MISA DIARIA DE CAMINANDO CON JESUS

"La Eucaristía es fuente y culmen de toda la vida cristiana" (LG 11)

image001

Página de Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

22 años en Internet

La edición de la Misa Diaria, Reflexión Bíblica, Lectio Divina y Santoral, enviada por correo por sistema de grupos, es las más antigua de Internet, comenzó en el año 1998 y hoy llega a más de 23.800 suscriptores. Si desea suscribirse o comunicar algo, escriba al correo electrónico: caminandoconjesus@vtr.net  

Está permitido el re-envío, la copia y la publicación de esta página, solo ruego indicar el autor y las fuentes de origen.

Este subsidio está publicado todos los días en el WEB www.caminando-con-jesus.org en este ENLACE: MISA DIARIA

Cantidad de visitas acumuladas desde el año 2003 al ENLACE Misa Diaria:   Contador Gratis 

Páginas WEB:            www.caminando-con-jesus.org        www.caminando-con-maria.org          www.santateresadelosandes.cl

Suscriptores: 23.700

Fecha: 07-10-2020

Edición N.º MD 8.055

LITURGIA DE LAS HORAS

facebook

 

Nuestra Señora del Rosario

El rezo del rosario se popularizó durante la Edad Media, como una forma de meditación para el pueblo. Dado que la gente no tenía libros para acceder a la lectura del evangelio, a través de los misterios del rosario, se proponían los momentos fundamentales de la vida de Jesús y de su Madre. Esta celebración fue instituida por san Pío V para conmemorar la victoria de Lepanto en 1571 contra la flota turca y en 1716 san Pío X la extiende a la Iglesia universal.

ANTÍFONA DE ENTRADA Cf. Lc 1 28.42

Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo, y bendito es el fruto de tu vientre.

ORACIÓN COLECTA

Señor, derrama tu gracia en nuestros corazones, y ya que hemos conocido por el anuncio del ángel la encarnación de tu Hijo Jesucristo, condúcenos por su Pasión y su Cruz, con la intercesión de la Virgen María, a la gloria de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.

LECTUR A Gál 2, 1-3. 6-14

Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Galacia.

Hermanos: Cuando subí nuevamente a Jerusalén con Bernabé, llevando conmigo a Tito, lo hice en virtud de una revelación divina, y les expuse el Evangelio que predico entre los paganos, en particular a los dirigentes para asegurarme que no corría o no había corrido en vano. Pero ni siquiera Tito, que estaba conmigo y era de origen pagano, fue obligado a circuncidarse. En cuanto a los dirigentes no me interesa lo que hayan sido antes, porque Dios no hace acepción de personas, no me impusieron nada más. Al contrario, aceptaron que me había sido confiado el anuncio del Evangelio a los paganos, así como fue confiado a Pedro el anuncio a judíos. Porque el que constituyó a Pedro Apóstol de los judíos, me hizo también a mí Apóstol de los paganos. Por eso, Santiago, Cefas y Juan –considerados como columnas de la Iglesia- reconociendo el don que me había sido dado, nos estrecharon la mano a mí y a Bernabé, en señal de comunión, para que nosotros nos encargáramos de los paganos y ellos de los judíos. Solamente nos recomendaron que nos acordáramos de los pobres, lo que siempre he tratado de hacer. Pero cuando Cefas llegó a Antioquía, yo le hice frente porque su conducta era reprensible. En efecto, antes que llegaran algunos enviados de Santiago, él comía con los paganos, pero cuando éstos llegaron, se alejó de ellos y permanecía apartado, por temor a los partidarios de la circuncisión. Los demás judíos lo imitaron, y hasta el mismo Bernabé se dejó arrastrar por su simulación. Cuando yo vi que no procedían rectamente, según la verdad del Evangelio, dije a Cefas delante de todos: «Si tú, que eres judío, vives como los paganos y no como los judíos, ¿por qué obligas a los paganos a que vivan como los judíos?»

Palabra de Dios.

Comentario

Jesús prometió a Pedro que su fe no fallaría; no le dijo que nunca se equivocaría. Los judíos no comían con los no-judíos paganos, pues esto habría sido para ellos un gesto de impureza. Pero cuando se convertían y entraban a la Iglesia, si hubieran conservado esta actitud respecto de sus hermanos cristianos de otra raza, habrían mantenido una división inaceptable entre hombres renovados por Cristo.

