MISA DIARIA DE CAMINANDO CON JESUS
"La Eucaristía es fuente
y culmen de toda la vida cristiana" (LG 11)
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Página de
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
25 años en
Internet
La edición
de la Misa Diaria, Reflexión Bíblica, Lectio Divina y Santoral es las más
antigua de Internet, comenzó en el año 1998
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6-06-2023
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Edición Nº 9.627
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LITURGIA DE LAS HORAS
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ANTÍFONA DE ENTRADA Cf r. Sal 24,16.18
Mírame,
Señor, y ten piedad de mí, porque estoy solo y afligido; mira mi pena y mis
fatigas, y perdona todos mis pecados.
ORACIÓN COLECTA
Dios
nuestro, cuya providencia es infalible en sus designios; te suplicamos que
apartes de nosotros lo que nos hace daño y nos concedas todo lo que pueda
ayudarnos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Tob 2, 9-14
COMENTARIO: La pérdida de la visión atrae la
compasión de los parientes y obliga a Ana a proveer las necesidades del
hogar. La desgracia ha caído sobre el hombre justo y piadoso y será su fe
el principal soporte en el infortunio.
Lectura del libro de Tobías.
Una
noche, después de bañarme, salí al patio y me acosté a dormir junto a la
pared, con la cara descubierta a causa del calor. Yo no sabía que arriba,
en la pared, había unos gorriones; de pronto, su estiércol caliente cayó
sobre mis ojos, produciéndome unas manchas blancas. Me hice atender por los
médicos, pero cuantos más remedios me aplicaban, menos veía a causa de las
manchas, hasta que me quedé completamente ciego. Así estuve cuatro años
privado de la vista, y todos mis parientes estaban afligidos. Alicar me proveyó de lo necesario durante dos años,
hasta que partió para Elimaida. Desde ese
momento, mi esposa Ana empezó a trabajar en labores femeninas: hilaba lana,
enviaba el tejido a sus clientes y recibía el pago correspondiente. Una
vez, el siete del mes de Distros, terminó un tejido y lo entregó a sus
clientes. Éstos le pagaron lo que correspondía y, además, le regalaron un
cabrito para comer. Cuando entró en mi casa, el cabrito comenzó a balar. Yo
llamé a mi mujer y le pregunté: «¿De dónde salió este cabrito? ¿No habrá
sido robado? Devuélvelo a sus dueños, porque no podemos comer nada robado».
Ella me respondió: « ¡Pero si es un regalo que me han hecho, además del
pago! » Yo no le creí e insistía en que lo devolviera a sus dueños,
llegando a enojarme con ella por este asunto. Entonces ella me replicó: «
¿Para qué te sirvieron tus limosnas y tus obras de justicia? ¡Ahora se ve
bien claro!»
Palabra de Dios.
SALMO Sal 111, 1-2. 7-9
R. El corazón del justo confía en el! Señor.
Feliz
el hombre que teme al Señor y se complace en sus mandamientos. Su descendencia
será fuerte en la tierra la posteridad de los justos es bendecida. R.
No
tendrá que temer malas noticias: su corazón está firme, confiado en el
Señor. Su ánimo está seguro, y no temerá, hasta que vea la derrota de sus
enemigos. R.
Feliz
el hombre que teme al Señor. Él da abundantemente a los pobres: su
generosidad permanecerá para siempre, y alzara su
frente con dignidad R
ALELUYA Cfr. Ef 1, 17-18
Aleluya
El Padre de nuestro Señor Jesucristo ilumine nuestros corazones, para que
podamos valorar la esperanza a la que hemos sido llamados. Aleluya.
EVANGELIO Mc 12,13-17
COMENTARIO: El denario tenía una imagen del
emperador (Tiberio) y una leyenda que afirmaba su divinidad, por tanto, la
pregunta hecha a Jesús tiene sabor a hipocresía y a engaño mortal. Si
responde que si queda mal con los judíos y, si responde que no, los romanos
lo tildarán de revoltoso. Jesús pide devolver al césar lo que es del césar,
reconociendo la autonomía del poder civil, pero rechazando su divinización.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san
Marcos
Le
enviaron a Jesús unos fariseos y herodianos para sorprenderlo en alguna de
sus afirmaciones Ellos fueron y le dijeron «Maestro sabemos que eres
sincero y no tienes en cuenta la condición de las personas, porque no te
fijas en la categoría de nadie, sino que enseñas con toda fidelidad el
camino de Dios. ¿Está permitido pagar el impuesto al Cesar o no? ¿Debemos
pagarlo o no?» Pero El, conociendo su hipocresía, les dijo: « ¿Por qué me
tienden una trampa? Muéstrenme un denario» Cuando se lo mostraron pregunto
«De quien es esta figura y esta inscripcion9» Respondieron «Del Cesar»
Entonces Jesús les dijo «Den al Cesar lo que es del Cesar y a Dios, lo que
es de Dios». Y ellos quedaron sorprendidos por la respuesta.
