FELIZ DE TI
POR HABER CREÍDO Lc 1, 39-56 Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds 1.
MARIA VA VISITAR A SU PRIMA ISABEL Durante su embarazo, María partió y
fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de
Zacarías y saludó a Isabel. Poco después de los días de la
encarnación, como ya sabemos por el sexto mes de Isabel, se puso en camino
sin demora a la casa de su prima. No eran motivos de curiosidad lo que lleva
a María a visitar a su pariente, lo hace por amor y por atender a su
familiar, que es más anciana. Pero, sobre todo, era por el entusiasmo de
felicitarla y la alegría de verla. El evangelista, nos relata que Isabel
vivía en la región montañosa de Judá, no cita el pueblo, pero por la
tradición, sabemos que es cercano a Jerusalén, en el actual Kain Karim, a siete kilómetros al oeste, auque esto no es
muy seguro. En todo caso, para llegar hasta allí desde Galilea, se empleaban
de tres a cuatro días. El fragmento del Evangelio, nos
muestra que a la llegada de María a casa de Isabel, la saludó primero.
Podemos imaginar que por el parentesco debían saludarse muy cordialmente,
esto es con muestras de afecto y de mutuo cariño. Por el modo como hace el
relato san Lucas, nos hacemos la idea de cómo es María, por eso podemos decir
que con un gesto de delicadeza, ella se daría por enterada del hecho de su
gozosa maternidad. Es en este bello ambiente, con una agradable y dulce
exquisitez espiritual, como se suceden las escenas de la visitación. 2.
ISABEL, ILUMINADA POR EL ESPÍRITU
SANTO, SE CONVIERTE EN PROFETISA AL DESCUBRIR EL MISTERIO DE MARÍA Al oír Isabel el saludo de María,
Apenas esta oyó el saludo de María, suceden dos bellísimos hechos, el niño,
(Bautista), saltó en su seno de gozo, y ella fue llena del Espíritu Santo, y
bendice a María y al Niño que guardaba en su seno. Isabel, iluminada por el Espíritu
Santo, se convierte en profetisa al descubrir el misterio de María y conocer
que en su seno estaba el que era esperado a través de toda la historia del
pueblo de Israel; El esperado por los Patriarcas y vaticinado por los
Profetas. Lucas, nos hace comprender que la
bendición a María la hace con emoción y con una fuerte voz y la proclama
bendita entre las mujeres, en otras palabras, quiere decir que es la más
bendita de todas. Isabel, por revelación del Espíritu Santo, sabe que se
halla ante la madre de mi Señor. Es la proclamación de hallarse ante el
Mesías. El Bautista saltó de gozo en el seno
de Isabel Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi vientre, como
indicando el privilegio de hallarse el Precursor ante el Mesías. Algunos
teólogos han pensado que en este momento fue la santificación del Bautista, y
se plantearon problemas sutiles y gratuitos relativos a su libertad y
conocimiento por razón del gozo. Isabel esta inspirada por el Espíritu
Santo, ella ve en María el instrumento providencial de la salvación que
vendrá a través del Fruto de su vientre, el Salvador y Redentor de Israel, al
que no se puede aclamar menos que bendito. 3.
FELIZ DE TI POR HABER CREÍDO QUE SE
CUMPLIRÁ LO QUE TE FUE ANUNCIADO DE PARTE DEL SEÑOR. Nuevamente beatifica Isabel a María.
En efecto, Isabel, elogia a María, que creyó, por lo que se realizarán en
ella los misterios anunciados de parte de Dios. Con ello se exalta la fe de
María. Porque María creyó, ésta fue su
grandeza, este es el fundamento de toda su alegría y felicidad, su fe, es
decir María, es María es La que ha creído y el acto
de fe en el ángel, la constituye en María, Madre de todos los creyentes en
Jesús, nuestro Salvador. Esto no fue oculto a Isabel, por eso llama a María,
Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? En otras palabras, reconoce a María como Bella enseñanza la de María, ella es
feliz, es dichosa, porque ha creído, porque ha aceptado Ojala, la palabra de Dios, lleguen en
estas fechas tan entrañables, a los corazones de todos los hombres y sea
aceptada con amor, y así poder recibir las bendiciones del Señor. 4.
EL “MAGNÍFICAT” María dijo: Mi alma canta la grandeza
del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador, porque él
miró con bondad la pequeñez de su servidora. En adelante todas las
generaciones me llamarán feliz, porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes
cosas: ¡su Nombre es santo! Su misericordia se extiende de generación en
generación sobre aquellos que lo temen. Desplegó la fuerza de su brazo,
dispersó a los soberbios de corazón. Derribó a los poderosos de sus tronos, y
elevó a los humildes. Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los
ricos con las manos vacías. Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su
misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham
y de su descendencia para siempre. El fragmento del evangelio, nos
presenta el cántico de María, “El Magníficat”,
responde a una explosión de júbilo en Dios, incubada desde que se había
realizado en ella el misterio de la encarnación. “El himno de María no es ni
una respuesta a Isabel ni propiamente una plegaria a Dios; es una elevación y
un éxtasis” y una profecía. 5.
