Misa Diaria, Ciclo C

MISA DIARIA DE CAMINANDO CON JESUS

"La Eucaristía es fuente y culmen de toda la vida cristiana" (LG 11)

Página de Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

25 años en Internet, desde 1998

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9-06-2023

Edición Nº 9.630

LITURGIA DE   LAS HORAS  

 

ANTÍFONA DE ENTRADA Cf r. Sal 24,16.18

Mírame, Señor, y ten piedad de mí, porque estoy solo y afligido; mira mi pena y mis fatigas, y perdona todos mis pecados.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, cuya providencia es infalible en sus designios; te suplicamos que apartes de nosotros lo que nos hace daño y nos concedas todo lo que pueda ayudarnos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.

LECTURA        Tob 11, 5-18a

Lectura del libro de Tobías.

Ana estaba sentada con la mirada fija en el camino por donde debía volver su hijo. De pronto presintió que él llegaba y dijo al padre: “¡Ya viene tu hijo con su compañero!”. Rafael dijo a Tobías, antes que él se acercara a su padre: “Seguro que tu padre va a recobrar la vista. Úntale los ojos con la hiel del pez; el remedio hará que las manchas blancas se contraigan y se desprendan de sus ojos. Así tu padre recobrará la vista y verá la luz”. La madre corrió a echarse al cuello de su hijo, diciéndole: “¡Ahora sí que puedo morir, porque te he vuelto a ver, hijo mío!”. Y se puso a llorar. Tobit también se levantó y, tropezando, salió por la puerta del patio. Tobías corrió hacia él, con la hiel del pez en su mano; le sopló en los ojos y, sosteniéndolo, le dijo: “¡Ánimo, padre!”. Después le aplicó el remedio y se lo frotó. Luego le sacó con ambas manos las escamas de los ojos. Entonces su padre lo abrazó llorando y le dijo: “¡Te veo, hijo mío, luz de mis ojos!”. Y añadió: “¡Bendito sea Dios! ¡Bendito sea su gran Nombre! ¡Benditos sean todos sus santos ángeles! ¡Que su gran Nombre esté sobre nosotros! ¡Benditos sean todos los ángeles por todos los siglos! Porque él me había herido, pero tuvo compasión de mí, y ahora veo a mi hijo Tobías”. Tobías entró en la casa, lleno de gozo y bendiciendo a Dios en alta voz. Luego informó a su padre sobre el buen resultado del viaje: Le contó cómo había recuperado el dinero y cómo se había casado con Sara, hija de Ragüel. Y añadió: “Llegará de un momento a otro, porque está a las puertas de Nínive”. Tobit salió al encuentro de su nuera hasta las puertas de Nínive, bendiciendo a Dios lleno de alegría. Al verlo caminar con todo su vigor, sin la ayuda de nadie, los habitantes de Nínive quedaron maravillados. Tobit proclamaba delante de todos que Dios había tenido misericordia de él y le había devuelto la vista. Después se acercó a Sara, la esposa de su hijo Tobías, y la bendijo, diciendo: “¡Bienvenida, hija mía! ¡Bendito sea Dios, que te trajo hasta nosotros! ¡Bendito sea tu padre, bendito sea mi hijo Tobías, y bendita seas tú, hija mía! ¡Entra en tu casa con gozo y bendición!”. Ése fue un gran día de fiesta para todos los judíos de Nínive.

Palabra de Dios.

Comentario

Tobit comparte su curación con otras personas, quienes se alegran con él. Este es un ejemplo de apertura de corazón por parte del primero, que no se guardó la alegría para sí mismo, y de los demás, que se solidarizaron con su dolor y se alegraron por su liberación. La alegría de uno se transforma en una fiesta popular al reconocer todos que es Dios el origen y el destinatario de la fiesta

SALMO 145, 1b-2c. 7-10

R. ¡Alaba alma mía, al Señor!

Alabaré al Señor toda mi vida; mientras yo exista, cantaré al Señor. Él hace justicia a los oprimidos y da pan a los hambrientos. El Señor libera a los cautivos. R.

El Señor abre los ojos de los ciegos y endereza a los que están encorvados. El Señor ama a los justos y protege a los extranjeros. R.

Sustenta al huérfano y a la viuda; y entorpece el camino de los malvados. El Señor reina eternamente, reina tu Dios, Sión, a lo largo de las generaciones. R.

ALELUYA        Jn 14, 23

Aleluya. “El que me ama será fiel a mi palabra, y mi Padre lo amará e iremos a él”, dice el Señor. Aleluya.

EVANGELIO     Mc 12, 35-37

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.

