MISA DIARIA DE CAMINANDO CON JESUS

"La Eucaristía es fuente y culmen de toda la vida cristiana" (LG 11)

image001

Página de Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

22 años en Internet

La edición de la Misa Diaria, Reflexión Bíblica, Lectio Divina y Santoral, enviada por correo por sistema de grupos, es las más antigua de Internet, comenzó en el año 1998 y hoy llega a más de 23.700 suscriptores. Si desea suscribirse o comunicar algo, escriba al correo electrónico: caminandoconjesus@vtr.net  

Está permitido el renvío, la copia y la publicación de esta página, solo ruego indicar el autor y las fuentes de origen.

Este subsidio está publicado todos los días en el WEB www.caminando-con-jesus.org en este ENLACE: MISA DIARIA

Cantidad de visitas acumuladas desde el año 2003 al ENLACE Misa Diaria:   Contador Gratis 

www.caminando-con-jesus.org              www.caminando-con-maria.org         www.santateresadelosandes.cl

Suscriptores: 23.700

Fecha: 6-09-2020

Edición N.º MD 8.024

LITURGIA DE LAS HORAS

facebook

 

Domingo XXIII, Ciclo A

ato23Te pediré cuentas

Mt 18,15-20

El evangelio de hoy nos presenta un aspecto que en la mayoría de las comunidades cristianas está sin estrenar. Jesús dice: “Si tu hermano peca contra ti, ve y corrígelo”. La lógica es muy sencilla: si a cualquier madre le importa su hijo y le duele lo que es malo para su hijo y le reprende porque le quiere y desea que no tenga defectos, con mayor razón al cristiano le debe importar todo hombre, sencillamente porque es su hermano. ¿Me duele cuando alguien peca? La lectura de Ezequiel es incluso más fuerte en esto: “si tú no hablas para advertir al malvado que abandone su mala conducta, el malvado morirá por su culpa, pero a ti te pediré cuenta de su sangre”. Somos responsables de los hermanos. Si viéramos a alguien que va a caer en un precipicio, le gritaríamos una y mil veces. Pues bien, da escalofrío la indiferencia con que vemos alejarse personas de Cristo y de la Iglesia y vivir en el pecado y no les decimos ni palabra. “Si tu hermano peca contra ti, ve y corrígelo”. “si tú no hablas para advertir, a ti te pediré cuenta de su sangre”. ¿Me siento responsable? Recordemos que fue Caín el que dijo: “¿Acaso soy yo guardián de mi hermano?”

Por lo demás, está claro que se trata de reprender por amor y con amor. No con fastidio y rabia o porque a uno le moleste. Es una necesidad del amor. El amor a los hermanos lleva a luchar para que no se destruyan a sí mismos. Tenemos con ellos una deuda de amor que nos impide callar, precisamente para su bien. Todo menos la indiferencia.  

Para ver la Reflexión completa de las 3 lecturas y el salmo de la Liturgia de este domingo pinchar este link: (Enlace): PALABRA DE DIOS

 

ANTÍFONADE ENTRADA Sal 118, 137.124

Tú eres justo, Señor, y tus juicios son rectos; trátame conforme a tu bondad.

ACTO PENITENCIAL

·         Tú, que pones en el amor el cumplimiento de la ley. Señor, ten piedad.

·         Tú, que nos quieres creciendo en el respeto y en el amor fraterno. Cristo, ten piedad.

·         Tú nos aseguras que te haces presente en medio de nosotros siempre que nos reunimos en tu nombre. Señor, ten piedad.

ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, que nos has redimido para hacernos hijos tuyos, míranos siempre con amor de Padre, para que cuantos hemos creído en Cristo, alcancemos la verdadera libertad y la herencia eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.

PRIMERA LECTURA Ez 33, 7-9

Lectura de la profecía de Ezequiel.

Así habla el Señor. “Hijo de hombre, Yo te he puesto como centinela de la casa de Israel: cuando oigas una palabra de mi boca, tú les advertirás de mi parte. Cuando yo diga al malvado: ‘Vas a morir’, si tú no hablas para advertir al malvado que abandone su mala conducta, el malvado morirá por su culpa, pero a ti te pediré cuenta de su sangre. Si tú, en cambio, adviertes al malvado para que se convierta de su mala conducta, y él no se convierte, él morirá por su culpa, pero tú habrás salvado tu vida”.

Palabra de Dios.

COMENTARIO: El profeta Ezequiel anuncia lo que leeremos en el evangelio de hoy: advertir, corregir y no condenar... Ayudar a salvar la vida del hermano es la tarea primera. Sólo por consecuencia, un modo también de protegernos a nosotros mismos.

