MISA DIARA Caminando con
Jesus Pedro Sergio Antonio
Donoso Brant |
DOMINGO VI DE PASCUA C PRIMERA LECTURA Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros, Lectura
del libro de los Hechos de los Apóstoles 15, 1-2. 22-29 En aquellos días, unos que
bajaron de Judea se pusieron a enseñar a los hermanos que, si no se
circuncidaban conforme a la tradición de Moisés, no podían salvarse. Esto
provocó un altercado y una violenta discusión con Pablo y Bernabé; y se
decidió que Pablo, Bernabé y algunos más subieran a Jerusalén a consultar a
los apóstoles y presbíteros sobre la controversia. Los apóstoles y los presbíteros
con toda la Iglesia acordaron entonces elegir algunos de ellos y mandarlos a
Antioquía con Pablo y Bernabé. Eligieron a Judas Barrabás y a Silas, miembros
eminentes entre los hermanos, y les entregaron esta carta: Los apóstoles y los presbíteros
hermanos saludan a los hermanos de Antioquía, Siria y Cilicia convertidos del
paganismo. Nos hemos enterado de que
algunos de aquí, sin encargo nuestro, os han alarmado e inquietado con sus
palabras. Hemos decidido, por unanimidad, elegir algunos y enviároslos con
nuestros queridos Bernabé y Pablo, que han dedicado su vida a la causa de
nuestro Señor Jesucristo. En vista de esto, mandamos a Silas y a Judas, que
os referirán de palabra lo que sigue: Hemos decidido, el Espíritu Santo y
nosotros, no imponeros más cargas que las indispensables: que os abstengáis
de carne sacrificada a lo ídolos, de sangre, de animales estrangulados y de
la fornicación. Haréis bien en apartaros de todo esto. Salud. Palabra de Dios. Salmo
responsorial R. Oh Dios, que te alaben los pueblos, que
todos los pueblos te alaben. El Señor tenga piedad y nos bendiga, Que canten de alegría las naciones, Oh Dios, que te alaben los pueblos, SEGUNDA LECTURA Me enseñó la ciudad santa, que bajaba del cielo Lectura
del libro del Apocalipsis 21,10-14. 22-23 El ángel me transportó en éxtasis a un monte
altísimo, y me enseñó la ciudad santa, Jerusalén, que bajaba del cielo,
enviada por Dios, trayendo la gloria de Dios."Brillaba como una piedra
preciosa, como Jaspe traslúcido. Tenía una muralla grande y alta y doce puertas
custodiadas por doce ángeles, con doce nombres grabados: los nombres de las
tribus de Israel. La muralla tenía doce basamentos que llevaban doce
nombres: los nombres de los apóstoles del Cordero. Santuario no vi ninguno, porque es su santuario el
Señor Dios todopoderoso y el Cordero. La ciudad no necesita sol ni luna que la alumbre,
porque la gloria de Dios la ilumina y su lámpara es el Cordero. Palabra de Dios.
Aleluya Jn 14, 23 El que me ama guardará mi palabra -dice el
Señor-, y mi Padre lo amará, y vendremos a él. EVANGELIO El Espíritu Santo os irá recordando todo lo que
os he dicho +
Lectura del santo evangelio según san Juan 14, 23-29
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Palabra del
Señor. |