Jesús se puso a enseñar en el Templo y preguntaba: “Cómo pueden decir los escribas que el Mesías es hijo de David? El mismo David ha dicho, movido por el Espíritu Santo: ‘Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha, hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies’. Si el mismo David lo llama ‘Señor’, ¿cómo puede ser hijo suyo?”. La multitud escuchaba a Jesús con agrado.

Palabra del Señor.

Comentario

Qué hermosa manera de terminar un relato: La gente disfrutaba escuchándolo. No veían en Jesús a alguien autoritario, de palabras opresoras o condenatorias, o que enseñaba cosas difíciles de entender o aplicar. Ellos disfrutaban escuchándolo, gozaban de esa escucha, descansaban en sus palabras. Ojalá nosotros podamos vivir lo mismo.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor Dios, confiados en tu misericordia traemos estas ofrendas a tu altar, para que, con tu gracia, quedemos purificados por estos misterios que celebramos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTIFONA DE COMUNION Sal 16,68

Yo te invoco, Dios mío, porque tú me respondes: inclina tu oído hacia mí y escucha mis palabras

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Guía, Señor, por medio de tu Espíritu, a quienes alimentas, con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, para que, dando testimonio de ti, no sólo de palabra y con la lengua sino con las obras y de verdad, merezcamos entrar en el reino de los cielos Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

  REFLEXIÓN BÍBLICA

 

Si el mismo David lo llama “Señor”, ¿cómo puede ser hijo suyo?”

San Marcos 12, 35-37:

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant


1.     "¿CÓMO PUEDEN DECIR LOS ESCRIBAS QUE EL MESÍAS ES HIJO DE DAVID?

Los tres Evangelios sinópticos insertan en estos últimos días jerosolimitanos (días en Jerusalén) este episodio, es decir todo hace suponer que pertenece a la última estadía de Cristo en Jerusalén. Con él Cristo pretende hacerles ver que la simple enseñanza de los escribas y fariseos, que sólo hacían al Mesías descendiente de David por la sangre, no bastaba para valorar su naturaleza. Apela a la Escritura con un procedimiento un poco de tipo rabínico, y les orienta, con su certera pregunta, hacia la trascendencia y divinidad del Mesías

Relata el Evangelio que Jesús se puso a enseñar en el Templo. Jesús debe de estar en uno de los grandes pórticos. Los fariseos están reunidos (Mt) probablemente en torno a Él (Mt 22:34), cuando Jesús, dirigiéndose a ellos, enseñando, les hace la siguiente pregunta sobre el Mesías: "¿Cómo pueden decir los escribas que el Mesías es hijo de David?, por descendencia de origen.

2.     SI EL MISMO DAVID LO LLAMA "SEÑOR", ¿CÓMO PUEDE SER HIJO SUYO?"

No solamente decían esto los escribas, que eran fariseos, sino también la misma Escritura, y era la creencia popular.

Que el Mesías sería descendiente de David estaba enseñado en la Escritura en numerosos pasajes, además en el ambiente popular el título de “Hijo de David” era el nombre más usual para designar al Mesías.

Y frente a esta enseñanza y a esta creencia, Jesucristo presenta como una objeción, basándose para ello en el salmo 109:1 (110:1), y, por tanto, inspirado “en el Espíritu Santo”: Si el mismo David lo llama "Señor", ¿cómo puede ser hijo suyo?"

3.     EL SALMO 109, MESIÁNICO POR EXCELENCIA

El salmo 109, está considerado como un magnifico vaticinio del reino eterno y sacerdotal de Cristo, Este salmo está mencionado como mesiánico en el Nuevo Testamento, (Mt 22; 43- Hch 2:34, etc.)

Decía el Beato Juan Pablo II refiriéndose a este salmo: La figura de Melquisedec, rey-sacerdote, entró en la tradición mesiánica, como atestigua el Salmo 109 (110): el Salmo mesiánico por antonomasia. Efectivamente, en este Salmo, Dios-Yahvé se dirige “a mi Señor” (es decir, al Mesías) con las palabras: “Siéntate a mi derecha, y haré de tus enemigos estrado de tus pies. “Desde Sión extenderá el Señor el poder de tu cetro: somete en la batalla a tus enemigos...”” (Sal 109/110, 1-2).

A estas expresiones, que no pueden dejar ninguna duda sobre el carácter real de Aquel al que se dirige Yahvé, sigue el anuncio: “El Señor lo ha jurado y no se arrepiente: Tú eres sacerdote eterno según el rito de Melquisedec” (Sal 109/110, 4). Como vemos, Aquel al que Dios-Yahvé se dirige, invitándolo a sentarse “a su derecha”, será al mismo tiempo rey y sacerdote “según el rito de Melquisedec”. (Jesucristo, Mesías "Sacerdote", Audiencia General, Miércoles 18 de febrero de 1987)

4.     LA NATURALEZA DIVINA DE CRISTO

Por tanto, si Jesucristo pregunta de esta manera sobre la filiación del Mesías, es que su pregunta tiene un intento especial. ¿Cuál es éste? El mismo intento de los evangelistas, que reconocen la descendencia davídica de Jesús, como lo hacen ver en las “genealogías” (Mt 1:6; Lc 3:31).