SALMO Sal 94, 1-2. 6-9

R. Ojala hoy escuchen la voz del Señor.

¡Vengan, cantemos con júbilo al Señor, aclamemos a la Roca que nos salva! ¡Lleguemos hasta Él dándole gracias, aclamemos con música al Señor! R.

Entren, inclinémonos para adorarlo! ¡Doblemos la rodilla ante el Señor que nos creó! Porque Él es nuestro Dios, y nosotros, el pueblo que él apacienta, las ovejas conducidas por su mano. R.

Ojala hoy escuchen la voz del Señor: “No endurezcan su corazón como en Meribá, como en el día de Masá, en el desierto, cuando sus padres me tentaron y provocaron, aunque habían visto mis obras”. R.

SEGUNDA LECTURA Rom 13,8-10

Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Roma.

Hermanos: Que la única deuda con los demás sea la del amor mutuo: el que ama al prójimo ya cumplió toda la Ley. Porque los mandamientos: “No cometerás adulterio, no matarás, no robarás, no codiciarás”, y cualquier otro, se resumen en éste: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. El amor no hace mal al prójimo. Por lo tanto, el amor es la plenitud de la Ley.

Palabra de Dios.

COMENTARIO: Toda norma queda condicionada frente a la ley del amor. En este mundo globalizado y competitivo: ¿cuántas deudas hay porque se olvida vivir la esencia del amor? Mirando la primera lectura y el evangelio de este domingo, ya la luz de esta carta a los romanos, subrayemos al perdón como el gesto más grande del amor cristiano.

ALELUYA 2Cor 5,19

Aleluya. Dios estaba en Cristo, reconciliando al mundo consigo, confiándonos la palabra de la reconciliación. Aleluya.

EVANGELIO Mt 18, 15-20

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.

Jesús dijo a sus discípulos: “Si tu hermano peca contra ti, ve y corrígelo en privado. Si te escucha, habrás ganado a tu hermano. Si no te escucha, busca una o dos personas más, para que el asunto se decida por la declaración de dos o tres testigos. Si se niega a hacerles caso, dilo a la comunidad. Y si tampoco quiere escuchar a la comunidad, considéralo como pagano o publicano. Les aseguro que todo lo que ustedes aten en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desaten en la tierra, quedará desatado en el cielo. También les aseguro que si dos de ustedes se unen en la tierra para pedir algo, mi Padre que está en el cielo se lo concederá. Porque donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre, yo estoy presente en medio de ellos”.

Palabra del Señor.

COMENTARIO: Jesús decía en otro contexto: “entre ustedes no debe suceder así” (Cfr. Mc 10, 4 1-45). Vale este mandato en relación al pecado y al perdón. Los auténticos discípulos de Jesús no se prestan a condenar apresuradamente al otro. Primero llaman a la reflexión y a la reconciliación. Están dispuestos a liberar al culpable del mal y a llegar al abrazo de la paz. Buscan llegar sin ataduras al juicio final.

CREDO

ORACION UNIVERSAL

Hermanos, Jesús nos ha dicho: (Mt 18,19) " Si dos de ustedes se unen para pedir algo en oración, mi Padre se lo dará” Confiados en su palabra, roguemos con fe a su Padre y nuestro Padre.

·         Por nuestra Iglesia. Que el Espíritu Santo suscite en ella centinelas que, como Ezequiel, (Ez 33,7), transmiten fielmente la Palabra de Dios.

·         Por nuestra comunidad. Que cada uno se apresure a ser escuchado en el cielo. (Mt 18,19)

·         Por cada uno de nosotros. Que no cerremos nunca nuestro corazón a la Palabra que cada día nos invita al gozo y a la adoración. (Sal 95,7)

·         Por quienes han tenido que emigrar a otros países  y por quienes han venido a nuestra patria en busca de mejores condiciones de vida, para que todos se sientan acogidos y ayudados con amor fraterno

S. Señor Jesús que dijiste: " Cuando dos o tres de ustedes están reunidos en mi nombre, Yo estoy en medio de ellos". (Mt 18,20), Aquí estamos reunidos en tu presencia delante de ti. Te rogamos: Quédate en medio de nosotros, y enséñanos a celebrar a tu Padre hoy, mañana y en los siglos de los siglos.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Dios nuestro, fuente del amor sincero y de la paz, concédenos glorificar tu nombre con estas ofrendas que te presentamos; y por la participación en la eucaristía ayúdanos a vivir unidos en un sólo corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE COMUNIÓN Sal 41,2-3

Como la cierva sedienta busca las corrientes de agua, así mi alma suspira por ti, mi Dios. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios viviente.

