación del Cristo muerto y
resucitado; en Lucas es prueba de realidad corporal, no de un fantasma.
Bien atestiguada su resurrección y su presencia
sensible, San Juan transmite esta escena de trascendental alcance
teológico.
3. COMO EL PADRE ME ENVIÓ A
MÍ, YO TAMBIÉN LOS ENVÍO A USTEDES.
Jesús anuncia a los apóstoles que ellos van a
ser sus “enviados,” como Él lo es del Padre. Es un tema constante en los
evangelios. Ellos son los “apóstoles” (Mt 28:19; Jn 17:18, etc.).
Jesucristo tiene todo poder en cielos y tierra
y los “envía” ahora con una misión concreta. Los apóstoles son sus enviados
con el poder de perdonar los pecados. Para ese tiempo, ese envío era algo
insólito. En el Antiguo Testamento, sólo Dios perdonaba los pecados. Por
eso, de Cristo, al considerarle sólo hombre, decían los fariseos
escandalizados: Este “blasfema. ¿Quién puede perdonar los pecados sino sólo
Dios?” (Mc 2:7).
4. AL DECIRLES ESTO, SOPLÓ
SOBRE ELLOS Y AÑADIÓ: “RECIBAN EL ESPÍRITU SANTO”
El Espíritu Santo es el “don” por excelencia,
infinito como infinito es Dios; aunque quien cree en Cristo ya lo posee,
puede sin embargo recibirlo y poseerlo cada vez más. La donación del
Espíritu Santo los Apóstoles en la tarde de la Resurrección demuestra que
ese don inefable está estrechamente unido al misterio pascual; es el
supremo don de Cristo que, habiendo muerto y resucitado por la redención de
los hombres, tiene el derecho y el poder de concedérselo. La bajada del
Espíritu en el día de Pentecostés renueva y completamente este don, y se
realiza no de una manera íntima y privada, como en la tarde de Pascua, sino
en forma solemne, con manifestaciones exteriores y públicas indicando con
ello que el don del Espíritu no está reservado a unos pocos privilegiados sino que está destinado a todos los
hombres como por todos los hombres murió, resucitó y subió a los cielos
Cristo. El misterio pascual culmina por lo tanto no sólo en la Resurrección
y en la Ascensión, sino también en el día de Pentecostés que es su acto
conclusivo.
5. “LOS
PECADOS SERÁN PERDONADOS A LOS QUE USTEDES SE LOS PERDONEN, Y SERÁN
RETENIDOS A LOS QUE USTEDES SE LOS RETENGAN”.
Al decir esto, “sopló” sobre ellos. Es símbolo
con el que se comunica la vida que Dios concede (Gen 2:7; Ez 37:9-14; Sab
15:11). Por la penitencia, Dios va a comunicar su perdón, que es el dar a
los hombres el “ser hijos de Dios” (Jn 1:12): el poder de perdonar, que es
dar vida divina. Precisamente en Génesis, Dios “sopla” sobre Adán el hombre
de “arcilla,” y le “inspiró aliento de vida” (Gen 2:7) Por eso, con esta
simbólica sopladura explica su sentido, que es el que “reciban el Espíritu
Santo.” Dios les comunica su poder y su virtud para una finalidad muy
concreta: “Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los perdonen,
y serán retenidos a los que ustedes se los retengan”.
Aquí el regalo del Espíritu Santo a los
apóstoles tiene una misión de “perdón.” Los apóstoles se encuentran en
adelante investidos del poder de perdonar los pecados. Este poder exige
para su ejercicio un juicio. Si han de perdonar o retener todos los
pecados, necesitan saber si pueden perdonar o han de retener. Evidentemente
es éste el poder sacramental de la confesión.
Por otra parte, para no confundirse, esta no es
la promesa del Espíritu Santo que les hace en el evangelio de Juan, en el Sermón
de la Cena (Jn 14:16.17.26; 16:7-15), ya que en esos fragmentos se les
promete al Espíritu Santo, que se les comunicará en Pentecostés, una
finalidad “defensora” de ellos e “iluminadora” y “docente.” En este relato
san Juan trata sólo del poder que se confiere del perdón de los pecados.
“Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los perdonen, y serán
retenidos a los que ustedes se los retengan”.
6. EL ESPÍRITU DEL SEÑOR
LLENÓ TODA LA TIERRA, Y ÉL QUE DA UNIDAD A TODAS LAS COSAS, HABLA CON SABIDURÍA.
(Sab 1, 7)
Esta realidad, anunciada en el libro de la
Sabiduría, se cumplió en toda su plenitud el día de Pentecostés, cuando los
Apóstoles y los que estaban con ellos se llenaron todos de Espíritu Santo y
empezaron a hablar en lenguas extranjeras, cada uno en la lengua que el
Espíritu le sugería” (Hech 2, 4).
Pentecostés es el cumplimiento de la promesa de
Jesús: Pero yo les digo la verdad: conviene que yo me vaya; porque si no me
voy, no vendrá a ustedes el Paráclito; pero si me voy, se los enviaré: (Jn
16,7); es el bautismo anunciado por él antes de subir al cielo: “serán
bautizados en el Espíritu Santo” (Hech 1, 5); como también el cumplimiento
de sus palabras: “El último día de la fiesta, el más solemne, Jesús puesto
en pie, gritó: “Si alguno tiene sed, venga a mí, y beba el que crea en mí ,
como dice la Escritura: De su seno correrán ríos de agua viva. Esto lo
decía refiriéndose al Espíritu que iban a recibir los que creyeran en él.
Porque aún no había Espíritu, pues todavía Jesús no había sido glorificado.
(Jn 7, 38-39) No había sido dado en su
plenitud, pero no quiere decir que el Espíritu faltara a los justos. El
Evangelio o atestigua de Isabel, de Simeón y de otros más. Jesús lo declaró
de sus Apóstoles en la vigilia de su muerte: “ustedes le conocen, porque
permanece con ustedes” (Jn 14, 17); y más aún en la tarde del día de
Pascua, cuando apareciéndose a los Once en el cenáculo, “sopló y les dijo:
Recibid el Espíritu Santo”
7. VEN, ESPÍRITU SANTO, LLENA
LOS CORAZONES DE TUS FIELES Y ENCIENDE EN ELLOS EL FUEGO DE TU AMOR.
ALELUYA.
Pentecostés, no es un hecho que sucedió
cincuenta días después de la Pascua para que haya quedado cerrado y
cumplido, esto es una realidad vigente y presente, y cada vez estamos más
deseosos de poder atenderlo y recibirlo con toda plenitud, agrandemos
nuestro corazón para recibirlo efusivamente, como en la secuencia de la
liturgia de Pentecostés que incluye hoy un himno de súplica y alabanza al
Espíritu Santo
Ven, Espíritu Santo, y envía desde el cielo un
rayo de tu luz. Ven, Padre de los pobres, ven a darnos tus dones, ven a
darnos tu luz. Consolador lleno de bondad, dulce huésped del alma, suave
alivio de los hombres. Tú eres descanso en el trabajo, templanza de las
pasiones, alegría en nuestro llanto. Penetra con tu santa luz en lo más
íntimo del corazón de tus fieles. Sin tu ayuda divina no hay nada en el
hombre, nada que sea inocente. Lava nuestras manchas, riega nuestra aridez,
sana nuestras heridas. Suaviza nuestra dureza, elimina con tu calor nuestra
frialdad, corrige nuestros desvíos. Concede a tus fieles, que confían en
ti, tus siete dones sagrados. Premia nuestra virtud, salva nuestras almas,
danos la eterna alegría.
El Señor les Bendiga
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
Domingo de Pentecostés
|
PARA LA LECTIO DIVINA (3)
|
JESÚS ES EL SEÑOR
El domingo de Pentecostés recoge toda la
alegría pascual como un haz de luz resplandeciente y la difunde con una
impetuosidad incontenible no sólo en los corazones, sino en toda la tierra.
El Resucitado se ha convertido en el Señor del universo: todas las cosas
tocadas por él quedan como investidas por el fuego, envueltas en su luz, se
vuelven incandescentes y transparentes ante la mirada de la fe. Ahora bien,
¿es posible decir que «Jesús es el Señor» sólo con la palabra?
