Abstinencia:
(del latín abstinentia, acción de privarse o abstenerse de algo) Gesto
penitencial. Actualmente se pide que los fieles con uso de razón y que
no tengan algún impedimento se abstengan de comer carne, realicen
algún tipo de privación voluntaria o hagan una obra caritativa los días
viernes, que son llamados días penitenciales.
Sólo el Miércoles de Ceniza
y el Viernes Santo son días de ayuno y abstinencia.
Anunciación del Señor: Solemnidad que se celebra el 25 de marzo, nueve
meses antes del día de Navidad. Se recuerda el anuncio del ángel a
María y la Encarnación del Verbo de Dios. Es una fiesta de carácter
cristológico y, al mismo tiempo, mariano.
Ascensión del Señor: Solemnidad litúrgica que se celebra cuarenta días
después de Pascua (en día jueves) o, como en Argentina, el domingo
siguiente (el séptimo domingo de Pascua). Recuerda el misterio de
Cristo resucitado que sube al Padre en cuerpo y alma.
Ayuno:
(del latín ieiunium, ayuno, abstinencia) Privación voluntaria de comida
por motivos religiosos. Es una forma de vigilia, un signo que ayuda a
tomar conciencia (ej.: el ayuno del Miércoles de Ceniza recuerda el
inicio del tiempo penitencial) o que prepara (ej.: el ayuno eucarístico
predispone a la recepción que en breve se hará del Cuerpo de Cristo).
La Iglesia lo prescribe por el espacio de un día para el Miércoles de
Ceniza, con carácter penitencial, y para el Viernes Santo, extensivo al
Sábado Santo, con carácter pascual; y por una hora para quienes van a
comulgar.
Candelaria:
Nombre que popularmente se da a la fiesta de la Presentación del Señor,
que tiene lugar el 2 de febrero (40 días después de Navidad). La Misa
de ese día comienza con una procesión con velas (de ahí su nombre) en
recuerdo del ingreso del niño Jesús en el Templo.
Ceniza:
(del latín cinis, ceniza) Material proveniente de la combustión de algo
por el fuego. Simboliza la muerte, la fragilidad de la vida y también
la humildad y la penitencia. Las que se imponen el Miércoles de Ceniza
se preparan quemando palmas y olivos benditos el Domingo de Ramos del
año anterior.
Corpus Christi: (en latín: Cuerpo de Cristo) Nombre común con el que
se conoce la solemnidad litúrgica del Santísimo Cuerpo y Sangre de
Cristo. Establecida en 1264 por Urbano IV para celebrar la presencia
real y, al mismo tiempo, sacramental de Cristo en la Eucaristía. Es
común en este día que se realicen procesiones llevando por las calles
el Santísimo Sacramento. En algunos países, como Argentina, se celebra
el domingo siguiente a la solemnidad de la Santísima Trinidad.
Cuaresma:
(del latín quadragesima, cuadragésima) Tiempo litúrgico penitencial
durante el cual la Iglesia se prepara para la celebración gozosa de la
Pascua.
El Tiempo de Cuaresma va desde el Miércoles de Ceniza
hasta la Misa de la Cena del Señor, el Jueves Santo, exclusive.
Durante este tiempo no se dice el Aleluya. Queda prohibido, como signo
penitencial, adornar con flores el altar, y los instrumentos musicales
se permiten sólo para sostener el canto (de estas normas se exceptúan
el domingo laetare, las solemnidades y las fiestas). El color litúrgico
propio es el morado.
Cincuentena Pascual: Período de tiempo que media entre el Domingo de
Pascua y el de Pentecostés. Tiene un carácter tan festivo que debería
celebrarse como si fuera un solo día, un gran domingo. El cirio pascual
permanece durante toda la Cincuentena en el presbiterio. La primera
semana de este tiempo es la Octava de Pascua. El color litúrgico
propio es el blanco. También se la llama Tiempo pascual.
Domingo de la Pasión del Señor: Sexto y último domingo de Cuaresma. Ese día comienza
la Semana Santa. También se lo llama Domingo de Ramos, o Domingo de
Ramos en la Pasión del Señor.
Jueves Santo:
Último día de Cuaresma. En la mañana de este día el obispo, rodeado de
su presbiterio, celebra la Misa crismal en donde consagra los santos
óleos y en la que el presbiterio renuevan sus promesas sacerdotales.