MI ALMA CANTA María dijo entonces; “Mi alma canta
la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi
Salvador”, este canto es la una expresión elevadísima del alma de María,
donde las lágrimas de alegría, gozo y esperanzas, se encierran en el Corazón
de Podemos observar, en este cántico, la
alabanza de María a Dios por la elección que hizo de ella, el reconocimiento
de la providencia de Dios en el mundo y como con esta obra se cumplen las
promesas hechas. “Porque él miró con bondad la
pequeñez de su servidora”. La humildad de La alabanza que hace María a Dios por
la elección que hizo en ella, engrandeciendo a Dios, ella esta profundamente
agradecida, así es como le bendice y le celebra. Este gozo de María es en Dios “mi
Salvador.” Nunca como aquí cobra esta expresión el sentido mesiánico más
profundo. Ese Dios Salvador es el Dios que ella lleva en su vientre, y que se
llamará Jesús, Yehoshúa, es decir, Yahvé salva. Y
ella se goza y alaba a Dios, su Salvador. María atribuye esta obra a la pura
bondad de Dios, que miró la “humanidad” de su “esclava.” Fue pura elección de
Dios, que se fijó en una mujer de condición social desapercibida, aunque de
la casa de David. Pero por esa mirada de elección de Dios, “desde ahora” es
decir, en adelante, la van a llamar “bienaventurada todas las generaciones.” 6.
“EN ADELANTE TODAS LAS GENERACIONES
ME LLAMARÁN FELIZ” “En adelante todas las generaciones
me llamarán feliz”, por esa dignidad tan grande a la cual María fue elevada.
Como vemos hoy, todas las generaciones cristianas de todos los siglos, han
cantado las glorias de esta Virgen humilde y amorosa, que fue hecha Es la eterna bendición a “Porque el Todopoderoso ha hecho en
mí grandes cosas”. Esta obra sólo podía ser obra de la omnipotencia de Dios.
Y “cuyo nombre es Santo.” Es, pues, obra de la santidad de Dios. ¡Su Nombre
es santo!, Su misericordia se extiende de generación en generación sobre
aquellos que lo temen. El pensamiento progresa, haciendo ver que todo este
poder es ejercido por efecto de su misericordia. Esta es una de las
“constantes” de Dios en el Antiguo Testamento. Ya al descubrir su nombre a
Moisés se revela como el Misericordioso (Ex 34:6). 7.
Y NINGUNA OBRA ERA DE MAYOR
MISERICORDIA QUE Pero se añade que esta obra de
misericordia de Dios, que se extiende de generación en generación, es
precisamente “sobre los que le temen.” Era el temor reverencial a Dios. Así,
en el A.T., cuando el pueblo pecaba, Dios lo
castigaba; pero, vuelto a él, Dios lo perdonaba. “Desplegó la fuerza de su brazo,
dispersó a los soberbios de corazón.”, Con esta metáfora, se expresa el poder
de Dios, que aplasta a los soberbios y exalta a los humildes. “Derribó a los poderosos de sus
tronos, y elevó a los humildes.”, como enseñándonos a todos, que si queremos
ser grande a los ojos de Dios y ser amados por El, debemos ser humildes ante
los hombres, reconociendo nuestra pequeñez y miseria. Esta imagen celebra
cómo Dios quita a los “poderosos” de sus tronos y “ensalza” a los que no son
socialmente poderosos. 8.
MARÍA: A UNA VIRGEN, “Colmó de bienes a los hambrientos y
despidió a los ricos con las manos vacías.” Así María, se coloca en la línea
de todos los que son pequeños y humildes, los hambrientos de Israel, los que
están vacíos de si mismos, pero llenos de Dios. “Socorrió a Israel, su servidor,
acordándose de su misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en
favor de Abraham y de su descendencia para siempre.” A María la elige para enriquecerla “mesiánicamente.” Es lo mismo que canta luego: los bienes
prometidos a Abraham, que eran las promesas mesiánicas. Al fin, todo el
Antiguo Testamento giraba en torno a estas promesas. Con esta Obra cumple
Dios las Promesas, hechas a los Padres. Con este hermoso himno, María, alaba
a Dios por la elección que hizo en ella, reconoce Nada será mas agradable a Dios, que
lo alabemos como lo hizo María, con las hermosas palabra que el Espíritu
divino la inspiró. Pedro Sergio
Antonio Donoso Brant ocds |
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