MISA DIARIA DE CAMINANDO CON JESUS

Página de Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

"La Eucaristía es fuente y culmen de toda la vida cristiana" (LG 11)

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30-07-2021

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LITURGIA DE LAS HORAS

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ANTIFONADE ENTRADA Cfr. Sal 67,67-36

Dios habita en su santa morada. Él congrega en su casa a los dispersos. El dará poder y fortaleza a su pueblo.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, protector de los que esperan en ti, fuera de quien nada tiene valor ni santidad; acrecienta sobré nosotros tú. Misericordia, para que, bajo tu guía providente, usemos los bienes pasajeros de tal modo que ya desde ahora podamos adherirnos a los eternos. Por nuestro Señor Jesucristo, su Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.

LECTURA Lev 23,1.4-11.15-16.27.34-37

COMENTARIO: El Levítico establece el ciclo de fiestas litúrgicas del año. Todas marcan fechas o acontecimientos significativos en los que el Señor hizo perceptible su presencia Providente. Se destaca la Pascua. Luego viene el complemento de los Ácimos, las Cosechas, el Agua. Todas son ocasiones para recordar y agradecer los beneficios del Señor. El pueblo cristiano asimiló esta tradición de Israel, conservó algunas fiestas y “cristianizó” otras festividades de los pueblos paganos que se había con vertido, para  celebrar los misterios de la fe.

Lectura del libro del Levítico.

El Señor dijo a Moisés: «Las fiestas del Señor, las asambleas litúrgicas que ustedes convocarán a su debido tiempo, son las siguientes: En & primer mes, e) día catorce, al ponerse el sol, se celebrará la Pascua del Señor, y el quince de ese mismo mes tendrá lugar la fiesta de los Ácimos en honor del Señor. Durante siete días comerán panes sin levadura. El primer día tendrán una asamblea litúrgica y no harán ningún trabajo servil. Durante siete. Días ofrecerán una ofrenda que se quema para el Señor. El séptimo día habrá una asamblea litúrgica y ustedes no harán ningún trabajo servil». El Señor dijo a Moisés: «Habla en estos términos a los israelitas: Cuando entren en la tierra que Yo les doy y cuando recojan la cosecha, entregarán al sacerdote la primera gavilla. El día siguiente al sábado, él la ofrecerá al Señor con el gesto de presentación, para que les sea aceptada. También contarán siete semanas, a partir del día en que entreguen la gavilla ofrecida con el gesto de presentación, o sea, a partir del día siguiente al sábado. Las semanas deberán ser completas. Por eso tendrán que contar hasta el día siguiente al séptimo sábado: cincuenta días en total. Entonces ofrecerán al Señor una ofrende de grano nuevo. Además, el décimo día del séptimo mes, será el día de la Expiación. Habrá una asamblea litúrgica, observarán él y uno y presentarán una ofrenda que se quema para el Señor. Además, el día quince de este séptimo mes se. Celebrará la fiesta de las Chozas en honor del Señor, durante siete días. El primer día habrá una asamblea litúrgica, y ustedes no harán ningún trabajo servil. Durante siete días presentarán una ofrenda que se quema para el Señor. Al octavo día, celebrarán una asamblea litúrgica y presentarán una ofrenda que se quema para el Señor: es una asamblea solemne y ustedes no harán ningún trabajo. Estas son las fiestas del Señor, en las que ustedes convocarán las asambleas litúrgicas y presentarán ofrendas que se queman para el Señor -holocaustos, oblaciones, sacrificios y libaciones, según corresponda a cada día-».

Palabra de Dios.

SALMO Sal 80, 3-6. 10-11

R: ¡Canten con júbilo al señor nuestra fuerza!

Entonen un canto, toquen el tambor, y la cítara armoniosa, junto con el arpa. Toquen la trompeta al salir la luna nueva, y el día de luna llena, el día de nuestra fiesta. R.

Porque ésta es una ley para Israel, un precepto del Dios de Jacob: El.  Sea impuso como norma a José, cuando salió de la tierra de Egipto. R.

No tendrás ningún Dios extraño, no adorarás a ningún dios extranjero: Yo, el Señor, soy tu Dios, que te hice subir de la tierra de Egipto. R.

EVANGELIO Mt 13, 54-58

COMENTARIO: En el evangelio se nos aconseja que no juzguemos por las apariencias. Pero muchas veces olvidamos este consejo y formulamos juicios definitivos según las primeras impresiones que llegan del exterior. Así sucedió en Nazaret. Si Jesús volviera predicaría el mismo evangelio, encontraría la misma oposición y se le harían las mismas objeciones: innovador para unos, tradicionalista para otros.

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san. Mateo.

