MISA DIARIA DE CAMINANDO CON JESUS

"La Eucaristía es fuente y culmen de toda la vida cristiana" (LG 11)

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Página de Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

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05-10-2022

Edición  9.396

LITURGIA DE   LAS HORAS

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ANTÍFONA DE ENTRADA Cf Est 4, 17

Señor, todo está bajo tu poder y nada puede resistir a tu voluntad. Tú hiciste el cielo y la tierra y todo lo que está bajo el firmamento; tú eres el Señor del universo.

ORACIÓN COLECTA

Dios todopoderoso y eterno, que con amor generoso sobrepasas los méritos y los deseos de los que te suplican, derrama sobre nosotros tu misericordia perdonando lo que inquieta nuestra conciencia y concediéndonos aún aquello que no nos atrevemos a pedir. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos

LECTUR A Gál 2, 1-3. 6-14

Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Galacia.

Hermanos: Cuando subí nuevamente a Jerusalén con Bernabé, llevando conmigo a Tito, lo hice en virtud de una revelación divina, y les expuse el Evangelio que predico entre los paganos, en particular a los dirigentes para asegurarme que no corría o no había corrido en vano. Pero ni siquiera Tito, que estaba conmigo y era de origen pagano, fue obligado a circuncidarse. En cuanto a los dirigentes no me interesa lo que hayan sido antes, porque Dios no hace acepción de personas, no me impusieron nada más. Al contrario, aceptaron que me había sido confiado el anuncio del Evangelio a los paganos, así como fue confiado a Pedro el anuncio a judíos. Porque el que constituyó a Pedro Apóstol de los judíos, me hizo también a mí Apóstol de los paganos. Por eso, Santiago, Cefas y Juan –considerados como columnas de la Iglesia- reconociendo el don que me había sido dado, nos estrecharon la mano a mí y a Bernabé, en señal de comunión, para que nosotros nos encargáramos de los paganos y ellos de los judíos. Solamente nos recomendaron que nos acordáramos de los pobres, lo que siempre he tratado de hacer. Pero cuando Cefas llegó a Antioquía, yo le hice frente porque su conducta era reprensible. En efecto, antes que llegaran algunos enviados de Santiago, él comía con los paganos, pero cuando éstos llegaron, se alejó de ellos y permanecía apartado, por temor a los partidarios de la circuncisión. Los demás judíos lo imitaron, y hasta el mismo Bernabé se dejó arrastrar por su simulación. Cuando yo vi que no procedían rectamente, según la verdad del Evangelio, dije a Cefas delante de todos: «Si tú, que eres judío, vives como los paganos y no como los judíos, ¿por qué obligas a los paganos a que vivan como los judíos?»

Palabra de Dios.

Comentario

Jesús prometió a Pedro que su fe no fallaría; no le dijo que nunca se equivocaría. Los judíos no comían con los no-judíos paganos, pues esto habría sido para ellos un gesto de impureza. Pero cuando se convertían y entraban a la Iglesia, si hubieran conservado esta actitud respecto de sus hermanos cristianos de otra raza, habrían mantenido una división inaceptable entre hombres renovados por Cristo.

SALMO Sal 116, 1-2

R. ¡Vayan por el mundo y anuncien el Evangelio!

¡Alaben al Señor, todas las naciones, glorifíquenlo, todos los pueblos! R.

Porque es inquebrantable su amor por nosotros, y su fidelidad permanece para siempre. R.

ALELUYA Rom 8, 15

Aleluya. Han recibido el espíritu de hijos adoptivos, que nos hace llamar a Dios ¡Abbá!, ¡Padre! Aleluya.

EVANGELIO Lc 11, 1-4

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.

Un día, Jesús estaba orando en cierto lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: «Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó a sus discípulos».

Él les dijo entonces: «Cuando oren, digan: Padre, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino, danos cada día nuestro pan cotidiano; perdona nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a aquéllos que nos ofenden; y no nos dejes caer en la tentación».