SALMO Sal 116, 1-2

R. ¡Vayan por el mundo y anuncien el Evangelio!

¡Alaben al Señor, todas las naciones, glorifíquenlo, todos los pueblos! R.

Porque es inquebrantable su amor por nosotros, y su fidelidad permanece para siempre. R.

ALELUYA Rom 8, 15

Aleluya. Han recibido el espíritu de hijos adoptivos, que nos hace llamar a Dios ¡Abbá!, ¡Padre! Aleluya.

EVANGELIO Lc 11, 1-4

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.

Un día, Jesús estaba orando en cierto lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: «Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó a sus discípulos».

Él les dijo entonces: «Cuando oren, digan: Padre, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino, danos cada día nuestro pan cotidiano; perdona nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a aquéllos que nos ofenden; y no nos dejes caer en la tentación».

Palabra del Señor.

Comentario

Los Apóstoles ya sabían orar y lo hacían en común como todos los judíos en las sinagogas y en los principales momentos del día. Sin embargo, al lado de Jesús han descubierto una nueva manera de vivir y de convivir, y sienten la necesidad de hablar al Padre en otra forma. Jesús esperó que ellos mismos se lo pidieran, para enseñarles a orar.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Te rogamos, Señor, que prepares nuestros corazones para ofrecer este sacrificio y así poder celebrar de tal modo los misterios de tu Hijo unigénito, que seamos dignos de alcanzar sus promesas. Él que vive y reina por los siglos de los siglos.

ANTÍFONA DE COMUNIÓN Lc 1, 31

Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Te pedimos, Señor Dios nuestro, que habiendo proclamado en este sacramento la muerte y resurrección de tu Hijo, asociados a los dolores de su pasión podamos también gozar de su consuelo y participar de su gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor.

  REFLEXIÓN BÍBLICA

 

“Padre nuestro", la oración que nos enseñó Jesús

Lc 11, 1-4

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant


1.    LA ORACIÓN DE JESÚS, EL PADRE NUESTRO

En la Iglesia de los orígenes, y durante mucho tiempo, la oración de Jesús fue el camino para aprender a orar, y también la mejor síntesis de la causa por la cual Jesús vivió y dio la vida. Llamar a Dios como Padre, rogar que llegue ya su Reino, pedir por el pan y el perdón y comprometerse a realizar su proyecto fue, y debiera ser, la señal de los cristianos.

Los evangelios nos presentan la oración del padrenuestro en dos versiones, según Mateo y según Lucas.

“Padre nuestro que estás en los cielos santificado sea tu Nombre; venga tu Reino; hágase tu Voluntad así en la tierra como en el cielo. Nuestro pan cotidiano dánosle hoy; y perdónanos nuestras deudas así como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores; y no nos dejes caer en la tentación, más líbranos del mal”. (Mateo 6, 9-13)

Padre, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino, danos cada día nuestro pan cotidiano; perdona nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a aquéllos que nos ofenden; y no nos dejes caer en la tentación». (Lucas Lc 11, 1-4)

2.    HABÍA QUE ENSEÑARLES A ORAR.

Ambos evangelistas sitúan el Padrenuestro en un contexto de enseñanzas sobre la oración, pero sus destinatarios son diferentes. Conocemos que Mateo escribió para una comunidad cristiana de origen judío. Son personas que han aprendido a orar, dentro de la tradición judía, pero deben estar atentos para que su oración no se desvirtúe. De ahí el contexto de duro ataque a la forma de orar de los fariseos. No olvidemos también que por la época que Mateo escribe existe ya una franca separación entre los cristianos y los judíos. Lucas escribe para una comunidad de cristianos helenistas o de origen griego. Son paganos, provenientes de un mundo donde la oración se hallaba en crisis y declinación. Había que enseñarles a orar.

Es importante observar que en ambas comunidades de los orígenes cristianos, el Padrenuestro formaba parte esencial de la enseñanza de la oración. Este lugar privilegiado también lo encontramos en la Didajé (Catequesis de enseñanza cristiana destinada a los catecúmenos, del siglo I d.C.), en donde, tras enseñar la doctrina de los dos caminos y el bautismo, seguía una instrucción sobre el ayuno y el padrenuestro.