O bien: Cfr. Jn 8, 12

Yo soy la luz del mundo, dice el Señor. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Señor nuestro, que alimentas y vivificas a tus fieles con tu palabra y con los sacramentos del cielo, concédenos aprovechar de tal manera estos dones de tu Hijo amado que merezcamos participar siempre de su vida divina. El que vive y reina por los siglos de los siglos.

  REFLEXIÓN BÍBLICA

 

“Si tu hermano peca contra ti, ve y corrígelo”

Mt 18, 15-20

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

1.     TU HERMANO PECA CONTRA TI

“Si tu hermano peca contra ti.” En el evangelio de Mateo, “hermano” es, por el contexto el equivalente al cristiano. Se parte de una falta del prójimo para exponerse la actitud cristiana ante la misma. Si se trata de una verdadera falta, se ha de buscar el bien del “hermano”, del cristiano; por eso, lo primero es hacérselo notar para remediarlo. Pero a solas, “en privado” por justicia, caridad y actitud pedagógica. “Si te escucha, habrás ganado a tu hermano”, es decir si oye, se habrá ganado un hombre para Dios.

Si tampoco es eficaz, queda el recurso a la Iglesia, “Si se niega a hacerles caso, dilo a la comunidad”, todo ello pensando en la influencia benéfica que puede recibir de la asamblea y del resto de sus amigos. Si no oye, es ya mala voluntad o cerrazón.

Parece ser esto ya redacción de alguna Iglesia con necesidades especiales. Lo que ya aparece es la Iglesia constituida, por lo que su redacción refleja este campo. Aparte de la testificación judicial, se decía en la Toráh: “El que reprende a su prójimo (judío) por amor a Dios, tendrá parte con Dios.”

Cristo no estableció reglas, sino principios, es así como la enseñanza directa de Jesucristo es el celo y discreción en el ejercicio de la caridad.

2.    “VE Y CORRÍGELO”

Este fragmento del evangelio de Mateo se encuentra después de la parábola de la oveja perdida y la solicitud de Jesús con los pequeños, con las personas más débiles en la fe y, por lo tanto, más expuestas al peligro del desaliento o la deserción. El presente relato se puede leer como la ilustración práctica de la búsqueda solícita de la oveja perdida. Sin embargo, si hacemos una lectura ligera de las palabras de Jesús, nos puede dar la impresión de que se trata de un discurso duro, ya que enumera detalladamente una serie de normas disciplinares y concluye con una sentencia judicial. Pero en realidad, la enseñanza de Jesús responde a una preocupación pastoral: salvar a los hermanos más frágiles y exhortar a todos para que se responsabilicen del hermano que ha pecado y le ayuden a volver.

Jesús nos hace una petición categórica, en el fondo es un mandato, “ve y corrígelo” y se  sobreentiende que se requiere valor para corregir al hermano extraviado y que además es necesario vencer una resistencia interior para dar este paso, pues el bien del hermano vale más que el malestar percibido, y, a gusto y por él, se sacrifica el propio bienestar. Jesús nos recomienda un modo como hacer la corrección fraterna. Se parte con una primera tentativa amonestante, cara a cara, con delicadeza y discreción, sin intención de humillar o mortificar, sino con el deseo de comunicar el sufrimiento de la comunidad, causado por el pecado y la separación, y a la espera de abrazar afectuosamente al hermano.

Si este intento fracasa, se recurre a la corrección en presencia de dos o tres testigos; y sólo en el caso de un ulterior fiasco se hace partícipe del problema a toda la comunidad

3.    LA CORRECCION FRATERNA

Muchas veces nos enfrentamos a lo que llamamos la “Corrección Fraterna”, o porque nos vemos en la necesidad de hacerla o porque alguien nos quiere ayudar. Pero también es cierto que en muchas ocasiones esta corrección no es tal, en especial cuando observamos que no se hace por amor y es un cierto juzgamiento velado en una falsa corrección y se apela a este concepto con una disfrazada caridad.

El ideal del hombre que quiere ser apóstol eficaz es cultivar con la gracia las cualidades humanas: Corazón noble, ser humano, compasivo y generoso. Tener una conciencia recta, una actitud social impecable y una voluntad inflexible, decidida, firme y perseverante.

La verdad es la verdad y hemos de profesar un culto ferventísimo a la verdad, salvada siempre la prudencia y la caridad. Lo que no está bien hecho no está bien hecho aunque lo haga el más amigo que yo tenga, pero manteniendo la cordialidad y dulzura.