Palabra del Señor.

Comentario

Los Apóstoles ya sabían orar y lo hacían en común como todos los judíos en las sinagogas y en los principales momentos del día. Sin embargo, al lado de Jesús han descubierto una nueva manera de vivir y de convivir, y sienten la necesidad de hablar al Padre en otra forma. Jesús esperó que ellos mismos se lo pidieran, para enseñarles a orar.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe, Señor, la oblación instituida por ti y, por estos sagrados misterios que celebramos, danos la gracia de tu redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE COMUNIÓN Lam.3, 25

El Señor es bondadoso con los que esperan en él, con aquellos qué lo buscan.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Dios todopoderoso, sácianos con él sacramento del Cuerpo y de la Sangre de tu Hijo, para que nos transformemos en aquello que hemos recibido. Por Jesucristo, nuestro Señor.

  REFLEXIÓN BÍBLICA

 

“Padre nuestro", la oración que nos enseñó Jesús

Lc 11, 1-4

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant


1.     LA ORACIÓN DE JESÚS, EL PADRE NUESTRO

En la Iglesia de los orígenes, y durante mucho tiempo, la oración de Jesús fue el camino para aprender a orar, y también la mejor síntesis de la causa por la cual Jesús vivió y dio la vida. Llamar a Dios como Padre, rogar que llegue ya su Reino, pedir por el pan y el perdón y comprometerse a realizar su proyecto fue, y debiera ser, la señal de los cristianos.

Los evangelios nos presentan la oración del padrenuestro en dos versiones, según Mateo y según Lucas.

“Padre nuestro que estás en los cielos santificado sea tu Nombre; venga tu Reino; hágase tu Voluntad así en la tierra como en el cielo. Nuestro pan cotidiano dánosle hoy; y perdónanos nuestras deudas así como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores; y no nos dejes caer en la tentación, más líbranos del mal”. (Mateo 6, 9-13)

Padre, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino, danos cada día nuestro pan cotidiano; perdona nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a aquéllos que nos ofenden; y no nos dejes caer en la tentación». (Lucas Lc 11, 1-4)

2.     HABÍA QUE ENSEÑARLES A ORAR.

Ambos evangelistas sitúan el Padrenuestro en un contexto de enseñanzas sobre la oración, pero sus destinatarios son diferentes. Conocemos que Mateo escribió para una comunidad cristiana de origen judío. Son personas que han aprendido a orar, dentro de la tradición judía, pero deben estar atentos para que su oración no se desvirtúe. De ahí el contexto de duro ataque a la forma de orar de los fariseos. No olvidemos también que por la época que Mateo escribe existe ya una franca separación entre los cristianos y los judíos. Lucas escribe para una comunidad de cristianos helenistas o de origen griego. Son paganos, provenientes de un mundo donde la oración se hallaba en crisis y declinación. Había que enseñarles a orar.

Es importante observar que en ambas comunidades de los orígenes cristianos, el Padrenuestro formaba parte esencial de la enseñanza de la oración. Este lugar privilegiado también lo encontramos en la Didajé (Catequesis de enseñanza cristiana destinada a los catecúmenos, del siglo I d.C.), en donde, tras enseñar la doctrina de los dos caminos y el bautismo, seguía una instrucción sobre el ayuno y el padrenuestro.