3.    JESÚS REZA Y ENSEÑA EL PADRENUESTRO PORQUE PRIMERO LO VIVE Y LO PRACTICA.

En el evangelio de Mateo, encontramos el Padrenuestro en el capítulo 6, formando parte del Sermón de la Montaña (capítulos 5 al 7), y más específicamente, dentro de una serie de enseñanzas sobre la oración. En el capítulo 6, Mateo reúne varias enseñanzas de Jesús sobre los tres pilares de la piedad de los judíos: la limosna, la oración y el ayuno. En las palabras dedicadas a la oración se encuentra el Padrenuestro. Jesús comienza exhortando a no aparentar en la oración. Convoca a orar en secreto, lejos de la vista de los demás, pero cerca de los ojos de Dios. Los fariseos acostumbraban a orar en público para que la gente los viera y reconociera su fervor. Jesús critica esta disposición a exhibir la oración (Mt. 6, 5-6). Es una práctica vacía de sentido. También enseña a no excederse en palabras. Lo importante es confiarse en las manos de Dios (Mt. 6, 7-8). A continuación enseña el Padrenuestro, como modelo de oración (Mt. 6, 9-13), y termina alentando a vivir el perdón sincero a los demás. "El perdón -la disposición propia para perdonar y la súplica de perdón cuando es uno mismo quien ha cometido una ofensa- es la condición previa por excelencia para la oración por parte de los discípulos de Jesús." (Teología del Nuevo Testamento, J. Jeremías, pág. 227, Ed. Sígueme).

En el evangelio de Lucas, el Padrenuestro también se encuentra enmarcado en una catequesis sobre la oración. Las enseñanzas se agrupan en tres temas: el Padrenuestro (Lc. 11, 1-4), la confianza y seguridad de que Dios escucha siempre (Lc. 11, 5-8) y la eficacia de la oración al Padre (Lc. 11, 9-13).

En Lucas, los discípulos reconocen en la práctica de Jesús una nueva forma de orar, que les impresiona y quieren imitar. Un día, al finalizar su oración, uno de ellos le pide que les enseñe a orar. La comparación con Juan el Bautista y sus discípulos es importante. Era común que cada maestro transmitiese a su grupo de seguidores una oración que los uniera, una especie de credo que los identificase. Los discípulos le reclaman al Señor que él también les enseñe una oración que los reúna, que los congregue como comunidad que intenta vivir como él. El Padrenuestro es una síntesis del mensaje de Jesús, un resumen de sus motivaciones más profundas. Es importante descubrir que Jesús, cuando quiere transmitir lo medular de su predicación y su vida, no utiliza un discurso doctrinal, sino una breve oración que reúne lo más importante del sentido de su vida. Jesús reza y enseña el Padrenuestro porque primero lo vive y lo practica.

4.    ALGUNAS DIFERENCIAS EN EL TEXTO DE LA ORACIÓN

Los evangelistas recogen algunas diferencias en el texto de la oración. Lucas incluye cinco peticiones, y Mateo, en una versión más larga, siete. La pregunta de rigor ¿Cuál de las dos versiones es más antigua o cual refleja mejor el pensamiento de Jesús, es compleja de contestar? Teniendo en cuenta la extensión de ambos textos, la versión de Lucas, que es más breve, se halla contenida totalmente en el texto de Mateo. Esto hace pensar que el texto de Lucas es el más primitivo. Sin embargo al considerar los elementos comunes de ambos textos es el texto de Mateo el que parece ser más antiguo.

Por otra parte, Mateo es más extenso, incluye peticiones colocadas en lugares determinados (al final de la invocación inicial, al final de las peticiones en singular y al final de las peticiones en plural) que ayudan a obtener un estilo literario de más cuidado. También Mateo incluye la expresión aramea "deuda", al referirse a los pecados en la petición de perdón; mientras que Lucas utiliza un término más adaptado a sus interlocutores.