Al llegar a su pueblo, Jesús se puso a enseñar a la gente en la sinagoga, de tal manera que todos estaban maravillados. “De dónde le vienen, decían, esta sabiduría y ese poder de hacer milagros? ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿Su madre no es la que llaman María? ¿Y no son hermanos suyos Santiago, José, Simón y Judas? ¿Y acaso no viven entre nosotros todas sus hermanas? ¿De dónde le vendrá todo esto?” Y Jesús era para ellos un motivo de escándalo. Entonces les dijo: “Un profeta es despreciado solamente en su pueblo y en su familia”. Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la falta de fe de esa gente.

Palabra del Señor.

 ÁNTÍFONA DE COMUNIÓN SaI 102,2

Bendice al Señor, alma. mía, y nunca divides sus beneficios

ORACIONES DESPUES DE LA COMUNION

Te pedimos, Padre, qué alimentados con este sacramento divino, memorial perpetuo de la Pasión de tu Hijo, este don de su amor inefable nos conduzca a la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.

REFLEXIÓN BÍBLICA

 

“Un profeta es despreciado solamente en su pueblo y en su familia”

Mt 13, 54-58

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

1.   AL LLEGAR A SU PUEBLO, JESÚS SE PUSO A ENSEÑAR A LA GENTE EN LA SINAGOGA.

El Señor se vino a su tierra que era aún Nazaret. Entonces fue sábado y se puso a enseñar en la sinagoga. Por los evangelios sinópticos, sabemos que estos era frecuente en El (Lc 4:16; cf. Mc 1:39). La explicación del texto sagrado no era exclusiva de rabinos o escribas. Podía hacerlo una persona distinguida, capacitada, ofreciéndose espontáneamente a ello o siendo invitado por el jefe de la sinagoga.

2.  SU DOCTRINA Y “SU AUTORIDAD” HIZO ESTALLAR LA ADMIRACIÓN EN SUS PAISANOS.

Las enseñanzas de Cristo, era siempre sorprendente, además “su palabra iba acompañada de autoridad” (Lc 4:31), “no como los escribas” (Mc 1:22).

Pero esta admiración era de “escándalo”. Sin embargo esto generalmente sucede entre los hombres y parece acentuarse en los poblados pequeños, la gente no concibe como uno de los suyos pueda ser distinto de ellos, máxime con la altura que Jesús les demostraba. Su argumento contra la fama de hombre prodigioso ya corría por la región y contra la doctrina y los hechos. Entonces ellos se preguntaban; “¿De dónde le viene a éste la sabiduría y los milagros?”. Seguramente se hacían esta pregunta porque conocían a sus padres y a sus familiares y a él mismo desde pequeño.

3.   “¿SERÁ VERDAD QUE (JESÚS) ES EL MESÍAS?

Pero este detalle es precisamente la clave de la solución del “escándalo” de los nazarenos, ya que Juan alude y explica el porqué de esto. Dicen los judíos: “¿Será verdad que (Jesús) es el Mesías? Pero de éste sabemos de dónde viene; más el Mesías, cuando venga, nadie sabrá de dónde viene” (Jn 7:26-27).

En efecto, en la creencia de entonces estaba divulgado que del Mesías nadie sabría su origen. Por eso, la gran contradicción que tenían sus paisanos era ésta: “la sabiduría y los milagros” le acreditaban como Mesías. Era lo que le dirá un día Nicodemo (Jn 3:2). Pero, conociendo ellos a sus padres — el carpintero y María — y a sus “hermanos” y “hermanas,” al enfrentarse ellos con la creencia popular del origen desconocido del Mesías, se “escandalizaban de Él” como Mesías. Un día le dirán sus mismos “hermanos,” ante esta tremenda duda, que vaya a Jerusalén, sin duda para que la autoridad religiosa vea estas cosas y las juzgue (Jn 7:3.5).

4.        UN PROFETA ES DESPRECIADO SOLAMENTE EN SU PUEBLO Y EN SU FAMILIA.”

La respuesta de Cristo es una observación de evidencia cotidiana, y que los evangelistas recogen, “Un profeta es despreciado solamente en su pueblo y en su familia.”

Y tal era la actitud de desconfianza de los nazaretanos ante su obra, que El “se maravillaba.” Cristo sabía todas las cosas por su ciencia sobrenatural. Pero aquí usaba la psicología de su ciencia experimental. Y esta conducta de sus paisanos, que cerraban los ojos a la evidencia, era, en el plan de Dios, obstáculo a que Él se prodigase en milagros allí: “No hizo allí muchos milagros, a causa de la falta de fe de esa gente”

5.        NO ES ÉSTE EL HIJO DEL CARPINTERO?

El evangelista Mateo, nos destaca el escándalo de los paisanos de Jesús, y ellos alegaban que conocían a su familia: No es éste el hijo del carpintero? ¿Su madre no es la que llaman María? ¿Y no son hermanos suyo Santiago, José, Simón y Judas? ¿Y acaso no viven entre nosotros todas sus hermanas?