Por la tarde se abre el solemne Triduo Pascual con la Misa de la Cena
del Señor donde suele realizarse el lavatorio de los pies; en esta
celebración se consagra el pan necesario para la comunión del Viernes
de la Pasión del Señor, ya que ese día no se celebrará el sacrificio
eucarístico. Luego de la comunión se traslada el Santísimo Sacramento
hasta el lugar donde se reserva y es adorado por los fieles hasta la
media noche. En este día se conmemora la última cena en la que Cristo,
dando muestra de su actitud de humilde servicio, lavó los pies a sus
discípulos. En las palabras sobre el pan (“Esto es mi cuerpo
entregado”) y el vino (“Este es el cáliz de mi sangre derramada”) la
tradición católica ha visto la institución de la Eucaristía y del Orden
Sagrado y en el lavatorio de los pies, el signo más claro del
mandamiento del amor.
Miércoles de Ceniza: Miércoles anterior al primer domingo de Cuaresma.
Este día, con la imposición de las cenizas, comienzan las prácticas
penitenciales del tiempo que prepara a la Pascua.
Nacimiento de san Juan Bautista: Solemnidad litúrgica que se celebra el 24 de junio.
Presentación del Señor: Fiesta litúrgica que se celebra el 2 de febrero,
cuarenta días después de Navidad, en conmemoración de la presentación
del niño Jesús en el Templo de Jerusalén. Esta fiesta es también
conocida como la Candelaria, ya que en ese día se suelen bendecir velas
que simbolizan a Cristo, la luz del mundo.
Pascua:
(del griego páscha; del hebreo pesaj, paso, tránsito) Tercer día del
Triduo Pascual. Solemnidad central del calendario litúrgico que gira en
torno a ella. Es la más importante de todas las solemnidades cristianas
ya que celebra la Resurrección de Cristo, prefigurada en la Pascua
judía (liberación de la dominación egipcia, paso del Mar Rojo). La
fiesta de Pascua se prolonga durante una octava solemne y luego durante
seis semanas (Cincuentena Pascual) hasta la fiesta de Pentecostés. Hay
testimonios de que al menos a mediados del siglo II los cristianos ya
celebraban anualmente la fiesta de Pascua. En Asia menor y oriente lo
hacían el día 14 de nisán (de acuerdo con el calendario judío); pero en
Roma y occidente se prefirió el domingo siguiente a esa fecha (como
recuerdo del primer día de la semana en el que los discípulos del Señor
tuvieron su experiencia pascual). En el Concilio de Nicea (año 325) se
estableció para toda la Iglesia que la Pascua se celebrase el domingo
siguiente al plenilunio, después del equinoccio de primavera (del
hemisferio norte). Así se hizo hasta el siglo XVI, cuando los orientales,
al rechazar el calendario gregoriano, comenzaron a diferir de los
occidentales en el día festivo.
Pentecostés:
(del griego pentekostós, quincuagésimo) Solemnidad litúrgica que se
celebra cincuenta días después de Pascua recordando la venida del Espíritu
Santo sobre María y los apóstoles (Hech 2, 1 y ss). En este día la
Cincuentena Pascual llega a su plenitud y finaliza.
Los judíos llamaban Pentecostés o fiesta de las
semanas a la fiesta de la cosecha agrícola que recordaba también la
alianza del Sinaí. En este día se canta la secuencia Veni, sante
Spiritus. El color litúrgico propio es el rojo.
Procesión:
(del latín processus, progresión, acción de avanzar) Caminar
comunitario de unas personas detrás de otras con sentido religioso. En
la liturgia romana de la Misa hay varias procesiones: la procesión de
entrada, cuando se dirige al presbiterio el presidente precedido
de los ministros, mientras se entona la antífona o canto de entrada; la
procesión del Evangelio, cuando se dirige al ambón quien va a proclamar
el Evangelio (a veces acompañado de ministros con cirios e incienso);
la procesión de presentación de los dones, cuando se acercan al altar
el pan y el vino que serán consagrados; y la más importante, la
procesión de la comunión, cuando la comunidad se acerca a recibir el
Cuerpo y la Sangre de Cristo.
Durante el año litúrgico están señaladas procesiones
especiales para la fiesta de la Presentación del Señor, siguiendo a
Cristo Luz del mundo; para el Domingo de Pasión, recordando la entrada
de Jesús en Jerusalén; el Jueves Santo, acompañando al Santísimo
Sacramento hasta el lugar de la reserva; el Viernes Santo, para la
adoración de la cruz; en la Vigilia Pascual, detrás del cirio
encendido; el día del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo (Corpus Christi).
También en la celebración del Bautismo y en las Exequias se prevén
procesiones dentro del templo. Además suelen hacerse procesiones fuera
del templo llevando el Santísimo Sacramento bajo palio o las imágenes
de la Virgen María o de los santos en sus fiestas.
