ANTÍ
FONA DE ENTR ADA Cf. Est 4, 17
Señor,
todo está bajo tu poder y nada puede resistir a tu voluntad. Tú hiciste el
cielo y la tierra y todo lo que está bajo el firmamento; tú eres el Señor
del universo.
ORACIÓN
COLECTA
Dios
todopoderoso y eterno, que con amor generoso sobrepasas los méritos y los
deseos de los que te suplican, derrama sobre nosotros tu misericordia
perdonando lo que inquieta nuestra conciencia y concediéndonos aún aquello
que no nos atrevemos a pedir. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que
vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los
siglos de los siglos.
LECTURA
Gál 3, 1-5
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los
cristianos de Galacia.
Gálatas
insensatos, ¿quién los ha seducido a ustedes, ante cuyos ojos fue
presentado Jesucristo crucificado? Una sola cosa quiero saber: ¿ustedes
recibieron el Espíritu por las obras de la Ley o por haber creído en la predicación?
¿Han sido tan insensatos que llegaron al extremo de comenzar por el
Espíritu, para acabar ahora en la carne? ¿Habrá sido en vano que recibieron
tantos favores? ¡Ojalá no haya sido en vano! Aquél que les prodiga el
Espíritu y está obrando milagros entre ustedes, ¿lo hace por las obras de la Ley o porque han creído en
la predicación?
Palabra de Dios.
Comentario
Dos veces llama Pablo a los gálatas
como “insensatos”, y a través de una serie de preguntas apela a su
experiencia cristiana y a que comparen su vida anterior con la de ahora.
Los desafía a confesar si fue la observancia de la Ley o bien la fe en el
evangelio que él les predicó, lo que produjo la efusión de los dones del
Espíritu.
SALMO
Lc 1, 69-75
R. ¡Bendito sea el Señor, Dios de Israel!
Nos
ha dado un poderoso Salvador en la casa de David, su servidor, como lo
había anunciado mucho tiempo antes por boca de sus santos profetas. R.
Para
salvarnos de nuestros enemigos y de las manos de todos los que nos odian.
Así tuvo misericordia de nuestros padres y se acordó de su santa Alianza.
R.
Se acordó
del juramento que hizo a nuestro padre Abraham de concedernos que, libres
de temor, arrancados de las manos de nuestros enemigos, lo sirvamos en
santidad y justicia bajo su mirada, durante toda nuestra vida. R.
ALELUYA
Cf. Hech 16,14
Aleluya.
Señor, abre nuestro corazón, para que aceptemos las palabras de tu Hijo.
Aleluya.
EVANGELIO
Lc 11, 5-13
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san
Lucas.
Jesús
dijo a sus discípulos: Supongamos que alguno de ustedes tiene un amigo y
recurre a él a medianoche, para decirle: «Amigo, préstame tres panes,
porque uno de mis amigos llegó de viaje y no tengo nada que ofrecerle», y
desde adentro él le responde: «No me fastidies; ahora la puerta está
cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados. No puedo levantarme para
dártelos». Yo les aseguro que aunque él no se levante para dárselos por ser
su amigo, se levantará al menos a causa de su insistencia y le dará todo lo
necesario. También les aseguro: pidan y se les dará, busquen y encontrarán,
llamen y se les abrirá. Porque el que pide, recibe; el que busca,
encuentra; y al que llama, se le abrirá. ¿Hay entre ustedes algún padre que
da a su hijo una serpiente cuando le pide un pescado? ¿Y si le pide un
huevo, le dará un escorpión? Si ustedes, que son malos, saben dar cosas
buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a
aquéllos que se lo pidan!
Palabra del Señor.
Comentario
La constancia, la perseverancia y
sobre todo la convicción de las cosas infinitamente buenas que se lograrán,
son la garantía de que Dios nunca dará nada que no sea útil y saludable
para quienes se empeñan en vivir el proyecto de Jesús.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe,
Señor, la oblación instituida por ti y, por estos sagrados misterios que
celebramos, danos la gracia de tu redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA
DE COMUNIÓN Lam 3, 25
El
Señor es bondadoso con los que esperan en él, con aquellos que lo buscan.
ORACIÓN
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios
todopoderoso, sácianos con el sacramento del Cuerpo y de la Sangre de tu Hijo, para
que nos transformemos en aquello que hemos recibido. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
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"Pidan y se les dará"
Lc 11, 5-13
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
1. NO
SE DEBE SER NEGLIGENTE Y DESCUIDADO CON LA ORACIONES
En los versículos
anteriores, (Lc 11, 1-4), a petición de los apóstoles, Jesús nos enseñó
como orar, ahora nos quiere dejar en claro que no hay que ser pusilánime,
esto es falto de ánimo o de valor para soportar las penas, y no se debe ser
negligente y descuidado con la oraciones y que si no somos oídos a la
primera o la segunda, no dejemos de orar. En otras palabras, es bueno tener
paciencia en las oraciones.