El que se considere por los nazaretanos como “hijo del carpintero,” ignorantes ellos de la concepción virginal de Jesús, no significa sino que hablan de El cómo lo que “legalmente aparecía. Por otra parte, de esta afirmación nada se deduce sobre si vivía ya o había muerto San José. Pero después de citar a María, “su madre,” habla de “sus hermanos.” Esto plantea el problema, ya célebre, de los “hermanos” de Jesús. Algunas confesiones religiosas evangélicas, gustan mucho de interpretar a su modo este relato, y proclaman que la Virgen María tuvo más hijos.

6.        MARIA NO TUVO MAS HIJOS DESPUES DE CRISTO

Que María no tuvo más hijos después de Cristo, que es el “primogénito” (Lc 2:7), no solamente es dogma de fe — la perpetua virginidad de María —, sino que también es bíblicamente manifiesto. Ya es indicio de ello la escena que relata Lucas. Cuando Jesús tenía doce años, suben al templo, según costumbre, con el Niño. El cumplimiento estricto de la Ley comenzaba para los varones a los trece años cumplidos. Pero los judíos acostumbraban ya a llevar a sus hijos antes al templo, lo mismo que a otras prácticas, para acostumbrarlos. Esto sugiere que, si Jesús a los doce años, antes de la obligación usual, es llevado por sus padres, según costumbre — “iban cada año” —, es que no tenía más hermanos, pues María debería haber quedado al cuidado de ellos, ya que habían de ser pequeños, y la mujer no estaba obligada a subir a Jerusalén.

7.        CRISTO, MORIBUNDO, ENCOMIENDA A MARÍA A SAN JUAN

Otra indicación bíblica de esta perpetua virginidad de María es la escena del Calvario. Cristo, moribundo, encomienda a María a San Juan, quien “desde entonces la recibió en su casa” (Jn 19:26.27). Pero, si María hubiese tenido más hijos — esto supone también la muerte de San José —, Jesús no tenía por qué encomendar a nadie su cuidado temporal, pues por derecho correspondía a sus propios hijos. Máxime cuando bastantes años después vivía en Jerusalén “Jacobo el hermano del Señor” (Gal 1:19).

8.        CRISTO ERA EL “PRIMOGÉNITO.

No deja de ser notable que, siempre que se habla de estos “hermanos del Señor,” jamás se diga que son hijos de María. Tampoco choca ver la conducta de estos “hermanos” que se portan como hermanos mayores de Cristo, pues le daban consejos (Jn 7:3) y querían reducirle a casa, pues les extrañaba su modo de conducirse (Mc 3:21). Pero estos pequeños detalles son igualmente de interés a este propósito. Ya que esto, en las costumbres de Oriente, sólo era permitido a los hermanos mayores, pero no viceversa. Pero Cristo era el “primogénito.” También a esto puede añadirse que, según el relato de la anunciación, María, entonces “desposada,” o, según otros, ya casada, tiene hecho un propósito de perpetua virginidad en el matrimonio (Lc 1:34). Pero ¿habría de ser motivo para quebrantar este propósito el haber sido hecha madre del Mesías y Madre de Dios? ¿No es éste un motivo más para mantener su “voto”?

9.     HERMANOS” Y “HERMANAS” DE CRISTO

La razón fundamental de hablar de estos “hermanos” y “hermanas” de Cristo, que no son sino parientes y familiares, es que ni en hebreo ni en arameo hay una palabra que exprese específicamente estos grados de parentesco; éste ha de expresarse por un circunloquio o suponerse por otro capítulo  Ejemplos de esto aparecen numerosos en la Biblia. Así, Abraham dice que él y Lot son “hermanos” (Gen 29:15), cuando es el mismo libro el que dice que Lot era sobrino de Abraham, hijo de una hermana (Gen 29:13; 28:2; Tob 8:7).

10.    NO SE TRATA DE HIJOS DE MARÍA, MADRE DE JESUS

Pero no sólo estas razones hacen ver que no se trata de hijos de María, sino que el mismo Evangelio da los nombres de la madre de estos “hermanos” de Jesús. Estos “hermanos” de Jesús son los siguientes: “Santiago y José, Simón y Judas” (Mt 13:55; Mc 6:3). De las “hermanas” no se dan nombres. Pues bien, son los mismos evangelistas que dan estos nombres de los “hermanos” de Jesús los que dan el nombre de la madre de ellos. Al hablar de las personas asistentes en el Calvario a la crucifixión de Cristo, donde estaba presente María la madre de Jesús (Jn 19:25), Mateo cita a “María la madre de Santiago y José” (Mt 27:56) y Mc cita igualmente a “María la madre de Santiago el Menor y de José” (Mc 15:40). Luego ni por realidad histórica ni por la perspectiva de los evangelistas, esta expresión de “hermanos” de Jesús se puede referir a hijos de María, sino a familiares o parientes.

