MISA DIARA

Caminando con Jesus  

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant  

www.caminando-con-jesus.org

DOMINGO XI DEL TIEMPO ORDINARIO - A

PRIMERA LECTURA

Seréis para mí un reino de sacerdotes y una nación santa

Lectura del libro del Éxodo 19, 2-6a

En aquellos días, los israelitas llegaron al desierto del SinaÍ y acamparon allí, frente al monte.
Moisés subió hacia Dios. El Señor lo llamó desde el monte, diciendo:
-«Así dirás a la casa de Jacob, y esto anunciarás a los israelitas: "Ya habéis visto lo que he hecho con los egipcios, y cómo a vosotros os he llevado sobre alas de águila y os he traído a mí. Ahora, pues, si de veras escucháis mi voz y guardáis mi alianza, vosotros seréis mi propiedad personal entre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra; seréis para mí un reino de sacerdotes y una nación santa."»

Palabra de Dios.


Salmo responsorial
Sal 99, 2. 3. 5 (R.: 3c)
R. Nosotros somos su pueblo y ovejas de su rebaño.

Aclama al Señor, tierra entera, servid al Señor con alegría, entrad en su presencia con vítores. R.

Sabed que el Señor es Dios: que él nos hizo y somos suyos, su pueblo y ovejas de su rebaño. R.

El Señor es bueno, su misericordia es eterna, su fidelidad por todas las edades. R.


SEGUNDA LECTURA

Si fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, con cuánta más razón
seremos salvos por su vida.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 5, 6-11

Hermanos:
Cuando nosotros todavía estábamos sin fuerza, en el tiempo señalado, Cristo murió por los impíos; en verdad, apenas habrá quien muera por un justo; por un hombre de bien tal vez se atrevería uno a morir; mas la prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros.
¡Con cuánta más razón, pues, justificados ahora por su sangre, seremos por él salvos del castigo! Si, cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, ¡con cuánta más razón, estando ya reconciliados, seremos salvos por su vida!
Y no sólo eso, sino que también nos gloriamos en Dios, por nuestro Señor Jesucristo, por quien hemos obtenido ahora la reconciliación.

Palabra de Dios.