2. “SI
UNO DE VOSOTROS TIENE UN AMIGO”
Dice Jesús, “Si uno de
vosotros tiene un amigo”. ¿Cómo podríamos definir lo que es un amigo?,
Parece que lo más cercanos a lo que entendemos, es con el que tiene una
relación de amistad o de afecto y confianza, pero además yo agregaría, una
relación personal desinteresada, que nace y se fortalece con el trato y
está basada en un sentimiento recíproco de cariño y simpatía y también de
amor mutuo. ¿Quién es este amigo? ¿Quién es más amigo nuestro que aquel que
ha entregado su vida por nosotros? Este amigo es Jesús.
Luego dice y, acudiendo
a él a medianoche, Aquí se nos da a conocer otro precepto, es decir a una
hora impensada, y que oremos en todo momento (no sólo durante el día sino
también de noche). Como pidió David cuando decía (Sal 118,62): "Me
levantaba a media noche a tributarte gracias".
3.
¿CUÁNTO DEBEMOS ORAR?, ¿A QUE HORA DEBEMOS ORAR?
¿Cuánto debemos orar?,
¿A qué hora debemos orar?, ¿Por quién debemos orar?, cuanto más caemos y
cuanto más pecamos, cuanto más necesitamos, nosotros y nuestros amigos, por
esos dice "Amigo, préstame tres panes, porque ha llegado de viaje a mi
casa un amigo mío y no tengo qué ofrecerle"
¿Qué son estos tres
panes?, es el alimento divino, porque puede suceder que ha llegado un amigo
fatigado de un mal camino, trasnochado y de mala vida, y nos pida ayuda en
la fe a fin de cambiar el rumbo, y no sepamos que darle, entonces acudimos
a la ayuda, a los Evangelios u otro fragmentos de las Sagradas Escrituras y
a la oración.
4.
ALGUNAS VECES SE TARDA EN RECIBIR, Y DEBEMOS INSISTIR CUANDO NECESITAMOS
Pero aquí en el
ejemplo que nos pone el Maestro dice: "Y aquél, desde dentro, le
responde: "No me molestes; la puerta ya está cerrada” ¿frente a esta
puerta cerrada, como debiéramos actuar? No por esto vamos a abandonar
nuestro interés, porque algunas veces se tarda en recibir, y debemos
insistir cuando necesitamos, y todo lo que se adquiere con mucho trabajo,
se conserva con cariño. Cuanto más veamos cerradas las puertas, más debemos
orar. (Pablo Col 4,3) “A la vez, orad también por nosotros, a fin de que el
Señor nos abra una puerta para la palabra, para comunicar el misterio de
Cristo”
Y sigue el relato: “Y
mis hijos y yo estamos acostados; no puedo levantarme a dártelos",
En efecto muchos de
los que reparten la sabiduría de los evangelios, como el buen pan
necesitado, el mejor de los alimentos, y que anduvieron predicando por todo
el mundo, están ya en reposo misterioso con el Señor. El lecho es el
descanso del Salvador.
5. “YO
OS DIGO: PEDID Y SE OS DARÁ”
Luego Jesús, nos añade
una exhortación y nos estimula en extremo a buscar, a pedir y a llamar,
hasta que recibamos lo que pedimos. Entonces nos dice: “Yo os digo: Pedid y
se os dará”. Esto tiene fuerza de cumplimiento, porque todo lo que viene de
Dios se hace. Luego haciéndonos ver la pequeñez inexcusable de nuestra fe,
nos añade; “buscad y hallaréis”. Las cosas que se buscan exigen mucho
cuidado, principalmente lo que está en Dios, porque son muchas las cosas
que dificultan nuestros sentidos. Así como buscamos cosas perdidas así
debemos buscar a Dios con ganas de encontrarlo.
6.
"LLAMAD Y SE OS ABRIRÁ".
Mostremos también
interés en que vamos a la puerta para que se nos abra y aunque no se abra
inmediatamente, no perdamos la esperanza que se nos abrirá. Jesús así nos
ha dicho, y su palabra es verdad que se cumple, por esto añade:
"Llamad y se os abrirá". Porque si continuamos pidiendo,
recibiremos sin duda. Por esto está cerrada la puerta, para obligarnos a
que llamemos; por ello no contesta afirmativamente en seguida, para que pidamos
encarecidamente. El Señor no nos invitaría tanto a que pidiésemos si no
quisiera darnos, porque más quiere dar el Señor, que nosotros recibir.