Cristo Jesús, María y San José, vivan en nuestros corazones.

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

PARA LA LECTIO DIVINA  (3)

 

EL HIJO DEL CARPINTERO

El Evangelio de hoy nos invita a reflexionar sobre la necesidad de captar la presencia de Dios en nuestra vida cotidiana. Es probable que los paisanos de Jesús estuvieran acostumbrados a encontrar a Dios en las grandes solemnidades festivas y en medio de las convocaciones de las que habla la primera lectura. En ellas, entre el incienso de las imponentes celebraciones y la sangre de los sacrificios ofrecidos en su honor, captaban la majestuosa presencia del Dios que había liberado a sus antepasados de la esclavitud de Egipto y les había guiado paso a paso, a través del desierto, en la conquista de la tierra prometida.

Por otra parte, también estaban acostumbrados desde hacía años al trato familiar con “el hijo del carpintero”, Jesús, a quien habían visto crecer entre ellos como uno de tantos. Conocían a su madre, a sus hermanos y hermanas. Y ahora le veían ante ellos, pronunciando en la sinagoga unos discursos que les dejaban desconcertados. No conseguían conectar la vida cotidiana de un Jesús “ordinario y común” con la manifestación de su Dios. No conseguían ir más allá de lo habitual para captar lo que no era habitual en él. Y así andaban escandalizados por su causa, sin llegar a la fe en él. Con ello perdieron la ocasión de un encuentro de salvación con Dios, un encuentro que habría podido cambiar definitivamente su vida.

Esto mismo supone también un riesgo constante para nosotros: esperar encontrar a Dios sólo en circunstancias extraordinarias, en aquello que, según cierto modo de pensar, nos puede parecer que está más de acuerdo con su modo divino de ser, y no captar su presencia en la vida diaria. Sin embargo, precisamente por medio de Jesús, Dios nos ha hecho saber que manifiesta su presencia en la totalidad de la existencia, que hasta las cosas más pequeñas están penetradas por su presencia, porque él no es un Dios lejano, sino muy próximo. El desafío que brota de aquí es el de conseguir descubrirle y acogerle con gozo. Lo que en apariencia es obvio y se da por descontado, lo que pertenece a la vida de todos los días, lo que ya no llama la atención en las personas y en las cosas a las que estamos acostumbrados, es, para quien cree, como una especie de “sacramento” de la presencia benévola de Dios. La vigilancia a la que tantas veces nos invita Jesús en el Evangelio se refiere también a esto: es preciso que mantengamos los ojos bien abiertos, para no dejar escapar la dimensión divina que tienen todas las cosas. La fe las hace todas transparentes, mientras que su falta las hace todas opacas.

ORACION (3)

 

Te pedimos, oh Señor, que nos des unos ojos para ver tu presencia y tu acción salvífica dirigida a cada uno de nosotros en las realidades más comunes y ordinarias de la vida. Captar tu presencia en ciertos momentos extraordinarios de la vida no es demasiado difícil; es algo que se impone en cierto modo por sí mismo. Lo difícil es descubrirte en “el hijo del carpintero”, en aquel a quien la vida nos ha acostumbrado y ya no nos llama la atención. Es una tarea difícil, pero también muy fecunda y gozosa para quien, en la fe, se confía a tu misterio.

Con tu ayuda, con el “colirio” que puedes aplicar a nuestros ojos (cf Ap 3,18), “recuperaremos la vista” y podremos descubrirte hasta en las más pequeñas y acostumbradas cosas de la vida. Y entonces celebraremos una fiesta, como hicieron Jesús y nuestros hermanos y hermanas santos. Señor, danos un corazón sencillo y humilde que consiga captar tu paso en la brisa ligera, en el rostro de un pobre y de un niño, igual que en el cielo silencioso de una noche plena de estrellas y de tu presencia inconfundible y llena de paz.

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La Página de la Misa Diaria, está preparada y es enviada por Pedro S. A. Donoso Brant ocds, desde Santiago de Chile, como un servicio de apostolado, amor por Nuestro Señor Jesucristo y por la Iglesia. Les ruego su oración, para que pueda mantenerse este servicio y subsidio, dando gracias a nuestro Dios que tanto nos ama.

Nota: Para la Liturgia de la Palabra, utilizo “Liturgia Cotidiana” de Ediciones San Pablo, para el estudio y comentario de la Palabra, utilizo los textos de la Biblia Nácar-Colunga, (SBNC) y/o Biblia de Jerusalén (SBJ),

(3) Para la Lectio Divina, Lectio Divina para cada día del año, de Giorgio Zevini y Pier Giordano Cabra (Eds.) y/o, Intimidad Divina, Fr. Gabriel de Santa M. Magdalena ocd.

 

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