Que Jesús es el Señor sólo puede ser dicho de
verdad con la vida, demostrando de manera concreta que él ocupa todos los
espacios de nuestra existencia. En él, todas las diferencias se convierten
en una expresión de la belleza divina, todas las diferencias forman la
armonía de la unidad en el amor. Hemos sido reunidos conjuntamente «para
formar un solo cuerpo» y, al mismo tiempo, tenemos dones diferentes,
diferentes carismas, cada uno tiene su propio rostro de santidad. El amor,
antes que reducirlo, incrementa todo lo que hay de bueno en nosotros y nos
hace a los unos don para los otros. Sin embargo,
no podemos vivir en el Espíritu si no tenemos paz en el corazón y si no nos
convertimos en instrumentos de paz entre nuestros hermanos, testigos de la
esperanza, custodios de la verdadera alegría.
|
ORACION (3)
|
Ven,
Espíritu divino, manda tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre; don
en tus dones espléndido; luz que penetras las almas; fuente del mayor
consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua
en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que en fuga las
lágrimas y reconforta en los duelos. Ven, Espíritu enviado por el Padre, en
nombre de Jesús, el Hijo amado: haz una y santa a la Iglesia para las
nupcias eternas del Cielo.
|
SANTORAL (4)
|
EL
ESPÍRITU SANTO
DONES DEL ESPÍRITU SANTO
1.
Sabiduría.
2.
Entendimiento.
3.
Consejo.
4.
Fortaleza.
5.
Ciencia.
6.
Piedad.
7. Temor
de Dios.
Don de Sabiduría, es concedido por el Espíritu
Santo que nos permite apreciar lo que vemos, lo que presentimos de la obra
divina.
Don de entendimiento, es el del Espíritu Santo
que nos lleva al camino de la contemplación, camino para acercarse a Dios.
Don de consejo, saber decidir con acierto,
aconsejar a los otros fácilmente y en el momento necesario conforme a la
voluntad de Dios.
Don de Fortaleza, es el don que el Espíritu
Santo concede al fiel, ayuda en la perseverancia, es una fuerza sobrenatural.
Don de Ciencia, Es el don del Espíritu Santo
que nos permite acceder al conocimiento. Es la luz invocada por el
cristiano para sostener la fe del bautismo.
Don de Piedad, el corazón del cristiano no debe
ser ni frío ni indiferente. El calor en la fe y el cumplimiento del bien es
el don de la piedad, que el Espíritu Santo derrama en las almas.
Don de Temor de Dios, es el don que nos salva
del orgullo, sabiendo que lo debemos todo a la misericordia divina.
LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO
1.
Caridad.
2.
Gozo.
3.
Paz.
4.
Paciencia.
5.
Longanimidad.
6.
Bondad.
7.
Benignidad.
8.
Mansedumbre.
9. Fe.
10.
Modestia.
11.
Continencia.
12.
Castidad.
FALTAS CONTRA EL ESPÍRITU SANTO
1.
Desesperar de la misericordia de Dios.
2.
Presunción de salvarse sin ningún mérito.
3. La
impugnación de la verdad conocida.
4. La
envidia de los bienes espirituales del prójimo.
5. La
obstinación en el pecado.
6. La
impenitencia final.
EL ESPÍRITU SANTO, EL DON DE DIOS
"Dios es Amor" (Jn 4,8-16) y el Amor
que es el primer don, contiene todos los demás. Este amor "Dios lo ha
derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido
dado". (Rom 5,5).
Puesto que hemos muerto, o al menos, hemos sido
heridos por el pecado, el primer efecto del don del Amor es la remisión de
nuestros pecados. La Comunión con el Espíritu Santo, "La gracia del
Señor Jesucristo, y la caridad de Dios, y la comunicación del Espíritu
Santo sean con todos vosotros." 2 Co 13,13; es la que, en la Iglesia,
vuelve a dar a los bautizados la semejanza divina perdida por el pecado.