El uso de los tiempos verbales también fortalece al texto de Mateo. La estructura más primitiva del Padrenuestro sería, entonces una invocación, dos peticiones (o deseos) en singular, en paralelo, dos peticiones en plural, en paralelo y el pedido final.

5.    ABBA, PADRE BUENO.

La invocación de la divinidad como Padre se puede rastrear en varias culturas y civilizaciones del Antiguo Oriente, y en el mismo pueblo judío. Sin constituir la forma más común de referirse a Dios podemos encontrar varios ejemplos en el Antiguo Testamento. Sin embargo las palabras de Jesús encierran una novedad radical, que desconcierta a sus contemporáneos. Para hablar con Dios Jesús utiliza el término arameo Abba, que usaban los niños pequeños para llamar a su Padre. Con esta forma de comunicarse Jesús revela un rostro desconocido de Dios. El Dios lejano, que está en los cielos, se hace cercano y compañero, en la figura del Padre bondadoso que espera, acompaña, protege y busca el bienestar de sus hijo (Lc. 15, 11 ss)

Jesús recurre al lenguaje común del pueblo, para hablar de Dios. El hebreo estaba reservado para el culto y el arameo lo hablaba el pueblo. De esta manera nos enseña que no lo encontramos al margen de la vida, sino en medio de ella, a nuestro lado, como un Padre que sufre y se desvela por sus hijos.

Jesús, que llama a Dios, Papá, nos invita a repetir con él sus palabras. También nosotros estamos llamados a ser sus hijos, y a demostrarlo con nuestras vidas y obras, como lo hizo Jesús.

6.    LLAMAR A DIOS "PAPÁ"

Ser hijo (y poder llamar a Dios "Papá") es un gran honor y una seria y gran responsabilidad. La Iglesia desde sus orígenes entendió así esta enseñanza de Jesús y se cuidó mucho de no dar un sentido superficial a la oración del Padrenuestro. Esta era la oración de los cristianos, de los hijos, de los que seguían a Jesús, participando y construyendo el Reino. La oración de quienes se habían convertido mediante el Bautismo y habían optado por la vida de Dios. Este trato reverencial, que, lejos de ser solemne, garantizaba que se tomase "en serio" la proclamación y oración del Padrenuestro, dejó sus huellas en las fórmulas de introducción al mismo, que todavía hoy, utilizamos en nuestras celebraciones de la Eucaristía. El sacerdote introduce el Padrenuestro con las palabras "...y siguiendo sus divinas enseñanzas, nos atrevemos a decir...". Al enseñar el Padrenuestro, Jesús nos invita a participar de su filiación y nos muestra que Dios es un Padre Bueno, y que para seguirlo hay que hacerse como un niño y aprender a decir Abba desde lo íntimo de nuestro corazón.

7.    SANTIFICADO SEA TU NOMBRE, QUE VENGA TU REINO.

Las dos peticiones en singular se dirigen al Padre Bueno para pedirle con confianza que su Voluntad y su Proyecto se cumplan en la historia.

Ambas peticiones, en paralelo, apuntan a lo mismo. Pedimos que el nombre de Dios sea santificado, que llegue a nosotros su Reino de justicia. Nos confiamos en sus manos para que este mundo, de pecado, injusticia y opresión, donde muchos conocen la muerte temprana de la enfermedad, la desnutrición, la desocupación, la falta de vivienda y educación, la ausencia de oportunidades para vivir, cambie y brille "un cielo y una tierra nuevas". Pedimos que su nombre sea santo, que se realice su voluntad, que Dios, que es un Dios de Vida y Justicia, sea reconocido, tenga su lugar acá en la tierra. Pedimos para que su nombre no se tome en vano, para que no se justifique en el nombre de Dios una sociedad y un sistema que genera exclusión y desigualdad. Pedimos que su Reinado se haga efectivo. Que llegue a nosotros. Que irrumpa en la historia y la haga nueva. Pedimos porque confiamos, contra todo desaliento y angustia existencial, que el buen Dios va a reinar, e instaurar su Justicia, "así en la tierra como en el cielo". En todas partes, en toda la creación.