3.     JESÚS REZA Y ENSEÑA EL PADRENUESTRO PORQUE PRIMERO LO VIVE Y LO PRACTICA.

En el evangelio de Mateo, encontramos el Padrenuestro en el capítulo 6, formando parte del Sermón de la Montaña (capítulos 5 al 7), y más específicamente, dentro de una serie de enseñanzas sobre la oración. En el capítulo 6, Mateo reúne varias enseñanzas de Jesús sobre los tres pilares de la piedad de los judíos: la limosna, la oración y el ayuno. En las palabras dedicadas a la oración se encuentra el Padrenuestro. Jesús comienza exhortando a no aparentar en la oración. Convoca a orar en secreto, lejos de la vista de los demás, pero cerca de los ojos de Dios. Los fariseos acostumbraban a orar en público para que la gente los viera y reconociera su fervor. Jesús critica esta disposición a exhibir la oración (Mt. 6, 5-6). Es una práctica vacía de sentido. También enseña a no excederse en palabras. Lo importante es confiarse en las manos de Dios (Mt. 6, 7-8). A continuación enseña el Padrenuestro, como modelo de oración (Mt. 6, 9-13), y termina alentando a vivir el perdón sincero a los demás. "El perdón -la disposición propia para perdonar y la súplica de perdón cuando es uno mismo quien ha cometido una ofensa- es la condición previa por excelencia para la oración por parte de los discípulos de Jesús." (Teología del Nuevo Testamento, J. Jeremías, pág. 227, Ed. Sígueme).

En el evangelio de Lucas, el Padrenuestro también se encuentra enmarcado en una catequesis sobre la oración. Las enseñanzas se agrupan en tres temas: el Padrenuestro (Lc. 11, 1-4), la confianza y seguridad de que Dios escucha siempre (Lc. 11, 5-8) y la eficacia de la oración al Padre (Lc. 11, 9-13).

En Lucas, los discípulos reconocen en la práctica de Jesús una nueva forma de orar, que les impresiona y quieren imitar. Un día, al finalizar su oración, uno de ellos le pide que les enseñe a orar. La comparación con Juan el Bautista y sus discípulos es importante. Era común que cada maestro transmitiese a su grupo de seguidores una oración que los uniera, una especie de credo que los identificase. Los discípulos le reclaman al Señor que él también les enseñe una oración que los reúna, que los congregue como comunidad que intenta vivir como él. El Padrenuestro es una síntesis del mensaje de Jesús, un resumen de sus motivaciones más profundas. Es importante descubrir que Jesús, cuando quiere transmitir lo medular de su predicación y su vida, no utiliza un discurso doctrinal, sino una breve oración que reúne lo más importante del sentido de su vida. Jesús reza y enseña el Padrenuestro porque primero lo vive y lo practica.

4.     ALGUNAS DIFERENCIAS EN EL TEXTO DE LA ORACIÓN

Los evangelistas recogen algunas diferencias en el texto de la oración. Lucas incluye cinco peticiones, y Mateo, en una versión más larga, siete. La pregunta de rigor ¿Cuál de las dos versiones es más antigua o cual refleja mejor el pensamiento de Jesús, es compleja de contestar? Teniendo en cuenta la extensión de ambos textos, la versión de Lucas, que es más breve, se halla contenida totalmente en el texto de Mateo. Esto hace pensar que el texto de Lucas es el más primitivo. Sin embargo al considerar los elementos comunes de ambos textos es el texto de Mateo el que parece ser más antiguo.

Por otra parte, Mateo es más extenso, incluye peticiones colocadas en lugares determinados (al final de la invocación inicial, al final de las peticiones en singular y al final de las peticiones en plural) que ayudan a obtener un estilo literario de más cuidado. También Mateo incluye la expresión aramea "deuda", al referirse a los pecados en la petición de perdón; mientras que Lucas utiliza un término más adaptado a sus interlocutores.

El uso de los tiempos verbales también fortalece al texto de Mateo. La estructura más primitiva del Padrenuestro sería, entonces una invocación, dos peticiones (o deseos) en singular, en paralelo, dos peticiones en plural, en paralelo y el pedido final.

