“Fueron a predicar,
exhortando a la conversión” Mc 6, 7-13 Autor: Pedro Sergio
Antonio Donoso Brant 1. LOS
ENVIÓ DE “DOS EN DOS” Jesús, hizo participe a los apóstoles a su
obra y los comienza “enviando” de “dos en dos” por las ciudades, seguramente
de Galilea. Así les permitía atender a un mayor número de gentes. La forma de
a dos en que los envía, les permitía ayudarse y tutelarse. Nadie podía
sospechar de aquel que tiene un testigo. Repartidos en esta forma diseminada,
impedía el provocar una reacción excitada, pero permitía hacer despertar más
esta idea mesiánica, preparando su “venida.” Y les señaló el tema de la
predicación, la conducta que debían seguir, y les acreditó con el poder que
les confirió de hacer milagros. 2. Y
LES ORDENÓ QUE NO LLEVARAN PARA EL CAMINO MÁS QUE UN BASTÓN Jesús le hace algunas prohibiciones como
que no lleven pan, ni provisiones ni dinero y que no tuvieran dos túnicas,
además les manda calzarse con “sandalias.”
El Señor quiere que vayan a todos los hombres, especialmente a los más
necesitados, pobres y rechazados. Donde vayan, irán en busca de hospitalidad:“Permanezcan en la casa donde les den alojamiento”, no
obstante, a donde ellos lleguen, serán completamente pobres. El que va a predicar la salvación,
representa al Mesías crucificado, por tanto. Talvez el Señor quiere que
tengamos esto presente, aún en nuestro aspecto de vida escondida,
crucificada, en la pobreza y debilidad, en nuestras limitaciones. Lo profundo
en este mensaje, es hacer nuestra tarea en la humildad y en la carencia de
medios humanos. Hoy vemos esto como algo difícil porque no podemos prescindir
de ellos, sin embargo lo que importa es no poner nuestro afán en los medios
que tenemos que tener para hacer nuestra misión, es decir, emplear los medios
de este mundo para el servicio de Dios, sin estar apegados, sino desprendidos
totalmente de ellos. “Cuando los envié sin bolsa, sin alforjas, sin calzado,
¿les faltó alguna cosa? Nada, dijeron ellos.(Lc 22,
35) 3. Y
UNGIENDO CON ÓLEO A MUCHOS ENFERMOS, LOS CURABAN. El aceite era un remedio medicinal muy
usado en la antigüedad. Su práctica en Oriente era usual hasta en nuestros
días. Los apóstoles usan lo que era un remedio corriente. Pero en todo el
contexto resalta que los apóstoles, que han recibido poderes y facultad de
realizar milagros o actos extraordinarios, no los van a emplear como simple
remedio medicinal. Es lo que parece más lógico. ¿Curaban todos a los que se lo
aplicaban? No se dice. La frase general de San Marco deja un amplio margen de
valoración. Estas unciones tenían, al menos en muchos casos, valor
instrumental de poder sobrenatural. Naturalmente, se piensa en la analogía que
este rito de curación pudiera tener con el rito sacramental de la “Unción de
los enfermos.” Pero la finalidad directa por la que usan este rito los
apóstoles en esta misión es el realizar milagros: para curar las enfermedades
corporales milagrosamente, conforme al poder que Jesús les confirió. Pero los
apóstoles no tenían aún el poder de perdonar sacramentalmente los pecados.