7. ¿POR
QUÉ MUCHOS QUE ORAN NO SON OÍDOS?
Algunos se preguntarán
¿por qué muchos que oran no son oídos? A ellos debemos contestarles que
todo aquel que llega a pedir con recta intención, (en otra palabras
simples, seamos derecho en pedir), no omitiendo nada de lo que pueda
contribuir a obtener lo que pide, recibirá sin duda lo que ha pedido en su
ruego. Pero si alguno separa su intención del ruego justo, esto es, no pide
como corresponde o debe y entonces puede decirse que no pide. Así nos
enseña también Santiago, Stgo 4,3: "Pedís, y no recibís, porque pedís
mal"
En todo caso si
pedimos, y creemos que no hemos recibido, todo lo que hemos ofrecido al
Señor nunca estará demás.
8. EL
SABE QUE ES BUENO PARA NOSOTROS
Dios sabe lo que
necesitamos, y nos concede lo que Él sabe que es bueno para nosotros.
Algunas veces pedimos cosas que son inalcanzables, o cosas extrañas movido
por ilusiones que se nos ocurren, por ejemplo que nos ayude a ganar la
lotería, cuando pedimos a Dios algo semejante, nunca lo alcanzaremos.
En otras palabras,
cuando nuestro hijo nos pide pan se lo concedemos con gusto, porque pide un
alimento conveniente; pero cuando por falta de inteligencia nos pide una
piedra para comer, no solamente no se la damos, sino que se lo prohibimos,
porque es perjudicial hasta el deseo de ella. Este es el sentido del
evangelio, porque si entre nosotros un hijo nos pide pan ¿le daríamos acaso
una piedra? En el mismo sentido debemos entender lo de la serpiente y del
pez, cuando dice: ¿Qué padre hay entre vosotros que, si su hijo le pide un
pez, en lugar de un pez le da una culebra; o, si pide un huevo, le da un
escorpión?”
9.
TENGAMOS CONFIANZA EN LA EFICACIA DE LA ORACIÓN
Dios no solamente nos
concederá lo que le pidamos, va más allá, y se nos da así mismo, nos da su
propio Don, que es el Don de su divino Espíritu.
Tengamos confianza en
la eficacia de la oración, nuestro Padre no es indiferente a nuestras
súplicas, los tres panes, son como las tres cosas que más requerimos,
oración para pedir por nuestras necesidades, perseverancia para obtener la
gracia de lo pedido y convicción en la bondad y el amor de Dios.
Dice san Mateo; 7,11.
¡Con cuánta mayor razón el Padre de ustedes, que está en el Cielo, dará
cosas buenas a los que se las pidan!
El Señor les Bendiga
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
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PIDAN Y SE LES DARÁ
Dice el Señor: “Si
ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el
Padre del cielo dará el Espíritu Santo a aquéllos que se lo pidan!”
Hoy se nos enseña cual
debe ser la actitud interior del que se dirige a un Dios que es Padre y
profundamente amigo del hombre.
Jesús nos enseña con
dos pequeñas parábolas.
La primera, a
medianoche se va a casa de un amigo. Aquí la petición a esa hora, en
condiciones incómodas para quien debe abrir la puerta de su casa y no puede
ser atendida de inmediato. Se hace hincapié en la insistencia de quien sabe
que llama al corazón (más que a la puerta) de un gran amigo con confianza,
con la certeza confiada de obtener lo que se necesita. Jesús nos asegura
que ante la insistencia al que pidan y se le dará, el que busca encontrará,
y al que llame y se les abrirá.
La segunda parábola
profundiza en la categoría de la paternidad. “Hay entre ustedes algún padre
que…” y pone dentro de las peticiones contrastes, serpiente por pescado,
huevo por escorpión.
Pero entiendo que en el
fondo, Jesús quiere persuadirnos de que la oración nunca es una pérdida de
tiempo ni un desafío a un dios lejano y sordo. La oración tiene siempre una
respuesta positiva. Con todo, debe ser perseverante.
Y Jesús nos hace
preguntarnos; “Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus
hijos…” Quizás la pregunta hiere nuestra sensibilidad.
Y luego añade: “¡cuánto
más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a aquéllos que se lo pidan!”
Y es muy cierto, que un padre, por el hecho de serlo, no puede más que dar
cosas buenas y positivas a su hijo.
Y lo más positivo por
excelencia, es el Espíritu Santo, que se concede siempre a quien ora.
Aunque la oración
parezca no tener respuesta según nuestra lógica, siempre excesivamente
terrena, siempre es escuchada. Y el hecho de que Dios dé su Santo Espíritu
a quien ora significa que el don incluye todo verdadero bien para el que
ora.
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