5.     ABBA, PADRE BUENO.

La invocación de la divinidad como Padre se puede rastrear en varias culturas y civilizaciones del Antiguo Oriente, y en el mismo pueblo judío. Sin constituir la forma más común de referirse a Dios podemos encontrar varios ejemplos en el Antiguo Testamento. Sin embargo las palabras de Jesús encierran una novedad radical, que desconcierta a sus contemporáneos. Para hablar con Dios Jesús utiliza el término arameo Abba, que usaban los niños pequeños para llamar a su Padre. Con esta forma de comunicarse Jesús revela un rostro desconocido de Dios. El Dios lejano, que está en los cielos, se hace cercano y compañero, en la figura del Padre bondadoso que espera, acompaña, protege y busca el bienestar de sus hijo (Lc. 15, 11 ss)

Jesús recurre al lenguaje común del pueblo, para hablar de Dios. El hebreo estaba reservado para el culto y el arameo lo hablaba el pueblo. De esta manera nos enseña que no lo encontramos al margen de la vida, sino en medio de ella, a nuestro lado, como un Padre que sufre y se desvela por sus hijos.

Jesús, que llama a Dios, Papá, nos invita a repetir con él sus palabras. También nosotros estamos llamados a ser sus hijos, y a demostrarlo con nuestras vidas y obras, como lo hizo Jesús.

6.     LLAMAR A DIOS "PAPÁ"

Ser hijo (y poder llamar a Dios "Papá") es un gran honor y una seria y gran responsabilidad. La Iglesia desde sus orígenes entendió así esta enseñanza de Jesús y se cuidó mucho de no dar un sentido superficial a la oración del Padrenuestro. Esta era la oración de los cristianos, de los hijos, de los que seguían a Jesús, participando y construyendo el Reino. La oración de quienes se habían convertido mediante el Bautismo y habían optado por la vida de Dios. Este trato reverencial, que, lejos de ser solemne, garantizaba que se tomase "en serio" la proclamación y oración del Padrenuestro, dejó sus huellas en las fórmulas de introducción al mismo, que todavía hoy, utilizamos en nuestras celebraciones de la Eucaristía. El sacerdote introduce el Padrenuestro con las palabras "...y siguiendo sus divinas enseñanzas, nos atrevemos a decir...". Al enseñar el Padrenuestro, Jesús nos invita a participar de su filiación y nos muestra que Dios es un Padre Bueno, y que para seguirlo hay que hacerse como un niño y aprender a decir Abba desde lo íntimo de nuestro corazón.

7.     SANTIFICADO SEA TU NOMBRE, QUE VENGA TU REINO.

Las dos peticiones en singular se dirigen al Padre Bueno para pedirle con confianza que su Voluntad y su Proyecto se cumplan en la historia.

Ambas peticiones, en paralelo, apuntan a lo mismo. Pedimos que el nombre de Dios sea santificado, que llegue a nosotros su Reino de justicia. Nos confiamos en sus manos para que este mundo, de pecado, injusticia y opresión, donde muchos conocen la muerte temprana de la enfermedad, la desnutrición, la desocupación, la falta de vivienda y educación, la ausencia de oportunidades para vivir, cambie y brille "un cielo y una tierra nuevas". Pedimos que su nombre sea santo, que se realice su voluntad, que Dios, que es un Dios de Vida y Justicia, sea reconocido, tenga su lugar acá en la tierra. Pedimos para que su nombre no se tome en vano, para que no se justifique en el nombre de Dios una sociedad y un sistema que genera exclusión y desigualdad. Pedimos que su Reinado se haga efectivo. Que llegue a nosotros. Que irrumpa en la historia y la haga nueva. Pedimos porque confiamos, contra todo desaliento y angustia existencial, que el buen Dios va a reinar, e instaurar su Justicia, "así en la tierra como en el cielo". En todas partes, en toda la creación.