Por otra parte ya Isabel, la madre del Bautista, dice en la “visitación” a la Virgen: “¿De dónde a mí que la Madre de mi Señor venga a visitarme?” (Lc 1:43).

Era tan evidente que David, aun siendo rey, figura ideal en Israel y antecesor del Mesías, por ser éste superior a aquél, podía llamarle “Señor,” que el intento de Cristo ha de ser otro. Y no es que no sea por origen descendiente de David, lo que era evidente. Pero Cristo hace hincapié en que no bastaría esto. ¿Cuál es entonces el verdadero y profundo motivo por el que el Mesías es llamado “Señor”?

5.     LA AUTÉNTICA VALORACIÓN DE LA DIGNIDAD Y NATURALEZA DEL MESÍAS

Los fariseos sólo se habían limitado a considerar el origen del Mesías como exclusivamente descendiente de David. Y Cristo quiere elevar y sugerir que el Mesías tiene también un origen más alto: divino.

En la tradición judía, un sector había vislumbrado algo de esta trascendencia del Mesías, cuando vino a asimilarlo al Hijo del hombre, que venía, “descendía” del cielo, de la profecía de Daniel (c.7). Esto mismo se sugería en Is 9:6, en el salmo 109:1 (110:1).

Este es el intento de Cristo. Orientar a la auténtica valoración de la dignidad y naturaleza del Mesías, como era la creencia de un sector de la tradición judía, interpretando así la profecía de Daniel: su naturaleza trascendente. Precisamente Cristo destaca el hecho de que le llame “Señor” siendo su hijo. Quería con ello orientar el verdadero sentido de esta expresión aplicada al Mesías. En la versión de los LXX, la palabra Señor traduce casi siempre el nombre inefable de Dios (Yahvé). A esto mismo conducía la expresión del salmo: “Siéntate a mi diestra.” Esto era participar el poder y la dignidad de aquel a quien se ponía a su derecha. Aquí es el Mesías el que se pone a la “diestra” de Dios (Hech 7:55-58), el que participa el poder, la dignidad y la naturaleza de Dios. Es la conclusión a que lleva el haberse ya antes proclamado superior a Salomón rey (Mt 12:42), a Jonás profeta (Mt 12:41), al sábado, hasta ser él mismo “señor del sábado” (Mt 12:8), y de ser superior al mismo templo (Mt 12:6).

6.     “HIJO DE DAVID”

Cristo ha querido con esta pregunta, hábilmente calculada, orientar los espíritus judíos a que viesen en el Mesías — El mismo — no sólo una dignidad que le venía por ser descendiente de David según la carne, sino también otra dignidad, que le venía por lo que Él se había ya varias veces proclamado: por ser el Hijo de Dios.

“Hijo de David”; era la denominación usual del Mesías en los escritos rabínicos. Es una forma de confesar su real humanidad. Bien es cierto que Jesús es verdaderamente Hijo de Dios, del mismo modo también es cierto que es verdaderamente Hijo del Hombre, es decir; Verdadero y perfecto hombre, en todo igual a nosotros, menos en el pecado (Heb 4,15).

¿No dice la Escritura que el Cristo vendrá de la descendencia de David y de Belén, el pueblo de donde era David? (Jn 7,42 )

La enseñanza de los doctores de la Ley sobre el Mesías, era que él vendría como Hijo de David, esa era una forma de enseñar que el Mesías sería un rey glorioso, valiente y señor.

Gritaba el ciego de Jericó al enterarse de que era Jesús de Nazaret, se puso a gritar: “¡Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí! (Mc 10,47).

Los que iban delante y los que le seguían, gritaban: “¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Bendito el reino que viene, de nuestro padre David! (Mc 11, 10) (Domingo de Ramos).

7.     LA MULTITUD ESCUCHABA A JESÚS CON AGRADO

Dice el Evangelio: “La multitud escuchaba a Jesús con agrado”. Es que Jesús emanaba una atracción impresionante, todos querían oírle, muchos quedaban asombrados con sus enseñanzas.

Y todos daban testimonio de él y estaban admirados de las palabras llenas de gracia que salían de su boca. (Lucas 4, 22)

Le presentaban unos niños para que los tocara; Y abrazaba a los niños, y los bendecía poniendo las manos sobre ellos. (Mc 10,13)

¿Y nosotros?, que disposición tenemos para escuchar a Jesús?