Por eso, no pasa esto de ser un preludio del sacramento de la Unción. La expulsión de los demonios los presentaba
como ministros del Mesías, anunciando la llegada del Reino. 4. LA
BUENA NOTICIA DEL EVANGELIO Jesús quiere que el mensaje de salvación
llegue a todo lugar, a muchas gentes, la Buena Noticia del Evangelio. El
apóstol de Jesucristo, es un enviado por El y su Espíritu. Jesús le confiere
poderes a sus enviados. Con esta reflexión nos debemos de animar, porque cada
vez hagamos nuestra tarea presentándonos como apóstol de Jesús, somos
participes del poder de sus mensaje. No tengamos miedo, no nos preocupemos si
tenemos cierta cualidades, si estamos bien preparados o no, si conocemos de
teología o no sabemos de eso, porque aunque las palabras sean nuestras,
llevan el Espíritu de Jesucristo con todos sus carismas. “No se preocupen de
cómo van a hablar o qué van a decir: lo que deban decir se les dará a conocer
en ese momento, porque no serán ustedes los que hablarán, sino que el
Espíritu de su Padre hablará en ustedes.” (Mt 10,
16-23) 5. SI
NO LOS RECIBEN EN UN LUGAR Y LA GENTE NO LOS ESCUCHA Si no los reciben en un lugar y la gente no
los escucha, al salir de allí, sacudan hasta el polvo de sus pies, en
testimonio contra ellos”. Estaba en las concepciones judías que, si uno venía
de viaje de regiones gentiles y no se purificaba al entrar en Israel, la
profanaba con el polvo que traía de esas regiones. Por eso estaba obligado a
sacudir sus vestidos y zapatos antes de entrar en Israel. Gesto que
materialmente usaron Pablo y Bernabé en Antioquía
de Pisidia cuando los judíos levantaron una
persecución contra ellos. En todo caso, nuestra misión es ir a todos
los lugares y como dice el Señor: “Al entrar en la casa, salúdenla invocando
la paz sobre ella.” (Mt 10, 7-15). El apóstol que
no trae la paz, no puede ser considerado como apóstol de Cristo. Sin embargo,
el que no nos reciban, siempre nos puede suceder, hay mucha gente que no
quiere recibir el mensaje de salvación, se niegan a oir,
no son hospitalarios y se justifican con odiosidades que no debemos acoger,
pero si rezar para que se inviertan en ellos. 6. ENTONCES
FUERON A PREDICAR, EXHORTANDO A LA CONVERSIÓN Entonces fueron a predicar, exhortando a la
conversión; expulsaron a muchos demonios y sanaron a numerosos enfermos,
ungiéndolos con óleo. Ese era el tema principal la conversión. Por que Jesús
vino a eso, para conseguir la conversión de todos los hombres, pero El, busca
que su predicación llegue a más gentes, porque no todos podían oír sus
palabras, entonces preocupados por todos, envía a sus apóstoles a los hombres
que estaban lejos. Jesús, envía a sus apóstoles de dos en dos,
pobres de recursos mundanos, pero muy ricos en su palabra, simiente de
gracia. Nosotros hemos recibido gratuitamente, “de gracia”, la salvación del
Señor, ¿y que meritos hemos hecho de nuestra parte?.
Jesús envió a sus doce íntimos amigos a predicar una palabra que enseña amar
a Dios y al prójimo; ¿Qué estamos haciendo o qué nos proponemos hacer para
anunciar a los demás el mensaje de amor que hemos recibido? 7. SOMOS
APÓSTOLES CON LA MISIÓN DE TRANSMITIRLO AL MUNDO Hemos sido elegidos por Jesucristo, quien
nos llamo a la fe, nos dio su mensaje evangélico, somos depositarios de el, y
somos apóstoles con la misión de transmitirlo al mundo. Y no lo hemos recibido para guardarlo para
nosotros, es para compartirlo con todos los demás, porque todos estamos
llamados a la salvación. Es así, hemos sido destinados a difundir el Reino de
los Cielos, esa es nuestra misión, somos misioneros porque la misión es la
forma concreta de manifestarle a Dios nuestro reconocimiento por haber sido
llamados a ser en el mundo testigos de su amor. Los apóstoles, somos todos los miembros de
la Iglesia, obispos, sacerdotes, diáconos, religiosos y laicos, aunque lo
hagamos en distintos frentes y de diferentes maneras, todos estamos
encargados por Jesús a proclamar su Reino. Apostolado es toda actividad
efectuada por los cristianos que tiende a propagar el Reino de Cristo en el
mundo y Jesús es la fuente y el origen del apostolado de la Iglesia, y la
eficacia y la fecundidad de nuestra tarea depende fundamentalmente de nuestra
unión con Cristo. Cristo Jesús viva en sus corazones Pedro Sergio Antonio Donoso Brant |
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