8.     DANOS CADA DÍA NUESTRO PAN COTIDIANO

Danos cada día nuestro pan cotidiano; Luego de invocar a Dios, Padre nuestro, y de suplicar al cielo "que venga tu Reino", volvemos los ojos a la vida cotidiana. Nos encontramos que, en este mundo, para construir el Reino, todos debemos alcanzar lo necesario para vivir, el pan nuestro, compartido, de hoy y de mañana. El pan que simboliza todo lo que es imprescindible para la vida: el pan material y el pan espiritual. El pan de la Vida, representado por Jesús, que supo dar de comer a las multitudes hambrientas, compartir su mesa con pecadores y marginados, y permanecer entre nosotros bajo la Eucaristía, como pan compartido, alimento de nuestra fe y nuestra esperanza en el Reino del Padre.

9.     PERDONA NUESTROS PECADOS

Perdona nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a aquéllos que nos ofenden. La segunda de las peticiones en plural nos recuerda la importancia de las relaciones humanas. La fragilidad de las mismas y la necesidad de la reconciliación para restablecerlas. Pedimos perdón al Padre por nuestras faltas, por las ofensas que cometemos, por las deudas que contraemos al no comprometernos eficazmente en la justicia y la construcción del Reino. Pedimos perdón por nuestras omisiones, por nuestro cristianismo cómodo que evita el conflicto y las opciones. Pedimos perdón, y nos comprometemos también a perdonar a los demás. Manifestamos con claridad nuestra intención de promover relaciones nuevas entre las personas, a partir de nuestro gesto concreto. Nos presentamos ante Dios para decirle que estamos dispuestos a perdonar, que nos animamos a ser transmisores de su perdón, porque reconocemos el perdón que Dios nos concede y la nueva oportunidad que nos brinda.

Las cuatro peticiones se entrelazan, pedimos que venga el Reino y que se manifieste concreto en el pan compartido para toda (La igualdad de oportunidades y la dignidad para todos) y una nueva manera de relacionarse, basado en el perdón y la justicia de Dios.

10. Y NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN.

La última petición sorprende. Es la única que se realiza en negativo. Implica un corte abrupto y un final tajante. Después de elevar nuestra voz al Padre, sentimos el peso de nuestras propias limitaciones. Con los pies bien puestos sobre la tierra reconocemos que es duro y difícil ser consecuente con lo que hemos pedido. Seguir a Jesús, pidiendo por el Reino, y buscando su concreción en este mundo, puede ser muchas veces un trago amargo. Sentimos la tentación de bajar los brazos, de escatimar esfuerzos, de convencernos con justificaciones, de crearnos un Dios menos exigente, o simplemente, de cerrar los ojos y los oídos, y seguir nuestro propio camino. La tentación existe, Jesús es testigo de su permanente actualidad. Jesús a lo largo de su vida conoció la tentación, de decir no la voluntad del Padre, de dar vuelta la cara a su proyecto. A fuerza de oración, entrega y fe, salió adelante y marcó el camino.

No pedimos no tener tentaciones, estas son parte de nuestra vida. Lo que pedimos es fuerza, coraje y perseverancia, para no dejarnos arrastrar por ellas y olvidar la causa del Padre: el Reino.

11. REZAR EL PADRENUESTRO HOY

Rezar hoy el Padrenuestro, es dar una mirada a Nuestro Padre, es una explosión de amor. Que gran cosa nos enseñó Jesús, hablar con Dios como con su propio Padre, dirigirse a Dios familiarmente, como dice San Juan Casiano, “es una ternura de piedad en verdad entrañable”

Padre nuestro: este nombre suscita en nosotros todo a la vez, el amor, el gusto en la oración,.. Y también la esperanza de obtener lo que vamos a pedir, dice San Agustín: “¿Qué puede El, en efecto, negar a la oración de sus hijos, cuando ya previamente les ha permitido ser sus hijos?”

Dos sabios consejos: Es necesario acordarnos, cuando llamemos a Dios 'Padre nuestro', de que debemos comportarnos como hijos de Dios (San Cipriano, Dom. orat. 11) y Es necesario contemplar continuamente la belleza del Padre e impregnar de ella nuestra alma (San Gregorio de Nisa, or. dom. 2).