4.    UN ACTO DE CARIDAD

Este “repréndele” es acto de caridad, por amor a un hermano, y aplicamos la corrección fraterna, porque estamos buscando su bien y lo hacemos como nos lo pide Jesús, en primera instancia, en privado y no divulgamos lo conversado. Ahora bien, si a quien queremos corregir no nos oye, nos pide Jesús aplicar la corrección con dos testigo y en último caso junto a la comunidad.

No debemos olvidar, que esta corrección fraterna, está contenida en el mandato del servicio a los más pequeños y del perdón sin límites. También se enmarca en la condena del escándalo, como de la falta de misericordia.

Muchas veces oímos y expresamos la palabra caridad, esto nos invita a reflexionar en profundidad el significado de esta a fin de no olvidar su sentido, es una palabra muy bella, con mucho sentimiento, caridad es la actitud solidaria con el sufrimiento ajeno, es así como damos una limosna por caridad, porque queremos ir en auxilio de quien lo necesita y lo hacemos por amor a Dios. Caridad es la virtud sobrenatural infusa (gracias y dones que Dios infunde en el alma) por la que la persona ama a Dios sobre todas las cosas por sí mismo (no por interés) y ama al prójimo por Dios.

La caridad no es indecorosa, ni busca lo suyo propio. No se irrita, ni lleva cuentas del mal. (Cor.1- 13,5)

5.    UN ACTO DE AMOR FRATERNO

Toda nuestra vida, como hijos de Dios, tenemos que hacerla de la mejor forma,  con y por la caridad, en ella se expresa fielmente el amor fraterno, es así como Jesús siempre nos enseña que hemos de dar y buscar el amor al prójimo.

Ciertamente, la corrección fraterna, debe efectuarse con la amabilidad con la cual la haría Cristo, no exentos de franqueza y sinceridad, pero fundamentalmente con sentimientos profundos de amor al hermano que ha caído en falta, y su fin no es otro que desear su bien, sobre todo su bien eterno.

El amor fraterno, nos debe impedir el permanecer indiferentes, es decir no nos encojamos de hombros si sabemos que alguien está en peligro porque no va por el camino justo o camina por sendas del error. No tengamos temor, es precisamente la palabra de Cristo la que nos exige a no dejar caer en falta a un hermano.

6.    CRISTO CORRIGE A SUS APOSTOLES

Los Apóstoles convivían a diario con Cristo, eran hombres sencillos, por tantos se manifestaban tal como eran a un Jesucristo que los amaba como ama Dios, pero que vive como hombre y con un corazón humano que no pierde ocasión para corregirle y enseñarles el buen camino. Como sabemos, el Señor los quiere santos.

En una ocasión Juan le dijo: “Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y no viene con nosotros y tratamos de impedírselo porque no venía con nosotros. Pero Jesús dijo: No se lo impidáis, pues no hay nadie que obre un milagro invocando mi nombre y que luego sea capaz de hablar mal de mí.”  (Marcos (SBJ) 9)

Lo que ha hecho Jesús, es hacerle ver a sus discípulos que es no partidario de los celos que ellos tienen, hoy a nosotros nos dice que no debemos confundir los intereses de El Hijo de Dios, con los nuestros. Lo que nos debe interesar es la Gloria del Señor, no la nuestra.

En efecto, en algunas ocasiones nos confundimos, estamos celosos y la verdad es que estamos envidiosos, porque nos sentimos postergados, como si estuviéramos en segundo lugar, como si otros nos opacaran y nos hacen sombra y nos duele esta situación.

7.    CUIDADO CON CONFUNDIRSE, CORREGIR POR AMOR.

Por otra parte, debemos apoyar al que hace el bien. Es importante saber ver que lo que importa en la lucha contra el mal y la maldad, sin importar quien la realiza, ni donde ni como se hace. Debemos sentirnos gozosos cuando otros están trabajando por el bien de los demás. Debemos apoyar a los que hace el bien, no envidiarlos. No debemos confundirnos, y oremos por los que en nombre del Señor trabajan por su gloria, sin preocuparnos si ellos brillan más que nosotros.

A menudo sucede que nos confundimos en el concepto de la corrección fraterna,  y esta se extiende más allá de lo que nos pide el Señor, y en vez de corregir, solo causamos heridas y dolor, por tanto debemos ser muy prudentes al hacerla, es decir esta debe hacerse siempre con caridad y como respuesta a cariño que tenemos a quien se la pedimos.