Palabra del Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor
Dios, confiados en tu misericordia traemos estas ofrendas a tu altar, para
que, con tu gracia, quedemos purificados por estos misterios que
celebramos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTIFONA DE COMUNION Sal 16,68
Yo
te invoco, Dios mío, porque tú me respondes: inclina tu oído hacia mí y
escucha mis palabras
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Guía, Señor, por medio de tu Espíritu, a
quienes alimentas, con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, para que, dando
testimonio de ti, no sólo de palabra y con la lengua sino con las obras y
de verdad, merezcamos entrar en el reino de los cielos Por Jesucristo,
nuestro Señor.
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REFLEXIÓN BÍBLICA
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“Dar a Dios lo que es de Dios.”
Mc 12, 13 -17:
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso
Brant
1. ESTA FUE UNA INSIDIA FARISAICA
BIEN PREMEDITADA.
San Mateo y San Marcos tienen una narración muy
semejante, también la trae el Evangelio de san Lucas. La mención de los
“herodianos” lleva preferentemente a situar la escena en la época galilea.
La pregunta no sólo era capciosa, sino especialmente comprometida en
aquella época de exaltación mesiánico-política de independencia de Roma y
de los “zelotes.” Admitir pagar tributo al Cesar era enemistarle con el
pueblo. Negarlo era enemistarlo con las autoridades romanas y sanedritas, que lo utilizarían como halago a Roma.
La respuesta “Dad al Cesar lo que es del Cesar,
y a Dios lo que es de Dios” es una respuesta habilísima. La tradición
cristiana primitiva exigirá la obediencia a los poderes constituidos (Rom 13:7;
1 Pe 2:13-14). El Estado tiene sus exigencias legítimas, pero no al margen
de Dios. Precisamente se ha de estar “sujetos a toda ordenación humana por
respeto a Dios” (1 Pe 2:13; Ap 17:Ι7-18). La respuesta de Cristo tiene
un enunciado “sapiencial.” También la dominación romana, como castigo,
contaba en el plan de Dios.
2. LAS INTRIGAS CONTRA CRISTO
CONTINUABAN.
Los fariseos le enviaron algunos de los suyos,
según san Mateo, discípulos suyos que eran estudiantes ya aprovechados de
la Ley, pero que aún no habían recibido el título oficial de rabí. Estos
jóvenes, que podrían aparentar más naturalidad, pero eran los espías que le
enviaron para sus oscuros propósitos.
Con ellos le enviaron también una
representación de herodianos. Estos eran los partidarios de la dinastía de
Herodes, por oposición a los partidarios de Antígono , lo mismo que gentes
palaciegas de esta dinastía, y que estaban en buenas relaciones con la
autoridad romana.
La pregunta podía encerrar un problema moral
para algún judío de conciencia recta. Como seguía teniendo interés para las
comunidades judeo-cristianas antes de la
catástrofe de los años 70, y, en sentido más general, para el tema de la
obediencia a la potestad civil (cf. Rom 13:6-7; 1 Pe 2:13). El Señor de
Israel era Dios.
3. PAGAR UN TRIBUTO A OTRO QUE NO
FUERA EL REPRESENTANTE DE DIOS
Pagar un tributo a otro que no fuera el
representante de Dios ¿No era renunciar a la teocracia sobre Israel? Hasta
hubo un levantamiento por este motivo. A la muerte de Arquelao, bajo el
procurador Coponius (6 d.C.), Judas el Galileo
(Hech 5:37) armó una revuelta echando en cara a los judíos que pagasen el
tributo a los romanos y que sufriesen otros señores mortales distintos de
Dios. La pregunta está muy bien ambientada en aquella época de zelotes. Se
entendía por el impuesto del censo todos los impuestos que habían de
pagarse, en contraposición a los impuestos aduaneros. Podría referirse a la
capitación, que era el tributo personal que debían pagar al César todas las
personas, incluidos los siervos; los hombres desde los catorce años, y las
mujeres desde los doce, hasta la edad de sesenta y cinco años para todos.