8.    DANOS CADA DÍA NUESTRO PAN COTIDIANO

Danos cada día nuestro pan cotidiano; Luego de invocar a Dios, Padre nuestro, y de suplicar al cielo "que venga tu Reino", volvemos los ojos a la vida cotidiana. Nos encontramos que, en este mundo, para construir el Reino, todos debemos alcanzar lo necesario para vivir, el pan nuestro, compartido, de hoy y de mañana. El pan que simboliza todo lo que es imprescindible para la vida: el pan material y el pan espiritual. El pan de la Vida, representado por Jesús, que supo dar de comer a las multitudes hambrientas, compartir su mesa con pecadores y marginados, y permanecer entre nosotros bajo la Eucaristía, como pan compartido, alimento de nuestra fe y nuestra esperanza en el Reino del Padre.

9.    PERDONA NUESTROS PECADOS

Perdona nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a aquéllos que nos ofenden. La segunda de las peticiones en plural nos recuerda la importancia de las relaciones humanas. La fragilidad de las mismas y la necesidad de la reconciliación para restablecerlas. Pedimos perdón al Padre por nuestras faltas, por las ofensas que cometemos, por las deudas que contraemos al no comprometernos eficazmente en la justicia y la construcción del Reino. Pedimos perdón por nuestras omisiones, por nuestro cristianismo cómodo que evita el conflicto y las opciones. Pedimos perdón, y nos comprometemos también a perdonar a los demás. Manifestamos con claridad nuestra intención de promover relaciones nuevas entre las personas, a partir de nuestro gesto concreto. Nos presentamos ante Dios para decirle que estamos dispuestos a perdonar, que nos animamos a ser transmisores de su perdón, porque reconocemos el perdón que Dios nos concede y la nueva oportunidad que nos brinda.

Las cuatro peticiones se entrelazan, pedimos que venga el Reino y que se manifieste concreto en el pan compartido para toda (La igualdad de oportunidades y la dignidad para todos) y una nueva manera de relacionarse, basado en el perdón y la justicia de Dios.

10. Y NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN.

La última petición sorprende. Es la única que se realiza en negativo. Implica un corte abrupto y un final tajante. Después de elevar nuestra voz al Padre, sentimos el peso de nuestras propias limitaciones. Con los pies bien puestos sobre la tierra reconocemos que es duro y difícil ser consecuente con lo que hemos pedido. Seguir a Jesús, pidiendo por el Reino, y buscando su concreción en este mundo, puede ser muchas veces un trago amargo. Sentimos la tentación de bajar los brazos, de escatimar esfuerzos, de convencernos con justificaciones, de crearnos un Dios menos exigente, o simplemente, de cerrar los ojos y los oídos, y seguir nuestro propio camino. La tentación existe, Jesús es testigo de su permanente actualidad. Jesús a lo largo de su vida conoció la tentación, de decir no la voluntad del Padre, de dar vuelta la cara a su proyecto. A fuerza de oración, entrega y fe, salió adelante y marcó el camino.

No pedimos no tener tentaciones, estas son parte de nuestra vida. Lo que pedimos es fuerza, coraje y perseverancia, para no dejarnos arrastrar por ellas y olvidar la causa del Padre: el Reino.

11. REZAR EL PADRENUESTRO HOY

Rezar hoy el Padrenuestro, es dar una mirada a Nuestro Padre, es una explosión de amor. Que gran cosa nos enseñó Jesús, hablar con Dios como con su propio Padre, dirigirse a Dios familiarmente, como dice San Juan Casiano, “es una ternura de piedad en verdad entrañable”

Padre nuestro: este nombre suscita en nosotros todo a la vez, el amor, el gusto en la oración,.. Y también la esperanza de obtener lo que vamos a pedir, dice San Agustín: “¿Qué puede El, en efecto, negar a la oración de sus hijos, cuando ya previamente les ha permitido ser sus hijos?”

Dos sabios consejos: Es necesario acordarnos, cuando llamemos a Dios 'Padre nuestro', de que debemos comportarnos como hijos de Dios (San Cipriano, Dom. orat. 11) y Es necesario contemplar continuamente la belleza del Padre e impregnar de ella nuestra alma (San Gregorio de Nisa, or. dom. 2).