Nos enseña San Agustín: corregir por amor; no con deseos de hacer daño, sino con la cariñosa intención de lograr su enmienda Si así lo hacemos, cumpliremos muy bien el precepto: "si tu hermano pecare contra ti, repréndelo estando a solas con él" ¿Por qué lo corriges? ¿Porque te apena haber sido ofendido por él? No lo quiera Dios. Si lo haces por amor propio, nada haces. Si es el amor lo que te mueve, obras excelentemente. Las mismas palabras enseñan el amor que debe moverte, si el tuyo o el suyo: "si te oyere -dice- habrás ganado a tu hermano"  Luego has de obrar para ganarle a él. (Sermón 2, 4.)

8.    LA CORRECCIÓN FRATERNA, DEBE LLEVAR IMPLÍCITA LA GENEROSIDAD.

Nuestra actitud cristiana, debe ser espejo del carácter de Nuestro Señor Jesús, debe tener incluida toda la generosidad que tiene el corazón de Cristo. Si le amamos, debemos dar testimonio con nuestra conducta, para que más hombres se entusiasmen seguir a Jesús. Si mostramos una actitud digna de ejemplo, si entre nosotros nos tratamos como si estuviéramos tratando con Cristo, no me cabe la menor duda que más hombres buscarían sentirse nuestro prójimo de la forma como nos enseña el Señor.

Si mostramos egoísmo, ¿Cómo podemos al mundo que queremos atraer convencer del gran amor de Dios? ¿Cómo podemos explicar la generosidad de Dios? “Porque de tal manera Amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, más tenga vida eterna” (Juan 3,16)

Por la generosidad de Dios, fuimos rescatados de una vida sin esperanza, por el sacrifico de Jesucristo nos fueron perdonados nuestros pecados, fuimos sanados de nuestras enfermedades y fuimos liberados del mal. Esa es la gran generosidad del corazón de Dios. A nosotros nos compete demostrar lo mismo. Si el corazón de Dios es de toda generosidad, la generosidad debe comenzar en nuestros corazones. “Por tanto, sed imitadores de Dios como hijos amados” (Efesios 5,1),

9.    AL CORREGIR, CUIDÉMONOS DE NO JUZGAR.

Qué fácil es criticar, juzgar y de esta forma llegar a despreciar a los demás. Se critica censurando negativamente a las personas y sus actos, se juzga a las personas valorando sus acciones o sus condiciones y se emite un  dictamen o sentencia sobre ellas pensando que se tiene autoridad para ello, desde allí, el desprecio al criticado y juzgado es el paso siguiente. Sin embargo juzgar es un pecado grave. Jesucristo mismo ha dicho: Hipócrita, sácate primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver claro para sacar la paja del ojo de tu hermano (Lc 6, 42). Las faltas y los pecados que más conocemos íntimamente, son los nuestros, y nosotros sabemos mejor que nadie lo soberbios que somos. También sabemos cuáles son las cosas buenas que hacemos. Así mismo, conocemos el fariseo que llevamos dentro.

Entonces no existe nada más grave, que juzgar o despreciar al prójimo. ¿Por qué mejor no nos juzgamos a nosotros mismos, ya que conocemos íntimamente nuestras faltas, pecados y defectos, de los cuales sabemos que deberemos rendir cuenta a Dios? ¿Para qué pretender hacer lo que le corresponde a Dios al juzgar a los hombres? ¿A caso, a nosotros nos corresponde autorizar o cerrar las puertas del cielo a los hombres?

Si bien es cierto nosotros hacemos bien en llevar el mensaje de salvación a nuestro prójimo, es una preocupación muy agradecida, tenemos que preocuparnos por nosotros mismos, por nuestras faltas, nuestras propias miserias. Sólo a Dios le corresponde el juzgar, hacer justicia y condenar. El  conoce el estado del alma de cada uno, Él sabe de nuestras fuerzas, a Él le consta nuestro comportamiento, Él sabe cuáles son nuestros dones, y nos va a juzgar a cada uno de forma diferente.

10.  LA CORRECCIÓN FRATERNA, NO ES UN JUICIO

La corrección fraterna, no es un juicio, es una observación, un consejo de profundo amor y delicadeza, un deseo verdadero de salvar al hermano, buscando que esta se transforme en delicada fraternidad, donde este presente el amor para oír y comprender.

No debemos ser autoritarios para corregir, tampoco debemos hacerla con hipocresía ni escudándonos en frases de buena crianza, algo que es habitual, comenzamos disculpándonos por hacerla, algo que no hace falta.

No debemos tratar de desahogarnos, solo buscar el bien del hermano. Tampoco es buena la actitud paternalista ni menos la que se hace por sentirse con el derecho o el poder de corregir, sino que por amor.