Pero sería muy probable que, por la palabra impuesto, se refiriese aquí a
todos los impuestos que los judíos tenían que pagar, directa o indirectamente,
a Roma, en contraposición al medio siclo que, por motivo religioso, se
pagaba al templo.
4. LA PREGUNTA CAPCIOSA QUE SE
HACÍA A CRISTO ERA DE GRAVEDAD EXTREMA.
Si decía que había que pagarlo, iba contra el
sentido teocrático nacional, pues sometía la teocracia al Cesar y a Roma;
aprobaba a los publicanos, estos eran muy odiados por recaudar estas
contribuciones; y hasta querían ponerlo en contradicción consigo mismo, al
admitir injerencias extranjeras en el reinado mesiánico: él que se
proclamaba Mesías.
5. PERO LA RESPUESTA DE CRISTO FUE
INESPERADA.
En el Evangelio según san Mateo se refleja,
probablemente, mejor las palabras de Cristo: “Mostradme la moneda del censo.”
Aquí en san Marcos: “Traedme un denario para verlo.” Le traen un denario.
Tal vez este denario podía tener la imagen de Augusto o de Tiberio. Ya que
las monedas del emperador anterior tenían curso válido en el del siguiente.
Lo interesante es que pertenecía al Cesar.
Los judíos usaban las monedas romanas en su
nación, por lo que reconocían de hecho el dominio sobre ellos del Cesar. La
moneda extranjera se tenía por señal de sujeción a un poder extranjero. Por
eso, si ellos reconocían este dominio de hecho, también de hecho, por ser
súbditos de un poder y gobierno, estaban obligados a las relaciones que
este gobierno les imponía. No sería eso para la nación teocrática lo ideal,
pero sí era una situación de hecho, un gobierno de hecho, y de hecho había que
cumplir con él las obligaciones exigidas por el bien común. La Iglesia
primitiva insistirá sobre estas obligaciones (Roma 13:7; 1 Pe 2:13-14) al
poder constituido.
6. “DAR A DIOS LO QUE ES DE DIOS.”
Los dirigentes de la nación preferían esta
situación y veían en ello una buena protección contra la tiranía de
Herodes. Ellos mismos rechazarán la realeza mesiánica de Cristo, diciéndole
a Pilato: “No tenemos más rey que al Cesar” (Jn 19:15). Era el claro
reconocimiento de la soberanía que el Cesar tenía en ellos, y de que ellos
se consideraban de hecho sus súbditos.
Pero si, por tanto, había que dar “al Cesar lo
que es del Cesar,” había otra obligación también en los súbditos. Hay
también que “dar a Dios lo que es de Dios.” En realidad, este precepto
abarca el otro, de sumisión al poder constituido, y en éste cobra su fuerza
aquél. Que den, pues, “a Dios lo que es de Dios,” no sólo en el orden moral
personal, sino en el colectivo de la nación, en cuanto las exigencias
teocráticas sean compatibles, en aspectos no esenciales, con las
determinaciones del poder que los tiene sometidos. Las obligaciones para
con el Cesar son temporales; las obligaciones para con Dios son
trascendentales. Fue una de estas enseñanzas definitivas de Jesucristo con
una gran repercusión social-estatal.
7. ¿DEBEMOS OBEDECER A LOS QUE NOS
GOBIERNAN?
El Maestro nos enseña que debemos obedecer a
los que nos gobiernan, cuando lo hacen según la ley moral. San Hilario de
Poitiers comenta: “¡Oh respuesta verdaderamente admirable y claridad absoluta
de la palabra celestial! Todo está allí medido, entre el desprecio del
mundo y la ofensa al César (Mt 22,21).” Declarando que es necesario “dar al
César lo que es del César”, libra a los espíritus consagrados a Dios de
toda preocupación y deber humano.
En efecto, si nada de lo que pertenece al César
se retiene en nuestras manos, nosotros no quedamos ligados por la
obligación de devolverle las cosas que son suyas. “Si, por el contrario,
nos dedicamos a sus cosas y nos sometemos al cuidado del patrimonio ajeno,
no es injusticia devolver al César lo que es del César, y tener que dar a
Dios las cosas que son suyas como el cuerpo, el alma, la voluntad. “Es
Dios, en efecto, quien da y acrecienta todos los bienes que tenemos y, por
consiguiente, es completamente justo devolver todo esto a Dios; a quien,
según se nos recuerda, debemos su origen y progreso (Comentario al
Evangelio de San Mateo 23,2).