Santísima Trinidad: Solemnidad litúrgica que se celebra el domingo
después de Pentecostés.
Sábado Santo:
Segundo día del Triduo Pascual en el que se recuerda a Jesús en el
sepulcro. Es un día alitúrgico ya que no se permite celebrar la
Eucaristía, ni ninguna otra acción litúrgica, salvo el rezo de la
Liturgia de las Horas, hasta la celebración de la Vigilia Pascual. Y la
Sagrada Comunión sólo puede llevarse como viático.
Semana Santa:
Última semana del tiempo de Cuaresma, la que prepara inmediatamente y
comprende al Triduo Pascual. Comienza el domingo de la Pasión del
Señor, o de Ramos, y llega hasta el Sábado Santo.
Triduo Pascual: Celebración anual de la Pascua, comprende el Viernes
Santo, Sábado Santo y Domingo de Pascua, siendo la Misa vespertina del
Jueves Santo su prólogo o introducción. El Triduo Pascual de la pasión,
sepultura y resurrección del Señor es el punto culminante de todo el
año litúrgico. Estos tres días se celebran como si fueran uno solo: ni
el viernes, ni el sábado se celebra la Eucaristía (son días
alitúrgicos) y su cumbre es la Vigilia Pascual.
Tiempo Ordinario: Período de las 33 o 34 semanas en el curso del año
en las cuales se celebra el misterio de Cristo en su plenitud,
principalmente los domingos. Es el tiempo de la Iglesia que espera el
regreso de su Señor haciendo presente su misterio de salvación.
Comienza con la fiesta del Bautismo del Señor y se prolonga hasta el Domingo 34º (fiesta de Jesucristo, Rey del Universo)
con la semana que le sigue. Es interrumpido, el Miércoles de Ceniza,
para la celebración anual de la Pascua y retomado el lunes después de
Pentecostés. El color litúrgico propio de este tiempo es el verde.
También se llama tiempo durante el año.
Vela:
(en latín: candela) Candela para uso litúrgico, elaborada con cera de
abeja. Cuando se desarrolla una acción litúrgica se encienden velas
sobre o en torno del altar. Antiguamente tenían una función práctica:
iluminar; hoy sólo sirven para simbolizar a Cristo-Luz del mundo
(particularmente cumple esta función el cirio pascual) y significar la
fe y la oración de los fieles en presencia del Señor. La piedad popular
encuentra en la vela encendida que permanece en el templo, delante del
altar, de una imagen de la Virgen María o de algún santo, una
continuación simbólica del creyente; ya que el fiel no puede permanecer
en oración porque otras ocupaciones lo reclaman, deja una vela
encendida que lo representa.
Vía crucis:
(en latín: El camino de la cruz) Ejercicio piadoso que consiste en
meditar el camino de la cruz por medio de lecturas bíblicas y
oraciones. Esta meditación se divide en 14 o 15 momentos o estaciones.
San Leopoldo de Porto Mauricio dio origen a esta devoción en el siglo
XIV en el Coliseo de Roma, pensando en los cristianos que se veían
imposibilitados de peregrinar a Tierra Santa para visitar los santos
lugares de la pasión y muerte de Jesucristo. Tiene un carácter
penitencial y suele rezarse los días viernes, sobre todo en Cuaresma.
En muchos templos están expuestos cuadros o bajorrelieves con ilustraciones
que ayudan a los fieles a realizar este ejercicio.
Vía lucis:
(en latín: El camino de la luz) Ejercicio piadoso realizado para
meditar y celebrar las apariciones del Señor resucitado, especialmente
durante la Cincuentena Pascual. Se lo divide en estaciones al modo del
Vía crucis.
Viernes Santo:
Primer día del Triduo Pascual consagrado a la proclamación de la
Pasión del Señor y a la adoración de la cruz, en la cual se ofreció
definitivamente Cristo para liberar a los hombres de la esclavitud del
pecado. Es un día alitúrgico ya que no se celebra la Eucaristía ni
ningún otro sacramento, salvo por razones gravísimas. La liturgia de
ese día es una celebración de la Palabra seguida de la plegaria
universal, la adoración de la cruz y la comunión. El ayuno de este día
no tiene sentido penitencial sino de preparación para la celebración de
la solemnidad de Pascua de Resurrección.
Fuente:
"Diccionario de Liturgia” de Ricardo Pascual Dotro y Gerardo
García Helder, A. MI. CO., Bs. As., 2002.
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