Tampoco debemos caer en el hecho de que nos sentimos mejor que el hermano que estamos corrigiendo, es decir es bueno tener siempre presente que yo tampoco puedo tirar la primera piedra; y que si corrijo al hermano es por hacerle el regalo de un sentimiento mío negativo que me cuesta expresar (me resultaría más cómodo y fácil callar), pero que, al compartirlo aclarará nuestra relación y estrechará, a la larga, lazos más fuertes.

Debemos cuidarnos de no decir tu siempre haces esto, tu tiene que hacer esto otro, o tú tienes que actuar de esta manera, es mejor, siempre que sea así de sincero, “me causa dolor cuando te veo en esta actitud” o “sufro porque te veo caer en tal cosa”, a fin de mostrar verdadera inquietud por el hermanos que deseamos ayudar a corregir.

11.  PIDAMOS LA AYUDA Y LA PRESENCIA DEL SEÑOR  

Y nos dice el Señor: “les aseguro que si dos de ustedes se unen en la tierra para pedir algo, mi Padre que está en el cielo se lo concederá. Porque donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre, yo estoy presente en medio de ellos”.

Si hemos de ayudar y corregir, pidamos la ayuda y la presencia del Señor. Esta presencia de Cristo no ayudará a ver la rectitud de los juicios que se puedan emitir, en esta perspectiva se supone que no se pedirá nada al margen de lo que deba pedirse. Aparte que aquí en lo que principalmente se insiste es en la eficacia de la oración en común. ¿Por qué esta eficacia? Porque, cuando éstos están reunidos “en mi nombre” “por causa de él.,” “en nombre de él.” “yo estoy presente en medio de ellos”, porque Jesús nos da una garantía de estar El mismo presente entre los que oran así. Esta reunión con Cristo, no nos hará pedir nada al margen de su voluntad y nos hará recibir, además de la fuerza de su vinculación, la presencia mística y complacida de Él “en medio de ellos.”

Nos ha dicho Jesús, "a ustedes, los llamo amigos” (Jn 15,15-16). Nuestro trato de amistad y nuestra relación inseparable en Cristo, nos hará verdaderos compañeros, preocupados del otro, solidarios y nos ayudará a construir puertas transparentes para entrar a los sentimiento de hermandad que nos hará orar en un mismo espíritu. No olvidemos nunca, que si nos amamos, estamos amando a Dios.

12.  NUESTROS ENCUENTROS EN PRESENCIA DE DIOS Y EN PRESENCIA DE NUESTROS HERMANOS,

¿No es cierto que una Madre se alegra de que sus hermanos sean unidos y se quieran entre sí? Bajo el amparo de nuestra Madre, María Santísima, hagamos de la oración conjunta un buen ejercicio de amistad, recordando las enseñanzas de nuestro hermano Jesús, que nos ha llamado “amigos”. La amistad es compartir, acompañar y hacer que la vida de unos a otros viva en confianza y apertura para oír al hermano orante, Dios mismo habla por la voz de los demás, por eso, cada hermano con gran respeto, y sin miedo, expresa en la oración su palabra y sus sentimientos, como cuando el cantor nos entrega a nosotros su voz hecha canto. La amistad reconoce la experiencia de fe de cada uno y al entregarnos vamos encontrando el camino que andamos buscando.

La oración de grupo, es la que hace posible que broten instancias de comunión donde se cultiva la gratuidad. La oración en grupos, abre un surco de gracia en nuestra tierra. Nuestros encuentros en presencia de Dios y en presencia de nuestros hermanos, nos hará ser constructores de un mundo nuevo. En la oración y como hombres de oración, nos hará verdaderos intérpretes y constructores de la voluntad de Dios.

El Señor les Bendiga

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

Domingo XXIII del Tiempo Ordinario Ciclo A

PARA LA LECTIO DIVINA  (3)

 

LA CORRECCION FRATERNA

La Palabra de Dios propuesta por la liturgia orienta nuestros pasos y guía nuestra mente y nuestro corazón hasta el mandamiento evangélico de la corrección fraterna: el profeta Ezequiel proclama la responsabilidad personal, el apóstol Pablo recuerda que en el amor mutuo hunde sus raíces y, por último, el evangelista Mateo enseña a practicarla con el estilo de Jesús.