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PARA LA LECTIO DIVINA (3)
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SE REBELA
Y BENDICE A DIOS
Una
desgracia, un accidente... algo que, sea como sea, quiebra las ya frágiles
seguridades de una vida experta en dolor. Y todo esto le pasa al hombre
fiel, a alguien que «temía a Dios». ¿No es acaso un escándalo, una
provocación, una injusticia? ¿Cuántas veces se habrá presentado el mismo
espectáculo ante nuestros ojos? ¿Cuántas veces nos habremos encontrado
nosotros mismos en una situación semejante? A nuestras reacciones de
murmuración y de rebelión, a nuestros sobresaltos de desconcierto y de
angustia, a la vacilación de nuestra misma fe le suena desconcertante la
respuesta de Tobit, que casi nos parece de otro mundo: «Dándole gracias
todos los días de su vida». Los amigos se burlan de él, su mujer le
insulta, la ceguera le reduce a la impotencia, le sitúa entre la
incomprensión y el escarnio de sus más allegados, pero él bendice a Dios.
Nuestra
tentación consistiría en archivar el asunto como algo absurdo, imposible.
Sin embargo, si hacemos callar el tumulto de los sentimientos y de las
reacciones de defensa y nos ponemos a escuchar en un clima de verdad en el
fondo de nuestro corazón, podremos volver a encontrar un acuerdo con la
armonía de Tobit. Comprenderemos que ese hombre, humanamente hablando
destruido, se encuentra en el punto justo cuando no se rebela y bendice a
Dios. A buen seguro, esta actitud no se improvisa: Tobit «desde la niñez
había temido a Dios y observado sus mandamientos».
Una fe
débil, «dominical», podríamos decir, no basta para permanecer firmes en los
momentos difíciles. Sin embargo, una fe madura, purificada en el crisol de
la cruz, vivida en fidelidad a las cosas pequeñas de cada día, en el «sí»
disponible repetido en cada situación, nos permite llegar incluso a gestos
extremos.
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ORACION (3)
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Señor, Dios justo, purifícanos para que en
nuestro obrar no nos mueva la búsqueda del favor o de las complacencias
humanas, sino sólo el deseo de hacer tu voluntad y complacerte. Ilumina y
fortalece nuestro corazón con tu Espíritu para que, a través de las pruebas
de la vida, pueda permanecer firme en tu santo temor.
Cuando el sufrimiento, la soledad, el peso y la
fatiga del camino diario nos resulten más pesados, enséñanos a dejarnos
ayudar por ti, a unirnos más a ti, sin hacerte preguntas, sin exigir
explicaciones, fiándonos de ti cuando más oscuro se vuelva nuestro cielo.
Entonces también en nuestra oscuridad brillará la luz de la esperanza que
no defrauda y el canto silencioso de la acción de gracias a ti, Dios bueno
y fiel.
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FUENTES DE LA PAGINA
ESTA PERMITIDO EL RE-ENVIO, LA
COPIA Y LA PUBLICACIÓN DE ESTA PAGINA, SOLO NO OLVIDE DE INDICAR EL AUTOR Y
LAS FUENTES DE ORIGEN
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La Página de la Misa Diaria, está preparada y es
enviada por Pedro S. A. Donoso Brant ocds, desde
Santiago de Chile, como un servicio de apostolado, amor por Nuestro Señor
Jesucristo y por la Iglesia. Les ruego su oración, para que pueda
mantenerse este servicio y subsidio, dando gracias a nuestro Dios que tanto
nos ama.
Nota: Para la Liturgia de la Palabra, utilizo
“Liturgia Cotidiana” de Ediciones San Pablo, para el estudio y comentario
de la Palabra, utilizo los textos de la Biblia Nácar-Colunga, (SBNC) y/o
Biblia de Jerusalén (SBJ),
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Para la Lectio Divina, Lectio Divina para cada día del año, de Giorgio Zevini y Pier Giordano Cabra (Eds.) y/o, Intimidad
Divina, Fr. Gabriel de Santa M. Magdalena ocd.
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