El nos da entonces las "arras" o las
"primicias" de nuestra herencia. "y no sólo ella, sino
también nosotros, que tenemos las primicias del Espíritu, gemimos dentro de
nosotros mismos suspirando por la adopción, por la redención de nuestro
cuerpo". Rom 8,23; "nos ha sellado y ha depositado las arras del
Espíritu en nuestros corazones." II Co 1,22. Uno de los atractivos de
Hollywood es el de ver a una estrella de cine en la vida real. La gente
está dispuesta a aguardar durante horas cerca de los clubes y restaurantes
adonde suelen acudir las celebridades, ante la posibilidad de que alguien
famoso pueda pasar por allí. Si su paciencia es recompensada, pueden estar
seguros de que durante meses los amigos les harán preguntas; y durante
meses, el afortunado oteador de celebridades estará encantado de contar y
volver a contar su relato.
Los lugares cambian, pero no la naturaleza
humana. Muchos de los detalles que conocemos de Santo Domingo provienen de
la Beata Cecilia Caesarini, priora del convento dominico de San Sixto.
Incluso cuando contaba ya casi noventa años de edad,
podía relatar detalles precisos de su apariencia física, así como de su afable
amabilidad con las monjas que se hallaban bajo su dirección.
Aunque podamos creer que los relatos
testificales se limitan a las celebridades y los sucesos noticiables, todos
somos llamados a ser testigos; testigos de la verdad.
Cuando hemos tenido un encuentro espiritual,
sea una respuesta inmediata e innegable a una oración o un momento
trascendente de gracia, nos mostramos a veces reticentes a charlar sobre
ello. Tememos que se rían de nosotros, o lo que es peor no parezca tan
milagrosa una vez sometida al escrutinio. Tales momentos, sin embargo, no
nos son dados para acumularlos. Nos son dados de manera que podamos
compartir la experiencia con los demás y ayudarles a entender que el mundo
entero se halla infundido del favor divino.
|
FUENTES DE LA PAGINA
ESTA PERMITIDO EL RE-ENVIO, LA
COPIA Y LA PUBLICACIÓN DE ESTA PAGINA, SOLO NO OLVIDE DE INDICAR EL AUTOR Y
LAS FUENTES DE ORIGEN
|
La Página de la Misa Diaria, está preparada y es
enviada por Pedro S. A. Donoso Brant ocds, desde Santiago de Chile, como un
servicio de apostolado, amor por Nuestro Señor Jesucristo y por la Iglesia.
Les ruego su oración, para que pueda mantenerse este servicio y subsidio,
dando gracias a nuestro Dios que tanto nos ama.
Nota: Para la Liturgia de la Palabra, utilizo
“Liturgia Cotidiana” de Ediciones San Pablo, para el estudio y comentario
de la Palabra, utilizo los textos de la Biblia Nácar-Colunga, (SBNC) y/o
Biblia de Jerusalén (SBJ),
(3)
Para la Lectio Divina, Lectio Divina para cada día del año, de Giorgio
Zevini y Pier Giordano Cabra (Eds.) y/o, Intimidad Divina, Fr. Gabriel de
Santa M. Magdalena ocd,
(4) Santoral preparado por la Parroquia de la
Sagrada Familia de Vigo.
|
Suscríbete a Misa Diaria
en http://www.egrupos.net/grupo/misadiaria/alta
http://www.egrupos.net/grupo/caminando-con-jesus/alta
Escribe a caminandoconjesus@vtr.net
http://www.egrupos.net/grupo/caminando-con-jesus
http://www.egrupos.net/grupo/misadiaria
http://www.egrupos.net/grupo/montecarmelo
Por favor, no enviar cadenas, presentaciones que
excedan en más de 1Mb, correos sin asunto (no se abre). El correo cuenta con servicio automático
para rechazar spam, y no recibe, correos reenviados o correos sin datos de
quien los envía.
Si
no desea seguir recibiendo este correo por favor avíseme para retirarlo del
listado.
|
www.caminando-con-jesus.org www.caminando-con-maria.org
caminandoconjesus@vtr.net

|
|
|
|
|
|
|
|