Frente a este tema experimentamos una sensación de malestar, una cierta resistencia. Y a menudo -así hay que reconocerlo- eludimos la corrección fraterna. Por tanto, es necesario redescubrir el sentido teológico profundo de la corrección fraterna. Contemplemos con mirada atenta el misterio de la cruz de Jesucristo; mediante la cruz nos llega la salvación; la cruz es el signo del gran amor que Dios nos tiene; salvándonos, nos hace portadores de su salvación. La auténtica corrección fraterna nace justo “en ese punto de encuentro donde la salvación obtenida se convierte en salvación entregada, donde un pecador perdonado se convierte en instrumento de perdón redentor, de mediación salvadora, y sale al encuentro del hermano, pecador como él, para que acoja el don de Dios, igual que él” (A. Cencini).

Si la cruz de Jesús es el centro de la experiencia religiosa personal, también será el centro de la fraternidad que se reúne en su nombre: por la cruz pasará nuestra interrelación. Sólo la cruz de Jesús tiene el poder de juzgar y reconciliar, y si vivo en la escucha humilde y sincera de la Palabra de la cruz, si me dejo «radiografiar» en mi verdad y forjar en la verdad de Dios-Amor, entonces, y sólo entonces, podré ser un instrumento de corrección y reconciliación, libre de cualquier tipo de juicio. Este camino de corrección fraterna evita tanto los excesos de la impotencia como de la prepotencia, excesos -uno y otro- que revelan un escaso sentido de la comunicación y de la disponibilidad para corregir y dejarse corregir fraternalmente.

Todavía resuenan hoy las proféticas palabras de Pablo VI en su exhortación Paterna cum benevolentia: «La corrección fraterna es un acto de caridad mandado por el Señor [...]. Su práctica obliga a quien la realiza a sacar primero la viga de su ojo (cf Mt 7,5), para que no se pervierta el orden de la corrección. La práctica de la misma se dirige desde el principio como un movimiento a la santidad, que sólo puede obtener en la reconciliación su plenitud; consistente no en una pacificación oportunista que disfrazase la peor de las enemistades, sino en la conversión interior y en el amor unificador en Cristo que se deriva» (cap. VI). En esta línea comprendemos la grandeza de la corrección fraterna: un instrumento indispensable que ayuda a crecer a la comunidad y a cimentarla en el amor de Cristo.

ORACION (3)

 

Ayúdame, Señor, a permanecer enmudecido a los pies de tu cruz para escuchar tu Palabra y dejarme alcanzar y modelar por ella. Sólo la Palabra de tu cruz revela la verdad de mi vida y desvela el disfraz de mi mentira. Tu Palabra me juzga, Señor, me juzga severamente; ante ella no puedo, ni quiero, esconderme. Descubro con la delicia y la alegría del niño que, mientras tu Palabra “hiere, cura” (‘cf Job 5,18), de ella nace una vida nueva.

Descubro que “el Señor reprende a quien ama, como un padre a su hijo predilecto” (cf Prov 3,12). Descubro que “él reprende, corrige, enseña y conduce como un pastor su rebaño” (cf Sir 18,13). Y aún descubro que la Palabra de la cruz me atrae y su potencia divina acoge mi debilidad palmaria y transforma el mal en bien. Señor, ayúdame a ser según tu Palabra.

SANTORAL (4)

 

SAN ARTURO

Irlandés. Mártir de la Fe, sacrificado por los musulmanes en 1282. Este dato y los pocos más que conocemos y se dan por ciertos sobre él, proceden de las crónicas de la Orden de los Trinitarios. No es mencionado en el Martirologio Romano, ni en la monumental obra de los Bolandistas, ni en las otras colecciones hagiográficas. Su fiesta se celebra el día 1 de septiembre, aniversario, según parece, de su martirio.

En Irlanda nació este Santo, cuyo nombre llevan tantos cristianos de nuestro país y de las naciones de Occidente. Irlanda, tierra de mártires y santos, ha dado mucha gloria a Dios, a través de los siglos, por la integridad y el vigor de su fe. Recibió por primera vez el Mensaje de Salvación, la Buena Nueva de Cristo, en el siglo y, por la predicación de San Patricio, que es considerado su principal Apóstol y venerado como Patrono de la nación. Ésta fue evangelizada a base de la fundación de algunos monasterios, que fueron verdaderos centros de irradiación apostólica y de cultura cristiana. Y a medida que los naturales del país, en ritmo acelerado, se iban convirtiendo al catolicismo, Irlanda misma se convirtió en foco de luz para todo el norte-centro de Europa.

En tiempo de San Arturo la vitalidad católica de Irlanda había logrado gran auge. En su historial contaba con varios Santos y algunos teólogos famosos. Era conocido doquier, por otra parte, el dinamismo de los creyentes irlandeses, que les llevaba constantemente a empresas grandes. Nadie extrañaba, pues, que hubieran cuajado allí las órdenes Militares y la directamente emparentada con ellas, la Trinitaria. A ella perteneció nuestro Santo.