El Señor les Bendiga

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

PARA LA LECTIO DIVINA  (3)

 

SE PUEDE ORAR CON CASI NADA

Lc 11, 1-4

Un día, Jesús estaba orando en cierto lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar…

Muchas veces, estando a solas o con alguien más, no sabemos cómo orar y si eso nos ocurre, podemos tranquilizarnos, se puede orar con casi nada.

Muchas veces nuestros labios permanecen cerrados, nos quedamos en silencio, pero si dejamos nuestra alma abierta ante Dios, nos hablará y el Espíritu Santo orará en nosotros.

“La vida es bella”, es el nombre de una buena película, y si nos preguntamos cuales son los valores que hacen bella la vida, encontraremos como respuesta la sencillez del corazón, que lleva a la sencillez de vida.

En la curación del paralitico, Jesús dice “¡Todo es posible para quien cree!”, y a quien se dirigía le respondió: “¡Creo, pero ayuda a mi poca fe” (Mc 9,24). Jesús comprende estas dudas y comprende aún más la petición de ayuda. Es el mismo Jesús que dice en Mateo (6,27) “¿quién de vosotros puede, por más que se preocupe, añadir un solo codo a la medida de su vida?”. Así comprendemos que lo esencial es vivir con toda sencillez lo poco, sí, lo poquísimo que hayamos aprehendido del evangelio.

Lo que más aprendemos del Evangelio, es que el Señor nos llama a ser sencillos, algunas veces inocentes como niños. Entonces eso significa no imponer y no imponernos oraciones complicadas, no pretender ser maestros espirituales en la oración, sino hombres que escuchan para comprender al otro y ver en el otro la belleza profunda del espíritu humano.

No olvidemos que el Señor no hace diferencia y no tiene preferencia sin razón o justificación por una persona o varias entre ellas y es así como son muchos los que ignoran que Dios nos busca incansablemente.

Con todo, podemos hacer bella la vida, con oraciones simples a aquellos que están cerca o lejos de nosotros y lo que debemos hacer es acoger, con simpatía y con la sencillez de nuestro corazón y de nuestra vida a todos.

ORACION (3)

 

Señor Jesús

Tú nos dijiste que si escuchamos y vivimos tu Palabra conoceremos la verdad, “y la verdad nos hará libres” (cf. Jn 8).

Concédenos, pues, orar y vivir la ardiente petición: “Venga tu Reino”, que es verdad y libertad tanto de Dios como del hombre.

Concédenos pedirlo con tal perseverancia que se convierta no sólo en la respiración y deseo del corazón, sino también en el coraje y el compromiso liberador de todo nuestro modo de obrar y de relacionarnos con aquellos que, como nosotros, serán Iglesia en camino hacia el Reino

Pedro

FUENTES DE LA PAGINA

ESTA PERMITIDO EL RE-ENVIO, LA COPIA Y LA PUBLICACIÓN DE ESTA PAGINA, SOLO NO OLVIDE DE INDICAR EL AUTOR Y LAS FUENTES DE ORIGEN

 

La Página de la Misa Diaria, está preparada y es enviada por Pedro S. A. Donoso Brant, desde Santiago de Chile, como un servicio de apostolado, amor por Nuestro Señor Jesucristo y por la Iglesia. Les ruego su oración, para que pueda mantenerse este servicio y subsidio, dando gracias a nuestro Dios que tanto nos ama.

Nota: Para la Liturgia de la Palabra, utilizo “Liturgia Cotidiana” de Ediciones San Pablo, para el estudio y comentario de la Palabra, utilizo los textos de la Biblia Nácar-Colunga, (SBNC) y/o Biblia de Jerusalén (SBJ),

(3) Para la Lectio Divina, Lectio Divina para cada día del año, de Giorgio Zevini y Pier Giordano Cabra (Eds.) y/o, Intimidad Divina, Fr. Gabriel de Santa M. Magdalena ocd.

 

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