El Señor les Bendiga

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

PARA LA LECTIO DIVINA  (3)

 

PABLO UNA APASIONADA ADHESIÓN A CRISTO

Lo que más me provoca en la perícopa de la Carta a los Gálatas es la libertad con respecto a todo lo que no sea el Evangelio de Cristo y su enseñanza -precisamente- liberadora. Todo formalismo, constricción y oportunismo o tradicionalismo vacíos de alma son quemados por su fuego. Existe en Pablo una apasionada adhesión a Cristo y a su verdad. Nada ni nadie le ata. Ni siquiera el temor a perder su prestigio en su confrontación con Pedro. Ejerce sin más la corrección fraterna con el mismo Pedro no para hacer triunfar su idea, sino más bien para que triunfe el esplendor de la coherencia entre el Evangelio y la vida. También es urgente que nosotros instauremos en el interior de las comunidades cristianas y religiosas esta parresía, esta franqueza de relaciones, esta apasionada búsqueda de la verdad de Cristo, como escucha de las urgencias del Reino y no de nuestros pequeños y mezquinos intereses.

SI ORO AL ABBÁ, AL TIERNÍSIMO PADRE MÍO Y DE LOS HERMANOS

Está claro que sólo en espacios y tiempos precisos de oración se consigue el coraje necesario para hacer saltar trabas, vínculos, así como viejas incrustaciones y confusiones que contaminan la verdad pura del Evangelio y esclavizan nuestro corazón. Si oro al Abbá, al tiernísimo Padre mío y de los hermanos, si le pido que sea glorificado como conviene y que su Reino de justicia, de amor y de paz venga también por medio de mi pequeña vida, tendré ciertamente la fuerza para llegar a ser cada vez más, en la parte de la Iglesia en que vivo, el que hoy estoy llamado a ser. A buen seguro, no un elemento de polémica soberbia dinamitera, que sólo destruye en sí mismo y en los otros, sino una persona tan unida a Jesús, tan embebida de todo su humilde amor, que no teme el posible resentimiento de quien es corregido por amor. Repetir también a menudo durante el día «Venga tu Reino», la ardiente petición del Padre nuestro, es un secreto de energía espiritual para querer el Reino y buscarlo en toda actitud personal y de relación.

ORACION (3)

 

Señor Jesús, tú nos dijiste que si escuchamos y vivimos tu Palabra conoceremos la verdad, «y la verdad nos hará libres» (cf. Jn 8). Concédenos, pues, orar y vivir la ardiente petición: «Venga tu Reino», que es verdad y libertad tanto de Dios como del hombre. Concédenos pedirlo con tal perseverancia que se convierta no sólo en la respiración-deseo del corazón, sino también en el coraje y el compromiso liberador de todo nuestro modo de obrar y de relacionarnos con aquellos que, como nosotros, serán Iglesia en camino hacia los esplendores del Reino

SANTORAL (4)

 

NUESTRA SEÑORA DEL SANTO ROSARIO

La fecha del 7 de octubre asocia la memoria de Nuestra Señora del Rosario con la victoria obtenida por los cristianos sobre los turcos en Lepanto en 1571. Mas hoy la Iglesia no nos invita tanto a rememorar un suceso lejano cuanto a descubrir la importancia de María dentro del misterio de la salvación y a saludarla como Madre de Dios, repitiendo sin cesar: Ave María. Al dar ella su consentimiento a Dios en la Anunciación, «se consagró totalmente a sí misma, cual esclava del Señor, a la persona y a la obra de su Hijo, sirviendo al misterio de la Redención con él y bajo él, por la gracia de Dios omnipotente» (Conc. Vaticano II, Const. sobre la Iglesia, n 56). Por eso la liturgia recuerda como formando un todo las diversas fases de ese misterio, «la encarnación de Jesucristo, su pasión y la gloria de la resurrección», pidiendo al Señor por intercesión de María que haga que comulguemos en la fe y en el amor. Para lograr que María nos escuche cuando rezamos el Avemaría, no es necesario haber meditado largamente sobre la estructura de esta plegaria. Con todo, no resultará inútil el saber que está compuesta por un saludo y una invocación. El saludo es palabra de Dios: junta la salutación del Ángel en la Anunciación y la de Isabel en la en la Visitación. Por lo que toca a la invocación, se fundamenta en la fe de la Iglesia en la maternidad divina de María para confiarle la vida presente de sus hijos y su tránsito a Dios al final de su Pascua.