Muchas Bendiciones

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

PARA LA LECTIO DIVINA  (3)

 

LA GENTE “LE ESCUCHABA CON AGRADO”.

Anunciar el Evangelio de Jesús significa, de manera inevitable, dirigirse al encuentro del rechazo, cuando no a la persecución: el Maestro no sólo lo había dicho, sino que incluso ligó una bienaventuranza a la persecución: «Dichosos seréis cuando os injurien y os persigan, y digan contra vosotros toda clase de calumnias por causa mía» (Mt 5,11). Pablo, y con él otros muchos testigos a lo largo de la historia, han experimentado esta bienaventuranza, han vivido la persecución como experiencia de la fuerza y de la presencia de Dios prometidas al apóstol fiel. Podríamos decir que esta bienaventuranza es el distintivo del auténtico cristiano, de aquel que «permanece fiel» en la prueba: fiel a la Palabra que ha escuchado y que continúa anunciando en cada ocasión; firme en su certeza de que ésa es su vocación y su misión, por la que vale la pena gastar la vida y arriesgarse a la impopularidad; firme en la búsqueda de Dios a la luz de la Palabra que él nos ha revelado, que trasciende toda pretensión humana y está envuelta por el misterio; firme en la esperanza de que la semilla de la Palabra dará fruto a su tiempo, tal vez gracias a su sacrificio y aunque él no lo vea; firme en unir la vida a la Palabra, para que no sólo las acciones, sino también los gustos y los deseos, los sentimientos y los proyectos queden plasmados por ella; firme en el valor de provocar y plantear las palabras justas, las que obligan en primer lugar a él, al creyente y maestro de la fe, a interrogarse sobre su misma experiencia espiritual, pero se muestra tenaz asimismo en la fuerza de anunciar una Palabra perennemente contra corriente, a un Mesías que no se presenta según las expectativas de la mayoría, un Evangelio que no confirma las previsiones y pide a todos la honestidad de convertirse... Entonces, si el apóstol permanece firme en la Palabra, puede sucederle también algo que, con frecuencia, parece inesperado y le sucedió al mismo Jesús: que más allá del rechazo inicial y, a veces, sólo aparente, la gente «le escuchaba con agrado».

ORACION (3)

 

Te doy gracias, Señor, por tu Palabra, que cada día ilumina mi vida y da sentido a lo que hago, porque me enseña y convence, me corrige y va formando en mí el hombre nuevo. Te doy gracias porque tu Palabra me da fuerza y me sostiene en las pruebas, porque en ella resplandece la verdad como el sol y es dulce como la miel. Pero te doy gracias también por aquellas veces en las que tu Palabra es oscura y misteriosa, dura y amarga y penetra en mí como «espada de doble filo», poniendo al desnudo mis miedos y heridas, los monstruos y demonios que hay dentro de mí, o me provoca a buscar donde no quisiera, allí donde no me lleva el corazón, más allá de mis gustos.

Perdóname, Verbo del Padre, por todas las veces que he renunciado a la búsqueda y a dejarme guiar por la Palabra, perdóname porque otras veces he anunciado sin pasión tu Palabra y la he olvidado y confundido con otras palabras, y luego incluso la he hecho callar, por miedo o engorro, por vil complacencia o respeto humano, o porque sentía en mí su reproche antes que nada. Perdóname si he buscado en otra parte la roca donde construir mi casa.

Te ruego que me concedas el valor de Pablo en las pruebas. Haz que aprenda, como Timoteo, a «permanecer fiel» a la Palabra y a lo que la Iglesia me ha enseñado, para que mi fe sea una fe recibida de la Escritura y probada por la vida. Concédeme, Jesús, tu arte de saber plantear las preguntas justas, a mí y a los otros, aquellas que no dejan vías de escape, a fin de que la Palabra me conduzca cada día más al umbral del misterio, de tu Misterio, y tenga la fuerza necesaria para anunciarlo

FUENTES DE LA PAGINA

 

La Página de la Misa Diaria, está preparada y es enviada por Pedro S. A. Donoso Brant, desde Santiago de Chile, como un servicio de apostolado, amor por Nuestro Señor Jesucristo y por la Iglesia. Les ruego su oración, para que pueda mantenerse este servicio y subsidio, dando gracias a nuestro Dios que tanto nos ama.

Nota: Para la Liturgia de la Palabra, utilizo “Liturgia Cotidiana” de Ediciones San Pablo, para el estudio y comentario de la Palabra, utilizo los textos de la Biblia Nácar-Colunga, (SBNC) y/o Biblia de Jerusalén (SBJ),

(3) Para la Lectio Divina, Lectio Divina para cada día del año, de Giorgio Zevini y Pier Giordano Cabra (Eds.) y/o, Intimidad Divina, Fr. Gabriel de Santa M. Magdalena ocd

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