A causa de las luchas entre cristianos y sarracenos y debido a los procedimientos de piratería de éstos, yacían en la esclavitud, en todas las ciudades musulmanas, centenares y hasta miles de cristianos, sufriendo toda suerte de penalidades. Sintióse Arturo con alma generosa para trabajar y aun para ofrecer su propia vida en aras de la liberación de los infelices cautivos. Y por esto ingresó en la ínclita y tan fervorosa milicia redentora.

Pronto demostró sus actividades. Siguiendo con perfecta fidelidad las normas directrices de San Juan de Mata, fundador de la Orden, partió Arturo para el Oriente, a rescatar a los fieles que estaban prisioneros... Poco conocemos de sus andanzas por tierras semitas. Pero la celebridad de su heroísmo es indicio seguro del sendero de claridad que dejarían sus huellas, todas ellas en ruta de inmolación por Cristo. Sin cesar, resonaría en su corazón la promesa del divino Maestro: «El que pierde su vida, la recobrará».

Es casi seguro —como de las Crónicas trinitarias se colige, guardadas en el convento de Cerf-Froid— que visitó los Lugares Santos, donde se acabaría de enardecer de amor a Jesús y a su Pasión. Este amor era el que le impulsaba a laborar y luchar por la libertad de los pobres reclusos de las mazmorras mahometanas, y por la abolición total de la esclavitud. Se sabe que estuvo en Babilonia, si bien se ignora si vivió mucho tiempo en ella.

Su condición de fraile cristiano, su activismo proselitista, su celo ardiente y sus osadías, se hicieron odiosos a los discípulos del Corán. Y, según noticias de su Orden, fue apresado y allí mismo, en Babilonia, quemado vivo, por odio a la fe y a la doctrina de nuestra Religión.

A raíz de haber obtenido Fray Arturo la palma del martirio, difundióse su veneración rápidamente por amplias regiones. Y ha sido y es grande la devoción que en muchas partes se le tiene, desde el siglo XIII.

 

FUENTES DE LA PAGINA

ESTA PERMITIDO EL RE-ENVIO, LA COPIA Y LA PUBLICACIÓN DE ESTA PAGINA, SOLO NO OLVIDE DE INDICAR EL AUTOR Y LAS FUENTES DE ORIGEN

 

La Página de la Misa Diaria, está preparada y es enviada por Pedro S. A. Donoso Brant, desde Santiago de Chile, como un servicio de apostolado, amor por Nuestro Señor Jesucristo y por la Iglesia. Les ruego su oración, para que pueda mantenerse este servicio y subsidio, dando gracias a nuestro Dios que tanto nos ama.

Nota: Para la Liturgia de la Palabra, utilizo “Liturgia Cotidiana” de Ediciones San Pablo, para el estudio y comentario de la Palabra, utilizo los textos de la Biblia Nácar-Colunga, (SBNC) y/o Biblia de Jerusalén (SBJ),

(3) Para la Lectio Divina, Lectio Divina para cada día del año, de Giorgio Zevini y Pier Giordano Cabra (Eds.) y/o, Intimidad Divina, Fr. Gabriel de Santa M. Magdalena ocd,

(4) Santoral preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo.

Nota sobre la publicidad: La publicidad que pueda aparecer debajo de esta página, no es de responsabilidad de Caminando con Jesús. Este es un servicio gratuito, no recibe ningún tipo de ayuda económica y no la busca, gratuito hemos recibido mucho, gratuito queremos dar todo lo mejor que podamos, pero sin en esa publicidad no podría llegar hasta sus correos este servicio, que hoy ya llega a más de 22.000 correos.

 

Suscríbete a Misa Diaria

 

en  http://www.egrupos.net/grupo/misadiaria/alta

o

http://www.egrupos.net/grupo/caminando-con-jesus/alta

O

Escribe a caminandoconjesus@vtr.net

 

http://www.egrupos.net/grupo/caminando-con-jesus 

http://www.egrupos.net/grupo/misadiaria 

http://www.egrupos.net/grupo/montecarmelo

 

Por favor, no enviar cadenas, presentaciones que excedan en más de 1Mb, correos sin asunto (no se abre).  El correo cuenta con servicio automático para rechazar spam, y no recibe, correos reenviados o correos sin datos de quien los envía.

Si no desea seguir recibiendo este correo por favor avíseme para retirarlo del listado.

 

 

www.caminando-con-jesus.org     www.caminando-con-maria.org

caminandoconjesus@vtr.net

Contador Gratis

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

““-