El otoño nos trae una fiesta de santidad instrumental que habla de un objeto llamado santo con nombre de plantel de rosas. Es de madera, metales nobles o modestísimos, hueso o nácar, tanto da, y se conoció bajo formas diferentes desde muy antiguo, aunque no adopta las características hoy comunes hasta el siglo XVI, cuando su rezo se vincula a la victoria cristiana de Lepanto.

Esta corona a la Virgen, repetitivo y humilde como una cantilena infantil, es un Evangelio en miniatura que está al alcance de todas las inteligencias y de las memorias más torpes, así como de las situaciones espirituales más desangeladas y frías, y quizá porque conoce el paño es la devoción que María recomendó en Lourdes y Fátima, a manera de gran arma para la paz de nuestro tiempo.

En los últimos siglos, cuando la Historia tiende a hacernos creer más listos y originales, más modernos, la Virgen da la razón a los papas prefiriendo esta modalidad tan sencilla de adorar y pedir (la oración de los tontos, según los que tienen una idea muy elevada de sí mismos) en la que se nos da todo hecho menos la actitud interior, y que obliga a poner el alma en lo que se dice, como introduciendo el sentido de Dios en la monotonía de las cosas de la vida cotidiana.

Plegaria personal por el impulso que cada cual le dé, pero también voz del coro de la Iglesia, como un murmullo de niño que no se cansa de repetir lo archisabido que no puede decirse mejor, con leves pausas meditativas para volver más confiados a la música envolvente de unas palabras que suenan a eternas de pura sencillez y profundidad.

FUENTES DE LA PAGINA

ESTA PERMITIDO EL RE-ENVIO, LA COPIA Y LA PUBLICACIÓN DE ESTA PAGINA, SOLO NO OLVIDE DE INDICAR EL AUTOR Y LAS FUENTES DE ORIGEN

 

La Página de la Misa Diaria, está preparada y es enviada por Pedro S. A. Donoso Brant, desde Santiago de Chile, como un servicio de apostolado, amor por Nuestro Señor Jesucristo y por la Iglesia. Les ruego su oración, para que pueda mantenerse este servicio y subsidio, dando gracias a nuestro Dios que tanto nos ama.

Nota: Para la Liturgia de la Palabra, utilizo “Liturgia Cotidiana” de Ediciones San Pablo, para el estudio y comentario de la Palabra, utilizo los textos de la Biblia Nácar-Colunga, (SBNC) y/o Biblia de Jerusalén (SBJ),

(3) Para la Lectio Divina, Lectio Divina para cada día del año, de Giorgio Zevini y Pier Giordano Cabra (Eds.) y/o, Intimidad Divina, Fr. Gabriel de Santa M. Magdalena ocd,

(4) Santoral preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo.

Nota sobre la publicidad: La publicidad que pueda aparecer debajo de esta página, no es de responsabilidad de Caminando con Jesús. Este es un servicio gratuito, no recibe ningún tipo de ayuda económica y no la busca, gratuito hemos recibido mucho, gratuito queremos dar todo lo mejor que podamos, pero sin en esa publicidad no podría llegar hasta sus correos este servicio, que hoy ya llega a más de 22.000 correos.

 

Suscríbete a Misa Diaria

 

en  http://www.egrupos.net/grupo/misadiaria/alta

o

http://www.egrupos.net/grupo/caminando-con-jesus/alta

O

Escribe a caminandoconjesus@vtr.net

 

http://www.egrupos.net/grupo/caminando-con-jesus 

http://www.egrupos.net/grupo/misadiaria 

http://www.egrupos.net/grupo/montecarmelo

 

Por favor, no enviar cadenas, presentaciones que excedan en más de 1Mb, correos sin asunto (no se abre).  El correo cuenta con servicio automático para rechazar spam, y no recibe, correos reenviados o correos sin datos de quien los envía.

Si no desea seguir recibiendo este correo por favor avíseme para retirarlo del listado.

 

 

www.caminando-con-jesus.org     www.caminando-con-maria.org

caminandoconjesus@vtr.net

Contador Gratis

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

““-